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FotoTerapia

By Helena Echeverría

Esta PsicoGuía se adentra en el universo de la FotoTerapia como


herramienta terapéutica para explorar tus historias personales y tu vida a
través de la fotografía. Conoce sus definiciones y aplicaciones, sus 5 técnicas
básicas y realiza un ejercicio vivencial para re-descubrir tus emociones y
pensamientos.

Te has preguntado por qué la fotografía fascina tanto a las personas


de todas las edades y épocas. Nos encontramos ante el hecho de que
la gente hace fotografías de todos los acontecimientos de sus vidas,
¿por qué? Una posible razón es ayudar a nuestra memoria a
recordar los aspectos significativos, emocionales, motivadores e
inspiradores de nuestra vida.
Tenemos imágenes de ceremonias, fiestas, nacimientos, dolores,
tristezas y alegrías. Utilizamos las imágenes como registro de
emociones y vivencias que nos suceden a lo largo del día.

Si lo piensas actualmente sería impensable un mundo sin fotografías.


Sin duda, vivimos en la cultura de la imagen.

Las fotos personales pueden servir como puentes naturales para


acceder, explorar, clarificar y comunicar acerca de nuestros
pensamientos, emociones, sentimientos y recuerdos (incluso los que
están enterrados profundamente u “olvidados” hace mucho).
La mayoría de las personas tenemos fotografías a nuestro
alrededor, sin realmente detenernos a considerar por qué y para qué.
Tenemos fotos en las paredes, mesillas, carteras, neveras, móviles,
ordenadores… Las compartimos, revisamos y buscamos. Éstas son
registros permanentes de momentos cotidianos junto con las
emociones y recuerdos asociados inconscientemente a ellas.

1. LA FOTOTERAPIA

La fototerapia (photo therapy) es una herramienta terapéutica


utilizada para ayudar a las personas a examinar sus vidas y revisar
sus historias personales a través del uso autobiográfico de una
fotografía. La fototerapia promueve la comunicación visual y la
percepción del mundo a lo largo del tiempo.
Judy Weiser, directora del Photo Therapy Centre de Vancouver nos
dice:

Las técnicas de fototerapia (Photo Therapy) utilizan las fotos


personales de los pacientes, sus álbumes familiares y sus
interacciones con estos catalizadores visuales para evocar
terapéuticamente los recuerdos relevantes, sentimientos e información
que está contenida en las imágenes de forma inconsciente. Cada
fotografía que una persona toma es también una forma de
autorretrato, una especie de espejo con memoria que refleja aquellos
momentos que fueron suficientemente especiales para ser congelados
en el tiempo para siempre.
[…] Incluso las reacciones que tienen hacia postales, fotos de revistas
y fotos tomadas por otros, pueden proporcionar pistas que arrojen luz
acerca de su vida interior y sus secretos […] el significado actual de
las fotos se encuentra, no tanto en sus factores visuales, sino en lo
que estos detalles evocan en la mente (y en el corazón) de cada
observador.

David Krauss (1980) definió la fototerapia como:

…aplicación sistemática de imágenes fotográficas y/o de procesos


fotográficos (a menudo es una combinación visual de imágenes y
lenguaje) para crear cambios positivos en los pensamientos,
sentimientos y conducta de los pacientes.
Krauss creó un modelo de entrenamiento que cubría las siguientes
áreas:

 Autoconcepto
 Fotografías individuales
 Fotografías familiares
 Fotografías usadas como elementos proyectivos
 Ensayos fotográficos
 Uso de fotografías en los procesos de separación y duelo

La finalidad de este entrenamiento era mostrar como la fotografía


puede ser usada para facilitar el auto-descubrimiento, expandir la
conciencia personal e interpersonal y como herramienta para trabajar
con personas desde un enfoque más allá del estrictamente verbal.
Las técnicas de fototerapia involucran fotos tomadas, vistas,
posadas, activamente reconstruidas, trabajadas a través de la
imaginación o la memoria o tomadas por otras personas (incluyendo
imágenes de revistas, postales,…).

Es interesante mencionar el trabajo fotográfico que


realizó Diamond (1856) aplicado a la salud mental. Fotografió a sus
pacientes como apoyo para el diagnóstico e identificación de
diferentes tipos de enfermedades mentales. Descubrió que
las fotografías tenían un efecto terapéutico positivo cuando se las
mostraba a sus pacientes. Podríamos decir que este es un
antecedente histórico de la fototerapia.

Weiser, en sus talleres de formación en fototerapia, propone


cinco técnicas básicas:

1. Fotos de la persona tomadas por otras personas (posadas o


espontáneas).
2. Fotos tomadas por la persona (usando una cámara o tomando
imágenes que otras personas sacaron).
3. Autorretratos (cualquier tipo de foto que la persona haya
tomado de sí misma).
4. Fotos familiares – autobiográficas (ya sea de la familia de
origen o la familia por elección).
5. Fotos proyectivas, es decir, cada imagen refleja el universo
simbólico de la persona. El significado de cualquier foto es creado
por el/la observador/a durante el proceso de percepción. La
interpretación de cualquier imagen es diferente cada vez que se
mira, como también será diferente la interpretación de cada
persona. Siempre el significado que demos a una fotografía
estará impulsado por nuestra manera de ver el mundo y por
nuestro inconsciente. Esta técnica es la base de las anteriores y
las conecta.

Jo Spence (1986) nos propone una variante de las técnicas anteriores


que denominó “fotografía terapéutica”. Trabaja con la realización de
autorretratos para ser usados posteriormente como herramienta de
estudio en la imagen corporal. Con el propósito de profundizar en la
apariencia física y concretamente en la auto-aceptación.

La fototerapia utiliza la fotografía como puente de comunicación no


como forma de arte. No existen requisitos para utilizar esta
herramienta de forma terapéutica. No necesitas experiencia previa con
cámaras ni conocer el arte fotográfico.

2. PROCESOS FOTOGRÁFICO Y TERAPÉUTICO

Podemos observar que el proceso fotográfico y el proceso


terapéutico tienen muchos aspectos en común y podemos utilizar sus
conceptos de manera metafórica. Es decir, en ambos casos se trata
de captar una porción de la realidad lo más nítida posible, verla a
través de los ojos o de la lente de una cámara, acércanos al objeto
para entender todos sus ángulos, seleccionar, fijar la atención sobre la
imagen, enfocar, encuadrar, disparar, capturar la imagen y fijarla sobre
una superficie sensible (en nuestro caso seria la mente).

En ambos procesos la “realidad” es vista o “tomada” a través de


filtros físicos, personales y culturales que nos permiten hacer resaltar,
interpretar y/o distorsionar las cosas.
De todas las imágenes obtenidas y guardadas tanto en la mente como
en la cámara, posteriormente podremos revisarlas, darles significado,
pensarlas, sentirlas, apartarlas, olvidarlas (aunque el olvido como tal
no existe en la mente lo que sucederá es que se almacenará en el
inconsciente) y re-significarlas.

Las imágenes físicas y psíquicas son traídas a la conciencia,


seleccionadas, editadas y transformadas, pudiendo cambiar así su
significado cognitivo y su contenido afectivo.

3. PREGUNTAS PARA TUS FOTOGRAFÍAS

Cuando trabajamos con una imagen a nivel terapéutico podemos


hacernos algunas de las siguientes preguntas, ya que los estímulos
fotográficos revelan mucho acerca de nuestras proyecciones y de
nosotros/as mismos/as:

 ¿Cuál es la historia de esta fotografía? ¿Qué historia podrías


contarme acerca de esta imagen?
 ¿Sabes quién la hizo?
 ¿Qué sentimientos, recuerdos o pensamientos te vienen a la
mente cuando la ves?
 ¿Sabes para qué se hizo?
 ¿Te gusta o te disgusta?
 Si esta foto tuviera voz, ¿qué te contaría?
 ¿Qué nos dirían las personas que aparecen en la imagen?
 ¿Te recuerda a algún momento de tu vida (infancia,
adolescencia…)?
 ¿Te gustaría decirle algo o a alguien de la foto?
 ¿Con quién te gustaría hablar de ella?
 ¿Crees que podría tener algún mensaje oculto para contarte?
 ¿Qué dice de ti esta fotografía?
 ¿Con quién te gustaría compartirla?

4. PROPUESTA PRÁCTICA

Te propongo que trabajes con tus fotografías de manera


autobiográfica. Elige 9 fotografías que te ayuden a narrar las
diferentes etapas de tu vida (infancia, adolescencia y adultez). La
búsqueda de estas imágenes es una proceso de toma de conciencia.

Se trata de crear un espacio seguro, cómodo y tranquilo para brindarte


la oportunidad de expresar con claridad y profundidad experiencias
importantes para ti. Así que relájate, respira profundamente y ten una
libreta a mano para apuntar todo aquello que te parezca relevante e
interesante.

Coloca las fotografías en tres filas por orden cronológico:

1. Infancia
2. Adolescencia
3. Adultez

Una vez que las tengas colocadas deja que las imágenes te cuenten,
adéntrate en sus historias y utiliza las preguntas del apartado anterior.
No tengas prisa para re-descubrir tus emociones y pensamientos. Se
trata de un proceso vivencial que te permite dar una mirada global a
tu pasado para comprender tus identidades, tus creencias, tus
valores, tus sentimientos y así poder encontrar recursos y proponerte
nuevos objetivos.

En este proceso de auto-observación nos encontraremos tanto con


aspectos positivos como negativos. Observa las imágenes con una
mirada comprensiva, permitiendo la reconciliación interior y la
aceptación. Las fotografías nos traerán heridas que llevamos tiempo
sin atrevernos a mirar por eso es importante identificar la fuerza
interior que nos ha llevado a estar ahora pudiendo observar nuestra
biografía en imágenes.

Observa tu pasado sin miedo y permite que el inconsciente te traiga


información valiosa para soltar aquello que no te sirve y comprender
a las demás personas y a ti misma/o. De esta manera puedes
encontrar la paz interior que viene de entender que podemos hacernos
cargo plenamente de nuestras emociones.

Una vez sientas que has terminado la narración de tus fotografías,


observa de forma integral cada etapa y dime ¿Con qué te quedas de
cada una? Es decir, cuáles son los aprendizajes, de qué te has dado
cuenta,…
A continuación te dejo esta propuesta práctica para que
puedas descargarla y hacerla cuando quieras:
 Descargar

5. CONCLUSIONES

En los últimos años con la tecnología digital, las fotografías están


más cerca que nunca y podemos con ellas mostrar, comunicar,
presentar y representar nuestro complejo universo. Podemos decir
que vivimos dentro de un mundo de imágenes que nos
representan.

Las fotografías contienen siempre información, historias que contar,


emociones que compartir y evocan pensamientos, sentimientos y
recuerdos significativos. Al ver una imagen cada persona ofrece su
interpretación y significado, proyecta su universo inconsciente sobre
ella y crea asociaciones cognitivas y afectivas propias. Por lo cual las
fotografías son herramientas muy potentes dentro de procesos
terapéuticos, de auto-descubrimiento y de sanación.

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