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INTRODUCCIÓN
La percepción es un fenómeno fisiológico y sicológico. Una función vital. Todos los seres humanos
poseemos esta facultad. Asegura la conservación del individuo, y por ende de la especie.
La percepción es una aprehesión del mundo. Podríamos decir que es un sentir directo "del afuera"
al que le sumamos cierta estructura personal de organización de datos. La percepción es una
experiencia interior de conocimiento, única, inmediata y compleja. Es interior porque es personal,
representa nuestra manera de ver, oir, oler... e interpretar el percepto y el mundo en general; es
inmediata, porque se da en nuestro conocimiento como primer dato no resultando de la suma de
sensaciones o elementos vistos aisladamente; y es única y compleja porque en el hecho
perceptivo la relación que existe entre las partes y el todo es indivisible, percibimos una totalidad
estructurada, incluimos de manera general todos los elementos que aparecen en el campo visual
que asociamos automáticamente configurando una imagen. Vale decir que si ante una escena
cualquiera percibimos su aspecto general, luego podemos desmenuzar datos, apariencias, detalles,
"cuadros dentro del cuadro", después de un análisis podremos conocer los elementos que
componen esta escena y sus características particulares, vamos siempre de lo general a lo
particular.
Por otra parte, podemos decir que lo que conocemos del mundo está determinado por la necesidad
que tenemos de él. Existe entonces en el acto perceptivo una actividad cláramente selectora.
Proyectamos sobre las percepciones un grado de imaginación y fantasía sumado al conocimiento
personal del mundo que es la resultante de experiencias previas de percepción, por tanto la
percepción es escencialmente subjetiva.
Además todos los factores intervinientes actúan simultáneamente: si percibimos la lluvia,
reconocemos inmediátamente el fenómeno a la par que lo vemos y al mismo tiempo que sentimos
placer, displacer o indiferencia, es decir que se dan juntos distintos factores: nuestro pensamiento,
nuestros sentidos y nuestra experiencia.
Pero veamos cómo se pensó esto a lo largo del tiempo.
LA PERCEPCIÓN
El problema de la relación entre un sujeto que percibe y un objeto percibido ocupó la atención de
los hombres desde siempre. Los griegos, Empédocles, Demócrito, Epicuro, creían que percibíamos
gracias a emanaciones de las cosas, efluvios, imágenes que se desprendían diréctamente de los
objetos e imbuían nuestros órganos sensibles.
Recién en el siglo XVI, Galileo y los físicos del Renacimiento reelaboran los elementos que
componen el hecho perceptivo y dan a conocer los verdaderos excitantes de los sentidos. El
problema toma otro camino y se estudia la percepción a partir de los excitantes.
En principio distinguimos percepción de sensación e intuición. Tenemos un concenso generalizado
entre las distintas concepciones donde podemos decir que "la percepción nunca está
determinada completamente por un estímulo físico. El percepto es, en cambio, algo
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En resumen:
La idea de composición cristaliza entre ellos, la sensación capta elementos sueltos, la percepción
capta estructuras. Al presuponer la existencia del objeto en cierto sentido cada elemento conserva
su autonomía. Ej: La idea de vivienda se reduciría a la organización de paredes, ladrillos, techos,
puertas, etc., pero cuando pensamos en una vivienda, estas ideas no están presentes
simultáneamente en el espíritu. Estamos frente a una concepción muy materialista.
Hacia 1860 Jhon Stuart Mill toma y desarrolla la idea de su padre y en una concepción más
holística y espriritual propone la teoría de la "química mental": los elementos psicológicos se
combinan para dar productos nuevos, así como el hidrógeno y el oxígeno se combinan para dar
agua.
Esta idea de Stuart Mill inspira a Wundt su teoría de la "síntesis creadora".
Los descubrimientos científicos del siglo XIX proporcionan nuevos datos. En 1820 Bell y Magendi
descubren la distinción entre nervios motores y sensibles. Refuerzan la teoría elementarista al
descubrir que no hay un sensorium continuo en toda la superficie de la piel. Los órganos de los
sentidos tienen terminaciones nerviosas aisladas y diferenciadas. Ej.: la retina es un mosaico de
conos y bastoncillos. Los conos son sensibles sa los colores, los bastoncillos nos dan la visión
crepuscular.
Estos estudios acerca de los órganos de los sentidos derivan en la idea que la especificidad de la
sensación proviene del órgano sensible y no del excitante externo. Muller postula "la impresión
recibida va escencialmente unida al nervio provocado y no al agente físico que lo provoca"
LA TEORÍA DE LA GESTALT
Antecedentes
Von Ehrenfele se opone a la teoría elementarista, dice que es ingenuo querer considerar el color y
el sonido como elementos constituyentes de la forma melódica o de la forma geométrica. Introduce
la noción de "cualidad formal".
El problema planteado se refería a la relación entre impresión de color y sonido, e impresión entre
formas geométricas y melódicas.
Una melodía se compone de sonidos, tiene un comienzo y un fin, tiene partes, distinguimos sin
vacilación entre los sonidos que le pertenecen y los que le son extraños, aunque estén intercalados
entre los primeros. Incluso mediando en este caso la dimensión temporal, es decir aunque la
percepción auditiva se vaya dando en un hilo de tiempo.
Una forma geométrica es independiente de los elementos que la constituyen. Ej. Un triángulo
puede estar formado por elementos reales o virtuales, ser pequeño o grande, verde o azul, lleno o
punteado, siempre será un triángulo.
Vale decir que hay algo en la percepción que va más allá de la simple combinación de elementos,
se trataría de una "cualidad formal" que es independiente de los elementos constitutivos.
La figura y la melodía son "formas" , son estructuras, configuraciones, algo más que la suma de
sus partes.
La introducción de este elemento nuevo en la sicología da origen a la noción de producción
sicológica (composición) .
La Teoría de la Gestalt parte de la pregunta de cómo podemos ver formas visuales; afirma que una
forma no es un conjunto o sumatoria de sensaciones. La experiencia no se reduce a una
diversidad de elementos adicionados.
las sensaciones elementales son el fundamento, la parte material de la percepción
las cualidades formales son las que constituyen el contenido de la percepción, lo que da
unidad al Todo, su parte formal.
Estas sensaciones responden diréctamente a los excitantes, las cualidades formales son producto
del sujeto. Hay una autonomía de la forma respecto de los elementos que la constituyen: una
melodía conserva su identidad y sus cualidades propias a pesar de que todos los sonidos y por
consiguiente, todas las sensaciones cambien, por ejemplo al ser ejecutada por distintas orquestas
o grupos de instrumentos.
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Los sicólogos de la Gestalt pensaron que debía haber un proceso perceptual particular, una
tendencia natural dentro de la percepción que nos permite aprehender el mundo
"organizadamente".
El Todo es entonces una entidad con una jerarquía por sobre los elementos. En 1912 la escuela
alemana establece : "que los hechos psíquicos son formas (...) que se individualizan y se limitan en
el campo espacial y temporal de la percepción".
Queda desterrada la idea del " ojo inocente", si este existiera, no vería nada más que un caos de
colores y formas dispersas. Por el contrario tendemos a percibir el mundo como significativo para
nosotros, en cada acto perceptivo "construímos" el mundo para nosotros.
Los experimentos demostraban que dadas a distintos sujetos formas difusas, tendían a ser
percibidas y recordadas como simétricas, completas y significativas.
Este proceso de organización sensorial se daría en forma natural y espontánea, y se trataría de
una síntesis entre la resultante de la estimulación de nuestros sentidos y una suerte de
organización mental personal que no tiene contrapartes en la estimulación.
En resumen diremos:
El Todo es más que la suma de las partes: ya que la forma no se identifica con la adición de
impresiones parciales.
El Todo no depende de la totalidad de las partes, ya que continúa perceptible como tal, aún si
algunas de las partes sufren variación o faltan.
El Todo es antes que las partes, pues es lo primero que percibimos confusamente y luego
aparecen sus partes constituyentes.
El Todo está por sobre las partes, porque el modo en que éstas son percibidas y aceptadas
dependen de su función.
Estos descubrimientos dieron pie a la enunciación de ciertos principios o Leyes de la Forma,
llamadas Leyes de la Gestalt. Estas son:
Figura y fondo
La primer captación en una percepción visual y la más simple es la dualidad entre la figura y el
fondo. Todo objeto sensible existe en relación con su fondo, aplicando este principio a todo tipo de
percepciones. Un sonido se distingue en un fondo de silencio, o una voz en un fondo de ruidos o
de silencio.
Toda figura funciona en un contexto.
La figura se presenta más interesante que el fondo, es precisa y clara.
El fondo parece pasar por detrás de la figura. Ella se "recorta" contra el fondo; los límites no son
comunes, son de la figura; ella se recuerda.
La figura tiene el carácter de cosa, el fondo de sustancia. Este es secundario, la figura es
protagónica. El color en la figura se destaca por sobre el del fondo, es más compacto.
Este fenómeno puede darse: por simplicidad del fondo y complejidad de la figura o viceversa; ó,
cuando asistimos a un conjunto donde las figuras son tridimensionales sobre un fondo plano, el
cual toma las características de espacio.
Si el fondo tiende a destacarse también y a adelantarse tomando el protagonismo de la figura ,
estamos ante el fenómeno de reversibilidad. Éste se da cuando alternativamente la figura toma
las características del fondo y el fondo de figura. En este caso los contornos no pertenecen a
ninguno de los dos, resulta dificil percibir ambas "formas" a la vez, vemos primero una configuación
y luego la otra.
El ejemplo más conocido es el de la copa flanqueada por dos perfiles humanos enfrentados.
Pregnancia
El observador tenderá a organizar la percepción del ambiente tan simple y ordenada como sea
posible. Es una característica innata dentro del proceso de percepción. Aprehender el conjunto.
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Lo percibido es pregnate cuando al ser descripto verbalmente puede ser reconocido. Cuando la
descripción es simple, el grado de pregnancia es elevado, por tanto la simplicidad de una figura
determinará su grado de pregnancia, por ejemplo las figuras geométricas prototípicas como el
círculo, el triángulo equilátero y el cuadrado. Estas ofrecen mayor pregnancia o posibilidad de
fijación en la conciencia.
Una forma es pregnante cuando es simple, regular, simétrica, fácil de recordar, tiene buena
continuación y cierre; lo mismo que en el color, la pregnancia se da en la definición del matiz, los
colores ambiguos que carecen de pureza son no- pregnantes.
Esta ley es también llamada: Buena Configuración o de la Buena Forma
La unión de las partes de un todo se verifica habitualmente en la línea de menor distancia, es decir
que ordenando los elementos formales con mínima distancia se los percibe como una sola
configuración.
El agrupamiento obtenido por proximidad puede ser destruído por relaciones de otro tipo entre las
partes, como la calidad o semejanza existente entre ellas, aunque se hallen separadas.
Segundo factor de agrupamiento con respecto a la proximidad. De acuerdo con él los elementos
distantes tienden a agruparse cuando son iguales o semejantes, por factores tonales o formales.
Cierre
El principio de cierre supone que hay una tendencia a percibir una figura incompleta como
completa. Se da si los estímulos permiten percibir las partes como significando un todo.
Este concepto implica el principio de familiaridad que se refiere a la capacidad de hacer
significativa una percepción ambigua: experiencias demuestran que presentando al observador
una figura relativamente desconocida y pidiéndole más tarde que la represente, su producción será
más una figura particular que la figura originalmente presentada.
Direccionalidad o Destino común, de la buena curva o buena continuidad
Son enunciados que hablan de la intensidad de dirección en el ordenamiento de los elementos de
la percepción.
Por éste factor, los bordes de las figuras o las que están constituídas linealmente tienden a
prolongarse en la dirección del movimiento percibido.
Los elementos dispuestos en una dirección pregnante, relativamente alineados, se asocian en una
misma dirección, siendo la dirección en un mismo sentido, de fácil lectura.
CONCLUSIÓN
Sin pretender en esta breve compilación agotar la vastedad de nuestro tema, y siendo ésta sólo
una aproximación y desde ya un recorte del mismo, podemos arribar a una concepción más bien
holística del hecho perceptivo, pensandolo como en parte determinado por nuestro equipo
neurofisiológico y en parte "construido" por la cultura y nuestra subjetividad, donde se juega un
proceso identitario, que habla tanto "del afuera", es decir el percepto, como de nosotros como
sujetos en relación con el mismo
BIBLIOGRAFÍA
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