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La justicia digital: cómo la computarización cambiará el Derecho y su ejercicio

Por Darwin Urquizo Pereira

SUMARIO: 1. Introducción, 2. La computarización en el ejercicio del Derecho y sus


proyecciones, 3. ¿El abogado y el juez son profesionales de salida? 4. Conclusiones.

1. Introducción.

La pandemia ha acelerado un proceso de digitalización que va a cambiar las formas de


trabajo y va a desaparecer algunas ocupaciones. El Covid no ha creado ese futuro,
simplemente lo ha adelantado. La “nueva normalidad” conlleva pisar más rápido el
acelerador.

El año 2013, en Oxford, se publicó un informe denominado “El futuro del empleo: ¿qué
tan susceptibles son nuestros trabajos a la computación?”1. En dicho trabajo se muestra
la posibilidad de que muchas profesiones quedarán a cargo de algoritmos informáticos.
Según esto, para el 2033, el 47 % de puestos de trabajo corren un gran riesgo de ser
reemplazados por la computarización y dentro de estos las ocupaciones relacionadas al
Derecho: Existe el 40 % de posibilidades que jueces y magistrados sean cambiados por
computadoras, secretarios judiciales un 41 %, jueces administrativos (lo que aquí
podríamos decir los órganos que resuelven procedimientos administrativos) un 64 %,
etc. Claro que para que se cumpla la fecha de estas predicciones depende de muchos
factores, pero, quizá, sea algo inevitable.

En Europa y en Estados Unidos ya se han creado algunos algoritmos y aplicaciones que


pueden, poco a poco, reemplazar a los abogados y jueces o, al menos, darle una
información importante que cambiará la forma de ejercer el Derecho.

De eso es lo que hablaremos en el artículo para, al final, hacer una reflexión sobre si la
carrera de Derecho tiene futuro en el mañana o los letrados – como nos gusta llamarnos
- quedarán en el recuerdo para ser reemplazados por robots que fingirán de jueces, por
aplicaciones que harán de abogados, por algoritmos que dirán si un hecho es de
acuerdo a ley y, para ver si Themis, la diosa de la justicia, será transformada en solo
inteligencia artificial que, quizá, ya no sea tan ciega.

2. La computarización en el ejercicio del Derecho y sus proyecciones

Conforme nos narra Andres Oppenheimer en su libro “¡SÁLVESE QUIEN PUEDA! El


futuro del trabajo en la era de la automatización”2 los algoritmos están empezando a
cambiar el ejercicio del Derecho:

El año 2016, la firma de abogados DLA Piper, que tiene presencia en 30 países, empezó
a utilizar a la empresa de inteligencia artificial Kira Systems para analizar contratos
corporativos y proponer correcciones, desplazando a los jóvenes abogados aspirantes
a ser socios; asimismo ya existen dos plataformas o aplicaciones en línea que ofrecen

1
Frey, Carl Benedikt Frey y Osborne, Michael A. “The futuro of employment: How suceptible are jobes
to computerisation?”. Universidad de Oxford, 2013. Disponible en
https://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/downloads/academic/The_Future_of_Employment.pdf (consultado
el 09 de junio del 2020).
2
Oppenheimer, Andrés. “¡SÁLVESE QUIEN PUEDA! El futuro del trabajo en la era de la automitazación”.
México: Debate, 2018, pag 33.
servicios para elaborar contratos, escrituras, inscripción de marcas, etc., sin la
necesidad de contratar a un abogado en específico: Son LegalZoom y Rocker Lawyer.
Son servicios legales automatizados que son mucho más baratos que un abogado
promedio.

También en el año 2016, la firma de abogados BakerHostetler “contrató” a su primer


abogado robot llamado Ross. Ross, por ahora, es más parecido a un asistente, pero con
mucha mayor eficacia, pues lee cientos de base de datos en pocas horas – algo que a
una persona normal le tomaría varios días -, procesa la información, evalúa por sí mismo
lo más importante y entrega una respuesta concreta y definida.

El año 2017, el diario británico Financial Times nombró a un estudiante universitario


llamado Joshua Browder, que no era abogado, como el más innovador en servicios
legales en Estados Unidos3. Joshua creó una plataforma en internet, Donotpay.com,
para ayudar y asesorar a la gente a impugnar papeletas de multas de tráfico en los
tribunales. La plataforma, después de una serie de preguntas básicas, entrega un
documento de apelación instantáneo para ser presentado en los tribunales. Para fines
del 2017, Donotpay.com había apelado 375 mil multas y ahorró 9.3. millones de dólares
a los clientes. Ahora, la plataforma ayuda en otro tipo de reclamos, desde conflictos por
arrendamiento hasta reclamos por retraso en vuelos.

En cuanto a los jueces, los abogados nombrados por el Estado para resolver los
conflictos, ya se están creando aplicaciones que poco a poco, quizá, los reemplazarán.
La más conocida es Modria.com, creada por el ex director de resolución de disputas de
eBay y de PayPal. Principalmente resuelve disputas en comercio electrónico y, según
el creador, ya ha resuelto satisfactoriamente más de 400 millones de estas hasta el 2018
y, que, ya resuelve más conflictos que todos los juicios juntos que se ventilan en las
cortes de Norteamérica4. Se calcula que, en 10 años, Modria.com podrá resolver
cualquier tipo de disputa.

En el año 2016, un algoritmo desarrollado en las universidades de Sheffield y


Pennsilvania, fue capaz de predecir, con 79 % de acierto, el fallo de los magistrados del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos; así también, en aproximadamente ocho de
cada diez sentencias, fue capaz de anticipar lo que 47 juristas reconocidos suelen dirimir
en secreto sobre argumentos legales5.

Hay mucha más innovación en el campo del Derecho que no lo ponemos aquí por
espacio, como aquellos algoritmos que ya pueden predecir si una demanda concreta
tendrá éxito o no, la evaluación de abogados y cuál es mejor para determinada materia,
etc. Sin duda está cambiando a un ritmo acelerado el ejercicio del Derecho. Algo que en
el Perú aún no nos damos cuenta.

3. ¿El abogado y el juez son profesiones de salida?

El debate surge en si el avance de la inteligencia artificial reemplazará a los abogados


y jueces o solo se volverá en un gran instrumento de apoyo para que estos puedan

3
Skapinker, Michael. “FT Top 10 legal innovators for North America”. En Financial Times:
https://www.ft.com/content/acb41cb6-cb94-11e7-ab18-7a9fb7d6163e (Consultado el 09 de junio del
2020).
4
Idem 2, pag 154.
5
Sarabia, David. “¿Puede un algoritmo impartir justicia? Algunos tribunales empiezan a probarlo”, En
eldiario.es https://www.eldiario.es/tecnologia/Puede-algoritmo-impartir-justicia-
tribunales_0_889261602.html (consultado el 09 de junio del 2020).
presentar mejor un caso o resolver de mejor manera la controversia. Muchos afirman –
incluyendo algunos amigos ingenieros relacionados con la automatización - a que será
imposible que los algoritmos reemplacen por completo el “criterio humano” y por tanto
aún se necesitarán a abogados humanos, pero, ¿a tantos? No.

Lo que ya es una realidad es el desplazo que está generando la tecnología en la


profesión del abogado en los países del primer mundo. Según Andrés Oppenheimer:

“Tan sólo en Gran Bretaña ya han desaparecido 31 000 empleos en el sector legal —la
mayoría de ellos secretarias y asistentes legales— y se espera que desaparezcan otros
114 000 en las próximas dos décadas, según reportó el Financial Times. En Estados
Unidos, hay quienes son aún más pesimistas sobre el futuro de la profesión. Daniel
Siciliano, un profesor de la escuela de Derecho de la Universidad de Stanford
especializado en el impacto de la tecnología en su profesión, ha dicho que “en 15 años,
dos terceras partes de los abogados no van a ejercer la profesión, o por lo menos no lo
van a hacer como lo están haciendo ahora. Muchos de ellos dejarán de ser abogados”.

Sin duda alguna en el futuro se necesitará menos abogados, pues muchos de los
servicios jurídicos ya se están automatizando y muchos otros lo harán en un futuro
cercano y, estos servicios llegarán a América Latina también, generando una revolución
jurídica.

Según los expertos, los abogados sobrevivientes en el futuro verán casos


excepcionales, de mucha complejidad y análisis, que tengan que ver con cuestiones
novedosas, además de una gran especialidad. Los abogados no especializados o
“todistas” sin duda perecerán. Los casos básicos en los que haya precedentes, podrá
dejarse en manos de los algoritmos. Lo que harán los profesionales es tan solo revisar
el trabajo del robot. Lo que también harán los abogados será interpretar futuras reformas
o dar opiniones sobre modificaciones legislativas, pues las máquinas son muy eficaces
para pronosticar casos basadas en precedentes y data, pero es difícil que puedan saber
mucho del futuro si no hay ninguna información.

En cuanto a los jueces, lo más probable es que empiecen a contar poco a poco con
asistentes legales y se empiecen a despedir de sus secretarios judiciales. Vendrá un
robot a ocupar su puesto. Además, la inteligencia artificial se hará cada vez más
sofisticada pudiendo resolver casos más complejos en el futuro. Los casos básicos
podrán ser resueltos por un juez robot. Además, los que defienden la automatización en
la justicia afirman que hay algo que a los algoritmos los hace más eficientes que a un
juez de carne y hueso: No tienen prejuicios. Esto sin duda ayudará mucho a la resolución
de casos concretos.

Imagínense lo que podríamos hacer en el Perú con la gran cantidad de carga procesal
en el poder judicial con la ayuda de computadoras sofisticadas. Pensemos tan solo en
los procesos contenciosos administrativos que representan la mayor carga procesal en
el Poder Judicial y cuyos casos son similares. Estos podrían ser resueltos en pocos días
por robots, bajo la supervisión del juez, ayudando a descongestionar la administración
de justicia.

4. CONCLUSIÓN

La digitalización acelerada por la pandemia va a cambiar nuestro estilo de vida y eso


conlleva a las profesiones y, dentro de estas al Derecho. En un futuro no muy lejano,
mucho del trabajo jurídico lo harán algoritmos que dejarán sin trabajo a muchos
abogados, asistentes y secretarios judiciales. Los sobrevivientes tendrán que ser muy
especializados, además que los juristas deben empezar a aprender habilidades
blandas.

En el Perú, lamentablemente, no existe información ni debate al respecto. Si las


facultades de Derecho y los abogados no nos ponemos las pilas y empezamos a tomar
acciones para el futuro, el proceso de automatización podría ser traumante.

En un futuro no muy lejano los algoritmos vendrán para quedarse y la diosa justicia ya
no usará vendas en los ojos para ser imparcial, pues ahora contará con inteligencia
artificial que ayudará en su tarea, Themis será la justicia digital.

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