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«…Las diferencias temporarias surgen por los diferentes criterios existentes relacionados
con el reconocimiento y medición de los activos y pasivos, por lo que la diferencia
existente entre el valor en libros de un activo o pasivo, en el estado de situación
financiera, y su base fiscal, genera diferencia temporaria siempre que dicha diferencia
afecte el impuesto sobre la renta en períodos futuros, sea como un incremento en el
mismo (diferencia temporaria imponible) o como una reducción a través de deducciones,
descuento tributario, compensaciones u otra similar (diferencia temporaria deducible)…»
“El impuesto diferido se genera cuando el valor en libros de los activos y pasivos es
diferente a la base fiscal. El impuesto diferido generado puede ser de naturaleza activa o
pasiva.”
Los activos por impuestos diferidos generan que en el futuro exista un derecho a deducir
impuestos, dado que en la actualidad se está considerando un gasto que no se puede
deducir de inmediato. Existen diferentes casos en los que se generan diferencias que dan
lugar a impuesto diferido activo, al respecto, Juan Fernando Mejía, asesor en la
implementación de Estándares Internacionales, explica que, entre estos se encuentran:
Que el valor del activo disminuya como consecuencia de una valoración inferior al
costo fiscal del activo. Esto se percibe en el caso de algunas partidas como;
biológicos, inversiones, propiedades, planta y equipo y propiedades de inversión.
Que existan disminuciones en los activos a raíz de la variación de la tasa de
cambio en cuentas por cobrar en moneda extranjera.
Que se perciba un incremento de pasivos en moneda extranjera.
Que existan provisiones bajo Estándares Internacionales de cuentas por cobrar
superiores a las registradas fiscalmente.
Las diferencias fiscales se reconocen en cuentas de orden:
Con los registros anteriores la entidad puede proceder a elaborar la conciliación entre las
bases contables y fiscales al cierre del 31 de diciembre de 2018, así:
La entidad contabiliza la depreciación del activo en cada uno de los cuatro años
siguientes así:
Debido a que el activo no tiene valor fiscal, la depreciación contabilizada tampoco tiene
efectos fiscales, por lo tanto se contabiliza la diferencia en cuentas de orden.
Con esta contabilización, la conciliación fiscal del año 2 es la siguiente:
a. Esta partida corresponde a la diferencia registrada en el año 1, la cual en su momento
se presentaba como diferencia en una partida de resultados, pero ahora se presenta
como diferencia en una partida de patrimonio denominada ganancias retenidas.
El impuesto diferido al cierre de este primer año se calcula de la siguiente forma:
Debido a que el pasivo por impuesto diferido pasa de $660.000 a $495.000, la entidad
debe contabilizar la disminución de este pasivo como un menor valor del gasto por
impuesto a las ganancias del período 2018.
“La metodología de las cuentas de orden permite mantener información separada para
efectos contables y fiscales, además no requiere de la adquisición de costosos software
de contabilidad”
La metodología de las cuentas de orden permite mantener información separada para
efectos contables y fiscales, además no requiere de la adquisición de costosos software
de contabilidad, pues basta con que el contador público tenga claro el tratamiento
contable y fiscal, con lo cual podrá establecer el sistema de contabilización de diferencias
fiscales.
https://www.soyconta.com/que-son-los-impuestos-diferidos/
El impuesto diferido se genera como consecuencia de las diferencias temporales entre el
tratamiento del patrimonio del contribuyente según las directrices contables (ingresos,
costes, gastos) y el tratamiento fiscal según las leyes tributarias vigentes. El impuesto de
renta obtenido por la aplicación de la ley tributaria puede ser diferente al impuesto
financiero calculado en base a las directrices contables, esta diferencia es lo que se
conoce como impuesto de renta diferido, o impuestos diferidos.
Las diferencias en el tiempo, tanto temporales como permanentes, surgen cuando las
actividades financieras de una entidad tienen efectos en ejercicios diferentes. Las
diferencias temporales son aquellas causadas por actividades financieras que implican un
impuesto mayor o menor en un determinado período y que puede ser compensado en
periodos próximos; es decir, las diferencias temporales son subsanadas o revertidas con
el paso del tiempo. Las diferencias permanentes son aquellas causadas por alguna
actividad o situación que implican un impuesto mayor o menor y que no puede ser
compensado en ejercicios futuros. Únicamente las diferencias temporales son las que
constituyen los impuestos diferidos.
El impuesto diferido puede ser activo o pasivo. Se habla de un impuesto diferido activo (o
débito) cuando el contribuyente debe pagar un mayor impuesto en un determinado
período pero lo puede compensar en los períodos siguientes, se considera un activo
diferido. Son las cantidades de impuestos de renta a recuperar en ejercicios futuros
relacionadas con las diferencias temporales deducibles y con la compensación de
pérdidas de ejercicios anteriores que no han sido deducidas fiscalmente.
Por el contrario, un impuesto diferido pasivo (o crédito) se da cuando el contribuyente
paga un menor impuesto en un determinado período pero debe pagar el impuesto
restante en los períodos siguientes. Son las cantidades de impuestos de renta a pagar en
ejercicios futuros relacionadas con las diferencias temporales gravables.
El impuesto diferido debe ser considerado por los contribuyentes del impuesto de renta
que estén obligados a llevar la contabilidad de su patrimonio. En el caso de las empresas,
el impuesto diferido puede considerarse para llevar a cabo estrategias que aceleren la
liquidación de pasivos y la recuperación de activos con objeto de obtener beneficios
fiscales adicionales.