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 Aldahir Eduardo Andrade

Tirso Hidalgo Aguiar 4C


Diego Andrés Rodríguez
Cesar Garavito Farfán

 AGRESIÓN Y VIOLENCIA
SEXUAL

La utilización de términos de violencia sexual y de agresión sexual son


polémicos porque algunos prefieren utilizar agresión sexual y otra violencia
sexual, especialmente cuando se comete una violación, pero no cuando se
habla de abuso o acoso sexual.
CONCEPTO DE AGRESIVIDAD Y VIOLENCIA
En la literatura los términos agresión y violencia se utilizan de manera similar,
ambos conceptos tienen una connotación negativa, hay que decir que la
psicofisiológica ha demostrado que la agresión es un comportamiento cuyas
raíces fisiológicas son comprobables y seguramente tienen un origen evolutivo
que los seres humanos comparten con los animales. La violencia es un
concepto que puede definirse como el empleo ilegitimo o por lo menos ilegal
de la fuerza, y tiene sus raíces en el hipotálamo como comportamiento
instintivo. Es decir, los comportamientos violentos están sometidos a otros
procesos como la memoria de largo plazo a las facultades de verbalizar e
imaginar estructuras no dadas. La agresión no solo corresponde a una
respuesta normal sino necesaria para la supervivencia y la definición de las
funciones. Habría que pensar en situaciones experimentales en las que las
Victimas se defienden o agreden con el fin de sobrevivir, de esto se concluye
que la violencia sería un concepto más amplio que incluiría a la agresión.
1) La agresividad es la característica que atribuimos a los sujetos que realizan
actos agresivos, la agresividad como la tendencia en el comportamiento que
incluye las conductas de adaptación de un organismo al medio y supone un
cambio sobre el sistema externo.
2) La agresión supone una acción causante de miedo, dirigida contra alguien
que puede suponer un daño real o imaginario, son comportamientos
etiquetados socialmente como destructivos, pero se deben distinguir diferentes
formas. Los tipos de agresividad en décadas recientes se han clasificado de
diversas maneras en función de su expresión: física o verbal directa o
indirecta o según el objeto de la agresión. El estudio de las funciones
motivacionales de la agresión ha originado una conceptuación dicotómica que
es la que más valor heurístico presenta y la que establece una clara
distinción entre agresión impulsiva y proactiva. La dicotomía a la que hace
alusión refleja la acción de los procesos biológicos, psicológicos y sociales
en la ejecución de una conducta agresiva. Psicológicamente la motivación se
asocia con aspectos direccionales y prospectivos; la emoción, con reacciones
afectivas referidas a la progresión eficaz hacia una meta determinada. Es cierto
que toda agresión conlleva la intención de causar daño, pero el perjuicio no
siempre es su principal objeto o motivación, sino que existen objetivos tanto
a corto como a largo plazo. Es decir, cuando atacan a sus víctimas, los
agresores pueden tener otras metas en mente, además de la de producir
daño. La intención de causar daño estaría presente en toda agresión, aunque
pueda expresarse de manera necesaria solo como un fin inmediato.
TIPOS DE AGRESIVIDAD: REACTIVIDAD Y PROACTIVA
 Al evaluar la naturaleza y génesis de la agresión, la investigación actual ha
conceptuado la agresión impulsiva como una agresión afectiva hostil con
altos niveles de activación neurovegetativa. Normalmente este tipo de
agresión se produce en respuesta a una amenaza percibida o a una
provocación, ya sea real o imaginaria. Por lo general se caracteriza por
presentar niveles de activación emocional de enfado o miedo. Por lo
contrario, la agresión premeditada suele definirse como una agresión
instrumental o controlada, este tipo de agresión se califica como
instrumental porque tiene un objeto más allá del daño causado a la víctima.
LA AGRESIVIDAD IMPULSIVA (REACTIVA) Y SU OBJETO INMEDIATO: CAUSAR
DAÑO
La agresividad, cuya motivación es reactiva, hace referencia a una
conducta impulsiva, impensada, derivada de la ira y con la motivación
inmediata de causar daño al objeto como resultado de una provocación
percibida. Dado que su objetivo principal es provocar daño se le ha denominado
frecuentemente agresión reactiva, agresión afectiva o agresión hostil, porque
se acompaña de una activación emocional desagradable con notable
excitación neurovegetativa. Ligado a la percepción de una intimidación que
en la mayoría de los casos no es real contra nuestro bienestar físico o
nuestras supervivencias, por el contrario, es una amenaza psicológica que a
través del desprecio. La denominación y el engaño se dirige contra nuestra
autoestima.
El proceso psicológico reactivo, el agresor considera que el atacante es el
responsable de su dolor, que este ha sido deliberado e injustificado y que
de inmediato hay que reducir, castigar o eliminar tal ofensa, ira son
términos que reflejan los procesos cognitivos y emocionales que nos
conducen a la agresión reactiva que acaba en forma de venganza ente la
ofensa recibida.

LA VIOLENCIA.
La violencia ha sido clasificada como violencia agresión y violencia castigo.
La violencia agresión ha sido dada por la relación igualitaria y simétrica de sus
actores, quiere decir esto que los intervinientes son pares, de igual fuerza física
y poder. Es
una agresión mutua. Por su parte la violencia castigo se presenta en una
relación complementaria, es decir, desigual. En esta relación la violencia se
traduce en castigos, negligencias, torturas o faltas de cuidado. Uno de los
actores se aprovecha el status de mayor poder y fuerza sobre el otro, este
último no tiene más remedio que callar y aceptar la voluntad del sujeto
activo.
TEORIAS DE LA AGRESION
HUMANA. TEORÍA ETOLÓGICA
Es una explicación de la agresión humana con base en el instinto, desarrollada
por Konrad Lorenz, quien realizó un estudio de las semejanzas relevantes
entre el instinto humano y el animal. Este instinto posee diversas funciones: el
control de la población, la selección de animales más dotados para la
reproducción de la especie, la defensa del territorio y la garantía de la
organización social, pero este instinto también nos lleva hacer actos
criminales, acciones militares o actividades deportivas o relaciones sociales
agresivas. Este estudio también permitió verificar que la pulsión sexual y la
pulsión agresiva son tendencias absolutamente interrelacionadas.
TEORÍA BIOLÓGICA
Trata esta teoría que en el hombre se encuentra un comportamiento
impulsivo tendiente a satisfacer necesidades biológicas, la base de este
impulso se podría encontrar en una constitución anómala, alteraciones
genéticas o trastornos en el funcionamiento cerebral. Se concluye que la
biología no puede darnos la explicación completa de la conducta criminal
pero es necesario comprender aquellas condiciones fisiológicas, neurológicas,
cromosomaticas y anatómicas que puedan determinar algunos aspectos de la
conducta criminal. Los estudios biológicos, relacionados a la conducta
criminal, arrojan conclusiones determinadas en cada cuerpo, como que ciertas
hormonas son liberadas a gran escala cuando se comete cierto acto, las
siguientes son ejemplo:
- El efecto de la serotonina en los trastornos bioquímicos: una alteración
de niveles normales de serotonina en el cuerpo están relacionados
con pensamientos suicidas, agresión y violencia, alcoholismo y
conducta impulsiva.
- El efecto de los golpes y la alteración en el glóbulo frontal: se
evidencio que los traumas cerebrales anteceden a cambios de
conducta, predisponiendo a una mayor violencia. Muchos de los traumas
tienen origen en la infancia ya sea por accidentes o maltratos.
posición en la jerarquía de respuestas depende de la experiencia previa. La
agresión con frecuencia se recompensa y por consiguiente, es común que
se concierta en una respuesta dominante ante la frustración: sin embargo está
no es una conexión innata o inevitable sino aprendida.
PERSPECTIVA DE LA SEXUALIDAD
Otro punto de vista muy importante es el de la sexualidad humana, ya que
explica la agresión sexual como una forma de comportamiento humano y
tiene un doble componente de violencia y sexualidad en una misma conducta.
Tradicionalmente se ha abordado el fenómeno en una misma conducta.
Tradicionalmente se ha abordado el fenómeno desde una perspectiva
psicopatológica, y se ha considerado dentro de las desviaciones o perversiones
de la conducta sexual, fenómeno que ha sido paralelo a la estigmatización de
diversas conductas sexuales como “anómalas”.

El sistema jurídico se encontró con un cambio social en la sexualidad y las


relaciones humanas que plateaban un conflicto en la esencia misma de
conceptos clásicos de los delitos sexuales, la sexualidad libremente
asumida pasó a ser considerada como un derecho de la persona y se hizo
necesario un cambio radical en el marco legislativo; los tribunales son un
reflejo de la sociedad en donde está proyecta su concepción del mundo y de
la sexualidad. Desde esta perspectiva, la agresión sexual puede entenderse
como la eliminación de un derecho individual, lo que sin duda pone a la
persona en una situación asocial susceptible de ser castigada.
En cuanto a la identidad sexual, otros autores sostienen que a raíz de
muchos de los males que aquejan a la sociedad contemporánea es la negación
de la sexualidad natural. Cuando esa sexualidad natural se reprime, niega o
desprecian los deseos e impulsos naturales del individuo quedan atrapados,
afectando adversamente la formación del carácter, creando tensión,
alimentando fantasías, degenerándose poco a poco hasta que, cuando
finalmente salen, se expresan como impulsan degenerados, destructivos, en
busca de una reivindicación, de una libertad, de una salvación enfermiza y
degenerada.

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