En un mundo cambiante y exigente, el trabajo de los administradores debe ser riguroso
si es que quiere estar a la altura de lo que demanda la actualidad, de lo contrario podría perder cada oportunidad de llevar a su organización a la cima. En México el tránsito hacia el 2010, demanda que el administrador tenga la capacidad de gestión con capacidad de afrentar situaciones reales y que requieren de conceptos provistos por la administración; que sean “Administradores de la escasez”. Los autores A. Larocca y M. A. Vicente (Dirección de Organizaciones, Editorial Macchi, B.A, 1993. pp. 20-21) nos comenta que se habla de la administración de la escasez por que vivimos en un contexto de: Importante restricción o carencia de recursos: Humanos, financieros, técnicos y otros que restan aceleración a el desarrollo de las organizaciones. Incremento de demanda en los sectores públicos y privados: para suplir lo que exige el mercado como consecuencia de la apertura económica, desregularización, privatizaciones (tratado de libre comercio y otros).
La economía internacional y la competitividad exigen una administración eficaz,
eficiente y productiva tanto en el sector privado como el público pues desatender esos aspectos los llevará a desaparecer. Los conjuntos o grupos de organizaciones son las que constituyen la sociedad, en consecuencia, somos resultado de las experiencias organizacionales y no existiríamos sin eso, incluso los integrantes de una organización trabajan comúnmente por una meta, teniendo cada uno objetivos personales, según varios autores podemos afirma que:
Earl f. Lundgren “Es un sistema compuesto de elementos y subsistemas tan
relacionados entre sí e integrados de manera que forman un todo que presenta atributos únicos” Pozo Navarro” Es un sistema de partes interrelacionadas que operan unas en conjunto con otras, a fin de cumplir los objetivos del todo y los individuales de los elementos participantes” Las Organizaciones y los administradores
Las organizaciones requieren quien las administre, son codependientes, el foco de
atención de las organizaciones que son eficientes, está en quienes la dirigen, en otras palabras, los administradores; aunque se cuente con varios recursos el papel definitivo es del administrador, y depende de su eficiencia y eficacia la calidad de nuestra experiencia en la organización. Mc Clelland D. (“Business Drive and National Achievements”, Harvard Business Review, Julio/agosto de 192, p. 99) Descubrió que las habilidades de los administradores determinan el desarrollo económico y progreso de un país. La super influencia que tiene un administrador en el éxito de una organización hace que sean bien remunerados, pero no resta importancia a la función de la administración. Se puede concluir que, si bien la praxis proporciona un gran valor a la tarea de administrar, la práctica, las habilidades innatas y la experiencia deben ser tenidas en cuenta a la hora de tomar decisiones ahora, el sentido común no puede estar por encima de lo que se estudia formalmente.