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¿Cómo motivarse para estudiar?

Se acerca la recta final, en poco tiempo debo enfrentarme a una larga convocatoria
de exámenes y siento que no tengo motivación para estudiar. ¿Qué hacer cuando no
quieres estudiar? ¿Cómo estudiar?

Las razones que suscitan falta de motivación ante el estudio pueden ser muy
diversos, como considerar que aquello que estudias no te será necesario, que la
lección te resulte aburrida, que creas que, aunque estudies no vas a poder sacar la
calificación que esperas, te sientes abrumado por la cantidad de información y no
sabes por donde partir o porque simplemente en este momento hay actividades que
te parecen más atractivas.

Frente a ello nos preguntamos: ¿qué hacer cuando no quieres estudiar? ¿De dónde
sacar la motivación para estudiar? La respuesta radica en encontrar una
motivación que nos ayude a afrontar el estudio, puesto que debemos tener presente
que como en cualquier otra actividad o acción, la motivación es uno de los elementos
más importantes que se relaciona con aquello que desear ejecutar con éxito y de
manera satisfactoria.

¿Qué es la motivación?
La motivación es el énfasis que ponemos al realizar determinadas tareas o
actividades; es algo que parte de uno mismo. Nadie puede motivarte si tú no quieres.,
en este sentido estar motivado depende de ti.

¿Cómo la fomentamos?
Definamos que pretendemos conseguir si tenemos una mayor motivación para
estudiar.

¿Cuál es el objetivo?
Imagina dónde quieres trabajar, cómo quieres que sea tu futuro profesional, el tipo
de empresas al que te gustaría pertenecer

¿Qué mejoras buscas?


Sacar mejores notas, que te guste más lo que estudias, encontrarle mayor utilidad al
estudio…

Una vez que tengas claros tus objetivos la motivación será mucho mayor, por lo que
el estudio te resultará útil, práctico y atractivo. De esta manera te sentirás motivado y
con una actitud proactiva.
Cuando la motivación para estudiar es fuerte, superar los exámenes y las pruebas que
se nos presentan durante el grado universitario no son más que un aliciente para
seguir adelante y lograr tus metas profesionales.

Tipos de Motivación
Es importante conocer que existen dos tipos: la intrínseca y extrínseca.
Y de la combinación de estos dos tipos se derivan otros subtipos como: motivación
personal, motivación académica, etc.

Intrínseca Extrínseca
Nace de tu deseo personal por hacer Se activa por medio de un estímulo
algo, sin la influencia de algún estímulo externo, que normalmente aparece
externo como compensación. como compensación. No aparece de
Representa tu deseo honesto, tu forma natural sino inducida.
pasión manifestada en impulso para Y el impulso que genera en la conducta
realizar algo por el placer de hacerlo. es directamente proporcional al interés
Su característica más notoria es que que se tenga del estímulo externo.
fluye de forma natural y continua.
No hay que hacer esfuerzo para Por Ejemplo: Cuando el interés por el
experimentarla, porque forma parte de estímulo desaparece, también lo hace
lo que eres. la motivación. Cuando haces algo por
los demás tu motivación se mantendrá
Un ejemplo: Cuando estudias porque en tanto desees seguir complaciendo a
deseas aprender, no sólo terminarás esas personas. Pero si en algún
tus estudios, sino que aprenderás y momento llegaras a sentirte alejado o
entenderás todo lo que desees defraudado por ellos, es probable que
aprender y entender. Porque no termines abandonando los estudios.
necesitarás de nadie que te presione ni
te impulse. Simplemente porque eso es
algo que tú deseas hacer

C o n se j o s p ar a au t o mo t i v a r se a e st u d i a r :

1. Elabora una rutina o plan de estudio


¿Cómo estudiar? Debemos ser conscientes de que establecer un hábito
requiere un cierto período de tiempo y los primeros días pueden resultarnos
difíciles, pero una vez adquirido el hábito, te resultará mucho más fácil
empezar a estudiar y tu motivación se mantendrá más estable. Fija tu horario
de estudio, fija tu plan de estudio. Cúmplelo, sé realista con el tiempo, no te
pidas más de lo que sabes que puedes hacer. Poco a poco querrás dedicarle
más y más.

2. Sé realista con tus metas


Es entendible que si una materia tiene mucho temario nos agobiemos y
disminuya nuestra motivación para estudiar. Además, visualizar la materia en
su conjunto es poco gratificante, pues nos dará la sensación de que no
avanzamos y con ello, no nos sentimos realizados. ¿Cómo querer estudiar? Es
de gran utilidad establecer pequeños objetivos sobre el estudio, irse
centrando en algunos de los temas del examen. Crea objetivos diarios que
sean asequibles, alcánzalos y mejora tu motivación para estudiar.

3. Piensa en la aplicación de lo que estudias


Es frecuente memorizar gran cantidad de materia y que esto nos resulte
aburrido y nos cueste ponerle motivación. Nos enfocamos en memorizar el
máximo que podamos con el objeto de aprobar el examen. No obstante, si
vemos cómo darle sentido a lo que estudiamos y pensamos en qué podremos
aplicarlo, la motivación que le pondremos será muy diferente. Por ejemplo,
tendemos a estudiar las lenguas como el inglés por obligación o porque nos
dicen que son necesarias y ello tal vez, no es una motivación extrínseca
suficiente. Pero si consideramos que su aprendizaje nos abrirá más
oportunidades laborales, nos permitirá viajar y poder comunicarnos mejor, la
motivación para estudiar aumenta.

4. Positividad siempre
Lánzate comentarios positivos, puesto una forma de favorecer la motivación
para estudiar es evitar las cogniciones negativas como: “no voy a conseguirlo”;
“no terminaré nunca de estudiar este temario”; “por más que estudie no
obtendré la calificación que espero”; “esto que estoy estudiando no va a
servirme de nada”. Sabemos que los pensamientos juegan un papel relevante
en la motivación y por ello, es imprescindible que te ofrezcas a ti mismo
pensamientos positivos tales como: “sé que voy a superar este examen; si los
demás lo han conseguido por qué yo no;” ya me he enfrentado a esto, confío
en mis capacidades”. Así comenzarás a estudiar con mayor confianza de
alcanzar tus objetivos y mantendrás la motivación que necesitas para estudiar.

5. Diseña un Plan de Actividades


Al generar una rutina o un plan de actividades diarias, es vital que haya
momentos para todo, sobre todo en los estudios que requieren una
preparación durante mucho tiempo. Crea una rutina con un horario marcado
de estudio, pero que también considere espacios de ocio y tiempo libre, los
cuales deben ser sagrados, del mismo modo que deben serlo los tiempos de
estudio.
6. No te dejes influenciar
Lo que te digan no importa. Si alguien te dice que algo es imposible, piensa
que será imposible para esa persona, tú puedes hacer lo que te propongas.
Sólo tienes que poner el empeño necesario para cada situación.

7. Inicia con lo más difícil


Cuando empezamos a estudiar estamos frescos, posiblemente más motivados
y decididos a empezar con la tarea. A medida que van pasando las horas
nuestra motivación y concentración desciende y resulta más difícil afrontar el
temario más complejo. Por ello, es aconsejable comenzar por lo que te resulte
más difícil.

8 . Evita distracciones
Las distracciones como los mensajes del teléfono, ir a la cocina a picar algo,
revisar los correos, entre otras conducen a que nuestra motivación disminuya,
puesto que percibirás que la hora pasa y no van avanzando al ritmo y meta
que te habías propuesto. ¿Cómo motivarse para estudiar? Deja todas estas
distracciones para los momentos de descanso y con ello también harás que
estos sean más gratificantes.

9. Ambiente y lugar de estudio


Crea un entorno agradable de estudio, donde cuentes con la iluminación y la
ventilación necesaria, asegúrate de que cuentes con una silla donde puedas
sentarte cómoda y correctamente, así como de un espacio (mesa, escritorio)
para escribir a la altura indicada. Organízate de manera de tener disponible
todo lo que requieres para tu tiempo de estudio (libros, apuntes, lápices,
destacadores, etc.). De esa forma favorecerás la concentración y aprovecharás
mejor las horas de estudio. También es aconsejable que cada 45 minutos te
levantes y hagas estiramientos y ayuden a relajar tu cuerpo.

10. Descansa
Al acercarse el periodo de exámenes de la universidad, todos comprimidos
en pocos días, el agobio aumenta, disminuye la motivación y aparece el
estrés. Frente a ello, tendemos a estudiar durante horas y horas (mañana,
tarde y la noche), sin embargo, estudiar por largos lapsos de tiempo no
garantiza que tu estudio será más eficiente. Por el contrario, el estudio
continuo por horas provoca desgaste y afecta negativamente la motivación.
Tomarse pequeños descansos en el estudio te ayudará a desconectar la
mente y así estar fresco y motivado cuando vuelvas a ponerte a estudiar. No
olvides darles importancia a los descansos.
11. Prémiate porque te lo mereces
¿Cómo vencer la pereza para estudiar? Para que el estudio aún te resulte
más gratificante, date a ti mismo una recompensa tras las intensas horas de
estudio. Si mientras estudias tienes en mente que cuando finalices podrás
conseguir aquello que tanto te apetece (jugar videos, hacer deportes, comer
algo de tu gusto, conversar con amistades, ver TV, escuchar música, tejer,
pintar, cocinar, etc.), tu motivación por estudiar incrementará. Ahora si en
algún momento o día, consideras que has rendido y esforzado más, bríndate
una recompensa mayor que aquellos días que tu esfuerzo no haya sido el
mismo. Prémiate por el trabajo bien hecho.

12. Tómate el tiempo necesario


Comenzar a estudiar para los exámenes conlleva a un elevado nivel de estrés
junto a un declive de nuestra motivación para estudiar. Suele ser mejor
empezar a estudiar con tiempo (algunos días antes) y así dedicar al estudio 3
o 4 horas y no tener que estudiar 10 horas diarias sin pausa, los últimos días
antes de un examen.

13. Ten en cuenta tu estado de ánimo


La motivación y estado anímico están directamente relacionados. Si nos
levantamos muy motivados para estudiar, preparamos todo el ambiente y el
material que necesitamos y, de repente, recibimos una mala noticia. El
cambio en nuestro estado de ánimo provocará que nuestra motivación
descienda y que no nos sea posible rendir, y es mejor que no te fuerces. Es
muy relevante que te escuches e identifiques cuáles son los momentos
adecuados para el estudio. Recuerda que, si bien es cierto que es nuestra
obligación estudiar, piensa que si te encuentras con bajo ánimo rendir será
muy difícil y frente a esta situación, es mejor ser flexible, distraerte y buscar
otro momento para dedicarlo al estudio.

14. Recuerda que solo será un tiempo


Es normal durante el periodo de evaluación todo se centre en estudiar, las
conversaciones con tus amistades se resumen a los exámenes, todo tu
tiempo lo dedicas al estudio. Por lo que esta etapa se torna estresante,
absorbente ya que casi nuestro todo nuestro tiempo se va en estudiar.
Dado esto es importante que tengas en mente que esto será una situación
temporal, para conseguir aquello que deseas. Si lo concibes como un
esfuerzo transitorio, te resultará más sencillo motivarte a estudiar.

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