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Estudios

Ciudades y metáforas: sobre el concepto


de resiliencia urbana
Ricardo MÉNDEZ
Instituto de Economía, Geografía y Demografía
Centro de Ciencias Humanas y Sociales CSIC

RESUMEN: La resiliencia urbana surge ahora como un concepto emergente, desarro-


llado principalmente en los ámbitos de la psicología o la ecología, para describir y
explicar por qué algunas ciudades que padecieron un agudo declive consiguen revi-
talizar su economía, regenerar su tejido social y renovar sus espacios deteriorados,
mientras otras muchas no encuentran cómo lograrlo. Este artículo de carácter teórico
propone una revisión crítica y un análisis de la resiliencia urbana, que incluye sus
características, mecanismos y claves explicativas desde la perspectiva de la geografía
relacional y neoinstitucional, así como sus implicaciones para las políticas públicas.
Finaliza con una reflexión sobre su contribución a una mejor comprensión de la des-
igual capacidad mostrada por las ciudades para enfrentarse a las crisis.

DESCRIPTORES: Resiliencia urbana. Ciudad resiliente. Declive urbano. Geografía rela-


cional. Neo-institucionalismo.

«El relato de nuestra historia nos remite al bios múltiples el recurso a la metáfora y la pro-
pasado para explicar el presente, pero nunca puesta de una nueva terminología se han con-
cierra el futuro.» vertido en un rasgo característico de la
investigación reciente.
A. FORÉS & J. GRANÉ (2008).
Definidas ya por Aristóteles en su Poética
como «la aplicación a una cosa de un nombre
1. Introducción que es propio de otra», las metáforas constitu-
yen un recurso retórico que impregna nuestra

L
as ciudades europeas se enfrentan en las vida cotidiana y nuestra experiencia del mun-
últimas décadas a una serie de transfor- do. Pero también son muchos los autores que
maciones profundas que han modificado han destacado su importancia en el avance y
con rapidez su estructura y fisonomía internas, la transmisión del conocimiento científico a tra-
su funcionalidad y su dinamismo. En el intento vés del razonamiento analógico, aunque no
de definir y, en su caso, interpretar esos cam- sean menores las críticas realizadas desde

Recibido: 15.03.2011; Revisado: 14.06.2011 El autor agradece a los evaluadores anónimos del manus-
e-mail: ricardo.mendez@cchs.csic.es crito original sus útiles comentarios y sugerencias

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planteamientos positivistas. En el ámbito de cúa bien a las características y funcionamiento


las ciencias sociales, la traslación terminológi- de la realidad aludida, tendrá escaso valor y no
ca entre disciplinas alcanza especial importan- será sino una moda pasajera más. En cambio,
cia y está en el origen de un largo debate entre si la analogía consigue describir e interpretar
quienes lo consideran una fuente de confusión de forma adecuada un determinado proceso,
más guiada por la moda que por la búsqueda justificará su uso e incluso puede orientar nue-
de precisión, frente a quienes señalan su utili- vas investigaciones (BUSTOS, 2000).
dad para abordar fenómenos poco familiares a
partir de conceptos ya desarrollados, desta- Con ese objetivo esencialmente exploratorio,
cando también el potencial asociado a esas el texto propone una reflexión teórica sobre la
temáticas híbridas. resiliencia urbana, que se estructura en una
serie de pasos sucesivos. En el siguiente apar-
El ámbito de los estudios territoriales es procli- tado se aborda el concepto de resiliencia y sus
ve a: significados en diversas disciplinas. Se centra
luego la atención en la aún escasa bibliografía
«entusiastas pero a menudo superficiales inten- reciente que lo aplica a escala urbana, inten-
tos de incorporar planteamientos procedentes de tando precisar los principales rasgos que de-
ciencias sociales próximas» (HASSINK, 2010:55). berían definir a una ciudad resiliente. Debatida
su caracterización, la mayor atención se dedi-
y, en concreto, los dedicados a las ciudades ca a comprender las razones de la desigual
han conocido en años recientes una prolifera- capacidad mostrada por las ciudades para al-
ción sin precedentes de todo tipo de metáfo- canzarla, comenzando por recordar algunos
ras, muy presentes en la bibliografía interna- de los argumentos utilizados en disciplinas
cional. Así ocurre, por ejemplo, con los donde el concepto ha sido más trabajado,
calificativos de ciudades globales (global ci- base para abordar una propuesta interpretativa
ties) para aquellas que dirigen el proceso de coherente con algunos de los enfoques actua-
mundialización, ciudades inteligentes (intelli- les en los estudios urbanos, al tiempo que se
gent cities), creativas (creative cities) o que revisan otros de forma crítica. El artículo finali-
aprenden (learning cities) para aquellas mejor za con unas conclusiones sobre sus potencia-
adaptadas a la denominada sociedad del co- lidades y limitaciones para orientar un progra-
nocimiento, ciudades que se contraen (shrin- ma de investigación relevante.
king cities) para las que padecen un agudo
declive, ciudades duales y fractales (dual ci-
ties, fractal cities) para destacar su creciente 2. Sobre los orígenes
segmentación socio-espacial interna, etc. No del concepto y los rasgos
puede negarse que, en algunos casos, estos
neologismos suponen una aportación para de- característicos de la resiliencia
finir fenómenos recientes, pero tampoco que
en su proliferación parece primar la búsqueda La resiliencia es un concepto polivalente que
de una imagen de marca que permita una me- se ha difundido durante las últimas décadas en
jor diferenciación en el competitivo mundo aca- diferentes ciencias sociales y ambientales para
démico, con el riesgo de confusión que supone alcanzar también ahora a los estudios urbanos
dotarles de diferentes significados según el y regionales. Muestra con ello un carácter
ámbito de aplicación o el autor. transdisciplinar que permite reconsiderar la
evolución de las ciudades desde una nueva
El concepto de ciudades resilientes (resilient perspectiva. Su posible inclusión entre los que
cities) constituye una metáfora emergente para MARKUSEN (1999) calificó como conceptos bo-
describir e interpretar la capacidad mostrada rrosos (fuzzy concepts) no afecta su capacidad
por algunas para enfrentar adversidades, ori- evocadora, al referirse a fenómenos bien co-
gen de graves impactos que cuestionaron su nocidos en diversos ámbitos de investigación,
futuro, consiguiendo recuperarse y continuar su pero sí aconseja una reflexión previa sobre
proceso de desarrollo. Aunque el uso abusivo sus posibles significados frente a su simple
de términos pretendidamente innovadores aceptación acrítica.
aconseja cierta prevención inicial respecto a la
resiliencia urbana como objeto de investiga- En su acepción originaria, dentro del ámbito de
ción, ninguna metáfora es válida o inválida en la física de materiales, resiliencia significa la
sí misma, sino que lo será en función de su capacidad de un material elástico que recibe un
capacidad para representar de modo adecuado impacto «para absorber y almacenar energía
lo que se pretende y sugerir vías de interpreta- de deformación» sin llegar a romperse y recu-
ción. En tal sentido, si su utilización no se ade- perando luego su estructura y forma originales,

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tal como la define el Diccionario de la Real Aca- o dificultar respuestas de adaptación positiva.
demia Española. Difundido el concepto a los No se trata, pues, de un rasgo personal o una
estudios sobre ecología a partir del trabajo pio- cualidad inherente y permanente, sino que exi-
nero de HOLLING (1973), identifica la capacidad ge un trabajo consciente para movilizar deter-
de ciertos sistemas ambientales y organismos minados recursos, tomar decisiones y empren-
para ser menos vulnerables, o para resistir y der acciones que no siempre se verán
responder a condiciones especialmente adver- acompañadas por el éxito. Sin negar, por tanto,
sas (DAUPHINÉ & PROVITOLO, 2007). la influencia a veces muy presionante de las
condiciones externas, se constata que existe
Su posterior traslación a lo que Folke calificó cierta capacidad personal que diferencia el tipo
como una nueva perspectiva para el análisis de de respuesta, por lo que se trata de un enfoque
sistemas socio-ecológicos (WALKER & al., 2004; que «está más próximo a modelos dinámicos e
FOLKE, 2006) incorporó la idea de resiliencia interactivos del desarrollo que a modelos unidi-
social, definida por ADGER (2000: 347) como reccionales» (URIARTE, 2005: 61).
«la capacidad de las comunidades para resistir
shocks externos a su infraestructura social». La segunda es precisar que resiliencia es algo
Algunas de estas interpretaciones han llegado más que resistencia, pues supone reconstruir
a plantear que numerosos sistemas tienden a el rumbo a partir de una ruptura sin la preten-
evolucionar de forma cíclica, con fases de cre- sión de mantener todo igual o recuperar una
cimiento, destrucción y reorganización, siendo supuesta estabilidad perdida, sino que la adap-
estas últimas las identificadas como de resilien- tación positiva a las nuevas condiciones impli-
cia (GUNDERSON & HOLLING, 2002). ca necesariamente un proceso de aprendizaje
junto a cierto grado de adaptabilidad y, en con-
El concepto también ha alcanzado un amplio secuencia, de transformación. Se trata de ha-
desarrollo en el ámbito de la Psicología, donde cer «un buen uso de la memoria y del olvido»
en los años setenta del pasado siglo se incor- (LECOMTE, 2010) para aprender del pasado, sin
poró para describir e interpretar las posibles olvidarlo ni ignorarlo, lo que supone construir
razones por las que individuos enfrentados a sobre él sin regresar nunca al punto de partida.
situaciones traumáticas muestran comporta-
mientos dispares que afectan de modo directo Una última consideración de interés es que,
su desarrollo personal posterior (GROTBERG, además de describir respuestas de adaptación
2006; CYRULNIK & al., 2004); En ese sentido, la personales frente a la adversidad, para algu-
resiliencia se define como: nos autores el concepto de resiliencia comuni-
taria también puede aplicarse a grupos socia-
«una pauta de comportamiento y funcionamiento les. Así, del mismo modo que ciertas personas
que indica una adaptación positiva en el contex- pueden resurgir a partir de una experiencia
to de un riesgo o adversidad significativos» (KE- traumática,
YES, 2004: 224).
«la comunidad también es capaz de utilizar los
Más expresiva y amplia resulta aún la definición recursos y las capacidades necesarias para
de FORÉS & GRANÉ (2010: 25), para quienes: afrontar las adversidades colectivas que afectan
a una parte considerable de la comunidad o a su
«es la capacidad de un grupo o persona de conjunto» y así, «cada desastre de origen huma-
afrontar, sobreponerse a las adversidades y re- no o natural puede significar el desafío para mo-
surgir fortalecido o transformado», vilizar las capacidades solidarias de la población
y emprender procesos de renovación que mo-
lo que supone continuar su proceso de desa- dernicen su entramado social» (FORÉS & GRANÉ,
rrollo a pesar de haberse enfrentado a suce- 2010: 105-106).
sos desestabilizadores. Esto supone insistir en
dos ideas principales, presentes en la amplia No obstante, el propio éxito del concepto y su
bibliografía sobre esta cuestión. traslación a ámbitos disciplinares y temáticas
cada vez más amplias y alejadas de sus aplica-
La primera es el reconocimiento de que ante el ciones iniciales han suscitado críticas entre
riesgo y la adversidad graves (no el simple quienes cuestionan su uso a veces abusivo y la
contratiempo puntual) a los que no es infre- escasa precisión resultante. También respecto a
cuente que podamos vernos sometidos en el la dificultad para encontrar indicadores de adap-
transcurso de nuestra historia personal o colec- tación positiva que lo hagan operativo para una
tiva, todos somos vulnerables en distinto grado investigación empírica aún insuficiente, llegando
y existen determinadas características internas, a dudar de su valor científico, en especial desde
ambientes y estrategias que pueden favorecer perspectivas positivistas (LUTHAR & al., 2000).

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Por su parte, en relación a la resiliencia econó- bibliografía reciente se identifican como shrin-
mica también se ha llegado a afirmar que se king cities (LANGNER & ENDLICHER 2008; FOL &
trata de un concepto frecuentemente usado, CUNNINGHAM-SABOT, 2010).
pero raramente bien definido (HILL & al., 2010:
1). Sin ignorar tales ambigüedades, parece inte- Los procesos a que hace referencia este con-
resante explorar los argumentos que, haciendo cepto no resultan nuevos como temática de
uso de la analogía, han comenzado a trasladar investigación, pero el creciente interés que
el concepto de resiliencia al plano de los estu- ahora despiertan puede entenderse como
dios territoriales, para revisar tanto sus aporta- «una respuesta al contemporáneo sentimiento
ciones de interés como sus inconsistencias. generalizado de incertidumbre e inseguridad,
así como a la búsqueda de fórmulas para la
adaptación y la supervivencia» (CHRISTOPHER-
3. Los diversos significados SON & al, 2010: 3). La globalización, con sus
efectos sobre la competencia territorial y el de-
de la resiliencia en la evolución sarrollo desigual, convierte a muchas ciudades
de ciudades y regiones y regiones en más permeables frente a impac-
tos externos que pueden afectar su evolución
El concepto de resiliencia urbana o regional y de forma. Los impactos de la crisis financiera
las metáforas de la ciudad o la región resilien- iniciada en 2008 y la recesión económica que
te han comenzado a hacer su aparición en la desde entonces afecta a numerosas ciudades
bibliografía internacional de los últimos años y europeas recuerdan hoy la actualidad y utili-
es previsible su expansión en el futuro inme- dad del concepto (MARTIN, 2012). De ahí el
diato. Existen incluso algunas organizaciones creciente interés por aprender de quienes se
como Resilience Alliance (http://www.resallian- enfrentaron a ese tipo de retos con cierto éxito.
ce.org/), Community&Regional Resilience Ins-
titute (http://www.resilientus.org/), o Resilient Pero cualquier aproximación a esta literatura
City (http://www.resilientcity.org/), junto a la en expansión, que tiene por el momento un
Network on Building Resilient Regions (http:// carácter más teórico que de investigación em-
brr.berkeley.edu/) que hoy ejercen un impor- pírica, pone de inmediato en evidencia diferen-
tante papel activo en su difusión. tes usos para este concepto, que P OLÈSE
(2010) vincula a dos tipos de resiliencia con un
En el caso de los estudios regionales, que han significado muy distinto desde la perspectiva
alcanzado un mayor desarrollo relativo hasta de los estudios urbanos.
el momento, uno de sus rasgos característicos
es la primacía de enfoques principalmente Por una parte, la que denomina como Resilien-
económicos, que se han trasladado en buena cia-A se entiende como la capacidad de sobre-
medida a los primeros análisis sobre ciudades vivir a diferentes tipos de desastres coyuntura-
realizados desde esta perspectiva. En tal sen- les, acaecidos en determinados momentos, ya
tido, uno de los primeros trabajos relevantes sean de origen natural (sismos, tsunamis, ciclo-
sobre resiliencia urbana la define como: nes, inundaciones...) o humano (bombardeos
masivos, ataques terroristas...). Aunque existen
«la capacidad de las economías locales para ejemplos de ciudades fantasma que no fueron
transformarse frente a los shocks tecnológicos capaces de reconstruirse tras una catástrofe, lo
que socavan su base económica preguntándo- cierto es que esa capacidad parece ser inhe-
se, en esencia, sobre cómo reinventar sus eco- rente a la mayoría de ciudades, al menos de
nomías» (POLÈSE, 2010: 8). cierta dimensión, lo que hace que sean mucho
más numerosos los ejemplos de superación.
No obstante, en una perspectiva más amplia
podría considerarse la adaptabilidad que De ese modo, si las condiciones que justificaron
muestran algunas ciudades para enfrentarse a el desarrollo urbano previo a la catástrofe se
procesos de declive y revertirlos, lo que supo- mantienen, tras un periodo más o menos prolon-
ne un incremento de sus ventajas competiti- gado de reconstrucción las ciudades podrán re-
vas, pero también de su cohesión social inter- cuperar su anterior dinamismo e incluso superar-
na, sus procesos de gestión local, su calidad lo en términos de población, actividad económica,
de vida y su sostenibilidad, aumentando de expansión física, etc., renovando aquellas áreas
ese modo las posibilidades de atraer pobla- más afectadas (VALE & CAMPANELLA, 2005,
ción, inversiones y empresas que puedan ge- CHERNICK, 2005; SHAW & SHARMA, 2011). Esta
nerar un nuevo dinamismo. De ahí su especial perspectiva de la resiliencia, hoy predominante,
utilidad para abordar el análisis de la evolución se ve reforzada por acciones como la Estrategia
seguida por este tipo de ciudades, que en la Internacional de Naciones Unidas para la Re-

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ducción de Desastres (UNISDR), que en la ac- ecosistemas o los economistas neoclásicos


tualidad lleva a cabo una campaña titulada De- (DUVAL & al., 2007)— sino una nueva normali-
sarrollando ciudades resilientes, que busca la dad, pues debe asegurarse cierto grado de
reducción de riesgos y el aumento de la sosteni- renovación para que sea eficaz, lo que exige
bilidad. Se trata, pues, de una perspectiva de un cambio de objetivos estratégicos, valores y
interés para explicar la evolución de determina- formas de actuación. Existen, por tanto, dife-
das ciudades citadas a menudo en este tipo de rentes pautas alternativas de comportamiento
obras (Hiroshima, Nagasaki, Varsovia, Dresden que pueden favorecer la resiliencia y cada ciu-
o Hamburgo tras la Segunda Guerra Mundial, dad deberá buscar la que mejor se adecúe a
México D.F. tras el terremoto de 1985, Nueva sus circunstancias.
Orleans tras el Katrina, Nueva York tras el 11-S,
etc.), pero de escaso interés para analizar los En los primeros estudios que utilizaron el con-
procesos de declive urbano aquí considerados. cepto de resiliencia urbana predominaron los
que analizaban la crisis de pequeños núcleos
Por el contrario, la Resiliencia-B —bastante monoespecializados en actividades extractivas
menos analizada en la bibliografía disponible o industriales vinculadas a recursos naturales
hasta ahora— se entiende como la capacidad ya agotados, o que dejaron de ser competitivos
de determinadas ciudades para resistir a crisis en el contexto de mercados más abiertos y me-
sistémicas de origen externo, pero reforzadas nos protegidos, lo que provocó cierres de em-
por ciertas debilidades locales, causantes de presas y pérdidas generalizadas de empleo. A
un proceso de declive a largo plazo que pone partir de ahí, numerosas ciudades mineras,
en cuestión su funcionalidad anterior, consi- portuarias o industriales, así como determina-
guiendo una transformación interna que permi- das agrociudades, se enfrentaron a una situa-
te su adaptación positiva al contexto imperante ción de atonía y una espiral recesiva de la que
en la nueva etapa. No se trata, pues, de enfren- tan sólo algunas parecen haber sido capaces
tar un proceso tan destructivo y devastador en de salir mediante diferentes estrategias promo-
lo inmediato, pero sí de hacerlo con otro que vidas, sobre todo, desde el propio ámbito local,
puede tener efectos aún más negativos en el aunque casi siempre con el apoyo de políticas
largo plazo, generando un deterioro que afecta de ámbito superior (WALLISSER & al., 2005; CSI-
a múltiples aspectos de la vida urbana y acaba RO, 2007). La necesidad de considerar los pro-
consumiendo la vitalidad de muchas ciudades, cesos en el medio o largo plazo (PENDALL & al.,
prisioneras de su pasado y carentes de un fu- 2007) puede permitir, incluso, comprobar que
turo viable. Sus corrosivos efectos se reflejan una misma ciudad puede haberse visto enfren-
también a menudo en el aumento de las tensio- tada a sucesivas crisis a lo largo del tiempo y
nes internas, tanto sociales como políticas, lo ofrecido respuestas diferentes en cada caso.
que dificulta aún más la búsqueda de solucio- En definitiva, la resiliencia es un proceso diná-
nes compartidas. mico y no una etapa final ya consolidada, por
lo que el uso del término como calificativo (ciu-
Parece tratarse de una capacidad menos fre- dad resiliente) no parece muy adecuado si se
cuente que la anterior porque exige superar el entiende en un sentido estático.
peso de ciertas características heredadas que
ahora actúan como lastre, bien eliminándolas Centrando ahora la atención en este tipo de re-
o transformándolas para dotarlas de un nuevo siliencia urbana (Resiliencia-B), las cuestiones
significado. Al mismo tiempo, se deben poner centrales a que se enfrenta la investigación son
en marcha estrategias que incorporen innova- principalmente dos. La primera es identificar y
ciones, tanto en el plano económico o tecnoló- operativizar los indicadores más adecuados,
gico como social y de la gestión urbana, en capaces de reflejar con eficacia esa recupera-
busca de respuestas también novedosas para ción, tanto en sus dimensiones materiales y
hacer frente a los problemas planteados (MÉN- más evidentes como en aquellas otras vincula-
DEZ, 2009). En otros términos, la ciudad debe das a la percepción y la imagen de sus propios
reinventarse (GLAESER, 2005) a partir de un ciudadanos o que se tiene desde el exterior. La
legado específico que no se trata de eliminar segunda es interpretar las claves internas y ex-
de forma general sino de evaluar y reutilizar ternas a la propia ciudad que pueden explicar
allí donde sea posible, iniciando un proceso su desigual capacidad de adaptación.
del que sólo cabe esperar resultados significa-
tivos a medio o largo plazo. Con relación a la primera, en la sencilla esque-
matización que refleja la FIG. 1, se trataría de
Esos resultados nunca pueden suponer el re- seleccionar aquellas variables que permitieran
torno a una situación pasada de equilibrio —tal identificar con cierta precisión a qué ciudades
como, en cambio, plantean los estudios sobre puede considerarse como resilientes y diferen-

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Pero la principal finalidad de los estudios reali-


zados bajo esta denominación será identificar
los factores que, en algunos lugares, permiten
Dinamismo urbano

alcanzar respuestas positivas y recuperar el di-


namismo, cuestión que en sí misma poco tiene
de novedad en los estudios urbanos. Por esa
razón, un objetivo adicional será debatir en qué
medida la emergente metáfora sobre la resilien-
cia supone tan sólo una denominación de moda
bajo la que permanecen los anteriores debates
teóricos sobre las claves del desarrollo urbano,
o bien el uso específico de ese concepto tiene
Tiempo
implicaciones en el plano interpretativo, apor-
tando ideas procedentes de otros ámbitos dis-
Ciudad dinámica
ciplinares donde tiene mayor tradición.
Ciudad estable
Ciudad en declive
Ciudad resiliente X 4. Entre el nominalismo
Ciudad resiliente Y y la teorización:
FIG. 1/ Tipología de ciudades según su evolución en
algunas precisiones iniciales
el período de análisis
Más allá de las diferentes definiciones del con-
Fuente: Elaboración propia.
cepto, cuestión por otra parte habitual en las
ciencias sociales, las aportaciones hechas
ciarlas de aquellas otras que, en función de su desde esta perspectiva a la comprensión de la
evolución en el periodo considerado, pudieran heterogeneidad de respuestas que ofrecen las
calificarse como dinámicas y resistentes a las ciudades y regiones ante adversidades que
crisis, estables o en declive. provocan rupturas en su evolución son, por el
momento, bastante limitadas y hasta cierto
En directa relación con algunas preguntas que punto confusas.
se plantea FOSTER (2010) en su análisis com-
parativo sobre las 100 mayores aglomeracio- Pese a la emergente utilización del término en
nes metropolitanas de Estados Unidos, la pro- los estudios urbano-regionales, apenas se in-
pia FIG. 1 suscita cuatro dudas que exigirán corporan referencias e ideas procedentes de la
respuestas concretas al diagnosticar la evolu- literatura originaria sobre este concepto, sino
ción de determinadas ciudades: que a menudo se recurre a explicaciones que
poco tienen que ver con ella. Esa situación
• En primer lugar, si puede hablarse de resi- conlleva interpretaciones de la resiliencia urba-
liencia sólo cuando la ciudad recupera o in- na bastante contrastadas, que reproducen de-
cluso supera el dinamismo anterior a la crisis bates teóricos ya conocidos pero ponen en
(ciudad X), o basta con haber frenado e in- cuestión qué se aporta de nuevo (HASSINK,
vertido su trayectoria de declive (ciudad Y). 2010). Esa valoración crítica se extiende tam-
• Si esa recuperación total o parcial del dina- bién a quienes, desde posiciones vinculadas al
mismo debe relativizarse en función del con- regulacionismo, cuestionan de modo genérico
texto regional y la comparación con otras la validez de la escala local como ámbito de
ciudades del entorno. análisis adecuado y la capacidad de sus acto-
• Cuál es el periodo mínimo de observación res para desarrollar respuestas específicas en
exigible para analizar estos procesos y, en el actual contexto de globalización (HUDSON,
concreto, el de recuperación del dinamismo 2010). Un ejemplo demostrativo de esa dispa-
para considerar que se trata de tendencias ridad puede encontrarse en dos de los textos
consistentes y no simples oscilaciones co- ya citados, que son también reflejo del predo-
yunturales. minio de la perspectiva económica en el estu-
• Cuando los diversos indicadores del desa- dio de estos procesos.
rrollo urbano no siguen trayectorias coinci-
dentes, cuáles son los que mejor pueden Así, según Polèse el éxito de las ciudades re-
identificar la resiliencia, para lo que la com- silientes se asocia con: i) la presencia de una
binación de metodologías de análisis cuanti- población altamente cualificada, ii) una econo-
tativas y cualitativas parece la estrategia mía diversificada con elevada proporción de
más adecuada (HILL & al., 2008). servicios avanzados y escasa de industrias

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maduras, iii) una localización central dentro de pos de cuestiones a menudo se entremezclan
un área con un amplio mercado interno o una y, en el caso de las ciudades enfrentadas a una
buena posición para comerciar con mercados crisis, lo fundamental es llegar a comprender el
externos y iv) un clima o entorno natural agra- modo en que se enfrentan a unas carencias
dable y más favorable que el de otras ciuda- que se hicieron más evidentes al cambiar el
des del país. Según su planteamiento: contexto exterior. Para lograrlo, puede ser útil
volver la mirada hacia algunos de los textos
«si una ciudad tiene la fortuna de alcanzar una que intentaron explicar por qué ciertas perso-
alta puntuación en los cuatro aspectos, su creci- nas, comunidades o sistemas socio-ecológicos
miento a largo plazo está asegurado y su resi- se enfrentaron con éxito a la adversidad, para
liencia será un resultado inevitable» (POLÈSE, luego regresar al ámbito urbano y discutir la po-
2010: 21). sibilidad de incorporar algunas de esas reflexio-
nes, tal como también plantea FICENEC (2010).
Al mismo tiempo, reconoce que buena parte
de esos rasgos se correlacionan positivamente En primer lugar, la resiliencia se entiende como
con el tamaño urbano, lo que cuestiona su uti- un proceso lento y no una respuesta inmediata
lidad para explicar procesos de resiliencia en a la adversidad, que es consciente y se basa
ciudades de tamaño medio o pequeño, donde en la decisión de adoptar determinadas estrate-
también son visibles y a menudo más significa- gias de acción que se consideran adecuadas
tivos por sus mayores dificultades iniciales. para lograrlo, no obstante es importante preci-
sar que no existe un único camino para alcan-
Con un enfoque diferente, Christopherson, Mi- zarla y que los múltiples factores que la impul-
chie y Tyler consideran como claves explicati- san pueden cobrar diferente importancia según
vas de la capacidad de resiliencia las siguien- los casos. El proceso surge y se construye a
tes: i) un sistema de innovación fuerte, unos partir de un diagnóstico introspectivo sobre la
recursos humanos cualificados y universidades situación del entorno y las propias capacida-
de calidad, bien conectadas a la economía lo- des/debilidades, importante para saber lo que
cal/regional; ii) una moderna infraestructura no podemos cambiar, pero también lo que debe
productiva (redes de transporte, digitales, etc.); y puede cambiarse. Exige también, por lo tanto,
iii) una base económica diversificada y un sis- una actitud positiva, de cierta autoestima, que
tema financiero eficaz; iv) relaciones de colabo- evite la inacción al no aceptar un discurso de-
ración entre empresas y con otras organizacio- terminista sobre las negativas perspectivas de
nes; v) gobiernos comprometidos en políticas futuro, ni tampoco otro asistencialista que deja
que apuesten por lo anterior y favorezcan una la responsabilidad del cambio en manos de de-
buena inserción internacional (CHRISTOPHER- cisiones y soluciones externas. Debe tener pre-
SON & al., 2010: 6-7). Aunque se trata de facto- sente que supone una transformación de la que
res que pueden variar su importancia entre te- sólo cabe esperar resultados a medio o largo
rritorios y a lo largo del tiempo, de nuevo en plazo, por lo que lo importante es que las accio-
este caso se insiste en el stock de determina- nes a emprender tengan sentido dentro de un
dos recursos, si bien ahora se añade la impor- proyecto más que sus resultados inmediatos,
tancia de un marco institucional que potencie la pues éxito y sentido no siempre van juntos ni
construcción de diferentes tipos de redes. siguen idénticos ritmos.

Sin cuestionar ahora la consistencia de algu- Se trata, pues, de interpretar que existen alter-
nos de estos argumentos, estamos en presen- nativas, aunque eso no conlleve la ingenua
cia de factores que pueden servir para explicar suposición de que todo es posible ni igualmen-
el desarrollo económico de cualquier tipo de te probable para todos por igual, lo que debe
ciudad, más viable cuando tales condiciones poner en guardia frente a la simple imitación
están presentes y difícil cuando su carencia o de comportamientos de éxito en algunos ca-
escasez se convierten en un obstáculo. Pero sos, pero no siempre adecuados a otros. Ade-
se plantea la duda de saber si se trata de una más, el proceso de resiliencia se basa en inte-
propuesta interpretativa válida para ciudades grar la experiencia pasada en el presente, sin
que, precisamente por presentar una acusada la inútil pretensión de borrar ese pasado que
debilidad en este tipo de recursos, se enfren- forma parte de la propia identidad, pues se tra-
taron a un agudo declive del que han conse- ta de buscar respuestas creativas para lograr
guido recuperarse. una reconstrucción y no para inventar una
nueva realidad.
Desde ese planteamiento, resulta necesario di-
ferenciar mejor qué se necesita para esa recu- En segundo lugar, dentro de este esquema ar-
peración del cómo conseguirlo, pues ambos ti- gumental resulta de especial significado la in-

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sistencia en la dimensión colectiva que tiene 5. Algunas propuestas


ese proceso. Desde los primeros estudios al interpretativas sobre
respecto, la diversa capacidad mostrada por
unos y otros se vinculó con tres tipos de facto- la desigual capacidad
res que se entretejen en forma sistémica: los de resiliencia urbana
personales, los familiares y los de contexto. De
este modo, GROTBERG (2006) diferenció entre
una dimensión interna, asociada a los recursos Si en el ámbito de los estudios urbanos y re-
propios, una dimensión externa relacionada gionales se pretende que el concepto de res-
con la ayuda que pueden prestar otras perso- iliencia sea algo más que una simple moda
nas próximas, y una dimensión social, que re- pasajera, es fundamental incorporar un conte-
sulta de la interacción con el entorno, plan- nido teórico que permita interpretar por qué
teando la existencia de un microsistema, un algunos territorios muestran, en un determi-
exosistema comunitario y un macrosistema so- nado momento, mayor capacidad que otros
ciocultural. La complementariedad e interac- para enfrentar una situación de crisis y supe-
ción entre esos tres planos o escalas de aná- rarla. Tal como acaba de plantearse, para ello
lisis, frente a visiones puramente individualistas, habrá que demostrar cierta coherencia con
otorga al estudio de la resiliencia un carácter las ideas centrales que se asocian a este
multidimensional, aspecto de especial impor- concepto en otras disciplinas, pero al mismo
tancia en su traslación al ámbito territorial. tiempo se tratará también de adecuar e inte-
grar esta perspectiva dentro de los debates
Una última precisión útil es la que se deriva actuales existentes en la geografía económi-
de la imagen propuesta por V ANISTENDAEL ca, la geografía urbana y los estudios sobre
(1998) en la construcción de lo que calificó desarrollo territorial, para dotarla así de ma-
como la casa de la resiliencia. En ella, lo pri- yor profundidad.
mero que se necesita es disponer de los re-
cursos materiales para satisfacer las necesi- En tal sentido, la propuesta que aquí se plan-
dades básicas, equivalentes a los cimientos tea se aleja de los estudios ambientales y, so-
de la edificación. Sobre ellos, el piso principal bre todo, de los planteamientos procedentes
está representado por la existencia de una de la economía neoclásica, que identifica la
red de relaciones que permita poner en mar- resiliencia como proceso de ajuste que permite
cha proyectos para lograr la renovación, por recuperar una situación de equilibrio, interrum-
lo que la buena inserción del individuo en di- pida por algún acontecimiento externo de ca-
versos tipos de redes sociales se considera rácter anómalo. En la evolución de los territo-
fundamental. Finalmente, en la planta supe- rios nunca existe una vuelta atrás, por lo que
rior se sitúan los diferentes tipos de compe- el concepto de equilibrio estático no se adecúa
tencias y aptitudes que pueden facilitar un a sistemas dinámicos y abiertos, que pueden
mayor éxito de las estrategias adaptativas y responder a las crisis de forma heterogénea
son complemento necesario a lo anterior: co- pero siempre distinta a la del periodo prece-
nocimiento, iniciativa, flexibilidad, capacidad dente.
de fijar objetivos realistas y de comunicación,
espíritu crítico para valorar opciones, cierta Por el contrario, la interpretación que sigue
dosis de optimismo, etc. resulta coherente con algunas propuestas
realizadas desde los enfoques relacionales y
Sin la menor pretensión de resumir en unas neoinstitucionalistas que entienden el territo-
líneas la abundante bibliografía accesible so- rio como construcción social (SUNLEY, 2008;
bre estas cuestiones, recordar algunos de es- MACKINNON & al., 2009; LANG, 2011), al tiem-
tos argumentos puede resultar útil para propo- po que con las perspectivas evolucionistas
ner ahora una interpretación sobre las claves que en estos últimos años han insistido en la
de la resiliencia urbana que resulte, al menos, especificidad y la importancia de la trayecto-
coherente y no ajena al propio significado del ria seguida por cada lugar para explicar los
concepto. En ese objetivo se cuenta también comportamientos de sus actores (BOSCHMA &
con algunos textos recientes que exploran en MARTIN, 2007). Pero también, en cierto modo,
una dirección similar, pero si se mantiene la con aquellas otras que han centrado su aten-
metáfora constructiva puede afirmarse que ción en la importancia de construir ambientes
buena parte del edificio teórico está aún por innovadores, tanto en lo económico como en
levantar, por lo que las páginas que siguen de- lo social, para avanzar en el desarrollo y, en
ben entenderse, sobre todo, como una pro- este caso, responder mejor a los retos que
puesta de participación en ese debate aún in- supone un proceso de declive (C AMAGNI &
cipiente. MAILLAT, 2006).

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 222


CyTET XLIV (172) 2012

El esquema interpretativo sobre la desigual 5.1. Estructuras heredadas


adaptabilidad de las ciudades que propone la y trayectorias urbanas
FIG. 2 pretende ser coherente con algunos de
estos planteamientos, en el intento de ofrecer
una propuesta sintética e integrada. Pese a Hace ya más de una década, en el ámbito de
su inevitable esquematismo, su objetivo es la economía DAVID (2000) planteó el concepto
servir como base de contrastación para inves- de path dependence, señalando que los proce-
tigaciones empíricas que puedan realizarse sos sociales tienen un carácter evolutivo. Por
en determinadas ciudades enfrentadas a tra- tanto, las herencias del pasado pueden provo-
yectorias de desarrollo discontinuas y proce- car inercias y respuestas subóptimas en bas-
sos de declive-resiliencia, para ofrecer una tantes casos que cuestionan la racionalidad de
explicación de los factores desencadenantes determinadas decisiones individuales o colec-
de ambas situaciones y orientar posibles es- tivas, pues circunstancias que las condiciona-
trategias de actuación. En tal sentido, aquí se ron en otros momentos pueden seguir hacién-
hará una muy breve referencia a cinco aspec- dolo en el presente aunque la situación haya
tos considerados de especial capacidad expli- cambiado en términos objetivos. Un argumen-
cativa: i) la influencia de las estructuras here- to similar puede aplicarse a la evolución de las
dadas y de la llamada path dependence; ii) la ciudades, que, en el marco de procesos gene-
respuesta de los actores locales y su movili- rales que afectan a todas, siguen trayectorias
zación de los recursos disponibles; iii) el ca- específicas en donde las decisiones y accio-
rácter sociopolítico de la resiliencia, desta- nes que se toman en la actualidad se ven aún
cando la importancia de las redes locales y condicionadas por una acumulación de deci-
del controvertido concepto de gobernanza; iv) siones pasadas, acontecimientos o simples
la necesidad de añadir a lo anterior una bue- accidentes históricos, que pueden seguir ha-
na inserción exterior a partir del estableci- ciéndose presentes durante generaciones. En
miento de relaciones adecuadas para los ob- tal sentido, los cambios que puedan producirse
jetivos de resiliencia; v) su traslación a la en un momento determinado nunca surgen en
puesta en marcha de estrategias de innova- el vacío, sino en contextos estructurales e ins-
ción, tanto en las empresas como en la socie- titucionales preexistentes (MARTIN & SIMMIE,
dad local. 2008) y ese es un punto de partida que debe

T1

T2

T3
ACTORES REDES
ENTORNO(s)

CIUDAD

Redes Redes
locales externas

RECURSOS ESTRATEGIAS
TRAYECTORIA
(Estructuras heredadas)

FIG. 2/ Claves de la resiliencia urbana: factores explicativos y escalas espacio-temporales


Fuente: Elaboración propia.

MINISTERIO DE FOMENTO 223


Estudios Ciudades y metáforas: sobre el concepto de resiliencia urbana
Ricardo Méndez

tenerse en cuenta al considerar su diversa ca- En consecuencia, si bien el pasado de las ciu-
pacidad de resiliencia. dades no determina su futuro, sí influye de
modo significativo sobre las debilidades o po-
Por una parte, las ciudades heredan un stock tencialidades acumuladas y, en el caso de las
de recursos materiales cuyo volumen y carac- aquejadas por procesos de declive, ese balan-
terísticas condicionan su evolución: su dota- ce resultó negativo en un determinado momen-
ción en capital físico en forma de infraestructu- to histórico. También debe orientar las estrate-
ras y equipamientos, capital productivo en gias de resiliencia que, más allá de posibles
forma de empresas, o capital humano en for- recetas genéricas, deberán proponer respues-
ma de ciudadanos con ciertos niveles formati- tas específicas basadas necesariamente en un
vos y de cualificación son tres de los más cita- buen diagnóstico previo de cada caso.
dos. Especial importancia suele concederse a
la estructura económica y el tipo de especiali-
zación funcional, que generan múltiples rela- 5.2. Respuestas de los actores
ciones de dependencia difíciles de cambiar
(vínculos interempresariales, demanda de ser- y movilización de los recursos
vicios, saber hacer de los trabajadores, estruc- locales
tura sociolaboral, etc.). En el caso de numero-
sas ciudades en declive, la crisis de los Enfrentadas a una situación de declive, deri-
sectores en que se basaba la economía local vada de procesos estructurales y de su parti-
fue el origen del cambio de tendencia y, por cular trayectoria, las ciudades pueden aban-
ello, el reto a menudo se plantea entre la vo- donarse a su suerte y reaccionar de forma
luntad política de transformar esa estructura, defensiva a las presiones externas, o bien
sustituyendo actividades ya poco competitivas pueden plantearse respuestas más proacti-
por otras con mejores expectativas y la impo- vas, surgidas de la decisión y el esfuerzo de
sibilidad de provocar una metamorfosis rápida diferentes personas e instituciones a las que
que, de producirse, también acarrearía eleva- cabe calificar como actores locales, con des-
dos costes sociales. La idea de la path depen- igual presencia del sector público, el ámbito
dence apunta así a la conveniencia de trans- empresarial o la sociedad civil según los ca-
formar algunas estructuras heredadas y sos. Cuanto mayor sea la densidad de acto-
avanzar hacia una mayor diversificación, pero res implicados y más cuantiosos los recursos
apostando al mismo tiempo por la permanen- de que dispongan (financieros, humanos, de
cia de otras coherentes con la trayectoria local, conocimiento, de influencia, etc.), cabe supo-
que deberán renovarse para ser viables en la ner que mayor será también la posibilidad de
nueva etapa. hacer frente a la situación, adaptándose y
reinventándose con el fin de recuperar la sen-
Al mismo tiempo, las trayectorias de desarrollo da del desarrollo perdida.
de las ciudades también se asocian a otros
rasgos menos tangibles, pero no por ello me- El primer paso será hacer un inventario de los
nos importantes ni difíciles de cambiar. Aquí se recursos disponibles en la ciudad, en especial
incluyen las instituciones (valores y comporta- aquellos de carácter específico, construidos so-
mientos colectivos, normas, organizaciones) y cialmente en el tiempo, difíciles de reproducir y
las relaciones sociales, junto a unos estilos de capaces de dotarla de cierta identidad, para po-
gobierno y gestión de los asuntos locales que nerlos en valor y utilizarlos en una estrategia de
también constituyen una seña de identidad revitalización. Son sin duda importantes los re-
que tiende a pervivir e influye sobre la capaci- cursos materiales en forma de empresas, infra-
dad de respuesta al reto del declive. Modificar, estructuras, equipamientos o patrimonio inmo-
por ejemplo, una cultura autocrática, en donde biliario (ALBERTOS & al., 2004). Pero en la
las decisiones estratégicas se tomaban tradi- actualidad suele hacerse más hincapié en otros
cionalmente por unos pocos, en favor de otra como el capital humano, el cultural, el social o
más participativa, o un ambiente conflictivo de el intelectual, que pueden asimilarse a lo que
intereses encontrados y fuerte individualismo MASKELL & MALMBERG (1999) identifican como
por otro de colaboración ante la adversidad capacidades localizadas y que a menudo no
colectiva puede exigir tanto o más esfuerzo abundan en estas ciudades por su historia re-
que la inversión en infraestructuras, educación ciente y exigen orientar en esa dirección buena
o desarrollo tecnológico. Por tanto, el cambio parte del esfuerzo inversor.
de las bases materiales de la ciudad exigirá en
paralelo un esfuerzo de adaptación en las es- Pero si la presencia de actores locales com-
tructuras institucionales de soporte para resul- prometidos con la búsqueda de soluciones es
tar eficaz. importante, la capacidad de liderazgo mostra-

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 224


CyTET XLIV (172) 2012

da por los gobiernos locales suele valorarse más negativa— se considera útil la construc-
como esencial, tanto para desencadenar y ción de redes de cooperación entre ellas, tanto
gestionar las iniciativas de revitalización como formalizadas como informales pero relativa-
para ejercer de agentes catalizadores, al tejer mente densas y estables, que supongan la
vínculos entre los restantes actores presentes formación de clusters integrados en donde se
en la ciudad, con culturas e intereses a menu- reducen los costes de transacción en el inter-
do no coincidentes. Según un estudio realiza- cambio de información y conocimiento tácito al
do para las ciudades medias británicas por la compartir trabajo en común, aumentando la
Work Foundation, ese liderazgo, basado en su eficiencia colectiva. Eso permitirá también re-
credibilidad y autoridad, junto a la inversión en forzar los procesos de aprendizaje interactivo
formación especializada y adaptada a las es- apoyados en ese milieu o buzz local (STORPER
pecíficas necesidades locales, la búsqueda de & VENABLES, 2004), de especial relevancia en
una identidad urbana que ayude a atraer em- la transmisión de conocimiento tácito, traduci-
presas, trabajadores cualificados o visitantes, dos en diversos tipos de externalidades positi-
así como la colaboración con otras ciudades vas y rendimientos crecientes.
para trabajar en proyectos comunes, serán
instrumentos útiles para impulsar la recupera- Pero tanto o más necesaria será la presencia
ción (CLAYTON & MORRIS, 2010). de redes sociales entre personas e institucio-
nes públicas y privadas que a su proximidad
No obstante, la búsqueda de capital exterior espacial unen la derivada de códigos y lengua-
(inversiones, instalación de empresas, turis- jes comunes, con objeto de poner en marcha
tas...), el fomento de la actividad empresarial e iniciativas de signo muy diverso (culturales,
inmobiliaria y el freno a la deslocalización se políticas, solidarias, de ocio, etc.). Como re-
convierten, a menudo, en los ejes prioritarios cuerda WOLFE (2010: 143), «esta dimensión
de la acción del gobierno local, que se consti- cívica del capital social es particularmente sen-
tuye en facilitador de esas dinámicas económi- sible a la distancia geográfica» y exige relacio-
cas de las que depende también parte impor- nes cara a cara poco formalizadas, que pue-
tante de sus propios recursos. En ese sentido, den generar cierto sentido de comunidad e
el empresarialismo urbano (HARVEY, 1989 y identidad necesario para abordar cualquier es-
2007), destinado en principio a completar las trategia compartida de superación del declive.
simples tareas de gestión con una función más Esta será también la base de una gobernanza
activa en la promoción del desarrollo local, a local verdaderamente participativa, que impli-
menudo acaba orientándose en exceso en que la concertación entre diversos actores no
esta dirección, dejando de lado otras dimen- sólo en la reflexión y la propuesta de estrate-
siones no menos importantes relacionadas con gias, sino también en la toma de decisiones
las condiciones de vida de los sectores socio- para su materialización, acumulando recursos
laborales precisamente más golpeados por la y dotando de mayor legitimidad a esas decisio-
crisis. nes colectivas (LE GALÉS, 2002; PASCUAL &
GODÁS, 2010; BASSOLS & MENDOZA, 2011).

5.3. Redes socioeconómicas, Estas formas de gestión en que interactúan los


capital social y gobernanza: sectores público, privado y civil pueden propi-
ciar una mayor participación y favorecer la
el diverso significado puesta en marcha de estrategias de resilien-
de las coaliciones locales cia. Pero ese efecto no está en absoluto ga-
rantizado pues, a menudo, la gobernanza ur-
Otro factor que parece fundamental para lograr bana es más formal que real y muestra dos
la resiliencia es integrar las acciones individua- caras contradictorias que es preciso conside-
les en un contexto de relaciones con el entor- rar. La presencia de relaciones de poder des-
no que permitan reforzar esa estrategia. Tal equilibradas y la defensa de intereses contra-
como se ha destacado en diferentes análisis puestos entre los integrantes de las coaliciones
sobre la influencia de las redes locales en el locales pueden suponer un déficit democrático
impulso a procesos de desarrollo, pueden dis- (SWYNGEDOUW, 2005) derivado de situaciones
tinguirse dos esferas complementarias: la em- diversas, pero que aparecen con frecuencia al
presarial y la cívica (CARAVACA & GONZÁLEZ, analizar ciudades concretas.
2009; SALOM & ALBERTOS, 2009).
En un extremo se sitúan aquellas redes loca-
En primer lugar, para reforzar la competitividad les que surgen y funcionan «a la sombra de la
de las empresas instaladas en la ciudad —in- jerarquía» (JESSOP, 1997: 575), bajo el domi-
cluidas las de los sectores afectados de forma nio de formas tradicionales de autoridad, de

MINISTERIO DE FOMENTO 225


Estudios Ciudades y metáforas: sobre el concepto de resiliencia urbana
Ricardo Méndez

carácter más vertical que horizontal, en donde externos a la propia ciudad, pero en cambio
la participación de los actores sociales se limi- algunas visiones de la resiliencia urbana de-
ta al asesoramiento o el debate, que sirve para masiado localistas centran su atención de for-
legitimar decisiones de gobierno. En el extre- ma casi exclusiva en el papel de los actores y
mo opuesto, este discurso sirve a veces de las redes internas. Se olvida así ese otro plano
justificación para externalizar segmentos cre- de análisis que corresponde a las relaciones
cientes de la gestión urbana desde el sector que las ciudades tejen con el exterior y que
público al privado tal como postulan las tesis pueden ser una oportunidad para transformar
neoliberales. En ese sentido, aunque la situación heredada y promover la innovación
económica y social o, por el contrario, dificultar
«el cambio de gobierno a gobernanza implica la ese proceso ante la creciente influencia de ló-
influencia de nuevos actores en la toma de deci- gicas globales y grupos financieros/empresa-
siones políticas, dado que las redes se amplían riales e instituciones internacionales cuyas de-
para incluir nuevas representaciones», en esos cisiones generan impactos directos y aumentan
casos supone que «se detrae más poder político la vulnerabilidad de numerosas ciudades
del alcance de los representantes democrática- (VALE, 2011).
mente elegidos» (PIKE & al., 2011: 200-201)
En tal sentido, aunque cada ciudad constituye
y, por tanto, las decisiones estratégicas que- una entidad espacial diferenciada y con identi-
dan en manos de unas élites locales sin ape- dad propia, también debe tenerse presente
nas de control ciudadano efectivo. Entre am- que está cada vez más abierta al exterior, in-
bas situaciones, en bastantes casos la terconectada por densas redes de flujos mate-
gobernanza permite la participación de aque- riales e inmateriales que no quedan bien refle-
llos actores (stakeholders) con influencia pre- jadas en el ya clásico binomio local-global,
via suficiente como para ser convocados, sino que hacen necesario plantear el análisis a
mientras margina a aquellos otros segmentos diferentes escalas (MACLEOD & JONES, 2007).
de la sociedad local menos organizados o con En esa perspectiva multiescalar sigue siendo
menores recursos, lo que condicionará la importante la consideración del Estado y de
agenda y las prioridades que definan la ges- sus políticas, cuyo frecuente debilitamiento en
tión urbana. las últimas décadas ha hecho precisamente
más frágiles a muchos territorios y a diferentes
Por lo tanto, no todas las formas de gober- sectores económicos y sociales.
nanza favorecerán la puesta en marcha de
estrategias de resiliencia, pues en ocasiones En relación con un concepto utilizado con
pueden ser un factor de inercia y resistencia sentidos tan diversos como es el de resilien-
al cambio, al intentar reproducir pautas de cia, existen visiones demasiado autocentra-
comportamiento anteriores, ya disfuncionales. das que deben someterse a este tipo de críti-
Al mismo tiempo, las diversas geometrías de ca, pero resulta más discutible extrapolar ese
poder en el seno de las coaliciones locales, enfoque a todas las visiones existentes sobre
que incluyen a unos y excluyen a otros de los tales procesos. Ya en el ámbito de la resilien-
procesos de deliberación/decisión, también cia personal y comunitaria FORÉS & GRANÉ
influirán sobre el sentido de la resiliencia, al (2010: 116) alertan de que, si bien en algunos
atender de modo desigual las diversas de- autores «llega a ser una magnífica excusa y
mandas que puedan surgir en el seno de la una excelente justificación teórica para redu-
sociedad local. En consecuencia, las diferen- cir e incluso eliminar toda política social»,
cias territoriales de adaptación que identifican porque «las personas son resilientes o no lo
la resiliencia exigen comprender las relacio- son... este enfoque desvirtuado de la resilien-
nes de poder en cada lugar y valorar la apor- cia es peligroso porque puede significar la
tación de los sectores hegemónicos a la con- carencia de solidaridad social». En ese senti-
secución de objetivos colectivos (PIKE & al., do, la ausencia de Estado hará más difícil la
2010), en especial de aquellos más afectados recuperación de aquellas ciudades que se en-
por la crisis. frentan a una situación de mayor debilidad, si
no pueden contar con el apoyo de políticas
destinadas a renovar su base productiva, ge-
nerar empleos, mejorar sus infraestructuras,
5.4. Inserción exterior y relaciones sus niveles educativos, la calidad de vida de
multiescalares sus ciudadanos y elevar la cohesión territo-
rial, acompañamiento necesario a las estrate-
Al considerar los procesos de declive es habi- gias que puedan promoverse desde el ámbito
tual prestar especial atención a los factores local.

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 226


CyTET XLIV (172) 2012

5.5. Estrategias locales y esfuerzo mento de las amenidades urbanas, la gentrifi-


innovador cación de los centros o la construcción de
enclaves suburbanos de calidad para la resi-
dencia y el consumo. Su mejor exponente pue-
La transformación de las ciudades en declive den ser las operaciones destinadas a renovar
exige cierta dosis de creatividad, tanto para áreas industriales, portuarias o barrios obreros
renovar el imaginario colectivo como para po- deteriorados mediante la construcción de mu-
ner en marcha estrategias concertadas que seos, auditorios de música y centros cultura-
exploren nuevos caminos para el desarrollo y les, palacios de exposiciones y congresos,
se traduzcan en medidas concretas. Se trata, centros de negocio, áreas de ocio, etc., a me-
por un lado, de generar nuevas narrativas que, nudo con el aval de arquitectos de prestigio.
sin ignorar las dificultades e incertidumbres a
que se enfrenta la ciudad, destaquen sus po- Las nuevas formas de regulación urbana, de
tencialidades y establezcan objetivos de futuro inspiración neoliberal, tienen un evidente refle-
a la vez creíbles, integradores y movilizadores. jo en este tipo de políticas fuertemente selecti-
Ese discurso, enfrentado al pesimismo y la de- vas, elitistas y destinadas a mejorar la inser-
manda de apoyo externo como única respues- ción de las ciudades en la economía global
ta que propicia la inacción necesitará basarse (SWYNGEDOUW & al., 2002). Pero una estrate-
en una realidad que evolucione por pasos su- gia de resiliencia más inclusiva, que busque
cesivos a partir de acciones transformadoras. frenar la fragmentación socio-espacial crecien-
Sus destinatarios deberán ser tanto la pobla- te derivada del propio declive —siempre selec-
ción y los actores locales como otros externos, tivo en sus impactos sectoriales, sociales y
a los que se tratará de interesar para visitar o territoriales— debería orientarse a recuperar
invertir en la ciudad. una planificación que diversifique sus objetivos
y acciones, prestando más atención a los as-
Al mismo tiempo, parece de especial importan- pectos distributivos, la mejora de la calidad de
cia la puesta en marcha de estrategias de de- vida en el conjunto de la ciudad y la sostenibi-
sarrollo urbano que consideren de forma equi- lidad, a partir de una definición de prioridades
librada sus distintos componentes y que acorde con cada realidad específica. En una
puedan calificarse como innovadoras, en tanto panorámica general, pueden señalarse cuatro
suponen respuestas nuevas a los retos exis- líneas principales de actuación (FIG. 3).
tentes. Se trata, pues, de superar visiones de
la innovación que limitan su atención a los as- Aquí se incluyen, sin duda, las destinadas a la
pectos tecnológicos, preocupadas ante todo construcción de una ciudad más competitiva
por la mejora competitiva de las empresas, mediante iniciativas en materia de promoción
para considerar también objetivos de innova- económica y del empleo, lo que incluye la
ción social, que incluyen desde una participa- identificación y el apoyo a clusters estratégi-
ción ciudadana más activa a una gestión más cos, el asesoramiento a nuevos emprendedo-
eficaz de los asuntos públicos. res o la promoción de áreas empresariales
bien equipadas, entre otras. También las que
En las dos últimas décadas son bastantes las puedan elevar la calidad de vida y hacer la ciu-
ciudades en declive donde el gobierno local, dad más habitable, ya sea a través del planea-
sólo o en colaboración con actores privados, miento urbanístico, de acciones en materia
ha puesto en práctica una nueva generación ambiental, protección del patrimonio, renova-
de este tipo de políticas dirigidas a la regene- ción de áreas degradadas y apoyo a grupos en
ración (MOULAERT, & al,. 2001). Pero a menu- riesgo de exclusión, oferta de bienes públicos,
do, la especial atención prestada a la creciente etc. Están, en tercer lugar, las orientadas a
competencia interurbana en los mercados promover una ciudad más innovadora, inclu-
mundiales y la consiguiente búsqueda de ven- yendo desde programas de formación vincula-
tajas competitivas ha justificado concentrar dos a la base productiva local, a la creación de
buena parte de los recursos en grandes infra- instituciones de apoyo a la I+D+i o de espacios
estructuras y en megaproyectos relacionados donde concentrar iniciativas culturales y crea-
con sectores hoy considerados estratégicos tivas. Deben incluirse, por último, las destina-
(TIC, finanzas, actividades culturales y creati- das a densificar las redes que vinculan a los
vas...), que buscan transformar también la pro- diferentes actores sociales con objeto de lo-
pia imagen urbana y reforzar su posición inter- grar la consolidación de una ciudad con pro-
nacional. En paralelo, surgen intentos para yecto compartido, que no ignora el conflicto
atraer a esos grupos profesionales altamente pero explora vías de solución negociadas en-
cualificados que algunos identifican como cla- tre el mayor número posible de actores, sin
se creativa (FLORIDA, 2005) mediante el fo- olvidar la búsqueda de una buena conexión

MINISTERIO DE FOMENTO 227


Estudios Ciudades y metáforas: sobre el concepto de resiliencia urbana
Ricardo Méndez

PROMOCIÓN ECONÓMICA
Y DEL EMPLEO
(CIUDAD COMPETITIVA)
• Apoyo a sectores estratégicos
• Promoción del empleo
• Ayudas a nuevos emprendedores
• Políticas de suelo empresarial
e infraestructuras...

REFORZAMIENTO MEJORA DE LA CALIDAD


DEL SISTEMA LOCAL DE VIDA/SOSTENIBILIDAD
(CIUDAD CON PROYECTO) (CIUDAD HABITABLE)
ESTRATEGIAS
• Diagnósticos/planes estratégicos DE • Renovación áreas degradadas
• Apoyo al desarrollo de redes locales RESILIENCIA • Regeneración ambiental
(foros, mesas, pactos...) URBANA • Mejora de equipamientos
• Promoción de clusters locales • Políticas de vivienda social
• Políticas de inserción exterior • Protección patrimonio cultural
• Presencia en redes de ciudades... • Mejora de la imagen urbana...

PROMOCIÓN DE
LA INNOVACIÓN
(CIUDAD INNOVADORA)
• Programas de formación
• Apoyo a iniciativas creativas
• Centros de empresas
• Espacios para la innovación
• Redes digitales alta capacidad...

FIG. 3/ Principales estrategias para la resiliencia urbana


Fuente: Elaboración propia.

con otras instancias del Estado multinivel y frentar el declive, adaptarse a la nueva situa-
una creciente presencia internacional. En resu- ción y reconstruir una trayectoria de desarrollo,
men, debe tenerse muy presente que la resi- por contraste con aquellas otras que se en-
liencia tiene una naturaleza sistémica y que frentan a graves dificultades para lograrlo.
exige, por tanto, considerar de forma integrada Pero esa novedad no deja de proyectar ciertas
sus distintas dimensiones y escalas. sombras que exigen un análisis crítico de sus
potencialidades y limitaciones.

6. Conclusiones En una referencia a las políticas urbanas, que


aquí puede trasladarse también al conjunto de
Los procesos de desarrollo urbano, observa- los estudios urbanos, HARVEY (2007: 384) se-
dos a medio o largo plazo, difícilmente pueden ñaló cierta tendencia posmoderna:
entenderse como continuos, pues las rupturas
y cambios de tendencia son frecuentes, aun- «a optar por lo efímero y el eclecticismo de la
que su profundidad y duración resulten muy moda y del estilo en lugar de apostar por valores
variables. Tanto en el pasado reciente como duraderos, a preferir la cita y la ficción en lugar de
en el presente son bastante numerosas las la invención y la función…a primar el medio sobre
ciudades que se han visto sometidas a situa- el mensaje y la imagen sobre la sustancia».
ciones de crisis, debidas a acontecimientos
puntuales de especial gravedad y, más aún, al En tiempos como el actual, caracterizado por la
agotamiento de su modelo de desarrollo ante- multiplicación de metáforas para describir la
rior, con impactos visibles en múltiples aspec- evolución urbana mediante la traslación de tér-
tos. El concepto de resiliencia, utilizado con minos procedentes de disciplinas donde a me-
anterioridad en otras disciplinas, emerge ahora nudo tenían un significado distinto, conceptos
para poner nuevo nombre a la capacidad mos- como el aquí considerado suscitan la creciente
trada por algunas de esas ciudades para en- atención de unos, pero también el escepticismo

CIUDAD Y TERRITORIO ESTUDIOS TERRITORIALES 228


CyTET XLIV (172) 2012

de otros sobre su aportación a una mejor des- iniciando una nueva etapa en que se entre-
cripción y comprensión de este tipo de proce- mezclan rasgos heredados del pasado, trans-
sos. Más allá de una posible moda pasajera, su formados total o parcialmente, junto con otros
uso sólo resultará de utilidad si se precisan los nuevos. En el plano teórico, la propuesta inter-
diversos significados que se le han dado hasta pretativa realizada ha buscado poner de mani-
ahora y si incorpora un contenido teórico cohe- fiesto la posibilidad de integrar estos estudios
rente, que pueda quedar enmarcado en los de- sobre resiliencia urbana en el marco que apor-
bates actuales sobre claves del desarrollo ur- tan la geografía relacional, el neoinstituciona-
bano y regional. Sólo si se profundiza en esa lismo y los enfoques evolucionistas.
dirección cabe compartir la opinión de SIMMIE &
MARTIN (2010: 27) en el sentido de que la no- Pero sólo la contrastación de este tipo de re-
ción de resiliencia puede ser: flexiones con el análisis de la evolución re-
gistrada por ciudades concretas mediante el
«altamente relevante para comprender los pro- uso de estrategias de investigación multimé-
cesos y pautas del desarrollo desigual». todo permitirá comprobar su verdadero valor
explicativo y su utilidad para orientar políticas
En el plano de las definiciones, frente a quie- de dinamización. Si la crisis iniciada en 2008
nes identifican la resiliencia urbana con el re- se entiende como algo más que una simple
greso a una supuesta situación de equilibrio oscilación coyuntural en la evolución cíclica
previa al choque provocado por algún aconte- del capitalismo, el estudio de las diferentes
cimiento externo, o a quienes lo asocian a la respuestas urbanas ante la nueva amenaza
capacidad para prevenir esos posibles golpes que se cierne sobre muchas ciudades puede
reduciendo la vulnerabilidad del sistema, aquí suponer una línea de trabajo relevante en los
se interpreta que se trata de una capacidad no planos científico y social para la que el con-
generalizada de adaptación y posterior recupe- cepto de resiliencia ofrece un camino a ex-
ración tras el impacto de una crisis duradera, plorar.

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