Está en la página 1de 4

SOBRE LA ACCIÓN PSICOLÓGICA DE LOS COLORES

Robert Heiss (Director del Instituto de Psicología de la Universidad de Freiburg i.Br) – 1960
(resumido)

El siguiente texto es extraído de MIROTTI, M.A., “Temas del Rorschach. Movimiento, Claroscuro…
y otros”, Ed. Brujas, Córdoba, Argentina, 2016. La traducción del alemán y el trabajo de resumen
son de Mirotti.

La psicología de los colores es hoy un tema muy conversado; en todas partes, y hasta en diarios y
revistas se presentan afirmaciones e hipótesis; el que se orienta por esa literatura, llega a tener la
convicción de que en el campo de la psicología de los colores hay importantes conocimientos y
fundamentos seguros para estos. Pero es más bien lo contrario. Debemos comenzar asegurando
que la mayoría de estas afirmaciones tienen un carácter hipotético; por cierto que algunas pueden
fundamentarse, pero no pocas tienen simplemente el carácter de afirmaciones. Es asombroso que
se presenten variadas y sofisticadas tesis; si bien hay investigaciones que se ocupan de establecer
con exactitud el carácter vivencial de un color y de los colores en general, hay quienes parecen
saber más sobre el tema: los colores influyen el clima del trabajo, la salud, la capacidad de trabajo
y el placer de trabajar; si hasta las vacas en establos multicolores dan más leche; y lo que vale para
las vacas, vale también para las personas; importa entonces mucho pintar la fábrica y el escritorio
con los colores adecuados, los que avivan las ganas de trabajar; hay que encontrar los colores que
estimulen al vendedor y atraigan al comprador, etc. Si uno presta oídos a estas opiniones de
hábiles representantes de la publicidad siempre estará dependiendo de que elija el color correcto;
casi podría pensarse que los colores actúan como drogas.

Estas afirmaciones sobre el valor mágico de los colores parece confirmarse completamente,
cuando se ve que son usados como un instrumento para el diagnóstico psicológico; hay una
cantidad de Tests de Colores, de modo que para el profano es difícil distinguir lo serio de la
charlatanería. Por cierto que hay “un grano de verdad” en las afirmaciones sobre la psicología de
los colores; pero hay que ubicar dónde está ese grano.
Nos dice
La cuestión sobre los hechos asegurados sobre el fenómeno Color contra una específica
dificultad: la cualidad de la apariencia, la acción de los colores sobre las personas, la cualidad de
vivencia de los colores, son muy complejas: 1, la percepción de colores se basa en procesos físico-
químicos y fisiológicos; esto se ve con toda claridad en lo llamado “ceguera para los colores”. 2, la
percepción de colores está acompañada de procesos estimulantes, que en lo fisiológico parten de
la excitación del color, y que muestran característicos estados de ánimo y reacciones afectivas.
Goethe, en la “Farbenlehre” se basa en reconocer que hay colores que dan un ánimo animado,
vital: rojo, anaranjado, amarillo; otros dan un ánimo tranquilo, suave: azul, violeta. 3, los colores
comportan un llamativo fenómeno: su valor simbólico, y son en diversas culturas y diferentes
tiempos portadores de una significación específica.

Estos factores, fisiológicos, psíquicos y culturales se mezclan y combinan entre sí; si se pregunta
qué significa tal color, tendremos las más variadas respuestas. El simbolismo de los colores en la
liturgia católica nos dice que el verde es el color de la esperanza, el violeta del sacrificio, el rojo de
los mártires, el blanco de la pureza y santidad; falta el azul, pero la Virgen tiene un manto azul.
Para los israelitas el azul es el color de Dios; en Inglaterra, ese color es de los puritanos; para los
budistas sólo los más altos dignatarios pueden llevar una sombrilla amarilla, en China el amarillo
es sólo de los reyes, mientras que para el sentir popular en nuestro medio, el amarillo es el color
de la envidia. S puede agregar aún que en China el color que se asocia con la muerte y el duelo es
el blanco, en el Occidente es el negro; y además, algunos movimientos masivos pueden dar un
valor simbólico a un color: para el Islam, es el verde, el rojo es el color del socialismo.

En el área física y fisiológica, los fundamentos de la significación son más firmes y se apoyan en
resultados de cuidadosas investigaciones, que han determinado con precisión la longitud de onda
que corresponde a cada color, y también la constitución de los ojos: la percepción de colores no es
igual en todos los seres. Hay animales que de alguna manera perciben como colores el ultravioleta
y el infrarrojo, que nosotros captamos por medio de instrumentos y no como colores.

De modo que en la vivencia psíquica de los colores participan tres componentes: 1, su valor
físico, que se expresa en longitud de onda. 2, la condición de los colores por el proceso fisiológico y
óptico, donde residen los contrastes, las relaciones y mezclas; 3, el valor de vivencia y el contenido
de significación con que se asocian los colores.

Toda psicología de los colores tiene que ver en definitiva con la influencia que estos pueden
ejercer sobre el psiquismo. Goethe distinguió los que tienen una influencia “animada, vivaz”, de
los que son “tranquilos, suaves”; los colores son un estímulo positivo o negativo de los afectos, y
en una prolongación de esta acción tienen capacidad de impulsar o amortiguar. Pero aceptando
esto, lo cierto es que en la práctica los colores se presentan en mezclas y combinaciones, lo que
hace difícil definir sus propiedades e influencias. Además, los colores no siempre son elegidos “por
sí mismos”, sino por su adecuada combinación
con otro color, o por la circunstancia de su uso: quien prefiere constantemente el color azul, no lo
elige para el cielorraso de su dormitorio, y quien prefiere el blanco, no acepta muchas veces que
su auto sea de ese color. Y

Heiss y Hilltmann, analizando 200 casos y la elección de color de ,


estas personas, trabajando con “colores puros” del espectro , y sin relación con circunstancia
alguna, llegaron a estas conclusiones:

Negro: inicialmente para nuestro asombro, no encontramos que el negro sea el símbolo del
duelo, la tristeza o la depresión; más bien las personas que eligen el negro, están caracterizadas
por una disposición del estado de ánimo que ocasionalmente desemboca en depresión, pero que
sería mejor definida como una situación de bloqueo, coartación y limitación. Donde aparecían
altos valores de negro, mostraban esas personas inhibiciones de diferente tipo, sea que lucharan
contra ellas o que se hubiesen adaptado. Resultó a la vez que el negro era representante de un
estado en el que el afectado estaba a la vez encerrado y en defensa contra estímulos
perturbadores; con lo que concuerda el hecho de los no raros casos en los que el negro es evitado,
lo que corresponde a un tipo de personalidades que experimentan una relativamente escasa
opresión e inhibición; si bien esto no podría equipararse con la desinhibición, se mostró que los
que evitaban el negro con frecuencia evidenciaban en el ámbito social una libertad de inhibiciones
que no siempre significaba para ellos una satisfacción.

Los que eligen el color Blanco, se muestran desinhibidos y poco ligados a las cosas; esto se
presenta en diferentes formas: alta frecuencia en la elección de Blanco se ve en tipos muy
agresivos, autoafirmados y poco escrupulosos en la elección de sus recursos. Es también llamativo
que altos valores de Blanco se encuentren en esquizofrénicos.
El blanco parece un polo de la desinhibición y desligazón, el negro por el contrario, el polo de la
inhibición y estrechamiento; por ello el negro supone una defensa que se dirige hacia adentro, el
blanco, el representante de una descarga hacia fuera.

Gris: el gris, sobre todo en tonos oscuros, tiene el carácter de una función neutralizante, como
debilitador y amortiguador de estímulos; altos valores de gris aparecen en aquellos que evitan las
dificultades o “se hacen al lado”; podemos caracterizarlo como el color de la “represión”, como
condición “diplomática” de la persona. Así, aparece como opuesto al marrón . (“Represión” no es
usado aquí en el sentido de mecanismo de defensa; indica simplemente freno, fuerte control, consciente o
preconsciente. Nota del traductor).

Marrón: El marrón tiene un carácter resistente, y por decirlo así, obstinado; es típico que los jóvenes
oposicionistas, y los adultos que muestran una conducta similar, tengan grandes valores de marrón. No
raramente este color es portador de un componente esténico de carácter.

Rojo – Amarillo: son evidentemente vecinos; aislados o juntos muestran un carácter estimulante…, los
sentimos como portadores e irradiadores de la excitación. Pero cada uno muestra matices: rojo es el
representante de una amplia y abierta superficie estimulante, mientras que amarillo lo es de una energía de
estímulos más estrecha y direccional; sentimos al rojo como cálido, el amarillo relativamente más frío, en lo
que se acerca algo al azul.
Las personas que eligen el rojo muestran aquella faceta excitante que les da el carácter de una fuerte
capacidad de vivencias y una mayor amplitud en ellas; mientras que el amarillo muestra esa capacidad más
orientada y manejada. Entre los que eligen amarillo están aquellos que se dirigen hacia afuera activa y
directamente, mientras que los que eligen el rojo son en general amantes de la excitación y con frecuencia
desordenados en sus reacciones.

Verde: tiene el carácter de un color tranquilizante; Goethe dice que “los ojos y el ánimo descansan en él”;
para él, el verde es el color de la “real satisfacción”. Aparece también como un color del que no irradia el frío
del azul.
La tendencia introtensiva, hacia adentro, que se ve en personas que eligen el azul, surge también en
personas que en gran medida eligen el verde; pero no es éste propiamente un color frío, ni amortiguador,
sino que tiene algo “vivificante”.
No pudimos determinar con la misma precisión que en los otros colores, la función del verde; antes que
nada podría afirmarse que el verde no es un color afectivo, como el rojo.
Encontramos que altos valores de verde aparecen en personas que en gran medida son sensibles a los
demás; fue extraño que las personas que eran poco dadas al contacto, o tenían dificultades para ello,
mostraban muy pequeños valores de verde; correlativamente, las personas con altos valores de verde eran
muy necesitadas de contacto, y en la mayoría de los casos, se mostraban como teniendo fuertes relaciones.

A pesar de que nuestros hallazgos apuntan con toda evidencia en esa dirección, no podemos desechar
cierta duda, si realmente el color verde ha de valer precisamente como representante en este ámbito de
sentimientos; por lo menos queremos expresar la sospecha que el verde en general tal vez representa mejor
la función sensitiva y afectivamente adecuada, que otros valores más “afectivos” como el rojo; hay
evidencias de que verde en valores bajos aparece en personas on sentimientos de inferioridad, y no
raramente aquellos que están enamorados de su propia persona muestran altos valores de verde.

Azul: los que muestran altos valores en la elección del azul son personas que se esfuerzan para establecer
limitaciones a la excitación; son por naturaleza personas frías y distantes, que tratan constantemente de
dominar y manejar sus afectos, y verdaderamente represores de los afectos (Nota de la profesora: remitirse
a la anterior nota del traductor); encontramos entre estas personas no sólo los reguladores, sino los
sobrerreguladores de la afectividad.

Violeta: Cuando es elegido con frecuencia sobre la norma, aparece en grupos con perturbaciones psíquicas;
todos los neuróticos muestran altos valores de violeta; es típico d la intranquilidad anímica.

Naranja: En menor grado tiene características similares al violeta; muestra una clase de intranquilidad ante
los impulsos, que se irradia hacia afuera; representa necesidades impulsivas y corporales. (Nota del
traductor: lo aquí dicho no se puede aplicar sin más al Rorschach: sea porque el test no presenta colores
puros, o porque los colores aparecen no pocas veces asociados a formas que influyen en su significación).

Por cierto que estos colores, si se asocian al gris oscuro o al blanco, modifican su sentido: no se diría que el
rosado (rojo claro) impacta lo mismo que el rojo sangre;
el verde oscuro se emparenta en su significación con el gris oscuro.

**********************

También podría gustarte