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Wilson Gonzalo Cortes Puentes

Sociología de la ciencia
Universidad Nacional de Colombia, Sociología
Reseña:​ ​Pakdaman, Nasser (1996) Historia de las ideas acerca del desarrollo. En:
Solomon, Jean Jacques et. al. (Comps) Una búsqueda incierta. Ciencia, tecnología y
desarrollo, pp. 87-118. Méjico: Editorial de la Universidad de la Naciones Unidas-FCE.
Para el autor el nacimiento de la teoría del desarrollo se da después de la II Guerra Mundial y
la desintegración de los imperios coloniales, con miras a respuestas a problemas prácticos
sobre todo el en ámbito de la economía de ahí que esta disciplina tomará un lugar
predominante.
Sobre la economía del desarrollo el autor nos dice dos cosas fundamentales; en primer lugar,
su independencia de las dos escuelas hegemónicas de la disciplina, la clásica y
neoclásica/Keynesiana, debido a que uno de los problemas fundamentales del desarrollo, si
no el más importante, se relaciona con el cambio que requiere un enfoque de largo plazo y
multidisciplinario. En segundo lugar, los antecedente de las reflexiones sobre el desarrollo,
los cuales los identifica en tres.
Nos dice el autor que en el siglo xvii-xviii en Gran Bretaña ya había una teoría del desarrollo
económico, cuyo elemento más ilustrativo es ​La Riqueza de las Naciones, ​más adelante en la
historia nos sitúa en la Escuela Alemana y en el pensamiento de Marx cuyos análisis se
hicieron sobre los análisis de los cambios económicos reales, la identificación de etapas,
periodos o fases, y el desarrollo histórico. Por último, identifica que en las autoridades
coloniales estaba presente la preocupación del desarrollo de los recursos de las coloniales y
su explotación.
Por otro lado, nos dice, el enfoque colonial se identifica que hay diferencias económicas
importantes entre la situación colonial y las madres patrias (colonizadores). A partir de esta
comparación, se erige el modelo etnocentrista que se impondrá sobre todas las regiones en
situación de dominación, pero no será la única consecuencia, sino que además Occidente se
impondrá la responsabilidad de instrumentar el esquema de emulación social, política,
cultural y económica, cuya estrategia será la denominada occidentalización o más adelante la
modernización.
De modo, que el mundo colonial tenía como preocupación ¿Cómo lograr el desarrollo
económico? Para responder esto, la industrialización posó como punto central y fundamental
para el proceso de cambio en detrimento de sectores como la agricultura.
En últimas, para cerrar el apartado de los inicios de la disciplina del desarrollo económico,
nos dice el autor, son dos cosas fundamentales que se deben decir sobre ella. Primero, se creó
a partir de varios puntos de vista convergentes y todos tuvieron algún efecto sobre ella.
Segundo, su proceso de constitución se enmarcará en el período de la guerra fría.
Cuando se aborda el tema de la evolución, el autor, muestra cuatro grandes campos.
El primero de ellos se relaciona con el pensamiento económico no ortodoxo que se relaciona
con las primera formulaciones de las problemáticas del desarrollo se centran en el tema de la
formación de capital que ve como el motor fundamental para el crecimiento económico, pero
cómo lograr esa transformación, es decir, cómo ampliar el capital; por la inversión. Sigue el
texto, preguntando de dónde y cómo saldrá aquella inversión. Para la escuela no ortodoxa, las
políticas intervencionistas del Estado y la planeación económica eran las estrategias
principales para auspiciar aquella inversión.
Para los neoclásicos u ortodoxos el mercado era la fuerza principal para el desarrollo, pues la
oferta y la demanda tanto internacional como nacional habría que generar el éxito económico.
En ese sentido, el mercado fue la herramienta principal para la administración social y
económica y el objetivo principal era la integración de los mercados y el auspicio de la libre
empresa, dejando de lado la intervención del Estado.
En la perspectiva del centro-periferia, Prebisch y Singer llegaron a una misma conclusión,
esto es, que había un detrimento en los términos de intercambio para los países en desarrollo,
lo que mostraba que el comercio internacional estaba en contra de los países
subdesarrollados. Así de la mano estructuralismo se inserta un nuevo paradigma sobre el
desarrollo; la dependencia. Esto cambió radicalmente el pensamiento sobre el desarrollo,
puesto que ahora el subdesarrollo aparece como una consecuencia del sistema económico
mundial, de modo que el análisis del desarrollo requirió tener en cuenta todos los vínculos de
dependencia entre el centro industrializado y moderno y la periferia subdesarrollada y como
resultado la principal estrategia para el desarrollo de los países del Tercer Mundo era la
reestructuración del orden mundial. En las posturas radicales de la teoría de la independencia,
según el autor, hay una extensión del pensamiento de Marx en relación al subdesarrollo
concomitantemente inevitable de las leyes del desarrollo desigual inherentes al sistema
capitalista. La solución desde esta perspectiva era romper los vínculos de dependencia, es
decir, con el sistema mundo capitalista.
Por último, hace una muy breve referencia al modelo de desarrollo soviético que preconizaba
un tipo de desarrollo no capitalista. En este enfoque, según el autor, se debía eliminar las
fuerzas proimperialistas, realizar una reforma agraria radical y desarrollar una base material
para la estructuración de una sociedad socialista.
Luego de este recuento, el autor nos muestra tres conclusiones que pueden generarse del
análisis histórico de la teoría del desarrollo. En primer lugar, el desarrollo no siempre se dio y
al contrario creo desastres políticos. Segundo, la verificación de que no hay una herramienta
mágica y mecánica. Por último, el desarrollo no se refleja con exactitud en las estadísticas de
las cuentas nacionales.
A partir del reconocimiento de estas tres conclusiones, el campo de estudio de la economía
del desarrollo tuvo una ampliación importante donde se hace más énfasis en otros focos de
atención como programas para empleo, redistribución con crecimiento, valoración del sector
informal como motor para nuevos tipos de desarrollo y la lucha contra la pobreza, entre otros.
La visión que sale de esto es la de entender que es necesario un esfuerzo por entender el
desarrollo como un proceso complejo y multifacético.
En cuanto a la revaluación de la disciplina que se hace en el texto a partir de 5 autores
diferentes, podemos apreciar que hay dos posturas. En un lado, quienes preconizan la
decadencia del desarrollo como teoría y disciplina a partir de su fragmentación y poca
utilidad en la práctica, mientras que de otro lado, tenemos quienes se muestran positivos
frente a los resultados de la disciplina sin dejar de lado sus limitantes, aquellos abogan por
nuevas definiciones, enfoques y preguntas sobre el desarrollo.
En conclusión, se puede decir que la vida de la disciplina no ha caducado, antes bien se ha
venido reformando, pues el desarrollo se erige como un tema de suma importancia para la
economía al reflexionar sobre el cambio, el cual es un proceso largo y lento. También se deja
de lado la visión tercermundista, teniendo conciencia que el tema del desarrollo es de
importancia en un contexto de una gran diversidad de países y regiones en el orden global.
Por último, en el desarrollo la dimensión política es de suma importancia y la anexión de una
postura de este ámbito exige la crítica constante de los que teorizan y piensan sobre el
desarrollo para no llegar a convertirse una disciplina defensora de un statu quo.
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En cuanto a comentarios tendría unos cuantos.
Lo primero es que me parece interesante el surgimiento de una disciplina sobre algo que ya se
había pensado antes de múltiples formas, pues la preocupación del cambio no sólo se puede
encontrar en Smith, sino también en otro lugares. Por ejemplo, en la Nueva Granada de
finales del siglo xviii la principal preocupación de los ilustrados era cómo poder transformar
la realidad económica precaria de las tierras neogranadina y tomaban una postura muy
cercana a los ortodoxos cuando proclamaban la necesidad de la integración del mercado pero
se alejaba en cuanto se pensaba en la intromisión estatal, por otro lado, la agricultura pasó a
ser un ámbito de gran importancia. En fin, lo que quiero decir es que el problema del cambio
económico y social se pensó tanto en los centros industriales y de poder como en sus
“periferias”.
Esta lectura creo que hace referencia a una de las caras de la teoría del desarrollo, su
desarrollo teórico, otra cara sería lo discursivo y uso político social como lo muestra Arturo
Escobar, de modo que esto nos plantea la línea no muy definida entre ideología y ciencia, y el
carácter eurocéntrico es tema central en las dos caras.
Por último, creo que lo que muestra Anderson (1980) sobre el papel de la ciencia y la
tecnología debe tenerse muy en cuenta porque parece que en una parte de las teorías del
desarrollo está implícito este elemento, por ejemplo en los que abogan por la
industrialización. A pesar de esto el análisis sobre este elemento es muy poco, de modo que
se le quita importancia al papel transformador de la ciencia y la tecnología y también su papel
en las condiciones de inequidad entre centros y periferias. [*dato curioso; los ilustrados
neogranadinos le daban un papel central a la ciencia como medio para transformar su
entorno.]

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