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Con bastante lentitud, resurge el interés por la lengua de signos en todo el mundo. En
1988 es cuando el Parlamento Europeo, reconoce oficialmente la lengua de signos y
adopta proyectos bilingües en países nórdicos, luego de más de un siglo de esfuerzos
encaminados a ese fin.
Las primeras experiencias bilingües con alumnos sordos se iniciaron en Europa con
resultados positivos en los rendimientos escolares, los que han propiciado su abordaje
en diferentes países como Estados Unidos, Brasil, Colombia, Venezuela, Uruguay,
Argentina, Chile y Cuba. La tendencia bilingüe, surge en Suecia en 1983.
Lenguaje visual
El lenguaje de signos es un lenguaje visual y, al igual que las lenguas habladas, cuenta
con diferentes lenguas nacionales y dialectos regionales. Durante los años 50 y 60 se
descubrió que el lenguaje de señas americano (ASL, por sus siglas en inglés) tenía su
propia gramática y prácticamente se comportaba como cualquier otra lengua hablada. El
lenguaje de signos alemán (DGS) (en alemán) fue reconocido legalmente por la
Asociación Alemana de Sordos (DGS, por sus siglas en alemán) como una lengua
distinta.
A través del lenguaje de signos, los niños sordos cuentan con un lenguaje básico que
pueden aprender de manera tan natural como los niños sin deficiencias auditivas
aprenden una lengua. Tras dominar el lenguaje de signos, cuentan con una base
lingüística que les permite aprender la lengua hablada.
La metodología verbotonal (verbo, del latín ''habla''; tonal ''recurrir al tono como
elemento auxiliador en la corrección de sonidos), en pocas palabras, es un modelo de
corrección o aprendizaje fonético que tiene como objetivo general la adquisición
inconsciente del sistema fónico de una lengua, pudiendo centrar la labor del método en
la corrección de sonidos o dando prioridad a los fenómenos prosódicos: acentuación,
ritmo y entonación.
La música posee un papel clave desde la educación infantil como medio para conseguir
el equilibrio biopsicosocial del pequeño. Con la metodología verbotonal se consigue no
excluir al niño que tiene algún déficit auditivo. Al contrario, le son enormemente
beneficiosos ya que se trabajan elementos de la música en las palabras como el ritmo, el
tiempo, el acento, la intensidad, el movimiento. Los niños sordos suelen tener
problemas a la hora de aprender a cantar canciones y, por tanto, pronunciar palabras
seguidas, ya que normalmente, cuando cantamos, el aire que respiramos pasa por la
laringe en cuyo interior están las cuerdas vocales y al espirar coincide con el momento
en que se tensan estas cuerdas, produciendo un tono. Sin embargo, en los niños con
discapacidad auditiva la unión nerviosa entra la laringe y el cerebro no está
suficientemente desarrollada, por lo que la orden de tensarse las cuerdas no llega
adecuadamente. Así, lo que les facilita (a ellos y a todos los niños) el aprendizaje de
palabras y, por consiguiente, canciones, es precisamente el movimiento del cuerpo con
el que se acompaña. Se trata, en definitiva, de sentir las palabras.
El Método Verbotonal considera todos y cada uno de los "actos del lenguaje" como
"actos de comunicación". Estos actos no son sólo la mera producción fónica, sino la
puesta en práctica globalizada del lenguaje como estructura en la que intervienen no
solo los elementos típicos de la cadena de comunicación:
* Emisión--Transmisión--Percepción--Reproducción **
Bibliografía
El sistema bimodal supone la utilización simultánea del habla y de los signos. Por
tanto es una comunicación en dos modos: el oral y el manual. Esta característica
proporciona su denominación de “bimodal”. El sistema bimodal de estructura en
torno a la lengua oral, que es la que establece el orden de la frase y la sintaxis. Los
signos, que proceden en su gran mayoría de la lengua de signos, se expresan al
mismo tiempo que las palabras, por lo que se produce un único mensaje en dos
modos de comunicación.
Enfoque bilingüe