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Primera ediciéín: 1986
Primera reimpresión: 1988 ÍNDICE
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PEDAGOGÍA
· · Coordinación general:. C~rlos Montemayor \ Preparación para la muerte ....... , ... : , . , . ; .. ; .. ,' ....... · 155
:{Ciceroniano ......•............................. ; ,... ;: ; . 2IJ,
D.R. © Consejo N~ional de Fomento Educativo •\Del me11osprecio del mundo ... , ... : . . . . . •. . . . . . . • . . . . . . . . 247
Av; Thiers 251, Piso 10 ·. . /f~Los silenos de Ak:ibíades ......................... .•••,. , •.·. 301
M~xico; D.F., CP 11590 \:"Elhóinbre esun~ burbuja. ; ........... '. ...... •.... :1 ..•. ,. . 323
/Lo mejor es tio nacer ...............•.........•. , . . . . . .. . . . 329·
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PLAN DE ESTUDIOS
PRÓLOGO
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Así que deben aprenderse simultáneamente los rudiment(
de ambas, y desde el primer momento y de Ün preéepb de mi gusto aquellos que manejan para este uso los autores
competentísimo. Y si no se tuviere la suerte de disponer de 1 cualesquiera que ellos sean, y relatan con enfadosa puntuali-
entonces (cosa que puede suplir su falta), débese echar matl dad y reducen a trizas toda su vida, pensando que el niño es\ \·
de los mejores autores, que yo querría que fuesen muy pocoi de aquellos eruditos a quienes no se les escapa ningún dato. , ···
pero bien escogidos. Entre los gramáticos griegos, todos lt Así que, con el debido aparejo del lenguaje que, puesto que
doctos coinciden en atribuir el primer lugar a Teodoro Gai no sea frondoso, debe ser castizo, sin pérdida. de tiempo, se
y a mi parecer, con perfecto derecho, lo vindica para sí Con. ha de convertir y llevar la atención a la inteligencia de las co-
tantino Lascaris. Entre los latinos más antiguos, Diomede' sas. Aun cuando de aquellos mismos autores que leemos para
Entre los modernos, no aprecio yo ventaja apreciable, si · el aseo y ornato del lenguaje, eventualmente se recoge una no
no es que Nicolás Peroto me parece más diligente que desdeñable copia de .conocimientos, con todo, según el pro-
otros, pero sin superstición. Y así como reconozco que es pósito preconcebido, casi toda la ciencia de las cosas débese ir
preceptos son necesarios, mi ideal sería qµe, en la medidá:· a buscar en los autores griegos. ¿Adónde, a fin de cuentas,
lo posible, fuesen muy pocos, a condición de que fuese absi irás a beber agua más pura, más a tu alcance, más linda y
, luta su bondad. Jamás ha merecido mi aprobación la gener. fresca que de la misma fuente?
-:¼'\ lidad de los maestros que, para inculcarlos en los niños, set~ Quizá en otra parte, más a derechas, te declararé el orden a
' 'man muchos afios. La verdadera aptitud para hablar c(i) tenor del cual han de estudiarse las disciplinas, y los precepto-
corrección se alcanza muy bien, tanto con el trato y conviver. res a los que se ha-de dar la preferencia. En este comedio, de-
cía con quienes hablan con esmero, como mediante la lectui mos unos pasos atrás y volvamos a los estudios de los prime-
asidua de. los autores elocuentes. De éstos, los primeros e ros afios. Con el fin de que recojas el fruto más abundante y
/que deben ser los nifios imbuidos, son aquellos cuya oraciót más en sazón de aquellos autores en quienes dijimos había de
\; \ aparte de ser castigadísima, por el aliciente del argumerit irse a buscar la riqueza del lenguaje, mi opinión es que debes
· \tengan algún halago para quienes los frecuentan. En este 1i manejar con diligencia a Lorenzo Valla que escribió elegantí-
nero yo daría la primacía a Luciano, y el segundo lugar a simamente de la elegancia del habla latina. Ayudándote de
móstenes, y el tercero a Herodoto. Por lo que toca a los p sus luces y de sus preceptos, tú mismo, y de tu propia mano,
tas, la primera palma sería para Aristóteles, la segunda p tomarás no pocas notas. Así y todo, yo no querría que con
Homero, la tercera para Eurípides, pues Menandro, a qui fanática adhesión y en todo punto practicaras con obedien-
yo daría· 1a capitanía sobre todos éstos,, por desgracia se h cia servil los preceptos laurencianos. Te será también ayuda
perdido en su casi totalidad. Entre los latinos, ¿qué maestr _4tiLt~ner .bien aprendidas las figuras gramaticales explica-
en primores de lengua supera a Terencio? Puro, terso, mu gas por PP@to. y _'.Q~2in<!cfüs.1, )Lr~í~yf~t~s. I<?4~~. las .leyes y
cercano al habla corriente y que, además, por lo sabroso d · las formas métdC::l.§,.,Y Juyjere~ ,ll: 11:i,an.o. un ~ompendiosó cono-
argumento, deleita infinitamente a la juventud. Si alguri Gimlento. q~Ja Jetór.k,a,.convi~ne, .a sa.ber: Jas proposicio-
fuere de parecer que a Terencio deben sumarse álgunas come nes,, lo,sJugares comunesJ el color' el.rÍúmer:O, las imágenes,
dias de Plauto, seleccionadas, limpias de obscenidad, yo ne las amplificaciones, las fórmulas de transición, Todos estos
me opongo a ello. El segundo lugar será para Yirgilio, el ter, elementos convienen, no sólo para formar criterio, sino
cero para Horado, el cuarto para Cicerón, el quinto para Ca~ también para su discreta imitación. Con todas estas instruc-
yo César. Si hay quien opine que a éstos de_be agregarse Saltis-· ciones, al par que se vayan leyendo los autores, avivarás el
tío, yo no reñiré con él. Creo que estos autores ya son bastafi"', seso y harás notar, cuando. viniere a coyuntura, el vocablo
tes para el conocimiento de entrambas lenguas. Tampoco so~<' ilustre, la antigüedad o la novedad de la sentencia, el argumento
agudo, el hallazgo feliz, la expresión lindamente torneada, el
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primor delicado y el noble atavío de la oración, el adagi< con los dichos breves que tengan una expresión feliz, como
el ejemplo, la máxima digna de ser encomendada a la mem son los apotegmas, proverbios, sentencias: a los unos, los
ria. Este pasaje deberá ser marcado con una señal c escribirás en tus libretas de apuntes; a otros, los esculpirás en
quiera. No tan sólo deberán usarse señales variadas, si los anillos o al pie de las copas; a otros, en las puertas o en las
también, a propósito, para que salte a la vista el asunto . paredes, o en los cristales de las vent~11as, a fin de que en to- ·
que tratan. das partes, lo que tope con la vista, ayude la erudición. Estas.
Allende de esto, si algún profesor introduce la afiadidu: cosas, aunque cada una de por sí sea harto pequeña, con to~
de la dialéctica, no me opondré yo a ello, a condición de q: do, reunidas en conjunto, aumentan con nuevo logro el teso-
se aprenda de Aristóteles, y nunca de este gárrulo linaje des ro de la doctrina sin descuidar aquel adagio griego que viene a
fistas que todos conocemos y padecemos; y que no se dete decir que quien se afana en apañar estos recursos se enri-
en ella demasiado, llegando, como dice Gelio, a envejec quece. En conclusión:1convendrá muchísimo, no para un solo
1detenido en los arrecifes de las sirenas. Y, sobre todo, no of fin, sino para todos á la vez, que con frecuencfa ensefies a
. f des jamás que el mejor maestro y el que más instruye es el · otros. No existe medio mejor para descubrirte a ti mismo lo
e,[ i tilo, La péñola deberá ser incansablemente ejercitada en' que entiendes y lo que no entiendes. Y, mientras tanto, ahora
, verso, en la prosa, en toda suerte de asuntos. Ni se ha de 01 · comentes, ahora disertes, se te ocurrirán nuevos puntos de
·. dar la memoria, que es el receptáculo y el tesoro de la lectur\ vista. No hay cosa que se grabe más profundamente en el ánimo.
Aunque yo no niego que sean auxiliares suyos los lugares
munes y las imágenes, la memoria mejor dotada se afianza
/tres principales apoyos: en la inteligencia, en el orden, en Plan de enseñanza de los discípulos
(atención. Buena parte de la memoria está en el total entené.
'miento del asunto. El método hace que aquellos casos y aqu Adivino ya tu deseo de que te señale un plan de enseñ.anza.
llas cosas que se nos cayeron de la memoria, como de vuel Ea, complazcamos a Viterio, aun cuando veo que Quinto Fa~
de ese postliminio, se presenten otra vez a nuestro recuerd/ bio Quintiliano, con tal diligencia dio acerca de esta materia
Finalmente, grande es el valor de la atención, no solamert preceptos tan puntuales, que tratar de ella después de él pare-
en este punto, sino en cualquier circunstancia, Aquellas co~: ce desvergonzada osadía. Quien, pues, tomase a su cargo la
cuyo constante recuerdo deseas mantener, deben ser releíd instrucción de alguno, pondrá sumo empeño en enseñar des-
con mucha atención y con mucha frecuencia, y lueg de el primer instante lo mejor; pero, para enseñarlo mejor, es ¡
muchas veces, nos las debemos pedir con apremio, y si atgu fuerza que el maestro lo sepa todo. Si esta omnisciencia fue
se nos hubiera escapado, ir por ella y reponerla en su sitio. l: negada al ingenio humano, al menos debe conocer lo funda-
una menudencia lo que voy a decir, pero, con todo, es digri
de que se la advierta. Constituirá una ayuda no mediocre: ;·
mentaLde.cada-una de las disciplinas-.
En este punto, yo no me conteQ.taré con aquellos consabi-
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aquellas cosas cuya memoria es necesaria, pero harto difíd dos diez 0 doce autores, sino que exigiré toda una enciclope-
verbigracia, la de los lugares que citan los cosmógrafos, del dia, a fin de que nada ignore el que se apareja para enseñar,
pies métricos, de las figuras gramaticales, de las genealogí.as. aunque sea lo mínimo. Este hipotético profesor deberá llevar
de otros extremos que con ellas tienen similitud, con la mayo su interés inquisitivo por todo linaje de autores, empezando,
brevedad y claridad posibles, consignadas en una tabla, s · desde luego, por el mejor, pero de tal manera, que no deje a
cuelgan en las paredes del dormitorio o en otros lugares ob. ninguno sin· catarle, aun cuando sea autor poco bueno. Y
vios de la habitación que aun a los que andan en otro queha" para que esta inquietud intelectual rinda frutos más copiosos,
cer se les entran por los ojos. Esto mismo habrá de hacers~ tenga preparadas con antelación unas como casillas, porque
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dancia con que los reunió. Colígese en .parte también de sus_
· si tropezare con algo que merezca ·anotarse, quede registrada · etimologías y e:n grande proporción de aquellas lenguas que
en la casilla correspondiente. Y si a alguno le faltare tiempo hasta nuestros días conservan claros vestigios de las lenguas
o sufriere penuria dé libros, Pliriio solo le proporcionará muchí- madres, en sazórl que mantenían su pureza original, como la
simos de estos lugares; y muchos Macrobio y Ateneo, y varios lengua de los constantinopolitanos, de los italianos, de los es-
Aulo Gelib. Pero lo que más vale es acudir con toda prisa a ·pañoles, pues no es poca la degeneración qµe sufrio el idioma~
las fuentes, a saber: a los griegos y latinos. Mejor que ningún de los franceses. Hay que. poseer la ciencia de la antigüedad, \
otró, le enseñ.arán filosofla Platón y Aristóteles, y el discípulo que se aprende, no sólo en los autores arcaicos, sino también l
de este último, Teofrasto, y Plotonio, que es una fusión de en las monedas y en los títulos e inscripciones epigráficas.
ambos. De 1,os teólogos intérpretes de las Sagradas Letras, Hay que aprender la genealogía de los dioses de que rebosan\1 @1l
ninguno mejor que Orígenes, ninguno más sutil ni ameno que las creaciones poéticas. A zaga de las huellas de Hesiodo,
el Crisóstomo, ninguno más santo que Basilio. Entre los lati- Boccaccio la trató con felicidad mayor que la que era de espe-
nos, dos son los que en este género descuellan: Ambrosio, rar de su siglo. No debe ignorarse la astrología, de l~ que an-\ .~
admirable en las alusiones y Jerónimo. versadísimo en los dan rociad.as las invenciones de los poetas; la mejor es la_ de ·,,
misterios de la Sagrada Escritura. Higinio. Pebe conoc·erse la virtu_q y la natur_aleza, cl.eJqc:lª~J¡1s.-
Si no se tuviere holgura y espacio para estudiar de asiento a --~2s~~. J?,Qs:iiiif-éíi:aht .1ii.ieki:i¡9~r~(füñii:i§:·:~iifü:tg$.;, rnrriP~: ...
cada uno de ellos, soy de parecer que deben ser degustados ,.:~~!9.A~~,~.i~~;~!J,~~r. QL~l~f9X~~;J J?ebe poseerse toda Histo-·\ ;,
todos. No es de este lugar establecer ahora su catálogo. Cier- na,..Gu,yo uso tiene una extens1on mconmensurable, no exclu- ·
tamente, para la explicación de los poetas que suelen templar sivamente en los poetas. Si a alguno le viniere en gana expli:..
sus producciones con tqda suerte de disciplinas, hase de tener car a Prudencio, el único poeta cristiano de una facundia
cuenta con la fuerza difusiva de las fábulas; ¿y dónde mejor torrencial y arrebatadora, impórtale conocer la Sagrada
ir a buscarlas que en Homero, padre dé todas ellas? Si bien Escritun1,. Finalmente, no existe disciplina alguna, ni de mili-
las Metamorfosis y los Fastos, de Ovidio Nasón, contribuirán cia, ni de agricultura, ni de arquitectura, ni de música, que no
no. poco, aunque escritos en latín. Hay que poseer la cos..: sea útil a quienes hubieren asumido la misión de explicar a los
mografia, que tiene su uso y su utilidad, no solamente· en poetas y a los oradores antiguos. Ya veo que arrugas el ceñ.o,
la Historia, sino también en la poesía. De ella escribió un es- hace· buen rato. En hecho de verdad, es inmensa la carga que
quema brevísimo Pomponio Mela; con abundantísimo saber pones en los hombros de los simples maestros de le(ras. Es ,
la trató Tolomeo y Plinio con una sagacísima exactitud. Aún iie~to; cé-:go. a uno solo, para descargar a muchí~imos."-
hace más Estrabón. Su parte más meritoria es haber observa- f Qmero que uno lo revuelva. todo, para que todo no tenga que ser .. y;
.do qué nombres de montes, de ríos, de regiones, de ciudades, ,revuelto por cada uno. . #
el vulgo admitió, y qué correspondencia.guardan con los anti- · Por qu.e lo toca y atañe a la formación del habla de los ni-
guos. Cuidado idéntico debe ponerse en los nombres de árbo- ños y de la enseñanza, como por distracción y juego de las fi-
les, hiérbas; animales, herramientas, vestidos, piedras pre- guras de las letras, asaz abundan los preceptos de Quinti-
.ciosas, acerca de los cuales es increíble la ignorancia ,total de liano. Yo desearía que, una vez enseñados los primeros rudi-
la turbamulta de los hombres de letras; Su noticia se colige en ,JP.~P:!Osal niño, luego, al punto, se !e_ ti:ajese a_ la prác~ic~ d.el
\ gran parte de diversos autores, que trataron de agricultura; de mi- Jertguaje. Pues ami cuando, en el corto plazo de unos meses la.
, licia, de arquitectura, de cocina, de minerales preciosos, de plan- edad pueril haga sonar una lengua bárbara, ¿qué obstáculo
. tas, de la natundeza de los animales. No está por demás saber · hay para que ello sea en gri~go o en latín? Pero esto ni tiene
que Julio Pólux trató expresaÍnente de los nombres de las cosas. lugar en léi)n:rnensa mayoría ele los niños y· exige la conviven-
Ojalá los hubiera distinguido con esmero igual a la abun-
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54.
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1
· 1:r.
-,~ia,,domésticaF,del yreceptot. _Aúnque _también e~ e_l ju~go
0 dota, hay una sabia sentencia; a saben que las. resoluciones dema-<
·_ r·-'.;pondrá cuidado,_,orahable a muchos/ oraá Uíio:sépatada-· siado precipitadas pocas veces obtienen bu~n suceso. Otra: Af.., \'
,:-Q l meifü:;'ei{éxpresarse co1ÚodaJa corrección i>osibíe·. Interpre- dua cosa es discriminar cuál de los dos fue más necio: Crates, que \ ,
:lt:; /·-·te uno que otro pasaje, cuando se presentare ocasión, y ad;.. tiró su oró al mar, o Midas, que estimó no haber cosa mejor que el .· \ : C'
. ~*: \ 'vJ.értales que l? imi!~n. Algu~as veces, .mientras charl~.n entre oro. Otra: La arrebatada
. elocuencia de Demóstenes
' . y Cicerón
-, t/¡-,:. -:-·'
;¡
· · l. \ s1, alabe a quien d1Jere un dicho con Justeza, y enm1endelos ocasionó a ambos su pérdida. Otra: Ninguna alabanza puede / ""''
·. .J:;:~:i~!~~~=!1;~r~rtt~!~E:f:I~;;.
igualar los méritos del rey Codoro, que pensó que la salud de los/
ciudadanos debía ser rescatada a costa de su propia vida. No se-
rá muy penosa la tarea de hacer un ramillete de historietas por
jbiéii'sr;·propc:mi~ndoles pequefios premios o castigos leves, -se este estilo en los historiógrafos, especialmente en Valerio Máxi-
\les provocaa que ellos con ellos, mutuamente, se corrijan; El mo.· Contengan los temas asimismo afguna fábula edificante
\preceptor tendrá seleccionados a algunos de los. más ins- como estas: · Hércules, exterminando monstruos, se granjeó
ltruidos que pongan fin a la controversia. Y tampoco fuera la inmortalidad. Las Musas tienen sus únicas complacencias
/ inútil proponer a Jgs_'._,nfüos,. a manera de . Jórmulas, _de_,qué, en las fuentes y enJas selvas;, y tienen horror de las ciudades
/ exp.re.sigu..~s~leberán,valerse en el juego; enlos corros,.en:lf humosas. Contengan apólogos, verbigracia: Certeramente
/ )p,.~s,ª .. Impórta que ellas sean doctas, al mismo tiempo que fá-· · enseñó Casita que no debe encomendarse a los amigos nego-
í ciles y gustosas. El preceptor diligente y culto, de agudo crite- cio que tú puedas llevar a buen fin. Otro:Todos ven la alforja
rio, no tomará enojo, luego de cotejar todos los ·preceptos de que pende por delante; pero lo que pende por detrás, nadie. lo
los gramáticos, de entresacar algunos, los m·ás sencillos que se ve. Otro: Atinaba la zorra, que prefirió ret';!ner las moscasya
pueda y los más breves y dispuestos en un orden de la mayor casi hartas, luego de haberlas ojeado, a admitirlas de nuevo
·comodidad. ' hambrientas y sedientas, que sin duda se beberían la sangre-
Luego de haber enseñado todo esto, llámeseles sin pérdida de que le quedaba. Demás de esto, contenga algún apotegma,
tiempo a la lectura de algún autor que más a ello se acomode, y .· como: Mucho disentía del vulgo de estos tiempos aquel que
á la práctica de hablar y de escr~bir. En este punto,- para que prefirió un hombre sirt dinero a dinero sin hombre. Otro;
qued_eri mejor grabados los preceptos que les expuso con antela- Con razón Sócrates desprecia a quienes no comen para vivir,
ción, pondrá cuidado en im;:ylca¡l~.§,ej~IDP.J,os.. a los males afta- sino que viven para comer. Otro: merecidamente no aprobó
. Jgj!.~~_ajS..W!íLCP~It.gµ~ les. sirya de Ptfp~racié>n pega es~a.l¡µ'. co- Catón a quienes tienen más sensible el paladar que el ánimo;
IJ~~i!n~!ll9§..W.~ ..ª1tQ§t- Llega~os acá, ya deben. ejercitarse en los Contengan los temas, si a coyuntura viene, algún expresivo
temas. Seso muy avivado debe ponerse én la elección de los te- proverbio: _"El zapatero, no más.arriba de la chinela. No to- .
mas pára que· no resulten {caso por desgracia harto frecuente) dos pueden hacer el viaje a Corinto." Yo mismo, con la pu-
imbéciles de sentido, y expresiones sin sabor; sino que encierren blicación de tantos millar~s de adagios, facilité muy mucho su
alguna sentencia aguda y linda, que no ande demasiado lejos del hallazgo. Contengan algun~ sentencia, como: "No hay cosa
alcance delingenio pueril, a fin de que, mientras se ocupan en que más cara cueste .que la .que se compra con súplicas; la da-.
otra cosa,· simultáneamente aprenden algo que les será muy útil divosidad gana amigos;la verdad engendra.el. odio;los ami-
cuando cultiven estudios más graves. Contenga, pues;. eltema gos que están lejos no son amigos.'' Contengan, si a mano,
que se ·proponga a los muchachos, alguna memorable anéc- viene, la notable particularidad de algún cuerpo, a saber: El
.dota histórica, verbigracia: la temeraria fogocidad de Marce- imán atrae a sí el hierro, y el alquitrán la llama. Otrosí: La
fo echó por los sµelos la pujanza romana; la cahr..a prudente palniera es de naturaléza tal, que si se le pone uri peso encima,
-. de Fabio, la restableció. Es de notar que, debajo de esta anéc.;. no sólo no se doblega al suelo, sino que, en su esfµerzo por
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crecerse, se yergue más altanera. Otrosí: Maravillosa habi ·
dad la.del pulpo, que toma el color del objeto sobre el que, tiempo justo, sino que luego los llevaría a los autóres más
posa, para frustrar el acecho del pescador. Contengan algut graves, especialmente si con anterioridad adqujeren un conoci-
insigne figura retórica, como la gradación o clímax; ver_bigr miento sumario de la retórica, de las figuras y de las combina-
("
cia: Las riquezas engendran el lujo; el lujo, la hartura, la ha ciones métricas. En el ínterin, deben ejercitarse en temas más
tm:a, la ferocidad; la ferocidad, el odio generál, y el odio gí dificiles, en cuyo delecto y explicación yo exigiré un preceptor
neral, la muerte: O contenga un símil oportuno; por ejemph de tanta doctrina como diligencia. El profesor mediocre, si,-) .
Así como si ejercitas el hierro, lo desgasta el uso; si no lo eje con su medianía une la modestia, no tendrá empacho de acu- ( .
citas, el orín lo corroe. De idéntica manera siejercita~eLiu dir a las mayores luces de una persona más sabida. Las for- Í
Í :.~á1~J\!~:f~f!~~z:1:~:·.:e;~h~.i~iE~i~~ci/~tri!~~ ~~!s·q~~ñ~
alegoría: no debe añ.adirse fuego al fuego; ni cebar el inceríi
mas de los temas, poco más o menos, pueden ser éstas: Co- l.,_
mienc.e por proponerle el argumento de una carta breve, pero (' ;~ ·
ingenioso, redactado _en lengua vulgar, para que el alumno le \
Ci.
t
con aceite; y alguna conmutación: No te juzgo yo tal porqí; retrovierta al griego o al latín o a entrambas lenguas. Ora le \ · w J
te ame con frenesí, sino que te amo con frenesí, porque" proponga un apólogo o una narracioncilla no desabrida; ora '
juzgué tal. Encierre el tema alguna distribución: Es necio· una sentencia que conste de cuatro partes, sujeta a cada una ¡·
demasía porque pueda callar, y demasiado. criatura porq de las dos por semejanza o por lógica; ora una argumentación
pueda hablar. Es simple en exceso porque pueda mentir; y dt para tratada en cinco partes; quier·, un dilema, en dos; quier '
masiado grave para que pueda hacerlo. Aquí yo no hago má una expolición, que así se dice, explicable en siete partes. Al-
que apuntar. Contenga alguna exquisita elegancia, de la cu guna vez, a guisa de prolusión y entrenamiento para la retóri-
no es menester: citar ejemplo alguno. ca, traten por separado algún miembro, a imagen y semejan-
. No hay dificultad alguna para que muchos primores , za de los progimnasmas o ejercicios que compuso Aftonio: y
bellezas coincidan en la misma oración, como sentencia, hi alguna otra vez, proponga un encomio, una acusación, una fá-
toria, proverbio y figura. Para ello, el preceptor, a quien i bula, una similitud, una comparación. Proponga, asimismo,· al-
.\\,,/porta tener trato asiduo con los buenos autores, a guisa d; guna figura, descripción, distribución, diálogo. Mándese, de
_) florecillas, las cogerá en todos los prados; y una vez hechaf cuando en cuando, que convierta una composición métrica
debida selección, las propondrá o las modificará para que ni en prosa desatada, o que una oración suelta, se trueque en
rebasen la capacidad de los alumnos. ·, palabras medidas. En el ínterin, imiten en vocabulario y figu-
:qespués que, con todos estos tanteos, y.Lniñ.o,"habrá c.opse ras úna epístola pliniana o ciceroniana. En ocasiones, expre-
8,~Jgq ªtgµ,11,c:p_Q<>.~Ir.nien.,to Y. Pr~cfü;aqdel. lenguate,..,sj ªA,pr9,~1 sen de muchas maneras la misma sentencia, variando las vo'."
_S,<?,~}~ J?~r~c.!~x_e,,.Ql.lC C} eqµ<::an~() Jie~~!<:l. -~µfi_ci,e11t1y. illJl9.UfeZ,0 ces y las figuras o simultáneamente en griego y en latín com-
.~sci~~,d.l:1-lP. ~l.e.st11dio de. la gramática. .supedor,.que de..be.s~ii - pongan verso y prosa. Otras veces explique fa lección del
-~~/ en~ªe~~da ~rad() a grªdO.Y.COU. Q.!J~~!l..J?I.9.S!.~~},Y9,,!. de mod~ profesor en cinco o seis.especialidades métricas; y otras aun des-
f'·'-' ~J'1hq1.1e, en }>firtjér lj.lg~x. ~~ txplique lo. más,.s.encillo,,s fpn la po:, figuren 1a misma sentencia·mediante esquemas y muchísimos-;
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..iífili:,ii;ií,áfj~[ii,~ti.J?~J~~Hi:§,: Más tarde, a .p:l:~~fü:l{t,qµe:'.·vay(l. g~,;,
nando en crecimiento y robustez el ingenio de los much~chos,
lugares comunes.
e_ <?Pio_
.._s_ísimo es el fruto que se rep'?rt_a-.de la_v_er_si~n d~ los_ a_u-_", ;_\_ :.,
'·convehdfíá qúé se les expliquen las 'reglas más abstr_Ü,ims i~úus•
rú·opios·ttiga.tés. Pór ·10· que se· refiere a] inefodo que se debe
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aliño, el texto depravado. Establezca luego la coJ:I1paración
corrección, elogiará lo que le pareciere ser un hallazgo f eli:z, .de pasajes paralelos en otros autores; su dif~renciación, su
un ordenado desarrollo; una bella imitación; y advertirá,· con , afinidad, ehemedo: hi alusión, la traslación, su coincidencia
amigable. aviso, las posibles omisiones, .las dislocaciones, las en el lugar de donde lo tomaron y cómo muchas cosas latin·as
demandas, los descuidos, las oscuridades, las faltas de elegan,. tienen su origen en las griegas; eso tampoco lo calle. Final~
cia. +eswmostnu:f,LCQ,IDQ.JlY.\::9.~!n!!~l?,,tS~, y.aun.muchas,yec~s, mente, pase a fa filosofía y acomode hábilmente ..a las cos-
mandará que se mude. Estimulará principalmente el brío y tumbres las fábulas de los poetas, y propóngalas como
I
que el viejo regafie, que el criado sise, que ·el soldado sea .a\a- · apólogo, qué sátira, qué oda, qué cada género literario. A
bancioso, y así por el estilo, sino un decoro peculiar, que, al cOnthmación, no tomará molestia de marcar las cualidades de
dictado <;le sti humor, pone el poeta en cada uno de los perso- cada uno de los autores en cada una de sus obras, como tam-
najes que crea. Terencio, por ejemplo, en su Andria, saca a bién de sus defectos para que ya, desde entonces, se familiari-
escena dos ancianos de genio muy diverso: Simón, recio grita- cen los ·muchachos con lo que en toda circunstancia importa
dor,' ceñúdo, intratable;· pero que no tiene pelo de ·tonto, y más: el criterio. En este punto, ·además de su maestría y de su
que eri · el fondo no es malo. Y, al corttrario, Cremes es talento personal, será para el preceptor un auxilio ·eficaz el
hombre cortés, ·siempre risueño, que no pierde jamás los . librito de Cicerón: De los oradores ilustres, como el de Quin-
estribos, que entodas las situaciones pone toda la quietud po- tiljano, de Séneca y la obra de -Antonio Campano: Ctftica
.sible, pero un poco blandengue, y nada estúpido. Introduce, de escritores, sin excep(uar los intérpretes antiguos, ,ponato
asimismo, dos jóvenes de· muy opuesto carácter: Pánfilo, principalmente, que cultivó esta especialidad. En este punto.
concienzudo, atendida su edad, y amigo de dar consejos; pe- es donde debe dar a conocerlos motivos que tuvo elautor pa.,.
ro vivo como elazogue; en élse reconoce al hijo de Simón. Y, ra seguir un objetivo determinado: por qué Marco Tµlio se
fingió miedoso en la defensa de Milón; y por qué Virgilio,
al reves, Carino es un riiño grande, inepto, mentecato. Intro-
duce luego a~dos esclavos de costumbres muy distintas: Davo~ con tal ahínco y complacencia, se detiene en los encomios tan
astuto, fértil de recursos, incansable. y pertinacísimo en la subidos de Turno, enemigos de Eneas; y por qué el médico
espera,· y, enfrente de él, a Birria, sin nada en la mollera, conti- desheredado en Luciano no da de palos a la madrastra, sino
nuo desespero de su amo. Análogo contraste de caracteres en que la alaba y muestra mayor enojo contra su padre que con-
Adelfos: Mición, que reprende con palabras blandas y festivas; tra ella. Este punto tiene una. extensión inmensa.
Demeas, que en sus mismos halagos y blanduras pone de- No faltará quien juzgue que este método ocasiona mf.tra-
sabrimiento. TambiénSale a las tablas Esquino, que por vivir bajo pesado. Sin duda; pero es que yo quiero un preceptor de
en la ciudad· y por la confianza qÜe se toma con Micióri, no amplia cultura y de fecunda y prolongada experiencia. ~Si .
tiene freno en su osadía; y, con todo, descúbrese en él un ca- tiepen la suerte de queles·toque un preceptqr así, con facili-
rácter de hombre honrado, cariñoso con su hermano, leal con dad comprenderánJos nifios. Si a los comienzos ~ncontraren ..
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sobradas durezas, el aprovechamiento y fa costumbre las "'
· ablandarán. Sino me engaño, estas normas son las mejores, y J
conviene que de temprano se habitúen a lo mejor, aun cuan... ·o
do no deban inculcarse dondequiera, porque el cansancio no. ·
abrume el ingenio de los discípulos, sino porque asimilen lo DE CÓMO LOS NIÑOS
que más resalta: Y no sea menor el cuidado que el preceptor HAN DE SER PRECOZMENTE
· ponga en exigir las. lecciones que les seiialó que el .que ponga••·• . ·. INICIADOS. EN LA PIEDAD
en los comentarios. Esta es una labor pesadísima panrer-·-:
maestro, mas para,Ios alumnos es utilísima. Ni sea dema- .· . Y EN LAS BUENAS LETRAS
siado exigente en el orden, sino que acostumbren a repetir
. con buena fe t do
-·--=<>-···-·-s;t ..,. ,.Jo __(l!.
ue se 'les·a·-1roo-arfü,·-ae~séisaoiclo.
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--v-ño le. haga desistir de ello la dificultad, que puede superar-
W• •••.• , .......... · - -.
DEDICATORIA
se en el espacio de un mes. ~amás fue de mi agrado que los
muchach.o.~. P.QP8~JJ,PQL.~~~dt§Iq,9~<'.f'.IQ.Jfí~ls.~·1_e5.. clici, .El .re-
,sijfü~(!iiciue~da,,es,que se. des,cui4~.e.l. 9,1\tiy<> g~J~?}#.emoria. Si . Al ilustrísimo príncipe Guillermo, Duque clivense, juliacepse, .
de unas P,Ocas explicaciones quieren _to?Iar ,algú~ pequeñt montense, conde de la Marca, y en Ravenspurg, etcétera,
· apunte, haganlo, enhorabuena, pero sm tr mas alla del ·plazo Erasmo Roterodamo envía saludes.
en que, robustecida su memoria, no echen de menos la ayuda
de lo escrito. Y, para terminar, te diré que yo atribuyo tal1m"." Conrado Heresbaquio, varón extremado y perfecio, que para
portancia a un sistema apropiado de enseñanza, siempre que bien de la república te tocó en suerte que fuese el formador de
el profesor fuere celoso y culto, que no dudo en afirmar,.bajo tu niñez, príncipe clarísimo, en .sus .frecuentes letras, con tan
mi palabra responsable, que yo, con esfuerzo más leve y en cariñosa instand.a me describió tu· buena índole, hecha igual-
más pocos años, llevaría a los muchachos a un conocimiento mente para la erudición y para la piedad que, aun cuando hu.,.
de una y otra lengua que les permitiría expresarse con una: biese partido contigo mesa y techo en doméstica intimidad ·
elocuencia regular, mientras se me den ingenios no del todo por espacio de largos meses, no pudiera conocerte más a fon-
infelices, que este Hnaje de dómines conduce a sus alumnos a do. Este mismo Conrado Heresbaquio, por el singular cariíio
su propio balbuceo;· por no decir a su·afasia. Después·de im., que te profesa y que sus epístolas rezuman por todas sus
buido el niño con esos rudimentos en la escuela primaria, le- grietas con deliberada perseverancia y con rimchas .razones,
vántese con buen agüero a más altas disciplinas;· y cualquiera me escribía estos merecidos encarecimientos para q!Je·yo, con
que fuere la orientación que tomare, visiblemente dará a en- alguna obra literaria dedicada a ti, que tan .gallardamente
tender .cuánto ha sido el fruto debido a los inmejorables co- corres en ese estadio que,-en honra y hermosura puja muy pot ·
mienzos. encima de todos los otros, te picase de espuela, como dice .el
Estas .normas, pensé, mi carísimo Pedro, que por ahora añejo proverbio. A tal punto, no sentia mi ánimo desgana
debía escribirte acerca de la dirección de los estudios .. Si son por esta tarea, que yo recibía con un singular favor .esta' reite:-
de tu gusto, cíñete a. ellas, y' si no, según es tu bondad, me rada sugerencia suya. Si.yo diferí por algunos-años esta dulce
tendrás .en merced esta mi diligencia. Insiste tú, según fue tu y sabrosa tarea, la causa no fue otra (me dispensarás el honor
propósito, en él afanoso amor de las buenas letras, y con.tus de creerme) que el no ocurrírseme materia ó asunto que, ni en
tan honrados estudios, da nuevo lustre a Francia, que, por pequeiia parte, me pareciere estar a la altura de tu grandeza~
oira parte, está en toda su flor y su lozanía. Quédate adiós. pues Heresbaquio puso tal temple en su petición, que harto ·
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