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Erasmo de' Rotterdam


. ENSAYOS ESCOGIDOS
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~\ Selección y prólogo .
Humberto Martínez

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Secretaría de Educación Pública

'\ Cien obras imprescindibles para


el conocimiento·.de la cultura universal
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Cien del Mundo
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Primera ediciéín: 1986
Primera reimpresión: 1988 ÍNDICE

Prólogo . •.. , •.• '. •· .•.••.••••......•·: ....•·., • : ............. ··· '9


·Erasmo de· Rotterdam.•.•........ ; ....•........ '. . . . . . 9
'Su vida y su obra........................... : . . . . . . . . . 12
Aspectós de su época.....·.....•.......... _...•. , . . . . . . . . 18
La critica ~ticlerical y "lá locura de la cruz" ... :......... .2f"
La füosC>fia cristiana......... ; .....•..........; ....... >28
~ .Erasmo en Espafla............ , ... : ............ : ..; .. , . 33.
~ Erasmo ·en México: ............ _., ..................•.. _. 38 ·
i'1LOMFIA · Los textos ·seleceionados ..................... , ........ · 3'9
y µn:"RAl!i Bibliografia erasmiana............ ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

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PEDAGOGÍA

Plan- de estu<;lios ......... ·............... : .......... : ·.. ·... · 47


De cómo los niños han. de ser precozmente
iniciados en la piedad y en las buenas letras. . . . . . . . . . . . . . . 69
Paráclesis;;, ...................................... :; ..•... ·137-
.,
Producción: SECRETARÍA DFEDUCACIÓN PúBLICA
· Dirección General de Publicac~ones y Medios .FILOSOFÍA

· · Coordinación general:. C~rlos Montemayor \ Preparación para la muerte ....... , ... : , . , . ; .. ; .. ,' ....... · 155
:{Ciceroniano ......•............................. ; ,... ;: ; . 2IJ,
D.R. © Consejo N~ional de Fomento Educativo •\Del me11osprecio del mundo ... , ... : . . . . . •. . . . . . . • . . . . . . . . 247
Av; Thiers 251, Piso 10 ·. . /f~Los silenos de Ak:ibíades ......................... .•••,. , •.·. 301
M~xico; D.F., CP 11590 \:"Elhóinbre esun~ burbuja. ; ........... '. ...... •.... :1 ..•. ,. . 323
/Lo mejor es tio nacer ...............•.........•. , . . . . . .. . . . 329·

· Impreso y hecho en México, D.R


POÜTICA

ISBN 96849-1026'9 · .335,


381 ·

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PLAN DE ESTUDIOS

PRÓLOGO

Erasmo Roterodamo a·Pedro Vitedo, profesor eximio de dis-


ciplinas liberales: salud. · ' · · · · · ·· · · · ·
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¡ Como tú, mi querido, mi suavísimo Pedro, penetras con tu


habitual agudeza y juzgas, con tu gravedad y acierto acos-
tumbrados, la trascendencia que alcam:an el plan y el método
en la enseñanza que profesas, y que si ello importa mucho en
cualesquiera otras actividades, tiene importancia preponde-
rante en el estudio de las buenas letras! ¿Por ventura no ve-
mos que pesos ingentes, si a ello se aplica habilidad, con li-
viano esfuerzo se levantan y que, no siendo así, no ·existirían
fuerzas suficientes para moverlos? Bien así como en urta ba-
talla no tienen importancia mayor el número y la potencia de
las fuerzas con que atacas al enemigo, pero sí que tienen, y
decisiva, la buena forma en que se halla el ejército y la estra-
tegia y la técnica con que emprendes la pugna. Con mucha
mayor rapidez llegan al lugar a donde se encaminan los vian-
dantes que conocen los atajos que los que toman por guía,
como dice Plauto, el errabundo y -perezoso curso de un río.
Por esto. me ruegas que te señale el orden, el camino y la for-
ma de los estudios por los que tú, como quien sigue el hilo de
Teseo, puedas moverte sin extravío en los laberintos de los
autores y escalar con mayor presura la cumbre de la erudición
y atender al niayor pro;echo en lbs estudios de aquellos a
quienes formas en las buenas letras, aun cuando, por tu pro-
pio impulso y por tus luces, ya casi llegaste a la más alta cima
de la erudición. Yo pondré en ello todo el empeño posible, y
no me causará pesadumbre ni enojo obedecer al ruego de un
hombre de tan amigable condición qué fuera pecado negarse
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a cualquier súplica suya, y cuanto menos en cosa tan loable, y,
que puede acarrea·r tanto fruto. Y si experimentares que este/
consejo núestro te ha sido útil, tocará a tu bondad señalar
con el dedo este camino a los otros qúe con harto esfuerzo su~'
PLAN DE ESTUDIOS
ben trepando la cuesta agria de las buenas letras.

A primera vista parece que es doble el conocimiento: deJas


cosas y de las palabras. El primero es el de las palabras; pero
el más importante es el de las cosas.· Algunos, empero,
mientras a vuela pie, como se dice, se apresuran a conºcer1as
cosas, descúidan e.l aliño y !a policía de las palabras, toman _
uitaiajo barrancoso y sufren quebrantos muy sensibles. Co-
mo sea que las cosas no se conocen sino por los. signos de las
voces, el que desconoce la eficacia deLle.ngu_éÜ~ a cada paso
anda a __ci~gas,en,_eljuicio deJ_<J._~cpsas, y es fuerza que sufra
alucinaciones y delirios; Te advierto ~e verás menos de los
que cavilan sobre palabrillas, que de aquellos otros que, con
jactancia, pregonan que no les interesan las palabras, sino
que van directamente a las cosas. Por esto es que por ambos
extremos de buen. principio se ha de aprender lo rríejor, y de
boca de los mejores. ¿Qué idiotez mayor que la de aprender
con sudores y fatiga lo que luego, con multiplicada fatiga y
sudores, te veas obligado a desaprender? No hay cosa que más}
fácilmente se aprenda que lo recto y lo verdadero.-Lo deprava-'
do y torcido, si una vez se aferrare aJ ingenio, no hay expre~
siones para ponderar hasta. qué punto es imposible su des-
cuáj e .\L,aamec.ed~Rc;iª,JªJJ;,fJ.arnªJa _grninil_t,i9a para. si, :Y. eH.1,> ..
desde. eLm::Lm.~r. :m.pine._11.to,.geb.e_~er.,,enseña9a_a )os .niños .en'
a11ibás ¡:~mas: -griega Y. latina. ;,No sólo porque en estas dos
lenguas está como archivado casi todo lo que merece que se
conozca, sino porque la tHHH!s tan afin de lél o.tra, que ambas
a_ ~2~.~e. ~pfe.Q.Qe.I1..e.fl In?S breve ue
plai.~Ó..iQ1ai§$q la ·uña' S-epá-
rada de· la otra, y, ciertamente; más la latina que la griega.
/~ Q.yJnfüi.¡p;¡o prefiere que se c_omience por las letras griegas a
condición de que a la enseñanza griega inicial_ no suceda tras
una larga interferencia la latina; y a,<ivi~rt~JIJJ,~. ainJ:>o,tdeben
t?{tp9}~E~~- ~':)1.1..~l. l}}.i§l!1P;siJ.ic:l.o,d9,,..s.qn. !p .,s.,u.o,l . . ~e ,fPri.~~ú!frá·
q~e la una 119 ocasione daño a la otra. , ·
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Así que deben aprenderse simultáneamente los rudiment(
de ambas, y desde el primer momento y de Ün preéepb de mi gusto aquellos que manejan para este uso los autores
competentísimo. Y si no se tuviere la suerte de disponer de 1 cualesquiera que ellos sean, y relatan con enfadosa puntuali-
entonces (cosa que puede suplir su falta), débese echar matl dad y reducen a trizas toda su vida, pensando que el niño es\ \·
de los mejores autores, que yo querría que fuesen muy pocoi de aquellos eruditos a quienes no se les escapa ningún dato. , ···
pero bien escogidos. Entre los gramáticos griegos, todos lt Así que, con el debido aparejo del lenguaje que, puesto que
doctos coinciden en atribuir el primer lugar a Teodoro Gai no sea frondoso, debe ser castizo, sin pérdida. de tiempo, se
y a mi parecer, con perfecto derecho, lo vindica para sí Con. ha de convertir y llevar la atención a la inteligencia de las co-
tantino Lascaris. Entre los latinos más antiguos, Diomede' sas. Aun cuando de aquellos mismos autores que leemos para
Entre los modernos, no aprecio yo ventaja apreciable, si · el aseo y ornato del lenguaje, eventualmente se recoge una no
no es que Nicolás Peroto me parece más diligente que desdeñable copia de .conocimientos, con todo, según el pro-
otros, pero sin superstición. Y así como reconozco que es pósito preconcebido, casi toda la ciencia de las cosas débese ir
preceptos son necesarios, mi ideal sería qµe, en la medidá:· a buscar en los autores griegos. ¿Adónde, a fin de cuentas,
lo posible, fuesen muy pocos, a condición de que fuese absi irás a beber agua más pura, más a tu alcance, más linda y
, luta su bondad. Jamás ha merecido mi aprobación la gener. fresca que de la misma fuente?
-:¼'\ lidad de los maestros que, para inculcarlos en los niños, set~ Quizá en otra parte, más a derechas, te declararé el orden a
' 'man muchos afios. La verdadera aptitud para hablar c(i) tenor del cual han de estudiarse las disciplinas, y los precepto-
corrección se alcanza muy bien, tanto con el trato y conviver. res a los que se ha-de dar la preferencia. En este comedio, de-
cía con quienes hablan con esmero, como mediante la lectui mos unos pasos atrás y volvamos a los estudios de los prime-
asidua de. los autores elocuentes. De éstos, los primeros e ros afios. Con el fin de que recojas el fruto más abundante y
/que deben ser los nifios imbuidos, son aquellos cuya oraciót más en sazón de aquellos autores en quienes dijimos había de
\; \ aparte de ser castigadísima, por el aliciente del argumerit irse a buscar la riqueza del lenguaje, mi opinión es que debes
· \tengan algún halago para quienes los frecuentan. En este 1i manejar con diligencia a Lorenzo Valla que escribió elegantí-
nero yo daría la primacía a Luciano, y el segundo lugar a simamente de la elegancia del habla latina. Ayudándote de
móstenes, y el tercero a Herodoto. Por lo que toca a los p sus luces y de sus preceptos, tú mismo, y de tu propia mano,
tas, la primera palma sería para Aristóteles, la segunda p tomarás no pocas notas. Así y todo, yo no querría que con
Homero, la tercera para Eurípides, pues Menandro, a qui fanática adhesión y en todo punto practicaras con obedien-
yo daría· 1a capitanía sobre todos éstos,, por desgracia se h cia servil los preceptos laurencianos. Te será también ayuda
perdido en su casi totalidad. Entre los latinos, ¿qué maestr _4tiLt~ner .bien aprendidas las figuras gramaticales explica-
en primores de lengua supera a Terencio? Puro, terso, mu gas por PP@to. y _'.Q~2in<!cfüs.1, )Lr~í~yf~t~s. I<?4~~. las .leyes y
cercano al habla corriente y que, además, por lo sabroso d · las formas métdC::l.§,.,Y Juyjere~ ,ll: 11:i,an.o. un ~ompendiosó cono-
argumento, deleita infinitamente a la juventud. Si alguri Gimlento. q~Ja Jetór.k,a,.convi~ne, .a sa.ber: Jas proposicio-
fuere de parecer que a Terencio deben sumarse álgunas come nes,, lo,sJugares comunesJ el color' el.rÍúmer:O, las imágenes,
dias de Plauto, seleccionadas, limpias de obscenidad, yo ne las amplificaciones, las fórmulas de transición, Todos estos
me opongo a ello. El segundo lugar será para Yirgilio, el ter, elementos convienen, no sólo para formar criterio, sino
cero para Horado, el cuarto para Cicerón, el quinto para Ca~ también para su discreta imitación. Con todas estas instruc-
yo César. Si hay quien opine que a éstos de_be agregarse Saltis-· ciones, al par que se vayan leyendo los autores, avivarás el
tío, yo no reñiré con él. Creo que estos autores ya son bastafi"', seso y harás notar, cuando. viniere a coyuntura, el vocablo
tes para el conocimiento de entrambas lenguas. Tampoco so~<' ilustre, la antigüedad o la novedad de la sentencia, el argumento
agudo, el hallazgo feliz, la expresión lindamente torneada, el
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primor delicado y el noble atavío de la oración, el adagi< con los dichos breves que tengan una expresión feliz, como
el ejemplo, la máxima digna de ser encomendada a la mem son los apotegmas, proverbios, sentencias: a los unos, los
ria. Este pasaje deberá ser marcado con una señal c escribirás en tus libretas de apuntes; a otros, los esculpirás en
quiera. No tan sólo deberán usarse señales variadas, si los anillos o al pie de las copas; a otros, en las puertas o en las
también, a propósito, para que salte a la vista el asunto . paredes, o en los cristales de las vent~11as, a fin de que en to- ·
que tratan. das partes, lo que tope con la vista, ayude la erudición. Estas.
Allende de esto, si algún profesor introduce la afiadidu: cosas, aunque cada una de por sí sea harto pequeña, con to~
de la dialéctica, no me opondré yo a ello, a condición de q: do, reunidas en conjunto, aumentan con nuevo logro el teso-
se aprenda de Aristóteles, y nunca de este gárrulo linaje des ro de la doctrina sin descuidar aquel adagio griego que viene a
fistas que todos conocemos y padecemos; y que no se dete decir que quien se afana en apañar estos recursos se enri-
en ella demasiado, llegando, como dice Gelio, a envejec quece. En conclusión:1convendrá muchísimo, no para un solo
1detenido en los arrecifes de las sirenas. Y, sobre todo, no of fin, sino para todos á la vez, que con frecuencfa ensefies a
. f des jamás que el mejor maestro y el que más instruye es el · otros. No existe medio mejor para descubrirte a ti mismo lo
e,[ i tilo, La péñola deberá ser incansablemente ejercitada en' que entiendes y lo que no entiendes. Y, mientras tanto, ahora
, verso, en la prosa, en toda suerte de asuntos. Ni se ha de 01 · comentes, ahora disertes, se te ocurrirán nuevos puntos de
·. dar la memoria, que es el receptáculo y el tesoro de la lectur\ vista. No hay cosa que se grabe más profundamente en el ánimo.
Aunque yo no niego que sean auxiliares suyos los lugares
munes y las imágenes, la memoria mejor dotada se afianza
/tres principales apoyos: en la inteligencia, en el orden, en Plan de enseñanza de los discípulos
(atención. Buena parte de la memoria está en el total entené.
'miento del asunto. El método hace que aquellos casos y aqu Adivino ya tu deseo de que te señale un plan de enseñ.anza.
llas cosas que se nos cayeron de la memoria, como de vuel Ea, complazcamos a Viterio, aun cuando veo que Quinto Fa~
de ese postliminio, se presenten otra vez a nuestro recuerd/ bio Quintiliano, con tal diligencia dio acerca de esta materia
Finalmente, grande es el valor de la atención, no solamert preceptos tan puntuales, que tratar de ella después de él pare-
en este punto, sino en cualquier circunstancia, Aquellas co~: ce desvergonzada osadía. Quien, pues, tomase a su cargo la
cuyo constante recuerdo deseas mantener, deben ser releíd instrucción de alguno, pondrá sumo empeño en enseñar des-
con mucha atención y con mucha frecuencia, y lueg de el primer instante lo mejor; pero, para enseñarlo mejor, es ¡
muchas veces, nos las debemos pedir con apremio, y si atgu fuerza que el maestro lo sepa todo. Si esta omnisciencia fue
se nos hubiera escapado, ir por ella y reponerla en su sitio. l: negada al ingenio humano, al menos debe conocer lo funda-
una menudencia lo que voy a decir, pero, con todo, es digri
de que se la advierta. Constituirá una ayuda no mediocre: ;·
mentaLde.cada-una de las disciplinas-.
En este punto, yo no me conteQ.taré con aquellos consabi-
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aquellas cosas cuya memoria es necesaria, pero harto difíd dos diez 0 doce autores, sino que exigiré toda una enciclope-
verbigracia, la de los lugares que citan los cosmógrafos, del dia, a fin de que nada ignore el que se apareja para enseñar,
pies métricos, de las figuras gramaticales, de las genealogí.as. aunque sea lo mínimo. Este hipotético profesor deberá llevar
de otros extremos que con ellas tienen similitud, con la mayo su interés inquisitivo por todo linaje de autores, empezando,
brevedad y claridad posibles, consignadas en una tabla, s · desde luego, por el mejor, pero de tal manera, que no deje a
cuelgan en las paredes del dormitorio o en otros lugares ob. ninguno sin· catarle, aun cuando sea autor poco bueno. Y
vios de la habitación que aun a los que andan en otro queha" para que esta inquietud intelectual rinda frutos más copiosos,
cer se les entran por los ojos. Esto mismo habrá de hacers~ tenga preparadas con antelación unas como casillas, porque
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dancia con que los reunió. Colígese en .parte también de sus_
· si tropezare con algo que merezca ·anotarse, quede registrada · etimologías y e:n grande proporción de aquellas lenguas que
en la casilla correspondiente. Y si a alguno le faltare tiempo hasta nuestros días conservan claros vestigios de las lenguas
o sufriere penuria dé libros, Pliriio solo le proporcionará muchí- madres, en sazórl que mantenían su pureza original, como la
simos de estos lugares; y muchos Macrobio y Ateneo, y varios lengua de los constantinopolitanos, de los italianos, de los es-
Aulo Gelib. Pero lo que más vale es acudir con toda prisa a ·pañoles, pues no es poca la degeneración qµe sufrio el idioma~
las fuentes, a saber: a los griegos y latinos. Mejor que ningún de los franceses. Hay que. poseer la ciencia de la antigüedad, \
otró, le enseñ.arán filosofla Platón y Aristóteles, y el discípulo que se aprende, no sólo en los autores arcaicos, sino también l
de este último, Teofrasto, y Plotonio, que es una fusión de en las monedas y en los títulos e inscripciones epigráficas.
ambos. De 1,os teólogos intérpretes de las Sagradas Letras, Hay que aprender la genealogía de los dioses de que rebosan\1 @1l
ninguno mejor que Orígenes, ninguno más sutil ni ameno que las creaciones poéticas. A zaga de las huellas de Hesiodo,
el Crisóstomo, ninguno más santo que Basilio. Entre los lati- Boccaccio la trató con felicidad mayor que la que era de espe-
nos, dos son los que en este género descuellan: Ambrosio, rar de su siglo. No debe ignorarse la astrología, de l~ que an-\ .~
admirable en las alusiones y Jerónimo. versadísimo en los dan rociad.as las invenciones de los poetas; la mejor es la_ de ·,,
misterios de la Sagrada Escritura. Higinio. Pebe conoc·erse la virtu_q y la natur_aleza, cl.eJqc:lª~J¡1s.-
Si no se tuviere holgura y espacio para estudiar de asiento a --~2s~~. J?,Qs:iiiif-éíi:aht .1ii.ieki:i¡9~r~(füñii:i§:·:~iifü:tg$.;, rnrriP~: ...
cada uno de ellos, soy de parecer que deben ser degustados ,.:~~!9.A~~,~.i~~;~!J,~~r. QL~l~f9X~~;J J?ebe poseerse toda Histo-·\ ;,
todos. No es de este lugar establecer ahora su catálogo. Cier- na,..Gu,yo uso tiene una extens1on mconmensurable, no exclu- ·
tamente, para la explicación de los poetas que suelen templar sivamente en los poetas. Si a alguno le viniere en gana expli:..
sus producciones con tqda suerte de disciplinas, hase de tener car a Prudencio, el único poeta cristiano de una facundia
cuenta con la fuerza difusiva de las fábulas; ¿y dónde mejor torrencial y arrebatadora, impórtale conocer la Sagrada
ir a buscarlas que en Homero, padre dé todas ellas? Si bien Escritun1,. Finalmente, no existe disciplina alguna, ni de mili-
las Metamorfosis y los Fastos, de Ovidio Nasón, contribuirán cia, ni de agricultura, ni de arquitectura, ni de música, que no
no. poco, aunque escritos en latín. Hay que poseer la cos..: sea útil a quienes hubieren asumido la misión de explicar a los
mografia, que tiene su uso y su utilidad, no solamente· en poetas y a los oradores antiguos. Ya veo que arrugas el ceñ.o,
la Historia, sino también en la poesía. De ella escribió un es- hace· buen rato. En hecho de verdad, es inmensa la carga que
quema brevísimo Pomponio Mela; con abundantísimo saber pones en los hombros de los simples maestros de le(ras. Es ,
la trató Tolomeo y Plinio con una sagacísima exactitud. Aún iie~to; cé-:go. a uno solo, para descargar a muchí~imos."-
hace más Estrabón. Su parte más meritoria es haber observa- f Qmero que uno lo revuelva. todo, para que todo no tenga que ser .. y;
.do qué nombres de montes, de ríos, de regiones, de ciudades, ,revuelto por cada uno. . #
el vulgo admitió, y qué correspondencia.guardan con los anti- · Por qu.e lo toca y atañe a la formación del habla de los ni-
guos. Cuidado idéntico debe ponerse en los nombres de árbo- ños y de la enseñanza, como por distracción y juego de las fi-
les, hiérbas; animales, herramientas, vestidos, piedras pre- guras de las letras, asaz abundan los preceptos de Quinti-
.ciosas, acerca de los cuales es increíble la ignorancia ,total de liano. Yo desearía que, una vez enseñados los primeros rudi-
la turbamulta de los hombres de letras; Su noticia se colige en ,JP.~P:!Osal niño, luego, al punto, se !e_ ti:ajese a_ la prác~ic~ d.el
\ gran parte de diversos autores, que trataron de agricultura; de mi- Jertguaje. Pues ami cuando, en el corto plazo de unos meses la.
, licia, de arquitectura, de cocina, de minerales preciosos, de plan- edad pueril haga sonar una lengua bárbara, ¿qué obstáculo
. tas, de la natundeza de los animales. No está por demás saber · hay para que ello sea en gri~go o en latín? Pero esto ni tiene
que Julio Pólux trató expresaÍnente de los nombres de las cosas. lugar en léi)n:rnensa mayoría ele los niños y· exige la conviven-
Ojalá los hubiera distinguido con esmero igual a la abun-
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•.
1
· 1:r.
-,~ia,,domésticaF,del yreceptot. _Aúnque _también e~ e_l ju~go
0 dota, hay una sabia sentencia; a saben que las. resoluciones dema-<
·_ r·-'.;pondrá cuidado,_,orahable a muchos/ oraá Uíio:sépatada-· siado precipitadas pocas veces obtienen bu~n suceso. Otra: Af.., \'
,:-Q l meifü:;'ei{éxpresarse co1ÚodaJa corrección i>osibíe·. Interpre- dua cosa es discriminar cuál de los dos fue más necio: Crates, que \ ,
:lt:; /·-·te uno que otro pasaje, cuando se presentare ocasión, y ad;.. tiró su oró al mar, o Midas, que estimó no haber cosa mejor que el .· \ : C'
. ~*: \ 'vJ.értales que l? imi!~n. Algu~as veces, .mientras charl~.n entre oro. Otra: La arrebatada
. elocuencia de Demóstenes
' . y Cicerón
-, t/¡-,:. -:-·'

· · l. \ s1, alabe a quien d1Jere un dicho con Justeza, y enm1endelos ocasionó a ambos su pérdida. Otra: Ninguna alabanza puede / ""''

·. .J:;:~:i~!~~~=!1;~r~rtt~!~E:f:I~;;.
igualar los méritos del rey Codoro, que pensó que la salud de los/
ciudadanos debía ser rescatada a costa de su propia vida. No se-
rá muy penosa la tarea de hacer un ramillete de historietas por
jbiéii'sr;·propc:mi~ndoles pequefios premios o castigos leves, -se este estilo en los historiógrafos, especialmente en Valerio Máxi-
\les provocaa que ellos con ellos, mutuamente, se corrijan; El mo.· Contengan los temas asimismo afguna fábula edificante
\preceptor tendrá seleccionados a algunos de los. más ins- como estas: · Hércules, exterminando monstruos, se granjeó
ltruidos que pongan fin a la controversia. Y tampoco fuera la inmortalidad. Las Musas tienen sus únicas complacencias
/ inútil proponer a Jgs_'._,nfüos,. a manera de . Jórmulas, _de_,qué, en las fuentes y enJas selvas;, y tienen horror de las ciudades
/ exp.re.sigu..~s~leberán,valerse en el juego; enlos corros,.en:lf humosas. Contengan apólogos, verbigracia: Certeramente
/ )p,.~s,ª .. Impórta que ellas sean doctas, al mismo tiempo que fá-· · enseñó Casita que no debe encomendarse a los amigos nego-
í ciles y gustosas. El preceptor diligente y culto, de agudo crite- cio que tú puedas llevar a buen fin. Otro:Todos ven la alforja
rio, no tomará enojo, luego de cotejar todos los ·preceptos de que pende por delante; pero lo que pende por detrás, nadie. lo
los gramáticos, de entresacar algunos, los m·ás sencillos que se ve. Otro: Atinaba la zorra, que prefirió ret';!ner las moscasya
pueda y los más breves y dispuestos en un orden de la mayor casi hartas, luego de haberlas ojeado, a admitirlas de nuevo
·comodidad. ' hambrientas y sedientas, que sin duda se beberían la sangre-
Luego de haber enseñado todo esto, llámeseles sin pérdida de que le quedaba. Demás de esto, contenga algún apotegma,
tiempo a la lectura de algún autor que más a ello se acomode, y .· como: Mucho disentía del vulgo de estos tiempos aquel que
á la práctica de hablar y de escr~bir. En este punto,- para que prefirió un hombre sirt dinero a dinero sin hombre. Otro;
qued_eri mejor grabados los preceptos que les expuso con antela- Con razón Sócrates desprecia a quienes no comen para vivir,
ción, pondrá cuidado en im;:ylca¡l~.§,ej~IDP.J,os.. a los males afta- sino que viven para comer. Otro: merecidamente no aprobó
. Jgj!.~~_ajS..W!íLCP~It.gµ~ les. sirya de Ptfp~racié>n pega es~a.l¡µ'. co- Catón a quienes tienen más sensible el paladar que el ánimo;
IJ~~i!n~!ll9§..W.~ ..ª1tQ§t- Llega~os acá, ya deben. ejercitarse en los Contengan los temas, si a coyuntura viene, algún expresivo
temas. Seso muy avivado debe ponerse én la elección de los te- proverbio: _"El zapatero, no más.arriba de la chinela. No to- .
mas pára que· no resulten {caso por desgracia harto frecuente) dos pueden hacer el viaje a Corinto." Yo mismo, con la pu-
imbéciles de sentido, y expresiones sin sabor; sino que encierren blicación de tantos millar~s de adagios, facilité muy mucho su
alguna sentencia aguda y linda, que no ande demasiado lejos del hallazgo. Contengan algun~ sentencia, como: "No hay cosa
alcance delingenio pueril, a fin de que, mientras se ocupan en que más cara cueste .que la .que se compra con súplicas; la da-.
otra cosa,· simultáneamente aprenden algo que les será muy útil divosidad gana amigos;la verdad engendra.el. odio;los ami-
cuando cultiven estudios más graves. Contenga, pues;. eltema gos que están lejos no son amigos.'' Contengan, si a mano,
que se ·proponga a los muchachos, alguna memorable anéc- viene, la notable particularidad de algún cuerpo, a saber: El
.dota histórica, verbigracia: la temeraria fogocidad de Marce- imán atrae a sí el hierro, y el alquitrán la llama. Otrosí: La
fo echó por los sµelos la pujanza romana; la cahr..a prudente palniera es de naturaléza tal, que si se le pone uri peso encima,
-. de Fabio, la restableció. Es de notar que, debajo de esta anéc.;. no sólo no se doblega al suelo, sino que, en su esfµerzo por

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-:.,~·-¡,,,..._" ':..
crecerse, se yergue más altanera. Otrosí: Maravillosa habi ·
dad la.del pulpo, que toma el color del objeto sobre el que, tiempo justo, sino que luego los llevaría a los autóres más
posa, para frustrar el acecho del pescador. Contengan algut graves, especialmente si con anterioridad adqujeren un conoci-
insigne figura retórica, como la gradación o clímax; ver_bigr miento sumario de la retórica, de las figuras y de las combina-
("
cia: Las riquezas engendran el lujo; el lujo, la hartura, la ha ciones métricas. En el ínterin, deben ejercitarse en temas más
tm:a, la ferocidad; la ferocidad, el odio generál, y el odio gí dificiles, en cuyo delecto y explicación yo exigiré un preceptor
neral, la muerte: O contenga un símil oportuno; por ejemph de tanta doctrina como diligencia. El profesor mediocre, si,-) .
Así como si ejercitas el hierro, lo desgasta el uso; si no lo eje con su medianía une la modestia, no tendrá empacho de acu- ( .
citas, el orín lo corroe. De idéntica manera siejercita~eLiu dir a las mayores luces de una persona más sabida. Las for- Í

Í :.~á1~J\!~:f~f!~~z:1:~:·.:e;~h~.i~iE~i~~ci/~tri!~~ ~~!s·q~~ñ~
alegoría: no debe añ.adirse fuego al fuego; ni cebar el inceríi
mas de los temas, poco más o menos, pueden ser éstas: Co- l.,_
mienc.e por proponerle el argumento de una carta breve, pero (' ;~ ·
ingenioso, redactado _en lengua vulgar, para que el alumno le \
Ci.

t
con aceite; y alguna conmutación: No te juzgo yo tal porqí; retrovierta al griego o al latín o a entrambas lenguas. Ora le \ · w J
te ame con frenesí, sino que te amo con frenesí, porque" proponga un apólogo o una narracioncilla no desabrida; ora '
juzgué tal. Encierre el tema alguna distribución: Es necio· una sentencia que conste de cuatro partes, sujeta a cada una ¡·
demasía porque pueda callar, y demasiado. criatura porq de las dos por semejanza o por lógica; ora una argumentación
pueda hablar. Es simple en exceso porque pueda mentir; y dt para tratada en cinco partes; quier·, un dilema, en dos; quier '
masiado grave para que pueda hacerlo. Aquí yo no hago má una expolición, que así se dice, explicable en siete partes. Al-
que apuntar. Contenga alguna exquisita elegancia, de la cu guna vez, a guisa de prolusión y entrenamiento para la retóri-
no es menester: citar ejemplo alguno. ca, traten por separado algún miembro, a imagen y semejan-
. No hay dificultad alguna para que muchos primores , za de los progimnasmas o ejercicios que compuso Aftonio: y
bellezas coincidan en la misma oración, como sentencia, hi alguna otra vez, proponga un encomio, una acusación, una fá-
toria, proverbio y figura. Para ello, el preceptor, a quien i bula, una similitud, una comparación. Proponga, asimismo,· al-
.\\,,/porta tener trato asiduo con los buenos autores, a guisa d; guna figura, descripción, distribución, diálogo. Mándese, de
_) florecillas, las cogerá en todos los prados; y una vez hechaf cuando en cuando, que convierta una composición métrica
debida selección, las propondrá o las modificará para que ni en prosa desatada, o que una oración suelta, se trueque en
rebasen la capacidad de los alumnos. ·, palabras medidas. En el ínterin, imiten en vocabulario y figu-
:qespués que, con todos estos tanteos, y.Lniñ.o,"habrá c.opse ras úna epístola pliniana o ciceroniana. En ocasiones, expre-
8,~Jgq ªtgµ,11,c:p_Q<>.~Ir.nien.,to Y. Pr~cfü;aqdel. lenguate,..,sj ªA,pr9,~1 sen de muchas maneras la misma sentencia, variando las vo'."
_S,<?,~}~ J?~r~c.!~x_e,,.Ql.lC C} eqµ<::an~() Jie~~!<:l. -~µfi_ci,e11t1y. illJl9.UfeZ,0 ces y las figuras o simultáneamente en griego y en latín com-
.~sci~~,d.l:1-lP. ~l.e.st11dio de. la gramática. .supedor,.que de..be.s~ii - pongan verso y prosa. Otras veces explique fa lección del
-~~/ en~ªe~~da ~rad() a grªdO.Y.COU. Q.!J~~!l..J?I.9.S!.~~},Y9,,!. de mod~ profesor en cinco o seis.especialidades métricas; y otras aun des-
f'·'-' ~J'1hq1.1e, en }>firtjér lj.lg~x. ~~ txplique lo. más,.s.encillo,,s fpn la po:, figuren 1a misma sentencia·mediante esquemas y muchísimos-;
1",
... . ¡ fr'~) .
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\.._,~)
..iífili:,ii;ií,áfj~[ii,~ti.J?~J~~Hi:§,: Más tarde, a .p:l:~~fü:l{t,qµe:'.·vay(l. g~,;,
nando en crecimiento y robustez el ingenio de los much~chos,
lugares comunes.
e_ <?Pio_
.._s_ísimo es el fruto que se rep'?rt_a-.de la_v_er_si~n d~ los_ a_u-_", ;_\_ :.,
'·convehdfíá qúé se les expliquen las 'reglas más abstr_Ü,ims i~úus•
rú·opios·ttiga.tés. Pór ·10· que se· refiere a] inefodo que se debe
t!;.--é'!,'~-.,:,1-,;,.;.r,~i.r,,1-JJJl'J.C~~ú.'ilf'"«-,,Qr::J'.,,W/.J;!~

S'egufr, podrás tomar rn.odelode la.gram~fü::a de,Ieodor0,Ga..::


-
tqres ,gnegos, y por ello es convement.e. que se eJercite a los ~ ·•
alumnos muy a .meI\udo y con la más afanosa diligencia. I-Ja- ·,,-,""~
ciéndolo así, todo a una, se ejercita el ingenio en reunir rica ·-~-,
1
za. Yo, en tu lugar, no los tendría detenidos a'quí más que el
;,;.• , •• ,¡1,.>!';,,-,·,y.,
provisión de sentencias y se adquiere el conocimiento profun-
do de la energía y la propiedad de ambas lenguas, y se des,;
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59

1
111

· ~_,.,. .., ..,.,., .,.,,.,-· "'"""·. ,""..,. . ij


cubre lo que nos es común con los griegos y lo que no lo e$ yarse, y con cuántas confirmaciones apuntalarse cada ra- .
Finalmente, para dar la total impresión del énfasis griego, si zon; luego, las circunstancias y lugares donde estas hall de ir
rá necesario sácar a la luz toda la opulencia de la lengua laf a buscarse; y, por fin, con qué semejanzas, desemejanzas,
na. Si, al principio, todos estos aparejos parecerán diflciles, ejemplos, comparaciones; sentencias, proverbios, fábulas,
los rtifios, con el andar del tiempo se los hará fáciles la prác apólogos, cada una de las partes se puede rellenar. Muéstreles
ca; y la industria y el interés del preceptor quitarán bue_ los esquemas, si pareciere que en algún sitio pueden tener ca-
. parte del trabajo de los nifios, explicándoles lo que crea qÜ bida para que hagan la oración más agresiva o más amplia,
está más allá de su alcance. En el ínterin, combínense el más clara, o más jocunda. Si algo hubiere que amplificarse,
partes proporcionales estos ejercicios con frecuentes pÚ demuestre el motivo, por los lugares comunes o por aquellas
lecciones de los buenos autores para que tengan_enabundanc· razones que Quintiliano d'istribuye en cuatro formas. Si inci~
ejemplos que imitar. El que les ensefia,
"- 4'ou~~"'"'''""¡ u, ..
lµ!;!gQ"'º_e,Ji.aber prt
~n;.,.{,."\l,-.·q¡¡ ,·,<.1:-·,,;;;_.,.,,-, .• ,, .,~·-·• --~. ·••· '
dentalmente hubiere pasiones, les advertirá de la manera co-
puesto el te111a, :<;iel:>_e, al mismo t1emp9,Jr1dic~r.les lª,,dquez: mo debe:n ser tratadas. §.~Th-ª.\~1~,tJ-ªtJ.~8.!fl&,J,ieJa,..conexión.,y
~:~e'.'.l~i:Có~:y:cte:':tigur'ái'. A.,:segµi4a,· estimµJ~fü~i":t~(!;.t:abajo d,1 ,Jfüt,..trAnsito,resultará,ser:etmeiQJ,;. ,Q~l t~2L9i9 ~}!.~[f.~S:J.9 P.,
ge.ac·.ió,,~, . ~P.r~~~.Q!.!!J.92~~$ J~m!t.~~f.l!~t9~,. . ~}a.·-".,A~. ~S~~~- "~~d;:···
. s,g~J,.g;1,uado,,,4e.,su.mstmto. 1n.,v.~nt1v.o ,.Jiih1.e.,;tQ. •,pJ9,,v.,~n~nen(1
..,,,~,si~t~!.l!l.m~t~.ti~,.~tªyjada,f,.e!lrique,ceda .. ,En este ?,unto ex
f1k:::ar1¡~:WtliitQ\t~tJi~~½~~:: ifl~2it.tftü;:_ª1,,:1,r~,~;:~~i!i; ·_
,r,az.ónf~,de .,la.argum~tit.Jclf~.SU:.,é!L)rPi!.QgQ,,,s~t,~.!~,J?~roración.
g1:re de la d1hgenc1a del erudito preceptor selecc1or1 y v· Muéstreles algunas fórmulas dónde puedan cóniod~'í'neñte\ir-
riedad; el gusto lo mostraré Juego. Muchas 'veces propondr. dir el exordio, o también la peroración. Y, por fin, si puede;
.: :<argumentos de epístola .suasoria, .' disuasoria, exhortatori indique en los autores algunos pasajes de donde puedan to-
<:···dehortatoria, narratoria, gratulatoria, de petición consolat mar algo que imitar por la afinidad de la materia. Cuando
tra, comendatici'a. De cada uno deestos géneros, el precepto hubieren hecho esto siete u ocho veces, ya empezarán, en fra.-
,,!?,il>)l~st.I.ª=.la,.n.atur.aleza.,,.,lQ§,"hlgªrstt.Y,,,!{>rm~!~tjfgifüiite]~~-'. se de Horado, a andar siii corcho, y bastará con que les sumi-
una vez expuesto el argum~nt0;, in,dica~á)ªs. fóxmulas,,e~pe nistre un tema escueto, y desde entonces ya no será menester

cláies:-A1g·uria véiles senalará .U:n tema de declamación en d-
~'\l·ltsl/i.~l<"f.:';1i.ri,_\\.~ •"¡.
ponerles en la boca, premasticado, el alimento, como se hace
versidad de géneros, mandándoles, verbigracia, que acusen , con los nifios mamantes. A mí no me desagrada aquella, clase
J:ulio'.C~ésar o hagan el panegírico de Sócrates en el género de.: de ejercicios que veo estuvo en uso entre los antiguos, a saber:
mostrativo. Otros: Que de buen principio se debe aprender lo que los temas, alguna vez, se tomen de Homero, Sófocles,
mejor; que la felicidad no está en las riqu,ezas; que la madre Eurípides, Virgilio y aun de la Historia, por ejemplo: que Me~
del jugo de su propio pecho debe nutrir al infante manojo de nelao, en la asamblea de Troya, reclame a Helena o que Fénix
sus entrafias; que se han de estudiar. o no se han de estudiar: aconseje a Aquiles que vuelva a la batalla o que Ulises acon-
las letras griegas; que se debe tomar esposa o no debe tomar-; seje a los troyanos devuelva a Helena, antes de afrontarlas
se; que se debe viajar o no se debe viajar; estos temas en el gé- · azarosa·s experiencias, de una guerra. De este género nos
nero suasorio. Que M. Horado no mereció el suplicio, en quedan algunas declamaciones de Libanio y de Arístides.
·el género judicial. No tomará enojo de indicar el que asumió el Además: que algún amigo aconseje a Cicerón que no acepte
oficio de ensefiar con cuántas proposiciones puede tratarse las condiciones que le ofrece Antonio; argumento este que se
este argumento a quienes entran por primera vez en esa pa- . halla en Séneca; que Falaris aconsejó a los moradores de Del-
lestra. Además, les señalará el orden de las proposiciones y de · fos que consagren a su Dios el toro de bronce. En este género
la dependencia en que la una está respecto de la otra; luego, se agrupan también las cartas que, bajo el nombre de Falaris
les expondrá ep, cuántas razones, cada proposición, debe apo- - y de Bruto, andan de mano en mano. Al hacer la obligada

60 61

)j
~-~ ...... -·)·
aliño, el texto depravado. Establezca luego la coJ:I1paración
corrección, elogiará lo que le pareciere ser un hallazgo f eli:z, .de pasajes paralelos en otros autores; su dif~renciación, su
un ordenado desarrollo; una bella imitación; y advertirá,· con , afinidad, ehemedo: hi alusión, la traslación, su coincidencia
amigable. aviso, las posibles omisiones, .las dislocaciones, las en el lugar de donde lo tomaron y cómo muchas cosas latin·as
demandas, los descuidos, las oscuridades, las faltas de elegan,. tienen su origen en las griegas; eso tampoco lo calle. Final~
cia. +eswmostnu:f,LCQ,IDQ.JlY.\::9.~!n!!~l?,,tS~, y.aun.muchas,yec~s, mente, pase a fa filosofía y acomode hábilmente ..a las cos-
mandará que se mude. Estimulará principalmente el brío y tumbres las fábulas de los poetas, y propóngalas como
I

,~tini,m9sid~d:de.losalumn.os.llwJlanie:cofupai~~ii~ñ'ctef,í:e"sp~c~ ejemplos, verbigracia, de Pílades y Orestes, en recomenda.:.


,,,tivo."ap{Qvechamiento,. excitando entre ellos mismos alguna ción de la amistad; la fábula de Tántalo, en execración de la
suerte de emulación .. No querría yo que tú, en la prelección de
~~:-~=,,_.h~~~-=,•,-~/<scs)! • avaricia: Én este punto no será precaria la ayuda que prestará
los autores, hicieses lo que hoy en día hace la generalidad · el disertante Eustacio, intérprete de Hqmero. Haciéndolo así,
de profes ores al dictado de alguna torcida ambición; a saber: resultará (en caso que el conferehciante tuviere tacto e inge-
que en todo lugar te empeñas en decirlo todo, sino taxativa:.. niosidad) que si topare con algún episodio escabroso, que
mente aquello que ilustra la explicación del pasaje concreto, pueda ser en desdoro de aquella edad contemporánea del
s1 ya no fuere que por vía de deleite te pareciere bien la disgre- autór, no solamente no causará daño a la moral, sino que
sión. podrá reportar algún provecho, en parte interesados los áni-
Si en este punto me preguntares el método a s.egufri \oy a mos en las anotaciones, en parte abstraídos en pensamientos
decirte el que mejor: me parece. erim~ramente;,,para··captar el más altos. Imaginemos el caso de quien ha de comentar la se.:
mt.e.té.s,,d.eJos.,-oyentes, ,explicará,,,enbreves ..palapfas· lo_s, méri- gunda égloga de Virgilio; prépare el comentario con ª~Qe-
1
tos e:lel. autor. que se. propuso comentar. A ccmtmuac10.n de- cüado prologµillo, o, mejor, prevenga el ánimo qe los oyentes
tfi~fua.ri!_Jf:l.J!ill~J1.i9ª4. .Y.Jª···l:ltiJidid del',argurn~!!t21·~A!;.tO..o.Se_:,.:_~·c'"-. con estas o parecidas palabras; comience por decir que la\
g11ido, explicará .. el signifü:ado (le la 'IOZ, argumento,. si . amistad no cuaja sino. entre semejantes; que la semejanza es) .
ocÜr,riéí,:e'(como'fíacen los más), que tíene varüts acepcioriés, conciliadora del.a benevolencia mutua; y, al contrario, que la
;;iif;i;~iendo · 1a ·d_is.tjJ!CiPQ .cl~pida ·Pongamos; gulsa"'"de
.•. ,~.q_'¡l.,,.'W-):',';','!t,~~;.;-.A•':,,<'"'é>"é" ,c-,,;":•'.!.,·'7p,~-;'~:¡:t.'é,...~'~-~:·· ""'·"'·"~:--~¡,,, .-·' . r:.:---"> ·O•~.'-., :c¡.•~11 . '
"a • desemejanza es madre dei odio y de, la disensión. Acentúe
paradigma, que un profesor va a: mterpretar una comedia de . que, cuanto mayor es y más verdadera y más estable la seme-
Tererício, Comem;ará su disertación explicando en pocas pa- janza, tanto es más firme y más estrecha y sábrosa la amistad.
labras la fortuna, el ingenio, la .urbana elegancia del estilo del ·Esto dan a entender tantos y tantos prnverbios como se leen
autor; luego, cuánto placer y cuánto provecho depara la lec- en los autores: "Los buenos; después de ser lJamados, se ~ien-
. tura de comedias: a.seguida, el sentido de la voz comedia y tan a la mesa de los buenos. El semejante huelga de la
cuál es su etimología; cuántos son los géneros y cuáles son las . ·compañía de su semejante, y el igual proporciona deleite a su
leyes de la comedia, y después, conla posible concisión y luci- igual; elige 'para ti una esposa igual. Dios conduce siempre al
dez, explique-la suma del argumento. Indique puntualmente semejante a su semejante,· y el grajo siempre se posa al lado
el género de los versos. Después, una sencilla ordenación y, del grajo. Los iguales agrúpanse con los iguales con suma.fa~
por fin, explique cada particularidad más extensamente .. Hecho cilidad. Casco se casa .con Casca. El tartamudo entiende mejor '
esto, con viveza de .expresión y tras diligente _acarreo, haga altartamudo. La cigarra es amiga de la cigarra, y la hormiga
notar un primor o una riotable elegancia, un rancio arcaísmo, de la hormiga. El cretense con el egineta." . ·
un neologismo osado, un posible grecismo, una oscuridad, ·Y, al contrario, otros tantos son los adagios de la deseme-
una redundancia ociosa, una dureza o perturbación del or- janza: No querer otra cosa para sí como entre aquellos qu,e
den, una etimología, una derivación, una construcción digna son de fo;tuna .desigual, de·profesión dife~ente, de ·ideales
d~· notarse, la ortografia, la figura, los lugares retóricos, el
63
62.
distintos; entre los cuales no cuaja la .amistad o, si)legá a
cuajar, no consigue la cohesión y la disolución se produce jeras o torpes; Ditá después· que Plató 11. imaginó dos Vertús,
pronto. De ahí resulta que elanalfabeto odia al intelectual; el ·. la una celeste; terrenal la otra, comotambiéh dos cupidos·, ca- .
profano, al devoto; el villano; al cortesano; el joven, al viejo. da uno de los cuales corresponde a su madre respectiva.
Yen la misma linea: el epicúreo odia al estoico; elfilósofo al Éxplicará luego que la: Venus celéste engendra vetdacleras for-
jurisconsulto; el poeta, el teólogo; el tartamudo, al de pa- mas, y que su hijo prende en el pecho de l_os mortales :vetda- .
. labra fácil; De ahtque .estuvo. a punto de quebrarse el afecto deros y' casto~ amores; que entre buenos es siempre mutuo el
deJos dos hermanos mellizos Anfión y Zeto, porquJ!-'-el uno amor, pero que ert la generalidad del vulgo; las más de las ve-:-
era entusiasta tañedor de lifa, y el otro gozábase con laslabo- ces el urio ama y aborrece el otro; el uno persigue y el otro hu-
res del campo; y se hubiera quebrado irremediablemente si ye. Esto acontece por la desemejanza de temperamentos y
Anfión, abandonando la lira, no se allanara a los gustos de su
1 conducta'. Elegante símbolo de esta realidad _.es Cupido, soña-
hermano. Por esta misma razón, fue insincera la amistad de do potlos poetas; quien::vulnerá al uno con saeta de oro, y al
Cástor yPólux, infamada por un conato de parricidio, siendo otro, con flecha de plomo; al primero para que ame, al segu,n-, ·.
· a.sí que ambos habían nacido del mismo huevo (ya no podían do para que aborrezca; no hay nada que ocasione tamañ,o in~.
· ser más mellizos), porque el uno era púgil y el otro apasiona- fortunio como ,este linaje de amistad. Y precisamente como
do por los caballos. Por este motivo no hubo avenencia entre· ~un .símbolo de esa ámistad sin cohesión es la que propone
Remo y Róniulo, porque el uno era de carácter encap~tado Virgilio en la segunda égloga. Es aldeano Coridón, es Aiexis
y. de severas costumbres, y el otro, de genio más blando; y por urbano; és pastor Coridón~ Aiexis es cortesano: Coridón es
ellose le mudó el nombré de Rómulo por el de Romo.-·Desa- indocto (pues dice el poeta que sus versos son desaliñados);
. vé'iíencia pésima existió entre Caín y Abel por su respectiva Alexis es culto; Coridón,. entrado en años; Alexis, en 1aver7
. afición a distinto género de vida. El amor más subido, el amor dura de lá edad. Coridón es feo, es hermoso Alexis; en una
de los amores, acompañ~ siempre a la más exacta de las seme- palabra: la desemejanza es absoluta. Por esta razón, la más
janzas: Por esa razón, crearon los poetas elmito de Narciso, eleinental -prudencia diéta que se debe escoger un amigo aco-'
quien, anteriormente, sentía horror por toda suerte de. con- modado a las propias costumbres si se qu,iere que el amor sea
sorcio, y así que hubo contemplado su imagen en el purí:simo · .. correspondido. A seguida de este preámbulo, señalará.el .pre.,
cristal de una fuente, se .enaµioró de sí mismo y comenzó a __ , ceptor los versos queló· demuestren, llenos de afectación y de
consumirse en el mismo fuego de su pasión. ¿Qué cosa hay bucólica rusticidad; ·y pienso yo que ningún pensamiento me~
más semejante a nosbtrns mismos que nuestra propia figura? nos ho.nesto asá_ltará la imaginación de -los oyentes, si ya no
Siendo así, pues, que el varón culto ama al varón culto; el sa.,. fuere que alguno fue a escuchar la prelección previamente
bio, al sabio; el modesto, al modesto; el honrado, al honrado; corrompido. Este veneno no ló habrá injerido aquí,. sino .que
ambos a dos rip aman sino a su,própia imagen reflejada en el ya lo trajo consigo. Expuse este .ejemplo con tanto lujo 'de pa-
otro; lo cual es amarse a sí mismo, per9 de otro modo. Esta labras a fin de que cada cual, de por sí, con facilidad mayor,
. semejanza, empero, puesto que reside en los pieries del alma,
· que son los auténticos bienes, a saber: la piedad, la justiciá, la descubra posibles analogías. .
· templanza, entonces nace la amistad. de la misma natm;aleza Al ~E~-~amos:._a..commt_aí: cu~_ obra, conve,nggt_qe- .·
de áquellas cúalidades que concilian la amistad; es decir, la mOstfar en general la riaturaleza_del atgument.oyJ_o~q_ue.;.en~éL
amist_a:d sincera, duradera, sólida, eterna. Demostrará luego i~iªI1is2n-mii9.r:relieve:--Verbigracia, en los epigramas loará
el. preceptor que no es de veras amistad, que no es gustosa, su picante :brevedad;iÍÍdicará también las razones de las .
· que no tiene duración si se afianza en cosas materiales,- pasa~ burlerías que _se hallan en Quintilíano y en Ciceré>n. Este gé-
nero gusta de epifonemas hábilmente colocados en el verso
64
65
último, que dejan en el ánimo del lector un pensamiento que su novia. En contraste con él, Ctesifonté, con alguna rusti~.
remata en aguijón. ·quez y con mucha timidez; Siro, mañoso y audaz, que todo lo ·
En la tragedia, lo que.debe destacarse más son las pasiones simula y lo disimula, hasta .el punto que sola la borrachera
por lo regular en su excitación más fogosa. En breves·· pá:. descubre sus engafios y sus mañas; Dromón, estúpido y ro-
labras ·explicará qué cosas son las que las atizan; luego ex-. nfo. Detallar más no tiene cabida en mi propósito; me conten-'
pondrá sus argumentos, tranquilamente, como. quíen decla- to con haber indicada el camino.· ·
ma; y, por fin, introducirá descripciones panorámicas, ev_ó_ca,_: En las églogas, no deje de advertir que son un reflejo de. la
ciones de épocas pasadas, pintura d~ cosás; viveza de. diálo- Edad de Oro y de la dichosa vida de los primeros mortales;
gos que terminen en dísticos; en hemistiquios o en versos en- que toda cuanta sentencia contienen, y todo· cuanto símil, y
teros ..Enla"c_o~dia;, lo.que más.debe.observarse es eld.efQ[O . toda cuanta comparación se toman de la vida pastoril; las pa-
,,,,..xJªjµiiJa!;.iQA .-4.eLv:ivJ,r.,cotklJan,a;_ que.las,. pasiones muestran sicmes no tienen complejidad alguna; deléítanse con cantar-
,.)Jl_ªy.:orcs.osieg0,,que. tienear,másapacibilidad.que..y.iolencjª':, Lo cillos · y refranes sentenciosos; y creen en hechizos. y en
que debe poseer mayor realce es el decoro; no ya el decoro agüeros.
corriente, por ejemplo, que los mozos se enamoren, que los Con este método mismo cuidará de explicar lo que es pro-
rufianes sean mal hablados, que la cortesana sea lisonjera, pio . de la poesía
. heroica; qué es historia, qué diálogo, qué

que el viejo regafie, que el criado sise, que ·el soldado sea .a\a- · apólogo, qué sátira, qué oda, qué cada género literario. A
bancioso, y así por el estilo, sino un decoro peculiar, que, al cOnthmación, no tomará molestia de marcar las cualidades de
dictado <;le sti humor, pone el poeta en cada uno de los perso- cada uno de los autores en cada una de sus obras, como tam-
najes que crea. Terencio, por ejemplo, en su Andria, saca a bién de sus defectos para que ya, desde entonces, se familiari-
escena dos ancianos de genio muy diverso: Simón, recio grita- cen los ·muchachos con lo que en toda circunstancia importa
dor,' ceñúdo, intratable;· pero que no tiene pelo de ·tonto, y más: el criterio. En este punto, ·además de su maestría y de su
que eri · el fondo no es malo. Y, al corttrario, Cremes es talento personal, será para el preceptor un auxilio ·eficaz el
hombre cortés, ·siempre risueño, que no pierde jamás los . librito de Cicerón: De los oradores ilustres, como el de Quin-
estribos, que entodas las situaciones pone toda la quietud po- tiljano, de Séneca y la obra de -Antonio Campano: Ctftica
.sible, pero un poco blandengue, y nada estúpido. Introduce, de escritores, sin excep(uar los intérpretes antiguos, ,ponato
asimismo, dos jóvenes de· muy opuesto carácter: Pánfilo, principalmente, que cultivó esta especialidad. En este punto.
concienzudo, atendida su edad, y amigo de dar consejos; pe- es donde debe dar a conocerlos motivos que tuvo elautor pa.,.
ro vivo como elazogue; en élse reconoce al hijo de Simón. Y, ra seguir un objetivo determinado: por qué Marco Tµlio se
fingió miedoso en la defensa de Milón; y por qué Virgilio,
al reves, Carino es un riiño grande, inepto, mentecato. Intro-
duce luego a~dos esclavos de costumbres muy distintas: Davo~ con tal ahínco y complacencia, se detiene en los encomios tan
astuto, fértil de recursos, incansable. y pertinacísimo en la subidos de Turno, enemigos de Eneas; y por qué el médico
espera,· y, enfrente de él, a Birria, sin nada en la mollera, conti- desheredado en Luciano no da de palos a la madrastra, sino
nuo desespero de su amo. Análogo contraste de caracteres en que la alaba y muestra mayor enojo contra su padre que con-
Adelfos: Mición, que reprende con palabras blandas y festivas; tra ella. Este punto tiene una. extensión inmensa.
Demeas, que en sus mismos halagos y blanduras pone de- No faltará quien juzgue que este método ocasiona mf.tra-
sabrimiento. TambiénSale a las tablas Esquino, que por vivir bajo pesado. Sin duda; pero es que yo quiero un preceptor de
en la ciudad· y por la confianza qÜe se toma con Micióri, no amplia cultura y de fecunda y prolongada experiencia. ~Si .
tiene freno en su osadía; y, con todo, descúbrese en él un ca- tiepen la suerte de queles·toque un preceptqr así, con facili-
rácter de hombre honrado, cariñoso con su hermano, leal con dad comprenderánJos nifios. Si a los comienzos ~ncontraren ..

66 67
sobradas durezas, el aprovechamiento y fa costumbre las "'
· ablandarán. Sino me engaño, estas normas son las mejores, y J
conviene que de temprano se habitúen a lo mejor, aun cuan... ·o
do no deban inculcarse dondequiera, porque el cansancio no. ·
abrume el ingenio de los discípulos, sino porque asimilen lo DE CÓMO LOS NIÑOS
que más resalta: Y no sea menor el cuidado que el preceptor HAN DE SER PRECOZMENTE
· ponga en exigir las. lecciones que les seiialó que el .que ponga••·• . ·. INICIADOS. EN LA PIEDAD
en los comentarios. Esta es una labor pesadísima panrer-·-:
maestro, mas para,Ios alumnos es utilísima. Ni sea dema- .· . Y EN LAS BUENAS LETRAS
siado exigente en el orden, sino que acostumbren a repetir
. con buena fe t do
-·--=<>-···-·-s;t ..,. ,.Jo __(l!.
ue se 'les·a·-1roo-arfü,·-ae~séisaoiclo.
.-P ...,......,...,'>g ___,,,.. ...,•...... ,. ·•·-'·•··-···"~-.
--v-ño le. haga desistir de ello la dificultad, que puede superar-
W• •••.• , .......... · - -.

DEDICATORIA
se en el espacio de un mes. ~amás fue de mi agrado que los
muchach.o.~. P.QP8~JJ,PQL.~~~dt§Iq,9~<'.f'.IQ.Jfí~ls.~·1_e5.. clici, .El .re-
,sijfü~(!iiciue~da,,es,que se. des,cui4~.e.l. 9,1\tiy<> g~J~?}#.emoria. Si . Al ilustrísimo príncipe Guillermo, Duque clivense, juliacepse, .
de unas P,Ocas explicaciones quieren _to?Iar ,algú~ pequeñt montense, conde de la Marca, y en Ravenspurg, etcétera,
· apunte, haganlo, enhorabuena, pero sm tr mas alla del ·plazo Erasmo Roterodamo envía saludes.
en que, robustecida su memoria, no echen de menos la ayuda
de lo escrito. Y, para terminar, te diré que yo atribuyo tal1m"." Conrado Heresbaquio, varón extremado y perfecio, que para
portancia a un sistema apropiado de enseñanza, siempre que bien de la república te tocó en suerte que fuese el formador de
el profesor fuere celoso y culto, que no dudo en afirmar,.bajo tu niñez, príncipe clarísimo, en .sus .frecuentes letras, con tan
mi palabra responsable, que yo, con esfuerzo más leve y en cariñosa instand.a me describió tu· buena índole, hecha igual-
más pocos años, llevaría a los muchachos a un conocimiento mente para la erudición y para la piedad que, aun cuando hu.,.
de una y otra lengua que les permitiría expresarse con una: biese partido contigo mesa y techo en doméstica intimidad ·
elocuencia regular, mientras se me den ingenios no del todo por espacio de largos meses, no pudiera conocerte más a fon-
infelices, que este Hnaje de dómines conduce a sus alumnos a do. Este mismo Conrado Heresbaquio, por el singular cariíio
su propio balbuceo;· por no decir a su·afasia. Después·de im., que te profesa y que sus epístolas rezuman por todas sus
buido el niño con esos rudimentos en la escuela primaria, le- grietas con deliberada perseverancia y con rimchas .razones,
vántese con buen agüero a más altas disciplinas;· y cualquiera me escribía estos merecidos encarecimientos para q!Je·yo, con
que fuere la orientación que tomare, visiblemente dará a en- alguna obra literaria dedicada a ti, que tan .gallardamente
tender .cuánto ha sido el fruto debido a los inmejorables co- corres en ese estadio que,-en honra y hermosura puja muy pot ·
mienzos. encima de todos los otros, te picase de espuela, como dice .el
Estas .normas, pensé, mi carísimo Pedro, que por ahora añejo proverbio. A tal punto, no sentia mi ánimo desgana
debía escribirte acerca de la dirección de los estudios .. Si son por esta tarea, que yo recibía con un singular favor .esta' reite:-
de tu gusto, cíñete a. ellas, y' si no, según es tu bondad, me rada sugerencia suya. Si.yo diferí por algunos-años esta dulce
tendrás .en merced esta mi diligencia. Insiste tú, según fue tu y sabrosa tarea, la causa no fue otra (me dispensarás el honor
propósito, en él afanoso amor de las buenas letras, y con.tus de creerme) que el no ocurrírseme materia ó asunto que, ni en
tan honrados estudios, da nuevo lustre a Francia, que, por pequeiia parte, me pareciere estar a la altura de tu grandeza~
oira parte, está en toda su flor y su lozanía. Quédate adiós. pues Heresbaquio puso tal temple en su petición, que harto ·
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