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BACKSTORY

Singford es un pueblo pequeño, pero no tanto como el que más. Sus habitantes son los suficientes
como para que no todos se conozcan entre ellos, pero tampoco son tantos como para tener a más
de un curandero o un sacerdote. Incluso, sólo existe una posada en este lugar, justo en la
encrucijada de los caminos al medio del pueblo. Políticamente, este pueblo pertenece a la Marca
de Dakon, en la frontera sur de las tierras de los ríos. Es administrado por un alcalde bastante
querido por su gente, y dispone de una guarnición mínima para mantener el orden. No tiene
estructuras defensivas como muros, pero posee un pórtico en ambas entradas (sur y este) con
torres de vigía. Al norte del pueblo, se extiende un inmenso bosque denominado comúnmente
como el Bosque de Singford. En sus interiores inmediatos trabajan leñadores, más adentro
cazadores, y aún más profundo, aunque sin acercarse al centro, mineros de unas cuantas minas de
carbón.

Hace 20 años atrás, sucedió algo importante en este pueblo, al menos para sus habitantes. Tanto
así que cambiaría el ánimo de muchos de ellos, e incluso haría mella en su economía.

De un momento a otro, los mineros comenzaron a rumorear sobre avistamientos de sombras que
se movían o desaparecían en la oscuridad del bosque, pero la mayoría sólo pensaba que eran
simples historias para asustar a los más nuevos. Hasta que un día, desapareció uno de los mineros
y nunca más se supo de él. Un par de semanas después, un hombre juró haber visto a un ser
humanoide de piel pálida y semi desnudo alimentarse del cuerpo de un venado como si se tratase
de un animal, aunque muchos ya estaban comenzando a preocuparse antes de eso. Luego, hubo
más desapariciones, e incluso comenzaron a sonar cuentos de personas que habían visto a alguno
de los desaparecidos vagar entre las sombras de la espesura del bosque, perdidos, ensimismados.

Un par de meses desde el inicio de esto encontraron al capataz de una mina muerto, con claras
muestras de que había sido medio devorado por algún animal. Y entonces las personas se
comenzaron a alejar del pueblo. Las minas se cerraron, los cazadores no se adentraban mucho,
aunque escasearan presas, e incluso los leñadores decidieron moverse a los límites del bosque.

De forma indirecta, los curanderos del pueblo se vieron afectados. Saul Weiss y su esposa, Irithiel,
eran un matrimonio que conocía todo el mundo. Eran amables con la gente, expertos en
herbología, alquimia y magia de abjuración. Y claro, él era un humano y ella una alto elfa.

Muchas de sus materias primas eran productos que se encontraban en lo profundo del bosque,
pero aún así lograron crear un invernadero con la mayoría de las especies, exceptuando las más
raras.

Los años pasaron y las gentes comenzaron a acostumbrarse a no ir al bosque, o a callar al respecto
de lo que había pasado antaño. Las desapariciones habían terminado, pero las personas sentían
que la oscuridad que se cernió sobre la espesura no se había ido.

Hace aproximadamente ocho años, la hija menor del matrimonio de curanderos, Sarah, enfermó
gravemente de una enfermedad que tenía pocos registros. Los ingredientes comunes no servían
para tratarla, sólo para disminuir sus síntomas, y aún así el sufrimiento de la pequeña de tan solo
once años era grave. Para peor, su padre terminó contagiándose de la misma enfermedad. Irithiel,
desesperada por la grave situación, decidió adentrarse al bosque para buscar unas hierbas
específicas que podrían ayudar. Logró encontrarlas, pero desafortunadamente se topó con una
criatura extraña. Pálida, con forma humanoide, grandes y abundantes dientes y garras y
movimientos erráticos, una especie de no-muerto vampírico la atacó. Irithiel logró zafarse y huir
de la criatura, pero ésta la alcanzó a morder en un hombro, arrancándole un pequeño pedazo de
carne. La curandera volvió al pueblo, se recompuso rápidamente y comenzó a trabajar en la
medicina para su pequeña hija y esposo, quienes terminaron mejorando.

Sin embargo, Irithiel fue contagiada por la mordida de la criatura de una enfermedad que nunca
había visto ni ella ni su marido. Con el rápido pasar de los días fue palideciendo, perdiendo la
movilidad de sus extremidades para finalmente terminar postrada en su cama. Sus rasgos feéricos
se fueron desvaneciendo, comenzó a envejecer a un paso extraordinario y finalmente terminó
perdiendo la cordura, entrando en un estado senil, ante la impotencia de Weiss.

Hoy en día aún está viva, postrada en su dormitorio, bajo los atentos cuidados de Sarah y su
esposo, quien ha intentado de todo para curarla. Y lo sigue intentando, investigando todo lo que
puede. Todo menos el bosque, ya que está atemorizado a lo que sea que habita en él.

Hace relativamente poco, Saul Weiss encontró unas escrituras antiguas, de una especie de culto
olvidado llamado La Guardia de la Sombra, donde había un estudio extenso sobre la creación de
una panacea que podría curar cualquier enfermedad, e incluso prolongar la vida de quien la
consume. El problema es que requiere de ingredientes exóticos que ha estado juntando, pero uno
de estos y el último que le hace falta es un hongo azul con manchas púrpuras que crece sólo a los
pies de las colinas de la espesura, en lo más profundo del bosque de Singford. Por suerte, cerca
anda un grupo de jóvenes aventureros que han adquirido fama recientemente, llamados Los
Vigilantes de Vadalis.

PERSONAJES
Saul Weiss : Humano, 62 años. Alquimista, curandero y de amplios conocimientos
arcanos. Padre de dos hijos. Lleva años buscando una cura para el mal que aqueja a su esposa, y
cree haber encontrado una cura definitiva, pero necesita que alguien tenga el valor de adentrarse
en el bosque de Singford. Está dispuesto a gastar todo su dinero con tal de lograr salvar a Irithiel.

Irithiel : Alto elfa, 48 años. Herborista y curandera, esposa de Saul Weiss. Posee
una enfermedad extraña que no tiene cura hasta el momento. Perdió su cordura hace meses, y ha
perdido varios de sus rasgos feéricos, como por ejemplo su larga juventud.

Simon Weiss : Medio elfo, 28 años. Hijo mayor de los Weiss. Joven, altanero y fuerte,
lidera un grupo de gamberros que constantemente están molestando el orden de Singford.
Detesta a las personas comunes ya que las cree inferiores, y está interesado en los conocimientos
de su padre, ya que cree que podrían darle un beneficio personal que lo ayude a imponerse sobre
los demás.

Sarah Weiss : Media elfa, 19 años. Hija menor de los Weiss. Joven hermosa y simpática,
aunque de temperamento fácil, sobre todo a causa de su hermano. Intenta ser amable y ayudar a
los que lo necesiten, principalmente a los ancianos o enfermos que trata su padre. Trabaja como
mesera en la posada y está enamorada de Fahim Qassat, un joven huérfano que llegó con su
hermano menor hace diez años al pueblo y que trabaja en una granja cercana.

Fahim Qassat : Humano, 21 años. Huérfano. Joven y de mirada triste. Llegó a Singford
con su hermano Tamir hace poco más de diez años en una caravana, buscando un lugar tranquilo
donde vivir y poder trabajar. Cuida mucho de su hermano y trabaja arduamente en una granja
cercana para poder mantenerlo con comodidades. Está enamorado de Sarah Weiss, pero es muy
tímido para declararse.

Aohd : Bosmer, 36 años. Amigo de Simon Weiss. En su grupo, es la mano


derecha de Simon. Está encaprichado de Sarah y la acosa constantemente. Siente celos de Fahim
Qassat, por lo que lo amenaza con hacerle daño a Tamir. Lo coacciona para que éste vaya al
bosque a buscar los hongos que necesita el Alquimista. Si vuelve con ellos, dejaría a Tamir a salvo y
cobraría el dinero. Y si no vuelve, mejor para Aodh…

Helma Fingerprint : Halfling, 55 años. Amable, dulzona. Dueña y atendedora de la posada Las
Uvas Borrachas. Mediana soltera y sin intenciones de formar una relación que sueña con que su
vino llegue a ser uno de los mejores de Maronus. Su vino es horrendo, pero su pan de aceitunas
con chicharrones es el mejor que han comido muchos.

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