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UNIVERSIDAD DE NARIÑO

ESTUDIANTE: DIEGO FERNANDO BOLAÑOS MIER


CODIGO: 2130602019
DOCENTE: MANUEL ENRIQUE MARTINEZ RIASCOS
CATEDRA EN FORMACION HUMANISTICA: CINE, VIOLENCIA Y CULTURA.

En España, durante la década de los 80, se dio un caso de secuestro, tortura y asesinato de
dos jóvenes de tan solo 18 años pertenecientes al grupo terrorista ETA, esta caso
conmociono a todo el país vasco al implicar a funcionarios de las fuerzas armadas y del
gobierno, ya que, se pudo demostrar con certeza que fue un acto de crueldad absoluta lo
cometido con estos dos militantes etarras. Este tipo de casos en los que jóvenes son
asesinados por el gobierno, implicados de pertenecer a grupos al margen de la ley son
muy frecuentes, en Colombia, durante el año 2008 se dieron a conocer a la luz pública
ciertos casos muy similares, los llamados falsos positivos, en los que se acusaron a altos
mandos del ejército como responsables.
Las circunstancias del asesinato y secuestro de Lasa y Zabala, los dos jóvenes españoles,
fueron poco claras hasta más de una década después de su desaparición, lo mismo ocurre
con los cientos de jóvenes que han sido asesinados y cuyos victimarios aún siguen
impunes. Se nota, en el caso español, como el gobierno actúa en su favor simplemente
por recibir algo de información que permita involucrar a más personas que afectan la
estabilidad burocrática del país, hechos crueles como estos también se dieron en Chile,
Argentina, Centroamérica y muchos otros países en su mayoría latinos en los cuales se
dieron luchas de resistencia por los ideales en favor de su pueblo.
Se nota claramente como la justicia está en decadencia constante, no solo en España, sino
también en Colombia, en donde aún no hay condenas serias para los victimarios, ahora
bien, el caso de Lasa y Zabala es diferente en gran medida al de los falsos positivos, los dos
jóvenes españoles si pertenecieron al grupo ETA durante la década de los 80, pero, es
inconcebible la forma de actuar por parte de los funcionarios, que se supone, deberían
proteger a su nación. En casos como estos se ve claramente que el actuar de la justicia es
paupérrimo, en ocasiones, únicamente por defender los intereses personales de los
implicados o por el temor que se les ha infundido a los mismo jueces (que se sabe es muy
común).
Es Colombia, los jóvenes asesinados en los falsos positivos no tenían nada que ver con
grupos armados como las FARC o el ELN pero aun así, bajo las órdenes del gobierno, se
mandó a asesinar, simplemente para que el ejército presentara resultados por parte de las
brigadas de combate en el marco del conflicto por el cual atraviesa el país atraviesa desde
hace más de medio siglo.
Se destaca la labor de ciertas personas que han luchado por condenar a los responsables
directos de estos asesinatos, aunque si bien, los defensores deben someterse a amenazas
y temores constantes, se nota como la convicción humana por esclarecer hechos
inhumanos y por la defensa de los derechos puede llegar a generar grandes cambios y a
hacer actuar a la justicia de la forma más correcta posible.

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