vivían Rosita y Felipe, eran dos hermanitos que les gustaba jugar a recortar papel, ellos hacían figuras de aviones y de soldaditos, pero su juego favorito era hacer barquitos. Ambos cogían un papel muy blanco y brillante que les daba su papá y hacían concursos para ver cuál barquito aguantaba más en el agua sin deshacerse.
Rosita y Felipe usaban los papeles
blancos para hacer sus aviones o barquitos, ellos no se daban cuenta de que muy cerca vivía un viejo árbol de sauce que estaba muy triste. Un día, Felipe quería que su avioncito volara más alto, se subió al árbol, pero perdió el equilibrio y se cayó, felizmente el sauce estiró una de sus ramas y lo pudo salvar. El árbol llamado Don Sauce les preguntó a los niños ¿Ustedes no saben que al usar papel nuevo para jugar provocan que se corten muchos árboles? Loa árboles talados van a una máquina llamada desfibradora, se le echan químicos, pasan por rodillos hasta tener una pasta del que se hace el papel. Por eso hay menos árboles en el mundo que purifican el aire.
Rosita y Felipe llamaron a sus amigos y escucharon la
explicación de Don Sauce, ellos se pusieron tristes al saber de dónde provenía todo el papel que usaban para jugar. Entonces decidieron no hacer barquitos ni aviones nunca más, pero Don Sauce les dijo que podían seguir jugando, pero esta vez con papel usado, de periódico o con papel reciclado. Al día siguiente Rosita y Felipe hicieron un concurso de aviones y barquitos, pero hechos solamente con papel usado, de periódico o reciclado. Don Sauce estaba feliz y soltaba algunas de sus hojas para que ellos adornaran sus barcos y avioncitos. Los niños y Don Sauce se convirtieron en grandes amigos para siempre y todos aprendieron a cuidar el medio ambiente. reciclado. Don Sauce estaba feliz y soltaba algunas de sus hojas para que ellos adornaran sus barcos y avioncitos. Los niños y Don Sauce se convirtieron en grandes amigos para siempre y todos aprendieron a cuidar el medio ambiente.