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Las comunidades utópicas también llamadas fueron intentos de crear a una escala reducida una

comunidad basada en principios de colaboración, propiedad colectiva y una organización racional del
trabajo y la vida social. En síntesis una utopía en la vida real. Se basaban en principios del naciente
socialismo y en algunos casos del anarquismo. Se usaba como referencia alguna obra escrita donde se
describía su principios organizativos. En muchos casos el mismo autor era su fundador. En lugar de
preferencia para su emplazamiento físico eran los EE.UU. dado por el nivel de tolerancia y la facilidad en
adquirir terrenos. Se contaba con el antecedente de diversos grupos religiosos (Cuáqueros, Menonitas y
otros) habían constituído comunidades autónomas. Por diversos factores no duraron mucho estas
comunidades.

Definición

La palabra utopía la acuñó en 1516 Tomás Moro para designar el nombre de una isla desconocida y
lejana en la cual se realizaría la mejor de las republicas y se caracterizaría por la supresión de la
propiedad privada y la libertad religiosa, fenómenos ambos que se pretenden en las nuevas
comunidades utópicas, si bien no se consigue en un estado puro y perfecto.

Según Global Ecovillage Network, la Red Mundial de Ecovillas, entidad acreditada por Naciones Unidas,
hay más de un millón de personas viviendo en quince mil ecovillas dispersas por todos los continentes.
Esto supone un número significativo de unidades a estudiar.

Buscando una definición sencilla, diríamos que las Comunidades Utópicas se expresan como un esfuerzo
libre, consciente, deliberado y organizado emprendido por algunos miembros de una sociedad con el fin
de crear una cultura más satisfactoria.

De forma extensa, diríamos que son aquellas comunidades que, no contentas con el modelo de
convivencia vigente en sus respectivos lugares de origen, desarrollan un modelo de colectividad
alternativo que intenta superar los problemas derivados de la mala planificación, organización y acción
social en la convivencia humana dentro del marco de la globalización. Para Martin Stengel , estas
comunidades son un espacio experimental donde se intenta desarrollar con mayor o menor éxito unas
correctas relaciones dentro de un modelo de vida alternativa. Islas artificiales donde priman expresiones
de autonomía, inconformismo y libertad ante cualquier tipo de dominación violenta.

El nacimiento de estas comunidades tiene mucho que ver con un fenómeno nuevo que radica en la
descentralización de la vida en las ciudades, recreando, a la inversa, un nuevo éxodo hacia el campo y la
vida rural. Esto es debido a muchos factores, pero sobre todo a la aglomeración desmedida de las
ciudades y el elevado coste de vida que esto supone, existiendo infinitas investigaciones desde la
sociología y la antropología urbana que describen dicho fenómeno.

Estos procesos se radicalizan en la construcción o creación de Comunidades Utópicas donde se intenta


poner en práctica un modelo de convivencia que rompa con el creado en el lugar de origen. Dado que
ahora disponemos de más tecnología y recursos, parece que la creación de dichas comunidades es más
fácil de articular, de ahí que, a diferencia de otros experimentos sociales, existan en gran número por
todo el mundo.

Si bien tenemos referencias directas sobre trabajos comunitarios, tenemos al mismo tiempo referencias
abundantes sobre el estudio de las utopías en general, las cuales han sido abordados desde varios
campos del conocimiento. La reflexión nace tanto desde la historia, el pensamiento político, la
sociología, la filosofía o incluso el derecho , siendo, según Ramiro, "la excusa perfecta para discutir
acerca de política, arquitectura, cine, televisión, cómics, literatura, estética, ecología, planeamiento
urbano, feminismo, crecimiento sustentable o sostenible, agricultura… ". Más adelante, el mismo autor
nos dice que la utopía se ha estudiado desde lo más general a lo más particular, asociando utopía con lo
utópico o el espíritu utópico (pensamiento utópico) porque hace referencia a la propensión que tiene el
ser humano a imaginar mundos mejores que los realmente habitados .

De siempre han existido experimentos, iniciativas o alternativas sociales que en algunos casos han
prosperado y sobrevivido hasta nuestros días y, en la mayoría, han fracasado. Es por ello que se las
conozca como utópicas . Según Alexandre Cioranescu , la palabra utopía está representada por cinco
sentidos diferentes:

1. el título de la obra de Tomás Moro.

2. las obras que presentan analogías con la del escritor inglés, y todas aquellas que describen un país
imaginario organizado de una forma diferente.

3. como sinónimo de lo imposible en el sentido más corriente.

4. siguiendo la aportación de Mannheim, utopía designa toda orientación que trasciende la realidad y
que rompe los lazos del orden existe.

5. método utópico, el cual consiste en representar un estado de cosas ficticio como efectivamente
realizado.

Si bien la palabra utopía es un concepto esencialmente controvertido, es en esta última explicación, la


cinco, en la que basaremos este trabajo, es decir, el método utópico como modelo ficticio o imaginado
previamente pero a su vez, realizable realmente en este caso, en una comunidad o realidad diferenciada.
Podríamos pensar, siguiendo la reflexión de Miguel Ángel Ramiro , que el carácter impracticable de las
propuestas utópicas no es un rasgo ni suficiente ni necesario para que se pueda calificar a una
determinada propuesta política o religiosa como utópica.

Según el antropólogo español Javier León, las Comunidades Utópicas están influenciadas desde dos
ideologías diferenciadas: la política y la religiosa o espiritual. Resulta interesante ver como nacen y se
perpetúan estas nuevas redes sociales en interacción continúa con el antagónico que las ha producido: la
sociedad contemporánea, las ciudades y los modelos de convivencia actual.

A pesar de que desde la política y la religión siempre se han abordado las cuestiones utópicas, resulta
difícil englobar en tan sólo dos modelos o ideologías las tan variopintas cuestiones por las que los
utópicos actuales pretenden convivir de forma diferente. Sírvanos como ejemplo el estudio realizado por
Volker Peters y Martin Stengel en el ensayo "Eurotopia, Intencional Communities and Ecovillages in
Europe" , donde se muestra la idea por la cual los utópicos acceden a convivir de forma diferente. Según
una extensa encuesta realizada por estos autores, los motivos por el cual los utópicos accederían a vivir
en una comunidad se dividirían en los siguientes:

70% por motivos "ecológicos". 41% practican la "no-violencia". 36% por motivos "espirituales". 31%
practican la "agricultura orgánica".

De estos, algunos pretenden ser autosuficientes, el 32%, otros practican la dieta vegetariana o vegana, el
35%, el 26% pretenden la paz en el mundo, el 20% trabajan en políticas de izquierda siendo el 10%
movimientos anarquistas. Aún así, el maremagno de propuestas incita a una reflexión mayor y apunta a
una clasificación que podría ser más exhaustiva.

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GNU (véase Derechos de autor).

PUEDE VERSE TAMBIÉN:

http://elcaminoalparaiso.blogspot.com/2008/08/ecoaldeas.html

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