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Introducción

El cuerpo humano es recorrido interiormente, desde la punta de los pies hasta la


cabeza, por un líquido rojizo y espeso llamado sangre.

La sangre tiene ciertas cualidades que soportan la vida, a medida que viaja por el
cuerpo, transporta oxígeno desde los pulmones, y nutrimentos desde el sistema
digestivo, hacia todas las células del cuerpo, luego transporta los desechos de las
células para que el cuerpo se deshaga de ellos.

Juntos, la sangre, el corazón y una serie de vías que forman una red laberíntica, son
considerados como los componentes del Sistema Circulatorio.

Resumen

El aparato circulatorio es el encargado del transporte de la sangre a todas las partes


del cuerpo. Este movimiento de la sangre dentro del cuerpo se denomina circulación.
La sangre es un líquido rojo que recorre todo el cuerpo impulsada por el corazón. Ella
recoge el oxígeno de los pulmones y los nutrientes del intestino para distribuirlos entre
todas las células de nuestro cuerpo. Después de que se produce la utilización del
oxígeno en las células, retira los deshechos y el dióxido de carbono para su
eliminación. Además, interviene en la regulación de la temperatura corporal y conduce
una asombrosa cantidad de hormonas o mensajes químicos, y potentes defensas
contra las enfermedades.

Objetivo

Explicar desde el punto de vista fisiológico el funcionamiento de órganos y sistemas,


haciendo énfasis en la sinergia que proporciona el equilibrio u homeostasis.
Unidad 3 Sistema circulatorio

El sistema circulatorio es la estructura anatómica que comprende una mezcla de


nutrientes, agua y oxígeno denominado sangre, los conductos o vías de difusión que
transportan dicho líquido vital así como el motor que la bombea, es decir, el corazón.

El sistema circulatorio está formado entonces por el sistema cardiovascular que


conduce y hace circular la sangre así como al sistema linfático que conduce la linfa.

Si bien es común la denominación de "sistema" cardiovascular, estrictamente se le


debería llamar "aparato". La denominación de "sistema" se reserva para un conjunto
de órganos formados predominantemente por el mismo tipo de tejido. El aparato
cardiovascular está formado por diferentes tipos de tejidos, y por ello ésta es la
denominación más adecuada.

3.1 Anatomía del sistema circulatorio

 El corazón: que es el órgano central de la circulación.


 Los vasos: que a su vez pueden ser de tres tipos:
 Vasos arteriales: En los que se incluyen las arterias de gran calibre, arterias
de mediano calibre, arteriolas y capilares.
 Vasos venosos: Aquí se incluyen las venas de gran calibre, venas de mediano
calibre y venas de pequeño calibre o vénulas.
 Vasos linfáticos: Capilares linfáticos, trónculos, linfáticos y troncos linfáticos o
troncos colectores.

3.1.1 Corazón

Es una especie de musculo hueco que da impulso a la sangre.

En las aves y en los mamíferos, la cavidad de este órgano se presenta dividida por un
espeso tabique longitudinal, en dos compartimientos independientes: uno, colocado
en el trayecto de la sangre venosa (corazón venoso) a la derecha y otro colocado en
el trayecto de la sangre arterial (corazón arterial) a la izquierda.

Cada uno de estos compartimientos está dividido en dos cavidades situadas una
encima de la otra: La superior de paredes delgadas y flácidas, llamada aurícula o atrio
y la cavidad inferior de paredes más gruesas y resistentes se denomina ventrículo.

Cada aurícula, derecha e izquierda, comunican con el ventrículo correspondiente por


intermedio de un amplio orificio llamado, orificio aurícula ventricular.

3.1.2 Vasos sanguíneos

Es una estructura hueca y tubular que conduce la sangre impulsada por la acción del
corazón y su función es transportar la sangre para distribuir el oxígeno y eliminar
dióxido de carbono, además de toda la gran cantidad de sustancias que la sangre
contiene, como proteínas, vitaminas, hormonas, etc., y de igual manera una alta
cantidad de células.

3.1.3 Sistema circulatorio

El sistema circulatorio es un conjunto de vasos, arterias, venas, capilares sanguíneos,


vasos linfáticos, y un órgano impulsor: el corazón. Sus funciones son las de realizar la
circulación de los líquidos internos (sangre y linfa), llevando a las células el oxígeno y
sustancias necesarias para el metabolismo, recogiendo a su vez los productos de
desecho. Además, también interviene en el mantenimiento del equilibrio iónico, la
distribución de vitaminas y hormonas, la regulación hídrica de los tejidos, y la defensa
frente a las agresiones infecciosas externas.
El sistema circulatorio es cerrado en los humanos, es decir, circula siempre por el
interior de vasos sanguíneos (arterias y venas). En muchos animales este sistema es
abierto (la sangre encharca directamente los tejidos).

3.1.4 Sistema Linfático

El sistema linfático en los animales es una red de conductos que transportan un


líquido claro llamado linfa (del latín, agua clara). También incluye el tejido linfoide y
los vasos linfáticos, a través de los cuales la linfa se desplaza por un sistema de una
única dirección en el que la linfa fluye solo hacia el corazón. El tejido linfoide se
encuentra en muchos órganos, especialmente en los ganglios linfáticos y en los
folículos linfoides asociados con el sistema digestivo, como las amígdalas. El sistema
también incluye todas las estructuras dedicadas a la circulación y la producción de
linfocitos, como son el bazo, el timo, la médula ósea y el tejido linfoide asociado con el
sistema digestivo. El sistema linfático como lo conocemos hoy fue descrito por
primera vez de forma independiente por Olaus Rudbeck y Thomas Bartholin.

La sangre no entra directamente en contacto con las células del parénquima y los
tejidos corporales, sino que los componentes de la sangre salen a través de vasos
sanguíneos en un intercambio microvascular para convertirse en el líquido
intersticial, que entrará en contacto con las células del parénquima del cuerpo. La
linfa es el líquido que se forma cuando el fluido intersticial entra en los vasos linfáticos
iniciales del sistema linfático. La linfa se mueve entonces a lo largo de la red de vasos
linfáticos ya sea por las contracciones intrínsecas de los vasos linfáticos o por la
compresión extrínseca de los vasos linfáticos a través de las fuerzas tisulares
externas (por ejemplo, las contracciones del músculo esquelético).

Organización del sistema linfático


El sistema linfático se puede dividir ampliamente en dos partes: sistema de
conducción y tejido linfoide.
El sistema de conducción transporta la linfa y se compone de vasos tubulares que
incluyen los capilares linfáticos, los vasos linfáticos, y los conductos torácicos
izquierdo y derecho.

El tejido linfoide está principalmente involucrado en la respuesta inmune y consiste


de linfocitos y otros leucocitos enredados en el tejido conectivo a través del cual pasa
la linfa. Las regiones del tejido linfoide que están atestadas de linfocitos se conocen
como folículos linfoides. El tejido linfoide puede estar estructuralmente bien
organizado, como en los ganglios linfáticos, o puede consistir de folículos linfoides
poco organizados conocidos como tejido linfoide asociado a la mucosa (TLAM).

Tejido linfoide

El tejido linfoide asociado con el sistema linfático se ocupa de las funciones inmunes
en la defensa del cuerpo contra las infecciones y la propagación de tumores. Se
compone de tejido conectivo con varios tipos de glóbulos blancos atrapados en él,
siendo más numerosos los linfocitos.

El tejido linfoide puede ser primario, secundario o terciario en función de la etapa de


desarrollo y maduración de los linfocitos implicados. Los órganos linfoides primarios o
centrales generan linfocitos a partir de células progenitoras inmaduras. Los órganos
linfoides periféricos o secundarios mantienen linfocitos maduros nativos e inician una
respuesta inmune adaptativa. Los órganos linfoides periféricos son los sitios de
activación de los linfocitos por el antígeno. La activación conduce a la expansión
clonal y a la maduración por afinidad. Los linfocitos maduros recirculan entre la sangre
y los órganos linfoides periféricos hasta que encuentran su antígeno específico.
CONCLUSIÓN

El sistema circulatorio es uno de los mas complejos he importantes sistemas del


cuerpo humano. Se encarga de transportar nutrientes y oxigeno a través y alrededor
de nuestro cuerpo llevándolos a todas las células, a demás, se encarga también de
transportar los elementos o compuestos metabólicos que deben ser desechados,
intervienen en el mecanismo de defensa del cuerpo y regula la cantidad de agua y
sustancias químicas que requieren nuestros tejidos para funcionar de manera correcta
entre otros.

Como el aparato circulatorio esta formado de una forma tan compleja y por órganos
tan importantes como el corazón, los trastornos o alteraciones en su forma o
funcionamiento dañan nuestros tejidos vitales.
Para evitar el mal funcionamiento y el deterioro del sistema circulatorio, debemos
mantener una dieta balanceada rica en proteínas y baja en grasas, evitar el
sedentarismo o fumar.

Bibliografía

https://www.webcolegios.com/file/c05484.pdf

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