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Mi apreciación sobre el pecado, la salvación y la forma como el hombre atenta mas contra la

voluntad de Dios: El porque del sufrimiento del calvario.

Para entender el porque de Dios en la creación del “todo”, habría que analiza primero las
razones o razón de la creación. Esto solo tiene una respuesta: “Dios quiso y quiere compartir
su inmensa alegría, su felicidad con otros (lo creado). No hay otra forma de entender porque
en algún momento el Omnipotente, Omnisapiente decide de la nada hacer todo. Excluimos
cualquier dato o fecha histórica ya que Dios no existe en el tiempo y en el espacio…el
solamente “Es quien Es”.
Y porque Dios decide esto y es “Dios” pues lo hace perfecto, la narración de la creación nos lo
muestra “y vió que todos estaba bien”.
Pero ¿Porqué todo esta bien?: pues porque antes de crear algo Dios Padre (Persona Divina a la
que se le atribuye la creación) establece el orden de la obediencia, o sea, la Santa
“VOLUNTAD”, -aquello que mantendría un orden en lo creado, desde lo más básico que
mantiene el orden universal como por ejemplo la gravedad, hasta lo más complejo que
mantendría un orden en relación de lo creado hacia Dios y entre la creación misma.
Lo único capaz de romper ese equilibrio establecido por Dios es el no cumplimiento de su
orden divina y santa, y esto se basa en la simpleza de saber y entender que el es Dios y punto,
es el creador.

Por lo tanto nosotros estamos dentro de la creación en una categoría especial, pues dentro de
lo creado somos los únicos que tenemos el privilegio (que ni los ángeles tienen, aun cuando
son más grandes que nosotros) de ser considerados por el Bautismo hijos legítimos de Dios.

El sufrimiento y todas las cosas negativas no estaban en el plan de Dios. El drama universal de
la humanidad como las guerras , las divisiones, de los odios y de tantas miserias han sido
provocados por el hombre, y la explicación que pudiese ser más satisfactoria a que estas se
presenten en nosotros, en nuestras vidas, tendrá su origen sin lugar a dudas y están en el
hombre mismo pues éste ha sobrepuesto un acto de soberbia por sobre y contra la voluntad
de Dios. Esto se llama pecado.
El pecado tiene dos grados en general: el que afecta solamente al pecador y el que por la
característica del pecado afecta al pecador pero atenta contra un próximo. En este ultimo
caso al existir un afectado, el pecado de inicio puede generar otro en el afectado. El ejemplo
mas claro lo tenemos en el caso de un homicidio. El homicida comete pecado al privar de la
vida a un semejante, y los afectados en este caso los familiares o amigos del asesinado
pueden germinar en su corazón y su alma un pecado llamado rencor u odio, incluso al
extremo de también convertirse en homicidas, de obra o de deseo.

Pero Dios “Papá”, al fin de cuentas, para salvarnos de esos actos de soberbia que tienen su
origen en el pecado original, raíz y cimiento de nuestra concupiscencia, hizo necesario un
sacrifico de un ser Divino para que nuestra faltas y pecados fuesen borrados.
Pero ¿Cómo entender tanto sufrimiento en el calvario? ¿Era necesario tal cruel sacrificio, pues
Cristo ha sido el único en la historia de la humanidad que ha sufrido una doble pena de
castigo: los azotes y la crucifixión?

Dentro del código Romano cuando se condenaba a alguien solo recibía o uno o lo otro…pero
Cristo recibió los dos.

La magnitud de tal suplicio no puede ser verdaderamente entendido ni percibido sino


solamente meditando el “Via Cruxis”.

Habrá quienes, incluso critiquen tal sufrimiento como “innecesario” completamente


“inentendible” “incomprensible” y quizás hasta “extremo o exagerado”. -¿Que no bastaría
solo, si Dios es tan poderoso, que EL deseara salvarnos y ya?-.

Pero tal sufrimiento no se puede considerar algo negativo, también puede entenderse aun
incluso desde la misma miseria y fragilidad humana pues aun los padres son capaces de
sacrificarse hasta la muerte por salvar a sus hijos y este sacrificio no se considera negativo sino
positivo, o como cualquier ser humano que sufre y se disciplina por el alcanzar metas positivas
no consideraría negativos sus sacrificios. Por lo tanto este sufrimiento para salvarnos tiene el
objetivo de devolver la Gloria que nosotros quisimos robarle a Dios con nuestra soberbia
poniéndonos siempre sobre El y sobre su majestad.

El antídoto de un veneno cualquiera es elaborado con base del mismo veneno que nos afecta,
así mismo el antídoto mas profundo y eficaz contra la soberbia es el sufrimiento, porque por
el sufrimiento llegamos a entender lo pequeño que somos, lo débiles que somos, porque nos
humilla y nos hace humildes. Por eso el sufrimiento no es ni negativo ni absurdo sino
necesario, por eso existe, incluso el testimonio de personas que después haber sufrido
profundamente por mucho tiempo han reconocido que por ese sufrimiento se han hecho mas
humanos y mas humildes, mas positivos y menos egoístas, es decir que el sufrimiento bien
encausado nos hace mejores personas.

Pero normalmente tenemos temor o miedo al sufrimiento pues nuestra naturaleza humana
nos hace así. Le rechazamos y nos horroriza en el mejor de los casos, pero el extremo peor del
sufrimiento es cuando la soberbia nos embarga y entonces se sucede que deseamos tomar el
lugar de Dios y criticamos, juzgamos y nos autocompadecemos al grado tal que no le pedimos
sino le “exigimos a Dios” que sane nuestro sufrir provocando o deseando mal a aquel o
aquellas personas que nos has infringido un dolor, una pena, un calvario terrenal. En el caso
del asesino, este podría alcanzar la salvación tras un proceso “personal” de arrepentimiento,
pero podría ocasionar la condenación a los dolientes simplemente por falta de caridad, del
perdón mismo, porque para ser perdonados hay que primero perdonar. Sobre todo si en estos
se ha enraizado en sus almas el sentimiento de rencor. Pero esto no es culpa ya del asesino.
Tanto como para el amar solo es necesario acepar y decidir, tanto como el perdonar también
es una decisión, al grado incluso de decir que el perdón es gratuito, o sea, no se necesita que
el que ofendió pida una disculpa, a esto llama Jesús “PONER LA OTRA MEJILLA”

Así es según mi apreciación


Nota: falta poner sobre ecomo elpecado no siempre es malo pues el pecado mismo nos
acerca a<dios.

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