En la actualidad se sabe que la mayoría de personas en el Perú consumen leche de
vaca, este se ve reflejado a la alta demanda de este producto. Las empresas nos han vendido la idea de que leche es igual a calcio y el calcio es igual a huesos, por esa razón la gente ha crecido con la idea de que la leche es realmente necesaria para el crecimiento y desarrollo de las personas, estudios han demostrado que el calcio es necesario para los huesos pero en cierto porcentaje y que se puede aprovechar mejor en otro tipo de alimentos, adicional a esto si analizamos la composición de la leche nos damos cuenta que tiene otro tipo de componentes que de alguna forma repercuten en nuestro sistema, entonces a raíz de esto nos preguntamos si el consumo de leche de vaca es realmente necesario luego de la leche materna. La proteína es fundamental para una adecuada alimentación, y aunque la encontramos tanto en la leche materna y en la leche de vaca, sus proteínas son diferentes, la leche materna contiene betacaseina mientras que la leche de vaca contiene alfacaseina la cual es causante de la mayoría de alergias en el humano como mucosidad, dermatitis, etc. La proteína está constituida por aminoácidos que deben ser hidrolizados para que nuestro cuerpo pueda asimilarlo, la renina es la enzima encargada de la hidrolisis de la proteína de la leche pero esta enzima solo se encuentra en los seres humanos cuando son bebés, razón por la cual los seres humanos no están preparados para digerirla después de la infancia. Adicional a esto se sabe que la leche neutraliza los ácidos del estómago los cuales necesitamos para poder digerir las proteínas. Las grasas de los lácteos han sido vinculadas con problemas cardiovasculares debido a la enzima xantino oxidasa ya que se ha demostrado que esta enzima pasa a la sangre provocando un daño en las arterias lo cual podría dar un inicio a los problemas cardiovasculares en las personas. La lactosa que es el glúcido de la leche necesita de la enzima lactasa para que se pueda descomponer en azucares simples como la glucosa y galactosa para que se puedan asimilar en el cuerpo pero se sabe que el 75 % de la población mundial pierde la capacidad de digerir la lactosa en la infancia, debido a esto existe una gran intolerancia a la lactosa. Adicional a esto la alta ingesta de galactosa se ha visto relacionada con los problemas de cataratas en los ojos. Por último se sabe que la alta producción de la hormona IGF-1 estaría muy relacionada con el cáncer de mama en las mujeres y cáncer de próstata en hombres, estas grandes cantidades de la IGF-1 en el cuerpo humano se debe a que el consumo de lácteos incrementa la producción de esta hormona.