CUERPO, CORPOREIDAD Y EDUCACIÓN: UNA MIRADA REFLEXIVA DESDE
LA EDUCACIÓN FISICA
En el presente documento, esta basado en las lecturas: “cuerpo, corporeidad y
educación: una mirada reflexiva desde la educación física” elaborada por Cornelio Águila Soto y Juan José Lopez Vargas, “la educación física y su anclaje en la tradición platónico-cartesiana” elaborada Luz Elena Gallo Cadavid. Estos se configuran a partir de investigaciones teóricas-documentadas en donde tienen como objetivo aportar a la antropología pedagógica y la fenomenología del cuerpo, a parte del tratamiento que tradicionalmente se le ha brindado y atribuido al cuerpo en las instituciones educativas se ha reducido al campo motriz. También se hace referencia ha que la educación física se ha caracterizado por ser una asignatura mecanicista y técnica, que se ha visto influenciada por una cultura racionalista hegemónica que ha predominado en la sociedad occidental. Además, ver que desde la antropología pedagógica se trata de explicar cuáles son las imágenes del hombre que subyacen en los diferentes discursos de la educación física a través de diversos autores. Dentro de la fenomenología, el cuerpo no se muestra como una dualidad ni como un objeto o una cosa, ni en sentido objetivo. El cuerpo no es solamente materialidad, sino todo un conjunto corporal que pueda adquirir un significado con los sentimientos y motivaciones; con ello se hace alusión a que desde lo corporal no solo se puede ver la naturaleza del hombre como organismo, sino que, a la vez, como cuerpo sensitivo y animado, como un cuerpo-sujeto. La fenomenología del cuerpo se opone a una reducción fiscalista y fisiologista de la corporalidad. La educación física conserva la tradición dualista ya que con el termino “física” se hace alusión a una sola dimensión del ser humano bajo la idea del cuerpo en términos físicos, de organicidad, instrumentalización, entrenamiento, desarrollo, optimización y disciplinamiento. En educación física y el cuerpo, las concepciones dualistas que se postularon sobre la división del ser humano distinguiendo la parte material de la que nos componemos de la realidad inmaterial. Este concepto tiene origen en los filósofos de la Grecia clásica. Platón hablaba de la separación de cuerpo y espíritu, en donde explicaba el cuerpo como un envoltorio carnal. René Descartes, uno de los principales autores del pensamiento racionalista, contribuye significativamente a la concepción dualista del ser humano. Su frase célebre “Cogito Ergo sum” separa el pensamiento del cuerpo, ya que el cuerpo solo no podría sentir ni pensar. Le Boulch, al proponer el método de la psicokinética, sigue situado en un dualismo: psique (por un lado y movimiento por el otro). Además, sigue vacilando entre la concepción del cuerpo vivido y cuerpo tenido cuando propone como estructura del esquema corporal unas etapas de evolución psicomotriz: cuerpo vivido, cuerpo percibido y cuerpo representado. Este ultimo es el cuerpo que está anclado a la conciencia. Al analizar el pensamiento de Sergio, en la Ciencia de la Motricidad Humana, se nota una influencia de la fenomenología de Husserl con respecto a la noción de intencionalidad, aspecto que este autor lo relaciona con el movimiento humano y lo lleva a definir la motricidad como movimiento o acción intencionada para la trascendencia del sujeto. El pensamiento de los principales autores que han configurado la tradición de la educación física en Colombia ha formulado la noción del cuerpo como cuerpo- pensante (Le Boulch), cuerpo-educado (Cagigal) y cuerpo-sistemático (Sergio). Estas ideas se remiten a las concepciones del cuerpo presentes en la tradición de la física contemporánea en Colombia y su reconocimiento permite la apertura hacia la critica y la reflexión, y genera la necesidad de pensar de otras formas de expresar la idea de cuerpo, que permitan ampliar este significado desde teorías poscartesianas. En cuerpo pensante Le Boulch, propone con el método de la psicokinética, darle un giro a como se percibe la educación física en la época, pasando de una tendencia deportiva y militar a una tendencia psicomotriz. Con este método pone psique al movimiento humano para postular una concepción de cuerpo con unidad y motricidad inteligente. Desde la noción de cuerpo pensante, el hombre se define no como una cosa que piensa, sino como un “corpus cogitans”, como un ser capaz de pensar. Una educación psicomotriz, como la que plantea Le Boulch, intenta establecer un enlace psicomotor entre dos partes, como una relación entre conciencia y cuerpo. A través de la propuesta del deporte educativo, Cagigal plantea la educación del cuerpo para el alma. Este autor considera que el deporte es un medio para educar al hombre en diferentes valores como autocontrol, autoexpresión, juego limpio, perseverancia, esfuerzo, equilibrio, entrega, superación, etc., y sobre esta idea radica la noción de que la práctica del deporte ejerce una acción menos física y más moral. El cuerpo educado sigue el precepto de que no es posible educar el cuerpo sin educar el alma porque, de algún modo, se encuentra subordinado a esta; es un cuerpo dependiente e inferior. Por tanto, el medio para alcanzar la perfección es la educación en valores. En cuerpo sistémico, Manuel Sergio, quien revela claramente estar influenciado por las propuestas de Ilya Prigogine, retoma de este autor el concepto de complejidad y desde aquí sostiene que el cuerpo es un sistema complejo, en tanto el ser humano emerge de una complejidad, en que el cuerpo es espíritu y el espíritu es cuerpo, para este autor, existen interrelaciones entre cuerpo-espíritu y naturaleza-cultura, como si se tratase de subsistemas que interactúan y se constituyen desde la complejidad un cuerpo sistémico. Ya para concluir, en Colombia hay una ausencia de tradición critica en la educación física, ya que no se ha hecho muchos estudios a fondo, además de las numerosas fallas que se evidencian a la hora de enseñar. Además, enfrentamos un continuo cambio en el mundo, con enormes retos sociales, la escuela debe estimular el aprendizaje con un verdadero significado para las personas, se debe educar a través de la corporeidad, en donde pueda contribuir decisivamente a la consecución de diferentes metas, ayudando a las personas a encontrar un equilibrio y la armonía interna que requiere el acto de vivir con totalidad. Se deben buscar las herramientas suficientes para poder lograr una gran y mejor educación. BIBLIOGRAFIA La educación física y su anclaje en la tradición platónico-cartesiana de Luz Elena Gallo Cadavid, pag 5-11. Cuerpo, corporeidad y educación: una mirada reflexiva desde la Educación física de Cornelio Águila Soto y Juan José Lopez Vargas, pag 413-421