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FUNDAMENTOS DE CONTABILIDAD Y FINANZAS

ALUMNO: Zuliet Seminario Neyra

PROFESOR: Jaime Mario Salgado Apaza

SEDE : Arequipa

sección: 9862

ENRON: El fraude del siglo

Desde pequeños, siempre soñamos con hacer algo o ser alguien en el futuro. Nos empeñamos
toda nuestra vida en querer lograr un propósito y que mejor satisfacción para uno, que hacerlos
realidad.
Kenneth Lay, era un soñador, como nosotros, deseaba con tanto anhelo tener una empresa muy
exitosa. Así que, unos años más tarde fundó su empresa, denominada ENRON, dedicada al
transporte de gas natural, electricidad y también se abrió paso a las telecomunicaciones.
ENRON, era la septimal compañia de Estados Unidos y una de las más cotizadas. Constituyendo
más de 20 000 empleados y acciones que se valorizaban en $90 cada una.
En el año 1987, la imagen de la empresa siempre estaba a la expectativa de todos, sus registros
contables evidenciaban ingresos muy altos, al igual que sus acciones ¿Acaso eran tan buenos en
lo que hacían? Si bien sabemos, la compra y venta de petróleo es un juego de azar, puedes ganar
o perder en el acto. Sin embargo, ENRON, no hacía más que ganar dinero. ¿Cómo fue posible
tanta precisión?
Es en este punto, donde nos damos cuenta que hay algo extraño, hay un problema. La avaricia
había consumido a Lay. El deseo de crecer más y más, hizo que este cometiera malversación de
fondos y falsificara documentos, en beneficio propio. Siendo estas acciones, el inicio de una serie
de hechos que desencadenaron el final de una empresa, sin límites.
En 1992, Enron llegó a dominar el 25% del mercado energético en Estados Unidos, durante la
administración de Kenneth Lay, quien contrató a Jheffry Skilling y lo nombró director ejecutivo,
para
formar una estrategia de negocios, fuerte y atractiva que les permitiera salir de la deuda que
incurrieron para el proceso de fusión. Skilling, era conocido por ser una persona muy inteligente y
por lo tanto de gran importancia para la compañía. Él convenció al comité de auditoría de ENRON,
para que se le permitiera aplicar en la catera de negocios, un nuevo método llamado ¨Mark to
market¨ o valoración de precios de mercado. Donde este tipo de contabilidad le permitía considerar
las ganancias de los contratos a largo plazo como si ya los tuviera, ingresándolos a sus registros
contables. Los vacíos legales que se generaron fueron aprovechados para satisfacer beneficios
personales de los ejecutivos.
Debido a que los números no cuadraban, muchas veces los inversores recibían informes falsos de
los mismos. Entonces, bajo esta forma de regulación de contabilidad, los ingresos podían ser
registrados, aun cuando, la empresa no haya recibido el dinero. Estos permitían dar la impresión de
tener ganancias que todavía no existían, registrándolos así, en los libros contables.

Poco a poco ENRON, empezó a caer por unaserie de rumores que lograron salir a la luz. Entre
ellos, podemos mencionar sobornos a analistas, que recomendaban la compra de acciones de la
empresa fielmente, por motivos de negocio. Además, cabe resaltar al director financiero Andy
Fastow, el cual, hizo caso omiso a las NIIF y se encargó de mantener acciones a flote para
maquillar los libros contables y esconder las tantas deudas que se presentaban. A la vez, creo
falsos beneficios o ¨activos seguros¨, afirmando siempre que la compañía se encontraba estable.
Se encontró también que Fastew se ¨lleno los bolsillos¨ con los diversos contratos que realizó,
presionando también, a la Auditoría ¨Arthur Andersen¨ a ignorar estos problemas y, por lo tanto, se
volvió cómplice de los delitos cometidos.
En 2001, la posición de ENRON cada vez figuraba más abajo, el mercado reaccionó y sus
acciones comenzaron a bajar de manera increíble, de $ 90 llegaron a los $40 en cuestión de días.
En esas circunstancias, Skilling abandonó su cargo de director ejecutivo, para tratar de evitar
culpabilidad alguna sobre las faltas cometidas a lo largo de su carrera laboral. La compañía estaba
a punto de quebrar y la única salvación era recurrir a un comprador, su rival, la empresa DYNEGY.
Para su mala suerte, el trato no se llegó a concretar debido a las grandes deudas que esta poseía.
El 2 de diciembre de ese mismo año, después que el acuerdo fracasó, ENRON se declaró en
bancarrota, consagrándose como el mayor fracaso de la historia de Estados Unidos.
En conclusión, ENRON cometió muchas faltas éticas y financieras. Entre ellas, tráfico de
influencias y malversación de fondos, al sobornar a diferentes analistas, accionistas, auditoría y
empleados, con tal de obtener beneficios. A la vez, realizaron la inflación de utilidades y sobre todo
tenían dos juegos de libros contables para ocultar la situación real de la compañía.
Debemos rescatar que, los bancos de inversión y analistas eran totalmente responsables de ver las
acciones que cometía la empresa. El consejo de administración debía pedir cuentas, ver que se
hacía con el dinero y no hacerle caso omiso. Debemos concientizar a las empresas en nuestro
país, compartiéndoles que todas estas acciones van en contra de los principios éticos de una
empresa y fue un acto intencional que terminó afectando a miles de empleados, absteniéndolos de
un trabajo y remuneraciones correspondientes por tantos años de labor.
Además, pienso que los gobiernos de los países deben crear regulaciones más enérgicas que
obliguen a las empresas a transparentar cada movimiento mediante auditores internos, externos y
otros asignados por ellos mismos, cuyo dictamen deberá coincidir, porque las grandes empresas
se valen de la “contabilidad creativa” e “ingeniería fiscal para eludir sus responsabilidades internas,
con sus inversionistas y con la sociedad.

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