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Condiciones de las ceremonias exitosas de degradación* 1

Harold Garfinkel **
University of California, Los Ángeles

Cualquier trabajo comunicacional entre per- espera que una persona haga o haya hecho
sonas en el que la identidad pública de un (en términos de Parsons3, sus “performan-
actor es transformada en algo observado ces”), sino a lo que el grupo supone que son
como inferior en el esquema local de tipos las bases o razones fundamentales de su
sociales será llamado “ceremonia de degra- comportamiento4.
dación de estatus”. Algunas restricciones de Las bases sobre las cuales un participante
esta definición pueden incrementar su utili- logra lo que para él es una comprensión ade-
dad. Las identidades a las que se refiere de- cuada de porqué el u otro actuó como lo hizo
ben ser identidades “totales”. Esto es, estas no son tratadas por él de una manera utilitaria.
identidades deben hacer referencia a las per- En cambio, lo acertado de una imputación es
sonas como tipos “motivacionales” más que decidido por el participante de acuerdo con
como tipos “conductuales”2, no a lo que se estándares de “preferencia” socialmente vá-

* 2
Publicado originalmente en American Journal of Estos términos son tomados de Schutz, Alfred:
Sociology, Vol. 61, Issue 5 (Mar., 1956), pp. 420- “Common Sense and Scientific Interpretation of
424. Human Action”, en Philosophy and Phenomeno-
**
Traducido por Mariano Hernán Gutiérrez (Uni- logical Research, Vol. XIV, Nº 1, septiembre, 1953.
3
versidad de Buenos Aires). Parsons, Talcott y Shils, Edward: “Values, Moti-
1
Reconocimientos y agradecimientos a Ervin ves, and Systems of Action”, en Parsons y Shils
Goffman del Nacional Institute of Mental Health, (Eds.): Toward a General Theory of Action.
Bethesda, Maryland, y a Sheldon Messinger, inte- Cambridge, Harvard University Press, 1951.
4
grante predoctoral del Social Sciencie Research Cf. las obras de Kenneth Burke, particularmente
Council, University of California, Los Ángeles, por Permanence and Change (Calif, Hermes Publi-
críticas y sugerencias editoriales. cations, 1954) y A Grammar of Motives (New York,
Prentice-Hall Inc., 1945).
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lidos e institucionalmente recomendados. vea, en sus esquemas de rutina, las condi-


Con referencia a estos estándares, él hace ciones para la degradación de identidad. Así
las distinciones cruciales entre apariencia y como las condiciones estructurales de la ver-
realidad, verdad y falsedad, trivialidad e im- güenza son universales para toda sociedad
portancia, accidente y esencia, coincidencia por el mero hecho de estar organizadas, tam-
y causa. Tomados en su conjunto, los funda- bién las condiciones de degradación de sta-
mentos así como las conductas que estos tus son universales para toda sociedad. En
fundamentos hacen explicable como la con- este esquema de trabajo la pregunta crítica
ducta del otro, constituyen la identidad de no es si la degradación de estatus ocurre o
una persona. En su conjunto, constituyen al puede ocurrir en una sociedad dada. En su
otro como un “objeto social”. Las ceremo- lugar, la pregunta es: tomando como punto
nias de degradación aquí discutidas son aque- de partida cualquier estado de organización
llas relacionadas con la alteración de las iden- de una sociedad ¿qué programa de tácticas
tidades totales. comunicativas hará el trabajo de la degrada-
Se propone que sólo en las sociedades que ción de estatus?
están completamente desmoralizadas, será un En primer lugar, dos preguntas deberán ser
observador incapaz de encontrar estas cere- respondidas, al menos tentativamente: ¿a qué
monias, puesto que sólo en la anomia total nos estamos refiriendo conductualmente
faltan las condiciones para las ceremonias cuando proponemos que el producto de un
de degradación. Max Scheler5 sostenía que trabajo exitoso de degradación es un cam-
no hay sociedad que no provea en los mis- bio en la identidad total?, y ¿cómo conce-
mos lineamientos de su organización las con- bir que el trabajo de la degradación de es-
diciones suficientes para inducir a la vergüen- tatus se ha logrado, o ha asumido las con-
za. Será tratado aquí como un axioma que no diciones de su éxito?
hay sociedad cuya estructura social no pro-

Las ceremonias de degradación caen en el instancias de estos afectos de la mayor im-


ámbito de la sociología de la indignación portancia.
moral. La indignación moral es un afecto. Cualquier afecto tiene un paradigma de
Hablando groseramente, es una instancia de comportamiento. El de la vergüenza se en-
una clase de sentimientos propios de la ma- cuentra en el retraerse y cubrir la parte del
yor o menor organización de formas en las cuerpo que define socialmente la apariencia
que se desarrollan los seres humanos mien- pública prominentemente, en nuestra socie-
tras viven sus vidas en compañía de los otros. dad, los ojos y la cara. El paradigma de la
La vergüenza, la culpa y el aburrimiento son vergüenza se encuentra en frases que deno-

5
Hays Williams, Richard: “Scheller’s Contributions and Phenomenological Research, Vol. II, Nº 3, mar-
to the Sociology of Affective Action with Special zo, 1942.
Atention to the Problem of Shame”, en Philosophy
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tan el retiro de sí mismo de la vista pública, es mejanza con las ceremonias de investidura y
decir, el retiro de la mirada del otro pública- elevación. Cómo la ceremonia puede unir a
mente identificado: “Podría hundirme en el las personas y la colectividad lo veremos
suelo; quería correr y esconderme; quería cuando tratemos las condiciones exitosas de
que me trague la tierra”. El sentimiento de la denuncia. Nuestra pregunta inmediata con-
culpa encuentra su paradigma en el compor- cierne al significado de la destrucción ritual.
tamiento abnegado, el disgusto con uno mis- En la afirmación de que la indignación mo-
mo, el rechazo al contacto, o el retiro de él, la ral trae la destrucción ritual de la persona
expulsión corporal o simbólica del cuerpo denunciada, destrucción debe ser entendido
extraño como cuando tosemos, soplamos, literalmente. La transformación de la identi-
tenemos arcadas, vomitamos, escupimos, etc. dad es la destrucción de un objeto social y
El paradigma de la indignación moral es la de la constitución de otro. La transformación
denuncia pública. Condenamos públicamen- no implica la sustitución de una identidad
te: “Llamo a todos los hombres a que sean por otra, con las partes de la identidad vieja
testigos de que él no es como parece, sino vagando como sobrantes de un nuevo en-
de otra forma y esencialmente6, de una es- samblaje, no en mayor medida que la mujer
pecie inferior”. que vemos en la tienda y resulta ser un mani-
Los afectos sociales tienen varias funcio- quí tiene en sí las posibilidades de una mujer.
nes tanto para a persona como para la colec- No es que el viejo objeto haya sido reacondi-
tividad. Una función prominente de la ver- cionado, sino más bien que ha sido reempla-
güenza para la persona es la de preservar el zado por otro. Uno declara: “Ahora veo, era
ego de futuros ataques, retirándolo por com- de la otra forma desde el primer momento”.
pleto del contacto con el exterior. Para la co- El trabajo de la denuncia reformula el carác-
lectividad, la vergüenza es un “individualiza- ter objetivo del otro percibido: la otra persona
dor”. Cada uno experimenta la vergüenza en se convierte, a los ojos de sus condenadores,
su debido momento. literalmente, en una persona nueva y diferen-
La indignación moral sirve para efectivizar te. No es que nuevos atributos se atribuyen
la destrucción ritual de la persona denuncia- al viejo “núcleo”. No se lo cambia, sino que
da. A diferencia de la vergüenza, que no une se lo reconstituye. La identidad anterior, a lo
a las personas, la indignación moral puede sumo, persiste como mera apariencia. En el
reforzar la solidaridad del grupo. En el merca- cálculo social de las representaciones y prue-
do y en la política la ceremonia de degrada- bas de la realidad, la anterior identidad se pre-
ción puede ser tomada como una forma se- senta como accidental; la nueva identidad es
cular de comunión. Estructuralmente, una la “realidad básica”. Lo que él es ahora es lo
ceremonia de degradación guarda fuerte se- que, “después de todo”, siempre fue7.

6
El hombre por cuyas manos el vecino ha sufrido la do parecía ser y lo que se puede ver ahora que es
muerte se convierte en un “asesino”. La persona cuando el nuevo esquema motivacional es tomado
que pasa información al enemigo es “esencialmen- como estándar, y (2) un re-examen y una redefini-
te”, “en primer lugar”, “finalmente”, “originalmen- ción de los orígenes del denunciado. Sobre la rele-
te”, un informante. vancia sociológica de la relación entre lo que con-
7
Dos temas sobresalen comúnmente en la retórica cierne a la esencia y lo que concierne al origen véase
de la denuncia: (1) la ironía entre lo que el denuncia- particularmente Burke, Kenneth: A Grammar of
Motives, ob. cit.
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La denuncia pública opera esta transfor- primordiales, que estas performances, pre-
mación de la esencia sustituyendo otro es- sente, pasado y previsiones a futuro, deben
quema motivacional socialmente validado por ser propia y necesariamente entendidas de
aquel previamente usado para nombrar y or- acuerdo con los testigos8. A través del traba-
denar las performances del denunciado. Es jo interpretativo que obedece a esta regla la
en referencia a este sustituido esquema persona denunciada se convierte, a los ojos
motivacional socialmente validado como fun- de los testigos, en una persona diferente.
damento esencial, esto es, como principios

II

¿Cómo puede uno hacer una buena denun- 1. Tanto el evento como el autor deben ser
cia9? removidos del ámbito de lo cotidiano y ser
Para ser exitosa, la denuncia debe redefinir presentados como fuera de lo ordinario.
las situaciones de aquellos que son testigos 2. Tanto el evento como el autor deben ser
del trabajo de denuncia. El denunciante, la ubicados dentro de un esquema de preferen-
parte a ser denunciada (llamémoslo el “au- cias que muestre las siguientes propiedades:
tor”10 y lo que se le imputa al autor (llamémos- A. Las preferencias no deben ser por el
le el “evento”) deben ser transformados en evento A sobre el evento B, sino por el even-
la forma que sigue11: to del tipo A, sobre el evento del tipo B. La

8
Aunque las construcciones como “sustancialmente puede convertirse en un interés creado y verse vin-
algo” o “esencialmente algo” han desaparecido del culado a las luchas por ventajas políticas o econó-
dominio de los discursos científicos, estas construc- micas. Aún más, hay cuestiones que giran en torno a
ciones tienen lugares privilegiados en las teorías de la arena adecuada para la denuncia. Por ejemplo, en
motivos, personas y conductas que se emplean para nuestra sociedad el consejo tribal ha caído en un
manejar las cuestiones de la vida cotidiana. Existen lugar de importancia secundaria; entre los legos la
razones para justificar la hipótesis de que estas cons- denuncia ha cedido lugar frente a la queja a las auto-
trucciones se pueden perder en la terminología de ridades.
10
una “teoría de los motivos” de un grupo sólo si se En el original, perpetrator, categoría aplicable al
suspende la relevancia de teorías socialmente sanc autor o responsable de un delito o conducta reproba-
ionadas para los problemas prácticos. Esto puede ble. Siempre que se lea “autor” corresponde al inglés
ocurrir cuando las relaciones interpersonales son perpetrator (N. del T.).
11
triviales (como durante el juego) o, más interesante, Éstos son los efectos para los que están diseñadas
bajo una severa desmoralización de un sistema de las tácticas comunicativas del denunciante. Puesto
actividades. En estos estados organizacionales la fre- de otra manera, en la medida en que las tácticas del
cuencia de las degradaciones de estatus es baja. denunciante logren reordenar las definiciones de si-
9
Como el artículo es corto, se corre el riesgo de que tuación de los testigos en performances denunciato-
como resultado de excluir ciertas consideraciones rias, el denunciante habrá tenido éxito en operar la
los temas parezcan tratados de forma exagerada. transformación de la identidad pública de su víctima.
Sería deseable, por ejemplo, tomar en cuenta la La lista de condiciones de este efecto degradante son
multitud de objeciones que pueden ser encontradas las determinantes de esta operación. Visto desde el
contra la falsa denuncia; los derechos a denunciar; el esquema de un proyecto perseguido racionalmente,
reparto diferencial de estos derechos, así como de hay medios adecuados. Uno debería escoger sus tácti-
las maneras en que un reclamo, una vez hecho valer, cas por su eficiencia en lograr estos efectos.
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misma tipología debe ser lograda para el au- preferencia sea un requisito moral. Las cues-
tor. Evento y autor deben ser definidos como tiones deben estar arregladas de tal forma
instancias de una uniformidad, y deben ser que la validez de su elección, su justifica-
tratados como una uniformidad a lo largo de ción, se sustenta en el hecho de que él la
todo el trabajo de denuncia. El carácter único hace13. El esquema de alternativas debe ser
y excepcional del evento y el autor debe per- tal que coloque constricciones sobre su se-
derse. Asimismo, cualquier sentido del acci- lección “por un propósito”. La denunciación
dente, coincidencia, indeterminismo o azar, o no tendrá éxito si el testigo es libre de eva-
acontecimiento monetario no debe ser mera- luar más allá del hecho de que él hace la elec-
mente minimizado. En su forma ideal, estas ción basado en la evidencia de que se habrá
evaluaciones deben ser inconcebibles; al elegido la alternativa correcta, como, por ejem-
menos deben ser convertidas en falsas. plo, probando empíricamente las consecuen-
B. Los testigos deben apreciar las caracte- cias de su elección. Las alternativas deben
rísticas de la persona y el evento tipificados ser tales que, en “elegir”, él de por sentado y
refiriendo el tipo a una contraparte dialécti- más allá de cualquier duda que no elegir sólo
ca. En su forma ideal, los testigos no deben significaría preferir el opuesto.
ser capaces de observar los rasgos de la per- 3. El denunciante debe identificarse al tes-
sona denunciada sin referencia a la tigo de tal forma que durante la denunciación
contraconcepción, tal como lo profano de un no sea tomado como una parte privada, sino
acontecimiento, de un deseo, o de un rasgo como una persona públicamente conocida.
de carácter se clarifica en relación a su opues- No debe presentarse como actuando de
to, lo sagrado. Los rasgos de un asesino des- acuerdo con sus experiencias únicas y per-
quiciado invierten los de un ciudadano pací- sonales. Sino que debe ser tomado como ac-
fico. Las confesiones de los “rojos”12 deben tuando en su faz de figura pública, apoyan-
ser leídas frente a cada uno de los significa- do en experiencias comunes mantenidas y
dos del patriotismo. Hay muchos contrastes verificadas. Debe actuar como un participan-
disponibles, cualquiera que se agregue da te de buena fe de las relaciones tribales a las
testimonio de esta guerra total de todos con- que los testigos suscriben. Lo que dice no
tra todos, y encontrará una gran variedad de debe ser visto como verdad para él solo, ni
esquemas para operar un “familiar”, “natu- siquiera en el sentido de que pueden ser vis-
ral”, “apropiado” ordenamiento de motivos, tas por el denunciante y el testigo como co-
cualidades, y otros eventos. sas en las que pueden ponerse de acuerdo.
De tales contrastes se debe aprender lo si- En ningún caso, salvo en el sentido más iró-
guiente. Si la denuncia ha de hacer efecto, el nico, puede invocarse el convencionalismo
esquema no debe ser uno en que el testigo verdad-para-un-hombre-razonable. Lo que el
esté habilitado a elegir su preferencia. Sino denunciante dice debe ser tenido por el testi-
que las alternativas deben ser tales que la go como cierto sobre las bases de una meta-

12 13
En el original, reds. Hace referencia al mote que se Cf. Bateson, Gregory y Ruesch, Jurgen:
le colocaba a los comunistas en la era del Communication: The Social Matrix of Psychiatry.
McCarthysmo, cuando el artículo fue escrito (N. del New York, W. W. Norton and Co., 1951, pp. 212-
T.). 227.
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física socialmente empleada en la que los tes- 7. No sólo debe el denunciante tomar dis-
tigos asumen que testigos y denunciante son tancia de la persona denunciada, sino que
en esencia iguales14. también los testigos deben ser llevados a
4. El denunciante debe hacer visible y so- experimentar esa distancia de él.
bresaliente la dignidad de los valores 8. Finalmente, la persona denunciada debe
suprapersonales de la tribu, y su denuncia ser separada ritualmente del lugar del orden
debe ser formulada en nombre de estos. legítimo, esto implica que debe ser definido
5. El denunciante debe conseguir ser in- como estando en un lugar opuesto a él. Debe
vestido con el derecho a hablar en el nombre ser colocado “afuera”, debe hacérselo un
de estos valores supremos. El éxito de la de- “extraño”15.
nuncia se verá socavado si, por su autori- Éstas son las condiciones que deben ser
dad para denunciar, el denunciante invoca cumplidas para una denuncia exitosa. Si es-
el interés personal que puede haber adquiri- tán ausentes, la denuncia caerá. Sin importar
do en virtud del mal hecho a él o a otro. Pre- en qué situación entra el denunciante, para
feriblemente, debe usar el mal que ha sufrido tener éxito en degradar al otro, es necesario
como miembro de la tribu para invocar la incorporar estas características16.
autoridad de hablar en nombre de estos va- No todas las ceremonias de degradación
lores supremos. son llevadas conforme a medidas pública-
6. El denunciante debe conseguir ser defi- mente prescriptas y públicamente validadas.
nido por las víctimas como un portador de Las riñas que buscan la degradación del
estos valores. oponente a través del agravio personal pue-

14
No es que para los miembros de buena fe éstas sean testigo de forma tal que las Ss muestren las propie-
las bases con las cuales estamos de acuerdo, sino dades específicas.
sobre las que somos iguales, consustanciales, lo mis- 6. La “racionalidad” de las tácticas del denunciante,
mo de origen. esto es, su adecuación como medios para efectuar el
15
En el original, strange (N. del T.). complejo de transformaciones necesarias para
16
Ninguno de los posibles problemas de las condicio- efectivizar la transformación de identidad, obedece
nes comunicativas u organizacionales de efectividad a la regla de que las propiedades organizacionales y
han sido tratados aquí de forma sistemática. Sin operacionales de la red comunicativa (el sistema
embargo, el problema de las tácticas comunicativas social) determinan el tamaño de la discrepancia en-
en las ceremonias de degradación está colocado bajo tre el efecto buscado y el efecto producido por el
la luz de concepciones relacionadas sistemáticamen- trabajo comunicativo. Puesta de otra manera, la
te. Estas concepciones pueden ser enumeradas en cuestión no es el origen temporal de la situación,
las siguientes afirmaciones: sino siempre, y únicamente, cómo ésta es alterada a
1. La definición de la situación de los testigos (para lo largo del tiempo. Se sugiere que la definición de la
facilitar la exposición utilizaremos la letra S) siem- situación en el tiempo 2 es una función de la defini-
pre implica una calificación temporal. ción en el tiempo 1, siendo que esta función consis-
2. La S del t2 es una función de la S en el t1. Esta te en el trabajo comunicativo concebido como un
función es descripta como un operador que trans- complejo de operaciones en la que la situación alte-
forma el S en el t1. rada en el tiempo 1 es la situación en el tiempo 2.
3. El operador es concebido como trabajo comuni- En términos de estrategia, la función consiste en el
cativo. programa de procedimientos que un denunciante debe
4. Para una denunciación exitosa, se requiere que el seguir para provocar el cambio de estado S1 a estado
S en el t1 muestre propiedades específicas. S2. En este artículo St1 es tratado como un estado
5. El trabajo del denunciante es alterar las Ss del indeterminado.
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den conseguir degradación en una escala li- pecto de las “conversaciones” seriales o re-
mitada. Comparativamente, pocas personas cíprocas han de tener mucho que ver con la
entran simultáneamente en esta forma de co- clase de tácticas que preferiblemente uno
municación, pocos se benefician de ella, y el debe usar. Las tácticas recomendables para
hecho de la participación no da al testigo una un acusado que puede responder a los car-
definición estandarizada del otro, más allá del gos tan pronto como son formulados con-
grupo o escena particular donde acontece. trastan con aquellas recomendables para el
Los dispositivos para provocar la degra- que tiene que esperar para responder la de-
dación varían en características y efectivi- nuncia. El contacto cara a cara es una situa-
dad de acuerdo con la organización y opera- ción diferente de aquella en la que la denun-
ción del sistema de acciones en el que ocu- cia y la respuesta se producen en la radio o
rren. En nuestra sociedad la arena de la en los periódicos. Si la denuncia debe cum-
degradación cuyo producto, la persona plirse en una sola ocasión o si debe ser for-
redefinida, goza de la mayor capacidad de mulada en una secuencia de “intentos”, los
transferencia entre grupos, ha sido racionali- factores como preparativos y movimientos
zada, al menos en lo que hace a las medidas territoriales de personas en la escena de la
institucionales para llevarla a cabo. Las cor- denuncia, el número de personas involucra-
tes y sus oficiales tienen algo así como un das como acusados, degradadores y testi-
monopolio sobre tales ceremonias, y allí se gos, las invocaciones de estatus de los con-
han transformado en una rutina ocupacio- tendientes, las asignaciones de prestigio y
nal. Esto debe ser contrastado con la degra- poder entre los participantes, todo ello influ-
dación como obligación tribal o real, llevada ye en el resultado.
a cabo por aquellos que, a diferencia de nues- Brevemente, los factores que condicionan
tros degradadores profesionales en los tri- el éxito del trabajo de degradación son aque-
bunales, adquieren tanto el derecho como la llos que señalamos cuando concebimos la
obligación de trabarse en ella al ser ellos mis- acción de un número de personas como go-
mos las partes afectadas o cercanos a las bernadas por el grupo. Sólo han sido men-
partes afectadas. cionadas algunas de las variables estructu-
Los factores condicionantes de la efectivi- rales más obvias que podríamos esperar que
dad de las tácticas de degradación están pro- sirvan para predecir las características de las
vistos por la organización y operación del tácticas comunicativas denunciatorias. Ellas
sistema de acciones en el que la degradación nos dicen no sólo cómo construir una de-
ocurre. Por ejemplo, las reglas temporales res- nuncia efectiva sino como volverla inútil.

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