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Civilización o barbarie

(explicación docente)
En este breve vídeo se explica el contexto histórico en el cual se expone el capítulo Civilización o barbarie.
En la clase anterior, terminamos de analizar el aporte de los caudillos federales, a lo que va a ser nuestro
sistema educativo nacional, también complejizamos y problematizamos la mirada y el sentido que se creó
en torno a la figura de ellos, entendimos desde qué lugares se creó ese discurso de esa imagen y por qué.
Desmitificamos, pensamos y repensamos, que como bien dice la autora, es el propósito de este texto y de
todo este libro. Cuando se revisa, piensa y repiensa la historia, hacemos un ejercicio personal puesto que
estamos revisando algunas categorías de nuestro propio pensamiento y nuestro propio sistema de
sentidos.
Hoy vamos a analizar el capítulo que se llama “Civilización y barbarie” con primer subtítulo “Educación con
bastón y levita” en el cual, la autora presenta al arquetipo del conservadurismo liberal porteño Bernardino
Rivadavia.
El gobierno central ejercido por la Primera Junta, primero Junta Grande, Triunviratos y luego Directorio
Supremo, cae en 1820 por oposición de los caudillos federales. A partir de esto, se inicia un proceso de
provincialización del poder o de autonomías provinciales, en el que el poder queda en manos de cada uno
de los territorios provinciales y son sus gobernadores, los que se encargan de organizar ese territorio
provincial, ya sea desde cuestiones de impuestos, cuestiones pedagógicas o límites impositivas,
económicas, etc, siempre o la mayoría de estos gobernadores provinciales o caudillos con miras a generar
un proyecto nacional.
Bernardino Rivadavia, como arquetipo al conservadurismo liberal porteño, tiene otras características. Es
ministro de gobierno del primer gobernador de la provincia de Buenos Aires, es decir, de Martín Rodríguez
quién asume después de unos momentos bastantes anárquicos en los que no se logra organizar la
cuestión política en Buenos Aires.
Entonces Bernardino Rivadavia está al frente del gobierno puesto que Martín Rodríguez (hombre de campo,
hacendado terrateniente) se va a guerrear contra los pueblos originarios para seguir extendiendo la
frontera agropecuaria de la provincia.
La autora se dedica en los primeros párrafos a establecer las principales diferencias entre Rivadavia y los
caudillos que veníamos analizando. En el segundo párrafo hace una descripción de Bernardino Rivadavia:
“adhería al utilitarismo inglés y a la ideología, corriente europea de corte conservador. Su visión geopolítica
era estrecha pues se circunscribía a los intereses de los porteños de levita y quería desembarazarse del
interior. Se subordinaba a la larga mano de Inglaterra, con la cual contrató el empréstito con la Compañía
Baring Brothers que podríamos señalar como fundador de nuestra política de endeudamiento externo”.
Es decir, Bernardino Rivadavia formaba parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires, cuya principal
actividad económica, que era la más rentable en el contexto económico mundial en el que nos
encontramos a principios del siglo 19, entendía que una alianza estrechísima con Inglaterra iba a generar el
progreso material de la provincia de Buenos Aires. Mientras que los caudillos tenían este proyecto de país,
Bernardino Rivadavia circunscribía sus intereses a los porteños de levita y quería desembarazarse del
interior.
A continuación, la autora nos cuenta que “Rivadavia introdujo el método Lancaster, decretó
la obligatoriedad escolar y fundó la sociedad de Beneficencia, etcétera”.
Básicamente nos cuenta un poco de cuál fue la obra pedagógica de Bernardino Rivadavia pero siempre
estableciendo diferencias con lo que fue el proyecto de los caudillos federales.
Más abajo dice “El sujeto pedagógico imaginado por Rivadavia se caracterizaba por su aislamiento respecto
al resto de los connacionales, una mentalidad moderna, utilitaria, economicista y desinteresada del contexto
social” En este contexto dice la autora, “un mismo método como es el Lancaster, cobraba distintas
significaciones en función del contexto en el que se lo articulaba.”

Dicho esto, la docente Ana Crisol nos dice que sería interesante pensar y generar alguna articulación con lo
que se ve en la materia Historia Argentina, teniendo en cuenta cómo se encara y se piensa la tarea
pedagógica, teniendo en cuenta también de cuáles son los ideales y los valores que están detrás de un
proyecto de estado, de un proyecto de país o de un proyecto de gobierno como era el del porteño de
Bernardino Rivadavia.
Tratar de rastrear las diferencias entre caudillos y Rivadavia entendiendo que este último expresa un
proyecto de país e intereses económicos, sociales y políticos. Teniendo en cuenta cómo piensa la tarea
pedagógica o el sistema educativo, la educación. Esto nos da cuenta de los intereses y de quiénes van a
estar dentro de ese proyecto de país y de quiénes no.
La propuesta es hacer una lectura comparativa respecto a los caudillos con esta nueva variable de
Conservadurismo Liberal Porteño de Rivadavia.
Continuando con la lectura del capítulo, la docente nos comenta que hay un subtítulo que no vamos a
trabajar en donde se habla de Rosas y Quiroga, aunque en su momento haremos una breve mención al
período Rosista.
Respecto al Liberalismo Pedagógico de la Generación de 1837, sostiene que es interesante detenerse acá,
no tanto por lo que la autora dice, sino para poder ubicar dentro de ella a determinadas figuras que van a
hacer luego fundamentales en la organización y la consolidación del estado nacional argentino, como son
Sarmiento y Alberdi, dos principales exponentes de esta generación. ¿Qué características tienen la
generación de 1837? En primer lugar que son profundamente liberales y que como dice Puiggrós surge
como oposición a Rosas. En un apartado específicamente puede leerse que traza una fuerte identificación
con los valores de Mayo e identifican fuertemente a Mayo con la democracia, oponiéndose a la tiranía de
Rosas.
Quienes adherían al manifiesto de la generación de 1837, decían o suponían que Rosas era un tirano por
las prácticas políticas que llevaba adelante y porque además ejerció en su gobierno la Confederación
Rosista que consistía en unificar varios territorios provinciales bajo una sola autoridad, aunque
permanecían siendo provincias autónomas.
Por otra parte, Rosas y la provincia de Buenos Aires, se erigen como uno de los territorios más importantes
al atribuirle al gobernador de la provincia de Buenos Aires, la representación de las relaciones exteriores.
Entonces hacia afuera del territorio, se había tejido una especie de sistema en el cual las provincias
aparecían como una sola unidad, mientras que hacia dentro del territorio, cada provincia mantenía su
autonomía.
Así, los caudillos federales o los gobernadores de las provincias seguían ejerciendo la autoridad dentro sus
territorios provinciales y les cedían parte de sus atribuciones, sobre todo las que tenían que ver con las
relaciones exteriores, al gobernador de Buenos Aires. Esto no lo estableció Rosas, se estableció en 1824.
Es un mecanismo que utiliza Rosas para sostener su confederación, además de otras que tienen que ver
con la concentración del poder dentro del territorio bonaerense, que incluso hay una instancia en la que
aplica el terror político y la persecución.
Es importante entender por qué la generación del 37 se identifica fuertemente con Mayo y con la
democracia frente a la tiranía de Rosas.
Los jóvenes de la Generación del 37 se preocuparon bastante por el futuro del país y lo piensan en distintas
facetas que hacen al estado, por ejemplo, “La joven generación debía responder a muchas preguntas:
¿Cuáles son los límites de la libertad de prensa y de la soberanía del pueblo? ¿Cuáles son la esencia y la
forma de la democracia representativa? ¿Qué clase de industria es la más conforme a nuestra condición?
¿Bajo qué plan deben organizarse la campaña, la higiene pública, el abasto?”, y así toda una serie de
preguntas que hacen a una futura organización nacional una vez caída la tiranía de Rosas.
¿Cómo pensaron la educación? Los jóvenes del 37 decían que democracia es igualdad social, “debía el
pueblo ilustrarse para ejercer la ciudadanía, para adquirir dignidad y estímulo para el trabajo”.
La educación tenía un lugar muy importante para estos jóvenes pero “el gobierno difundirá por toda la
sociedad la luz de la razón, educará sistemáticamente a las masas, en tanto que la región fecundará su
corazón”. Empieza a estar bastante marcada la tendencia al laicismo en la Generación del 37, el estado o el
gobierno difunde con la luz de la razón (podemos establecer relaciones con la ilustración francesa, la que
nos van a traer los ideales de igualdad fraternidad y libertad)
Acto seguido, la autora marca que “el pueblo ignorante estará privado del ejercicio de la ciudadanía y de la
libertad. La democracia marcha hacia el nivelamiento de las clases, pero entretanto, los que carezcan de
instrucción permanecerán temporalmente bajo tutela y en minoridad”. Entonces el plan de la Generación del
37 tenía un sesgo elitista puesto que la mayor parte de la población, las clases subalternas, no accedía a la
educación.
Si bien dijimos que los caudillos tenían sus proyectos y que habían escuelas de la patria en el territorio con
instrucción básica brindada a las clases subalternas, para los jóvenes del 37 no alcanzaba para que ejercer
la ciudadanía y la libertad, entonces en tanto esa población que permanecía ignorante, fácilmente eran
manipulables y el soberano debía delegar sus poderes y deliberar a través de sus representantes (jóvenes
de la Generación del 37).
Como última cuestión de la Generación del 37, es importante destacar que ella elabora un proyecto
abstracto de lo que es el futuro del país, lo piensan, escriben, comentan y lo discuten en sus tertulias pero
no lo aplican en la década del 30. Lo aplican cuando finalmente se organiza el estado-nación a partir del
triunfo de la hegemonía de Buenos Aires sobre el resto de las provincias en el año 1862 con la presidencia
de Bartolomé Mitre. 1862 al 1880 con tres presidencias fundacionales: Mitre, Sarmiento y Avellaneda, aquí
se aplica concretamente el plan de ideas de la Generación del 37. Así podemos tener una idea de cuál va a
ser el proyecto de país que lleven adelante estos tres presidentes, de las presidencias fundacionales.
Luego, la autora presenta algunas diferencias de pensamiento entre Juan Bautista Alberdi y Sarmiento.
Alberdi aspiraba a una educación para el trabajo y Sarmiento a una educación popular. Más allá de las
diferencias, hay que tener en cuenta que estos dos exponentes pertenecían a la Generación del 37.
La docente propone detenernos en esta lectura, puesto que es interesante lo que la autora expresa
respecto de cómo pensaba Sarmiento la educación y la importancia que le daba a la tarea pedagógica.
Analizando el capítulo siguiente, “La organización del sistema educativo nacional” nos encontramos en
primer lugar con la “Constitución de 1853”, una constitución que se sanciona a partir de la caída de Juan
Manuel de Rosas en 1862 en la Batalla de Caseros. Cae justamente con la oposición de varios caudillos del
interior que se van a liar con los unitarios.
Desde 1820 al año 1862, la historia de nuestro país va a estar atravesada de manera violenta por la
oposición entre dos proyectos de países: Proyecto federal y Proyecto Unitario, que tenían como principal
diferencia que la economía dependiera de la región. Las provincias del interior por supuesto querían el
proteccionismo económico frente a la llegada de manufacturas de Inglaterra la cual estaba desarrollando
su Revolución Industrial y necesitaba mercados para ubicar sus productos, pero esa política liberal de
comprar productos a Inglaterra y vender materia prima, beneficiaba sólo a las provincias del litoral como
Buenos Aires, Santa fe, Entre Ríos.
Las diferencias económicas tienen que ver con la cuestión geográfica, con la capacidad que tenían las
distintas regiones del interior del país (provincias mediterráneas como Córdoba, Cuyo, el Noroeste, el NES y
el litoral). ¿Qué posibilidades tenían las distintas regiones para integrarse en la economía mundo en
función del liberalismo económico? que era el sistema económico que imperaba aunque no era el único
posible, también se podrían a ver aplicado políticas proteccionistas a la par que las liberales.
Había diferencias políticas, sustanciales, tajantes y el federalismo defendía las autonomías provinciales
mientras que el proyecto unitario decía que debía haber un gobierno central que decidiera sobre la
organización de las provincias. A grandes rasgos, eran las diferencias entre otros proyectos.
Volviendo a la Constitución del 53, Rosas cae en 1852 y la constitución argentina se organiza a instancias
de la figura de Urquiza (gobernador y caudillo de la provincia de Entre Ríos, que es según la autora, quien
elabora el plan más avanzado en educación) desde Paraná. Aquí la autora nos presenta qué estipulaba la
Constitución del 53 respecto de la educación, “El papel de educación fue delineado en el texto
constitucional. El artículo quinto estableció que las provincias deben asegurar la educación primaria, la
administración de justicia y el gobierno municipal, condiciones bajo las cuales el gobierno nacional es
garante del goce y ejercicio de sus instituciones”. Es decir, las provincias, como venían haciendo ya los
caudillos en sus territorios, debían asegurar el acceso y ofrecer la instrucción básica, la instrucción
primaria.
“El inciso 16 del artículo 67 puso entre las atribuciones del Congreso Nacional (congreso constituyente en
que va a sancionar la Constitución de 1853) dictar planes de instrucción general y universitaria”. La
instrucción general debe entenderse como educación media a nivel secundario y universitario.
Ahí quedan bien establecidas las órbitas de decisión de cada uno de los gobiernos. El provincial tiene que
asegurar el acceso y la oferta de instrucción básica y el nacional el acceso y la oferta a la instrucción
general y universitaria, ¿Por qué esa organización? porque la Constitución de 1853 establece que somos
una República, entonces hay división de poderes: Representativa, es decir que como pueblo soberano
delegamos a nuestros representantes y ellos gobiernan a través de esa representación que les damos, y
Federal que reconoce cierto grado de autonomía de los territorios provinciales dentro de la nación.
Luego Puiggrós se dedica a analizar cuáles son las cuestiones que se van a desarrollar, sobre todo,
algunas polémicas que se desarrollan a partir de que se establece la constitución y cuando se habla de la
República Conservadora en 1880.
En 1853 cae Rosas, se sanciona la Constitución, finalmente esa organización desde Paraná con Urquiza a
la cabeza también va a caer por la fuerte oposición que le genera Buenos Aires. Hasta 1862, la historia de
nuestro país va a estar atravesada violentamente por una guerra civil entre unitarios y federales que
después se convierte en una franca oposición entre los intereses de Buenos Aires y los intereses del resto
de las provincias. Buenos Aires le dificulta muchísimo el gobierno a Urquiza que finalmente cae en la
Batalla de Pavón y en 1862 asume Mitre la presidencia. Mitre, Sarmiento y Avellaneda, este primer ciclo de
presidencias se cierra en 1880, año en que se inicia lo que conocemos como República Conservadora o
Generación del 80.

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