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Te contamos qué es la automotivación, con qué se vincula, cuál es su base y cómo lograrla,
y con qué sentimientos es necesario vincularla.
Una persona está motivada cuando hay algo que la mueve a actuar. Motivar se define
como'dar causa o motivo para una cosa'.
Estas palabras derivan del verbo latino "movere", que significa moverse, ponerse en
movimiento, estar listo para la acción, verbo del que se deriva también la palabra emoción.
Muchas veces, no aparece naturalmente la motivación y somos nosotros los que tenemos
que provocarla, los que tenemos que forzarnos para poder desarrollarla.
Como tal, la automotivación es la capacidad para enviar energía en una dirección específica,
con un propósito específico.
Deseamos que algo determinado pase o nos pase y por eso decidimos movernos y actuar.
Para que podamos sentirnos motivados tenemos que fijarnos objetivos y una vez que
tenemos fijados cuáles son nuestros objetivos, qué es lo que queremos lograr a corto,
mediano y largo plazo, seguramente no estaremos pendientes de que las otras personas
generen las condiciones para que podamos alcanzar esos objetivos, sino que vamos a ser
nosotros mismos los que vamos a buscar los medios para que estos objetivos se vuelvan
realidad, y entonces vamos a estar trabajando sobre nuestra propia automotivación. ¿Y
cómo nos automotivamos?
Para ello es importante vincular la automotivación con los siguientes sentimientos: con el
entusiasmo.
Cuando algo nos entusiasma realmente, podemos pasar horas haciendo o pensando en ese
tema.
El gran desafío, por supuesto, está en descubrir y encontrar cuáles son aquellas cosas que
nos gustan o entusiasman, para poder dedicarles todo el tiempo que sea necesario para que
puedan ser exitosas.
Otro de los sentimientos es la perseverancia.
Otro aspecto es la confianza, la confianza en que uno podrá lograr esos objetivos, confianza
en que lograr ese objetivo es posible, en que es una posibilidad real para mí.
Es por ello por lo que la inteligencia emocional constituye una aptitud maestra, una facultad
que influye profundamente sobre todas nuestras otras facultades, ya sea favoreciéndolas o
dificultándolas.