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« La tradición de la autobiografía como modelo: el caso de Benita Galeana »

1. Narración y ejemplo
Los vínculos entre la narración y la argumentación son diversos y complejos. Desde el punto de vista
de la retórica, contamos con una rica tradición que nos permite ubicar ciertas formas en las que la
narración puede ejercer su potencial persuasivo. Una de las más evidentes es la narratio, segunda de las
cuatro partes clásicas en las que se divide el discurso (al lado del exordio, la Probatio y el Peroratio,
según lo describen desde Aristóteles hasta los rétores del siglo XIX, con pocas modificaciones durante
el periodo latino). La narratio se relaciona con la narración literaria en el sentido más estricto del
término: ambos cuentan eventos. Barthes señalaba que la narratio no necesariamente tiene una
intención literaria, y que se trata de un relato más bien ancilar. Si la calidad literaria de este fragmento
del discurso dependerá más bien de su autor, el hecho de que la narratio no constituye un discurso
completo en sí mismo es indudable.
Pero el uso de la narración dentro de las técnicas retóricas no se limita a la narratio. En su
Retórica, Aristóteles describe los ejemplos como un tipo de relato, que bien puede ser inventado por el
orador.
Las fábulas son adecuadas a los discursos políticos y tienen la ventaja de que, mientras que
es difícil encontrar acontecimientos ocurridos similares al que nos ocupa, es muy fácil
aplicar fábulas, pues sólo se requiere, como en las parábolas, que se pueda advertir la
semejanza, y ésta es de las cosas que se logran a partir de la filosofía.1

El término que él utiliza en griego, παρἁδειγμα, ha sido traducido tanto como 'ejemplo' como
'modelo'. Es decir, en esta tradición el ejemplo está cercanamente ligado a un llamado a la imitación.
Cabe mencionar que en la Poética, Aristóteles agrega que la imitación es la principal forma de
adquisición de conocimientos del ser humano; es, para él, el elemento que lo distingue de otros
animales. Si las narraciones tienen una capacidad persuasiva, esto es gracias al funcionamiento mismo
de la naturaleza humana.
El potencial de los relatos de invitar a la imitación fue una de las razones por las que Platón
expulsó a los poetas de su república. Para él, la literatura no solamente era degradante por colocarse a
dos pasos de distancia de la verdad (es imitación de una imitación); sino que también era peligrosa
puesto que representaba todas las acciones humanas -buenas y malas- e incitaba a su emulación. Es por
ello que Platón únicamente permite en su República a los poetas que escriban alabanzas a las acciones

1 Aristóteles, Retórica, Madrid: Aguilar, 2002, pág. 197, 1394a.

1
insignes y heroicas. Y podría decirse que esta precaución frente al llamado del relato fue y es
compartida, necesariamente, por todo censor de obras literarias.
En su detallado estudio de las posibilidades y los efectos de la ficción, Jean-Marie Schaeffer
traza la historia del temor a la imitación desde la antigüedad hasta los videojuegos violentos que aterran
a los padres de familia, y propone el término "efecto de modelización". Con ello se refiere a la
influencia que ejercen los relatos para incitar a la imitación: "el público que contempla al actor que
finge hacer x toma ejemplo de esa acción para sus propias acciones serias futuras"2.
Este efecto de modelización puede, por supuesto, tener consecuencias profundamente políticas
(entendiendo política como aquello que concierne a las instituciones gubernamentales, pero también en
el sentido amplio de todo lo que atañe a relaciones de poder entre los individuos). En el contexto
latinoamericano, cabe señalar que el funcionamiento ejemplar de la narración está implícito en la
polémica sobre la literatura comprometida. Si no se partiera directamente de la base de que la literatura
tiene una capacidad persuasiva, específicamente ejemplar (ilustrativa), la discusión entera carecería de
sentido.
Ahora bien, podría argumentarse que los aspectos ilustrativo y modélico del ejemplo no
necesariamente aparecen juntos. Desde mi punto de vista, los testimonios funcionan como relatos que
ilustran, que ayudan a comprender y permiten ver. Mientras que, por ejemplo, las fábulas (o los
exempla medievales), buscan transmitir un modelo de comportamiento; establecen valores, los ponen
en juego en un relato e instan al auditor a imitar cierto modo de actuar.
Entre el enorme corpus de literatura autobiográfica, sostengo que hay una tradición
(relativamente menor) que se caracteriza por el aspecto modélico del personaje principal y de sus
acciones. En esta presentación, me gustaría comenzar a esbozar esta tradición y usarla como marco de
interpretación para Benita, la autobiografía de una comunista mexicana que ha sido leída como la
narración de una mujer ejemplar.

2. La tradición de la autobiografía modélica


Entendemos autobiografía, en términos generales, como todo texto cuyo autor coincida con el narrador
y con el personaje principal. En su forma típica, son narraciones en primera persona que relatan
cronológicamente los eventos fundamentales en la vida del autor. Según la definición ya clásica de
Lejeune, una autobiografía es "un relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su propia

2 Schaeffer, p. 19.

2
existencia, en el que acentúa su vida individual, particularmente la historia de su personalidad"3. Como
género, la autobiografía convive cercanamente y se cruza con varias formas de escritura, como el
diario, la memoria, la crónica o el testimonio, de forma que varias de las clasificaciones que se han
propuesto dentro del género autobiográfico derivan de su interacción con dichas formas de expresión.
Proponer la autobiografía modélica como un tipo de autobiografía implicaría atender sobre todo
a la intención autoral, así como al efecto performativo del texto. Por lo tanto, necesitaría una lectura
cuidadosa de la posición del narrador respecto a los eventos que cuenta (¿en qué tono los narra?, ¿emite
juicios acerca de ellos?), así como un trazado de la recepción de las obras.
En el contexto griego, la periautología (el elogio de sí mismo) era un género bastante
extendido. Plutarco incluyó en su Moralia un breve manual de periautología en el que ofrece
estrategias para vanagloriarse en un discurso sin suscitar la envidia de los destinatarios 4. Esta técnica se
transmitió después, a través del mundo latino, hacia los textos de los apóstoles de Cristo, abundantes en
autoelogios que, habrá de entenderse, no son más que un espejo de las virtudes del hijo de Dios.
Así, la tradición de la autobiografía modélica pasa necesariamente por la autobiografía
espiritual5. Este subgénero se caracteriza por contar cómo una revelación o la conversión del personaje
principal transformó su vida; en ocasiones también relatan el modo de vida dentro de determinada fe,
y/o el compromiso del personaje con actividades de evangelización.
Por mencionar un caso de la tradición cristiana 6, tenemos la epístola de Pablo a los Galatas,
recogida en el Nuevo Testamento, donde al inicio Pablo cuenta los sucesos de su vida, en particular el
llamado que recibió directamente de Dios, y los viajes que realizó después para dar a conocer su fe. Si
estas páginas pueden interpretarse solo como el contexto para la exhortación siguiente, cabe la
interpretación de que Pablo se presenta a sí mismo, y su vida, como un ejemplo a seguir.
Siguiendo la línea del cristianismo, un antecedente central para este estudio, por tratarse del
contexto mexicano y de escritura de mujeres, son las autobiografías de monjas coleccionadas por
Sigüenza y Góngora en Paraíso Occidental (1684). Este tomo recopila las historias de las monjas del
Real Convento de Jesús María, escritas por ellas mismas a instancia de sus preceptores. A través de

3 Lejeune, Le pacte autobiographique, Paris: Seuil, 1975, p. 14.


4 "De se ipso citra invidiam laudando" (Moralia 538A-547F). Ver Pernot, Laurent. "Periautologia. Problèmes et
méthodes de l'éloge de soi-même dans la tradition éthique et rhétorique grécoromaine". Revue des Études Grecques,
tome 111, Janvier-juin 1998. pp. 101-124;
5 Quizá una versión actual de las autobiografías espirituales serían las autobiografías inspiracionales: aquellas que relatan
una lucha contra los obstáculos de la vida, generalmente gracias a técnicas de autosuperación, y la construcción de una
identidad y condiciones de vida adaptados a una cierta noción de éxito).
6 Aquí únicamente referimos a la tradición cristiana, puesto que es la central para el ámbito hispánico y latinoamericano.
Pero pueden hallarse autobiografías espirituales de diversos otros credos, por supuesto.

3
ellas, pueden conocerse los orígenes de las monjas y las circunstancias que las llevaron al convento, y
en cada una de las historias se justifica la santidad de la monja a través de algún pequeño milagro
ocurrido durante su vida. Las vidas de estas mujeres son a tal medida presentadas como modélicas que
su convento es caracterizado de paraíso por el recopilador.
También en el continente americano, tenemos el ejemplo de los relatos autobiográficos de
mujeres negras que escaparon de la esclavitud en Estados Unidos durante el siglo XIX, tal como Nancy
Price, Susie King Taylor, Ida B. Wells y Mary Church Terrell. Este caso destaca por tratarse de textos
escritos por personas en situación extremadamente vulnerable, pertenecientes a un grupo social
marginalizado. Según la investigadora Mary G. Mason7, estas escritoras por momentos se colocan a sí
mismas como modelos a seguir en la vía a la emancipación, pero también por momentos dudan si sus
acciones habrán sido las mejores para establecer un precedente. Es decir, en ellas es vívida la
conciencia de estar escribiendo como representantes de un grupo minoritario 8 y de estar fungiendo
como modelos a seguir para otras mujeres en su misma situación.
Con este ejemplo podemos deslizarnos hacia la autobiografía de sujetos en lucha política contra
un poder hegemónico. Desde esta óptica, la escritura aparece como una herramienta de resistencia, y si
el sujeto se plantea como modélico, lo hace con la intención de dejar un testimonio de las estrategias de
lucha que le resultaron útiles, e incitar a otros en su misma situación a ejercer también un trabajo de
resistencia. Los elementos autobiográficos aparecen en el marco de una demanda de justicia y de una
demostración de posibles vías para obtenerla. En este conjunto de textos podemos insertar el testimonio
de Domitila Barrios, boliviana que dio a conocer su historia en 1977, a través del libro Si me permiten
hablar, editado (fuertemente) por Moema Viezzer. Lo consideramos autobiográfico puesto que narra
su vida en primera persona, desde la infancia hasta la edad adulta. En la introducción, la narradora
explicita el propósito modélico de su texto:
Finalmente quiero esclarecer que este relato de mi experiencia personal y de la experiencia
de mi pueblo, que está peleando por su liberación —y a la cual me debo yo—, quiero que
llegue a la gente más pobre, a la gente que no puede tener dinero, pero que sí necesita de
alguna orientación, de algún ejemplo que les pueda servir en su vida futura. Para ellos
acepto que se escriba lo que voy a relatar. No importa con qué clase de papel pero sí quiero

7 Mason, Mary G. "Travel as Metaphor and Reality in Afro-American Women's Autobiography", Black American
Literatura Forum, vol. 24, no. 2 (été 1990): 337-356.
8 Terrell escribe: "This is the story of a colored woman living in a white world. It cannot possibly be like a story written
by a white woman. A white woman has only one handicap to overcome-that of sex. I have two-both sex and race. I
belong to the only group in this country which has two such huge obstacles to surmount. Colored men have only one-
that of race". (Terrell, Mary Church, A Colored Woman in a White World. Washington: Randsdell, 1940, vii)

4
que sirva para la clase trabajadora y no solamente para gentes intelectuales o para personas
que nomás negocian con estas cosas.9

Ahora bien, toda proporción guardada (es decir, siendo conscientes de la distancia temporal y
geográfica que separa todos estos ejemplos), pueden adelantarse algunos elementos que caracterizarían
la autobiografía modélica: 1. los narradores de estas historias no buscan trazarse como ejemplos a
seguir porque consideren que sus acciones o su carácter han sido los mejores posibles; en los casos
vistos, los personajes se presentan como modelos primordialmente debido a su pertenencia a un
determinado grupo social, y lo que se quiere exaltar es la importancia de dicho grupo, así como las
acciones que lo caracterizan. 2. Las circunstancias que han rodeado la escritura de estas autobiografías
son diversas; en algunas de ellas, ha habido cierta coerción (como es el caso de las monjas de la Nueva
España o de algunas mujeres negras estadounidenses), elemento que en el caso de la escritura de sí no
debería pasar desapercibido. 3. En todas se encuentra una autoridad fuerte a la cual el personaje refiere
para establecerse como modélico (ya sea Dios, la iglesia, el Estado...). 4. En estas obras, la
argumentación está implícita y consiste en una sola estrategia: el ejemplo.

3. El caso de Benita Galeana


Benita Galeana Lacunza, nació en Guerrero en 1907 y murió en la Ciudad de México en 1995.
Escribió su autobiografía a los 35 años, mientras aprendía a leer y escribir. Perteneció y trabajó para el
Partido Comunista casi toda su vida. Colaboró con luchas por los derechos de las mujeres y, durante los
últimos años de su vida, ocupó ciertos cargos públicos en los partidos de izquierda PRD (Partido de la
Revolución Democrática) y PSUM (Partido Socialista Unificado de México).
Hacia el final de su vida, transformó su casa en un refugio de mujeres, donde realizaba
actividades de discusión y organización política. Desde el año 2000, su casa ha estado abierta al
público en forma de un museo austero y poco conocido (Casa Museo Benita Galeana), que concentra
pinturas, fotografías, grabados y objetos de la vida cotidiana de Benita, así como su biblioteca. Su vida
fue objeto de una radionovela titulada "Benita, autobiografía novelada", transmitida en noviembre de
2015 por la emisora pública Radio Educación.
Por todo lo anterior, su figura se ha convertido en un ícono en el medio militante, y muchos
comentarios tienden a celebrarla como modelo de una mujer mexicana desfavorecida que ha luchado
contra el sistema y ha logrado su liberación a través de la lucha política. Este es el caso de varios

9 Domitila, Si me permiten hablar, p. 9.

5
artículos periodísticos que aparecieron desde los años 80 y hasta ahora; por citar algunos títulos:
"Benita Galeana, ejemplo para las mujeres que luchan contra la injusticia: Cárdenas", "Benita Galeana,
ejemplo en la lucha por la igualdad y justicia","Benita Galeana, una revolución airada"," 110 años de
Benita Galeana, precursora del feminismo social en México " y el breve perfil del sitio del proyecto
"Valores" de la Fundación Televisa10, que la describe como "ejemplo de participación en la propia
comunidad, de valores que se viven hasta sus últimas consecuencias".
Es también el caso de los primeros artículos académicos y libros escritos sobre la figura de la
militante comunista. En "Benita Galeana: fragmentos de su vida y su tiempo", Daniela Spenser afirma
que "Con su ejemplo, Benita quería darles ésta y otras lecciones a las demás mujeres" . González
Bustos, autor de una de las primeras entrevistas publicadas sobre Benita como libro, concluye la nota
biográfica del personaje de la siguiente manera: "Murió el 17 de abril de 1995, dejando su ejemplo de
valor revolucionario no sólo a las mujeres, sino también a todos los trabajadores". Con el mismo
espíritu, el número especial de la revista Pensadores del Agrarismo dedicada a Benita indica que está
interesado en difundir el perfil de Benita porque desean "que, al recordar los ideales y la vida de esta
mujer insigne, los mujeres campesinas y rurales encontrarán un modelo para seguir ". Finalmente Rosa
Icela Ojeda, autora de Benita Galeana: mujer indómita, primer libro monográfico dedicado a ella,
termina su texto con esta frase: "Benita no dejará de ser ejemplo en la construcción de nuestro amor y
nuestros sueños".
No solo el personaje de Benita ha sido objeto de esta lectura ejemplarizante; también su
autobiografía. Varios comentarios lo atestiguan, por ejemplo, el de José Revueltas, quien sintió que:
"Benita ha escrito su vida y con ello ha escrito una vida colectiva que puede pertenecer a cualquier
mujer de nuestro pueblo". Una reseña anónima de la revista estadounidense Books Abroad, escrita en
1941, afirmaba que "A pesar de sus prejuicios políticos, el libro es un documento social valioso, Benita
Galeana es sin duda una mujer de capacidad superior, pero sus experiencias son las de cientos de miles
de mexicanos inarticulados".
Es claro, entonces, que la autobiografía de Benita ha sido leída y utilizada como un relato
modélico. Entonces, cabe preguntarse, ¿esta lectura surge naturalmente del texto o se trata
exclusivamente de un uso de éste?
En la autobiografía de Benita encontramos la tensión entre, por un lado, la búsqueda personal
de estrategias de escape de las opresiones; y por otro, la autoridad del Partido Comunista como una vía

10 "Benita Galeana", s/i. Web <https://fundaciontelevisa.org/valores/node/29580> consulté le 15 mai 2018.

6
fija de liberación. En el texto se lee "Yo he querido ser un ejemplo para las camaradas "; la intención
ejemplar en la autobiografía es explícita. Benita hace énfasis reiteradamente en las dificultades que
tuvo que superar para sobrevivir, para construir la vida que deseaba y continuar su lucha política. En
esta medida, el relato da a entender que cualquier otra persona en sus circunstancias (huérfana, pobre,
iletrada) puede acceder a una vida digna y libre. Esto colocaría a Benita entre el grupo de
autobiografías modélicas que promueven estrategias de resistencia.
Pero Benita también puede leerse como un relato de conversión. Benita liga directamente el
nacimiento de su conciencia política con su adhesión al Partido Comunista: "había logrado arrancarme
del cabaret y despertar mi conciencia revolucionaria; me había hecho comprender cuál era mi papel en
la sociedad capitalista: a lado de los trabajadores". Y el último capítulo del libro describe al partido
como "el camino de la felicidad, de la felicidad basada en el trabajo, en la independencia y en la lucha
por la liberación de la Humanidad del yugo capitalista"11.
Fue el Partido el que se ocupó la publicación de la autobiografía en su imprenta (Imprenta
Mels), y la primera edición estaba acompañada de grabados realizados por miembros del Taller de
Gráfica Popular (célebre colectivo de grabadores comprometidos políticamente con la izquierda), tal
como Raúl Anguiano y Pablo O'Higgins. Entonces, podemos afirmar que la interpretación de la
autobiografía de Benita como un recorrido modélico entre la marginalidad y la liberación por vía del
Partido Comunista no es casual; es una lectura en parte motivada por fragmentos del texto y en parte
propiciada por elementos paratextuales y contextuales a la obra.
Sin embargo, puesto que la argumentación no suele ser explícita en las narraciones modélicas
(salvo si se trata de una fábula con moraleja), los diversos usos del texto pueden modificar ligeramente
el sentido de la persuasión. Así, si Benita fue en un principio un relato casi panfletario sobre el
descubrimiento y la inserción al Partido Comunista (razón por la cual su recepción se vio muy limitada
durante las décadas posteriores a su publicación); las lecturas más recientes (después de la muerte de la
autora) han tendido a convertirlo en un relato más bien de superación personal. De las nuevas ediciones
se eliminaron los grabados del Taller de Gráfica Popular, el color rojo vivo de la portada y el último
capítulo, donde Benita elogia abiertamente al Partido. De esta forma, la ejemplaridad del relato se
mantiene, pero el argumento implícito en el ejemplo sufrió un deslizamiento importante.
Con este breve análisis podemos adelantar algunas conclusiones provisionales: 1. Las
autobiografías modélicas pueden caracterizarse a partir de la intención explícita del autor de ofrecer su

11 Galeana, Benita, 1940, p. 239.

7
historia como un ejemplo para otros; 2. Si el ejemplo es apoyo argumentativo para una idea, esta idea
no suele ser explícita, y puede variar según las interpretaciones; 3. Estas autobiografías modélicas
podrían dividirse en dos: aquellas que cuentan con el apoyo de una autoridad o institución, y aquellas
que muestran estrategias de resistencia desde la marginalidad; 4. Todas hacen uso explícito del
potencial argumentativo de la narración y de su capacidad de llamado a la imitación.

Bibliografía
Aristóteles, Retórica.....
________, Poética.....
Galeana, Benita, Benita, México: Extemporáneos, 1979.
Lejeune, Le pacte autobiographique, Paris: Seuil, 1975.
Mason, Mary G. "Travel as Metaphor and Reality in Afro-American Women's Autobiography", Black
American Literatura Forum, vol. 24, no. 2 (été 1990): 337-356.
Pernot, Laurent. "Periautologia. Problèmes et méthodes de l'éloge de soi-même dans la tradition
éthique et rhétorique grécoromaine". Revue des Études Grecques, tome 111, Janvier-juin 1998.
pp. 101-124;
Pozuelo Yvancos, José María, "Retórica y narrativa: la narratio" <http://e-
spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:Epos-3704D2FB-92B4-4C6F-3A4E-
2935CB5EF108/Documento.pdf >
Schaeffer, Jean-Marie, Por qué la ficción.....
Viezzer, Moema, "Si me permiten hablar..." Testimonio de Domitila, una mujer de las minas de
Bolivia, México, Siglo XXI, 2005.

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