Está en la página 1de 11

M a te r ia le s p a ra e l d eb ate

Tildan Everi

IDENTIDAD:

//
LA PAZ OCULTA
DE LOS HUEVOS
TJOVTT.TEiJTOS SOCIALES
irrumpen espontáneamente en el esce­ des del interior en busca de comida;
nario político; asociaciones de mujeres una rebelión armadj antimodernista
uién - o q u e -se está movien­ y también grupas decididamente femi­ (Sendero Luminoso): estigmas de mise­
do en los llamados nuevos mo­ nistas; comités de derechos humanos ria. opresión política y devastación
vimientos sociales de América Lati­ que se transforman en focos de comu­ cultural prácticamente en todos los
na? ¿Cómo, por qué. hacia dónde? nicación y de conciencia social, en­ miembros de las clases bajas Junto a
Nuestras dudas aumentan a medida que cuentros de jóvenes; actividades edu­ iodo eso, una tradición afianzada de
proliferan los nuevos grupos sociales: cativas y artísticas a nivel popular; partidos políticos, entre ellos variedad
asociaciones de trabajadores orean iza­ coaliciones para la defensa de tradi­ Je partidos leninistas semiclandestinox.
dos de modo independiente, o aun en ciones y de intereses regionales, mo­ y también ten tal ivas de un socialismo
oposición a las estructuras sindicales vimientos de defensa del medio am­ renovado y no leninista (el P.T. en Bra­
tradicionales y a los partidos políticos; biente un tejido irregular de grupos sil. Convergencia Socialista en Chile i.
lotcos clandestinos que se organizan de ayuda murua entre desempleados y asociaciones profesionales eficientes y
como movimientos; núcleos de mora­ pobres. Todo eso para detenerse ape­ grupos de influencia económica... Ks
dores que brotan virtualmcnte en to­ nas en ejemplos de los tres países de suficiente para confundir a cualquier
das las grandes ciudades latinoamerica­ los cuales rengo alguna experiencia observador. Nada se combina con nada.
nas. comunicándose entre sí a nivel lo­ personal; Brasil. Chile y Perú.
cal y aun nacional; innumerables co­ Y en esos mismos países: criminali­
dad a causa del hambre, bandas que Tilman Kvers es sociólogo y pntieso: adjun­
munidades de base de la Iglesia Católi­ to en la l mversulad Libre de Berlín, fl pre­
ca que se expanden en grandes áreas asaltan supermercados; millares de sente ensayo fue publicado en Sovns Fstu
rurales; asociaciones indígenas que campesinos marchando sobre las ciuda­ dos. CKBRAP, .Sao Paulo. Brasil.

31
No se trata tan sólo de que la reali­ cia y la práctica de personas y de orga­ o religión. Surgiendo durante un pe­
dad esté cambiando: está escapando a nizaciones. riodo de profunda crisis de las izquier­
nuestros modos de percepción y a das -m enos debido a la represión que
nuestros instrumentos de interpreta­ al propio fracaso teórico y práctico-
ción. Lo que se dice con respecto a los 2. Algunas interpelaciones actuales: la creación de formas nuevas y autóno­
países industrializados de Europa oc­ ensanchando la esfera de “lo político” mas de expresión resultó tanto una ne­
cidental probablemente deba aplicarse cesidad como una oportunidad. La
también a América Latina: el lazo en­ Reconocer que no sabemos exacta­ gran diversidad de grupos, cursos, cen­
tre los movimientos sociales y el cono­ mente en qué consisten estos movi­ tros de ayuda mutua, comités, etc., es
cimiento de lo social se ha roto. Cual­ mientos no significa que no sepamos "espontánea” tan sólo en el sentido de
quier tentativa de reconstruirlo debe nada sobre ellos. Por el contrario, dis­ no ceñirse a planes comunes y de no
partir del doloroso reconocimiento de ponemos de buena cantidad de refle­ obedecer a ningún control central; co­
esta ruptura (Evers. A. & Szankay, xiones paralelas, empezando por los mo efecto, esta “espontaneidad" re­
1981). esfuerzos constantes de autorreflexión presenta un arduo y paciente “traba­
No sabemos lo que son estos nuevos y de expresión de los propios movi­ jo de hormiga", de organización y es­
movimientos sociales, y cualquier di­ mientos sociales. Tal vez una indica­ tructuración de pequeños núcleos en
rección que tomemos en busca de una ción acerca de la esencia de estos movi­ la tentativa de enfrentar los sinsabo­
nueva comprensión nos llevará, en al­ mientos resida precisamente en su no­ res cotidianos. Si hubo detrás de todo
guna medida, al crTor. Paradójicamen­ table empeño -los nuevos sindicatos alguna forma organizativa centralizada,
te, esto ha hecho disminuir el miedo al “auténticos" y las comunidades de ba­ ella tue la Iglesia Católica, a través de
error, y ha desbrozado el campo para se de la Iglesia Católica, por ejemplo— sus sectores progresistas, que prestó su
“escuelas”, latinoamericanas o no, de cn definirse a si mismos como nuevos techo a muchas de estas iniciativas.
pensamiento heterodoxo y creativo.1 y diferentes en relación con la política Paralelamente a la emergencia de
Puesto que el máximo error, obvia­ tradicional, y en colocarse como fun­ nuevos campos de acción política,
mente, seria insistir en viejas catego­ dadores y guardianes de sus propias comenzaron a surgir nuevas formas
rías de probada inadecuación, tenemos tradiciones y experiencias sociales. análogas de “hacer política*' y también
libertad pura experimentar. En cierto La principal arremetida en esta bús­ los nuevos agentes políticos (Lechncr,
modo, esta misma experimentación queda de identidad y de autonomía 1983; Mires, 1982). IX- acuerdo con
formará parte del movimiento. Como parece llevarse a cabo contra la actitud esta linea de interpretación, la tarca in­
punto de partida, tal ve/ lo más pru­ y la práctica generalizadas del tutclajc telectual consiste actualmente en
dente en ese campo sea. precisamente, -que ha caracterizado a la política tra­ “pensar la construcción de una nueva
reflexionar sobre la ruptura entre rea­ dicional en América Latina- en rela­ hegemonía a través de la intervención
lidad y percepción: ¿qué es, en estos ción con los movimientos sociales. directa de las inasas, asegurando una
nuevos fenómenos, lo que subvierte Esto es aplicable al paternalismo con­ reconceptualización de la política que
nuestras categorías? servador y a la manipulación populis­ amplíe su esfera y recupcrc.cn cuanto
Las páginas que siguen pretenden ta, tanto como a la interpretación me- acción válida, el vasto campo popular
ser un ensayo en esta dirección. Sus canicista de la historia que los marxis­ con su coridiano, aceptando de este
necesarias limitaciones están claras des­ tas latinoamericanos heredaron de la modo el desafío de visualizar un pro­
de el principio. Lo que quiero decir Tercera Internacional, y que les per­ yecto social a partir del enfoque de la
puede resumirse en cuatro puntos: mitiría conocer por anticipado el pro­ práctica de las clases populares** (H. P.
1) El poder político como categoría ceso social, legitimando de este modo García. 1983, p. 38). Al contrario de
central de las ciencia sociales es una a la vanguardia iluminada que posee una perspectiva "partidista”, se trata
concepción excesivamente limitada pa­ el saber neccsano como para conducir de exigir una visión “movimientista”.3
ra la comprensión de los nuevos movi­ el proceso de gestación de la futura re­
mientos sociales; su potencial no se volución.' De acuerdo con esta con­ Este razonamiento -cuya riqueza
refiere principalmente al poder, y sí en cepción. a los movimientos sociales no me resulta posible sintetizar en po­
cambio a'la renovación de pairones so­ les correspondería, en la mejor de las cas frases— ha posibilitado valiosos
cio-culturales y socio-psíquicos de lo hipótesis, el papel de “movimientos avances hacia una comprensión ade­
cotidiano, que penetran en la microes- de masa”, supuestamente poco estruc­ cuada de los nuevos movimientos so­
tmetura de la sociedad. turados. que deberían integrarse en las ciales. Lejos de considerar estos avan­
2) El camino de este proceso creati­ organiz-acioncs de ti abajadores, como ces como falsos, me siento totalmente
vo es necesariamente abierto, embrio­ el movimiento social del proletariado; próximo a ellos; mi duda es hasta dón­
nario, discontinuo y permeado de con­ o bien, tendrían la función de frentes de conseguirán llegar en busca de nue­
tradicciones: difícil de captar, por lo políticos especiales, destinados a su­ vos conceptos. Creo que algunos pará­
tanto. Se trata de pasos iniciales en di­ bordinarse al liderazgo del partido, metros de las concepciones tradiciona­
rección hacia una sociedad alternativa, único organismo autorizado a* “hacer les criticadas escaparán a la critica v
que representan algo así como el “pa­ política”. conseguirán infiltrarse en el interior
tio trasero”, no organizado, de la esfe­ En un intento de abandonar las in­ de las nuevas líneas de pensamiento.
ra social, cu>-3 parte delantera -la de terpretaciones de tradición marxista Esto se aplica, básicamente, a la
los refuerzos mutuos, sistemáticos y que en cierto modo refuerzan el mono­ idea misma de la posición central de la
bien establecidos se halla ocupadj polio político de los partidos, los inte­ política. Cuando hablarnos de “repen­
por la sociedad dominante. lectuales latinoamericanos verán estos sar la política" o de "ensanchar la es­
3) En un3 primera tentativa de ensayos de acción autónoma de los fera de lo político”, dejamos intacta
dar nombre a la dirección de este pro­ movimientos sociales como un ensan­ la referencia central y definitoria de la
ceso. ral vez la dicotomía “alienación- chamiento de la esfera de "lo político". política propiamente dicha. Como úl­
identidad” proporcione algunas pistas Los esfuerzos de las dictaduras milita­ timo reducto del centralismo concep­
4) Este proceso incluye la creación res para suprimir la participación po­ tual. continuamos considerando a la
de sus propios sujetos. Por lo tanto, lítica corlando los canales tradiciona­ política como una esfera especializa­
éstos no pueden ser pensados como en­ les de articulación, tuvieron el efecto da, a la cual contribuyen las varios
tidades sociales o individualidades exactamente opuesto de politizar las mamíestaciones de la vida social, y a
completas, sino como fragmentos de primeras manifestaciones sociales por partir de la cual estas manifestaciones
subjetividad que atraviesan la concien­ vivienda, consumo, cultura popular pueden resultar alteradas. En. consc-
32
cuencia, la cuestión global orientado­ cial exentos de política; si hay algo que tral y separada del poder. Mi impresión
ra de esta nueva linea de pensamiento aprendemos, es que las relaciones de es que el elemento “nuevo” de los nue­
no ha cambiado con respecto al razo­ poder penetran por todos los poros de vos movimientos sociales consiste exac­
namiento tradicional Kevalonzar la la vida social. En lugar de eso. lo que tamente en la creación de pequeños es­
función política de los movimientos no propongo es completar el razona­ pacios de práctica social en los cuales
de base significa que todavía estamos miento: ¿está suficientemente claro el poder no tiene un papel fundamen­
indagando su potencial político, a lo que roda relación de poderes penetra­ tal; y no conseguiremos entender esta
sumo a partir de una Optica mejor. 4 da. en medida aún mayor, por la vida potencialidad mientras sigamos enca­
Aun cuando hablamos de nuevos social? Referirse a la política como a rándola desde el ángulo de un poder
movimientos sociales, obviamente no algo diferenciado de la realidad social, apnoristico.
estamos interesados en los nuevos no es. en modo alguno, una ley natu­ Un aspecto que sugiere la posible
agentes sociales que emergen de ellos, ral, si no una construcción histórica insuficiencia de las interpretaciones ac­
sino en los agentes políticos; no esta­ de la sociedad burguesa, profundamen­ tuales es que el surgimiento de los nue­
mos prestando atención a las nuevas te arraigada en las formas de percep­ vos movimientos sociales no está vin­
formas de “hacer la sociedad”, sino a ción de tirios y troyanos. Queda claro culado a las situaciones políticas espe­
las de "hacer política”. En una pala­ que la secular práctica social e intelec­ cíficas creadas por las dictaduras mili­
bra, nuestra medida universal continúa tual de esta separación halló sus sopor­ tares. ni a las estrepitosas derrotas de
siendo la del poder: ¿y qué represen­ tes materiales en las estructuras socia­ los partidos de izquierda. Encontramos
tan estas nuevas prácticas, una vez con­ les. De este modo, un conocimiento movimientos de este tipo en países co­
vertidas a la moneda universal del po­ social organizado en tom o de la abs­ mo Venezuela, que no padeció nipru-
der? tracción de poder se encuentra bien tas en su orientación liberal, o en Perú,
Junto con los puntos de ruptura, asentado en la experiencia histórica. donde la izquierda ha reforzado su in­
parecerían existir, en nuestra manera Con todo, al ser una construcción fluencia paralelamente al surgimiento
de pensar, lincas de continuidad sc- histórica, nuestra practica diaria em­ de nuevos movimientos sociales.
miconsciente que trabajan como si to­ pezando por nuestro modo do percep­ lil hecho de que este mismo térmi­
do el proyecto teórico consistiera, más ción- puede ser orientada para refor­ no esté siendo usado para definir nue­
en una “flcxibilización” de viejos zar o para atenuar esta posición cen­ vas formas de manifestación social
conceptos que en una superación de
los mismos. La lista “oficial” de ac-
tores políticos y de formas de acción
organizadas en torno del Estado y de
lu esfera de producción, recibe los im­
portantes agregados de b “sociedad
civil” y de los "movimientos socia­
les”. Con esto, tanto la producción
cultural, como toda la esfera de la re­
producción, se ven aceptadas como
campos políticos válidos (Evers, Mü-
llcr-Platenbcrg. Spcssarr. 1979). Bajo
la categoría de ‘‘hegemonía", subya­
ce la creencia de que dentro de la pers­
pectiva de un movimiento antieapita-
lista.una realidad multiíacética (Grams-
ci)y una identidad multiclasista (Laclau
> olios) no son tan sólo inevitables:
son decididamente indispensables
También se suele admitir que estos
nuevos actores políticos no son se­
cúndanos en relación con los partidos,
sino, como mínimo, equivalentes.
No obstante, el objetivo principal
de esta reformulación consiste en ha­
llar 1j manera de intensificar el poten­
cial político en el ámbito de esa reali­
dad recién descubierta. En consecuen­
cia. al fin de lu discusión emerge la fi­
gura de un nuevo partido político (Mi­
res. I9S3). Nuevo, diferente, incom­
parable, extraordinario, democrático
-pero, de cualquier modo, un partido
político
No pretendo cuestionar la validez
de esta interpretación: ¿quién podría
negar la importancia del poder políti­
co? Entretanto, me pregunto si el po­
der es el único o el más importante
potencial para la transformación social
que podemos hallar en estos movimien­
tos o grupos.
Y mucho menos pretendo postular
la existencia de dominios de la vida so­
33
también en países industrializados, y estos movimientos se han visto obliga­ representación en los planos socio-
de que exLetan analogías obvias entre dos a sobrevivir y a luchar dentro de cultural y psiquico-social.
esos movimientos. provee de una indi­ una cierta realidad de poder, este pos­ Es dejitro de esta estructura celular
cación adicional al hecho de que no tulado se toma justificable. de la sociedad donde el “hacer diferen­
deben su existencia a un contexto po­ Sin embargo, puede sci que exista te" cotidiano de los nuevos grupos so­
lítico especifico. sino a factores situa­ Otra cara de la moneda, en la que estas ciales halla sus limites Precisamente
dos en las raíces del actual desarrollo formas de asociación y de actuación porque esta “ microfísica del poder”
social de las sociedades capitalistas. no aparezcan negativamente, como depende de la realización subcons-
formas inmaduras de hacer política, cientev aun los modelos escasos y dé­
sino positivamente, como embriones biles de una práctica social divergen­
3. Pistas para una comprensión de una vida social menos estigmatiza­ te representan un peligro potencial,
diferente da por los flagelos del capitalismo ac­ al menos como tendencia hacia el cues
tual en su versión periférica. ¿Por qui­ tionamiento del automatismo incons­
Iodo esto nos lleva a la siguiente la experiencia de cooperación debería ciente de la obediencia. Creando espa­
pregunta: ¿es posible imagina! que 13 ser ilegitima en una sociedad marcada cios de relaciones más solidarias, de
contribución histórica que los nuevos por una competencia feroz por la so­ conciencia menos dirigida por el mer­
movimientos pueden ofrecer no resida brevivencia? ¿Por qué las relaciones cado. de manifestaciones culturales
en la ampliación del potencial político personales fundadas en bases más igua­ menos alienadas o de valores y creen­
de una izquierda revolucionaria, sino, litarias que utilitarias'deberfan ser con­ cias básicas diferentes, estos movimien­
por el contrario, en la posibilidad de sideradas inmaduras en un medio capi­ tos representan una constante dosis de
arrancar a las tenazas de ia políticj (in­ talista cuya tendencia es la de conver­ elemento extraño dentro del cuerpo
cluso a las de la izquierda) Jragmentos tir toda vida social en relaciones de social del capitalismo periférico.
de una vida social significativa? En mercado? La cultura, en cuanto cam­ Naturalmente, cualquier resultado
otras palabras, ¿no será que la “nove­ po originario de la expresión humana, que esperemos de esta “contra-cultu­
dad" de estos movimientos consiste ¿deberá esperar hasta la revolución? ra” micrológica, sólo aparecerá a largo
en el hecho de que tienen como obje­ La solidaridad, ¿tiene sólo valor instru­ plazo. Pero durante esc largo proceso,
tivo la reapropiación de la sociedad mental en el contexto de ciertos fines habrá demostrado algo mucho más in­
por si misma? Frente j la necesidad políticos? Y en relación con las activi­ discutible c irreversible que las múlti­
de organizar en argumentos lo que es dades explícitamente políticas de al­ ples transformaciones abruptas en !a
poco más que una intuición, trataré gunos de estos movimientos, como cúpula del poder, precisamente porque
de defender esta idea cu una secuen­ por ejemplo los sindicatos “auténti­ habrá echado raíces en la práctica
cia de cuatro tesis cos" en San Pablo: (.por qué sus tenta­ diaria y en las orientaciones esenciales
tivas de reunir intereses sociales con la correspondientes, en las que se fundan
Primera tesis. El potencia! transfor­ expresión política de estos intereses en todas las estructuras sociales. Por tales
mador Je los nuevos movimientos sus propias manos deberían ser consi­ razones, y por pensar que la política es
sociales no es político sino socio-cul­ derados formas políticas menos válidas un elemento constante dentro de b
tural, que aquellas practicadas por mediado­ vida social y no separado de esta últi­
res burocráticos profesionales? ma. creo que el potencial socio-cultu­
Ya nos hemos habituado a encon­ Así, la capacidad innovadora de es­ ral de los nuevos movimientos sociales
trar una serie de rasgos comunes en los tos movimientos parecería basarse me­ puede revelarse como más político que
nuevos movimientos sociales (natural­ nos en su potencial político, y niás en la acción inmediatamente orientada
mente, no en todos ellos). Entre esas su potencial para crear y experimentar hacia 13S estructuras de poder existen­
características repetidas pódenlos des­ formas diferentes de relaciones sociales tes.
tacar: un número relativamente bajo cotidianas. Es evidente que este pro­ Cuando discuto este punto con mi
de participantes; estructuras no buro­ ceso está ocurriendo cu los subsue­ compañera, sus objeciones surgen de
cráticas y hasta informales, formas co­ los de las estructuras de poder: pro­ inmediato. Me dice “ Estarás pensando
lectivas de toma de decisiones; distan­ bablemente jamás consigan desarro­ en las asociaciones de dase media o,
ciamiento social relativamente peque- llarse en forma autónoma como para en el mejor de los casos, en las comu­
ño entre lideres y demás participantes; transformarse en un3 amenaza revo­ nidades de base de la iglesia, en Sun Pa­
modos poco teóricos o inmediatos de lucionaria a la sociedad dominante. blo, con su fuerte componente de clase
percibir y plantear los objetivos del ¿Pero seria esto relevante? trabajadora. Los sectores realmente
movimiento, etc. Muchos de estos gru­ La conciencia de que las estruc­ marginales de la población pobre sim­
pos están directamente comprometi­ turas sociales carecen de existencia plemente no tienen energía física co­
dos en actividades culturales (en el más fuera de la práctica social está cada mo par3 andar por ahí creando cultura
amplio sentido); otros echan mano de vez más difundida. Las rectificaciones popular y nuevas formas de sociabili­
la música, el teatro, la danza, la poesía de estas estructuras -tecnología, inter­ dad. Con respecto a la cultura, la pri­
y otras manifestaciones culturales para pretaciones. leyes, e tc .- no podrían, mera preocupación es la de asegurarse
divulgar ais objetivos. Para muchos por sf mismas, sostener el sistema do­ a si mismos su dignidad humana. lo
miembros, el simple hecho de partici­ minante ni por un minuto, si no fue­ que probablemente consistirá en un es­
par implica un fuerte llamado de carác­ ran adecuadamente puestas en acción fuerzo por imitar la cultura dominan­
ter educacional, aun cuando la motiva­ por los actores sociales. Sin los mi­ te. Cualquier forma de asociación crea­
ción original haya sido una necesidad llones de pequeños 3Ctos cotidianos da por ellos estará dictada por la mera
material como, por ejemplo, la obten­ de obediencia refleja y no reflexiva al necesidad, y desaparecerá en el mo­
ción de reconocimiento legal de áreas orden existente, que crean, reproducen mento en que las necesidades cam­
ocupadas para vivienda. y refuerzan las estructuras sociales. bien”.
Con mucha frecuencia, los observa­ Esta práctica diaria se halla prerre- Serias objeciones La propia reali­
dores ven en estas características un presentadn en los individuos a través dad social parece conspirar contra el
indicio de la naturaleza débil y prepo- de los modos de percepción, creencias, hecho de que los “nuevos" movimien­
lítica de esos agrupamientos. De acuer­ valores y orientaciones, la mayoría de tos sociales están representando una
do con esc punto de vista, las activida­ los cuales opera inconscientemente. cosa nueva. Si hay algo nuevo, ¿bajo
des culturales son un camuflaje táctico Ninguna estructura de dominación so­ qué forma podemos encontrarlo? Esto
o una ingenuidad política Y en tanto cial podría resistir si no existiera esa nos lleva a la próxima tesis.
34
Segunda tesis. La dirección de esta re- tan deformadas, que seriamos incapa­ ciones culturales para su gestación, y
modelación contracultural de los pa­ ces de reconocerlas como tales, a no permaneció improbable e inconcebible
trones súdales se dispersa en varias ser que de antemano hayamos adapta­ hasta el siglo XVIII -arguyen N. y
direcciones Y forma parte de una utó­ do nuestras expectativas. Teniendo en K.~ la culluia proletaria no encontrará
pica “faz oculta” de la esfera social, cuenta la presión constante de la reali­ su propia expresión hasta el adveni­
deformada por su “Ja: visible". dad existente, cualquier modelo que miento del socialismo. En la sociedad
no encaje perfectamente en esta reali­ actual, la cultura proletaria está per­
Obviamente, los nuevos movimien­ dad parecerá déhil. poco plausible, versamente organizada, de modo tal
tos sociales, al estar insertos en los con­ fragmentario, desorganizado, disconti­ que se acentúa su situación de domina­
textos social y político «Je sus respecti­ nuo y contradictorio. da. cualquier elemento liberador que
vos países, reciben de allí sus perfiles A esta altura recuerdo algo escrito encontremos parecerá siempre desorga­
característicos. En este marco, la cues­ diez años atrás por Ncgt y Klugc. un nizado y engañoso.
tión del potencial político de esos mo­ sociólogo y un cineasta que trabajaron Dejando de lado la cuestión de que
vimientos se toma válida y necesaria, y juntos con la cultura proletaria: "bajo actualmente me siento mucho menos
hasta aquí nuestro modo de percep­ la dominación capitalista plenamente seguro acerca del carácter proletario de
ción resulta adecuado. Pero no capta­ establecida, la cultura proletaria es las futuras sociedades, he allí una ind¡-
remos nada de sustancialmente nuevo apenas coherente en la perspectiva dicación precisa de la dificultad que
en estos movimientos observándolos a de no-cmancipación; en la perspectiva tenemos que enfrentar cuando trata­
través de este pnsm3. de emancipación es incoherente” (Negt mos de repensar el potencial de los
Aun si existieran elementos nuevos, y Klugc. p. 485). Así como la sociedad nuevos movimientos sociulcs. No sere­
es probable que aparezcan bajo formas burguesa necesito siglos de premoni­ mos capaces de entender la lógica de

35
los fragmentos de la nueva práctica so­ tienen memoria activa de los años an­ Estos movimientos disponen, por lo
cial, a menos que lo hagamos en el teriores a 1973. Se plantea, para estos tanto, de las siguientes alternativas- ce­
marco de la proyección utópica de una grupos, un dilema que es permanente der al peso de la realidad, aceptando
sociedad alternativa no capitalista. Es­ en ios nuevos movimientos sociales en algún espacio para respirar y quizá
ta utopía tendría que ser proyectada todas partes del mundo: ¿estarán obli­ unas migajas de poder en tanto opo­
a partir de los fragmentos de experien­ gados. para ganar eficacia, a integrarse sición oficial dentro de la estructura de
cia social que poseemos, en una tenta­ a los estructuras políticas establecidas, la sociedad dom inante- al precio de
tiva por establecer su hipotético punto pagando por ello el precio del Isacrifi- conformarse con una posición subordi­
de convergencia. P ao , al mismo tiem­ cio de sus identidades específicos? nada; o tratar de afianzar una identi­
po, ello se toma imposible por la pre­ -O . por último, la objeción ya cita­ dad con autonomía, al precio de con­
sión de la sociedad existente, que de­ da de mi compañera: para el habitante tinuar siendo débiles, ineficaces y atra­
forma estos fragmentos, tornándolos de la favcla que gasta sus últimos pesos vesados por contradicciones. En la rea­
prácticamente irrcconocihles. para tratar de imitar los cánones de lidad. la única chance de superviven­
Algunos ejemplos: consumo de la burguesía -comprar a cia de los nuevos movimientos sociales
-Hay en Brasil luchas constantes su hijo el último juguete de plástico fa­ como tales, consiste en una precaria
entre propietarios, pequeños campesi­ bricado en Hong-Kong y anunciado en combinación de ambas alternativas.
nos expulsados por la expansión del la­ la televisión como el que “tienen todos Quizá la experiencia brasileña con el
tifundio capitalista, y tribus indígenas los niños*’- este acto objetivo de sumi­ Partido de los Trabajadores sea el
cuyas tierras invaden los primeros. Re­ sión posee el significado simbólico de ejemplo más claro de esta combinación.
sulta claro que ambos son víctimas de! reafirmar su dignidad humana. Para Nuestra elaboración del conoci­
mismo sistema de propiedad de la tie­ usar una imagen: los nuevos movimien­ miento social acerca de estos movi­
rra. si bien la lucha por la sobreviven­ tos sociales señalan su presencia a lo mientos queda atrapada inevitablemen­
cia los coloca en posiciones enfrenta­ largo de las franjas de la esfera social, te en el mismo dilema Desde el punto
das. como reacción a las múltiples deficien­ de vista del poder a priori, permanece­
-Durante el II Encuentro Feminis­ cias de la sociedad dominante que se mos en el terreno seguro de la realidad
ta de América Latina y el Caribe, rea­ manifiestan en la periferia del sistema. conocida, contribuyendo además, con
lizado en Lima en julio de 1983. se Naturalmente, la sociedad no está or­ este modo de percepción, al manteni­
produjeron grandes tensiones entre ganizada de acuerdo con los problemas miento de esta realidad. No podemos
grupos feministas y mujeres en lo que de la periferia, sino a partir de las nece­ equivocamos mucho en nuestros análi­
hace a la liberación femenina como sidades de acumulación y de control sis. pero tampoco conseguiremos justi­
parte de una lucha social más general. político de los sectores centrales, con ficar por qué llamamos “nuevos” a es­
Además. las representantes indias y ne­ los cuales todo el resto se relaciona de tos movimientos. Si. por el contrario,
gras se sentían excluidas j causa del manera sistemática. tratamos de alcanzar una comprensión
relativo refinamiento del local de las A la inversa, la suma de las deficien­ de estos nuevos elementos, debemos
conferencias y por 13S altas cuotas de cias no adquiere sentido en términos primero adaptar nuestros órganos de
inscripción. Las lesbianas detectaron de sistema, excepto cuando es proyec­ percepción a la cuasi imperceptibili­
barreras psicológicas contra el planteo tada sobre el telón de fondo hipotético dad de los mismos, sabiendo que esta­
de sus intereses. Todas estas divisiones de una sociedad alternativa. La socie­ mos en busca de algo que. hasta aho-
son palpables y dificultan la solidari­ dad dominante os, por lo tanto, !u fuz ia, es principalmente “sentido por su
dad femenina, la cual, en otra perspec­ delantera, iluminada y sólida de la es­ ausencia” (Bloch. p 223). una socie­
tiva, podría contribuir a la superación fera social, que ejerce una presión per­ dad más solidaria.
de los mecanismos de la sociedad ca­ manente sobre su trama contestataria ¿Es éste un enioque idealista? Tal
pitalista y patriarcal que creó tales es­ a fin de adaptarla a las realidades de vez. Pero cualquier pensamiento on-
cisiones. poder existentes. La utopía positiva a tieipatorio debe ser parcialmente idea­
-Actualmente, en Chile, existen la que apuntan los nuevos elementos lista. No puede haber esfuerzo de in­
tensiones considerables entre las ten­ de los movimientos sociales permanece vestigación política completo sin uto­
dencias de oposición identificadas con como la fa/ oculta en la oscuridad del pía; y no puede haber proyecto de
la lealtad partidaria tradicional y los futuro, anticipada solamente por la una sociedad más justa y humana para
grupos autónomos que surgieron du­ fantasía social. Si esta franja no se agi­ América Launa que no tome en cuenta
rante los años de la dictadura, algunos tara. no podríamos siquiera imaginar los nuevos movimientos sociales y sus
de ellos fundados pot jóvenes que no que la esfera tiene un lado oculto. premoniciones.

Director: Jorge Balan Landi, Beatriz Sarlo, Oscar Oszlak, Enrique


TancJeter.
Comité editorial: José Aricó. Marcelo
Secretario de redacción: Jorge Tula.
Cavarozzi. Roberto Cossa. Tony Díaz.
Heriberto Muraro, Santiago Dubcovsky. Debates es una publicación del C EDES.
Ricardo Ferrare. Roberto Frenkel. Oscar Pueyrredón 510, 6o piso. Buenos Aires

En v8nta en todos los quioscos y por suscripción

36
esto puede significar una contribu­ Día de Protesta (11 de mayo) como
Tercera resis. Los aspectos centrales de ción a la cultura popular, o a aun a
la construcción contra-cultural de los “un éxito, pues nos permitió redescu-
la autoidentificación nacional, espe­ bru nuestra identidad como pueblo li­
nuevos movimientos sociales pue­ cialmente después de crisis sociales.
den ser entendidos o partir de la dico­ bre y soberano*’. 5 En Venezuela, ya
Podríamos trazar la línea divisoria existe un movimiento significativamen­
tomía “alienación-identidad entre organizaciones sociales tradicio­ te llamado “ Movimiento de Identidad
Si es una (emendad juntar los nue- nales y el campo de los fenómenos Nacional".6
vos elementos heterogéneos de estos “diferentes" que. a partir de esta bús­
movimientos sociales a fin de inter­ queda de una identidad autónoma, No es casual que ésta sea una no­
convenimos en llamar de "nuevos mo­ ción de larga tradición dentro de la
pretarlos como aspectos embrionarios
de una utopía social común, es una au­ vimientos sociales". literatura latinoamericana. Ya antes, y
dacia aún mayor pretender adivinar la ¿Qué significa identidad? Puede ser con mucha más insistencia que los es­
dirección que tomará est3 construc­ que no haya una definición precisa pecialistas en ciencias sociales, los es­
ción utópica, i'or otro lado, sólo las para el término, así como es también critores latinoamericanos interpreta­
anticipaciones audaces pueden ayudar posible que no existan definiciones ron la no resucita “cuestión nacional**
a transformar las utopías en realidad. para los olios dos términos que for­ como una cuestión de falta de identi­
A mi modo de ver, la rebelión con­ man un continuum con el primero: dad.
tra la sociedad existente que anida en “autonomía" y "liberación”. "Identi­
dad" es. quizá, una de las nociones Es posible que las tentativas de re­
el interior de los nuevos movimientos solver la “cuestión nacional" dentro de
sociales, no se dirige contra algún as­ más multifacéticas e intrigantes de las
pecto específico de la sociedad capita­ ciencias humanas; tomarla como un los paradigmas de la política tradicio­
lista. aun cuando los diferentes moví aspecto central de los nuevos movi­ nal estuvieran desde el comienzo con­
miemos tiendan hacia la especializa­ mientos sociales no proporciona una denadas al fracaso. Identidad es. por
ción en torno de las cuestiones que definición, algo del tipo "hágalo usted
respuesta a los enigmas que plantean
cada uno de ellos sacó a la luz. La estos movimientos, pero si una pista mismo”, que no nos puede ser dado
arremetida parece volverse contra la por otro, y menos aún bajar desde la
para las respuestas posibles.
alienación en cuanto tal. bajo todos estratosfera de! poder político. Debe
OI termino “identidad" abaica tan­
sus aspectos. Alienación del hombre ser construida desde abajo, sobre la ba­
tos aspectos como el término “aliena­
en relación consigo mismo, con el pro­ ción” . al cual se contrapone. Cualquier se de una práctica social consciente y
ducto de su trabajo, con otros seres dominación es una usurpación de iden­ autodeterminada -un3 vez más. los as­
humanos y con la naturaleza (Kamer, tidad ¿y cuál es la forma de domina­ pectos que asocio a los nuevos movi­
p. 26). En sentido opuesto, la perspec­ ción que no se ha abatido sobre Améri­ mientos sociales- Al mismo tiempo,
tiva final es la de una sociedad liberta­ ca Latina?—. Dentro de los limites de los problemas principales que cier­
ria. igualitaria y comunitaria, de 'una sus fuerzas, ningún movimiento social tos movimientos deben enfrentar
asociación en la cual ci desarrollo ple­ puede ir más allá de tratar de recuperar se originan en la dominación y explo­
no de cada uno es la condición para fragmentos muy especíticos de identi­ tación de las clases más bajas. Os
el desarrollo pleno de lodos" (Marx/ dad. luchando en uno (o en algunos asi como también la “cuestión so­
Engels. Manifiesto comunista). pocos) de los muchos frentes posibles cial" esta muy presente en estos mo­
Es posible que éste sea un objetivo de dominación, y aceptando asi el statu limientos. Tal vez, el tan buscado en­
que jamás pueda ser alcanzado; y el quo en todos los otros frentes. Precisa­ lace entre la cuestión nacional y la
simple hecho de mencionarlo, ¿no se­ mente por eso son inevitables las con­ cuestión social pueda ser hallado
ria un puro sarcasmo, frente a la reali­ tradicciones dentro de los movimien­ efectivamente en el "trabajo de hor­
dad actual de América Latina? Aun tos y también entre ellos, lo cual toma miga" diario de estos movimientos
para dar el primer paso es necesario te­ dificultosa la cohesión, tanto práctica por arrebatar a la sociedad dominante
ner una dirección in m ente; una de las como conceptual mente. trozos de vida expresiva individual y
razones de la crisis de la izquierda lati­ Con todo, en este sentido de loáis colectiva. Además, es probable que
noamericana puede ser la pérdida de la de un problema central, la idea de este tipo de existencia dotada de
utopía, al menos en cuanto perspectiva identidad -en uno u otro sentido- pa­ sentido no pueda ser hallada en
liberta na. rece hacerse cada vez más presente en ningún otro lugar. Las actitudes
Naturalmente, durante el largo pro­ la mente de los participantes y obser­ olímpicas de la totalidad nacional,
ceso de ruptura con la alienación, lo vadores de esos movimientos. Paia ci­ en la que algunos herederos de la
que puede resultar de importancia tar algunos ejemplos recientes -y muy teoría de la dependencia buscan
práctica para los movimientos sociales incidentales: "Tal vez el gran tema este lazo, están en definitiva dema­
actuales son sus primeros y tímidos pa­ producido por los movimientos socia­ siado lejos de la base social para cap­
sos en el sentido de convertirse en su­ les para la práctica de izquierda sea la tar esta construcción popular.
jetos de su propia historia. Tal vez la cuestión de la autonomía”, escribe Ma­
noción de identidad sea más adecuada ntona Chauí, miembro del P.T. (Chauf, Y quizá este lado oculto de los nue­
para esbozar los contenidos básicos de 19X2. p. 77). Con respecto a la Argen­ vos movimientos sociales esconda tam­
estos primeros pasos tanto a nivel in­ tina. Juan Carlos Portantiero define la bién la profunda necesidad de revalo­
dividual como a nivel colectivo, la crisis actual “como una crisis de identi­ rizar la democracia, en tanto noción
primera tarca, por cierto difícil, con­ dad en una sociedad que tiene necesi­ central en el ámbito de las discusiones
siste en alcanzar una autopcrcepción dad de cambiar todos sus valores fun­ recientes La identidad no puede ser
realista de .sus propias características, damentales" (Portantiero. 1983. p.l 5). hallada dentro de estructuras autorita­
fuerzas y limitaciones, superando fal­ Para el caso chileno, Tomás Moulián rias, y además excluye la uniformidad'
sas identidades conferidas desde afue­ clama por una visión de la política “en sólo se puede desarrollar en la diversi­
ra, y capeando los temporales en que la cual el centro de acción se base en la dad, que requiere una escena política
se alternan exceso y ausencia de auto­ reconstrucción del inovimento social, en la cual “todas las voces, todas” (co­
estima. Esto significa, fundamental­ de células de una hegemonía alternati­ mo dice una canción chilena) puedan
mente, reafirmar la propia dignidad va" (Moulián, 1982, p. 663). Un folle­ escucharse. Así, aunque débiles y frag­
humana frente a la experiencia diana to de convocatoria al Segundo Día Na­ méntanos. los nuevos movimientos so­
de misena. opresión y devastación cional de Protesta en Chile, d 4 de ju­ ciales ocupan una posición clave para
cultural En Sos casos más favorables. lio. resume la experiencia del Primer cualquier proyecto de liberación en

37
América Latina. Ellos son un proyecto res de fragmentos de subjetividad, en los medios de producción como única
de liberación. cuanto consiguen superar algunos as­ y absoluta meta de liberación, y al pro­
pectos de la alienación y construir al­ letariado como su sujeto exclusivo. Y
gunas características iniciales de una no cabe duda de que problemas como
Cuarta tesis ■Juntamente con la emer­ identidad autónoma. identidad, liberación y utopía son te­
gencia de un proyecto alternativo los Esta manera de concebir el sujeto mas permanentes.
nuevos movimientos sociales generan social como un fenómeno necesaria­ Pero también es evidente que estos
los embriones de los sujetos correspon­ mente fragmentado que atraviesa la problemas están insertos en un proce­
dientes. conciencia y la práctica sociales pue­ so histórico de cambios socioeconómi­
de parecer a primera vista artificial y cos y culturales, y de acuerdo con él
En el curso de la creación de nuevos contradictorio, toda vez que. en nues­ ciertas cuestiones son ya levantadas, ya
patrones de práctica socio-cultural y tra percepción actual, los individuos abandonadas, según se abren y cierran
de reconstrucción de fragmentos de son exactamente eso. indivisibles. Pero nuevamente los espacios.
una identidad autónoma, los indivi­ si reflexionamos un poco más. com­ Dentro de esta incesante sustitución
duos y los grupos como un todo se probamos que esta suposición de una de énfasis, lo que es nuevo, en mi opi-
constituyen en sujetos de este proce­ subjetividad transpcrsonal es la única
so. Para ser más preciso, desarrollan compatible con todo aquello que sa­
dentro de si mismos los fragmentos co­ bemos acerca de la compleja y con­
rrespondientes de un nuevo “ser suje­ tradictoria composición de la concien­
to ” E»to tmplica. por supuesto, una cia individual. Con respecto a la colec­
profunda revisión de las concepciones tividad. 13 presuposición de heteroge­
tradicionales sobre sujetos sociales y neidad reposa sobre bases más eviden­
sobre el proceso de su constitución. tes.
Dentro de la tradición marxista, los En segundo lugar, las posibles di­ K lim o v sk y . N iñ o , M a ffía , La-
sujetos sociales poseen existencia obje­ recciones de la liberación son tan mul­ cro ix, M a c c i: D ebate so b re dere­
tiva a prior:, bajo la forma de clases tiformes como lo son los aspectos de ch o s h u m in m
sociales. Se constituyen subjetivamen­ la alienación -¡ y todas son importan­ Rafael F ilip p c lll v A lb e rto Fischcr-
te como clase a través del desarrollo de tes’ . No existe una jerarquía preesta­ m an: E l cine argentino actual. En-
una conciencia que se va aproxunando blecida de las metas liberadoras, y. en rreviita de C a rio * D . M a rtín e z
a esta realidad objetiva, la conversión consecuencia, no existen sujetos onto- Ju an C a rlo s G o rlie r: N o ta * sob re la
p ro d u c ció n del co nse nso
en actores políticos pasa por la amplia­ lógicamente privilegiados (Lechner.
José A ric o - E l pensam iento de Juan
ción de organización que representa 1983, p. 10). 8. Justo
esta conciencia plena de la realidad a Esto significa negar que dentro de E lise o V e r ó n : D isc u rs o p o lític o y es­
través de la incorporación de un nú­ las estructuras sociales existan puntos trategia de la im agen, entrevista de
mero creciente de individuos. cruciales, y que hay barreras más difí­ R Fo gw ill
Nada de eso parece sustentar nues­ ciles y mas importantes que otras a su­ M del C F r ijó n y L . R u b in ic h Lite
tra comprensión actual de los procesos perar. En la sociedad capitalista, ex­ re tu re. poder, estudíente» y universi-
sociales en Latinoamérica. Ya no pode­ plotación y apropiación privada son. ded
mos concebir una utopía positiva co­ indiscutiblemente, puntos cruciales Pe­
R cscA a s d e lib ro s y revistas
mo una meta histórica fija, que seria ro no es el único frente que importa,
alcanzada por medio *1e mecanismos y cualquier avance en una nueva direc­ C o m ité editorial: M a u ric io B o iv in y
preestablecidos, debemos imaginarla ción -p o r ejemplo sociocultura!. o psi- Juan C a rlo s G orlier
como un proceso largo y sinuoso de cosociul—tiene importancia. Secre tario de redacción: C arlo s D á ­
emancipación, cuyo desenlace' —s es ¿Es esto antiteórico? La cuestión m a so M a rtín e z
que existe u n o - es desconocido. En es que ningún aspecto de la vida social
consecuencia, el sujeto seria el indivi­ ha sido tan completa y eficazmente
duo plenamente realizado dentro de teorizado como el campo de la econo­
una sociedad desalienada en otros mía política, y, está claro, especial­ R E V IS T A IB E R O A M E R IC A N A
términos, un sujeto inhallable al co­ mente por Marx. ¿Pero no será que los O rg a n o del In stitu to Internacional
mienzo, pero que aparecerá recién en otros aspectos de la vida social no exis­ de Lite ratu ra Ib eroam ericana
el hipotético final del proceso-, Y has­ ten -com o posibles campo*» de teoriza­
ta que llegue ese momento, se produci­ c ió n - simplemente porque escapan al D ire cto r-e dito r A lfr it ió A R o g g ia n o
rán algunos pasos dialécticos difíciles: dominio de la teoría de Marx y no fue­ Secretario-T esorero B ruce S tic h m
un progreso en términos de estructuras ron eficazmente teorizados por otros? D ire c c ió n : 1312 C .L . U nive rsid ad de
sociales dependerá de un progreso del Tal vez necesitemos otro Marx para re­ PittSburgh. Pittsb urgh. P A 152GO
USA
sujeto y viceversa. Es harto probable flexionar sobre problemas como el
que no haya nada más que un rudi­ patemahsmo, la psicología de domina­ S u s c rip c ió n a n u a l
mentario sujeto-por-ser, luchando ción, conciencia y acción humanas, Poises lotinoom ericonos U S S 20
contra las inacabadas estrucluras-en- lenguaje... ¿Es antitcónco, por ejem­ O tro s países: U $ S 2 5
tren-de-hacerse que le corresponden. plo, que pasemos de Marx a Freud? Su sc rip cio n e s . y venta*
Si esto fuera cierto, las consecuen­ G lo ria Jim énez YamaJ
cias para nuestras maneras tradicio­ 4. ¿Son realmente nuevos los nuevos
nales de conceptualizar sujetos histó­ conocimientos sociales? Canje
ricos serían de gran alcance. Hay dos Lilían S o d d o n L o z a n o
aspectos que saltan a la vista. ¿Pero acaso no ha sido siempre así. D e d ica d a e xclusivam e nte a la lite-
En primer lugar, si el proceso de y es sólo nuestra percepción la que es­ roturo de Lotinoom órico. la R e v ó te
liberación jamás está concluido, tam­ tá poniéndose al día torpemente con Ib e roam e ricana p ub lica estudios, no-
bién es permanente el proceso de cons­ la realidad? Estas lineas, ¿no podrían tas, b ib lio grafía s, d o c u m e n to * y rese­
titución de sus sujetos. Por lo tanto, haber sido escritas antes? ñas de autore s de pre stigio y actua­
ningún individuo y ninguna colectivi­ Si y no. lidad E s u n a p u b lic a ció n trimestral.
dad pueden ser considerados sujetos Es probable que haya sido errónea
totales. Son, en lugar de ello, portado­ de entrada colocar la socialización de

38
nión, es d hecho de que lo* movimien­ líricas actuales, tal como se hallan cor- proyecto social que se busca. Pero,
tos sociales no estarían cuestionando porizadas en el Estado burgués y tam­ ¿por qué someterse a ellas cuando esc
una forma específica de poder político, bién en los partidos leninistas, son una proyecto se ha desvanecido?
sino la propia colocación central del reproducción de la jerarquía de la fá­ Lo mismo se aplica a los proyectos
criterio de poder. La cuestión de una brica capitalista. No es casual que ha­ burgueses tradicionales de América La­
reapropiación de la sociedad que la yan evolucionado con la industrializa­ tina. Existe un sentimiento difuso de
arranque de las manos del Estado se ha ción capitalista y que reflejen, aunque callejón sin salida. La crisis económica
vuelto una cuestión pensahle ¿Por groseramente, las utopias socialistas ha corroído la poca legitimidad que
que? ¿Se tratará de un retroceso idea­ tradicionales: expresiones tales como quedaba, y aun los estados habrían
lista a los protosocialistas v anarquis­ “desarrollar las fuerzas productivos” o eaido en el descrédito.
tas del siglo XIX? "dictadura del proletariado" son apo­ Todos reconocen que la hegemo­
No tengo respuesta definitiva, sino teosis del movimiento industrial. nía debe ser reconstruida. No es ca­
tan sólo algunas ideas que pueden La industrialización capitalista al­ sual que muchas dictaduras militares
apuntar la dirección de la búsqueda. canzó una fase habitualmonte denomi­ hayan presentado proyectos con la
Ln su mayor parte, las estructuras po- nada "tercera revolución industrial”. pretensión de erigirse en patriarcas
Con la generalización de la electróni­ de una Nueva República: de entre
ca y de la cibernética, la automatiza­ tod3S. sólo la brasileña logró un éxi­
ción y la comunicación se convirtie­ to parcial y transitorio Pero !a sen­

NUEVA ron en aspectos decisivos del capita­


lismo actual. Todos sabemos lo que
esto acarrea en su versión centraliza-
sación de que se vive una etapa de la
historia latinoamericana sijmjda por
la necesidad amarga de un proyecto
SOCED0D dora dominante, generada por el c.ipi-
tal transnacional y por el aparato de
fundamental es compartida por todos
los segmentos sociales.
1stado de las principales potencias oc­ Ln cierto modo, el nuevo patrón so
srMT/ocr im j •io 74 cidentales: el trabajador industrial clá­ ciocultural de sociabilidad diaria que
sico se hace cada vez más raro: el sec­ germinó en los nuevos movimientos
D u « ! o r A lb v ftv K v K b w l i S t
J * t r d r H r d i r a o n D t s i f l f i o n t m ln V tor terciario crece, y. lo que es peor, sociales forma parto de aquel esfuer­
A N A L IS IS DI. C O V V N T l K A aumenta el número de desocupados zo fundamental: son los embriones de
W l l l a h f'.K » K! ir ;• I n d 'p r n Con la automatización de la produc­ una con ira creación popular, como res­
.I r m i n H it» C i i i 't l o n r 4 r ( l o m t r n f iu
• iim n h tn i ' j O *- ción. la existencia social de individuos puesta a los malhadados esfuerzos ve­
■>.«[!• -.... • ■ y grupos se define cada vez más por nidos de arriba. Lj disolución de es­
• «i n T»d C " ol< >-«-C U iu>
l i r u it * >m » m Ij t l ‘« m b i r d i !> IU su capacidad de consumo. Dicho en tro duras socioeconómicas establecidas
t e m a rrs'TR*i teoría v politi. temimos menos eufemísticos: la vida > de orientaciones culturales produjo
i m ECONOMICAS Pa r * a m e r i C a junto con una desintegración social
L A T IN A E t» to d « l B u t i l o :<i 4- . i- social se ha mercantili/ado > deshuma-
H u K ju -a * I -4 T roriA Kf*»n-<itiii'A • >1 ni/udo al máximo, grandes sectores de devastadora- la "liberación” de los
V m rn rA l ^ u t u * B * r » f i u n d n E ran *
f u p o lih » l l i t t i l l t l r * l l - m h a . 1. la población se encuentran margina­ restos de un potencial constructivo
*• 4.1» Jr> n » ...
dos. la cultura, la sociedad, la existen­ orientado hacia la búsqueda de cami­
1 * ». » t » U * d r C r r . i i t u r n l o 1'! \f
• •n lir » < « rtu * I U r r f r i IK í f i n .l u i j i cia hum.ina dotada de sentido se van nos nuevos v autónomos.
mi» «1 Ahatrb .E » V*h<ln r\ P U n \ H ..n .
.«B J U f» V B lrrV » l a t i n a * r r rvrAl o A i * . disolviendo y reduciendo a relaciones Algunos observadores han señalado
niP>»r l l .|i» m r r » « - n * H ip r n n I U '
l i m w ' r B r ' j 1> I a ' r . . l u i . a i p r n -n i.
de mercado para las cuales no se nece­ el hecho enigmático de que algunos
I. \iWMt l lo r i l O rr h * H < |~ b u i sita ninguna estructura política, sal­ de los nuevos impulsos venidos de es­
Min* r.»l. . 1 n» I » lr 4 f r * l a dr Ia >Iu i * m i
| A l-ft» «1 H T* vo una política de mercado que re­ tos grupos de base tienen cierta seme­
K». 4« 1*44A« 1411»
•I* lin H..rt4K|44n«<l * « r u m o r •tn a» y v
11u «••»! prima con eficacia cualquier manifes­ janza con la ideología ultraliberal de
i» *n^r% • >n*» -L 1.4-1 141 KUu* F»**r W .. tación de vida humana, menos las de Lriedman y sus seguidores. Tienen en
4 i I n u r ih u n - ■n l n ) i ) *1 u 1
«Vierta* t ..n » r .j< * i..n I'-diU A veri los poseedores de mercancías. Ln su común, dicen, una posición anticv
M -M * * • • 'n--«n> ■ obsesión necrófila. las fuerzas des­ i alista \ una revalon/actón de la li-
POKI< O S E S U (•u«-rt* i < »
M il" ¡•t% lntrf«- r t Hr f u t í u rn . tructivas liberadas por la tercera re­ benad individual... Pero si se mira
.l.t U i i n o 4 m ' " ' a n " »n l u t r i i M
' M M ' i ‘ *14*1 Stitrnu *1- V il Iitn n * m
¡« volución están listas para destruir el más de cerca, se vera que lo que com­
4*» l onUdorj rn Vlumm'" Ilrnu •• ambiente natural de la humanidad, y parten es la contemporaneidad de
E O L IT IC A -E C O N O M IA -C U t.T fR a
CartAi Vfld»! P»r»» I» U»t..rm. 4*1 1. aun 13 propia humanidad en un.i gue­ la crisis \ la necesidad de encontrarle
t í .j.. M»rv»-«h»r>t»! R«rr* • v i Pa rra nuclear. De hecho, la guerra ya ha alguna solución. Pero las metas que
•i 4 IVidr-rT" * Migración rn CVnir •
n i 't l t j P M im til f ir u B n I u ir i estallado, con millones de victimas de persiguen son diametraímente opues­
-M C * n b r A d riA n a S a n t a C r u z t .. »
M>>\ i m i r n t o i .1r M u i r r r t l 'n * |V r»p*C fl- la violencia o de lu inanición Una vez tas. la solución centrali/udura do­
S4 I A tilW A tnrivan» Cario* F o r o t u
v m i* ... . N i t r ü t » . . o u r B u sc a E H 1
más, los efectos negativos de esta re­ minante pretende desmontar todas
Ct! V t1rr.C S I J f . n s • volución se concentran en los países las funciones no represivas del Esta­
N O T IC IA S - IN F O R M E S - R E C E N .
S IO N F S capitalistas periféricos. do. dejando intactos, v aun reforzan­
1.i consecuenci.i partí América La­ do. sus aspectos «te dominación pura
S U S C R IP C IO N E S ANUAL IIE N A L
tina es que los proyectos sociales cen­ y abstracta .i través del aparato re­
Ita d u id v f in - M n u l « a t a a * H * o « n u ) trados en la idea de industrialización presivo. Los nuevos movimientos so
A n o t e s La U m UM JO L‘J | parecen pertenecer al pasado, al menos cíales, por el contrario, no jdoptan
«••tu a«i Mundo usa j o um so desde el punto de vista de su viabili­ una posición contra las funciones or­
VtntcutU **■ IM sao dad. En un nivel consciente, el equili­ ganizativas y auxiliares del Estado,
PAVO S CtlcOu* t o d o l m i • r.urcubrr dr
n u e v a s o c ie d a d
brio entre industrialización y libera­ pero si contra su faz de dominación.
D lm d im A p A r u d o 6 1 7 1 2 - C ( u c * o . Ca ­ ción. tan defendido por generaciones La libertad individual mencionada
u c a * '.0 6 0 a . v r o r t u r l a
R o p r o o t n o « f r c t m i l i u u í m i K l i i bao*
de izquierda latinoamericana, ha per­ por Eriedman y sus seguidores es la
c«rtaa í m eaixvlaz lu n n tfQ o n n dido credibilidad. De modo análogo, libertad del propietario de mercade­
las formas de organización y de acción rías en el mercado. Para los nuevos
ÜiRriCiuyr CatMooo* S K L que imitan el proceso productivo de la movimientos sociales, son exactamen­
Av lr*J«rorirtr*~¡- 7ft60 Qocr-Oj A.'n vieja fábrica capitalista ya no son plau­ te los elementos no-mercantiles de las
Iel? JtES/OB sibles. Las jerarquías rígidas sólo se­ relaciones sociales los que se revalori­
rian aceptables si pudieran ser pro­ zan, y lo mismo ocurre con las mani­
puestas como indispensables para el festaciones humanas en todos sus a$-
39
pecios. excepto en el del poder adqui­ partir del ejercido de una manifesta­ -la única experiencia práctica relevan­
sitivo. ción cultural “todavía pura", a través te en esta dirección- sea resultado de
Automatización y comunicación de sus articulaciones sociales, hasta su tentativas de "liberarse” de cotnpromi
no son malas en sí mismas, y podrían actuación política. Este transcurso se sos para con los movimientos sociales
ser manejadas para realizar viejos sue­ describe de modo natural como un que dieron vida al partido.*
ños de realización humana El "lado crecimiento de conciencia. No duda­
ocuito" de las sociedades actuales -del mos de que se trate (si se ha analizado
que los nuevos movimientos constitu­ correctamente) de un crecimiento de
yen una .vaga premonición podría la conciencia política: el problema es 6. Finalmente, ¿que son los nuevos
estar encubriendo una alternativa, po­ que hay otras formas > contenidos de movimientos sociales?
pular y descentralizados, al modelo conciencia social que en este análisis
dominante de la tercera revolución in­ se pierden. Por ejemplo, un movimien­ Hemos llegado de vuelta a nuestra
dustrial. No por casualidad reaparecen to de defensa regional contra la devas­ pregunta inicial ¿quién o que se está
dentro de estos movimientos elemen­ tación ecológica y la desagregación so­ moviendo en los nuevos movimientos
tos y valores precapitalistus y hasta cial provocada por la agricultura de sociales?
premercantiles. F.n ese sentido, lo exportación redundará en un enorme Al principio, indagué específica­
"nuevo" en estos movimientos es tam­ avance, en términos ecológicos, econó­ mente en los nuevos movimientos de
bién lo “prc-viejo”. micos. históricos, regionales, etc., de la América Latina, con alguna evidencia
conciencia de sus participantes, y favo­ empírica a partir de tres países. Ahora
recerá también el fortalecimiento de me propongo dejar de lado esa especi­
5. Como ser político sin serlo lazos de solidaridad y cooperación To­ ficación: después de todo lo que he
do esto puede perderse en el momento dicho, está claro que. para mí. la esen­
Está claro que la realidad del poder en que este movimiento "gana en con- cia de estos movimientos es la misma
politico es concreta Los nuevos movi­ ciencia política”, designando a sus lí­ en cualquier lugar.
mientos sociales son los primeros en deres como candidatos por los partidos Si no lucra así. seria injustificable
sentir su peso a cada pequeña tentativa políticos establecidos. usar el mismo termino pura definir fe­
de crear otras relaciones que no sean De ese modo, el aumento del poten­ nómenos aparentemente tan disocia­
las de poder Rescatar a la sociedad de cial de acuerdo con el criterio de po­ dos como, por ejemplo, el movimiento
la política es, en si misma, una tarea der paga el precio de la disminución, a antinuclear de Alemania Occidental y
política que requiere poder político hrgo plazo, del potencial socio-cultu­ un cacerfílazo en Chile (Tilman hvers,
para proseguí:. En- un nivel más clási­ ral. Casi invariablemente, más poder 1983).
co, la vida cotidiana de la mayor5' de significa menos identidad, mas aliena­ Queda claro que las enormes dife­
estos grupos se halla signad por la ción. rencias que separan las varias manifes­
opresión política y por la miseria eco­ Parj usar una comparación, ver a taciones de la misma esencia deben ser
nómica. tornando amargamente nece­ los movimientos sociales sólo desde la tenidas en cuenta de acuerdo con cir­
saria para !a sobrevivencia la más inti­ perspectiva del poder, es como preocu­ cunstancias históricas especificas. Y en
ma parcela de potencial político. ¿De parse solamente por el porcentaje de rigor, éste es el campo de estudio de
qué modo se adapta esta realidad a una calorías que contiene una cierta canti­ los nuevos movimientos sociales. Fuera
búsqueda de relaciones sociales que no dad de petróleo. Una cuestión razona­ de la perspectiva de este vasto campo
sean, esencialmente, relaciones de do­ ble. pero que presupone que el petró­ de experiencias históricas, la visión ge­
minación7 leo es sólo para quemar, y descana sus neral que he tratado de exponer que­
La cuestión de un “nuevo partido" cualidades de transformación química. daría reducida a pura ideología. Y vi­
debe entonces ser encarada, pese a Los movimientos sociales no pue­ ceversa: sin visión general, nuestros
todo. den existir sin expresión político. Esta, esfuerzos para entender casos concre­
No es raro que los movimientos so­ a su vez. debe articular las metas del tos corren el riesgo de perder lo esen­
ciales. después de una amplia etapa de movimiento con las alienadas y alie­ cial y. de esta forma, de contribuir ac­
movilización en torno de cuestiones nantes estructuras de poder existentes tivamente a asfixiarlo.
concretas, obteng.an algún acceso a las En términos de alienación ir/i« j iden­ Creo que la esencia de estos movi­
estructuras políticas establecidas, f-.n tidad, la expresión política de los mo­ mientos reside en su capacidad de ge­
nombre de una eficacia mayor, los li­ vimientos sociales es. por consiguiente, nerar embriones de una nueva indivi­
derazgos se enganchan en esas estruc­ una porción retrógrada y necesaria de dualidad social —nueva tanto en conte­
turas - y el movimiento entra en deca­ su existencia. Trasladado a la cuestión nido corno en autoconcicncia . Reto­
dencia, al menos en cuanto manifesta­ de un "nuevo tipo de partido” que en mando viejos temas de liberación y au­
ción auténtica de intereses sociales de­ algún país, algún día, pueda aspirar a todeterminación. esta "nueva” indivi­
terminados y de una experiencia de vi­ ser la expresión política de la amplia dualidad es. al mismo tiempo, la mis
da social intensa . vSe puede evitar cultura de los nuevos movimientos Sü- avanzada y la más vieja.
esto? ciales. esto significa que tales partidos Es también nueva la capacidad de
Es probable que no del todo. Pero deberían desempeñar no sólo el papel subvertir nuestras formas de percep­
es bastante distinto evitar de manera de vanguardia, sino también el de re- ción. Nuestros conceptos monolíticos
activa (aun inconsciente) que suceda taguardití en relación con los conteni­ de sujeto social han estallado, y hemos
otra cosa Y éste es precisamente el dos de esos movimientos. Deberían ser descubierto que el estado de agrega­
efecto del criterio aún dominante de concebidos como servidores y no co­ ción del "ser-sujeto” no es el sólido,
la fuerza potencial de! poder. mo dueños de los movimientos. Por sino el liquido y aun el gaseoso, que se
Tal vez como vestigio del pensa­ supuesto, cualquier idea de control infiltra y se mezcla con los más varia­
miento tradicional, en sus términos queda excluida de entrada. Lo cual dos elementos del tejido social. Para­
de base y superestructura, permane­ exige estructuras abiertas y democrá­ dójicamente, hemos pensado el sujeto
ce casi intacto el acuerdo de que la ticas. en las que la libre manifestación social como pasible de ser objetivado
cultura es algo inferior a los "hechos de diversidades, incluyendo las contra­ y utilizado como una herramienta.
sólidos" de la economía y la políti­ dicciones entre participantes, sea más Ahora entendemos que el sujeto social
ca. Encontramos con gran frecuen­ importante que la unidad de acción es algo definitiva y radicalmente sub­
cia autores que analizan el “progre externa : Es probable que la crisis jetivo, ligado de modo indisoluble o la
so" (sic) de un movimiento social a actual del Partido de los Trabajadores existencia de los hombres, y. por lo
40
tari tu, u n irreductible a la cosificación ción Pablo Iglesias. 30 de mayo a 5 de ju­ cana de un colega de Bogotá: "Hace unos
como la propia vida Y comprende­ mo de 1983. mimeo. días asistí al Congreso para b fundación de
mos. finalmente, que cuando hablamos un ‘Movimiento Popular Nacional’, organi­
del sujeto social o político como de al- ’ Mires, Fernando, op. cit.. P. 35 y del zado por Orlando Fals Borda y otros que
mismo autor: “Acerca de b necesidad y podrían ser llamados genéricamente «oculis­
p.o separado de la subjetividad huma­ las condiciones que se dan en Chile para
na. la distinción es básicamente artifi­ el surgimiento (no necesariamente en pb- tas no dogmáticos. El movimiento deberá
reunir a todos los movimientos populares,
cial y analítica. zos inmediatos) de un nuevo partido po­ manteniendo su* individualidades respec­
Lo cual implica un sacrificio de an­ lítico". OIdenburg. mimeo, agosto de tivas y excluyendo cualquier tentativa de
tiguas certezas intelectuales. Pero en 1983. instrumentación por b izquierda (...). A
compensación, ganarnos un campo de pesar de eso, nadie duda de que este movi­
acción y reflexión infinitamente ma­ ’ lista fue la linea básica de mis trabajos miento ras existiría sin Fals Borda". ¡Con­
yor y más fructífero. anteriores sobre los movimientos sociales tradicciones de b realidad!
¿Y cómo explicar Todo esto al ha­ latinoamericanos (pero no invención mía),
concretamente, por ejemplo, filman I-ver*. Bibliografía ♦
bitante de una estera en la periferia Cbrita Mullcr l’tinK-nberc. Stcfanic Spe-
de Lama'’ ssart “Stadtteilbewcgung und Staat. Kamp- Rioeh. I . Prinsip Hofjnuttg, Frankfurt,
¿Pa necesario explicarle? Pise ha­ fc tn Kcproductionsbcrcich in LateíittnlC- Suhrkamp. 1980. 7a. cd.
bitante conoce los obstáculos que de­ rika”. in teínamerika. Anulesen und Berreh-
be y posiblemente pueda superar en re, vol. 3, Berlín. Ollc & Wohcr, 1979, pp. Chauí, M.. "Notas sobre la crisis de la iz­
el futuro, tal vez mejor que un traba­ 118-170. (Hay versión en castellano: Mo­ quierda en Brasil", Nueva sociedad (NO
jador fabril de Alemania Occidental. vimientos barriales y estado. Luchas en b 61). pp. 67-80. julio/aguslo de 1982.
Sería cínico afirmar que cada uno de­ esfera de b reproducción en América Lati­
be ocuparse de su propij emancipa­ na Bogotá: CINFP. 1983. Colección loo- l.vcrs. A. A Szankay. A.. “Das Geríssene
ción y dejar que los pobres lleven a ría y sociedad N° 11). Ver también Fvers. Band. Ubcrlcgungcn ¿um Vcrhaltnis von
Filman. Os movimentos socials urbanos: o sozólen Wrasen und Sozialcr Bcwegung",
cabo la suya, fcl proceso de superar caso do “Movimento do Custo de Vida”, en
la alienación tendrá que utiliza: me­ Moisés. J. \. y otros. Alternativas popula- Prokb. Berlín <N° 43) pp. 43-59. 1981.
canismos modernos que, a su vez. res da democracia, op. cit pp. 73-98. (Ver­
no están libres de alienación. Cual­ sión en castellano: Revista Mexicana Je So 1vers. T., “De costas para o 1-stado, longc
quier purismo significaría huir de la doloRia, n* 4. pp. 1371-1393. 1981.) Con do Parlamento. Os movimentos ahorna:ivos
na Alemanha Ocidcntal", Novas Estados.
responsabilidad. todo, el “mensaje cenital de estos trabajos CI-:BRAP. Sao Paulo. V. 2. <N° I ) pp. 25-29.
Pero no cabe duda de que siempre iba en el sentido de afirmar que el poten­ abril de 1983.
que se da un paso hacia la desaliena- cial político se pierde debido a los méto­
ción con ayuda ajena, ello contiene dos de insirumcnialización de los movi­ ide)n. Kteinercr Colioth oder David ‘ Rrage
un elemento de realienación y el be­ mientos por parte de los partidos de iz­ tuch deht Subjckr in Jen gruña!ternatiren
neficiario debe volver a darlo. Cual­ quierda, y que su autonomía debería ser Bftxcgungcn, Berlín Todtmoo*. Rulte, mi-
quier fragmento de alienación que sea respetada". meo, agosto 1983.
superado en forma autónoma por un Citado por Cbrita MuDcr-Pbnlcnberg.
individuo o por un grupo, deja de Wcr and die Sub/ekfc der /nteressenvertre• I ver*. T.. Mulkv-Pbntcnborg, C. & Spessait,
S.. "Síadncilbrucgung und Staat. Kampfc
existir definitivamente. Esta es tal tunx im neoliberalcn Wlrtsehafn-und Cesse- in Reproductionsbercich in Lateinamerika",
vez la ayuda más concreta que una per­ Ilu hat'trundel! in l.ateinamerikatrabajo iMtcinamerika. Analysen und Berichte. v.
sona pueda dar a otra. presentado en el seminario "Massenkultur 3. Berlín. OUc & Woltter, 1979. Careó. H.
Al menos esto. Los nuevos movi­ und rcligio.se und socóle Bewcgungen”, P„ "Vanguardia iluminada y organización de
mientos sociales somos nosotros. Biclcfckl (West Gcrrruny). 7/8 de junio, masas". Sueva Sociedad <N° 64) pp. 33-38.
mimeo. p. 38. Ver del mismo autor. la cncro/fcbrcro de 1983.
vida por b vida. Autononte Frauenkonu-
tees. Indianerratc und Rasispnjppcn. en. Karncr. II., "Los movimientos sociales:
mismo autor (cd.j i'ruuen und lamihe revoluciones de lo cotidiano”. Nueva Socie­
irn chilenisehen BefrrhuiKfprv:c. I rankfurt. dad (N° 64). pp. 2S-32. cncro/fcbrcro de
Notas Vervuert. 1983: y también (JbcricbcnxkampJ 1983.
und Sclbstbestiinmung. /.ur Arheiter und
1 Véanse las contribuciones de: Lcchncr. t'oiksbewcgunR en Kolumbianischen Stad- Lcchncr. N.. "Qué significa hacer política?",
Norbcno, ¿Qué significa hacer política”. ten, I rankfurt. Vervuert. 1983. lima. 1982.
Urna, 1982. Aravcna. 1rancisco Rojas. ,J Mieres. Francisco. “Alternativa* de orga­
Autoritarismo i alternativas populares en nización y poder popuhr", ¡Sueva Sociedad ídem Revolución y ruptura paitada, Ma­
América luitina. San José, colección 25 (N° 64) pp. 47-55. la lista de-citas podría drid. mimeo. 1983.
artos I ! ACSO. I.LM D. 1982: Moisés. José ser infinita Ver. por ejemplo. Stngcr. Paul y
Alvaro y otros. Alternativas populares Ja Brant. Vinicius Caldetra. (org.): O novo cm Mires, F. ' Retaguardias sin vanguardias".
democracia. Brasil, años SO. Petrópolis. movimento, Petrópolis, Vozes/CfBRAP. Nueva Sociedad, ( \ ° 61). pp 35-S4. julio
Vozes. CI DEC, 1982; y también la colec­ 1980. agosto de 1982
ción de artículos del número 64 de Nueva
Sociedad. Caracas. "Nuevas formas de ha Todo esto presupone un concepto ddc- Idem, Acerca de b necesidad y bs condicio­
cvr política”. cncro/fcbrcro 1983. Los tra­ rente de b política. Para una metáfora in­ nes que se dan en (fule para el surgimiento
bajos citados en las notas siguientes son sólo teresante, véase Vega. Jorge Sánchez, i ¡ (no necesariamente en plazos inmediatos) de
algunos entre muchos ejemplos. ajedrea y et Co: ¿dos formas de hacer pedí un nuevo partido político. Oklenburg. mi-
tica ’, trabajo presentado en el II Encuentro meo, agosto 1983.
Existe uru vasta literatura que critica de Chantilly, 2 al 4 de septiembre de 1983.
esta concepción de la política. Por ejemplo, París. CLTRAL. Ver también Carretón, M. Moulián. T.. La crisis de b izquierda, RevLs
(•arcó. iicnry Pcasc, "Vanguardia ilumina­ Manuel Antonio. Democracia, transición po- ta Mexicana Je Sociología (N° 2). pp. 649-
da y organización de masas". Nueva .Soné ¡idea v alternativa socialista en el capítalis 664.1982
Jad (N° 6 4 ) pp. 33-38, cncro/fcbrcro. Mi mo autontarw del Cono Sur. Madrid: traba­
res, reinando. ‘Retaguardias sin vanguar­ jo presentado en el Simposio “ Los caminos Negt. O. & Kluge. A.. Ojfentichkcit und Fr-
dias". Nueva Sociedad (\’° 61) pp. 3S-54. de la democracia en América Latina". Fun­ fnhrung, Frankfurt. Suhrkamp, 1972.
julío/agosto, 1982. Lcclmci. Noibcrto. Re­ dación Pablo Iglesias. 30 de mayo al 3 de
volución y ruptura pactada. Madrid, traba­ junio de 1983. mimeo. esp. p. 14. Portantiero, J. C.. Transición j b democra­
jo presentado en el simposio "Caminos de cia en Argentina, ¿un trabajo de Sírifo?Cua­
la democracia en Amenca Latina", Funda­ 8 Mientras escribía estas páginas recibí una dernos de Marcha. México, julio de 1983.

41

También podría gustarte