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Eduardo
Doctor en '·'º''rn,rnow
Profesor Tttulc¡r Regular y Director de la Carrera de Especialización en ía Clí11ica )' 'limipia Cógniiiva, Facultad de Psicología,
Unive,-::;iclad de ]Juenc.
Presíde¡¡te de la Asociación Argeniii' c~pia Cognitiva
E-mail: ekeegan@lpsi.
lnh·oducdon
¡ Todos los tratamientos cognitivo-conductuales están
La cues96n de la salud mental es un tem<t que ha
concitado arduos debates. Existen teóricos (1) que inclu- basados en modelos psicopatológicos que son sometidos
so postulan 1;que los trastornos mentales nci existen o que a la p:meba empírica, ya .sea en la clínica o en el labora-·
al menos mj1chos de ellos no son más que efectos del dis- torio, Algunos de estos modelos son transdiagnósticos
curso (2). L9s modelos cognitivo-conductuale~ suscriben (5), intentando organizar' f~ psicopatología en ténnirios
utia visión 9iopsicosocial de la patología mental y sí bien de prilncipios' mecanisn:i~s compartidos 'más qu~ en
suelen: utili¡-:ar el lenguaje de los sistemas di¡ig~ósticos términos dé! si · s y síntciri:ias. Por ejemplo, el mode-
operativos psM (3) y CIE (4) por razones pragmáticas, cte• los trastornos alírnen tarios puede
son bastant~ críticos respecto de su validez.' - ' ., 'óstica que c.aracteri~a el curso
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J
]Resumen
Este artículo.: provee una visión sucinta de la ~oncepción de la sall1d mental sostenida por el paracligma cogrütivo-conductual. !'ara aJ-
gm1os de lo~ modelos de este paradigma, el sufri1niento 'hurrrano es ubicuo y en gran medida inevitable. Por lo tanto, padecimiento no
puede sei; equiparado linealmente c<m patología. La safod Iflental consiste en actuar en pos de nuestras metas valoradas, más allá de las
emociones y pensamientos negativos que esto pueda Sf1scitar, Se describen algunos fenómenos cognitivos y metacognitivos característica-
mente asocü,1dos con la psicopatologia, así como algunos prtrn:ipios a.cerca de la normalidad tanto de la expe1iencia emocional como de
la conducta. 'se establece una diferencia entre las consultas motivad~s por trastornos m\'ntales y a,que!fas motivadas po,r ctisis vitales o por
el desanollo 'personal. Por último, se analizan las conqiciones eri las que resu!La deseable y necesaria la realización de un tratamiento.
I'alaln·as cJave: Salud mental - Modelos cognitivo-con<:fuctuales - Psicopatología.
Sn.mmary
This paper presents a succinct overvie"'. of üi,~ coq¡;eption of rnent.al health,heÍd 't1y the cogrütive-behavioral paradigm. For s
tbese models, human suffering is ubiquitiol)S and. largely ~¡rnvoidable. Therefore, :;uffering canno.t be linearly equated to patl;o
Mental health implies acting towards acl¡ieving our valued goals, despite the negative emotions and thoughts tbat this may activate.
The paper describes sorne cognitive and n¡etacogniüve phenomena characteristically associated to psychopathology, as well as sorne
principies W·establish the normalcy of poth emotional exp¡;;¡ienf::e and behavíor..It e,¡:\abHshe:¡ a diffe~ence between consultations mo-
tivated by níental dísorders arici these Ínotivated by life crises and by a desire of achíeving.'persohal growth. Jiinally, the paper analyzes
the conditíon~ in which impfomentíng tr~atment ís,desirable and necessary ·
Key words: Mental bealth - Cognitive-behavioral models Psychopathology
d~l los trastornos alimentarlos, y ba sei:vlck) para de~,;arro ciisflmcional y dgida. La rigidez en la convicción se toma
llar un tratamiento que se demuestra eficaz. en toda la. problen1ática porque es contratia a las metas del paciente
alimentarla. y por fo .falta de consenso que esa tiene, En las
Sl hemos de pwv<~er tWH deflnidón de la salud pm.,sorn1s con sín l:omas psicóticos, por las crnendas
decir que una persona es saludable cuan·, idiosJ.ncr:áticas a causar malestar no tanto por su
cabo las cund•.Kl:itS necesarias para alean· c:ont:eniclo, sino más bien por el lu,cho ele no ser compar ..
zar sus metas, viviendo de acuerdo con sus valoi:es, más allá tidas pm otros miembros de su conpmida(i. En efecto, es
de la experiencia de emociones ncga1lvas en ese próceso. el malestar asociado con esa idea lo que determina en gran
Esto slgnífü:a que la angusti<t, );1 iri1, el aburrimiento o la medida si es¡¡ persona va a sei: un caso de p.sicosis o sirn·
vergüenzil no inhiben a la pt:rsom1 en Ja ímplernentación plemente alguien con ideas inusuales. El tratamiento ele la
de las accicm<']s que pueden concli ictrla a eso que ha defmJ .. psicosis no apunta tanto a la modificación del contenido de
do como su meta. Las personas co:1 t:rastorno de ansiedad esas ideas, sino a la reducción del malestar asociado a ellas,
social, por ejemplo, anhelan rel<icíonarse con otr21s per~onas algo que ~e logra modificando la relación del paciente con
de su entorno, pero al dax por descontado que serán criti·· esas experiencias mentales (10).
cados y/o humillados, evitan Ja intencción como Jvlás allá ele los uno de los de
orientada a la vergfü~nza y Ja an¡;ustia gue, están con- ~·"'"'"·''JH,c". los primeros rnodelos cognitivos allá por la
vencidos, de tal experiencia. df~cada del 60 (9, 11), está la cuestión central de los procesos
Algunos modelos cognitivo-conductuales más radica· cognitivos. O, para decirlo de modo más sencillo, de cómo
le:; (6) plantean que el modelo dd síndrome tornado de la usa la 1nente una persona determinada. El neuroticismo,
medicina es inadecuado jrnr.a el carnpo de la salud mental.· como rasgo ele pefs,onalidad, está asoci~do a mayor expe-
Las altísimas ~asas de prevalencia ·:k fa depresión, pbr,ejern .. ríerida c1e«m1ocion'es negativas, pei·o tah:iblén al predomi .. ·
plo, irKlicaríap c1u~ el sufrLniento hum'.ino c:s llb,icuo y no nio ele fenórnenos cognitivos disfuncionales tales como la
debena ser c:oncd1tdo CélHH) llna (;xcepoón patologica. nnniación y b preocupación (12). En efecto, rnientTas que
Es el mód:o de relaciorwrs<'. con ese sufnmientc) Jo gue J;1s p2rsonas irnpulsivas se destacan por una problemática
haría la clifer~nda respecto ck: n uesl:ra sal u.el ment~L" Hay falta ele reflexión antes ele actuar (13), por un déficit cogniti..
una vieja ora,ción que ruega a Dios nos conceda l¡i 'Sere·· vo, las personas que puntúan alto en neuroticismo, se carac-
nidad para a¿eptar las cosas que no podernos cambiar, el teriza.n por usar la mente para cavilar sobre errores pasados
valor para cambiar aquellas c¡ue sí podemo~; cambiar y la o sobre amenazas futuras. Estos estilos cognitivos negativos
sabidmla para conocer la diferencia. Aceptación y cambio son representan una vulnerabílldad a la' depresión (14). Para
ele hecho los ::ios grandes principios que animan a las tera· algunos modelo,> (6) es la capacidad simbólica del ser huma-
pias cogni!ivo-concluctuales. Las personas saludables, saben no, su posesión de lenguaje, Jo que expaúcle enor~emente
que no deberi luchar contra el sufrin1iento normativo· si no su capaclclacl de sufrirhlento, porque crea la posibilidad de
desean increrüentarlo (por ejemplo, soportando el malestar sufrir por algo que ~10 está en la experiencia a la vez que
derivado ele: la pérdida de una rdación o la muerte d.~.ui) ser ínflexlbiliz.a nuestra percepción ele la realidad.
querido). Eso no significa, sin ernbargo, que no po'da'mos La salud mental requiere un adecuado foco, en el presen-
investigar las en1ocior¡es positivas, y Jq~ modos ~aludar~11:s t,e ($), e!!- l~ ~xp~riencia ~al co,qi~ se no~ presenta. rramblén
para ptommierlas, tal corúo lo hace de~de h~te ün :par 'd~' induye· la capacid.ad de ver a nuestros' eventos mentales •
décadas Ja psicología positiva, un c:axnpo disciplinar ciue se cogniciones, c~mociones- como simples manifestaciones
originó en gran medida en el contexto de la inve:;tigación psicológicas, sin confundirlos con realidades. No ppdemos
de la génesis de la depresión desde modelos cognltiv05 (7). comprender la reajidacl sir10 por medio de nuestra cogni-
Una vieja idep del campo cognitivo sostién~ que no son los ci\)rr'. p~r? ~101,~1~\=rn?s,,~opfupdii;, pc¡r ello, Ja realidad con
hecho:; negativos en sí los que producen nuestra tristeza o la r,epresentac10n mental que de ella nos hacernos (jiL5ión
desánimo, sino el modo en que los procesamos. El. modo cos11Wva) (6).
en que reaccibnarnos ante nuestra experiencia es, pues, tan Nuestras creencias acerca del funcionamiento men-
importante como la experiencia misma. tal, o sea, nuestra metacognición, sori muy importantes
El sufrimiento humano no está necesariamente re!a .. pará r1uestra salup mental (15). El paradigma cognitivo-
cionado con procesos biológicos o psicológicos aberran- coridúcfüal l'íizo lína. gran' contribuciót\. teórico,técniéa
tes. Para el paradigma cognitivo·conductual gran parte del cuando demostró que las intrusiones experimentadas
sufrimiento humano es producto de consecuencias proble- por las personas afectadas por trastorno obsesivo-coro~;
máticas de procesos psicológicos usuales, nonnales. Existe pulsivQ no son distintas de las que .experimentan todos
consenso paradigmático en conceptuar a ¡a cognición, la los seres hun:iíjnos (16). Lo que pace la dif(;!re~1cia es lo
emoción y la conducta como l1es sistemas interdependlen- que las personas con TOC creen acerca ele tener esas
tes (8). Nuestras reacciones ante los eventos, funcionales o intrusiones. Sobrestiman tanto su importancia como
problemáticas, tendrán manifestaciones cognitivas, emo- su s.ignifícación personal. Además, creen que no sólo e~*',
cionales y conductuales solidarias entre sL En aras de la cla- posible controlar sus pensamientos, sino que es tambiéri'.
ridad, sin en1bargo 1 voy a reseñar qué serian manifestacio- deseable hacerlo. Estos intentos van acompafiados de
nes de salud en cada uno de esos sisternas. fracasos, los que, a su' vez, son interpretados como sefia-· ",
Desde el punto de vista cognitivo, Ja salud mental se les ~:le gue algo está andando muy mal. Esto incrementa
asocia con la flexibilidad cognitiva. Beck (9) planteó que la el sufrimiento y hace que redoblen los intentos ele con-
cognición patológica se caracteriza por ser idiosincrát:ica, trol, agravandoel cuadro (1 '7).
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