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Historia

En la educación de las personas sordas, desde la antigüedad, se han producido cambios


significativos a favor de su desarrollo, pero mediante un proceso lento, por la propia
incomprensión de su génesis, al no reconocer la diversidad cultural como una realidad
ineludible. Es a partir de la década de 1980 que se inician proyectos bilingües, por la
fuerza de la tendencia oralista, inaugurada en 1880, en Milán, Italia.

Con bastante lentitud, resurge el interés por la lengua de signos en todo el mundo. En
1988 es cuando el Parlamento Europeo, reconoce oficialmente la lengua de signos y
adopta proyectos bilingües en países nórdicos, luego de más de un siglo de esfuerzos
encaminados a ese fin.

Las primeras experiencias bilingües con alumnos sordos se iniciaron en Europa con
resultados positivos en los rendimientos escolares, los que han propiciado su abordaje
en diferentes países como Estados Unidos, Brasil, Colombia, Venezuela, Uruguay,
Argentina, Chile y Cuba. La tendencia bilingüe, surge en Suecia en 1983.

Lenguaje visual

El lenguaje de signos es un lenguaje visual y, al igual que las lenguas habladas, cuenta
con diferentes lenguas nacionales y dialectos regionales. Durante los años 50 y 60 se
descubrió que el lenguaje de señas americano (ASL, por sus siglas en inglés) tenía su
propia gramática y prácticamente se comportaba como cualquier otra lengua hablada. El
lenguaje de signos alemán (DGS) (en alemán) fue reconocido legalmente por la
Asociación Alemana de Sordos (DGS, por sus siglas en alemán) como una lengua
distinta.

A través del lenguaje de signos, los niños sordos cuentan con un lenguaje básico que
pueden aprender de manera tan natural como los niños sin deficiencias auditivas
aprenden una lengua. Tras dominar el lenguaje de signos, cuentan con una base
lingüística que les permite aprender la lengua hablada.
La metodología verbotonal (verbo, del latín ''habla''; tonal ''recurrir al tono como
elemento auxiliador en la corrección de sonidos), en pocas palabras, es un modelo de
corrección o aprendizaje fonético que tiene como objetivo general la adquisición
inconsciente del sistema fónico de una lengua, pudiendo centrar la labor del método en
la corrección de sonidos o dando prioridad a los fenómenos prosódicos: acentuación,
ritmo y entonación.

La música posee un papel clave desde la educación infantil como medio para conseguir
el equilibrio biopsicosocial del pequeño. Con la metodología verbotonal se consigue no
excluir al niño que tiene algún déficit auditivo. Al contrario, le son enormemente
beneficiosos ya que se trabajan elementos de la música en las palabras como el ritmo, el
tiempo, el acento, la intensidad, el movimiento. Los niños sordos suelen tener
problemas a la hora de aprender a cantar canciones y, por tanto, pronunciar palabras
seguidas, ya que normalmente, cuando cantamos, el aire que respiramos pasa por la
laringe en cuyo interior están las cuerdas vocales y al espirar coincide con el momento
en que se tensan estas cuerdas, produciendo un tono. Sin embargo, en los niños con
discapacidad auditiva la unión nerviosa entra la laringe y el cerebro no está
suficientemente desarrollada, por lo que la orden de tensarse las cuerdas no llega
adecuadamente. Así, lo que les facilita (a ellos y a todos los niños) el aprendizaje de
palabras y, por consiguiente, canciones, es precisamente el movimiento del cuerpo con
el que se acompaña. Se trata, en definitiva, de sentir las palabras.

De este modo, la palabra PARAGUAS la acompañamos con un movimiento amplio y


abierto de cuerpo al pronunciar la A, y con movimientos de encogimiento del cuerpo al
pronunciar la U, permitiendo sentir y experimentar con nuestro cuerpo de forma lúdica
y atractiva el lenguaje.

El Método Verbotonal es la aplicación del Sistema Verbotonal al ámbito de la sordera.

El Método Verbotonal considera todos y cada uno de los "actos del lenguaje" como
"actos de comunicación". Estos actos no son sólo la mera producción fónica, sino la
puesta en práctica globalizada del lenguaje como estructura en la que intervienen no
solo los elementos típicos de la cadena de comunicación:
  * Emisión--Transmisión--Percepción--Reproducción **  

Sino también los elementos que sirven de soporte al acto de la comunicación:

El cuerpo como emisor y receptor del lenguaje.


Ritmo y entonación como estructuradores del significado.
Expresividad y afectividad inherentes al lenguaje.
Tiempo y Pausa como elementos activos de la cadena fónica.
La unión que los liga a un contexto semántico definido.

Bibliografía

 Rodríguez Fleitas, Xiomara y Ligia Magdalena Sales Garrido (2006). El enfoque


cognitivo, comunicativo y sociocultural en la enseñanza del español como
segunda lengua en escolares sordos. En: El enfoque cognitivo, comunicativo y
sociocultural en la enseñanza de la lengua y la literatura. La Habana. Editorial
Pueblo y Educación.
 Rodríguez Fleitas, Xiomara, IOS Vani Hernández Torres y Rosa María
Castellanos Pérez (2007). Modelo cubano de educación bilingüe para personas
sordas. Fundamentos y actualidad en el contexto nacional e internacional. La
Habana. Órgano Editor Educación Cubana.

Sistemas de comunicación bimodal

El sistema bimodal supone la utilización simultánea del habla y de los signos. Por
tanto es una comunicación en dos modos: el oral y el manual. Esta característica
proporciona su denominación de “bimodal”. El sistema bimodal de estructura en
torno a la lengua oral, que es la que establece el orden de la frase y la sintaxis. Los
signos, que proceden en su gran mayoría de la lengua de signos, se expresan al
mismo tiempo que las palabras, por lo que se produce un único mensaje en dos
modos de comunicación.

Este sistema manual adopta varias concreciones. En Estados Unidos se han


desarrollado varios modelos que tratan de mantener un estrecho paralelismo con la
lengua oral, por lo que se han creado de forma artificial signos para expresar
aspectos morfosintácticos: plurales, desinencias verbales, conjunciones, etc. La
dactilología se utiliza normalmente, especialmente para palabras nuevas, nombres
propios y palabras sin equivalencia en la lengua de signos. En la mayoría de los
países europeos los signos siguen el orden del lenguaje oral pero se ignoran los
cambios morfológicos.
Estas variaciones apuntan a la existencia de distintos sistemas bimodales en función
de su correspondencia con la estructura de la lengua oral. Las ventajas educativas de
su utilización están en su mayor facilidad para el aprendizaje por parte de las
personas oyentes junto con su mayor ajuste al lenguaje oral. El inconveniente
principal se sitúa en su artificialidad, ya que el modo signado no constituye una
lengua.

Enfoque bilingüe

El valor de la lengua de signos y su utilización por la comunidad sorda han


conducido a reforzar una opción comunicativa con los niños sordos: el bilingüismo.
La comunicación bilingüe supone utilizar dos lenguas con las personas sordas: la
lengua de signos y la lengua oral. Este enfoque bilingüe puede tener dos
alternativas: el bilingüismo sucesivo, en el que primero se utiliza la lengua de signos
y después, a los 6-7 años, la lengua oral, y el bilingüismo simultáneo, en el que
ambas lenguas se emplean desde el comienzo de la comunicación con el niño sordo.

Dos razones principales se señalan en defensa del enfoque en la comunicación con


los niños sordos profundos. En primer lugar, el hecho de que la lengua de signos sea
un sistema lingüístico estructurado, con una coherencia interna y un sistema de
reglas capaz de producir todo tipo de expresiones y significados. En segundo lugar,
a presencia de una comunidad de personas sordas que utilizan la lengua de signos
como una lengua propia. Sus dificultades se encuentran sobre todo en la práctica:
formación de padres y profesores, e incorporación de personas sordas expertas en
lengua de signos en las escuelas.

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