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LA PERCEPCIÓN HUMANA 1

Universidad Humanitas
Licenciatura en Psicología

Procesos Psicológicos

La Percepción Humana: “La Construcción De La Realidad”

Herrera García Sofía


LA PERCEPCIÓN HUMANA 2

La percepción es un fenómeno complejo que ha intrigado a filósofos, científicos y


pensadores a lo largo de la historia. Se trata de la capacidad de interpretar e interactuar con
nuestro entorno, dando forma a nuestra comprensión de la realidad. Este proceso, aunque a
menudo parece intuitivo y directo, es inherentemente subjetivo y sujeto a la influencia de
diversos factores. Este ensayo propone explorar la construcción de la realidad a través de la
percepción y las sensaciones, abordando este tema desde un enfoque empírico. Además,
se analizará brevemente la alegoría de la caverna de Platón y los pensamientos de
Aristóteles, dos figuras filosóficas que han influido significativamente en nuestra
comprensión de la realidad y la percepción.

La percepción se inicia con la captación de estímulos a través de nuestros sentidos: vista,


oído, tacto, gusto y olfato, estos actúan como las herramientas a través de las cuales
recibimos datos del mundo exterior. Sin embargo, la información cruda que recibimos no
constituye automáticamente nuestra realidad. Es el cerebro el encargado de procesar y dar
significado a estos estímulos, filtrando, organizando y reinterpretando la información para
crear la construcción de significado a partir de esas sensaciones

Desde un punto de vista empírico, la realidad se concibe como aquello que puede ser
observado, medido y verificado de manera objetiva. Sin embargo, incluso dentro de este
marco, la interpretación de la información sensorial es intrínsecamente subjetiva. La teoría
de la construcción de la realidad sostiene que nuestras experiencias individuales, creencias
previas y emociones influyen en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea. En
este sentido, la realidad se convierte en una construcción personal, modelada por la
interacción entre los datos sensoriales y los procesos cognitivos.

La variabilidad en las experiencias sensoriales entre individuos destaca la naturaleza


subjetiva de la percepción y su papel en la construcción individual de la realidad. Dos
personas pueden experimentar el mismo evento, pero sus percepciones pueden diferir
debido a factores como la atención selectiva, las experiencias pasadas y las expectativas.
Así, la realidad se convierte en un constructo subjetivo, moldeado por la interpretación única
de cada individuo.

Un ejemplo claro de cómo la percepción contribuye a la construcción de la realidad es la


ilusión óptica. Imágenes que juegan con la interpretación visual, como las ilusiones,
demuestran cómo el cerebro puede malinterpretar la información sensorial, creando una
realidad aparente que difiere de la realidad objetiva. Estos fenómenos revelan la
complejidad y maleabilidad de la percepción.

Un concepto que arroja luz sobre la naturaleza de la percepción y la construcción de la


realidad es la alegoría de la caverna de Platón. En esta alegoría, Platón presenta a
individuos encadenados dentro de una caverna desde su nacimiento, observando solo
sombras proyectadas en las paredes. Estas sombras representan una realidad
distorsionada, una percepción limitada del mundo. La liberación de las cadenas y la
exposición a la luz del sol simbolizan el proceso de ascenso hacia un conocimiento más
profundo y una percepción más clara de la realidad. Esta metáfora destaca la influencia de
la educación y la experiencia en la construcción de nuestra comprensión del mundo,
revelando que nuestras percepciones pueden ser limitadas y sesgadas por nuestras
circunstancias y conocimientos previos.
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La caverna de Platón sirve como una metáfora poderosa para la limitación de la percepción
y la construcción de una realidad basada en las sombras de las experiencias sensoriales.
Los prisioneros representan a aquellos que no cuestionan su percepción y aceptan la
realidad percibida como la única verdad. La liberación de las cadenas y la exposición a la
luz exterior simbolizan el proceso de ampliar la percepción y descubrir una realidad más
completa y objetiva.

Aristóteles, discípulo de Platón, también contribuyó significativamente a la reflexión filosófica


sobre la percepción y la realidad. A diferencia de Platón, quien abogaba por la existencia de
realidades abstractas e ideales, Aristóteles se centró en el estudio de la realidad concreta y
empírica. Su enfoque se refleja en la teoría de la sustancia y la percepción.

Para Aristóteles, la sustancia es la realidad última y la esencia de las cosas. La percepción,


según él, es la capacidad de captar las cualidades sensibles de las sustancias individuales.
La realidad no reside en un mundo de ideas abstractas, sino en las cosas concretas que
experimentamos a través de los sentidos.

La teoría aristotélica de la percepción destaca la conexión intrínseca entre la realidad y las


sensaciones. Las sustancias individuales, con sus cualidades y características específicas,
constituyen la base de nuestra construcción de la realidad. Aristóteles reconoce la
importancia de la experiencia sensorial como fuente primaria de conocimiento

La divergencia entre las visiones de Platón y Aristóteles destaca las distintas perspectivas
filosóficas sobre la relación entre la percepción y la realidad. Mientras Platón enfatizaba la
realidad abstracta y las ideas, Aristóteles abogaba por una comprensión más concreta y
empírica, donde las sustancias individuales y las experiencias sensoriales son
fundamentales.

En la actualidad, los avances en la neurociencia respaldan la idea de que la percepción no


es simplemente la transmisión pasiva de información sensorial, sino un proceso activo y
dinámico en el que el cerebro interpreta y organiza los datos recibidos. La plasticidad
cerebral, la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo del tiempo, subraya
la maleabilidad de nuestras percepciones y la posibilidad de reconfigurar nuestra
construcción de la realidad a través de experiencias y aprendizaje continuo.

En el ámbito empírico, la psicología y la neurociencia han desempeñado un papel crucial en


desentrañar los misterios de la percepción. Estudios sobre la percepción visual, por
ejemplo, han demostrado cómo el cerebro interpreta la información visual para crear la
ilusión de profundidad, forma y color. La teoría de la Gestalt, que sostiene que percibimos
objetos como formas completas en lugar de colecciones de partes, ilustra cómo la mente
busca patrones y significado en los estímulos sensoriales.

La capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo del tiempo sugiere que
nuestras experiencias, ya sean positivas o negativas, pueden moldear nuestra percepción y,
por ende, nuestra realidad.

La percepción y las sensaciones desempeñan un papel crucial en la construcción de la


realidad. La variabilidad en las experiencias sensoriales.
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Las normas, valores y creencias de una sociedad pueden condicionar la forma en que
percibimos e interpretamos ciertos estímulos.

entre individuos subraya la naturaleza subjetiva de la percepción y la individualidad en la


interpretación del entorno. La alegoría de la caverna de Platón ofrece una metáfora
poderosa que destaca la importancia de cuestionar y explorar activamente nuestras
percepciones para alcanzar una comprensión más completa y objetiva del mundo.

En última instancia, la percepción y las sensaciones, a pesar de su complejidad y


subjetividad, nos ofrecen una ventana única para explorar y comprender el mundo que
habitamos.
La percepción y la construcción de la realidad son fenómenos intrínsecamente conectados.
Desde este enfoque, la realidad se concibe como la amalgama de información sensorial y
procesos cognitivos, pero siempre sujeta a la subjetividad y a la interpretación individual. La
realidad que construimos a través de nuestras experiencias sensoriales es, en última
instancia, un conjunto de interpretaciones individuales que dan forma a nuestra
comprensión única y personal del universo que nos rodea.

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