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Alain Lipietz ELEGIR

LA AUDACIA
Una alternativa para el xxt
Elegir la audacia Una alternativa para el
siglo xxi

Alain Lípietz

Traducción de Jaime Vergara Antuña


ELEGIR LA AUDACIA ,--

CA La importante iniciativa de la Editorial Trotta de traducir al español


5. LA CRISIS ECOLÓGICA Ó'........,...................................................................65
Choisir l’íiudace ocho años después de su publicación en Francia es un
La ecología es un humanismo............................................................................. 66 gran honor para mí, que sin embargo me pone en una situación delicada.
Atolladero de los prodüGnvism.os ....................... ....;......... . . 68 En efecto, este libro se escribió mucho antes del paso al «gran mercado
Comentarios de 1996 ..ai.............................i...................... i 71 europeo» (por no hablar del tratado de Maastricht), antes de la caída del
muro de Berlín y del imperio soviético, antes de Ja guerra del Golfo y de
6. LA HORA DELA ALTERNATIVA............................................................. 73
la Conferencia de Río. Sus tempranas traducciones al inglés, japonés y
portugués hicieron de él un «clásico» internacionalmente discutido. En
7. POR UN NUEVO PACTÓ SALARIAL..............................;.............................. 79 esas traducciones pude incluir capítulos complementarios que cubrían los
El compromiso de la implicación negociada....................... 81 acontecimientos de los años 1989-1992, capítulos que hoy resultan
La estabilidad dinámica del empleo.....................,L---........ 86 anticuados’.
Comentarios de 1996...;.................................'......i.............. 89 La Editorial ha optado, con razón, por publicar el libro a partir de su
edición francesa de 1989, sin los capítulos complementarios. En efecto,
8. POR EL CRECIMIENTO.. DEL TIEMPO LIBRE............................................ 91 llega un momento en que ya no es posible «actualizar» un libro. Mantiene,
Ni todo ni nada....................................................................• 92 o no, su valor profético: el lector es libre de juzgarlo, y el autor, de escribir
Elogio de la reducción dié.l tiempo de trabajo..................... 96 otro libro2. Releyéndolo, no tengo ningún remordimiento. Este libro es
El esfuerzo necesario ..........................................:.............. 101 todavía de total actualidad, en la observación y en las propuestas. Incluso
Comentarios de 1996..'........................................................ 104 el capítulo sobre Europa podría haberse escrito después del tratado de
Maastricht y las discusiones sobre la moneda única.
9. POR LA COMUNIDAD DEL BIENESTAR.................................................... 105 Administrar el destino de un libro que se ha vuelto «clásico» implica
un mínimo de honestidad: no tratar de hermosear o de ha-
Solucionar la crisis del Estado'de bienestar................1.; 106
Por un tercer sector de .utilidad social........................'. 111
1. Se encontrarán estos capítulos en la edición inglesa Towards a Neto Economía. ('hilei ?
Iniciativa y solidaridad: ja síntesis comunitaria................... 116
l’oslfordísm, F.coloí’y nnd Nemocracy, Polity Prcss, 1 992.
Comentarios dé 1996........................................................... 119 L Es lo que acabo de hacer en un libro mucho más centrado en Francia (pero que no hace
más que ahondar los análisis y las propuestas aquí esbozadas): La Sociélé en snblíer. I.e ¡laringe
10. POR UN ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL NO du Iraoail conhe la déchimre sociale, La Découvcrte, 1996. .
AGRESIVO ............................■.'..••••............................................................ 121
La bomba deí reembolso.................................................... 122
El fin de la hegemonía estadounidense............................. 127
Cláusulas sociales sobreseí librecambio ........................... I 28
Una agencia para la protección del patrimonio común de la
humanidad ...................}.................................................. 132
Comentarios de 1996 ..................................................................................... I34

11. LA ALTERNATIVA: UN^PROYECTO PARA EUROPA ............................ 135


La CEE-csclerosís................................................... .......... 136
Primero la Europa social..................................................... 1-11
La nueva frontera...................................................................................................... 146
Comentarios de |996.................................................................................................. ¡-IH

('(inclusión ............................................................................. 149


MODO DE EMPLEO PARA LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA

9
330.1 41090-1
L764
Ej 1 41090-1
COMPRADO:
..... ZwEO.
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FECHA: 99
PRECIO:._... s r G N:
ÍNDICE
33# / ..¿.ZCZ

COLECCIÓN ESTRUCTURAS Y PROCESOS Serie Ciencias Sociales


Modo de empleo para la traducción española.......■.................... 9
Prólogo: Cinco años después........................................................ 11
Introducción . 15

Título original: Choisir l'oudace. Une alteínaiive pour le vingi el uniéme síécle
© Editorial Troito, S.A., 1997 Sogasta, 33.
28004 Madrid Teléfono: 593 90 40 lax:
593 91 II

© Édiíions La Découverle, París, 1989 © Jaime

Verguía Anluña, 1997

Diseño
Joaquín Gallego

ISBN: 84-8164-172-3 Depósito Legol:


VA-383/97 Impresión
Simancas Ediciones, S.A. Rol. Ind. San
Cristóbal C/Estaño, parcela 152 47012
Vollodolíd

1. EL COMPROMISO FORD1STA....................................................................... 21

¿Qué es un modelo de desarrollo?........................................ 21


El fordismo .............................................................;........... 23
La hegemonía estadounidense................................................. 27
La visión del mundo fordista..............................................29

2. EL FIN DE LA EDAD DE ORO....................................................................... 33


7
La'crisis del fordismo...........•.............................................. 33
La internacionalización de la crisis................................... 36
Las tres primeras fases..................................:...................... 37
Comentarios de 1996 ......................................................... 41

3. ENTONCES, ¿QUÉ HAY QUE HACER? ......................................................... 43

4. LOS ATOLLADEROS DEL LIBERALPRODUCTIVISMO............................. 49

Un nuevo modelo...................................................,........... 49
Una sociedad desgarrada.................................................... 53
Una falsa salida del taylorismo .......................................... 54
El retorno a la inestabilidad económica............................. 59
El gran desorden internacional........................................... 60
Comentarios de 1996..................... ........................ . ......... 63

7
ELEGIR LA AUOACIA

cer resaltar las profecías que se han confirmado, ni de atenuar los


pronósticos equivocados. No he introducido pues ninguna modifi
cación en el texto de 1989, salvo alguna excepción. En efecto, he
suprimido algunas bromas o alusiones a acontecimientos franceses de la
época que ya se han borrado de la memoria de los franceses y que serían PRÓLOGO: CINCO AÑOS DESPUÉS
del todo incomprensibles para los lectores hispanohablantes de finales de
la década de los noventa.
Me contentaré, en cambio, con dar a los lectores, al final de cada
capítulo, un comentario muy breve sobre la validez de los análisis y de
las propuestas, tal como pueda estimársela a casi un decenio de distancia.
Las numerosas conferencias hechas a partir de este libro, desde 1989,
en el Estado español y en la América hispanohablante, me han
convencido de la utilidad de esta traducción. Que los nuevos lectores
puedan adueñársela y aprovecharla libremente: sólo ellos sabrán lo que
de este libro es útil para su propio país.
Mace exactamente cinco años escribí la última línea de I/Audace ou
l’enlisemeni. Sur les politiques économiques de la gauche [La audacia o
Noviembre de 1996. el estancamiento. Acerca de las políticas económicas de la izquierda]. No
me acuerdo de ello como si fuese ayer.
Hace cinco años, la izquierda socialista y comunista estaba en el
gobierno. Este gobierno acababa de abrir el «paréntesis del rigor». Francia
no tenía todavía sus 2.600.000 parados, pero cada cual juraba por lo más
sagrado que nunca olvidaría este «drama intolerable». Anecdóticamente, el
Frente Nacional acababa de ingresar en el ayuntamiento de Dreux.
Confundido por los fracasos, el movimiento social se movía a tientas en la
oscuridad, buscando el final del túnel.
Mi ensayo pretendía ser un llamamiento a la reflexión, para volver a
empezar con buen pie la experiencia de la izquierda. Me valió más de un
centenar de invitaciones, conferencias, emisiones de radio y televisión, en
Francia y en el extranjero, en los sindicatos y las universidades, para
federaciones socialistas, grupos alternativos, ecologistas. En las márgenes
de la izquierda, en su izquierda, se buscaba todavía. Se esbozaban
reagrupamientos, se deshacían.
Pero la clase política francesa había enterrado bajo la alfombra la
llave de la esperanza. iSe acabó! Se acabó la esperanza de cambiar de vida.
Se acabó la voluntad de conseguir salir del apuro juntos. Se acabó la idea
de una nación que delibera sobre las maneras de reunir sus fuerzas. Ahora,
los socialistas saben administrar. Tienen cultura de gobierno.
Y los intelectuales escudriñaban con deleite de geólogos el fin de los
ciclos históricos. El fin de la Unión de la Izquierda. El fin del post-68. El
fin de la postguerra. El fin del ciclo de Octubre de 1917.

10
ELEGIR LA AUDACIA PÍ.ÓLOGO: CINCO AÑOS DESPUÉS

El fin de la Revolución francesa... Sin cesar, Francia acumulaba los fines. «elites» que desconfían de la gloriosa década de los ochenta. ¿Y si el
¿Y luego? Tenemos la informática. Tenemos.Europa. camino que se busca, desde los Verdes alemanes hasta el Partido de los
Entonces alcanzaron su pleno desarrollo los miasmas del racismo y del Trabajadores brasileño, representase un futuro para nuestro mundo? Un
miedo, de los miedos. Miedo del otro, miedo de los otros, miedo de los mundo donde los peligros se acumulan-. crisis laboral, crisis de la deuda,
jóvenes, miedo del futuro. Las alternancias pasaron. El desamparo crisis ecológica, hasta tal punto que los círculos dirigentes se alarman.
permaneció. No, la crisis no ha terminado. El mundo todavía no ha elegido su
Un amplio «centro» tuvo a bien encargarse de la administración. Los camino. Estamos en la encrucijada. El liberalismo productivista de la
electores se lo agradecieron absteniéndose de ir a votar: «¡Silencio1. Están década de los ochenta ya no está seguro de sus éxitos. Se ha abierto una
trabajando». El insolente éxito de los nuevos ricos del rigor provocaba a alternativa. Una alternativa para el siglo xxi. Para Francia. Para Europa.
veces estallidos de rebeliones, interminables huelgas con reivindicaciones Para el mundo.
incoherentes: «¡Dos mil francos! ¡Y liquidado!». Algo se habló de un grao El ensayo que sigue pretende ser un esbozo de esclarecimiento de los
proyecto. Ylucgo se volvió a los quehaceres. Y a los «negocios». grandes problemas, tal como los he captado en mi actividad de
El dinero, que el puritanismo cristiano y el idealismo laico de la investigador, en esos debates en los que he tenido la suerte de participar
enseñanza pública nos habían enseñado antaño a despreciar, se convirtió en desde hace cinco años. No repetiré los análisis pormenorizados de mi
el cetro de la excelencia. «¡Haceos adultos, qué demonios! ¡Mostrad anterior ensayo. No me meteré en el embrollo de las reformas concretas
vuestro dinero’». Un presentador de televisión provocó una ola de sobre las que se interrogaba entonces un gobierno que todavía se jactaba de
perplejidad al rechazar una remuneración demasiado elevada: «No quiero «cambiar». Ni citaré más a mis colegas economistas cuyos trabajos me han
que mi madre se avergüence de mí». El liberalismo de nuestra sociedad le instruido que a los militantes anónimos cuyas observaciones me han
ahorró el asilo. conmovido. ;
En pleno otoño de.1986, sin embargo, el veranillo de la juventud Con todo, este ensayo sigue siendo, como el anterior, un libro de
pareció que,despertaba a la clase política. ¡Vaya! ¿Igualdad? ¿Justicia? economista. Pero no me aprovecharé del trillado monopolio del saber
¿Estudiar uná carrera que a, uno le gusta? ¿Todavía creen en ello, pues? El legítimo. «¿Porque los economistas se han equivocado muchas veces?».
gobierno Chirac volvió a encajonar rápidamente sus proyectos de.ley más No. Porque muchos personajes políticos han expresado su convicción
repugnantes. Se volvió a hablar de lo social. Dos años después, los sondeos personal (a lo cual tienen derecho) bajo el disfraz de la necesidad
—buenas personas— devolvieron a la juventud su imagen cien por cien, de económica (lo cual es una estafa). La economía no demuestra ni .prohíbe.
la que nunca tendría que haberse despojado: una simpática muchedumbre Indica. Como economista, indicaré los problemas. Como ciudadano
de individualistas conformistas. Como sus padres. concernido, emitiré propuestas.
De ese meteoro me queda ciclamor de una joven, en un periódico: Que todas y todos quienes me han ayudado a formularlas, en el arco
«¡Cuando una ve en lo que se han convertido los sesentayoche- ños! iris de sus compromisos y de sus esperanzas, queden aquí agradecidos. En
¡Peores que los otros!». Sí. Hemos defraudado. No. Sólo nos hemos reciprocidad, ojalá este libro les ayude en su propia actividad. Para elegir,
embrollado. ¿Sabíamos al menos lo que queríamos? Cuando el capitalismo al fin, la audacia.
funcionaba bien, quisimos cambiar la vida. Cuando ya no funcionó, unos
quisieron «salvar lo logrado», y otros, adelantarse al sistema en su propia Enero de 198.9. ■
actualización. De esta cacofonía nació la crisis de nuestro proyecto.
Sin embargo, los miles de hombres y mujeres que, desde hace cinco
años, me han invitado a discutir con ellos, que han criticado mi libro en uno
u otro sentido, y todos los jóvenes —alumnos de segunda enseñanza,
estudiantes universitarios— que me invitaron todavía, en medio de esa
extraña fiesta estudiosa que fue el movimiento de 1986, me han convencido
de que la resignación nunca triunfará.
El mundo se mueve en torno a la Francia de los «fines». Aún quedan
rescoldos bajo las cenizas de la «República del Centro». Desde Burdeos
hasta Estrasburgo, desde Ottawa hasta Santiago he topado con gente que
busca. En mi oficio de economista, me he cruzado con la reflexión de

12 13
INTRODUCCIÓN

Muy a menudo, los economistas consideran el objeto de sus estudios


(nuestras sociedades mercantiles y'salarialcs) como si se pudiese definirlo
con un conjunto de leyes, comportamientos y tendencias eternas. Esto es
verdad, por supuesto, para la ciencia económica que galardonan ios
premios Nobel: habría una organización, ciertamente perfectible, pero
ahora definitiva en sus grandes rasgos, que velaría por la eficacia óptima de
la producción y distribución de las riquezas, y ¡sería la nuestra! Pero
también es verdad, muchas veces, entre los marxistas: ha habido, habrá
otros modos de producción, pero, entre esas murallas chinas que
constituyen las revoluciones, los modos de producción (y, en particular, el
capitalismo) permanecerían, «en lo esencial», inmutables. Sólo la
transición al socialismo nos permitiría realmente «cambiar de lógica»,
como se sale de Babilonia para fundar la Nueva Jerusalén.
Desde luego, los mejores economistas, marxistas o no, han sabido
hacer resaltar las transformaciones, más o menos progresivas o
entrecortadas, que experimenta el sistema económico a lo largo de su
historia. Pero ellos mismos o sus discípulos tienden a reducir sus
transformaciones a una evolución cuantitativa conforme a la «lógica global
del sistema»: progreso de la mecanización, concentración de la propiedad,
etc.
Hoy calibramos lo mucho más compleja, azarosa y movediza que es
la historia. Desde 1848 (el año del Manifiesto de Marx y Engcls, el año de
la última gran «crisis de subsistencias» del antiguo régimen económico),
el capitalismo ha experimentado transformaciones más considerables de
lo que ninguno de los pensadores socialistas de esa época lo habría
imaginado. ¡Transformaciones incluso más profun-
t U U I H LA AUDACIA ,-'-N TRODUCCIÓN

das que lasque esperaban de la transición al social (económica o política) las promesas del
socialismo! Durante todo este proceso se propio modelo. En esos períodos existen utopías
acumularon enormes tensiones sociales y graves transformadoras, pero éstas se apartan
problemas económicos, que desembocaron en desmesuradamente ¿le la práctica cotidiana
crisis, luchas políticas, guerras y aveces... en («reformista», si se quiere) de quienes las
revoluciones políticas. Pero estas revoluciones, aun reivindican.
«socialistas», no han conducido hasta ahora a Otra es la situación en las «grandes crisis».
formas de organización económica Esta vez, el modelo, sus objetivos, sus reglas, sus
fundamentalmente diferentes, y, ante sus propias promesas aparecen como superados: inviables
dificultades, tienden hoy a adherirse.explícitamente económicamente, rechazados política y
a las reglas tradicionales del capitalismo: el socialmente. Estos períodos son bifurcaciones de la
mercado, la ganancia. historia, donde el peso de las rutinas es aventajado
A pesar de esta historia agitada, el capitalismo por las iniciativas transformadoras. Períodos abier-
parece funcionar de manera bastante estable tos, cuyo desenlace permanece incierto durante más
durante largos períodos. Siempre hay luchas, de un decenio. Períodos de redefinición de
frecuentemente hay recesiones, pero, durante estos proyectos, de realíneamiento de las fuerzas
períodos, casi todo el mundo acepta, en líneas sociales. Lo mismo que en las décadas de los
generales, de grado o por fuerza, un marco general, treinta a los cincuenta, en que la socialdemocracia
unos objetivos, unas reglas del juego. Este marco, y el rooseveltismo desafiaban al conservadurismo
estos objetivos, estas reglas han experimentado tres liberal en crisis, en competencia mortal con el fas-
veces en la historia un gran desquiciamiento, una cismo y el estalinismo.
gran crisis: a fines del siglo xix, en las décadas de Hoy, y desde hace veinte años, estamos en
los treinta-cincuenta y desde finales de la década de uno de esos períodos • abiertos, en el cual lo que se
los sesenta. Pero en el intervalo que delimitan estas debate ya no es la aplicación más justa o más
grandes crisis, entre los grupos sociales se acepta eficiente de un modelo ya conocido, sino la
un «gran compromiso». En la base de este definición misma de lo que debería ser un nuevo
compromiso: un «modelo de desarrollo». Es la modelo de desarrollo, un nuevo gran compromiso.
definición, provisionalmente adoptada, de lo mejor No estamos sólo en una crisis económica, sino en
que puede esperar la humanidad de su actividad una crisis del compromiso en que se funda la
económica: principios de organización del trabajo, sociedad, en una crisis del proyecto. Es lo que a
objetivos de la producción, reglas del juego en la veces se llama una «crisis de la hegemonía», es
solución de las tensiones. decir, de la capacidad de las elites y de los grupos
El modelo de desarrollo está inmerso a su vez sociales que las apoyan de proponer una visión del
en una «visión del mundo» más amplia^ que mundo y un modelo de desarrollo aceptables para
incluye una definición de la felicidad de vivir en toda la sociedad.
sociedad, que cimienta el Gran Compromiso. Por En este libro, en primer lugar recordaremos
consiguiente, a éste lo puede defender todo un cuál fue el modelo de desarrollo hegemónico de la
abanico de familias políticas, desde la derecha postguerra y las razones de su crisis. Primero,
hasta la izquierda. Éstas se pelean por intereses porque los problemas que plantea esta crisis («¿qué
particulares, por mejoras que se podrían realizar es lo que ya no funciona?») figuran en la agenda de
dentro del mismo modelo, conforme a la misma cualquier proyecto candidato a ser la «salida de la
visión del mundo. Pero este modelo, esta visión no crisis». Aun cuando las respuestas difieran,
son cuestionados: todos aceptan como ideal obligatoriamente tienen que responder (por lo
práctico, como el objetivo mismo de su actividad menos) a esa lista de problemas. Segundo, porque

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eso será para nosotros la ocasión de identificar los
elementos constituyentes de cualquier modelo de
desarrollo que pretenda «tenerse en pie».
Luego examinaremos la fuerza y la debilidad
de lo que en la década de los ochenta se presentó
como el principal candidato al papel de nuevo
modelo de desarrollo, y que yo llamaré «el
liberalismo productivista». Aunque hoy esté
alicaído, aunque sus abanderados (en Estados
Unidos, en Gran Bretaña) acumulen dificultades,
aunque variantes parciales de otro modelo se
apunten hoy unos tantos, todavía representa «el
enemigo principal» para quien no comparta la
visión del mundo que le subyace.
Por último propondré otro modelo de
desarrollo, basado en otra visión del mundo.
O,más modestamente, algunos rasgos de lo que
podría ser el gran compromiso de la postcrisis.
Una alternativa para el siglo xxi, o incluso para la
década de los noventa.
Pero ¡cuidado! Si la visión del mundo que
acompaña a un modelo de desarrollo que ha
conseguido la hegemonía se sostiene en la
estabilidad y los beneficios del modelo, de
modo que aparece como natural para todos, la
visión del mundo que corresponde a un modelo
no estabilizado, no realizado, no es nunca más
que un proyecto. Este proyecto no se deduce de
ninguna ley histórica, aún menos económica.
Falsas eran las variantes vulgarizadas del
marxismo que

16 18
I N T R O DUCCIÓN
ELEGIR LA AUDACIA

nos prometían un futuro radiante como consecuencia necesaria del compromiso industriales o institucionales. Y que, tanto en sus variantes
desarrollo de las fuerzas productivas y de las leyes de la dialéctica radicales como en sus variantes moderadas, debe hacer (rente a un
histórica. Igualmente falsas (y además alimentadas del mismo bodrio candidato mucho más poderoso, aunque minado por contradicciones ya
productivista, tecnocrático) son hoy las ideologías que, sin dejar de flagrantes: el libcralproduc- tivismo.
anunciarnos el «fin de las ideologías», pretenden deducir los rumbos de la Por citar todavía al viejo barbudo: «Los hombres hacen su propia
sociedad futura de las características de la actual «revolución tecnológica». historia, pero la hacen a partir de condiciones dadas, heredadas del
Sin duda alguna, el proyecto alternativo sólo sería una utopía pasado».
revolucionaria más (y ya sería algo muy bueno, muy útil, como una brújula
que indica el polo Norte a un velero que navega de Córcega hacia
Marsella) si no se enraizara en aspiraciones y comportamientos ya
presentes en la realidad. No sería la prefiguración de un futuro gran
compromiso si no se cruzara ya con hipótesis de trabajo, experiencias,
realizaciones ya coronadas de éxito, en ciertos países, de ciertos sectores
de las clases-dominantes. Como cualquier visión del mundo (más adelante
diremos, con un termino más pedante pero más preciso, cualquier
«paradigma socictal»), la alternativa tendrá, si se torna hegemónica, su
«derecha» y su «izquierda». Habrá una versión empresarial de la
alternativa, ¡incluso ya existe! Que no se clame contra la «recuperación»-,
querer que el proyecto de uno se vuelva dominante es aceptar que el otro se
apodere de él, lo deforme, lo desfigure, pero es también hacer admitir aí
otro sus propios valores (aun de mal grado, aun suavizados): hacerle
aceptar un compromiso más avanzado.
Antes de ser «recuperado», un nuevo proyecto se topa con ad-
versarios. No sólo con «lo antiguo que se muere», sino también con otros
proyectos, que proponen otras respuestas a los mismos problemas, e
incluso soslayan ciertos problemas. Respuestas que los partidarios del
proyecto alternativo juzgan inaceptables, inhumanas, pero respuestas
desgraciadamente posibles, ya en marcha. Lo mismo que el fascismo era
una respuesta a los problemas que planteaban la anarquía y la crisis de
sobreproducción del capitalismo liberal. Una «solución» que a veces
coincidía con las preocupaciones de la socialdemocracía, de los comunistas
o de Roosevelt. Sin embargo, hizo falta la segunda guerra mundial,
verdadera guerra civil mundial, para que el compromiso socialdemócrata
se estabilizara, y se engranara el movimiento de independencia de los pue-
blos colonizados. ¿Anodino reformísmo? ¿Recuperación de la esperanza
de los resistentes y de los combatientes por la libertad? Sin duda, pero más
valían estas recuperaciones que la victoria de las otras «soluciones».
Así pues, cuando hable de la alternativa, me apoyaré desde luego en la
visión del mundo que emerge poco a poco de la práctica y de las
esperanzas de los movimientos llamados «alternativos» en Europa,
«radicales» en Estados Unidos, de las nuevas tendencias del sindicalismo,
del ecologismo, del feminismo. Pero tendré cuidado en no olvidar que hoy
esa alternativa también existe, en forma desabrida, en ciertas prácticas de

19 19
EL COMPROMISO FORDISTA

Para comprender la crisis actual hay que comprender la lógica dominante


de la postguerra. Este largo boom de crecimiento (Jean Fourastié ha
hablado ¡de los «treinta años gloriosos») ha constituido una verdadera
edad de oro del capitalismo. Pero lo más significativo es que el propio
movimiento obrero —sus partidos, sus sindicatos— parece que la
considera hoy todavía como una edad de oro pasada -, no era el paraíso,
pero por lo menos era un camino, el camino al paraíso, ¡y la crisis no
habría hecho más que desmantelar lo que «ya» se había conquistado! Esto
prueba que el modelo de desarrollo que estructuró este período era
completamente «hegemónico», pues inspiraba una visión del mundo
compartida desde la derecha hasta la izquierda.
Esto sólo fue verdad en los países capitalistas desarrollados, aunque
la mayoría de las élites en los países «subdesarrollados» compartieron el
ideal de «alcanzar» este modelo por uno u otro camino. Así pues,
tendremos que distinguir, por lo menos, el modelo de desarrollo, tal cual
se realiza en los Estados nacionales (capitalistas desarrollados), y la
«configuración internacional» que sustenta la posibilidad de estos
compromisos nacionales y que, al mismo tiempo, refleja su éxito en tm
numero limitado de países.

¿Qué es tin modelo de desarrollo?

Un modelo de desarrollo, tal cual se realiza nacionalmente en los países


donde es dominante, puede analizarse desde tres aspectos diferentes, pues
se apoya en un trípode:

2
1
ELEGIR LA AUDACIA EL COMPROMISO FORDISTA

— Un modelo de organización del trabajo (o «paradigma tecnológico», ya no consigue garantizarla, o porque los inconvenientes del modelo
o «modelo de industrialización», según los autores, y desde ángulos aparecen cada vez más patentes. Los pueblos se meten entonces en un
ligeramente diferentes). Se trata de los principios generales que gobiernan período de búsquedas, de vacilaciones (¡en el cual pueden proliferar las
la organización del trabajo y su evolución durante el período de supremacía monstruosidades!). Las luchas sociales y políticas, en los lugares de trabajo,
del modelo. Abarcan no sólo las formas de organización del trabajo dentro en la vida cotidiana, en el Estado, despejan entonces progresivamente las
de las empresas, sino también las formas de división del trabajo entre las condiciones de un nuevo «trípode». Más tarde volveremos a hablar de las
empresas. Desde luego, sectores enteros, o regiones enteras, pueden condiciones extraeconómicas de estabilidad de este trípode. Pero primero
permanecer fuera del modelo, pero es ciertamente un «modelo», en el veamos cuál fue el trípode de la postguerra, al que algunos teóricos
sentido de que los sectores más «avanzados» según estos principios franceses (siguiendo a precursores del período anterior a la guerra: el
orientan la evolución de los demás. marxis- ta italiano Gramsci y el corporativista belga Henri de Man) han lla-
— Un régimen de acumulación. Es la lógica y las leyes macroeco- mado «fordismo». .
nómicas que trazan las evoluciones conjuntas, en un período largo, de, por
una parte, las condiciones.de la producción (productividad del trabajo,
grado de mecanización, importancia relativa de las diferentes ramas) y, por /i/ fordismo
la otra, las condiciones de uso social de la producción (consumo de las
unidades familiares, inversiones, gastos gubernamentales, comercio El modelo de organización del trabajo del fordismo era el acoplamiento del
exterior). taylorismo y de la mecanización, en el seno de grandes empresas
— Un modo de regulación. Es la combinación de los mecanismos que multidepartamentales que cedían en subcontrato ciertas tareas a empresas
realizan el ajuste de los comportamientos, contradictorios y conflictivos, de subordinadas a los mismos principios. Para comprender la crisis actual hay
los individuos a los principios colectivos del régimen de acumulación. Estas que hacer hincapié sobre todo en el taylorismo.
formas de ajuste son, en primer lugar, nada menos que... las costumbres, la El taylorismo se presenta como un movimiento de racionalización de
disposición de los empresarios y de los asalariados de acomodarse a estos la producción, basada en una separación cada vez mayor entre los
principios, porque reconocen (aun de mal grado) que son válidos o lógicos. «diseñadores y organizadores» de la producción (los ingenieros y técnicos
Y luego están, sobre todo, las formas institucionalizadas: las reglas del del departamento de métodos) y los «ejecutantes»: los trabajadores
mercado, la legislación social, la moneda, las redes financieras. Estas manuales, obreros especializados en tareas repetitivas. Esto no significaba
formas institucionalizadas pueden ser estatales (las leyes, las circulares, el (contrariamente a lo que dijo Taylor y a lo que se ha repetido durante
presupuesto público), privadas (los convenios colectivos) o semipúbli- cas mucho tiempo) que los ejecutantes «ya no tenían que pensar» y que los
(la seguridad social a la francesa). aspectos intelectuales y manuales del trabajo estaban completamente
De este modo, un régimen de acumulación aparece como el resultado separados. En realidad, la obrera textil más robotizada tiene que pensar en
macroeconómico del funcionamiento del modo de regulación, a partir de un su trabajo, aunque sólo fuese para no herirse, para evitar que salte el hilo,
modelo de organización del trabajo. Y es el conjunto lo que constituye un etc. Pero esta «implicación» (¡un término que usaré muchas veces!) ha de
«modelo de desarrollo». Un modelo, y no «el» desarrollo. Todos los seguir siendo «informal», «oculta», e incluso «paradójica»: el ingeniero o el
discursos sobre los «obstáculos al desarrollo», así como sobre «el fin del encargado niega que la obrera piense, y le intima la orden de respetar las
desarrollo», me parecen bastante torcidos. Como si el desarrollo fuese un instrucciones... pero cuenta con su resto de iniciativa para que todo
recorrido bien definido, una larga ruta por la cual avanzarían los diferentes transcurra bien. Y la obrera ■—o el obrero— se empecina en descubrir
pueblos de la humanidad como en una carrera ciclista, con sus escapadas, tranquillos para que todo transcurra bien, y al actuar
su pelotón y sus rezagados.
Desde luego, en un momento dado, hay ciertamente un «grupo en cabeza»
que ha definido e impuesto su visión del «progreso». Un
modelo de desarrollo sólo puede sostenerse en la medida en que sus
promesas coincidan con cierto concepto posible de la felicidad. Esta idea de
la felicidad puede derrumbarse, ya sea porque el modelo manifiestamente

22 23
ELEGIR LA AUDACIA ' EL C'O-' ' ROMISO FOR DISTA

así expresa su autonomía de ser pensante... al servicio de los «diseñadores», Ford proponían «desde la derecha»: un compromiso global y organizado
pero sin que esta destreza pueda sistematizarse, transformándose en entre em- presariado y sindicaros, que permitiera la redistribución de las ga-
destreza colectiva. Esto, a la inversa de la destreza del antiguo obrero de nancias de productividad a los asalariados.
oficio (que ha sobrevivido en la relojería, la construcción), saber que se Afortunadamente, la coalición de todos los demás permitió la derrota
transmitía de «maestro» a «oficial». de los fascismos durante la segunda guerra mundial. Y, en menos de diez
Cuando Taylor y sus discípulos introdujeron éstos principios, a años, el enfrentamiento entre el estalinismo y lo que desde ahora llamaré
comienzos del siglo xx, el objetivo era precisamente —y'explícitamente— «compromiso fordiano» redundó en provecho del segundo. Este
generalizar los «mejores gestos» de los obreros de oficio o de los obreros compromiso se materializó en un régimen de acumulación y en un modo de
profesionales, aunque privándolos de la relación de fuerza que el regulación.
monopolio de esta destreza les otorgaba en el taller. Relación de fuerza que El régimen de acumulación puede resumirse así:
se plasmaba en derechos consuetudinarios, privilegios, ritmo de trabajo — una producción masiva, con una creciente polarización entre
mesurado, y otros micr ocompromisos a escala del taller. Las tres primeras diseñadores cualificados y ejecutantes no cualificados, con una creciente
décadas de este siglo vieron la larga resistencia —y Ja derrota— de estos mecanización, que generaba un poderoso aumento de la productividad (el
obreros profesionales, y su aceptación (hasta en los sindicatos comunistas) productor per cápita) y un aumento del volumen de bienes de equipo
de un nuevo compromiso. A cambio de las formas de control tayloristas los utilizado por trabajador;
sindicatos pidieron un reparto de las ganancias de productividad resultantes — un reparto regular del valor añadido, es decir, un crecimiento del
de la racionalización. poder adquisitivo de los asalariados paralelo al crecimiento de su
Este gran compromiso (el reparto de las ganancias de productividad) productividad;
fue rechazado primeramente por.la gran mayoría de empre- . sarios, salvo — de este modo, la tasa de ganancia de las empresas permanecía
por algunos como... IdenryFord (el de la Ford T) y unos cuantos banqueros estable, con una plena utilización de las máquinas y el pleno empleo de los
y políticos como John Meynard Keynes. Ford y Keynes habían trabajadores.
comprendido que las ganancias aceleradas de productividad generadas-por Con otras palabras, el «compromiso fordiano» realizaba una
la revolución tayloriana desemboca- rían en una gigantesca crisis de correspondencia entre producción masiva creciente y consumo masivo
sobreproducción si no hallaban su contrapartida en una revolución paralela creciente. Fue recibido en el mundo entero al final de la guerra corno el
del lado de la demanda. ¿Y cuál podía ser el componente más poderoso de ameritan way óflife, un modelo productivista y «hedonis- ta», es decir,
la evolución de esta demanda si no... un poder adquisitivo regularmente basado en la búsqueda de la felicidad a través del crecimiento de las
creciente de los propios trabajadores? mercancías consumidas por todos. Sólo lo impugnaban algunos
Pero Ford y Keynes predicaban en el desierto. ¿Qué podía obligar a intelectuales, como Herbert Marcuse. Este concepto del progreso y de la
todos los empresarios a aumentar al mismo tiempo el poder adquisitivo de búsqueda de la felicidad estaba considerado como el objetivo que había que
sus propios asalariados si no la presión de los sindicatos que ellos se perseguir por un arco de fuerzas políticas que se extendía de los
ensañaban en reprimir y los cuales sólo podían obtener éxitos locales, conservadores a los comunistas, pasando por la democracia cristiana y los
empresa por empresa? ÍMás valía exprimir a los asalariados como socialistas. Las fuerzas políticas conservadoras impusieron incluso este
productores que desplumarlos como consumidores! Los temores de Ford, modelo a las resistencias de los empresarios individuales, que sólo veían su
de Keynes... y de los sindicatos ante el conservadurismo liberal de los interés inmediato en la baja de los ingresos de sus asalariados.
Hoover, Lloyd George o Laval hallaron en la Gran Depresión de la década Pues todavía era necesario obligar a estos empresarios individuales a
de los treinta —esa gigantesca crisis de sobreproducción— una desastrosa respetar diariamente los principios de este compromiso,
confirmación.
En realidad, frente a ese inevitable problema de la organización de la
demanda social más allá de la competencia de las empresas rivalizaban tres
alternativas al conservadurismo liberal (con pasarelas entre las tres, de las
que se sirvieron muchos teóricos, políticos y hasta sindicalistas). Los
fascismos y el estalinismo: ambos proponían una organización estatal de la.
demanda, con importantes divergencias en cuanto a su orientación. Y, por
último, la socialdémo- cracia, versión «de izquierda» de lo que Keynes y

24 25
gt COMPROMISO FORDISTA

que, sin embargo, eran concordes con sus intereses a medio plazo. Fue tarea (aun cuando a veces fueron los arquitectos de la mstitucionalización de
de los modos de regulación establecidos en la postguerra. Variables de un esta confluencia).
país a otro, incluían en diferentes proporciones los siguientes, ingredientes: El nuevo modo de regulación, adecuado para un nuevo modelo de
— una legislación social referida al salario mínimo, a la generalización desarrollo, fue producto de luchas sociales nacionales en el marco de una
de los convenios colectivos, que inducía a rodos los empresarios a conceder sangrienta competencia mundial con los modelos fascistas y estaliniano. Por
a los asalariados sueldos anuales correspondientes con el crecimiento de la lo demás, ésta es la tazón por la cual las institución nes reguladoras
productividad^ nacional; experimentaron un grado de desarrollo diferente según los países. Por
un «Estado de bienestar», un sistema de seguridad social de- ejemplo, después de la guerra y del período Roosevelt, Estados Unidos
sarrollado, que permitía a los asalariados (y, en realidad, a toda la experimentó un gran salto atrás con la guerra fría y el maccarthismo. Ni
población) seguir siendo consumidores aun en el caso en que estuviesen siquiera las reformas de Kennedy y de Johnson (que1 fueron blanco de
impedidos de «ganarse la vida»: enfermedad, jubilación, paro, etc.; Reagan en la década de los ochenta) dotaron al pueblo estadounidense de
— una moneda de crédito (es decir, una pura moneda de papel) una seguridad social equivalente a la de Europa del Norte. En cuanto a
emitida por los bancos*privados, en función de las necesidades de la Francia, sólo conoció el perfeccionamiento del fordismo en los acuerdos de
economía (y ya no en función de una reserva de oro disponible), pero bajo Gre- nelle de junio de 1968. Acuerdos que ponían punto final a los «acon-
el control de los bancos centrales. tecimientos de Mayo»... ¡a los que se puede considerar como el primer gran
Todas estas instituciones presentaban un nuevo marco, una nueva movimiento masivo antifordiano!
«regla del juego». Otorgaban al Estado una responsabilidad activa en el La historia es muy tortuosa: ¡acordémonos de esta experiencia cuando
control de la coyuntura económica. Con sus déficit presupuestarios, con sus hoy acechemos el surgimiento de soluciones para la crisis actual!
gastos, podía estimular el crecimiento. Con su papel de tutor del sistema
bancario, podía acelerar o disminuir la inversión de las empresas y de los
particulares facilitando o restringiendo la emisión de nuevos créditos. Al La hegemonía estadounidense
uso de estas «palancas» se le llamó la «política keynesiana».
Pero este nuevo papel no implicaba necesariamente una participación Ahora, en el terreno internacional, la economía mundial nunca alcanzó un
creciente de la propiedad pública en el sector productivo. De hecho, eso nivel equivalente de regulación organizada, negociada entre «socios». En
ocurrió frecuentemente: en Francia, en Italia... pero no en Estados Unidos, primer lugar, el modelo fordista sólo.se volvió hege- mónico en los países
¡ni siquiera en Suecia! Además, la nacionalización jurídica no implica en de la OCDE, menos Turquía, pero incluida Finlandia, que, sin embargo,
modo alguno una transformación de las relaciones sociales. Los provenía de los «países menos avanzados» del período anterior a la guerra.
trabajadores de Renault siempre lo han sabido: empresario público, De este régimen se excluyeron o fueron excluidos (no discutiremos de ello
empresario'privado, siempre era el taylorismo. aquí) la mayoría de los países del Tercer Mundo, que por eso mismo se
Otro gran error que hay que evitar: imaginar que el tejido de las vieron marginados durante la década de los cincuenta en el comercio de
formas reguladoras fue establecido con el fin de «hacer funcionar» el bienes industriales. Un semilibrecambio se instituyó entre las naciones
fordismo. Claro, así es como, a posteriori, yo acabo de presentar la cosa. fordistas, que encontraban en sí mismas su mercado principal. El volunten
Pero los convenios colectivos, la. seguridad social, no fueron «conquistas de productos industriales intercambiados experimentó, no obstante, un
del fordismo», sino-conquistas obreras: el premio de la sangre de Adalen crecimiento acelerado, lo que planteaba el problema de una regulación del
en Suecia, de las luchas del nuevo sindicato CIO durante el gobierno de comercio mundial y, sobre todo, de una moneda internacional. La respuesta
Rbósevelt, de la sangre de la Resistencia francesa o italiana, de la fue la aceptación de hecho del dólar como mo-
tenacidad de la clase obrera británica durante la Blitzkrieg. Conquistas
extendidas por los vencedores de la guerra a Japón y a Alemania, contra el
renacimiento del bloque militarista- industrial. El fordismo es hijo de la
confluencia de esta ola social y la reflexión de una fracción empresarial, y
los pensadores que han teorizado esta confluencia (Beveridge en Gran
Bretaña, Fierre Massé o Bloch-Lainc en Francia) no fueron sus creadores
ELEGIR LA AUDACIA El C ' •PROMISO FORDISTA

neda de crédito mundial, y la regulación de las balanzas comerciales a La visión del mundo fordista
través del cambio de paridad de las monedas y las políticas nacionales de
«enfriamiento» de los mercados interiores. Ahora podemos volver a hablar de cuál fue la «visión del mundo» que
Este privilegio del dólar se hizo posible por el adelanto de Estados cimentaba el compromiso fordiano, de lo que más arriba he propuesto
Unidos en el modelo de organización del trabajo (industrial y agrícola). Las llamar su «paradigma societal». Primero unas palabras sobre esta jerga.
mercancías estadounidenses eran a la vez supercompe- titivas y (hasta «Paradigma» (del vocablo griego que significa modelo, ejemplo, emblema)
mediados de la década de los cincuenta) indispensables. Los demás países es, en primer lugar, un término de grama-, tica: el conjunto de palabras que
aceptaban, pues, al dólar como moneda de pago internacional: siempre se uno puede reemplazar unas por otras conservando una frase del mismo
tenía necesidad de él. Por aquel tiempo, la balanza comercial de Estados género. Por ejemplo, en «ten-, go un bolígrafo azul», uno puede reemplazar
Unidos (la diferencia entre exportaciones e importaciones) era «azul» por otros adjetivos de color: así uno habrá declinado el paradigma de
estructuralmente excedente: su balanza de capitales podía ser los colores. Pero «tengo un bolígrafo caminar» no tiene fundamento: nos
estructuralmente deficitaria. Es decir, que el flujo de dólares que salían de hemos salido del paradigma. En «paradigma» hay, pues, la ¡dea de un
Estados Unidos para invertirse en otra parte (o financiar ejércitos) podía «tronco común» susceptible de variantes, pero dentro de ciertos límites.- La
permitirse exceder duraderamente al flujo de dólares que entraban allí (para visión del mundo que define la concordancia sobre cierto modo de vida en
comprar mercancías). Así, Estados Unidos brindaba a Japón y Europa, en sociedad, presuponiendo cierto concepto de lo moral, de: lo normal, de lo
forma de tecnología y de capitales (el «plan Marshall»), las posibilidades de deseable, e impregnando una época, constituye un «paradigma societal»,
«alcanzarlo». Como contrapartida, podía comprarse, por el precio del papel que reproduce el modelo de desarrollo en el terreno de las ideas y de los
que emitían, una parte de la producción de sus aliados. comportamientos.
Puede ser útil destacar la semejanza de esta actitud de Estados Unidos ¿Cuáles fueron las bases del paradigma fordiano? Esquematizando:
—una actitud auténticamente hegemónica, de leadership, como dicen allí— — es eficiente que la organización de la producción esté reservada a
con el compromiso fordista interno. Así como el empresariado se resignaba grupos dominantes (empresarios, tecnócratas), conforme a una aplicación
a conceder aumentos de salario que alejaban a la clase obrera del amplia del modelo industrial tayloriano, que niega a los «ejecutantes» su
comunismo y la transformaban en muchedumbre de consumidores, del implicación intelectual en la organización del trabajo;
mismo modo las elites y el gobierno de Estados Unidos acabaron — es normal que los asalariados y toda la población vean que se les
rechazando la tentación de aplastar a sus eventuales competidores y de hace la retrocesión de una parte de las ganancias de productividad con una
reducir a Europa, y Japón a la categoría de países subdesarrollados, serie de formas de regulación de tipo legislativo o contractual, de tal modo
inundándolos, en un librecambio despiadado, con sus propios productos. que el poder adquisitivo creciente en función de la productividad, el pleno
Muy al contrario, después de 1947 compensaron los déficit europeos y empleo, estén casi asegurados;
japonés con una «ayuda» multiforme. Toleraron el proteccionismo de sus — esta retrocesión ha de efectuarse con el salario directo o con el
nuevos aliados y la consolidación de sus monedas. Aceptaron una Estado de bienestar, pero en todo caso en moneda que dé acceso a la
discriminación en detrimento propio en su comercio con ellos. Financiaron producción mercantil;
la reconstrucción de su industria y su futura capacidad exportadora. El — el pleno empleo y el progreso del consumo de todos son los
objetivo de este «altruismo» era reconstituir a su lado mercados prósperos... objetivos del progreso técnico y del crecimiento económico, y es papel
y anticomunistas. del Estado velar por ello.
En el Tercer Mundo, en cambio, la protección de sus intereses a corto
plazo arrastró a Estados Unidos a quebrar las veleidades de desarrollo
independiente, a pesar de los intentos de la «Alianza para el Progreso»
preconizada por algunos «liberales» y experimentada por Kennedy. No
hubo plan Marshall para el Tercer Mundo. Hubo una horrible sarta de
asesinatos de dirigentes nacionalistas, imbéciles bloqueos, golpes de Estado
manipulados, apoyos a las más infames dictaduras, guerras neocoloniales,
«tragedias sin importancia».

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EL COMPROMISO FOKDISTA
ELEGIR LA AUDACIA

Para decir las cosas de otro modo, el paradigma fordiano presenta un como contrapartida de la suspensión de la mayor huelga de la historia
concepto del progreso que se apoya en tres patas: progreso técnico (nueve.millones de huelguistas durante fres semanas), una masiva
(concebido como progreso tecnológico incondicionalmente impulsado por extensión de los «beneficios sociales» dentro del fordismo. 'Pollos los
los «trabajadores intelectuales»), progreso social (concebido como movimientos sociales antifordianos ulteriores, ecologistas, regionalislas,
progreso del poder adquisitivo, extensión del reino de la mercancía) y feministas, se desarrollaron primero fuera de la izquierda clásica. Pero la
progreso del Estado (concebido como garante del interés general contra las crisis económica, las sucesivas derrotas, generaron, en la década de los
«intrusiones» de los intereses individuales). Tal concepto del progreso da setenta, una progresiva y poco entusiasta adhesión de los
la primada a lo «jerárquico» sobre el mercado, y es «organicista» en el «sesentayochefios» a los partidos del Programa común (sobre todo al PS),
sentido de que en principio no excluye a nadie del «reparto de los frutos percibidos como una salida política para sus aspiraciones, por lo menos en
del progreso» (en la práctica, manifiestamente, siempre hay excluidos). En parte, y, en todo caso, como defensores de una salida no reaccionaria para
cambio, excluye sistemáticamente a los productores poco cualificados del la crisis.
control de sus actividades, a los ciudadanos de la decisión sobre lo que hay Desgraciadamente, cuando los partidos de izquierda portadores de
que aceptar como progreso (en lo tocante a consumo, servicios públicos, esta visión del progreso llegaron al poder en 1981, las bases materiales de
urbanismo, y, más en general, en lo relativo a las consecuencias ecológicas sus esperanzas se habían desvanecido. El modelo de desarrollo fordista
del «progreso»), etc. La propia solidaridad, organizada por el Estado de estaba en estado comatoso.
bienestar, cobra dor eso mismo una forma estrictamente administrativa.
Este paradigma se impuso después de 1945 en los países capitalistas
avanzados bajo presión de los rooseveltianos o de ios socialdc- mócratas, a
partir de la derrota de la alternativa fascista al liberalismo clásico, y en
competencia con la alternativa soviética. Pero pudo ser administrado por
fuerzas políticas conservadoras o demócrata- cristianas tan bien como por
socialdemócratas, con o sin apoyo de los comunistas. En esto constituyó un
«paradigma hegemónico», que se impuso a todos, aunque mereciera el
nombre de socialdemócrata. Este compromiso entró en crisis por todos los
lados a la vez: descenso de la rentabilidad del modelo productivo fordiano,
internacionalización de los mercados y de la producción poniendo en
peligro la regulación nacional, rebelión de los productores contra el
enajenamiento en el trabajo y la omnipotencia de la jerarquía y del Estado,
aspiración de los ciudadanos a mayor autonomía, y creciente resistencia
ante la solidaridad «administrativa».
. Se podría considerar el «Programa común» de la izquierda francesa
(firmado en 1971) como un perfeccionamiento radicalizado del
compromiso fordiano. Esta izquierda •—Partido Comunista y Partido
Socialista—, que, en la‘Liberación y luego durante la IV República e
incluso en la oposición durante el gaullismo, había contribuido con
mucho a la consolidación de este modelo, aparecía así como «la
izquierda del compromiso fordiano».
No es casualidad que, en mayo de 1968, el inmenso movimiento de la i
juventud y de los asalariados escapase ampliamente al control
de la izquierda, oponiéndose a veces tan intensamente a ella como al
régimen gaullisra. El movimiento de mayo de 1968 representó la primera
rebelión masiva contra el paradigma fordiano. Fue interrum- pido por el
acuerdo de Grenelle de junio de 1968, donde los sindicatos obtuvieron,
EL FIN DE LA EDAD DE ORO

El gran compromiso fordiano y la dichosa configuración mundial bajo


hegemonía estadounidense comenzaron a agrietarse hacia finales de la
década de los sesenta. Por dos eslabonamientos distintos. El primer
eslabonamiento que conduce a la crisis puede comprenderse en un marco
nacional, como si cada país fuese un planeta aislado: es la crisis del propio
modelo^ El segundo eslabonamiento disgregador es internacional, es
decir, proviene de la creciente interpenetración de las economías
nacionales. Por supuesto, un análisis concreto debería analizar el
enmarañamiento de estos dos tipos de eslabonamientos, pero, para
comprender claramente los problemas que tenemos que resolver, es riiás
sencillo distinguirlos. Comencemos con las causas internas.

La crisis del fordismo

A partir de la segunda mitad de la gloriosa década de los sesenta —pero se


reparó en ello más tarde, cuando las estadísticas estuvieron disponibles—,
las ganancias de productividad comenzaron a decaer en la mayoría de los
ramos industriales de los países capitalis^- ras desarrollados. Y eso cuando
las subidas de salario real proseguían por el impulso adquirido (aceleradas
a veces por la creciente combatividad de los asalariados, en Japón lo
mismo que en Francia o en Italia) y cuando el coste del capital fijo
(edificios y máquinas) que las empresas tenían que inmovilizar
comenzaba a crecer con relación al número de asalariados. Un cálculo
económico bastante simple muestra que en éstas condiciones, y una vez
deducida la in-

3
3
ÉLEGIRLAAUOACIA EL FIN DE LA EDAD'DE ORO

ilación, la tasa de ganancia de las empresas (la relación ganancia anual-capital que estas subidas de precios repercutieran en subidas de salarios, y así
inmovilizado) debe decrecer. sucesivamente. Y cuando la subida de precios superaba la subida de salarios,
La razón de fondo de estas tendencias desastrosas hay que buscarla en el el poder adquisitivo disminuía, es decir la demanda, desencadenando caídas
corazón del modelo de organización del trabajo fordiano: la crisis de la de la actividad en ciertos sectores (construcción, automóvil), con el peligro de
«implicación paradójica» del trabajador bajo la férula del taylorismo. Los recesión generalizada que, precisamente, la regulación fordiana había
puntos flacos de estos principios de organización fueron revelados, en el conseguido hasta entonces evitar.
contexto de relativo pleno empleo de fines de la década de los sesenta, por De una cosa en otra, todo el maravilloso equilibrio del compromiso
una oleada mundial de rebeliones o de «microconflictividad», en las empresas fordiano se hallaba en tela de juicio. Al disminuir la tasa de ganancia real
o las oficinas, por- parte de los asalariados a quienes el taylorismo privaba de disminuía también la tasa de inversión, y además cada nueva inversión creaba
iniciativa y de dignidad. En realidad, la incorporación en el salariado de menos empleo (por sustitución del trabajo humano por capital fijo). La
jóvenes, mujeres y trabajadores recién llegados del campo o del Tercer disminución de las subidas de salario real (para compensar el descenso de la
Mundo había permitido inicialmcntc el mantenimiento de la «disciplina». tasa de ganancia) comprimía los mercados. Todo eso redundaba en un
Pero, con el paso de los años, el alza del nivel de instrucción general, de la aumento del paro. Pero la lógica del fordismo (el gran compromiso)
conciencia de sí de los colectivos de trabajadores, la universal aspiración a la implicaba un aumento de los subsidios de paro, o de los programas sociales:
plenitud, a la dignidad en el trabajo, desembocaban en una rebelión cada vez lo que se hizo ampliamente en la primera mitad de la década de los setenta.
máS declarada contra la negación de la persona en las más groseras formas de La «red de seguridad» así tendida impidió la caída de la demanda interior de
separación entre «competentes» y «ejecutantes»; los grandes.países capitalistas (¡una diferencia fundamental con la crisis de la
Pasaron diez años. Las rebeliones se transformaron en empuje de las década de los treinta!). Pero, al cabo de cierto tiempo, esas transferencias
fuerzas de izquierda, las huelgas acogieron y a veces quebraron los primeros sociales, que había que financiar, con impuestos o con cotizaciones, fueron-
intentos patronales de «hacer pagar la crisis a los trabajadores». Pero hacia demasiado gravosas para la parte activa de la economía, tanto para los
finales de la década de los setenta, en Francia, Italia, Gran Bretaña, en toda salarios como para los beneficios. Lo que disminuía todavía más la
Europa y en Norteamérica, el impulso se había roto. La marea del paro rentabilidad de la inversión y agravaba el problema. Finalmente, la
cercaba a los «privilegiados» (sic) que habían conservado su empleo. El legitimidad misma del Estado de bienestar y de las transferencias sociales
chantaje de los despidos había restablecido la disciplina en las fábricas. resultó atacada. Y con ella, a fin de cuentas, todo el compromiso fordiano.
Pero... la crisis seguía ahí. Las ganancias de productividad se estancaban. Las Así, sólo por razones internas, el compromiso fordiano (la sub-
inversiones eran cada año más costosas. Las tasas de ganancia no se ordinación de los trabajadores al encuadramiento y a la máquina, a cambio de
recuperaban. la promesa de un empleo estable y de un poder de consumo
Es que, más profundamente quizá que la rebelión que habían regularmente.creciente) se volvió insostenible económicamente para los
provocado los principios taylorianos, estos principios mismos de separación patronos en la década de los setenta, diez años después de que la rebelión de
entre la «organización científica del trabajo» y la ejecución no cualificada la juventud y de una parte del conjunto de los asalariados hubiese condenado
habían acabado secando el manantial de las ganancias de productividad. moralmentc una «sociedad unidimensional» que sólo sabía proponer «perder
Puesto que la grao mayoría de productores se hallaba formalmente excluida la vida en ganarla». Pero la crisis no .comenzó por una «saturación de la
de la batalla por la productividad y por la calidad del producto, puesto: que su demanda»: mientras hay poder de compra distribuido, la demanda sigue
implicación misma era negada, una minoría cada vez más reducida de siendo ilimitada. Primero, sectores muy amolios <'p
técnicos e ingenieros se encontraba sola a cargo de la tarea de hacer progresar
la destreza colectiva. Y esta fracción minoritaria ya no podía aumentar la
productividad de los otros más que por la vía indirecta de máquinas cada vez
más complejas y costosas que concebía para ellos.
Frente a esta crisis de la rentabilidad, las empresas habían reaccionado
aumentando el margen de beneficio que insertaban en sus precios de venta,
acelerando así progresivamente una «inflación de costes» que se.mantenía por
sí misma. Pues naturalmente los mecanismos de la regulación fordiana hacían
sarrollados (sin hablar, de los pueblos del Te- " -r Mundo) se han quedado precios de venta. ¿Y cómo hacerlo sino disminuyendo el alza de los salarios,
fuera de la «sociedad de consumo», x-uego, la manía de consumir nunca se ha por debajo del alza de las ganancias de productividad? Del lado de ¡as
extinguido entre la «gente acomodada»: la tasa de ahorro no ha dejado de importaciones, como del lado de las exportaciones, cada país se ve pues
disminuir desde comienzos de la década de los setenta. . . ' obligado, para equilibrar su balanza comercial, a «enfriar» su demanda
No, la crisis del modelo de desarrollo fordiano se presenta ante todo corno interna... y a contar con el exterior para dar salida a su aumento de producción.
una crisis del lado de la oferta: la crisis de un modo de organización del Desgraciadamente, los vecinos hacen exactamente lo mismo. ¡Y heaquí otra
trabajo, que, porque es deshumanizante para el asalariado, acaba ya no siendo vez la'crisis del lado de la demanda, que, después de 1945, los modos de
eficiente incluso desde el punto de vista del patrono. ■- . - regulación fordianos habían podido eliminar en el ámbito nacional!
Y sin embargo no he destacado hasta ahora, por la comodidad de la iAltl ISi hubiese habido un acuerdo multinacional para equilibrar los
exposición, y porque históricamente no'se ha manifestado de golpe en toda su crecimientos paralelos de los diferentes países! ¡Convenios colectivos
amplitud, otro aspecto de la crisis del modelo de desarrollo fordiano: la crisis internacionales, un Estado de bienestar supranacional, acuerdos
ecológica. Como ésta es común para el modelo fordiano y para el modelo transnacionales sobre la duración del trabajo! Pero nada de eso existía. ¡A la
liberalproductivista, volveremos a hablar de ella más adelante, en un capítulo crisis interna del fordismo, del lado de la oferta, se sumaba una crisis
especial. internacional, del lado de la demanda!
Acorralado entre la Málaga de la baja de ganancias (por falta de una
solución de la crisis de la organización del trabajo) y el Malagón de la pérdida
La internacionalización de la crisis
de mercados (por falta de un modo de regulación internacional perfeccionado),
el fordismo va a sufrir pues una agonía complicada, donde van a alternar fases
Otro eslabonamiento completamente perverso.iba también a hacer saltar en
de política de apoyo a la demanda, que chocarán contra la crisis de la oferta, y
pedazos el dichoso círculo'del crecimiento fordista: la internacionalización. A
partir de finales de 4a década de los sesenta, la competitividad de Japón y de fases de ofensiva para la restauración de las ganancias, que chocarán contra la
Europa (en la cotización del dólar entonces vigente) había alcanzado y coacción de los mercados.
superado la db Estados Unidos. La balanza comercial estadounidense se volvía
estructuralmente deficitaria. El dólar repudió su referencia (puramente teórica)
.al oro: su primera devaluación de combate. La guerra comercial se había Las tres primeras fases
declarado.
No dejaría de avivarse. El choque petrolero de 1973, al percibir una renta En un primer momento, de 1973 a 1979, las viejas recetas de «apoyo a la
sobre los ingresos del fordismo, agravó primero la caída de la rentabilidad. demanda interna» prevalecieron. La emisión laxista, por él Banco Federal
Pero su resultado más claro fue obligar a cada país a exportar más para pagar estadounidense, de dólares inflados en el mercado del eurodólar permitió
(a crédito, además) su cuenta energética. Pero aun sin la coacción petrolera, la diferir los ajustes internos y pagar los excedentes de la OPEP, que fueron
ínrernacionalízación no podía sino acelerarse en la lucha contra el agotamiento reciclados hacia los nuevos países industrializados. Sin embargo, esta
del fordismo. ' gestión más bien cooperativa de
Para restablecer su rentabilidad, las empresas multinacionales
desplegaron su sistema productivo en continentes enteros y trabaron vínculos
de subcontratación con algunos países del Tercer Mundo que, diez años
después, se convertirían en los «nuevos' países industrializados». El comercio
mundial se puso a crecer mucho más rápidamente que los mercados internos
de cada país. La posibilidad de regular el crecimien escapó-cada vez más a los
gobiernos nacionales.
En efecto, hasta ahora, cualquier alza del poder adquisitivo en un país
fordiano tenía como consecuencia principal un alza de la demanda dirigida a
sus propias empresas. Con la internacionalización ya no ocurre lo mismo: los
proveedores extranjeros están ahí. Alza del poder adquisitivo, alza del
consumo y de la inversión, por consiguiente alza de las importaciones. Por
supuesto, se puede replicar exportando más... pero para eso hay que bajar sus
36 37
ELEGIR LA AUDACIA EL FIN DE LA EDAD DE ORO

la demanda mundial no produjo un milagro: se había desatendido Ja crisis del de los tipos de interés.
lado de la oferta. La caída de la rentabilidad proseguía, ios : conflictos sociales 1 creerá diferencia: la reactivación por los pedidos de armamento y las
sobre el reparto se diluían en la inflación, el valor ¡ del dolar se hundía. reducciones de impuestos, en vez de difundirse a todo el cuerpo social, creó
El año 1979 fue el primer gran viraje: «expertos» y gobiernos se millones de puestos de trabajo (que redujeron la tasa de desempleo al 5,6% en
convirtieron a la solución inversa. Estrechar el crédito para eliminar los 1987), pero puestos de trabajo mal pagados, que vivían de las consecuencias
«elefantes blancos» y seleccionar las empresas de futuro, des- L mantelar la (trickle-down) de los gastos de las clases medias. Un enorme «servicio
legislación social para restablecer las ganancias y «por consiguiente» la doméstico social» de guardas de aparcamiento, cadis y empleados de fast-food
dio a Estados Unidos el aspecto de un «Brasil de la década de los ochenta»; un
inversión: ¡al reorganizar la jungla, se dejaría actuar a la mano invisible del
«milagro a crédito», donde la tercera parte del conjunto de los asalariados no
mercado, que ya sabría hallar la salida de la crisis l Esta segunda fase,
disfrutó de ninguna protección social.
«monetarista», dirigida por el Banco Federal estadounidense, inauguraba la era
En cuanto a los nuevos países industrializados, experimentaban una
del liberalproductivismo, al que dedicaremos todo un capítulo. evolución fuertemente diferenciada; Aquéllos que habían empeñado su deuda
Muy rápidamente, por la competencia en el mercado de mercancías y en en la edificación de un sector exportador, sin por ello descuidar la
el mercado de capitales, esta política se impuso al resto del mundo, incluso a la consolidación de su independencia alimentada e industrial (Corea, Taiwán),
Francia del gobierno de la Unión de la Izquierda. Los mercados enrarecieron, aprovechan a fondo el crecimiento del mercado estadounidense y atienden el
el crédito se volvió prohibitivo. Cada país debía disminuir al máximo su servicio de su deuda. Aquéllos, por lo contrario, que se habían endeudado para
actividad para disminuir su déficit. La fase monetarista se paró justo al borde proyectos internos de rentabilidad o de utilidad social dudosas siguen estrangu-
de la catástrofe en el verano de 1982, después de tres años de recesiones y lados, aun cuando hagan disponible un saldo exportador (como Brasil: de
quiebras. 10.000 a 14.000 millones de dólares anuales) que se refleja en una
La tercera fase vio concretarse una especie de vía intermedia. El Banco transferencia treta de excedente hacia los países industrializados.
Federal aflojó parcialmente las compuertas del crédito, el déficit del Esquematizando, se puede describir la configuración mundial de finales
presupuesto federal reactivó la demanda interna. Estados Unidos entró en una de la tercera fase (es decir, hoy) de la siguiente manera. Washington hace
larga expansión, tirando de la actividad del resto del mundo. Sin embargo, fue pedido de armas sofisticadas a las empresas de la costa occidental. Estás
muy diferente de los «años Cárter» de la primera fase. empresas compran máquinas herramientas alemanas, sus ingenieros compran
En primer lugar, cu la década de los setenta, se habían perfilado dos coches japoneses y microordenadores fabricados en Corea, y pagan propinas a
escuelas para afrontar la «crisis de la oferta». Unos (principalmente en Estados sus «criados colectivos», que compran zapatos brasileños: California importa
Unidos, Gran Bretaña, Francia) apostaron a fondo por la reducción del coste el doble de lo que exporta. El gobierno federal, que no ha hecho los gastos con
del trabajo: precarización, subcontra- tación, deslocalización hacia el Tercer impuestos, vuelve a tomar prestado los dólares que le faltan vendiendo bonos
Mundo. Otros, en japón, en j los países escandinavos, en ciertas regiones de del Tesoro a los exportadores japoneses y alemanes.
En 1987, el déficit comercial estadounidense es de 160.000 millones de
Alemania Federal y de Italia, se jugaron, por el contrario, la carta de un nuevo
dólares, el excedente japonés es de 96.000 millones (de los cuales 56.000
compromiso social. Se invitó a los asalariados a lanzarse a la batalla de la
sobre Estados Unidnc\ «1^,.—< *
calidad y de la productividad. Del mismo modo, se intensificaron los vínculos
de asociación entre las empresas, las universidades, las . administraciones
locales. ■
El éxito de la segunda vía se tornópatentc a mediados de la i década de
los ochenta, mientras que las dos políticas sucesivas del i gobierno de
Reagan no podían frenar la decadencia de la competid- Í vidad
estadounidense, sobre todo en materia de productividad. La ■
conjunción de esta decadencia, un presupuesto de expansión y un dólar
sobrevalorado ahondó monstruosamente el déficit comercial estadounidense.
Este déficit no fue tapado con una emisión liberal de dólares, sino (segunda
diferencia con los años Cárter) con empréstitos del Tesoro estadounidense ante
los países superavitarios (Alemania Federal, japón). De ahí el alza del dólar y
el de la OPEP de 26.000 millones, el de los p »s en desarrollo (fuera de la incluida) casi nulo. Este «keynesiani'smo sin fordismo» volvió a actualizar
OPEP) de 36.000 millones. La balanza corriente (incluido el servicio de la ciertos aspectos de la década de los setenta (antes del choque monetarista): y
deuda) de éstos es, sin embargo, negativa (de 12.000 millones), excepto para en particular, la reanudación de los créditos privados a los nuevos países
los «cuatro pequeños dragones» de Asia, que hacen disponible un superávit industrializados. Así, en 1995, la nueva quiebra de México provocó una
corriente de 38.000 millones de dólares. afluencia de créditos para impedir el colapso, contrariamente a lo que
Los bancos estadounidenses, para compensar la falta de reembolso de la sucedió en 1982.
mayor parte de la deuda del Tercer Mundo, y el Banco Federal, para captar El misterio es: ¿cómo es que las economías que se han vuelto
el ahorro de los polos superavitarios, tienen que subir progresivamente los dominantes (Alemania y Japón) han aceptado esta afluencia de dólares
tipos de interés reales. Este alza, a su vez, frena la expansión en todos los desvalorizados? Hablaremos de ello al final del capítulo 10.
países del mundo. Basta con un disputa germano-estadounidense sobre este
alza, en otoño de 1987, para que los inversores, al darse cuenta de estos
desequilibrios, revendan precipitadamente sus acciones: es La quiebra
bursátil.
El mundo entonces retiene el aliento. Los «grandes economistas» lanzan
una «solemne advertencia» (irónicamente, el dibujante Plantu observa, én el
diario Le Monde, que «¡a pesar de todo, esto sienta bien»!). Y no pasa nada
de extraordinario. Todos los bancos centrales emiten una gran cantidad
suplementaria de moneda de crédito, que hace bajar los tipos de interés y
permite la subida déla bolsa. Después de dos meses de vacilaciones, el
gobierno estadounidense promete-un plan de reducción del
déficit(presupuestario y, por supuesto, no hace nada de ello: en el año
electoral 1987-1988, el déficit presupuestario-aumenta todavía más. Con un
dólar bajo, tipos de interés bajos, impuestos bajos y pedidos
gubernamentales voluminosos, con una legislación social que permite
contratar criados por un mendrugo de pan o para cualquier trabajo, la
economía estadounidense continúa a toda máquina, reduciendo todavía más
el paro declarado. Y, claro está, el’déficit comercial sigue acumulándose al
pavoroso ritmo de 11.000 millones adicionales al mes. A finales de 1988, 1a.
deuda externa estadounidense sobrepasa los 500.000 millones de dólares,
casi la mitad de. la del Tercer Mundo. No obstante, George Bush es elegido,
apenas, pero claramente. El mundo prosigue su impulso en esta loca carrera.
I-loy, la mayoría de los economistas y todos los ecologistas están
persuadidos de que eso ya no puede durar. La economía mundial es como
esos personajes de dibujos animados que, caminando, han ido más allá del
borde de un acantilado y no se caen porque todavía no se han dado cuenta de
ello. Más dura será la caída...
Comentarios de 1996

¡Pues bien! Parece que la vuelta de Estados Unidos al laxismo monetario ha


permitido hasta ahora un «aterrizaje con suavidad» antes que una caída en el
vacío. De 1^88 a 1996, la economía mundial, y en particular la economía
estadounidense, han sufrido altibajos, pero sin grandes catástrofes.
Finalmente, Estados Unidos nunca dejó de aplicar el déficit presupuestario,
reconoció cada mes un déficit comercial de 7.000 a 14.000 millones de
dólares y lo pagó emitiendo dólares con un tipo de interés real (inflación no

40 41
3

ENTONCES, ¿QUÉ HAY QUE HACER?

Como en la década de los treinta, la cuestión de las salidas de la crisis es


fundamentalmente política. Ya no se trata de determinar «la» política
económica conforme a reglas del juego ya dadas. Se trata de elegir nuevas
reglas: nuevos principios de organización del trabajo, nuevas normas en la
orientación y el uso social de la producción, nuevos hábitos y nuevos modos
de regulación. Se trata de ponerse de acuerdo sobre nuevas promesas, nuevos
proyectos. De inventar un nuevo «gran compromiso».
No es verdad que «la» solución esté dictada por necesidades eco-
nómicas eternas. Se trata de establecer nuevas leyes. No es verdad que la
crisis sea una calamidad inevitable, un mal momento que hay que pasar en el
transcurso de una «mutación» de una situación a otra: porque es
precisamente la elección de la.situación futura lo que está en juego en la
crisis. Prueba de ello son las success stories de esos cuantos países quej
desde hace veinte años, han podido a la vez preservar su crecimiento y el
pleno empleo, mejorar su nivel de vida y a veces ampliar su espacio
democrático, sin por ello endeudarse hasta el extremo de hipotecar sus
éxitos: Japón, Corea, Suecia... Sus estrategias fueron y siguen siendo
diferentes, la posibilidad de generalizarlas a otros países es más o menos
dudosa, su estabilidad a largo plazo también. Pero la demostración está
hecha de que ningún «destino» condena de por sí a un país a resignarse, ni
sus dimensiones, ni su pertenencia inicial al Tercer Mundo... o al continente
europeo.
No estamos «en la mitad del vado». Estamos en la encrucijada. Por lo
demás, acabamos de verlo, y volveremos a hablar de ello, ninguna solución
J
plnhal E-' •
Con eso quiero decir que ninguna solución se ha n tiesto como «el» modelo, a su solución tienen de entrada un marco que permite cierta efectividad a la
y que ninguna configuración mundial se ha estabilizado todavía. La «tercera opción política. Incluso la guerra civil se resuelve en un marco nacional. La
fase» de la crisis ha conducido a la quiebra bur- . sátil de octubre de 19S7, y la democracia es un sistema que funciona más o menos bien («el sistema menos
cuarta fase se concreta a duras penas. Los principios monetaristas y liberales de bueno exceptuados los demás»), pero no sabemos hacerlo funcionar más que
comienzos del decenio han perdido su prestigio, pero están lejos de estar en el marco nacional. Ahí, en principio, el pueblo soberano elige entre varios
políticamente desacreditados. modelos propuestos, a través de elecciones, y e) poder público, que es
Si el atolladero es político, ¿significa eso que el economista no tiene responsable ante el pueblo soberano, tiene a cargo llevar a cabo los proyectos
nada que decir? Si la salida está abierta, si el futuro se presenta como una gran así escogidos. Las dificultades mismas de esta democracia delegativa,
bifurcación, ¿significa eso que todo es posible? No, desde luego. Los «formal», parecen hallar su solución natural reduciendo más su campo de
problemas planteados son precisos, sus soluciones son, pues, teóricamente extensión geográfica: los compromisos que no se pueden realizar a escala
limitadas. De hecho, en veinte años de experiencia, sólo ge han explorado nacional, se piensa con frecuencia (y no sin razón) poder hallarlos a escala
algunas direcciones. regional, local.
En estas condiciones, el papel de los economistas no es insignificante, Sólo que... ¿para qué sirve deliberar local o nacionalmente si todos los
por poco que sepan salirse de los modelos abstractos o de la justificación compromisos no son más que pajas en el gran viento del mercado mundial?
dogmática de lo existente. En primer lugar, los economistas pueden explicar ¿Y qué soberanía podría oponerse a ello? Ciertamente no, actualmente, una
las dificultades que han anulado los «antiguos compromisos», que cierran las soberanía democrática. Si existen modos de regulación para resolver las
puertas aun «retorno a la edad de oro». Pueden señalar las dificultades, e
contradicciones de la economía internacional, sólo pueden instituirse de dos
incluso las contradicciones o falta de lógica que invalidarían los proyectos de
maneras:
tal o cual fuerza política. Pero, en todo caso, sólo fuerzas políticas que
expresan profundos movimientos sociales tendrán la responsabilidad de lo que — ya sea por el peso de una o algunas naciones hegemónicas, debiendo
se realice finalmente, de los futuros grandes compromisos, de los nuevos mo- estar esta hegemonía, conforme a la frase acuñada, «endurecida con
delos de desarrollo. Así pues, cuando un economista se arriesga a proponer coerción». Es decir que ese «guía» del mundo tiene que ser también
soluciones articuladas asume el papel de ciudadano concernido, a veces «gendarme» del mundo. Eso sucedió, lo hemos visto, con el orden mundial
incluso de militante político. Es decir, que dentro del campo de las bajo hegemonía estadounidense, que permitió el desarrollo de los fordismos
posibilidades que ha descubierto (sí ha hecho bien su trabajo de artesano- nacionales;
economista, si no se ha dejado cegar por sus preferencias ideológicas, por muy — ya sea por un acuerdo unánime, y por consiguiente negociado, entre
generosas que éstas sean), el economista elige, en nombre de criterios morales, la mayoría de los países.
en nombre de una visión del mundo que es uno de los componentes de la En el segundo caso, que por supuesto prefiero, surge entonces una gran
atmósfera de su época, una respuesta particular para los problemas objetivos dificultad. Contrariamente al primer caso, en el cual el «guía» impone a la
del momento. El conocimiento de la realidad económica habrá servido sólo vez los modelos nacionales y la configuración mundial que le corresponde,
para percatarse mejor de los «verdaderos», problemas. el acuerdo por unanimidad une naciones que no tienen a priori ningún
iY bien!, ¿cuáles son? Si el análisis presentado hasta ahora es exacto, se motivo para elegir o para desear —a través de sus conflictos sociales, sus
los puede reagrupar en dos familias-. armisticios internos o sus
— los problemas que se derivan de las debilidades del modelo
de desarrollo anterior, tal como han aparecido, por decirlo así, «país por país»:
del lado de la crisis del trabajo, del modelo de consumo, de la crisis del Estado
de bienestar y también del lado de la crisis ecológica;
— los que se derivan de la contradicción entre el carácter cada
vez más internacionalh. o de la producción y los mercados y el carácter todavía
nacional de los «modos de regulación» que, en la edad de oro del fordismo,
habían permitido estabilizar las soluciones de esa época.
Enseguida nos sorprende la disimetría política de los problemas. Los del
primer grupo parecen poder resolverse a escala nacional, y tal vez hasta local
(excepto ciertos problemas ecológicos, inmediatamente mundiales, de los que
volveremos a hablar). Es decir que las luchas y los compromisos que conducen

44 45
ENTONCES, ¿QUÉ HAY QUE HACER!

votos—el mismo modelo de desarrollo interno. Y estas divergencias sün su y cuyo destino parece estar pendiente del desenlace de la fase III de la crisis,
derecho más legítimo. no fue ni cigarra ni hormiga. Fue y sigue siendo el modelo de los zorros
Supongamos, por ejemplo, que la reflexión económica pone de relieve libres en el gallinero libre. 'Panto nacional como incernacionalmente. Estuvo
dos modelos de salida de la crisis. Llamémoslos «modelo cigarra» y realmente en trance de tornarse hegemónica. No sólo Estados Unidos y Gran
«modelo hormiga» (por ejemplo: trabajar poco y vivir frugalmente, o Bretaña, sino también, la Francia de los Mitterrand, Fabius, Chirac y Rocard
trabajar mucho para aumentar su poder adquisitivo). Estos «modelos» no son y las socialde- mocracias de Europa del Sur se adhirieron sucesivamente a tal
compatibles sin duda dentro de un librecambio de mercancías. El orden o cual de sus variantes. Y también la Polonia de Jaruzelski y la China de
económico mundial que puede generar unanimidad no es forzosamente el Dcng Xiaoping. Y, sin embargo, la partida no ha terminado. Vcá- moslo más
más adecuado ni para el modelo hormiga ni para el modelo cigarra. Será un de cerca.
orden que permitirá que unos sean cigarra y otros hormiga. El economista
más militante, por el lado cigarra o por el lado hormiga, no tiene ningún
medio político que proponer para que no sólo sus propios conciudadanos,
sino también los países vecinos adopten el mismo modelo de desarrollo,
cuyas virtudes canta. Nada le impide, por supuesto, apoyar a un campo
contra el otro en los proyectos políticos contradictorios que dividen al país
vecino, nada le impide ir a morir en Madrid, pero una guerra de España se
lleva a cabo en España.
El único tipo de acuerdo internacional que entonces se puede proponer
razonablemente es el que maximice las posibilidades de elección de las
diferentes «colectividades democráticas». Utilizo a propósito este término
extraño (en vez de decir simplemente nación), porque, claro está, hay
situaciones intermedias en que uno puede preguntarse si el espacio de opción
democrática y de compromisos sociales no está ya «por encima» de lo
nacional: y, por supuesto, pienso en Europa. ¡Volveremos a hablar de ello!
Con todo, hay ámbitos donde se impone una soberanía mundial, donde
la simple consideración de nuestra «común humanidad» debe o debería
conducir desde ahora al reconocimiento de una «ley mundial» que se pueda
oponer ala libertad de opción nacional. Pensamos inmediatamente en el
apartheid sudafricano. Y, en lo tocante a la elección de un modelo de
desarrollo, se trata, evidentemente, de los problemas ecológicos.
Los ciudadanos de un país tienen desde luego el derecho de preferir
mayoritaríamente vivir en una nube de gases de escape, comiendo ternera de
hormonas. Mientras ese país no imponga el librecambio de sus terneras, no
hay problema. Basta con que la reglamentación del comercio internacional
autorice quecada país establezca sus propias normas sanitarias (lo que
naturalmente implica la renuncia al librecambio absoluto). Los problemas
comienzan cuando los gases de escape u otros efluentes comienzan a
atravesar las fronteras, a perforar la capa de ozono, a recalentar la atmósfera,
tículas radioactivas. La libertad de los modelos de desarrollo termina donde
comienza la de los otros. Ni siquiera tiene ya derecho de ciudadanía cuando
lo que se juega es el futuro del planeta.
«La» solución que pareció imponerse durante la década de los ochenta,
LOS ATOLLADEROS DEL LIBERALPRODUCTIVISMO

Denomino liberalproductivismo a la visión del mundo (o «paradigma


societal») que inspiró el gran viraje de finales de la década de los setenta,
que llevó al poder a Margaret Thatcher en Gran Bretaña, a Ronald Reagan en
Estados Unidos, que triunfó en esa época en todos los organismos de
asesoramiento y regulación económica internacionales (la OCDE, el Fondo
Monetario Internacional, el Banco Mundial), que se impuso progresivamente
a los socialistas europeos y que permitió la emergencia del bosquejo de un
verdadero nuevo modelo de desarrollo en la década de los ochenta. Lo
hemos dicho, este modelo ya no es muy convincente, pero ya ha marcado
profundamente la configuración mundial y la realidad de numerosísimos
países. En Francia, el liberalproductivismo domina el amplio centro que se
extiende desde la RPR de Chirac hasta el Partido Socialista, ya que un
paradigma tiene siempre su derecha y su izquierda. Esta visión del mundo se
ha instalado sobre las ruinas del fordismo en crisis, del fracaso de éste ha
sacado lo esencial de su fuerza.

Un nuevo modelo

El discurso del liberalproductivismo es, en líneas generales, el siguiente. Hay


una «revolución tecnológica» en marcha. Pero, en la década de los setenta,
las «rigideces» impuestas por el Estado y los sindicatos —la legislación
social, el Estado de bienestar, los reglamentos anticontaminación, etc.— han
bloqueado su libre desarrollo: .al privar de capacidad financiera a las
empresas, al impedir las

4
9
«dolorósas, pero necesarias ¿Significa esto que el liberalproductivismo ya no tiene que preocuparse
transformaciones». por justificaciones, construirse un consenso social? Claro que no. Pero la
AUDACIA Entonces, deshagámonos de construcción de esta cohesión ya no es lo más importante de la política
las rigideces. Dejemos de económica. Incluso puede uno preguntarse si sigue siendo un objetivo de la
subvencionar ios «elefantes política a secas. La «patria», la colectividad de pertenencia del ciudadano son
blancos», los servicios públicos burocratizados e ineficaces, impongamos un ahora la empresa o el mercado.
elevado tipo de interés para disuadir las actividades no rentables. Así, el libre Dentro de la empresa, dirigentes y trabajadores forman una comunidad:
juego del mercado impondrá automáticamente un nuevo modelo de desarrollo «Todos en el mismo barco». Aprietan filas —o se aprietan el cinturón—- para
compatible con las nuevas tecnologías. Además, ¿no son éstas por definición hacer frente a la tempestad de la competencia. Los sindicatos —si quedan—
«flexibles», en virtud de su flexibilidad de utilización? ¿No tienen, por ya no tienen que oponer el interés de los asalariados al interés patronal. La
consiguiente, vocación responsabilidad del empresario debe ser respetada. A lo sumo se le puede
Pero ¡ojo! Hay una gran diferencia entre el liberalismo del siglo XÍX y el aconsejar enérgicamente que mejore la eficacia colectiva en beneficio de
de satisfacer una demanda diversificada, individualizada, imposible de todos. «De todos», es;decir, de los miembros de la empresa... amenazados por
encuadrar por el Estado? ¿Y no exigen, por la enormidad de las inversiones el resto del mundo.
en juego, un espacio de despliegue directamente mundial, por consiguiente En el mercado, cada cual, gracias a su espíritu de empresa, a su
inmanejable por Estados, por muy grandes quesean? combatividad, mantiene la posibilidad de «ganar». No de «ganar algo», sino
Encontramos en este discurso el optimismo de los burgueses de ganar a secas, contra los demás. «¡Viva la Francia que gana!», es decir, la
conquistadores del siglo xix, la confianza inquebrantable en las virtudes del de los ganadores. Hay pues perdedores, naturalmente, pero es el precio que
«desarrollo de las fuerzas productivas», que no podían sino padecer los hay que pagar para que los ganadores suministren a los consumidores los
límites impuestos por reglas y prácticas jurídicas caducas. Ese optimismo mejores servicios, los mejores productos (y aquí el liberalproductivismo
entusiasmaba tanto a los antiguos liberales como a los viejos marxistas: sólo recupera una tonalidad «progresista»). Además, en caso de fracaso personal,
que los primeros sentían que había «demasiado control estatal» y los el triunfo de los otros te da una segunda oportunidad: con la condición de que
segundos, «demasiada anarquía en el mercado...». uno permanezca modesto en sus exigencias, uno puede disfrutar de las
consecuencias de los gastos suntuarios de los ricos, haciéndose servidor de
ellos, sacando brillo a sus zapatos, empujando su silla en los restaurantes de
lujo...
liberalproductivismo de hoy. El liberalismo del siglo xix tenía la ambición
¿Y los otros? ¿Los enfermos, los minusválidos, los parados que no
de realizar la prosperidad colectiva incitando a cada cual a buscar su
encuentran trabajo incluso a bajo precio? ¿Quién se ocupará de ellos? Nó el
enriquecimiento individual. Era un liberalismo «utilitarista», «hedonista».
Estado, o lo menos posible, sólo para evitar los «desórdenes». Que sus
Daba un objetivo al progreso técnico y a la libre empresa, y ese objetivo, era
parientes, sus vecinos se ocupen de ellos. Eso se llama «rccncajar la
la prosperidad por medio del enriquecimiento de todos.
solidaridad en lo social». ¡Mal haya el burocratismo del Estado de bienestar,
• Desde luego, los mejores propagandistas del nuevo liberalismo (como
mal haya la-solidaridad administrativa! La «sociedad civil» (es decir, todo,
Ronald Reagan) no descuidan este aspecto. Pero, las más de las veces, y
menos el Estado) debe tomar el relevo. En realidad, es una vuelta a la más
particularmente en Francia, el discurso es hoy desencantado: reducido a la
antigua «beneficencia»: el voluntariado. Y a las especialistas «naturales» del
fría necesidad de lo normal. Desregulación, librecambio y cambio
voluntariado: las mujeres, que con su trabajo y sus ocupaciones domésticas
tecnológico se imponen como tres ratones que corren tras su cola, en un
curan las heridas de las víctimas de la guerra de todos contra todos,
círculo cuyo vicio lógico no hace más que destacar la imposibilidad de salir
de él. «¿Para qué se necesita el librecambio y la libre empresa? — Para
modernizar el aparato productivo. — ¿Y por q.ué hay que modernizar el
aparato productivo? —- Para afrontar la competencia internacional». En
resumen, el retorno sin rodeos a lo que antaño permanecía oculto:
«Acumulad, acumulad, esto es el Evangelio». La «modernización
productiva» se convierte en un imperativo categórico, como dicen los
filósofos, y el librecambio, la libre empresa, la flexibilidad, la desregulación
son
sus instrumentos. Ya no hay necesidad dé justificaciones políticas o morales
superiores. 1
kj M k> k. S l V I i íl O

Si hubiera que intentar definir el «paradif”' a societal» del libe- Ante todo, el liberalproductivismo induce una gran polarización social, lo que
ralproductivismo, tendríamos poco más o menos esto: llaman «sociedad de dos velocidades». Una «sociedad en reloj de arena», con
■ . — la acentuación del imperativo técnico-económico producti- vista los de arriba y los de abajo, y una erosión.del «centro». Es la espectacular
convertido en «categórico», con una decadencia de la idea de una elección «latínoamerícanización» (o «brasileñiza- ción») de Estados Unidos. En la
explícita de sociedad, que sería propio de la democracia (se invierte porque cúspide, los vencedores de la competición (los ricos, los competentes, los que
hay que exportar, se exporta porque hay que invertir); deciden, los peleadores) sacarán provecho de las ventajas de la revolución
— una fragmentación de la socialidad, al desempeñar la empresa tecnológica (en la medida en que las haya). En el medio, un grupo cada vez
directamente el papel antaño reservado a la patria (hemos de cerrar las filas más reducido y progresivamente desestabílizado de trabajadores
contra los rivales) y convertirse el mercado mundial en el medio ambiente; semicualificados se beneficiarán sin duda de cierta protección social, sobre
— una grao variedad de formas de integración del individuo en la todo en materia de empleo, pero casi ya no deberían esperar aumentos de
empresa, que van desde la pura disciplina hasta una implicación negociada, poder adquisitivo (a la inversa del fordismo). Abajo, se hará bambolear a una
pero siempre individual, con una desaparición de cualquier individualidad muchedumbre de «solicitantes de empleo» entre los puestos de trabajo
colectiva (solidaridad clasista, profesional); precarios y el paro. El destino de los parados será más o menos aliviado por la
— una regresión general de las solidaridades de tipo administrativo caridad pública o la solidaridad de su familia, según que el gobierno local se
ligadas a la pertenencia a una colectividad nacional, suponiéndose' que la adscriba a versiones más o menos humanizadas del modelo liberal. Pues,
«sociedad civil» (es decir, lisa y llanamente la familia) vuelve a hacerse cargo como en el feudalismo, el destino de los pobres no depende ya más que del
de lo que el Estado de bienestar ya no puede garantizar. «espíritu cristiano» de los demás.
En resumen, ún individualismo jerárquico, en que la adhesión de los La consecuencia política de esta evolución es evidente: es el gran
individuos a conglomerados sólo se justifica por el interés que encuentren en retorno del famoso «problema de las clases peligrosas» del siglo xix, • con
ello, sin que la comunidad del conglomerado tenga que preocuparse por el la posibilidad de rebeliones colectivas desestabilizadoras (el mejor resultado
interés de los individuos que la componen, y en que además el conglomerado posible, a mi juicio), o la generalización de la delincuencia individual. En
sólo cobra un sentido colectivo a través del individualismo de quienes lo este último caso volvemos a encontrar el principio de regulación del
dominan: los «ganadores», que pueden tener interés en poner bajo su liberalismo: el miedo a la delincuencia solidariza a los dos primeros tercios
autoridad a algunos perdedores. de la sociedad, e incluso a una parte del tercio de abajo, contra la
Antes de criticar los atolladeros de este modelo hay que calibrar su «amenaza». La lucha contra la «inseguridad» se convierte en argumento
racionalidad, su eficacia. Este modelo se tiene en pie, puede ganar; en 1985 político, tanto más eficaz cuanto que se puede aislar como «extranjeros» a
parecía ganar... lo mismo que el corporativismo, con sus variantes fascistas, los promotores de disturbios, y hasta a lo que preciosamente llaman los
parecía que había de ganar hacia 1938. El modelo liberalproductivista «predelincuentes»: gente de color, jóvenes, de urbanizaciones en vías de
presenta un tipo de estabilidad discutible, pero real. Pensemos en el deterioro, etc. Hasta podrían abrir un sector de actividad próspera (la
feudalismo. Entonces, los señores «ofrecían» su protección a sus campesinos, guardia) para contratar a una parte de los pobres para defender a los ricos
contra las incursiones de los demás señores. Les ofrecían también tierra, una contra los demás pobres.
ocupación, pidiéndoles que trabajasen para ellos. Ese sistema, donde la guerra
de todos contra todos justificaba un orden social, permaneció durante mucho
tiempo globalmente estable. Sin duda, estaba permanentemente perturbado
por las guerras, las correrías, las rebeliones sin objetivo: pero era
precisamente eso lo que hacía aceptar los lazos de subordinación feudales,
como protección contra la dureza de los tiempos.
¿Puede el liberalp. ^ductivismo contentarse con esta forma de estabilidad
global basada en la microinestabilidad permanente? Eso es precisamente lo
que se vuelve dudoso en la segunda mitad de la década de los ochenta. Ya es
hora de examinar las tensiones del modelo.

Una sociedad desgarrada


52 53
ELEGIR LA AUDACIA LOS ATOLLADEROS DEL L I BERALP R O DUCTiV i S M O

Desde Río de Janeiro hasta Los Ángeles, el modelo está experimentado. hay más que dejar que analfabetos o analfabetas alimenten a la Bestia con
Parece tener gran porvenir: la acción colectiva del «tercio inferior», que materias primas o con datos por kilómetro, y barrer las virutas o recoger los
permitiría, como antaño, romper este círculo vicioso con el paso de la listados! A estos subcualificados se los podrá, pues, reemplazar en un abrir y
delincuencia individual a la «lucha de clases», está hoy profundamente cerrar de ojos: millones de parados esperan en la puerta. Semejantes relaciones
dificultada por el derrumbamiento de los ideales colectivos laicos que ha entre diseñadores y ejecutantes podrán desplegarse mejor aún entre la gran
seguido al colapso del fordismo. El idealismo colectivo se refugia muy a empresa y sus subcontratistas, interregional o internacionalmente. La empresa
menudo en formas arcaicas como las sectas, los integrismos religiosos, etc. principal se reserva el diseño de !as máquinas y la venta de los productos, se
Solo la recuperación de una visión del mundo progresista, diferente del instala en una región urbana rica en personal cualificado, de salarios altos, y
progresismo fordia- no (marxista en Europa, desarrollista-nacionalista en el cede en subcontrato la fabricación a empresas satélites, localizadas en regiones
Tercer Mundo), permitirá un nuevo comienzo de la lucha liberadora de los pobres con paro endémico.
Semejante modelo de organización del trabajo es, desde luego,
oprimidos y de los marginados. Todavía estamos muy lejos de la realidad, pero
concebible, y es, sin. duda, mayoritario en Estados Unidos, Gran Bmam,-
este gran peligro (io esta oportunidad!) permanece suspendido sobre el destino
Francia, tanto en la industria como en los servicios: se le puede llamar
del liberalproductivismo. «neotayloriano». En último término, el taller sería como un módulo de
exploración galáctica enviado hacia Júpiter al cuidado de ingenieros detrás de
sus pupitres. Sólo que: ¿y las averías? En una nave espacial automática, es
Una falsa salida del taylorismo fácil: se duplica, se triplica cada elemento. En un taller automatizado, se llama
al servicio postventa del proveedor de las máquinas, o al servicio de manteni-
Pero, desde ahora, a este modelo lo amenaza directamente, en el terreno miento. Y ahí está el retorno del gran problema del taylorismo: una carrera de
productivo, un segundo problema. Dado el modo de regulación de la mecanización (por consiguiente, de inversión), un agotamiento de las
relación salarial que tiende a imponerse en la lógica liberal, simplemente i ganancias de productividad in $itu por falta de trabajadores activos que
no se resuelve la crisis del modelo fordiano de organización del trabajo! experimenten, ajústen, perfeccionen la máquina permanentemente.
Muy al contrario, al relajar al máximo los vínculos institucionales entre la ¿Por qué se ha privilegiado semejante utilización de las tecnologías de lo
empresa y susíasalatiados, al fomentar el puesto de trabajo precario, se corre automático? Esencialmente por razones políticas, de esa política que se lleva a
el peligro de ensanchar el foso entre el asalariado ejecutante y su propia cabo en el taller y en la oficina. Mientras que el taylorismo tenía como
actividad: el trabajador resulta todavía menos implicado en la.lucha por la objetiva deshacerse de la implicación explícita, indispensable, de la destreza
productividad y la calidad de los productos. del obrero de oficio, el neotayloris- mo pretende prescindir de la implicación
Por supuesto, es a la famosa «revolución tecnológica» a quien se pide residual, oculta, paradójica, del obrero especializado, de la cajera.de
que resuelva este problema. ¿Que hay despilfarro, fallos, en la soldadura de supermercado, de la mecanógrafa. Naturalmente, triunfa, en la década de los
carrocerías, en el cableado de televisores? Pues bien, el trabajo lo harán setenta, en los establecimientos donde la rebelión dé los ejecutantes revela el
robots, impecablemente, día y noche. Y además no se declararán en huelga. rechazo asalariado de esa implicación paradójica, a través del absentismo, los
< pequeños sabotajes, las huelgas de celo, el desperdicio de las cadencias. Como
Desgraciadamente, la «tecnología», aun cuando fuera electrónica,-no en la FIAT de Turín. Con el Robotgate, la Digitron, el LAM, esos talleres casi
es una herramienta que funciona completamente sola. Es la materialización automáticos, la dirección de FIAT se deshace de la presencia dé los
de ciertas formas de cooperación entre el trabajo pasado (cristalizado en asalariados en los sectores más turbulentos. El objetivo es el restablecimiento
máquinas) y el trabajo vivo, directo o indirecto, de obreros, técnicos, del orden patronal; el coste en máquinas va mucho más allá de lo que habría
ingenieros. Las tecnologías del automatismo permiten teóricamente sido necesario para la eficiencia técnica óptima. Más tarde, hacia comienzos
prescindir de cualquier implicación, aun informal y paradójica, de los de la
trabajadores directos: basta, ¿verdad?, con que los ingenieros hayan
diseñado bien las máquinas, que los técnicos las hayan montado y ajustado
correctamente... y ¡no
década de los ochenta, después de la grave de. Jta de los obreros «fordianos» patronos franceses) qt se esfuerzan por importar el espejismo de los «círculos
de la FIAT, un dirigente reconocerá: «Diseñado en la época en que la de calidad» japoneses es... nada. «¡Nosotros enriquecemos vuestro trabajo. Se
situación social se había vuelto inmanejable, el LAM es una realización vuelve más interesante. Sois vosotros quienes podéis agradecernos!». Eso
interesante, que no es cosa de generalizar. Es un sistema costoso, que requiere funciona algunas veces, algunos meses, por ejemplo entre los hombres a
muchísimo espacio, y que está más expuesto a las averías que una instalación quienes eso entretiene algún tiempo. Rara vez entre las mujeres: éstas sienten
menos sofisticada»’. físicamente que, cuando la nueva orgahización del trabajo moviliza su
La alternativa (la nuestra, y la de numerosos empresarios, italianos atención, su inteligencia, ya no tienen tiempo para compaginar en su cabeza
inclusive) es, naturalmente, la opción de instalaciones «menos sofisticadas»... su «segunda jornada de trabajo»: las compras, la comida, el cuidado de los
pero que movilicen el ingenio de los trabajadores directos, en tiempo real, en niños. Por el mismo salario, ellas prefieren todavía el trabajo en cadena al
los propios lugares del proceso productivo. No se vuelva a hablar más de trabajo en módulo. Y la dirección se ve confortada, desgraciadamente, en su
implicación «paradójica»: se trata, por el contrario, de reconstruir las
desprecio por los (las) «trabajadores (trabajadoras) manuales».
condiciones del diálogo entre el diseño de las máquinas, su mantenimiento, y
Más grave aún: los modos de regulación «liberales» de la relación
la producción directa, e incluso, en último término, de fusionar las dos
últimas funciones. ÍColectivos de trabajadores polivalentes, muy cualificados, salarial, que privilegian la «flexibilidad», la precariedad del puesto de trabajo,
capaces de ajustar, de reparar sus máquinas y de dar consejos a sus diseñado- oponen una barrera casi insuperable al sentimiento de implicación del
res, y hasta de cooperar en el diseño’. Eso implica, simétricamente, la mejora trabajador con relación a la mejora de la organización del trabajo y de la
de las relaciones entre las empresas que cooperan en el mismo proceso calidad de los productos o servicios de «su» empresa. Los «trabajadores
productivo: las empresas que diseñan las máquinas tienen que permanecer en implicados» deben sentir que su interés a largo plazo está ligado al interés de
interacción constante, en un verdadero diálogo, con las que las utilizan. su empresa. No nos libramos de ello: hacen falta contrapartidas, hace falta un
Entonces se habla dé «asociacionis- mo» antes que de subcontratación. nuevo' «gran compromiso».
Pues bien, toda la experiencia de la década de los ochenta ha mostrado Una primera forma posible de compromiso es la negociación individual.
que, en los países donde las empresas han optado por este modelo de «¿Quiere usted implicarse? Tendrá primas, ascenso, aumentos de sueldo
organización del trabajo, como Japón, Alemania Federal, Suecia (y conforme a su mérito. ¿No quiere? La puerta». Se instituye un verdadero
finalmente Italia del Norte), la aplicación dejas nuevas tecnologías se ha comercio de las cualificaciones y de la implicación, exteriormente y hasta en
hecho mucho más eficazmente. Por lo menos eso es lo que se deduce de la el interior de la empresa. Es, por decirlo así, la «¡nstitucionalización del
guerra comercial que ha redundado en beneficio de esta categoría de países. peloteo»: ¡el asalariado vende a su patrono no sólo su tiempo, sino también su
De este modo, nuestra época denota la posibilidad de una inversión de disponibilidad para «cooperar» más y mejor que los otros! Este modelo,
la tendencia secular del capitalismo, llevada hasta el paroxismo por la basado en la competencia entre asalariados cualificados, puede llamarse
revolución tayloriana, de separar los aspectos manuales e intelectuales del «californiano» (conforme al término de Philippe Messine 2, en referencia al
trabajo. , mercado de los informáticos en el famoso Silicone Valley). En contraste con
Si, pero... si se trata de reunir lo que Taylor había separado, ¿a costa de la «sociedad salarial» del paradigma fordiano, donde hasta los directores
qué? Si el empresariado reconoce la importancia de la cua- lificacíón y de la gerentes se concebían como asalariados y no se oponían a los obreros
iniciativa de los asalariados, ¿cómo puede recuperarlas en provecho propio?
especializados más que por la jerarquía, se presencia entonces una
¿Qué está dispuesto a pagar a cambio de ese trabajo más rico que le brindarán
«remercantilización» del salariado: ¡todos empresarios individuales, pero
sus asalariados?
La primera respuesta de numerosos patronos (en particular, de algunos venden directamente su capacidad de trabajo a otros, mediante
honorarios!

; 1. Citado por G. Santilli, «L’antomatisation comme forme de controle social»: Travail, 8


(1985).
2. Ph. Messine, Les Salurniens, La Découverte, París, 1987.

56 57
ELEGIR LA AUDACIA LOS ATOLLADEROS DEL LIBERALPRODUCTIVISMO

Muy diferente del neotaylorismo en cuanto a la organización del trabajo, liberalproductivismo anglosajón o francés...
este modelo es, en realidad, perfectamente compatible con él en el marco del
liberalproductivismo, pero no se aplica al mismo segmento de la fuerza de
trabajo. Se puede muy bien tener, en las mismas fábricas, en las mismas lil retorno de la inestabilidad económica
oficinas, un neotaylorismo para los menos cualificados y una «implicación
individualmente negociada» pára los asalariados más cualificados. El tercer gran problema del liberalproductivismo es macroeconómi- co: es el
Se puede incluso ir más lejos: hasta la garantía del puesto de trabajo, gran retorno de las crisis de sobreproducción, de las caídas periódicas de la
hasta la negociación colectiva, en el seno de las empresas principales, demanda social, del tipo de la de 1930, tales como Gran Bretaña y Estados
abandonando al neotaylorismo a las mujeres, a los inmigrantes, a los Unidos las han sufrido a comienzos de la década de los ochenta, tales como
minusválidos, en las empresas subcontratistas, en los servicios al consumidor las sufrirán de nuevo cuando tengan que comprobar su déficit comercial.
{fast^food, etc.). Japón, la Alemania Federal de Cabeza de turco parecen En el caso del fordismo, el crecimiento de la demanda está en cierto
modo programada. Cada empresario tiene la garantía de que el mercado se va
típicos de esta sociedad de dos velocidades, donde el segmento superior de
a ampliar, puesto que todos los patronos conceden aumentos de salario a sus
los asalariados es favorecido pollas antiguas conquistas sociales del fordismo
asalariados más o menos conjuntamente. Tiene, pues, un interés
sin dejar de implicarse resueltamente en la batalla por la calidad y la
incondicional en invertir, lo que por otra parte amplía el mercado para los
productividad, mientras que otro sector de la sociedad es condenado a la bienes de equipo, multiplica los salarios distribuidos, y así sucesivamente. En
precariedad neotayloriana. el casó de una regulación liberal, cada empresario no tiene otra indicación
En este modelo de organización del trabajo, que Masahiko Aoki (gran sobre las tendencias del mercado más que la observación del comportamiento
especialista japonés de la economía del trabajo) llama «democracia salarial»1, de los otros empresarios. Si le parece descubrir que el «humor para invertir»
nos salimos de los principios del liberalproductivismo en el terreno de la (los «espíritus animales», como dicen algunos economistas) es optimista
empresa. En efecto, la «libertad del empresario» está estrictamente limitada entre sus vecinos, él también invertirá. El comportamiento de cada uno
por el contrato que lo liga a sus asalariados, implícitamente (por la justificará entonces las anticipaciones de todos... hasta que algunos
costumbre) o explícitamente (por un convenio colectivo): a cambio de su banqueros, comerciantes al por mayor o empresarios noten que la evolución
implicación, les garantiza el puesto de trabajo, negocia permanentemente con de la demanda final no justifica las inversiones recientes. De ahí los pánicos,
ellos las modificaciones técnicas, etc. las quiebras... y la caída de la producción.
Llamar a eso «democracia salarial» es, sin duda, exagerado, pero Aoki La solución clásica para esta falta de regulación en la demanda, a partir
hace hincapié en la «paradoja de la democracia salarial»: sumergida en un del momento en que el crecimiento de la masa salarial no está coordinado
mundo liberal, una empresa que practica la implicación negociada explícitamente, es la demanda pública: grandes obras o pedidos militares.
colectivamente debe seguir siendo prudente. No puede garantizar una ¡Oh, paradoja!: un régimen de acumulación libe- ralproductivista sólo
contrapartida a sus asalariados más que en la medida en que su implicación le funciona muy bien con un Estado muy activo, que gasta mucho y recauda
permita conquistar mercados, lo que de ningún modo está garantizado (pues pocos impuestos. Es exactamente, lo que pasó en Estados Unidos, lo hemos
la situación general en el mercado puede hundirse, o una empresa rival hacer visto, de 1983 a 1988. En 1987 todo el mundo acabó pensando que este
aún mejor que ella, etc.). Así pues, el compromiso colectivo ha de crecimiento basado en el
permanecer limitado al más pequeño núcleo estable de asalariados posible:
una verdadera aristocracia asalariada, opuesta a los «peligrosos rivales» que
son los demás asalariados. Volvemos a encontrar siempre el modelo feudal,
pero esta vez ¡una parte de los siervos se han convertido en vasallos o forman
una liga de caballeros y estrechan filas con su señor o con su orden contra el
resto del mundo!
Trataremos de proponer un compromiso mucho más ventajoso para el
conjunto de los asalariados. Pero el caso es que el compromiso japonés es ya
mucho más interesante, incluso desde el punto.de vista capitalista, que el
1 M. Aoki, «Incrafinn Mccaniscns, Sharing and Employniein», en S. Marglin The Golden
Age of Capitalism, Oxford Unívcrsicy I’rcss, 1989.
___Ewuiu continuar, de ahí la quiebra. Pr-q como el déficit presupuestario mundo), pero... ahondando su déficit.
no se redujo finalmente, el crecimii-.co estadounidense continuó en 1988. Y En el fondo, todo esto es muy lógico. En el marco del librecambio, los
los demás países, al ver que Estados Unidos «continuaba», continuaron déficit comerciales aparecen porque ciertos países tienen una expansión
también. Sin embargo, veremos que eso no puede durar eternamente, por demasiado grande para su capacidad para producir de manera competitiva. Y
razones de equilibrio de los pagos internacionales: un país no puede hemos visto que una elección errada de modelo de organización del trabajo
eternamente «tirar» de los demás endeudándose. había arruinado, por ejemplo, la competitividad estadounidense frente a Japón o
Alemania Federal. ¿Qué hacer en ese caso? Única solución: organizaría
recesión en el país con déficit... o permitirle que se endeude (es decir, que no se
El gran desorden internacional «ajuste»). Pero si todos los países con déficit organizan una recesión en casa
(aumentando los impuestos, recortando los gastos gubernamentales), ¿qué
Es justamente el cuarto grán problema del liberalproductivismo, en su clientes quedarán para los países exportadores? Y si los países con déficit se
dimensión internacional: el librecambio. Hemos señalado que la edad de oro del endeudan, tendrán que subir los tipos de interés que pagan por.su deuda para
fordismo no siguió las huellas del librecambismo • desenfrenado, cuyo proyecto captar préstamos. Pero entonces, al cabo de cierto tiempo, esos tipos elevados
había abrigado primeramente Estados Unidos a fines de la segunda guerra
se impondrán a escala internacional. Y los empresarios, al ver que las
mundial. Comprendiendo su interés a largo plazo, este país había permitido que
inversiones financieras son más interesantes que la actividad productiva, renun-
Japón y Europa se reconstruyesen al abrigo de cierto proteccionismo.
ciarán a invertir...
Simultáneamente, los países independientes del Tercer Mundo aplicaban tam-
bién el proteccionismo en su política de desarrollo, pero no eran competidores En todos Jos casos, Ja JiberaJización de países que no disponen de un
muy peligrosos. Las cosas se echaron a perder a finales de la década.de los regulador común del crecimiento de la demanda social desemboca, por este
sesenta, cuando Europa-.y Japón, y luego los nuevos países industrializados, juego desota de trébol, en un estancamiento, o, alo sumo, en un crecimiento
alcanzaron la compctitividad estadounidense, ya sea logrando un nivel de lento o irregular. El caso de la Comunidad Europea es ejemplar, en este sentido;
productividad comparable, ya sea gracias a salarios mucho más bajos. volveremos a hablar de ello.
Entonces, los mercados e incluso los circuitos productivos se. Pero el caso del Tercer Mundo es todavía más dramático, a causa del
internacionalizaron, pero no había, a escala internacional, mecanismos de lastre de la deuda pasada. Incluso un país fuertemente exportador (como
regulación que organizaran el crecimiento de la demanda análogos a los de los Brasil) puede tener tantas deudas e intereses por reembolsar que una y otra
compromisos nacionales fordianos. vez tiene que forzar a su población a apretarse el cinturón en nombre del
A estas dificultades, el liberalproductivismo respondió de manera principio: «Todo para la exportación, importar lo menos posible».
bastante ilógica*, se necesitan todavía menos mecanismos reguladores, menos Circunstancias agravantes: cuando el nivel de vida medio es ya muy bajo,
organización. Se suponía que el librecambio se encargaría automáticamente a cuando la distribución es muy desigual (es decir, cuando la gran masa de los
la vez del «ajuste» recíproco de las economías y de su mutua incitación al más pobres vive muy por debajo del nivel medio, como en Brasil o en India),
crecimiento. Ninguna de las dos cosas se verificó. Peor: los únicos cuando además la población aumenta rápidamente, entonces lo que entre
mecanismos que, en el marco de! librecambio, permiten «ajustar» los nosotros se llama «austeridad» se llama en ese caso miseria, hambre,
desequilibrios internacionales (es decir, que incitan a la reducción de los asesinato de un pueblo.
déficit de los países que importan demasiado y exportan demasiado poco, o
les permiten captar capitales y préstamos), traban precisamente el crecimiento
global. En realidad, las décadas de los setenta y ochenta sólo han
experimentado crecimiento a costa de desequilibrios.
Recordemos. Primero, los desequilibrios se ahondaron con los

choques petroleros: lo uses no exportadores de petróleo tuvieron que exportar


otras mercancías para pagar sus facturas petroleras. Mientras pagaron «a
crédito», es decir, sin enjugar su déficit, eso no trajo grandes problemas (fue la
«primera fase de la crisis»). Luego, Estados Unidos enjugó su déficit
disminuyendo su crecimiento interior (segunda fase), y con ello arrastró al resto
del mundo a la recesión. Después, reactivó su crecimiento (y «tiró» del resto del
60 61
ELEGIR LA AUDACIA LOS ATOLLADEROS DEL LIBERALPRODUCTIVISMO

Cuando Brasil renunció, en 1987, a la congelación de los precios que nuestro tema es identificar en la gestión de ese gobierno liberal puro y
había permitido un significativo aumento del poder adquisitivo de los más duro... el retorno a la vieja doctrina «cooperativa» de la OCDE durante los
pobres, pero que también había comprometido su capacidad de reembolsar primeros anos de la década de los sesenta, la misma que no dejaba de
la deuda, se pudo ver en unas cuantas semanas cómo familias enteras reclamar, como Catón, el antiguo gran experto de la OCDE de entonces,
dejaban su casa, incapaces de pagar el Stephen Marris. En dos palabras: la responsabilidad del crecimiento
mundial incumbe a los países con excedente comercial. A ellos les
corresponde tomar medidas internas de estimulación de la demanda para
tirar de las exportaciones de los demás. Y yo agrego: a falta de lo cual,
el,recurso al proteccionismo de parte de los países con déficit es
perfectamente legítimo.
Este nuevo multilateralismo del gobierno estadounidense (cuyo
hacer disponibles los recursos para socorrer a los nordestinos. Hubo más de mascarón de proa es James Baker, el secretario de Estado de George Bush) es
un millón de muertos. He visto a los moribundos arrastrarse tan perfectamente contrario al paradigma liberal como el proteccionismo que
utiliza como arma de disuasión es contrario al librecambio. Un compromiso
explícito entre los Estados aparece como la única alternativa a la guerra de
todos contra todos que constituye el núcleo del liberalproductivismo. Como
en el caso de la organización del trabajo, ese liberalismo aparece hoy a la
defensiva y entrega poco a poco las armas a un nuevo proyecto que todavía
alquiler, e iban a hacinarse en campamentos de barracas que aumentaban a se busca...
ojos vistas. Cinco años antes, la recesión estadounidense había frenado Precioso punto de apoyo para la alternativa que propondremos. Pero
también el impulso exportador de Brasil. En el mismo momento, la sequía antes de pasar a ello es preciso detenerse en una crisis que el fordismo y su
pretendiente a la sucesión (esos dos productivismos) tienen en común-, hablo
cubrió las ventajas de la negociación, del multilateralismo, del aso-
de la crisis ecológica.
ciacionismo en las relaciones internacionales, y la responsabilidad activa de
los Estados en la regulación de la demanda. Así pues, a fines de 1985,
Estados Unidos propuso a Europa (es decir, a Alema Comentarios de 1996
nia Federal) y a Japón que reactivaran en casa la demanda interior para
atraerse exportaciones estadounidenses. ¿Qué digo? Les suplicó, les Con los años, los estragos del liberalproductivismo sólo se han confirmado.
amenazó, y, para acabar, hizo caer su propia moneda: la forma más Desde entonces he ahondado su análisis en dos direcciones:
expeditiva de protección contra las importaciones y de subvención a las El análisis social de las sociedades liberalproductivistas, especialmente
exportaciones. en el libro La Société en sablier. El capítulo 10 de este libro, publicado en
Eso no funcionó muy bien, y Estados Unidos se orienta ahora español en la Revista Internacional de Sociología, trata, en particular, de la
azotaba el Nordeste. Agarrado por el cuello por sus deudores, y antes que «política social del liberalproductivismo». Muestro cómo la disminución del
comprometer por poco que sea el bienestar material délas clases dominantes, Estado de bienestar tuvo que compensarse (para tratar los problemas sociales
la dictadura brasileña no quiso hasta el centro de Recife. ¡Eso es el ajuste! más patentes) con un aumento del papel dé las Organizaciones No
. Pero el reaganismo, responsable en última instancia de esas catástrofes, Gubernamentales, convertidas cada vez más en «Organizaciones Para-
no pudo librarse de los atolladeros del «dejar hacer». Cuando, a mediados de Intergu- bernamentales».
la década de los ochenta, el déficit comercial estadounidense se volvió El «kcyncsianismo mundial sin fordismo» mencionado en el capítulo 2
gigantesco, el gobierno Reagan se negó evidentemente a imponer a sus ha permitido el establecimiento de una «tercera división internacional del
electores las recetas del Fondo Monetario Internacional: recesión más trabajo», con una relación centro-periferia en cada uno de los tres bloques
maxidevaluación. Después de años de «cada uno en su casa» erigido en continentales. Pero el-bloque asiático es hoy de lejos el más dinámico,
virtud, el reaganismo des porque ha sabido conservar los instrumentos del ajuste recíproco de sus
hacia un proteccionismo cada vez más explícito. Pero lo esencial para economías nacionales (devaluaciones, proteccionismo). Dentro de estos
ELEGIR LA AUDACIA LOS ATOLLADEROS DEL LIBERALPRODUCTIVISMO

bloques, los países dominantes (Alemania y Japón) tienden a asfixiarse por


sus propios éxitos, pues sus monedas tienden a revalorizarse demasiado.
Véase mi texto La Planéte de l'Aprés-Fordisme (en inglés, en Revieiv of
Internacional Political Economy).
l.A CRISIS ECOLÓGICA

En el umbral del siglo xxi, un espectro asedia el mundo: la crisis ecológica.


Y un pequeño espectro asedia las elecciones europeas: la ecología política.
¡Nunca, sin embargo, en el siglo xix, los partidos que reivindicaban la
«crítica científica de la economía política»-, se habían intitulado «partido
economista»! Es que existe una disimetría entre la economía y la ecología,
fuente de numerosos equívocos.
Economía, ecología... idos términos tan cercanos! La etimología nos
orienta. Economía: estudio de las leyes (nomos) del uso del ámbito vital
(oikos). Ecología: estudio del sentido, de la racionalidad (logos) del uso del
ámbito vital. Y cuando se añade «política» se quiere decir que el ámbito
vital de que se trata es la ciudad (polis) entera. La economía se ocupa de las
regularidades de las acciones en el aprovechamiento del ámbito vital, la
ecología se pregunta si todas esas actividades tienen sentido, si son
razonables, si eso «se tiene en pie». Más exactamente, la economía es la
ciencia de las actividades humanas de producción y de distribución. La
ecología, como cien-, cía, amplía este punto de vista: de este lado y más allá
de la actividad, toma en cuenta el ambiente donde ocurre esta actividad, la
interacción entre el- ambiente, la actividad, y la modificación 1 del ambiente
como subproducto de la actividad. Pues este ambiente, que es la condición
de nuestra existencia y de todas nuestras actividades, es modificado
permanentemente por éstas, voluntaria o involuntariamente.

6
5
La ecología es un humanismo Poseyendo una habilidad superior a io que se puede uno-imaginar, . '
la destreza para ingeniar recursos, la encamina unas veces al mal, otras
El movimiento socialista o comunista del siglo xix acusaba ala economía veces al bien1.
política de su época de desconocer el carácter histórico y discutible de sus
condiciones sociales. A una economía política oponía en realidad otra. La ^Todo estaba dicho en esta infancia de nuestra civilización: el poderío
ecología política tiene una tarea todavía más abrumadora: recordar lo que pura del «asombro del universo», y su responsabilidad. Pero Sófocles no había
y simplemente se había olvidado. Uno ya es «ideológicamente» ecologista previsto esto: que un día el blanco mar estaría oscuro de íuel, que un día la
cuando se acuerda de que el ser humano y Ja naturaleza forman un todo, que imperecedera tierra se cansaría de ese trabajo.
el ser humano forma parte de la naturaleza, que la naturaleza es La ecología política nació de esa constatación: comienza la época de la
irresistiblemente humanizada, modificada, parabién a veces, para mal en tierra acabada. A comienzos de este siglo, con el fin de la división en zonas
cuanto uno lo olvida. imperialistas, Valéry había podido saludar «la época del mundo acabado». Los
De ahí la-caricatura que se da a menudo de la ecología política, que la europeos no tenían más pueblos nuevos por dominar, por colonizar. Hoy, el
ecología da a veces de sí misma: una oposición entre la naturaleza virgen y el planeta está completamente humanizado, ya no es un gran exterior, un gran
ser humano predador, violador. Sería ecologista el partidario de la no termostato. Desde la ionosfera hasta las profundidades del océano, desde las
intervención, el que come hierbas crudas (y además si no come mucho). planicies desecadas del Sahel hasta el pulmón verde de la Amazonia, la activi-
Excepcionales son, sin embargo, las luchas ecologistas por la defensa de una dad humana ha marcado su entorno. Ya no hay naturaleza bruta o disponible
selva virgen (no era el caso de Chico Mendes, quien defendía cierta forma de en abundancia, ni tierra ni mar que nada agote en digerir nuestros desechos.
aprovechamiento de la Amazonia contra otras). El ambiente que defiende la Cada uno de nosotros es responsable en cada uno de sus actos de las
ecología política es esencialmente artificial: florestas, bosques plantados, ba- transformaciones irreversibles de nuestro medio ambiente.
rrios agradables, ciudades que hay que proteger de los gases y del ruido. La Nuestras'íactividades siempre han transformado la naturaleza, y muchas veces
ecología política es principalmente una ecología urbana. con razón: nadie se ha quejado de la destrucción del virus de la viruela, nadie
Seamos completamente claros: el ecologismo es un humanismo. De tendrá lástima del destino del virus del sida. La mejora de los suelos europeos,
ningún modo repudia el eminente papel de la especie humana en la naturaleza. desde el siglo XVII hasta mediados del siglo xx, con abonos e incluso, al
La ecología puede hacer suyo el canto del coro de Antígona en Sófocles: comienzo, con fertilizantes, fue sin duda positiva. Pero hoy los crímenes
contra la naturaleza se multiplican, y cada crimen contra la naturaleza se
Muchas cosas asombrosas existen y, con todo, nada más convierte en un crimen contra la humanidad.
asombroso que el hombre. Ahora bien, estos crímenes son obra de seres conscientes. De seres, que
Él se dirige al otro lado del blanco mar con la ayuda del ' «se enseñan a sí mismos las civilizadas maneras de comportarse». Nadie
tempestuoso viento Sur, bajo las rugientes olas avanzando, y a piensa en incriminar al misterioso meteoro que provocó la extinción de los
la más poderosa de las diosas, dinosaurios. Los castores suelen devastar bosques, atascar ríos. Pero ahí está:
a la imperecedera e infatigable Tierra,
no son «responsables». Si la ecología política es un humanismo es porque
trabaja sin descanso, haciendo girar los arados año tras año, al
reconoce un valor moral —-susceptible de aprobación o de desaprobación—a
ararla con mulos [.••!
los comportamientos de una especie particular. La humanidad está, pues,
Se enseñó a sí mismo el lenguaje y el alado pensamiento,
doblemente «en el centro de la naturaleza» para un ecologista:
— porque las transformaciones que sufre nuestro planeta no conciernen
así como las civilizadas maneras de comportarse, a la ecología (a diferencia de la geología) más que en la medida en que la
y también, fecundo en recursos, humanidad es a la vez causa y víctima de ellas;
aprendió a esquivar bajo el cielo los dardos de los desapacibles
hielos y los de las lluvias inclementes. f
1. Sófocles, Tragedias, tcad. y notasde Assela Alamillo, Credos, Madrid, 1981, pp. 261-262.
Nada de lo porvenir le encuentra falto de recursos. Sólo del
Hades [la Muerte] no tendrá escapatoria. De enfermedades que — porque la conciencia, el moral, política. «Una elección
no tenían remedio ya ha discurrido posibles evasiones. poderío y la respo'^bilidad del entre el bien y el mal», como
68 ser humano hacen 69 de esas decía Sófocles: una elección
transformaciones una cuestión sobre la que hay que deliberar,
ELEGIR LA AUDACIA LA CRISIS ECOLÓGICA

en todo caso. sistema. Ahora bien, cualquier de la década de los setenta, sin que, en la década de los
producción significa una embargo, los movimientos ochenta, las locuras del
transformación del entorno. El sociales herederos de la liberalproductivismo, al romper
Atolladero de los entorno puramente natural (los contestación de los últimos años las reglamentaciones y pasarse
productivismos océanos, los subsuelos, la de la década de los sesenta de la raya, hagan rebasar la
atmósfera), o el eptor- no comienzan a sentir el problema. copa que ofrecía la naturaleza
Pues bien, forzoso es reconocer anteriormente producido por la En Estad os Unidos y en benévolamente como vertedero
que, desde este punto de vista, actividad humana (el campo o numerosos países de Europa para nuestros desechos...
tanto el fordismo como el las zonas urbanas). consiguen imponer Basta de límites, en efecto.
liberalproductivismo, que se Pero esta naturaleza o reglamentaciones ecológicas... «¡Todo para el empleo!». Es
esfuerza por suce- derlo, fueron este pasado no piden que se que aumentan automática, decir, todo para el aumento del
«malas elecciones». El les pague. La tendencia aunque marginalmente, el coste consumo de los «ganadores»,
liberalproductivismo es sin espontánea de las empresas de los productos ofrecidos. todo para el festín cuyas
duda peor, porque, por es, pues, dilapidar sus rique- Porque la lógica del fordismo, migajas caen encima de las
definición, es liberal y por zas, o atestarlas con sus aun modificada por personas despreciadas. Y ¡qué
consiguiente no se impone desechos. El Estado puede preocupaciones ecológicas, es más da si la electricidad de los
ningún límite en nombre del optar por imponer a las implacable: más vale trabajar en anuncios de neón devora los
interés colectivo, en nombre del empresas la «reparación» de reparar —y hacer consumir combustibles fósiles arrancados
derecho de las generaciones los lugares... a poco que la reparaciones— que abstenerse del corazón de la tierra para,
futuras a la herencia común de presión de la opinión pública de contaminar (y dejar que la una vez quemados, irse a
la humanidad: un planeta lo demuestre indispensable. gente respire gratuitamente el saturar la atmósfera de gas
habitable. Pero el fordísmo Las empresas no están aire puro). carbónico, compuestos
también, po'rquc fue un necesariamente en contra a Pero estos costes de azufrados, metano y protóxido
«productivismo». priorí, siempre que la regla se descontaminación añadidos a la de nitrógeno! ¡Qué más da si las
Un régimen de imponga a cada una de ellas producción vienen a agravar centrales nucleares acumulan en
acumulación capitalista basado (lo mismo que el respeto de todavía más la «crisis de la su corazón residuos radioacti-
en el crecimiento intensivo, la los convenios colectivos). No oferta». A una distribución cada vos con los que las
producción masiva para un tienen más que hacer'pagar vez más difícil del valor generaciones futuras no sabrán
consumo masivo, tiene como luego al cliente ese trabajo de producido entre el consumo de qué hacer, si es que esas
lógica «producir» al máximo y «reparación». los asalariados y la ganancia de centrales no nos han estallado
hacer consumir al máximo. En Durante la edad de oro las empresas, el coste de en la cara hasta entonces! ¡Qué
realidad, esto no es más que una del fordismo ¡nadie pensaba reparación de los daños viene a más da si, para convencer al
tendencia fundamental del en ello! ¿Quién habría estado sobreañadir (aparentemente) golden boy o al analista progra-
capitalismo, desmultiplicada en dispuesto a pagar más caro su una carga inútil, un lujo mador que cambie de
este tipo, derégimen, que halla bienestar, con el fin de que se inoportuno en período de crisis aftershave, se le fabrican
en el'consumo masivo su salida repararan los daños y paro. En resumidas cuentas, aerosoles con cloro-
principal. Pero existe también ocasionados por la producción habrá que elegir: el empleo, o la lluorocarbonos que poco a poco
en esos,regímenes de los países o el consumo, a veces a miles ecología. Este estúpido dilema destruyen la capa de ozono
del Este (que, por lo demás, de kilómetros, a veces contribuirá a dividir a los estratosférica! «¡Todo para la
algunos llaman capitalismos de decenas de años antes nuevos movimientos sociales exportación!». Y ¡mala suerte si
Estado) donde la máxima amplia y duraderamente. Y esta a los pies de la meseta de,Sao
acumulación de medios de de que el deterioro :se división actuará en beneficio Paulo, entre el puerto y la
producción es el motor del perceptible? Desde comienzos del liberalproductivismo. Hasta montaña, una humanidad
desesperada chapotea en una suerte si la soja y la caña de accidente (una zona inmensa El desafío que se ha lanzado a sí
laguna cubierta de fuel, entre azúcar agotan los suelos evacuada, consecuencias mismo es hoy hacerse cargo del
los vapores de la goma, los después de haber eliminado a incalculables). Ahora bien, lo destino del planeta entero, en
polvos minerales y los gases del los pequeños campesinos y los nuclear «sólo» produce él 6% vez de construir su porvenir de
craqueo con vapor! ¡Mala de la energía mundial. ¿Cuál especie con el saqueo del resto
cultivos de plantas comestibles! ¡Mala suerte si al arrasar las selvas del sería la frecuencia de los del universo. La humanidad está
Amazonas se priva al planeta del pulmón que convertía de nuevo en Chernóbil y de los Threc Miles hoy destinada a un progreso «a
oxígeno el gas carbónico de los coches y de las fábricas del Norte! Island si lo electronucleár se fondo»: a un aumento de
¡Después de nosotros, el diluvio! Como decía el propio Keynes, generalizase? organización, de reflexión, de
y de la democracia directa? humanización de la naturaleza.
¡«a la larga, todos habremos desaparecen bajo las aguas y que
En realidad, el No es la primera vez. Ya a
muerto»! los cultivos retroceden ante los
productivismo que, por mediados del siglo xiv, el
Y ahora, Keynes ya ha desiertos. Uno tendría ganas de
imitación o bajo presión de la modelo de desarrollo del
muerto, y nosotros seguimos decir: «Si eso continúa...», pero
deuda, se ha difundido por feudalismo europeo topó con esa
empantanados en «a la larga». teme oír que se responda: «No,
todo el planeta ha saturado barrera. En las formas de
Igual que la deuda financiera, la para cualquier defensa, ya es
nuestro ecosistema y ha organización social y con los
deuda ecológica se paga un día, demasiado tarde».
acortado prodigiosamente el conocimientos de la época,
y ahí no hay moratoria. Ya las Que se calibre bien la
tiempo disponible para Europa, sobrecargada de una
lluvias acidas están matando los gravedad del atolladero. No es
Cualquier solución parcial se ha población campesina famélica,
bosques. Ya se está agrandando una desafortunada elección de
vuelto ilusoria. Como un cáncer había agotado las reservas de su
el agujero en la capa de ozono técnica lo que está en juego.
que se generaliza, haciendo territorio. En unos pocos
ionosférica, que protege la vida Frente a los riesgos generados
fracasar las curas localizadas, la decenios, asolada por las
terrestre de los rayos ultra- por la producción de energía
crisis ecológica evidencia la guerras, el hambre, la peste,
violetas. Ya los gases de por combustión (incluso no
interconexión, el carácter cada perdió más de un tercio de su
combustión, por efecto de más riesgos: la certidumbre de
vez más complejo de todos los población. Al cabo de dos siglos
invernadero, están recalentando una catástrofe), se ha visto, por
subsistemas que el pensamiento (la «gran fluctuación
la atmósfera, agrandando los ejemplo, que el «lobéry»
funcionalista del productivismo bisecular».de la que hablan los
desiertos, derritiendo los hielos nuclear se despabilaba: «iEsa
había procurado aislar, tratar historiadores), había recuperado
polares, subiendo el nivel de los es una energía que no hace
aparte: un tiempo pata producir y su población y su nivel de vida.
océanos, condenando Venecia, humo!» Pero el recuerdo
un tiempo para consumir, un Entonces, la revolución agraria
condenando Bangladesh. Y eso vergonzoso de Cher- nóbil nos
tiempo para estropear y un le permitió continuar su
en el transcurso de medio siglo. recuerda los riesgos
tiempo para reparar... La progreso. ¡El Africa saheliense
Los niños que nacen hoy verán gigantescos que la tecnología
ecología, que hace poco era la nunca tuvo esa oportunidad!
que los rayos ultravioletas que- nuclear hace cernerse: pocos
«periferia» de la economía, ¿Esperaremos a que el sida,
man su piel al nivel del mar, accidentes, pero enormes
ocupa hoy dircctamciiie el las catástrofes climáticas y las
verán que las planicies costeras consecuencias poicada
centro del problema. explosiones nucleares hayan
Que tampoco se incriminen fallos particulares de tal o cual or- Y que no se me haga decir liquidado la deuda contraída
ganización humana. Cuando, ocurrió el accidente químico de Bho- pal, que cualquier progreso sería hoy desde comienzos de este siglo?
dijeron: «Bueno, es elTercer Mundo...». Después de Seveso, dijeron: imposible, que el «asombro del ¿O asumiremos nuestras
«Bueno; es Italia, no hay Estado...». Después de Chernóbil: «Sí, es la universo» habría llegado a una responsabilidades para con
burocracia soviética». ¿Y cuando laboratorios Sandoz de Basilea asesinó el barrera, a un obstáculo nuestro entorno y las
Rin? ¿En Suiza? ¿El68país de los relojes de precisión 69
insuperable para Ja extensión de generaciones futuras? Es el gran
su genio creativo. Al contrario. problema de la «bifurcación
ELEGIR LA AUDACIA LA CRISIS ECOLÓGICA

histórica», de la encrucijada, de
finales del siglo XX.

Comentarios de 1996

Evidentemente, los temas de este


capítulo se han vuelto
sumamente populares con la
Conferencia de Río de 1992.
Sobre ésta (y sus consecuencias),
ver la edición inglesa del
presente libro (Towards a New
Economic Order?) y mi libro
siguiente (Veri Esperance.
L'auenir de l’écologie politique,
La Découverte, París, 1993;
trad.-inglesa: Green Hopes,
Polity Prcss,
6
LA HORA DE LA ALTERNATIVA

I-

A mediados de la década de los


ochenta, el camino parecía abierto para
el liberalproductivismo. En todas partes,
los compromisos fordianos eran
repudiados. «Lo antiguo» estaba bien
muerto. En Francia, el Partido
Comunista había pasado a la oposición,
y el equipo de Fabius metía
resueltamente al gobierno socialista en
una forma de liberalismo que procuraba
mantener lo más humano posible. La
derecha, desde los ex-gaullistas hasta
los ex-democristianos, entonaba el
himno al reaganismo.
La aparición de consignas del tipo
«La Francia que gana» en el imaginario
electoral de la campaña de marzo de
1986, desde el PS hasta la derecha,
reflejó una convergencia bastante
general hacia ese paradigma (con su
«izquierda» y su «derecha», como
siempre). El PCF expresó claramente su
voluntad de no adherirse a ello. Pero su
hermoso lema («Sobre todo, no
resignarse») no presentaba en realidad
ninguna perspectiva. Pues ya no
significaba «Por lo menos, habremos
intentado» (consigna de los modelos
jóvenes que aspiraban a la hegemonía),
sino simplemente la desesperación de
7
3
6
«lo antiguo que se muere», y se
extinguirá con el último obrero
profesional en la última fábrica de la
Seine-Saint-Denis. Como se había
previsto, las elecciones dieron una
mayoría aplastante para la derecha, con
una importante proporción (10% de los
votos) en su seno para la extrema
derecha reaccionaria y xenófoba. La
derecha «no extrema» pensó pues poder
aplicar plenamente su programa, es
decir, la versión de derecha
(explícitamente reaganiana) del
paradigma liberalpro- ductivista.
Para sorpresa general, vio que ante ella
se levantaba la juventud,

7
3
ELEGIR LA AUDACIA LA HORA DE LA ALTERNATIVA,

a la que se creía despolitizada, o adherida a los ideales del liberalismo revolución del liberalproductivismo, lejos de reflejar un consentimiento
económico («cada uno en su casa»). En realidad, un observador atento habría positivo, sólo expresaba, por lo contrario, la ausencia de un consenso sobre
tomado en cuenta el éxito que habían tenido entre los jóvenes los valores fundamentales, sobre la vara para medir divergencias secundarias.
movimientos antirracistas (como «Touche pas á mon bre de 1986 reclamando ¿República centrista? ¿Fin de la anomalía francesa, de la guerra franco-
pote» («No te metas con mi colega»]) o las campañas de solidaridad francesa? Afirmo que durante las manifestaciones comunistas contra
con el Tercer Mundo, exaltadas por cantantes humanistas. Frente al Ridgcway-la-Pesrc durante la Guerra Fría. ¡Francia estaba más unida, en
establecimiento autoritario de una selección para el ingreso a la cuanto al fondo, sobre lo que quería de sí misma! Hoy, la sociedad francesa
Universidad, un millón de jóvenes se echaron a la calle en noviem está tan dividida como en Estados Unidos o Gran Bretaña entre los
«Igualdad». Hicieron retroceder al poder, no sólo en el frente de la abandonados y los ganadores. El abstencionismo o la locura racista reflejan la
Universidad, sino, con el impulso de ello, en otros proyectos represivos, misma desesperación frente a una Europa sin alma, una formación sin salidas,
contra los inmigrantes y contra los drogatlictos. Esta victoria dio la señal a una modernización sin significación. «Lo antiguo se muere y lo nuevo no
una cascada de huelgas largas, duras, autogestionadas, en los servicios consigue salir a luz, dice la célebre frase de Gramsci, y sigue: en este
públicos. Huelgas que, por falta de objetivos claros y precisos, se claroscuro surgen los monstruos».
deshilacliaron con resultados moderados. Frente a los monstruos, la única respuesta eficaz es un nuevo proyecto.
Estas rebeliones expresaban fundamentalmente los mismos valores que Un.proyecto que proponga a la colectividad dividida un porvenir solidario,
las del período sesentayocheño: autonomía y solidaridad. Pero, en 1968, los dando a cada cual su lugar y la esperanza de alcanzar su pleno desarrollo. Un
movimientos afrontaban un Estado tecnocrático omnipresente. Reivindicaban proyecto que afronte los riesgos y peligros, sin maximalismo ni resignación.
primero la autonomía («encarguémonos de nuestros asuntos») y luego la Este proyecto, esta visión' del mundo, existe en estado difuso, no
solidaridad. Las rebeliones de 1986 se enfrentaron con un enemigo diferente: sistematizado, en una parte importante de la sociedad francesa. Pero los
el liberalproducti- vismo. Reivindicaron primero la igualdad (contra el partidarios de tal alternativa estuvieron, en estas elecciones francesas (como
mercado y el liberalismo económico) yluego la voluntad de autonomía y de en todas partes, en Europa, desde comienzos de la década de los ochenta), más
libertad. Pues el liberalproductivismo se diferencia del paradigma for- divididos que nunca. Muchos votaron por el PS, «porque, a pesar de todo...»,
produjo una impresionante convergencia de los tres grandes candidatos, por el PCF, «porque, por lo menos...» y algunos por cientos se dispersaron
jaeques Chirac, Raymond Barre y Frangois Mitterrand. Como si la entre candidatos más acordes con sus aspiraciones profundas, pero que no
diano en que ya no es un organicismo... pero sigue siendo tan «jerárquico» supieron unirse: el ecologista Antoine Waechter y el (no muy) «nueva
como aquél, en el sentido de que excluye de los manejos de la «libre izquierda» Fierre Juquin.
empresa» a la inmensa mayoría. Francia, desde entonces, está enredada en sus «quehaceres», mientras
Frenada así en su impulso la versión de derecha del, liberalpro- que la Comisión de Bruselas se ocupa de las nuevas reglas del juego...
ductivismo, las elecciones francesas de 1988 se presentaron con mejores Supongamos incluso que esto fuese un bien, que ei nuevo modelo será
auspicios. La quiebra financiera mundial de octubre de 1987 hacía resaltar europeo o no será. Pero ¿quién decidirá lo que deba ser Europa? SÍ Europa ha
las dificultades más generales del modelo. Y sin embargo es en el terreno de ser la futura nación, ¿quién decidirá lo que la fundamente?
de un liberalproductivismo centrista donde se A esta pregunta, la alternativa responde: la democracia, y no el
economía hubiese cerrado en adelante el abanico de las opciones mercado. Paradoja que no la es: ser alternativo hoy significa, en primer
democráticas en torno a una resultante mecánica de sus «leyes inmutables»: lugar, ¡oh, blasfemia!, que existe una alternativa, que hay opciones que
Europa, la formación, la modernización. hacer. Que la democracia, el debate, el voto tienen todavía sentido en la
Naturalmente, venció el más humano (y el más humanista) dé los tres época del mercado y de la técnica omnipresen-
candidatos. Pero con un gigantesco saldo: más de un tercio de los votantes
rechazó el «amplio centro», sin contar el abstencionismo, que ya no dejaría
de crecer y mejorar en las siguientes elecciones. Y sobre todo, el 14,5 por
ciento de Jean-Marie Le Pen en la
extrema derecha, el partido del miedo y de la exclusión, del odio racial y de
los fantasmas irracionales. El «silencio de las ideologías», es decir, la fría
fes. Que hay nada menos que motivo para optar, p * luchar, para hacer compromiso fordista.
compromisos. Y sin embargo, en calidad de nuevo modelo presentado como
Pero ¿y más positivamente? ¿Qué opone la alternativa al viejo paradigma «progreso», la alternativa toma el relevo de lo que antaño fueron el liberalismo
fordiano que se muere, al paradigma liberalproductivista que se esfuerza por del siglo xvin, el radicalismo del siglo xix, el socialismo y el comunismo. Más
salir a luz? De ninguna manera el rechazo del progreso técnico, pero desde profundamente: su base social inicial deberá reagrupar a los oprimidos, a los
luego el rechazo d,e aceptar este progreso como valor en sí. Tres temas humillados y a los explotados, en rebelión contra relaciones sociales
definen la vara para calibrar cualquier «progreso» y cualquier política: la enajenantes: mujeres; trabajadores víctimas de la reestructuración o de
autonomía de los individuos y de los grupos, la solidaridad entre individuos y tecnologías desvalorizadoras; parados y precarios; juventud multicultural de
grupos, y la ecología como principio de las relaciones entre la sociedad, el las ciudades y sus suburbios; campesinos endeudados o «fuera de las normas»,
producto de su actividad, y su entorno. etc. Es, pues, la continuación de todos los movimientos emancipadores. En
Así pues, a la crisis del paradigma fordísta, la alternativa responde: este sentido (en sentido histórico), la alternativa es una «nueva izquierda». Lo
— Transformación de las relaciones entre las personas en el trabajo,
que, trasladando la situación, le plantea los mismos problemas que se le
hacia un mayor dominio de los productores sobre su actividad;
plantearon, por ejemplo, al socialismo, y luego al comunismo, durante la III
— reducción de la parle de! tiempo dedicada al trabajo asalariado, y, por
República francesa. Problemas externos: su relación con las'fuerzas políticas
consiguiente, regresión de las relaciones mercantiles en el consumo y en los
ratos de ocio, en beneficio de la creación líbre; situadas en la izquierda de los modelos rivales: el partido comunista en la
— elección sistemática de las tecnologías más ecológicas, es decir, las izquierda del paradigma fordiano, el partido socialista en la izquierda del
menos predatorias con respecto a los recursos naturales, reciclaje lo más liberalpro- ductívismo. Problemas internos:Aa convergencia de quienes
completo posible de los subproductos de la actividad humana, restauración de provienen de la izquierda dél antiguo modelo y de quienes rechazan
los baldíos industriales y urbanos, etc. radicalmente el antiguo modelo, desde puntos de vista variados, por lo demás;
— transformación de las relaciones sociales no salariales en el sentido para simplificar: el arco iris de sindicalistas autogestiona- rios, feministas,
deja regresión de las jerarquías, y primordialmente en el sentido del feminismo ecologistas, innovadores sociales.
y del antirracismo; Por razones que he expuesto en el capítulo anterior, creo que hoy, en
— transformación de las formas de solidaridad en el seno de la Europa, el Jugar de esta convergencia no está en torno a una clase
colectividad nacional, desde un reparto puramente monetario hacia la socioeconómica particular, sino en el seno de la ecología política. No a causa
subvención de actividades autoorganizadas y de utilidad social negociada; de la calidad de las fuerzas que Ia.representan en tal o cual país, sino a causa
. —evolución hacía formas de democracia básica, más «orgánicas» y de la amplitud del marco en que permite plantear la complejidad de los
menos delegatorias; problemas que hoy debe afrontar la humanidad.
— impugnación de las relaciones desigualitarias entre las diferentes Pero a las personas que buscan una salida alternativa se las encuentra
colectividades nacionales, hacia relaciones mutuamente ventajosas entre en todas las fuerzas políticas de la antigua y de la nueva izquierda. Se las
comunidades más autocentradas. encuentra sobre todo «en otros lugares», entre quienes ya no creen en la
En los capítulos siguientes desarrollaremos las bases de lo que podría ser política, pero quieren todavía «hacer algo», «ver el final de sus actos»,
una «economía alternativa». No hablaremos ni de las formas de Estado «hacerse cargo de su vida». Es de sus voces
implícitas en el paradigma alternativo, ni de las nuevas relaciones entre los
sexos, ni de las modalidades de la transición entre el modelo fordiano y el
modelo alternativo. Pero sí quisiera precisar primero el lugar de la alternativa
en el contexto del actual campo político francés (y, en general, en los países
procedentes del fordismo).
En primer lugar, como nuevo paradigma, la alternativa no se sitúa en la
polariza*, i derecha-izquierda propia del paradigma anterior (fordiano). Si la
alternativa así definida conquista, dentro de veinte o treinta años, el puesto de
«paradigma hegemónico», con relación al cual se sitúen las fuerzas políticas
en el lindero del siglo xxi, tendrá entonces su propia derecha, su centro y su
izquierda. Pero no puede situarse «en la izquierda de la izquierda» si en el
segundo caso del término por «izquierda» se entiende la izquierda actual (o,
más bien, la izquierda de la década de los setenta), es decir la izquierda del
76 77
ELEGIR LA AUDACIA

entremezcladas, de su reflexión reunida en veinte años de militan- tismos


diversos, de lo que voy a intentar presentar una síntesis económicamente
coherente, en los capítulos siguientes. Sabiendo que lo nuevo, si sale a luz,
no será más que un nuevo compromiso con las tendencias del propio
sistema a huir de las trampas del liberal- productivismo. La alternativa
realmente existente a comienzos del siglo xxi no será más que un reflejo—
pero ya un reflejo— de sus sueños, de ese sueño que la humanidad tiene en POR UN NUEVO PACTO SALARIAL
la cabeza y que necesita conocer para poseerlo realmente...
Para dar ese paso adelante es preciso responder claramente a la agenda
que nos fíjala crisis misma: la crisis del trabajo, la crisis del modelo de
consumo, la crisis del Estado de bienestar, la crisis ríe las relaciones
internacionales.

En el centro de la crisis actual está la crisis del trabajo. La crisis del


taylorismo y de la mecanización a ultranza. La crisis de la implicación
paradójica del trabajador. Ningún proyecto alternativo puede soslayar este
problema, «abandonar una parte para no perderlo todo», dejar la solución
de la crisis del trabajo asalariado a los directivos de empresa, replegarse á
las márgenes para inventar allí otra manera de vivir. Primero, porque el
trabajo asalariado ocupará durante mucho tiempo todavía la mayor parte del
tiempo de vigilia de la aplastante mayoría de la población. Esimportante
experimentar, desarrollar otros modos de vida, y volveremos a hablar de
ello. Pero si los grupos dominantes imponen su solución en ese terreno
decisivo, la lógica de esta solución se impondrá al resto de la sociedad. La
crisis del trabajo no es el único reto que debe afrontar la alternativa. La
nueva relación entre los sexos que exige la inconclusa revolución feminista
es, por ejemplo, una cuestión igualmente importante. Pero el modo como se
resuelva la crisis del trabajo influirá también en la relación entre los sexos.
La electrónica, la informática no son en sí mismas soluciones a la
crisis del trabajo. Hemos visto cómo el liberalproductivismo pensaba sacar
partido de las nuevas posibilidades técnicas, presentando dos modelos de
relación salarial, el «neotaylorisnio» y el «modelo californiano». En
realidad, estos dos modelos son más bien la aplicación de un modelo más
general en dos segmentos diferentes del conjunto de los asalariados.
«Neotaylorismo»: es la máxima eliminación de cualquier implicación de la
parte de ejecutantes que tienen el vínculo mas débil posible con la empresa.
«Modelo califor-
A POR...VN NUEVO PACTO SALARIAL

níano»: es la negociación individual de la implicación de aquellos asalariados El compromiso de la implicación negociada


que tienen necesariamente un papel activo; por 1Q menos, los «diseñadores».
Frente a este modelo de dos caras, los resultados y las críticas se Este modelo «kalmariense» representa un gran paso adelante. Es heredero de
acumulan, en el campo patronal inclusive. Los investigadores y empresarios toda una tradición socialdemócrata. Pero representa un compromiso diferente
japoneses alaban, con toda lá autoridad que les confiere la extraordinaria de la vieja socialdemocracía. Lo que hoy se negocia colectivamente entre el
supremacía de su industria, la superioridad de sus formas de organización del sindicato y los mandos de la empresa (y poca importancia tiene que se trate de
trabajo: los círculos de calidad, para movilizar la destreza y la imaginación de empresas privadas o públicas) es nada menos que el compromiso de los
los ejecutantes en la mejora de la productividad y el control de la calidad; el trabajadores directos de implicarse colectivamente, con su imaginación, su
método «Kanban», para implicaren tiempo real al conjunto del personal en la capacidad innovadora, su habilidad y su destreza adquirida, no sólo en la
gestión de los flujos dentro dfe la empresa, e incluso entre las empresas; el regulación del proceso de trabajo a lo largo de los minutos, sino también en la
«asociacionismo», las «alianzas estratégicas» entre las empresas, para poner sistematización colectiva de la destreza: esa tarea que Taylor había reservado
en común los esfuerzos de investigación, coordinar la espe- cialización de las al departamento de métodos.
empresas, etc. Suecia, Alemania Federal, Italia del Norte practican a su vez «¡Imposible para trabajadores embrutecidos por decenips de
formas de este nuevo espíritu industrial. Sí, «incluso» Italia, cuyos éxitos no taylorismo'.». «¡Ambición utópica!». «¡Compromiso definitivo con la lógica
se explican por el mito propagado con complacencia en Francia de una patronal!»... En el concierto de clamores (totalmente contradictorios) que
economía subterránea que produciría sin legislación social jerseys o acero suscita tal perspectiva se mezclan los temores completamente realistas de
eléctrico, sino, muy al contrario, por lo menos en las regiones del Norte, por sindicalistas agotados («Los muchachos no están dispuestos a pelear por eso»)
una calidad de organización la mayoría de las veces negociada con el sindica- y la hostilidad por principio, para con cualquier discusión con el «adversario»,
lismo. ya sea de parte de los «anticapitalistas puros y duros», ya-sea de parte de la
Por el contrario, en los países donde triunfa el culto de las máquinas, de fracción más despreciados del empresariado y de la dirección de las empresas.
la jerarquía, el desprecio de la destreza de los operadores y.de las exigencias Lo digo muy claramente: el movimiento sindical, los asalariados y todas
sindicales, se alzan advertencias cada vez más numerosas, una vez más, en los las fuerzas que aspiran a una alternativa progresista al for- dismo en crisis
círculos patronales inclusive. Numerosos artículos en la revista de la Harvard pueden y deben aceptar este reto, emprender resueltamente esta revolución
Busíness School y en Francia el Informe Dalle, el Informe Riboud' fustigan las antitayloriana. Lo pueden: lo digo como economista. Porque una parte del
«escorias del taylorismo». s
empresariado (la que tiene más posibilidades de «ganar», por lo demás)
Desgraciadamente, así como el «fordísmo en una sola empresa» era muy emprende ya este camino. Porque de ningún modo se trata de una utopía
poco realizable, del mismo modo la negociación de un nuevo pacto salarial insensata. Lo deben: lo digo como ciudadano comprometido. Porque las
empresa por empresa es bastante problemática. La General Motors intentó nuevas aspiraciones que no han dejado de fermentar desde mayo de 1968 se
negociar con sus sindicatos una imitación del modelo japonés, el proyecto juntan aquí con la tradición secular del movimiento obrero, oculta por el
«Saturno», pero la ambición disminuyó a lo largo de los años cuando se trató compromiso fordista. Porque un pacto para la implicación negociada sería un
de la aplicación. En Suecia, por el contrario, en una sociedad que nunca paso hacia los objetivos históricos de la emancipación del conjunto de los
renunció a reconocer los intereses propios de los asalariados representados por asalariados, hacia la recuperación, por los trabajadores, del dominio'de su
su sindicato, donde las mujeres ocupan su lugar en la vida económica y social, actividad creadora, hacia una sociedad más democrática, autogestionada.
la fábrica de Volvo en Raimar materializa la posibilidad de un nuevo gran Porque me parece inaceptable e irreal «abandonar una parte para no perderlo
compromiso, desde el taller. todo» tratándose del trabajo heterónomo y enajenado, esperando que un
asalariado que • haya aceptado una vida de robot o de arribista treinta o
1. Informe Ribotid, Modertusatioiu mocle d’emploi, UGE, París, 1987. cuarenta horas a la semana sea, en su tiempo libre, un consumidor ecologista
y un ciudadano solidario. Porque una reforma intelectual y moral

80 81
ELEGIR LA AUDACIA POR UN NUEVO PACTO SALARIAL

de la organización del trabajo que j > ; movilice la inteligencia humana siendo el celoso guardián de este compromiso retrógrado.
en el aprendizaje del dominio de Así pues, si en nombre de la productividad, de la adaptación a las
procesos complejos y de la responsabilidad para con los usuarios sería un nuevas tecnologías, de la búsqueda de la calidad (la calidad óptima), el
paso adelante en la humanización del género humano y de la naturaleza. empresariado y las tccnocstructuras optan por rcunificar lo que Taylor había
Pero sólo un paso, y sólo un compromiso. Sería totalmente abusivo separado, si devuelven a los ejecutantes voz y voto en el tema del diseño,
hablar de autogestión, poder obrero o democracia salarial. Durante responsabilidad en la gestión productiva, entonces piden a su personal que
decenios, tal vez siglos todavía (el amigo Andró Gorzdice «por siempre», realicen para ellos un trabajo más rico, más complejo, y lo ponen en
pero creo que exagera), la organización del trabajo social tendrá la forma de situación de exigir contrapartidas.
relaciones mercantiles entre empresas, cuyos directivos (incluso Tal es quizá precisamente la principal objeción (o el principal
funcionarios, incluso elegidos por los asalariados) tomarán sus decisiones obstáculo) para la posibilidad de una implicación negociada entre el
en función de los mercados, de la ganancia que esperan de ellas, e conjunto de los asalariados y la dirección de la empresa. Después de haber
impondrán el camino que hay que seguir a asalariados cuya capacidad de rechazado virtuosamente hasta la idea misma de tal implicación «al servicio
trabajo habrán alquilado. En este sentido, el productor seguirá de la empresa o de la dirección», ciertos sindicalistas, dándose cuenta del
estandodoblemente «enajenado» con relación a su actividad: producirá considerable cambio de la relación de fuerzas que representaría, invierten
todavía para el mercado y bajo la autoridad de unos mandos. La libre completamente su argumentación: «Pero ilos patronos nunca querrán! ¡Con
asociación de comunidades que deliberan regularmente sobre lo que ello perderían cualquier autoridad! No tenemos fuerza para imponerla, y si
necesitan producir para sí mismas y cómo: eso seguirá siendo sin duda la tuviésemos, ¿por qué habría que atenerse a un compromiso?».
siempre una «utopía». Pero una utopía es también un norte, y la implicación Ignoremos el infantilismo de esta última pregunta. La historia nunca
negociada es un paso en la dirección que señala. No es la democracia, avanza conforme al principio del todo o nada. En cambio, la primera
salarial, pero ésta sería inconcebible para asalariados que se ¡negaran a objeción plantea un verdadero problema. En los países donde el fordismo se
hacerse cargo de la reflexión sobre la organización del trabajo. ha desarrollado en sus formas más bárbaras, toda la cultura patronal, toda la
Bueno, pero es también un compromiso. ¡Claro que cualquier tradición de organización, todos los hábitos de los mandos inferiores militan
empresario, cualquier director, acogería con entusiasmo a asalariados en favor del neotaylo- rismo. Lo que explica el fracaso sumamente
dispuestos a implicarse en cuerpo y alma para la mayor gloria de su empresa frecuente de los «círculos de calidad», «trabajo en módulos» y otras
o su servicio! Si el movimiento taylorista optó por censurar esta posibilidad, experiencias de «gestión participativa» en Francia, Gran Bretaña y Estados
fue por razones políticas. Razones de micropo- lítica (como las del taller o Unidos. El único argumento que puede inducir a la dirección de la empresa
de la oficina), razones de macropolítica (referidas al Estado). Pues, a emprender el camino antitayloriano es... el éxito de los competidores
naturalmente, colectivos de trabajadores dueños de la organización de su japoneses, alemanes o suecos que han emprendido este camino.
trabajo, activos y conscientes de su papel decisivo, están necesariamente Pero las direcciones sindicales, como la de la CFDT, que, en nombre
inducidos a contestar, en posición de fuerza, el control de los directivos de este argumento, se han contentado con exhortar a los patronos a ser
sobre la intensidad de su trabajo, la utilidad de sus productos y, sobre todo., modernos y «conscientes de sus intereses» se han topado contra una pared.
el reparto del valor añadido. Y una clase asalariada consciente de sus Más «modernistas patronales» que los patronos mismos, han desorientado a
capacidades gestoras podría abrigar ambiciones políticas, a nivel de la su basé sin obtener nada del adver-
dirección de la sociedad. El movimiento taylorista no estuvo dirigido sólo
contra la «gandulería» de los obreros profesionales que trabajaban «a su rit-
mo» (puesto que, precisamente, «lo que hacían no corría prisa»), sino
también contra las ambiciones de una clase obrera consciente de sí misma,
contra la idea peligrosa y muy difundida en Europa, desde 1917 hasta 1936,
de que «quien puede dirigir las fábricas puede dirigir el Estado».
Y eso fue quizá el mayor éxito del taylorismo: con la pérdida del
dominio de los procesos productivos, esta clase perdió cualquier ambición
autogestionaria. En cambio, obtuvo el Estado de bienestar y la sociedad de
consumo... Hoy, cierto sindicalismo, como Fuerza Obrera en Francia, sigue
V1A PO-’I-.UN nuevo PACTO SALARIAL
gario. Como ha mostrado Ríanne Mahon 2, es allí donde el sindicalismo era «Se interrumpieron los grupos de calidad porque los muchachos
muy fuerte y proclamaba sus exigencias, en el Japón de las «grandes desarrollaban ideas peligrosas pata los patronos. Todos los muchachos tienen
ofensivas de primavera», en la Alemania de la DGB, la Suecia de la LO y la cosas interesantes que decir sobre su tramo...».
Italia del «otoño caliente», donde se pudo (pero no .siempre) forzar a los Sí, todos... pero quizá no tanto como para hacer de ello siempre un
pairónos ¡i opciones no tayloriauas. En 1984, cuantío la Confederación objetivo de lucha, la base de una relación de fuerzas. Bertrand Schwartz ha
Francesa Democrática del Trabajo, renunciando a todas sus recuerdos mostrado (con jóvenes, bien es verdad) que el trabajador menos cualificado
«sesentayocheños» e incluso a la bicha por la reducción del tiempo de podía implicarse en el dominio de procesos complejos siempre que se
trabajo, entonó el himno a la «modernización», la IG Metal! (ía Federación cambiase la organización del trabajo. Pero como observa el militante de la
de los metalurgistas alemanes) estaba lanzando la consigna «Mensch muss Michelin: «La democracia no se decreta. La gente no está acostumbrada.
bleiben» («El ser humano tiene que quedar») y preparaba una nueva ofensiva Mira las leyes Auroux4: son insuficientes, pero todavía están por encima del
por la reducción del tiempo de trabajo sin reducción de salario. Hoy, la nivel medio de los trabajadores. Una buena ley no habría dado mejores
Industria alemana hace disponibles excedentes gigantescos trabajando treinta resultados».
y siete horas a la semana por salarios de poder adquisitivo muy superior al de Es completamente cierto. En la Renault-Flins, la CFDT había luchado
los obreros franceses ... o japoneses. por la implicación colectivamente negociada. Había conseguido cursillos de
Sin una bicha consciente y colectiva de los ‘asalariados, la mayoría de especialización abiertos para todos, que permitían ascender en seis meses a
los patronos y de las direcciones administrativas elegirá el neotaylorismo, y «conductor de automatismos», con un aumento de salario de casi la mitad.
la minoría «modernista» negociará individualmente la implicación de los Pero la mayoría de los obreros no quisieron «volver a la escuela»: de hecho,
trabajadores,, o la impondrá, saltándose los sindicatos. Un sindicalismo que fueron los sindicalistas, es decir, ya «ciudadanos'activos de la empresa», aun
renunciase a fijarse los objetivos de la implicación colectiva y de sus cuando fuesen obreros sin cualificación, quienes acapararon las plazas.
contrapartidas, con el pretexto de una relación de fuerzas «desfavorable», Conocí a uno de ellos, un africano. Especializado así por la empresa, asistió
puede igualmente renunciar a luchar por el empleo, los salarios o las a los cursos de economía y gestión organizados por la CFDT para los
condiciones de trabajo. A la larga será barrido por un sindicalismo «de-.la delegados a los comités de empresa (en virtud de una de las leyes Auroux).
casa» y de «simpáticos animadores» que negocian directamenteda Y acabó... ¡poniendo en marcha su pequeña empresa!
implicación individual de los asalariados. ' La anécdota es muy significativa. No hay una diferencia radical de
Michel Cardoze hace resaltar claramente la dificultad ^lel problema3. paradigma entre las formas de «espíritu social de empresa» que
En la Michelin, en Clermont-Ferrand, la dirección, tomó la iniciativa de los : encontramos, por ejemplo, en la mecánica de precisión de la Emilia- '
círculos de calidad y el sindicato CGT saboteó la experiencia. La dirección Rómagna, donde, como decía con gracia un investigador italiano, «los
de la empresa pudo, pues, quedarse con los beneficios de la implicación de obreros se convierten en patronos y los patronos se convierten en
los asalariados. De ahí la opinión indignada de un militante comunista asalariados, sin dejar de ser comunistas», y la negociación colectiva dentro
entrevistado por Michel Cardoze: «¡Michelin se aprovecha de una aspiración de una gcan empresa sobre el control de la gestión pro-
de la gente. Así evoluciona la sociedad. Los muchachos tienen ganas de dar
su opinión y de decir lo que piensan. Ciertos camaradas dicen: “Es moda, no
4. Leyes de 1982 que otorgaron un mayor poder de negociación a los asalariados en el
hay que hacerlo”. Hasta ahora no han hecho nada al respecto, siguen logar de trabajo.
hablando de “taylorismo”... Michelin muestra el ejemplo del socialismo,
pero sólo en provecho suyo!». Frase extraordinaria: para este militante, los
empresarios pueden promover el «socialismo» (es decir, para él, una
sociedad de productores implicados), pero quedarse con todo el beneficio de
ello (es decir, las ganancias de productividad); Y tiene razón, sin duda. Pero
los militantes de Renauli- Douaí entrevistados por Michel Cardoze tuvieron
la experiencia contraria: cercaron a los «grupos de calidad»... y la dirección
se echó atrás ante la amplitud de los compromisos que había que renegociar.
2 Itiannc Mahon, «From Fordism to?»: Econoniic and Industrial Democracy, 8 (1987), pp.
5-60, Sage, Bcverly-HiUs.
3 Michel Cardoze, Noiiveati voyage d l’intérieur dú P.C.P., Payaré, París, 41986 [Michel Cardoze es un periodista ex-comunista).

84 85
ti niunao, ES necesario aumentar las rentas bajas (auhvon horarios reducidos), implica que habrá más puestos de trabajo. Habrá más parados con título, y
pero no es evidente que haya que pagar a jos que disfrutan de salarios eso es todo.
elevados tas cuatro horas extraordinarias de tiempo libre semanal. Hay que Temo incluso que el proyecto de mejorar la competitividad general de la
deliberar pues, por consiguiente, hay que luchar y negociar. economía francesa en el marco del nuevo pacto salarial mencionado en el
En L’Audace ou l’enlisement demostré que, sin modificar la parte de los capítulo anterior refuerce ese sofisma. Si todos los países competidores
beneficios, pero con la condición de que se aceptara un pacto para el hacen otro tanto (y algunos tienen ventaja sobre nosotros), el volumen
aumento de la productividad, se podía, por ejemplo, pasar en un año a las 30 general de empleo no tiene por qué aumentar. Se corre peligro de
horas pagadas como 37 como promedio (es decir, con una subida del salario encontrarse entonces —con compromisos «kalmarienses» o japoneses entre
mínimo semanal y una disminución equivalente más allá del salario medio). las empresas y los trabajadores cualificados— en esa situación de
Una medida tan radical permitiría, teóricamente, acabar de una vez con el «democracia de hombres libres» que destacan ciertos «radicales»
paro (si todos los parados pudiesen volver enseguida al trabajo, lo que no es estadounidenses1. Ahora bien, esta «democracia de hombres libres» ¡puede
así), ¡pero impondría disminuciones de ingresos tan grandes, incluso para los muy bien coexistir con un «vasallaje» de las mujeres, los jóvenes y las
salarios «medios bajos», que sin duda no conseguiría, en frío, la conformidad minorías étnicas!
de una mayoría! Una verdadera alternativa debe afrontar el problema del paro también
No tendría mucho sentido aventurarse aquí en el imposible cálculo de por sí misma, y la reducción del tiempo de trabajo es uno de sus
una ponderación «razonable». Recordemos que Alemania Occidental instrumentos. Es su dimensión «compartir el empleo», que hace ironizar a
practica una reducción lenta, pero segura, de la jornada de trabajo sin dejar algunos. «¡Cómo!, dicen. ¿Es el número de horas trabajadas un dato
de aumentar ligeramente el poder adquisitivo de los salarios. Pero esta intangible? ¿Lo puede un país tener la ambición de aumentar su actividad?»
Alemania es un caso aparte: al perder el 30% de su población cada Examinaremos más adelante en qué condiciones puede esta ambición ser
generación, pronto habrá resuelto por simple caída demográfica cualquier efectivamente legítima. Señalemos enseguida que la ambición no es el éxito.
problema de paro; ya se enfrenta con el problema inverso: ¡hacer llegar e El empleo total en un país es la suma de los empleos que corresponden a la
integrar a inmigrantes cualificados! Tal estrategia gradualista no conviene lógica de la rentabilidad (esencialmente: el sector mercantil) y de los
desde luego a un país como Francia, que ho tiene ninguna esperanza de que empleos que escapan a esta lógica (el sector público o ampliamente
se reduzca espontáneamente el número de su 11% de parados declarados. subvencionado). El primer término está limitado por el crecimiento de la de-
Me contentaré con exponer las razones que hablan en favor de un manda y por la competitividad, y sabemos que el equilibrio, difícil de
régimen centrado en el crecimiento del tiempo' libre, y en el próximo encontrar en el marco del librecambio mundial, es bastante independiente de
capítulo volveré a hablar de la «comunidad de bienestar». las decisiones políticas. Por lo que se refiere a los empleos públicos,
dependen de la presión fiscal admisible, es decir, de la masa de impuestos
qüc acepten pagar los electores. Soy partidario de añadir un sector de
Elogio de la reducción del tiempo de trabajo empleos «semipúblicos», es decir, subvencionados: volveré a hablar de ello
en el capítulo siguiente. Pero no hay que esperar acabar con todo el paro con
resignado un poco a «convivir» con el 11% de paro. O, cuando se quiere
este método.
dar la apariencia de que se afronta el problema «de raíz», se proclama la
necesidad de elevar el nivel general de instrucción, lo que, efectivamente, no
1. «Yeonteti Democracy». La expresión es de M. PÍOTC y C. Sabel, The Second Industrial
La primera razón mencionada, con mucha razón, Tor los partidarios de la Divide, Basic Books, New York, 1984. Los yeomen, clase de apoyo de la primera revolución
reducción del tiempo ele trabajo es la lucha contra el paro. Por más inglesa, eran los campesinos medios, entre los siervos y jornaleros y los nobles, el equivalente de
incongruente que parezca, me permito insistir. La lucha contra el paro es y nuestros «ricos labriegos».
seguirá siendo de actualidad. En Francia nos hemos

puede hacer daño. Pero es criminal prometer a los jóvenes que, sí


perfeccionan su formación, todos encontrarán un puesto de trabajo. A nivel
general dado, se tiene más posibilidad de encontrar colocación cuando se
está mejor formado. Pero si el nivel general sube, eso de ningún modo

9
7
POR EL CRECIMIENTO DEL TIEMPO LIBRE
ELEGIR. LA AUDACIA

tir de nuevo equitativamente el tesoro oculto de la mínimo.


implicación de los asalariados. Queda, sin duda, un Pura locura, incluso desde un punto de vista
problema de «inadaptación,a la demanda»: debe ser contable. Sólo la aplicación de la segunda medida
tratado como tal, y no sacrificando la parte de los (35 horas pagadas como 39) aumenta el coste
asalariados, particularmente la de los peor pagados. salarial horario en un 11,5%, si la productividad no
Cuando los asalariados del sector público pierden aumenta. ¿Cuánto cuesta la primera medida? No
el 1% de poder adquisitivo al año y los sólo el aumento de.salario de quienes ganaban en
farmacéuticos ganan el 5% al año, durante cuatro 1987 menos de 6.000 francos brutos. Una subida
años seguidos, el «consenso para el rigor» se del 25% del salario mínimo tiene grandes
vuelve un engañabobos. Mantener la austeridad probabilidades de reflejarse hasta en dos veces el
cuando se hace ostentación de la insolente antiguo salario mínimo, y concernirá por
prosperidad de los vencedores del juego del consiguiente... ¡al 70% de los asalariados, por lo
«enriqueceos» sólo puede exacerbar las tensiones. menos! Suponiendo, por ejemplo, que el salario
¿Es que por ello «todo está permitido»? Claro mínimo semanal aumente en un 30%, luego todos
que no. Si a los asalariados se les va a restituir su los salarios, con una tasa regularmente decreciente
justa parte de la mejora de su productividad, se hasta dos veces el salario mínimo (antiguo), y los
pueden imaginar tres modalidades diferentes: salarios por encima de este tope permanezcan sin
— un aumento del poder adquisitivo cambiar, tenemos un nuevo aumento de la masa
individual (a duración del trabajo constante); salarial de aproximadamente el 10%.
— un aumento del tiempo libre (a poder En cuanto a la tercera medida, es
adquisitivo igual o disminuido); absolutamente imposible de cuantificar, pues la
— un crecimiento de la «comunidad de campaña Juquin evitó claramente definir su «renta
bienestar», y, para comenzar, una creciente garantizada de 6.000 francos» (¿para una familia?,
solidaridad para con los excluidos del mundo del ¿por persona?, ¿a partir de qué edad?). Sabiendo
trabajo (enfermos, desempleados, viejos). . que la aplastante mayoría de desempicados,
Y, por supuesto, se pueden combinar las tres. jubilados, campesinos no gana el salario mínimo
Sí, pero ¿en qué proporción? Mi tesis es que, en los actual y que el conjunto de estas categorías
países capitalistas desarrollados como Francia, el representa más de la mitad de la población
modelo alternativo debe combinar preferentemente asalariada, podemos estimar en un 10% de la masa
las dos últimas. Pues no se puede tener todo. salarial actual el coste de las cotizaciones e
Durante la campaña presidencial de 1988, la impuestos que hay que recaudar para financiar tal
candidatura de Pierre Juquin, que gozaba al reforma.
principio de un gran caudal de simpatía y de En resumidas cuentas, habrá sido necesario
escucha publicitaria (fue la única entre las transferir a las rentas bajas aproximadamente el 3
«pequeñas» en ser favorecida por una gran emisión 0% de la masa salarial, o sea cerca de la cuarta
televisada), perdió su crédito por un maximalismo parte deí' producto nacional, la mayor parte del
que revelaba la incapacidad de una parte de sus saldo bruto de las empresas, varias veces su
partidarios de romper con el modelo fordiano (la beneficio neto. Se supone, naturalmente, que uno
«izquierda de la izquierda fordiana»). Su programa se ha asegurado, con una congelación de precios,
redistributivo comprendía a la vez: que todo eso no se dilapidará en la inflación, que
— subida del salario mínimo a 6.000 francos uno ha previsto igualmente un proteccionismo de
brutos (más del 25%); hormigón para que esta «reactivación» no se gaste
— las 35 horas para todos sin disminución en un raudal de importaciones, y medidas activas
de salario; de requisa para obligar a las empresas a proveer la
— un ingreso mínimo igual al salario demanda aunque produzcan con pérdida. En
resumen, que se ha impuesto una economía de
guerra, sin haber prevenido dé ello al elector.
Suponiendo además que la transición a la economía
de guerra no ha destruido ninguna instalación (por
ejemplo, en una guerra civil), uno se imagina no
obstante el desasosiego de los comisarios políticos
y consejos de trabajadores encargados de obligar a
los empresarios (o a los directores recién elegidos)
a invertir, o simplemente a conservar el mismo
nivel de producción... aunque los resultados
distribuidos ya se comen ampliamente el capital
anteriormente invertido.
Para resumir, un país como Francia puede
desde luego ofrecer un salario mínimo de 6.000
francos brutos (pero quizá no conservando la
jerarquía de los salarios), puede desde luego
ofrecerse el paso a las 35. horas (pero quizá no
garantizando el mantenimiento de todos los
salarios), puede desde luego garantizar un ingreso
igual al salario mínimo (pero sin duda no si el
salario mínimo sube a 6.000 francos... salvo
inflación, por supuesto). Pero de ninguna manera
puede ofrecerse las tres cosas al mismo tiempo.
Entonces hay que optar. Primero, por no
distribuir todo a todo
¡wuuaS) Hasta aquí hemos hablado del m~Jelo alternativo de de que una moneda fuerte genera una buena especialización industrial, cuando
organización deí trabajo (la implicación colectivamente negociada) y de la causalidad es completamente inversa), ha costado terriblemente caro, y
ciertos aspectos del modo de regulación alternativo (la garantía dinámica del cobra hoy una forma caricaturesca: «Nuestros costes de personal, ya
empleo). Ahora debemos imaginar lo que será el régimen de acumulación. inferiores, bajan todavía más con relación a los costes alemanes; por
Como ciudadano concernido respondo: un régimen basado en el crecimiento consiguiente, no hay necesidad de devaluar la moneda. Además, sería inútil.
del tiempo libre. Como economista quisiera precisar primero los límites de Los productos franceses están de todas maneras mal adaptados al mercado
esta elección. mundial, por su modernidad o calidad insuficiente».
Vale la pena detenerse un instante en estos sofismas de moda.
Podríamos traducir este discurso así: «Ya que nuestros productos son
"Ni iodo ni nada mercancías invendibles, mejor proponerlos a la venta lo más caro posible.
Además, ya que lo que cuesta a nuestros patronos hacerlos producir es ya
En mi libro L'Aiídace ou l’enliseínent, escrito a fines de 1983, insistí más bajo que lo que cuesta a los patronosale- manes, y la diferencia se
machaconamente en la «crisis de la oferra» que había cortado el paso a la acrecienta, ¿por qué habrían de renunciar nuestros patronos a su confortable
política de «reactivación por medio de la demanda popular» de los gobiernos margen y nuestros ejecutivos’a su alta remuneración?». ¡No se podría
Mauroy, de mayo de 1981 a marzo de 1983. Sin dejar de criticar expresar más claramente hasta qué punto el desprecio por el asalariado y el
enérgicamente las. consecuencias que de este fracaso habían sacado entonces desprecio por el consumidor (aun extranjero) van juntos en la ideología
los socialistas franceses (lo que ellos llamaron «el rigor»), yo hacía resaltar la media del empre- sariado y tecnocracia franceses!
realidad del problema: en 1982, la parte de la ganancia neta de las empresas, En realidad, si la producción francesa está inadaptada y es de mala
carcomida por los costos salariales, los impuestos, los gastos financieros y el calidad, hay que mejorarla, y para eso hay que movilizar a quienes pueden
costo de las amortizaciones, era cercano a cero. No había «más grano para mejorarla (los colectivos de productores), sancionando a quienes se han
moler», para hablar como Andró Bergeron (el líder del sindicato Fuerza arrogado hasta ahora el monopolio de la organización del trabajo y de la
Obrera), lo que no quería decir que no hubiese más remedio que capitular ante intermediación comercial (el empre- sariado). La «adaptación a la
el liberalproductivismo. demanda» no es asunto de aumento de beneficio, sino de política industrial
Desde entonces lian pasado cinco años. Cinco años de congelación, y basada en la implicación negociada y en la asociación
hasta de regresión de los salarios, regresión de las prestaciones sociales, empresas/Estado/investigación universitaria. Y como eso no se hará en un
racionalización de la producción. La productividad reanudó su crecimiento día, hay que resignarse a vender entretanto nuestros productos al extranjero
(por despidos del «exceso de personal», por crecimiento de la mecanización e, a un precio menos alto como promedio (es decir, a devaluar el franco,
incluso en Francia, por un mejoramiento de la organización del trabajo), reducir los márgenes, disminuir los cosres de dirección).
mientras que los salarios distribuidos, los impuestos de utilidades, las cargas La «presión exterior» ya no justifica un «rigor» que no pudo ní podía
del endeudamiento, y bastada renta petrolera, disminuyeron. La parte del evitarla. La necesidad de restituir a las empresas una capacidad de invenir
beneficio en el producto nacional bruto volvió a sus niveles de antes de la ya no impide en Francia moler el grano entrojado en forma de beneficios
crisis, tanto en Francia como en la mayoría de los páíses capitalistas desa- desde hace cinco años, y, para el futuro, repar-
rrollados. De uno u otro modo (con el ncotaylorisnio o con compromisos
«kahnaricnses»), la crisis de la oferta está hoy en regresión. Y la crisis de la
demanda está provisionalmente en suspenso por los gigantescos déficit
estadounidenses. Pero sólo provisionalmente.
El restablecimiento de la salud de las empresas no siempre es el
restablecimiento de la salud del país. El déficit comercial e incluso (¡oh,
humillación!) el déficit del comercio de bienes industriales de Francia lo
demuestran. Este resultado (la ícrccrnnmdización de la inserción internacional
de'Francia) es consecuencia directa de las opciones de los últimos quince
años: opción por el restablecimiento de los beneficios a través de la
disgregación de los colectivos de productores, la precariedad, los bajos
salarios, la no impugnación del enriquecimiento parasitario de los sectores
rentistas y comerciales, el mantenimiento de una paridad franc.o/marco
totalmente irreal. Este último disparate, la «mística del franco fuerte» (la idea
92 93
I 8

POR EL CRECIMIENTO DEL TIEMPO LIBRE

Pasemos pues a este punto decisivo del gran compromiso alternativo.


Supongamos (y tenemos toda la razón para hacerlo) que la implicación
colectivamente negociada de los trabajadores solucione la crisis del trabajo,
es decir, aumente los ritmos de crecimiento de la productividad frenando el
coste de la mecanización. ¿Quién ha de aprovechar entonces estas
ganancias de productividad y en qué forma? ¿Cómo compartir los frutos del
nuevo crecimiento? Pues es evidente que, por muy interesante que sea la
implicación de los productores en su propia actividad para ellos mismos,
por muy importante que sea la conquista de la garantía dinámica del
empleo, ¡todavía se trata, hasta este momento, de ofrecer más a los
empresarios! Una lectura cínica def capítulo anterior tendría algunas
razones para resumir así el pacto propuesto: «¡El conjunto de los
asalariados se compromete a encontrar nuevas ocupaciones donde ser
explotado, lo más inteligente y lo más eficazmente posible’».
No he dejado de recalcar esta paradoja; para los asalariados, el nuevo
pacto salarial es a la vez un paso adelante y un compromiso. Las
contrapartidas del compromiso no pueden ser puramente cualitativas
(derecho al trabajo, participación en las decisiones). ¡No hay ninguna razón
para que los trabajadores no saquen provecho, en una u otra forma, de las
mejoras cuantitativas que ellos mismos habrán aportado a su propia
actividad! Por otra parte, si se fes negase este derecho, se volvería a caer en
una muy vieja contradicción económica, la del liberalismo productivista.
Entre una demanda lánguida y una productividad que ha vuelto a tomar
vuelo, el resultado macroeconómico no puede ser más que sobreproducción
y desempleo... salvo exportaciones, pero ¿adonde?
porta, mientras que ya no se venden barcos), qué especializaciones serían menos, la sociedad local, con una solidaridad acentuada de las regiones ricas
necesarias, etc. Es lo que hacen cada vez más los «comités de cuenca de para con las regiones pobres, de las naciones ricas para con las naciones
empleo». Las tradiciones francesas preparan poco para esto, pero la fuerza pobres.
de la necesidad está ahí, y también la buena voluntad. Pero antes de desarrollar este punto es preciso examinar otro aspecto de
La buena voluntad no llega lejos sin recursos. ¿Quién ha de financiar las contrapartidas del pacto salarial: ¡el reparto de los beneficios!
las reconversiones dinámicas hacia el nuevo modelo de desarrollo? ¿Quién
pagará a los trabajadores que se especializan, las experiencias alternativas,
las nuevas inversiones? Si se parte del principio de que' hay que privilegiar Comentarios de 19-96
la estabilidad de los colectivos de productores, la solución más simple y más
segura es plantear que cada empresa tenga la responsabilidad de garantizar La continuación de los acontecimientos ha confirmado ampliamente la
el empleo dinámico para sus propios asalariados. Además, este contrato superioridad de la «implicación negociada» de los trabajadores sobre los
implícito es el más poderoso acicate del dinamismo intelectual, técnico y modelos «flexibles». Esta superioridad explica la supervivencia de «regiones
comercial de las empresas, como lo demuestra de nuevo la economía que ganan», es decir, de regiones que son todavía muy competitivas, aun
japonesa. Incluso las grandes empresas estadounidenses y francesas, en la cuando los asalariados estén mejor pagados allí y sean menos flexibles que
medida en que la presión de los trabajadores o de las poblaciones locales las en otras partes (Benito y Lipietz, Las regiones que ganan, Alfons el
obligan a ello, tratan de crear puestos de trabajo de sustitución para los que Magnánim, Valencia, 1994). Sin embargo, por razones explicadas en mi
suprimen. íYa que los empresarios están tan orgullosos de su misión de texto L’Aprés-Fordisme et son espace (ver cap. 4), el modelo Icalmariense,
empresarios creadores de riqueza y de puestos de trabajo, ficémosles la regla «demasiado generoso» para los asalariados, tiene dificultades para
«empleo estable» y veámosles actuar! sobrevivir en un mundo ultraliberal. En cambio, el modelo toyotista crea
El problema, una vez más, es que esta regla no podría aplicarse a las émulos... pero hay que desconfiar de las imitaciones fraudulentas: ver mi ar-
pequeñas empresas. Upa región de pequeñas y medianas empresas puede tículo «La japonización de pacotilla», El Cotidiano 67 (enero 1995),
presentar, por su dinamismo, un nivel de empleo total constantemente México.
creciente, pero eso no impide amplias fluctuaciones y aun la desaparición de
empresas particulares. De manera más general, la regla del «empleo estable»
no podría resolver el problema de quienes ya están sin trabajo... comenzando
por los jóvenes que llegan al «mercado del trabajo».
La garantía dinámica del empleo sólo puede ser efectiva si su
responsabilidad se mutítaliza. Es decir, no incumbe; a tal empresa particular,
sino a la colectividad de empresas, en cooperación con las uniones sindicales
locales, las colectividades locales, los bancos locales y el sistema escolar
local. En la visión del mundo alternativa, la responsabilidad del empleo es
responsabilidad de la sociedad entera: sociedad local (o regional) por
razones de eficacia democrática, de solidaridad. ? .
Y no digo .«sociedad civil». Quien dice «mutualización» dice puesta
en común de recursos: por consiguiente, cotizaciones, impuestos, debate y
decisión política sobre la asignación de estos recursos, en una palabra
extensión de la ciudadanía, ampliación de la responsabilidad económica de
la «sociedad política». La alternativa no busca, pues, el fin deLEstado de
bienestar, el fin de un «todo- para-el-Estado» que nunca ha existido. Lo que
está en juego es el fin de la compartimentación «sociedad política/sociedad
civil», el fin de la oposición tajante «Estado/mercado»: por un lado, libre
juego de las fuerzas del mercado para hacer ganancias y crear puestos de tra-
bajo, y por el otro, posterior intervención del Estado para subvencionar a las
víctimas. Al Estado de bienestar más bien habría que sustituirlo por la
«comunidad de bienestar». Una comunidad que no es la familia, sino, por lo
89
ELEGIR LA AUDACIA POR UN NUEVO PACTO SALARIAL

ductiva. Todo es cuestión de contexto, de dirección general: y el proceso de chica». Lo cual trae aparejado que la implicación colectiva de los sindicatos
esta revolución antitayloriana será lento, complejo, diversificado. Los —y en realidad de todos los ciudadanos— se extienda a la creación de
desocupados que crean su empresa y los sindicalistas que negocian la nuevos puestos de trabajo: más allá del «¿cómo producir?», hasta el «¿qué
reorganización de un taller emprenden, en realidad, el mismo camino producir?». Dos imperativos han de guiar este concepto de garantía
alternativo. dinámica del empico.
Pero en todos los casos, la paradoja del nuevo pacto es la misma: hay Primero, la preservación y. el enriqnecimienlo de la cnalifica- ción. Es
que luchar para imponer al sistema reformas que, sin embargo, lo harán humillante c improductivo no tener en cuenta la destreza adquirida por los
funcionar mejor, pero que, a la larga, pueden cuestionarlo, y hay que luchar trabajadores que cambian de empleo. Muchos modelos de reestructuración
para sacarle contrapartidas por la implicación en su funcionamiento. Pero industrial, como el famoso ejemplo de Pittsburgh, son fracasos sociales: los
antiguos obreros metalúrgicos quedan reducidos a una situación miserable, y
¿qué contrapartidas?
unos recién llegados ocupan los nuevos puestos de trabajo de la electrónica.
Asimismo, los trabajadores deben ser implicados en las decisiones sobre las
reestructuraciones empresariales, sobre las reconversiones regionales.
La estabilidad dinámica del empleo
Llegan con toda su experiencia y pueden necesitar una especializa- ción
La garantía del empleo es, naturalmente, la primera contrapartida, una pura complementaria. Este derecho a la especializaron y a la discusión de los
necesidad lógica. ¡Ningún trabajador haría uso de su espíritu de objetivos de la reconversión es la base de las adaptaciones plenamente
cooperación, en busca de ganancias de productividad, por ejemplo, si el logradas a un mundo cambiante: en realidad, es la única «flexibilidad»
resultado obtenido, al colocarlo en situación de sobreempleo, pudiera buena.
ocasionar su despido! Era ya uno de los móviles de la «gandulería» de los Luego, la discusión democrática de las necesidades sociales reales.
obreros profesionales pretaylorianos... Una gran tentación para los sindicalistas, para el Estado y para las
El «empleo vitalicio» forma p.arte del famoso contrato implícito dentro de colectividades locales es «defender el empleo» defendiendo la producción.
las grandes empresas japonesas, y las garantías sobre el empleo son la Se procura mantener a toda costa una industria en decadencia, una actividad
primera contrapartida de los nuevos tipos de contrato firmados por los poco rentable (como por ejemplo una mina agotada), se acoge con júbilo la
sindicatos estadounidenses del automóvil; llegada de una industria contaminante, de una fábrica peligrosa (por ejemplo
El problema es que una empresa aislada no puede garantizar un una central nuclear). Los sindicatos, sobre todo, tienen por tendencia, c
empleo en un mismo tipo de trabajo por un período largo. La garantía del incluso por función, defender el empleo de sus afiliados, y ¡no el empleo en
empleo debe ser entendida corno úna garantía dinámica, con una dimensión un modelo de desarrollo futuro! Asimismo, la discusión sobre el «qué
interempresaríal, una dimensión social. Lo que inevitablemente plantea la producir» no puede concernir sólo a los trabajadores, sino a toda la
cuestión de la «movilidad». sociedad. Hay que inventar nuevas formas de deliberación.
La mayoría de los asalariados (¡hasta en Japón y en Estados Unidos!) Es el viejo tema de la «planificación democrática»: más una pregunta
temen cualquier movilidad, no sólo geográfica, sino aun de un oficio a otro. que una respuesta. En realidad, sólo una larga experiencia, primeramente
Y tienen razón. El trabajo (isobre todo el trabajo asalariado!) no es más que regional, de participación de los ciudadanos en los debates sobre los
un aspecto de la vida individual y social, y no el más importante (salvo para criterios de fomento de la implantación y desarrollo de puestos de trabajo
una minoría de mandos y de investigadores). La amistad, el amor, la vida permitirá avanzar en esta dirección. Así, en Loire-Atlantique 5, un fin de
familiar, el compromiso colectivo, un pasatiempo favorito, son hoy las semana de estudios reunió a obreros de los astilleros y a campesinos para
principales fuentes de la felicidad. Pero eso echa raíces en condiciones discutir sobre la reconversión: qué máquinas agrícolas producir (cuando casi
materiales: en la existencia de relaciones estables, por consiguiente, ligadas todo en este ramo se im-
a territorios. Incluso un suburbio industrial en decadencia puede ser «mi
casa», mi patria chica (un hometown, como canta sobriamente Bruce Región marítima en ei oeste de Francia.
Springsteen): un paraíso invisible.
Así pues, la primera contrapartida del compromiso alternativo

5.
no es «el empleo», sino el «derecho de vivir y de trabajar en su pat ria
POR EL CRECIMIENTO DEL TIEMPO LIBRE
ELEGIR LA AUDACIA

Cada año, y en igualdad de condiciones, el número de horas- trabajadas presión social, el tiempo «autónomo», está hoy totalmente recargado. Si
y remuneradas está pues limitado por los «grandes equilibrios». Queda por dejamos a un lado las rentas más bajas, el «Cuarto Mundo» dentro de los
determinar entre cuántas personas se reparten estas horas. No se trata en países capitalistas avanzados, que por supuesto tienen necesidad de ver
modo alguno de disminuir el número total de horas trabajadas- progresar su nivel de vida material (aunque sólo fuese para tener acceso a
(contrariamente a lo que fingen creer quienes‘sermonean que «no se sale de una vivienda decente), comprobamos que nuestro principal déficit en la
una crisis trabajando menos»). Hoy, en Francia, hay una mayoría que trabaja búsqueda de la felicidad no es una carencia de «haber», sino una carencia de
demasiado y un 11% de parados, es decir, personas que desean trabajar y a «ser». No tenemos nada menos que tiempo para hacer lo que querríamos
quienes no se da trabajo. En Estados Unidos hay la mitad menos de parados hacer. Buscamos prótesis, como decía antiguamente J. Attali, que nos
(5,5%), pero el promedio del tiempo de trabajo es de 30 horas. Solo que allí, permiten saborear un poco de lo que nos gusta, pero otra vez tenemos que
una parte de la población todavía «pierde su vida en ganarla» y otra (sobre perder el tiempo en conseguir esas prótesis (coches para viajar, aparatos de
todo las mujeres, los jóvenes, las minorías)... pierde su vida en buscar alta fidelidad para escuchar música, televisores para mirar espectáculos).
pequeños trabajos, cuartas partes de jornada, trabajos estacionales. Es la Mucho antes de la crisis económica del fordisino, en la época en que, según
dimensión temporal de la sociedad «de dos velocidades». parece, quienquiera que quisiese dinero encontraba trabajo sin dificultad, el
Reducir el tiempo de trabajo es, pues, trabajar menos para que trabajen modelo produc- tivista tropezó con este límite existencia!.
todos, o más bien, ya lo veremos, trabajar todos para que se trabaje menos. Necesitamos tiempo para el amor, tiempo para la amistad, tiempo para
¡No se conseguirá salir del apuro sólo generalizando un tiempo parcial tocar música o para actuar en un teatro, tiempo para descubrir el mundo. Por
elegido por quienes tienen la posibilidad de hacerlo! De lo que se trata es de falta de tiempo, hacemos regalos, compramos objetos. Y aun así ¿tenemos
que la duración normal de una jornada completa sea suficientemente tiempo para disfrutarlos? ¿Cuántas veces miramos una foto? ¿Cuántas veces
remuneradora como para permitir, por ejemplo, a una madre soltera vivir escuchamos cada disco en nuestro equipo de alta fidelidad, cuántas veces
decentemente, y de que se acorte suficientemente como para permitir la miramos cada casete grabada? Incluso las prótesis de la felicidad que nos
contratación de parados. Se ha calculado, basándose en la experiencia del ofrece la técnica moderna ya no economizan el tiempo (como se suponía que
largo período de reducción del tiempo de trabajo del decenio 1968-1978, que lo harían el coche, las-lavadoras). ¡Ésas también requieren tiempo para su
una hora de trabajo semanal menos salvaba (en igualdad de condiciones) consumo! Por falta de tiempo, el ordenador personal se junta con el
250.000 puestos de trabajo al cabo de cinco años (pues los efectos positivos monopatín en un armario. Quizá se compre uno el nuevo modelo, para hacer
no son inmediatos). El paso de las 39 a las 35 horas salvaría o haría como los vecinos... Pero ¿quién tiene el oído tan educado como para
disponibles pues, al cabo de cinco años, cerca de un millón de puestos de distinguir el sonido de un disco compacto del sonido de un disco de vinilo?
trabajo. No es suficiente para solucionar el problema del paro. Pero sería un Cuarta razón:- para producir, para utilizar, estos aparatos de plástico o
enorme paso adelante: casi la mitad del problema. de acero, que se esfuerzan en compensar el tiempo que pasa volando entre
La segunda razón que habla en favor de una reducción del tiempo de nuestros dedos, los disfrutemos o no, ha habido que, hay que, quemar cada
trabajo directo es la enorme progresión del nivel de cualifica- ción y de vez un poco de petróleo o de carbón, generar algunas emisiones radioactivas,
cultura requerido en un modelo de organización del trabajo basado en la contaminar algunas playas, arrasar algunos bosques. Como la piel de zapa de
implicación, y en un «paradigma societal» que presupone ciudadanos Balzac,-que se reducía inexorablemente con cada deseo de su propietario,
activos en su vida profesional y democrática. El crecimiento del tiempo cada una de estas mercancías agota un poco más elpol,. .cial dé la naturaleza,
libre es la condición material de tal concepto del progreso. Lo cual nos acerca al umbral (quizá rebasado) del irreversible deterioro. El Club de
implica además que una parte del tiempo liberado por el trabajo no es Roma, el Llamamiento de Vézelay, y tantas reuniones de expertos nos han
realmente «liberado»: ha de ser dedicado a la formación individual, a las recordado muchas veces que la «sociedad de consumo» no podría ampliarse
actividades de negociación colectiva. Pero este tiempo «socialmente
más allá de la fracción privilegiada del planeta sin agotar en unos cuantos
presionado» (en el sentido
años nuestro ecosistema, patrimonio común de la humanidad. Hoy sabemos
de que no es exactamente un «derecho a la pereza», salvo riesgo de
marginación) es, a pesar de todo, un tiempo de expansión individua!, de que, incluso entre los privilegiados, ese nivel de despilfarro ya no puede
autoexpresión, de autorrealización. ampliarse sin desastre colectivo. Tenemos que aprender a producir, a
Lo cual nos remite a una tercera razón más profunda. Incluso el tiempo consumir, con mesura. Y si, con nuestra habilidad, ganamos tiempo con esta
«realmente» liberado, aquél en el que el individuo cree poder escapar a la producción mesurado, ¡pues bien, gastemos ese tiempo en la parranda o en
la meditación, pero ya no en la producción destructora, verdadero nombre de

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r v K ti L K t L IMI E NTO DEL TIEMPO LIBRE'

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la «destrucción creadora» . el deporte, el arte, el debate público o la conversación íntima, apenas
¡Cuidadol: lo que precede no es un alegato por el «crecimiento cero». necesita importaciones. Esta es una forma de proteccionismo muy tranquila
Un modelo de crecimiento del tiempo libre puede incluir también un y poco provocadora, el camino de un retorno espontáneo hacia un régimen
crecimiento del poder adquisitivo global: no sólo los exparados acceden a más autocentrado, más al alcance de la regulación organizada por sociedades
una renta mucho más elevada, sino la reducción del tiempo de trabajo no democráticas.
debe acompañarse de una disminución proporcional de los salarios. Las
horas liberadas deben ser «compensadas», como se dice, es decir, los
salarios correspondientes deben ser pagados en parte. En un 70%, propuse El esfuerzo necesario
más arriba. Es posible, porque las ganancias de productividad por hora se
incrementan con la reducción del tiempo de trabajo, porque el número de A los niños a quienes repele tomar su medicina se les explica que «si es
cotizantes al Estado de bienestar aumenta y los'subsidios de paro disminuyen malo para el gusto, es que es bueno para la salud». Dos mil años de
con la progresión del empleo: hay pues menos, cotizaciones que pagar para cristianismo nos han convencido de que es con el suplicio de la cruz, con el
cada asalariado. sufrimiento, como se gana la salvación. Los comunistas en el poder enseñan
Con otras palabras, las ganancias de productividad deben repartirse a su pueblo que los dolores de la «acumulación comunista primitiva» están
entre una disminución de los horarios y una subida del salario por hora. Si preñados de promesas de futuros que sonríen. Pero cuando yo os canto las
no fuese así, por lo demás, sí el reparto del trabajo se reflejase en un estricto virtudes del tiempo libre, forzosamente vosotros dudáis. Ojalá pueda
reparto de los ingresos, la masa salarial, simplemente repartida en un mayor convenceros, necesitados lectores, semejantes míos, hermanos míos,
número de asalariados, no aumentaría, aunque la productividad aumente; de destacando, para concluir, qué amarga poción es la reducción del tiempo de
donde, otra vez, el peligro de la sobreproducción. trabajo: por consiguiente, juna medicina eficaz, una esperanza realista de
«Compensar» la disminución del tiempo de trabajo significa que hay curaciónl
más consumo total, por consiguiente mercados crecientes... por consiguiente Pues, creo haberlo mostrado, ese régimen impone compromisos,
una producción creciente es posible. ¿No es contradictorio con las incluso para sus beneficiarios. No se puede sacar provecho dos veces de las
advertencias de los ecologistas sobre los peligros del crecimiento? No, si el ganancias de productividad: una vez en reducción del tiempo de trabajo, otra
modelo de consumo mismo se orienta hacia una restauración del entorno. vez en aumento del poder adquisitivo. Menos aún cuando también habrá que
Así como la revolución agrícola de los tiempos modernos ha reconstituido aumentar el poder adquisitivo
suelos más productivos, gracias al esfuerzo humano, del mismo modo la
actividad humana, los gastos de los particulares, los presupuestos de los
municipios, pueden reorientarse hacia la .protección de la naturaleza, el
reciclaje de los residuos, la restauración y conservación de los bosques, el
desman- telamiento de las urbes lúgubres y la reconstrucción de ciudades
aireadas, bellas para vivir, buenas para la diversión y para el descanso.
Volver verde nuestro ámbito vital: es cosa de debates colectivos, una vez
más, y de tasaciones, subvenciones incitativas. Agreguemos que la vivienda,
los trabajos de urbanización, son consumos (o inversiones) menos orientados
hacia la importación.
Es, por lo demás, mi último argumento (y aquí el economista vuelve a
tomar la palabra): un régimen de acumulación centrado en el crecimiento del
tiempo libre está mucho menos sujeto a las presiones internacionales que un
régimen centrado en el consumo. Cuando el pleno empleo se apoya en un
desarrollo mesurado de las relaciones mercantiles, en la expansión de las
actividades extraeconómicas, la presión de la competencia internacional, la
carrera interminable del equilibrio de la balanza de pagos, son mucho menos
sensibles. Invertir en la calidad de la vida, disponer de su tiempo libre para

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ELEGIR LA AUDACIA
POR EL CRECIMIENTO DEL TIEMPO LIBRE

de los salarios más bajos. La «compensación» de las horas no trabajadas será un «año sabático» de vez en cuando), inaugura un mundo nuevo que, una vez
pues desigual. Con otras palabras, habrá que reducir el abanico de los hecha la experiencia, justifica los «sacrificios financieros».
salarios. Todo el mundo es.partidario de ello, siempre que la reducción Con todo, hablemos un poco de las molestias para los empresarios.
comience... con los salarios más altos que el suyo. Pero muy pronto, uno Creyendo engatusarlos, ciertos sindicalistas y políticos se afanan, desde
queda «involucrado».; Una solución tan poco radical como la que implicaría 1982, por hacer avanzar la reducción del tiempo de trabajo «empresa por
una subida de salario al nivel del salario mínimo, el mantenimiento del empresa». Con siete años de perspectiva, el resultado es cómica o
salario semanal para el asalariado mediano, y luego una disminución de los trágicamente nulo. Naturalmente. ¿Por qué iba a debilitar un empresario
salarios, involucraría a todos quienes ganen más de 6.650 francos al mes. Si individual su compctitividad disminuyendo sus horarios? Si acaso, para
se quiere el mantenimiento del salario hasta dos veces el salario mínimo, ieso evitar tener que despedir. O bien .si los asalariados aceptan una disminución
significa una reducción más drástica más allá de 8.000 francos al mes! Aun salarial no compensada... pero a éstos no les encanta.
cuando las horas de trabajo; perdidas se compensen con un 70% del salario, No, la reducción del tiempo de trabajo sólo es eficaz y aceptable si es
como promedio, esto duele un poco a mucha gente, incluso entre los masiva y general, es decir obligatoria en virtud de la ley o de un convenio
sindicalistas y los ecologistas. Esto demuestra que la medicina es buena... colectivo interprofesional. Eficaz, sólo puede serlo (sobre el paro) si es
Pero eso no es todo. Los nuevos puestos de trabajo creados requieren masiva. Aceptable, sólo puede serlo si es ampliamente compensada gracias a
plazas de trabajo: capital fijo, una oficina, una mesa de trabajo, una máquina. una baja de las cotizaciones sociales por persona... es decir si el paro ha
Por eso es necesario que las empresas (y las administraciones) conserven una retrocedido, es decir ¡si la reducción del tiempo de trabajo es masiva y
capacidad de invertir. En L’Audace ou l’enlisement he mostrado que para dar general! Pero si bien la reducción del tiempo de trabajo tiene que ser
plazas de trabajo a dos millones de parados había que invertir ¡cinco veces necesariamente coordinada macro- económica y microeconómicamente, es
más de lo que invierten cada año todas las empresas! Apuesta imposible de decir ser legal o contractualmente obligatoria, el reajuste del tiempo de
sostener. trabajo sólo puede ser resultado de largas negociaciones particulares de cada
Hay una solución, más económica: trabajar entre varios, es decir uno empresa, e incluso de cada servicio. Contradicción que se resuelve una vez
tras otro, en el mismo puesto de trabajo. En pocas palabras, generalizar el más cuando se renuncia al dogmatismo del «todo por la ley» o del «todo por
trabajo por equipos sucesivos... Es totalmente indoloro y hasta contrato». A la ley le corresponde fijar un plazo de reducción de la duración
descansado*para quien ya trabaja en «3x8» (la agregación de un cuarto o de legal del trabajo (con un barcino de recargo de las horas extras cada'vcz más
un quinto equipo no hace más que alargar los tiempos libres). Es insoportable apremiante). A la negociación descentralizada, contractual, le corresponde
para quienes han trabajado siempre en «horarios normales»... a no ser que la fijar sus ritmos y modalidades.
reducción de la jornada de la reducción del tiempo de trabajo. En pequeñas En todos los casos, la reducción del tiempo de trabajo implica un doble
dosis, más bien se sienten los inconvenientes de ello. En grandes dosis (salir compromiso: entre asalariados y empresarios (sobre el nivel de la
una o dos horas antes todos los días, o ganar un mes de vacaciones extras, o compensación), y entre los asalariados mismos (sobre la reestructuración de
la jerarquía de los salarios, sobre el reajuste del tiempo de trabajo), e incluso,
trabajo no sea muy grande. Dos equipos de 6 horas al día (de 8 a 14, de 14 en cierta medida, un compromiso entre los activos y los parados. No será
a 20) es bastante soportable, eso deja media jornada y una noche libres al verdaderamente aceptada sino como crecimiento del tiempo libre, lo cual
día, eso permite a la empresa o a la administración estar más tiempo implica una verdadera revolución cultural.
disponible para el público, y hacer trabajar mucho más el mismo parque de En el modelo fordiano pensábamos: «Hace diez años no habría podido
máquinas y edificios. ;
comprarme este modelo de coche-, esta semana, en el Club Méditerranée;
No obstante, calibremos bien la dificultad: a causa de este aspecto de
hace diez años no tenía el estéreo». En el modelo al-
«reajuste del tiempo detrabajo», la reducción del tiempo de trabajo es tanto
más soportable.cuanto más masiva es. Pero entonces es tanto más sensible
en términos de disminución del ingreso. La experiencia de las «pequeñas
reducciones» (la cuadragésima hora de 1982) y de las «grandes
reducciones» (el paro parcial) muestra que, finalmente, la segunda solución
permite llegar a un mejor equilibrio, pues conduce a un nuevo modo de
vida. Es el «efecto horizonte» de

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ternativo pensaremos: «Hace cinco años no habría podido pasar este mes
de abril recorriendo Sicilia. Volvía a una hora muy tarde todas las noches,
no habría podido descubrir el piano, no podía jugar o charlar al final de las
tardes con mis hijos y con mis amigos. Y dentro de dos años tomaré mi
año sabático para hacer un libro de fotos sobre mi ciudad». 9
POR LA COMUNIDAD DE BIENESTAR
Comentarios de 1996
Por desgracia, la situación casi no ha progresado concretamente en la
mayoría de los países, salvo en Japón, que al fin se ha lanzado a 1.a
reducción de la jornada de trabajo. Alemania, después de haber con-
seguido las 35 horas, ha parado el movimiento a causa de dificultades
resultantes ampliamente de su reunificación. El debate se ha tornado
sumamente intenso en Francia, donde los nuevos cálculos evalúan en dos
millones de puestos los efectos del paso a las 35 horas y donde se orientan
cada vez más hacia «la semana de cuatro días». Mi libro La Société en
sablier se dedica ampliamente a este debate; su capítulo sobre «Sexos y
división del trabajo» está traducido al español.

Por muy avanzados que sean los compromisos dentro del taller y de la
oficina, por muy ventajosa que sea para los asalariados la redistribución
del beneficio de su eficacia productiva, en términos de nivel de vida o de
tiempo Ubre, la alternativa se opone irreductiblemente al
liberalproductivismo en el tema de la solidaridad. Es en nombre de la
solidaridad y de la igualdad por lo que los estudiantes franceses de 1986
salieron en guerra contra el gobierno Chirac, es en nombre de Solidamosc
por lo que el pueblo polaco resiste a las «reformas liberales» de Jaruzelski,
es la existencia del «salario de solidaridad» defendido paso a paso por los
sindicalistas suecos lo que diferencia el compromiso kalmariense del
«empleo vitalicio» japonés.
No estaremos verdaderamente encaminados hacia la alternativa
ecológica mas que en una sociedad que se perciba a sí misma como
comunidad, que se niegue a abandonar a los «despreciados». En este
sentido, la alternativa es un nuevo organicismo. Como el fordismo. Y el
fordismo disponía de un poderoso instrumento de solidaridad: el Estado de
bienestar, la seguridad social, la asistencia social, los diversos subsidios.
Ahora bien, se lo atacó, con razón, como burocrático. La alternativa debe
asumir las aspiraciones «individualita- rias» de encargarse uno mismo de

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sus asuntos, de ver el fin de sus actos. Un paradigma «organícista
individualitario»: tal es el reto que hemos de aceptar.

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ELEGIR LA AUDACIA
Í’OR LA COMUNIDAD DE BIENESTAR

Solucionar la crisis del Estado de bienestar Además del reproche (generalmente injusto y estúpido) de alimentar la
«holgazanería», los liberales critican el Estado de bienestar con un
Tal como surgió de un siglo de luchas sindicales, con los triunfos de la argumento microcconómico: «Si ai menos no hubiese una retención por el
socialdemocracia en Europa, con la consideración de las exigencias Estado de bienestar de las rentas de los activos, el coste total del trabajo
macroeconómícas y sociales por los gobiernos conservadores o sería menor. Y los empresarios podrían crear un montón de puestos de
socialcristianos, con las luchas por los derechos cívicos en la «gran trabajo nuevos». Tal vez sea verdad para una empresa individual, pero
sociedad» de Lyndon Johnson en Estados Unidos, el Estado ele bienestar extender esta verdad a escala colectiva es una ilusión óptica. Si no hubiese
aparece como una forma muy poderosa, aunque muy particular, de retenciones, no habría transferencias sociales. Cada persona que perdiese su
solidaridad. Esencialmente, es un compromiso entre el capital y el trabajo empleo dejaría de ser consumidora. El mercado se contraería, y nuevos
en forma de un compromiso entredós ciudadanos. Una parte de la renta asalariados (por muy bajo que fuese su coste) quedarían despedidos. Y así
distribuida es restada del poder adquisitivo directamente pagado a los sucesivamente. Este.antiguo modo de regulación es más inestable que el
individuos, y dirigida hacia una reserva. Esta reserva transfiere una renta en fordismo. Un ejemplo de magnitud real lo-dio la crisis de la década de los
dinero a quienes, por razones «legítimas» (enfermedad, jubilación, paro treinta: bastó con nueve meses para llegar a las tasas de desempleo de dos
involuntario), no pueden «ganarse la vida» trabajando. A veces, estos dígitos. Se necesitó una decena de años para llegar a estas tristes marcas en
ingresos se pagan en especie (la asistencia médica), o en dinero pero para la actual crisis del fordismo...
un uso particular (los subsidios familiares). Afortunadamente, los liberales nunca pudieron realizar totalmente su
Lo importante es que la norma fordiana sigue siendo ganarse la vida programa en este tema. Ni en Estados Unidos, ni en Francia, ni en Gran
en salario directo con un trabajo para un patrono «normal» (empresa, Bretaña aceptaron los ciudadanos el dcsmantela- miento del Estado de
administración). A la inversa, las prestaciones sociales (salvo los casos, que bienestar. Hasta los electores de derecha, hasta los políticos de derecha
acabamos de mencionar, de subsidios pagados para un uso particular) sólo volvieron a crear a escala local o regional una parte de lo que los gobiernos
se pagan si el beneficiario no trabaja, no se gana la vida normalmente. La nacionales suprimían. El modelo alternativo recupera en este punto toda la
extravagancia de esta regla permanece calos considera acaparadores y herencia socialdemócrata e intenta perfeccionarla todavía más, tomando en
estafadores, se los puede demandar y privar de sus subsidios... cuenta las críticas. En su versión más radical, la consolidación de la
muflada mientras los beneficiarios no son más que una pequeña proporción solidaridad cobra la forma de un subsidio universal. Todo miembro de la
de la población, o cuando el «salario del no trabajador» se considera muy comunidad tendría derecho a un subsidio distribuido incondicionahnente.
legítimo: las jubilaciones porque sólo se trataría de la restitución de un Los demás ingresos (de actividad, por ejemplo) vendrían asuntarse a este
ahorro (lo que, desde un punto de vista macroeco- nómico, no es exacto, subsidio. Contrariamente a los subsidios de sustitución (como los subsidios
incluso en el caso de los regímenes de capitalización). Pero esta norma trae de paro), que se pagan cuando no se recibe otro ingreso, o a los subsidios
aparejadas consecuencias esquizofrénicas, hasta kafkianas, tanto pára los completivos (como la nueva renta mínima de inserción francesa), que se
activos como para los inactivos. añaden, dentro de ciertos límites, a los otros ingresos, se trata claramente de
Los activos, es decir tanto los empleadores como los empleados, un subsidio acumulable con los demás ingresos. Ha de ser suficiente como
pagan impuestos y cotizaciones al Estado de bienestar para alimentar la para vivir dignamente, incluso sin trabajar. ¡Realiza pues, teóricamente, el
«reserva». Cuando esta retención se vuelve muy fuerte (con la crisis, con el summum de la solidaridad y ponelos cimientos de un modo de vida no
aumento del paro, con la disminución del número de cotizantes), estos productivista!
activos comienzan á protestar: pagan para «holgazanes», para gente que no Más profundamente aún, el subsidio universal (tal como lo defienden el
trabaja. En realidad, esta gente querría trabajar gustosamente, pero Colectivo Fourier y Andró Gorz1) pretende transformar
justamente no pueden hacerlo con salario y tampoco tienen derecho de
hacerlo mientras cobren prestaciones. Y sufragan el coste psicológico de 1. Ver el informe del Bulletin du Maass, 23 (1987).
este ilogismo. Si no tienen una actividad, se sienten socialmente
rechazados, se sienten como niños a cargo de alguien. Si tienen una
actividad (ayuda mutua de vecindario, trabajo clandestino) aun cuando
cobran sus subsidios, se
ELEGIR LA AUDACIA -R.OR. LA COMUNIDAD OE 8L6Mf.STAR

las conquistas sociales en derecho del ser humano y pretende demostrar su incluso un arma anticrisis: al crear un poder adquisitivo incondicional, sería la
necesidad económica. En lo fundamental, soy partidario de este única arma capaz de presentar una salida para los progresos de la
reconocimiento. Pero dudo de la demostración económica. Y ni siquiera estoy productividad social.
completamente satisfecho de la definición de derecho del ser humano que Este razonamiento sería válido para la crisis de 1930, que era
implica. Veámoslo más de cerca. ciertamente una crisis de subconsumo. Pero la crisis que se inicia a finales de
En el fondo, el subsidio universal es una hermosa utopía. Una utopía no la década de los sesenta no es, fundamentalmente, una. crisis de
es sólo el modelo de un mundo deseable, sirio también, ya lo hemos dicho, sobreproducción. Al contrario, es una crisis de baja rentabilidad: ya no hay
una brújula. Es la afirmación, en pleno mundo profano, de un derecho bastantes ganancias de productividad para costes en capital per cápit'a cada
superior en nombre del cual luchar para que se convierta en derecho profano. vez más elevados. La revolución antitáylo- riana propuesta en los capítulos
Es la afirmación de que los seres humanos tienen derecho de vivir porque son anteriores tiene que superar este bloqueo. Pero no lo hará en un día, y la
seres humanos, punto. No porque son viejos, o madres, o porque han
ampliación de la solidaridad no espera.
cotizado, sino porque la humanidad, la sociedad, reconoce a sus miembros el
Llegamos finalmente a una dificultad fundamental del subsidio
derecho concreto a la vida, a una vida «como los demás». Un reconocimiento,
no una caridad. universal. En la situación actual:
En eso, estoy de acuerdo. Pero ahí está: ¿qué sociedad, qué uni- —o bien su monto es bajo, y no se puede «vivir dignamente» de ello.
versalidad reconoce tal derecho? ¿Una nación? Pero, ¿a quién?, ¿a todo Uno procurará pues completarlo cueste lo que cueste con «pequeños
inmigrante que se presente? ¿Europa? Pero, ¿cuál Europa? ¿Los dos nuevos trabajos», trabajo clandestino, etc. En tal caso, funcionará como una
candidatos, Marruecos y Turquía, inclusive? ¿Y por qué no el conjunto del subvención a los empresarios, que podrán sacar como de un vivero de peces a
Tercer Mundo? En realidad, el subsidio universal sólo es válido en un espacio desempleados miserablemente dedicados a sobrevivir entre dos empleos
político que comparta lós mismos valores y poco más o menos el mismo tipo precarios;
de vida. Supone un compromiso general, no sólo entre las clases sociales, —o bien es bastante considerable, cercano al salario mínimo. En tal
sino entre activos e inactivos en cada clase social. Un compromiso que se caso corre peligro de ser disuasivo: ¿quién querrá trabajar todavía, sino los
refiere principalmente a lo que es legítimo ganar sin trabajar, sobre todo en ejecutivos que ganen un sueldo alto?
función de lo que uno ha producido par'a la sóciedad anteriormente y de las «¡No importa!, responden los partidarios del subsidio universal. El
dificultades objetivas para trabajar. Este compromiso exige una síntesis de trabajo debe ser un derecho, no un deber». Hermosa máxima. SÍ por lo
tipo estatal. En una fecha determinada, no será el mismo de una nación (o menos fuese un derecho, mas los parados que hoy cobran subsidios y no
bloque de naciones) a otra. encuentran trabajo aunque lo busquen saben que no es así. Y, sobre todo,
Entonces abordamos el primer límite económica. Como sólo la parte quien dice subsidio para algunos dice necesariamente que otros deben
productiva de la economía financia el subsidio universa! de quienes no trabajar para ellos.
producen, el coste de los inactivos se añade al coste de los activos en el coste Tomemos, por ejemplo, un subsidio reducido a los habitantes de
de los productos. Los defensores del subsidio universal piensan que eso no Francia (franceses o inmigrantes). A nuestros 55 millones de residentes se
tiene importancia, pues precisamente las ganancias de productividad tienden a les asigna a cada uno, automáticamente, digamos 2.500 F. al mes (que hay
anular estos costes. Es falso, lo-veremos, pero aún si fuese verdad, eso no que modular según su situación familiar). Ahí tenemos pues 1,65 billones
impediría que los países «con subsidió» perdieran su competítividad frente a de francos al año, la tercera parte del producto nacional bruto, que se
los países «sin». Por consiguiente, el subsidio universal es incompatible con presentan cada año en el mercado. Enfrente se necesitan por lo menos las
el librecambio. Para evitar esta dificultad, es preciso que, dentro de una zona mercancías correspondien-
que garantice cierto grado de subsidio universal (por ejemplo, Francia, o
Europa), la financiación de éste sea neutra en el precio de los productos.
Tiene que financiarse, pues, con un impuesto universal. En los intercambios
con el exterior, el coste del subsidio tiene que ser retirado del precio de las
exportaciones e introducido de nuevo en el precio de las importaciones (lo
cual es posible con un mecanismo de impuesto al valor añadido deducible en
la frontera).
Queda el problema económico fundamental: ¿es el subsidio universal
compatible con el capitalismo en su estado actual? Sus defensores ven en ello
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POR LA COMUNIDAD DE BIENESTAR
ELEGIR LA AUDACIA

tes. No servicios comunitarios, no ayuda mutua familiar: mercancías. fuese distribuido en dinero y sin que la sociedad proponga a sus
¿Quién va a producir eso? Quienes consientan. Y lodos los estudios beneficiarios las maneras de insertarse en el trabajo social induciría casi
económicos sobre el principio del subsidio universal acumulable nos necesariamente a buscar como complemento un ingreso de actividad en
explican que éste es mejor (que los subsidios de paro no acumulablcs con un tareas precarias (y funcionaría otra vez como una subvención a los
ingreso de actividad) porque incita efectivamente a trabajar además para empresarios), o funcionaría como un «salario materno» que expulsa del
ganar dinero. No hay «efecto de umbral», a la inversa de los subsidios que trabajo socializado a las mujeres.
desaparecen en cuanto se trabaja. ¡El esfuerzo es rentable, vamos! ¡Se
cuenta ciertamente con que habrá bastantes «utilitaristas» como para
producir, en su voracidad consumidora, el excedente que irá a los Por un tercer sector de utilidad social
bienaventurados «antiutilitaristas», quienes se contentarán con el subsidio
universal! Esta dicotomía entre los «sabios» y los ciegos, que por codicia Existe un modo de extender la solidaridad hasta el principio de subsidio
querrían más y abonarían a los primeros una renta de sabiduría, es bastante universal, sin dejar de tomar en cuenta las críticas.
poco probable, pero supongamos: se puede soñar. ¡Se puede incluso soñar Es la creación de un nuevo sector de actividad, limitado en su
con asignar la producción de los 1,65 billones a un cuerpo de religiosos que amplitud (a lo sumo el 10% de la población activa, como el paro actual). Sus
salvan su alma produciendo para los beneficiarios del subsidio! trabajadores y trabajadoras, o más bien los organismos que tendrían que
universal sólo será aceptado si los activos están convencidos de la pagarles, seguirían recibiendo del Estado de bienestar subvenciones
justificación social de los subsidios pagados a los inactivos. En el caso de equivalentes al subsidio de paro, o por lo menos el subsidio universal, y no
tendrían que pagar cotizaciones como tampoco las pagan los parados. La
Seamos serios. Está claro que para que los «salarios bajos» acepten operación sería pues en blanco para el Estado de bienestar. Los empleados
producir para los beneficiarios del subsidio que no trabajarían, el subsidio de este sector recibirían de esos organismos (llamémoslos agencias
universal (la renta mínima) tiene que ser significativamente inferior (por intermediarias de trabajos de utilidad social) un salario normal, con la
lo menos en un tercio) al salario mínimo para una actividad legislación social normal. Su actividad, así subvencionada, se dedicaría a
(sobreentendiéndose siempre que el subsidio universal de quienes trabajan trabajos so- ciahnentc útiles:
les es pagado directamente por sus patronos, como parte de su. salario). — los que actualmente ejecutan con alto coste (puesto que no están
Por lo demás, ¡la subida de la renta mínima puede ser un poderoso subvencionados) ciertos sectores del propio Estado de bienestar (asistencia
instrumento para obligar a los empresarios a aumentar los salarios bajos! básica a los enfermos, asistencia a los convalecientes);
Pero en todo caso, el subsidio — los que actualmente ejecuta el trabajo forzado y gratuito de
las pensiones de retiro y de los subsidios de enfermedad o maternidad, no las mujeres; '■
hay problema: los cotizantes tienen la convicción de cotizar para sí — los que no se ejecutan en absoluto, o muy poco, porque sería
mismos, cualquiera que sea él monto financiero, y además no se trata de demasiado caro (mejora del medio ambiente, en particular de los barrios
un subsidio universal, sino personalizado, puesto que es proporcional al pobres, animación cultural, etc.).
ingreso «habitual» y a las cotizaciones. El problema sólo se plantea en el En efecto, puesto que este «tercer sector de utilidad social» estaría
caso de los parados. Llegamos así a la convicción de que un subsidio subvencionado, y sería libre de impuestos, sus servicios serían poco
universal (del orden de los dos tercios del salario mínimo) sólo será costosos: y se podrían iniciar nuevas actividades. Tomemos un trabajador o
aceptado si implica la disponibilidad de los beneficiarios del subsidio de una trabajadora que gana el salario mínimo, alrededor de 4.000 F. Debido a
manifestar recíprocamente su solidaridad para con la sociedad que los las cotizaciones y otros impuestos, le cuesta 7.000 a su patrono. Un
financia. ¡Siempre que ésta les dé realmente la oportunidad de hacerlo! desempleado beneficiario del subsidio universal cobrará, supongamos,
Ahora bien, la aplastante mayoría de parados solo pide eso. Asistir 2.700 F y no cotizará. Si, al trabajar,
permanentemente a una parte de la población para que no haga nada no
sólo corre peligro de provocar la hostilidad de los activos.
Es ante todo una situación psicológicamente penosa para los asistidos. Los
seres humanos no trabajan sólo por el dinero, sino también por la
independencia y el reconocimiento social. Un subsidio universal que sólo
POR LA COMUNIDAD DE BIENESTAR

conserva esta subvención y no cotiza, ía operación es en blanco para el e incluso proponer proveer de mandos técnicos las agencias del tercer sector.
Estado de bienestar, pero sólo le cuesta a la agencia intermediaria (por Por lo demás, ¿cómo hace hoy uno pintar de nuevo su vivienda? ¿Quién
consiguiente, al usuario final a quien la agencia vende sus servicios) 1.300 F, puede pagarse una empresa, con factura, IVA, etc.? Los ejecutivos y
para garantizarle el salario mínimo, lo que abre un inmenso campo de profesiones liberales. Esos no tendrán derecho a los servicios del tercer
actividades actualmente insolventes. sector. Pero por debajo de cierto nivel de ingreso ¿cómo hace uno? Uno
Socialmente, las cosas son más complicadas. Los liberales no están en llama a un trabajador clandestino. Todavía más por debajo: la ayuda mutua
contra de la idea de poner trabajadores subvencionados a disposición de las familiar. ¿Y la viejita aislada? Sobrevive entre sus paredes ajadas, refunfuña
empresas. Por eso, el tercer sector de utilidad social tiene que estar bien contra las escaleras meadas, los ascensores rotos. Tiene miedo de los jóve-
circunscrito, so pena de desestabilizar todo lo demás. Lo que excluye los nes, de los extranjeros. ¡Qué cambio cuando equipos de jóvenes multicolores
«trabajadores de utilidad social en el sector privado» apreciados por la vengan alegremente a mejorar su ámbito vital! ¡Eso es la «política de los
derecha francesa y el empresaria- do, y además realizados en forma de huecos de escalera» que propuso la lista Écologie
«cursillo de inserción en la vida profesional» (SIVP en sus siglas en francés). 93 durante la campaña legislativa de Seine-Saint-Denis en 1-986! Michel
En unos cuantos años eliminarían a los trabajadores «normales». Y ¿quién Rocard repitió la consigna, pero ni siquiera recogió la política délas
financiaría entonces el Estado de bienestar? Tal es claramente el resultado «empresas intermediarias» propuesta por Bertrand Schwartz, prefiguración
tendencial de los SIVP: se estima que de los 660.000 cursillistas puestos así de lo que proponíamos.
a disposición de los empresarios, pór una bicoca, en El tercer sector de utilidad social es pues un arma antisoledad,
1987, muchos no han hecho sino reemplazar a trabajadores «normales» (que antiinfierno, antirracista. Es además el camino real para la reabsorción (o la
han sido despedidos). El efecto neto sobre el empleo sólo habrían sido «legalización») del trabajo clandestino. Una anécdota: un día, un
133.000 puestos de trabajo salvados o creados 5. El tercer sector no debe desempleado de Seine-Saint-Denis se presentó a un asistente social de una
desarrollarse más que «cabalgando» sobre el trabajo doméstico,, el trabajo urbanización para pedirle participar en una empresa intermediaria. «¿Qué
clandestino, y.L lo que no se hace o se hace muy poco (la prevención de los sabe hacer? — Hago pequeños trabajos, a diestro y siniestro. — ¿Y qué
incendios forestales, el mantenimiento regular de la vivienda social, la quiere hacer? — Continuar. — Pero ¿por qué en una empresa intermediaria?
asistencia a domicilio a los convalecientes y a la vejez, la animación musical — Porque ahora tengo una hija en la escuela, y cuando le preguntan qué hace
de los barrios, etc.). su papá, no puede responder “pequeños trabajos”...».
Aquí abordamos el espinoso pij&lemá de la competencia entre el ¡Qué profunda respuesta a la pregunta inevitable! «Pero ¿no da el
«tercer sector» y los dos primeros: el privado y la función pública. tercer sector carácter definitivo a la sociedad dual?». La sociedad dual existe.
Comencemos con el primero. Es el paro, el trabajo precario, los «pequeños trabajos». El infierno. Una
Está claro que el subsidio universal (financiado con el impuesto) y los contratación de cada dos en Francia, el 40% del conjunto de los asalariados
subsidios de paro (financiados con las cotizaciones en calidad de «seguro británicos están en el régimen de este «salariado atípico». El tercer sector es
contra el paro») no podrían acumularse con. una actividad más que en el un sector de actividad de condición normal, de salario normal. Sólo su
caso del tercer sector (o bien para fomentar el trabajo de media jornada 6). financiación (subvencionada con el subsidio universal y la exención de
Esto excluye el sistema de los SVIP, siervos estatales alquilados barato a las impuestos) distingue a sus agencias de las empresas privadas. De ahí la
empresas. Pero ¿no van a vociferar los empresarios privados contra la necesidad de una delimitación, lo mismo que las subvenciones a la vivienda
competencia desleal? No, si se demuestra que el tercer sector no les hace se reservan para la vivienda social. Pero ¿cambia de condición un obrero de
competencia (y, por consiguiente, no suprime puestos de trabajo la construcción según construya una vivienda de renta limitada o una
«normales»). Si hay una «zona gris» de competencia posible, en tal caso el residencia?
reparto tendrá que ser negociado, por ejemplo a escala de mercado local del
trabajo.
Tomemos un ejemplo: el mantenimiento de las urbanizaciones
deterioradas de vivienda social. Los servicios públicos no tienen recursos
para pagarlo. Los artesanos no pierden pues nada con que el tercer sector se
encargue de ello, y además se les puede garantizar un volumen de trabajos...
5 A. Lcbaube, «En marge du salariar»; Le Monde, 24 de enero de 1989.
6 Nos acercamos aquí a una idea de-Michcl Albert en Le Parí franjáis, Scuil,
París, 1982. .
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ELEGIR LA AUDACIA
POR LA COMUNIDAD DE BIENESTAR

También se nos dice: «Pero, puesto que el tercer sector recogerá a relación salarial que se trata de desarrollar. Aquí se separan, radicalmente la
aquellas y aquellos a quienes no quieren los otros sectores, las mujeres y los versión de los liberales (del tipo SI VP), por una parre, y la de los
jóvenes sin especialización, los muchachos de tez demasiado morena y con alternativos, por la otra. Seamos justos: los primeros no inventan la
nombre mediterráneo, será por naturaleza un sector desvalorizado». ¿Y aun «sociedad dual». Esta ya existe. Sólo la oficializan, prometiendo a tres
cuando así fuese? Si la alternativa no se preocupa de las personas millones de dcscmpleados y de «desanimados» un destino de tapaagujeros,
despreciadas ¿quien lo hará en su lugar? ¿El reformatorio? ¿El Ejercito de de factótum, de chicas para todo (cuyos patronos estarán dispensados de
Salvación? Claro está que el tercer sector arrancará con desventajas. Es, por cargas sociales).
lo demás, una de las razones por las que será siempre subvencionado. El proyecto alternativo es muy diferente. Aquí, los trabajadores del
Todas Jas experiencias de este tipo en Bélgica, en Quebec y los pocos tercer sector se rcagrupan en agencias autogestionadas (eventualmente
intentos de «empresas intermediarias» en Francia han topado con este asistidas por talleres de gestión y agencias de formación profesional). Hacen
problema. Por una partease trataba «dé ayudar al despegue»; de las nuevas contrato con asociaciones de usuarios, colectividades locales, una caja
empresas, de las que se esperaba que un día pudiesen volar con sus propias regional de seguridad social de enfermedad, la Agencia para el control de la
alas. Por la otra, sé las reservaba para «minusválidos sociales». En las energía, etc. Estos usuarios abonan a las agencias de utilidad social,
«empresas intermediarias» francesas modelo 1984 casi era necesario ser contractualmcntc, un complementó de recursos que, al sumarse, al subsidio
manco, analfabeto, ex-presidia- rio y además joven para tener derecho a universal, permite pagar a sus miembros un salario normal. La calidad de la
participar en esas experiencias. ¡Y se asombraban que eso no funcionase! prestación es revaluada periódicamente entre los contratantes. No es la
El tercer sector tiene vocación de durar. De estar permanentemente abolición burocrática de las relaciones mercántiles; Pero es una regresión de
subvencionado, puesto que produce bienes y servicios no rentables según las las relaciones mercantiles, en beneficio del contrato, del asociacionismo.'
normas capitalistas. Tiene vocación de recibir a personas despreciadas (y Resumamos. El desarrollo del tercer sector de utilidad social elimina la
entonces desempeña un papel de integración social), pero no sólo a estas, mayoría de los defectos del Estado de bienestar. La crítica de
puesto que tiene vocación de transformar a excluidos en ciudadanos con «esquizofrenia» se desvanece. Los activos cotizantes de los dos primeros
pleno ejercicio. Habrá «logros» del tercer sector, habrá permanentes del sectores (el privado y el público) saben para qué pagan: trabajos sociahnente
tercer sector, habrá intelectuales orgánicos del tercer, sector. Tengo incluso útiles. Los activos del tercer sector tienen un empleo más reconocido
la impresión de que lo que no ha sabido hacer la escuela (integrar a los sociahnente y más gratificante para su autoestima que el trabajo clandestino
jóvenes árabes, los hijos del infierno, darles una «segunda oportunidad»), el o que los pequeños trabajos precarios. La microeconomía es respetada por el
tercer sector puede conseguirlo. Además, ya ocurre: la gente joven árabe ya fomento de empleos poco costosos para los organismos pagadores, que
está sobrerrepresentada en la animación del sector asociativo, lo mismo que garantizan una renta estable a activos que no pasarán a hacer competencia a
los hijos de campesinos estaban sobrerrepresenta- dos en el magisterio otros (lo que ocurre actualmente con los SIVP). En este nuevo sector eco-
durante la III República. nómico se experimentan nuevas relaciones sociales. Primero, dentro del
Pero entonces, se dirá, ¿por qué no hacer del tercer sector un ramo de sector. Este se organiza en pequeñas agencias cooperativas autogestionadas,
la función pública? No sólo por problemas de dinero, porque ya habría y con ayuda de psicosociólogos y formadores puede .combinar la formación
«demasiados funcionarios». Demasiados impuestos. La función pública es y la actividad. Luego, en sus relaciones con los «usuarios», puede innovar en
enteramente financiada por fondos públicos: con los impuestos. Realiza la búsqueda de nuevas relaciones contractuales (ni mercantiles, ni
servicios universales, conforme a un plan establecido por el ejecutivo patriarcales, ni administrativas) de prestaciones de servicios, con un control
(local o nacional). Lo privado, por el contrario, realiza servicios democrático per-manen-
mercantiles para clientes. Entre el plan y el mercado, el tercer sector
ocupa un lugar... intermedio. Se lo subvenciona parcialmente para
garantizar su «derecho a la existencia». Pero hace pagar-a sus usuarios por
el complemento. Tiene pues que
hacer valer su utilidad social ame sus beneficiarios directos. Entre el plan y el
mercado, no hay «la nada» (como decía Michcl Rocard). Hay lo contractual,
esa mezcla de vínculos globales y de justificaciones negociadas «cara a
cara».
Aquí abordamos un debate más fundamental aún: la naturaleza de la

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-POR LA COMUNIDAD DE BIENESTAR

te de los usuarios sobre el efectivo carácter «dé utilidad social» de la poder, con Margaret Thatcher, a una fanática del individualismo. La
actividad de estas cooperativas... izquierda fordiana se murió por no haber sabido devolver a la solidaridad la
Así, este nuevo sector podría ser una escuela de autogestión, de igualdad pasión de la iniciativa, el ardor de lo concreto. Durante mucho tiempo creyó
de los sexos, y de democracia en la definición de las tareas. Aunque inmerso que impondría la solidaridad al capitalismo sólo por la vía indirecta del
en el mercado, en las relaciones salariales (pero protegido por su relación con Estado, por arriba. Ignoró la importancia de la iniciativa directa de los
el Estado de bienestar), podría ser un nuevo paso en la humanización de las trabajadores, de los ciudadanos. Y sólo recuperó el gusto de la autonomía
relaciones económicas. para regalársela a la empresa. ¿Puede pensar hoy la solidaridad de otro modo
Y esto es sin duda el origen profundo de la hostilidad del empre- sariado que no fuese administrativamente? ¿Puede pensar la iniciativa de otro modo
para con este tercer sector. «¿Jóvenes subvencionados? De acuerdo, pero en que no fuese como libre empresa?
nuestra casa. Bajo nuestra autoridad. Con nuestra disciplina. Conforme a Pensar la nueva alianza de la iniciativa y la solidaridad no es sencillo.
nuestra, lógica». Más que una competencia en el mercado de los productos o Parece hasta contradictorio. Supone el cara a cara, el contacto, la negociación
de los servicios, en el fondo se trata de una competencia en el mercado del en la base. En pocas palabras, eso privilegia lo local. La confrontación
trabajo: entre relaciones- sociales diferentes. Jóvenes formados en la escuela directa de los recursos, las destrezas, el espíritu de iniciativa, la imaginación,
de la autogestión, del servicio comunitario, si llegasen a pasar al sector por una parte, y el inventario de las necesidades no satisfechas y de los
privado.(o aí público) serían menos maleables para aceptar una actividad de compromisos necesarios, por la otra. Eso implica que la gente se encuentre
tapaagujeros, la rutina de los reglamentos, la ignorancia del valor de uso de en torno a una mesa, que sobre esta mesa se pongan intereses a veces
sus esfuerzos. divergentes. Ahí, la gente ya no puede decirse que sólo hay que pagar, o
hacer pagar. Ahí se sabe sobre quién recae cada sacrificio, se calibran
también los beneficios mutuos. Ahí ya no se puede ignorar que una fábrica
Iniciativa y solidaridad: la síntesis comunitaria que vomita desperdicios crea puestos de trabajo pero estropea un río. Ahí se
pondera detrás de los flujos monetarios el peso de las realidades materiales y
Hemos partido del subsidio universal para llegar á contratos lo más directos humanas. Se sustituye una economía financiera poruña ecología complexiva.
posible, a escala local, entre las agencias intermediarias y sus usuarios. De Tanto en lo rural como en lo urbano. Ahí, tangiblemente, la colectividad de
una abstracción muy ,grande a prácticas muy concretas. Cuando presentamos bienestar se convierte en comunidad de bienestar. ,
el subsidio universal, tuvimos que discutir su alcance: ¿la nación?, ¿el ¡Cuidado! El desarrollo local no es un paraíso donde todos son
continente europeo?, ¿más? Para evitar las distorsiones económicas (el hermanos. Las oposiciones permanecen. Pero el interés mutuo de los pasos
«dumping social», como se dice), la financiación de la protección social tiene adelante ya no se pierde en la huera retórica del «interés colectivo». La lucha
que gravar igualmente, en principio, a todos los competidores. Incluso hemos por la igualdad y la justicia se hace ahí más dura. «Hoy ganas con ello más
previsto medidas aduaneras (el IVA deducible en la frontera) para evitar las que yo, pero yo también gano con ello, y mañana te recordaré que me
distorsiones más allá de la comunidad democrática que decide un nivel de necesitas». Ya no hay un «gran exterior» (el Estado central) donde se saldan
subsidio universal... y tiene que financiarlo. Por naturaleza, los mecanismos todas las cuentas. Hay la conciencia adquirida por todos de que el
de financiación de un sistema general de protección social son abstractos, menosprecio del otro no da resultado. Y, poco a poco, el paso del interés bien
tecnocrátícos, burocráticos, aun cuando su principio lo decída la comprendido a la auténtica solidaridad: la conciencia de que la propia
representación democrática. libertad de actuar de uno, el propio bienestar de uno dependen del progreso
En el fordismo, el reparto de los beneficios del Estado de bienestar era de la libertad, del éxito, del bienestar de quien está enfrente.
igualmente abstracto, anónimo, formalista, burocrático. La administración
sindical de los organismos de seguridad social (forma espectacular de
«colaboración de clase» con la que el sindicato Fuerza Obrera se convierte en
Estado en sus funciones más antipáticas: el control de los derechos) no
arregló nada. Este bienestar abstracto se convirtió poco a poco en una vaca
lechera desabrida y castradora, despilfarradora y.que desfavorece las
iniciativas, tanto para los cotizantes como para los beneficiarios.
Gran Bretaña, madre de la seguridad social, fue la primera en llevar al

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POR LA COMUNIDAD DE BIENESTAR
ELEGIR LA AUDACIA

Ya cruzamos lo local, o lo regional (distinción que no podemos condición ele pedigüeño asistido. La solidaridad, la iniciativa local sólo
desarrollar aquí), cuando tratamos del nuevo pacto salarial, la garantía podrán alcanzar su pleno desarrollo ampliando su horizonte al mundo.entero.
dinámica del empleo. Cuando destacamos el papel decisivo del Y, en primer, lugar, a ese lugar del contrato social donde se establecen las
asociacionismo entre sindicatos, empresariado; administraciones locales, reglas del juego: el Estado nacional (aun cuando fuera ampliado al espacio
sistema de formación local. A la red de empresas que se ayudan mutuamente europeo). Convenios colectivos, horarios de trabajo, tipos de imposición,
a escala local, apoyadas por una población que exige de ellas contrapartidas reparto de las ayudas y de los servicios públicos «fuertes»: todo eso se
en términos de empleo, de respeto de las normas ecológicas, acabamos de negocia por encima del nivel local. Es decir, por ahora, a nivel del Estado
añadir las «agencias intermediarias», ai servicio colectivo de la población nacional, y quizá mañana de Europa, sin olvidar los acuerdos de códesa-
local. Por lo demás, no hay una muralla china entre estas agencias y las rrollo con el Tercer Mundo. Sin esos organismos suprarregionales qLte
empresas privadas de iniciativa local, ayudadas en su puesta en marcha por la establecen las. reglas del juego., las regiones, los «países» corren serio
colectividad. Los individuos pueden cambiar de sector, agencias de trabajos peligro de encontrarse en situación de «libre competencia» unos contra otros
de utilidad social que se han vuelto rentables en un «mercado» particular en perjuicio de los menos favorecidos. No hay desarrollo local sin
pueden convertirse en empresas privadas, no subvencionadas. Según la solidaridad nacional, internacional.
fórmula precisa de Jacques Delors: «La gestión local permite garantizar en la Pero las jerarquías se invierten. Ya no se espera el cambio abajo del
práctica la osmosis entre la esfera mercantil y el tercer sector embrionario» 4. cambio arriba. Se exige el cambio arriba para consolidar, desarrollar lo
Pero evidentemente es con el cambio que implica en materia de logrado por las iniciativas de abajo. «Tal vez, decía un animador de una de
solidaridad social como el nuevo modelo muestra toda su fuerza. La esas iniciativas locales para el renacimiento del “rustóe/í” —el “cinturón
solidaridad fordista, organizada por el Estado, era estrictamente monetaria y enmohecido” del nordeste de Estados Unidos—, tal vez seamos barridos por
excluía, por principio, la iniciativa. «¿Está usted ansioso, enfermo? Aquí fuerzas inacroeconómicas que están fuera de nuestro alcance. Pero, en todo
tiene dinero, vaya a ver un médico. ¿Es usted demasiado pobre para hacer caso, lo que intentamos hacer me parece que es la única actitud honorable en
arreglar su vivienda? Espere que se le dé un subsidio. ¿Es usted la situación actual»5.
desempleado? Aquí tiene un subsidio. Pero, sobre rodo, ¡que no se le ocurra
“activarse”! ¡Quédese en casa!» ¡Y se asombran que este fulano esté en
crisis! Comentarios de 1996
Contra el «liberalproductivismo», la nueva alianza no retrocede ni una
sola pulgada en la solidaridad. Sí, es normal cotizar para que todos sean El debate sobre el tercer sector ha progresado ampliamente desde entonces:
atendidos por el médico; tengan una vivienda digna, sobrevivan ver el capítulo de La Société en sablier publicado en la Revista Internacional
decentemente si no se les ofrece trabajo. Pero la nueva lógica incita de Sociología.
precisamente a utilizar el dinero de la solidaridad para hacerlo fructificar en
tareas de4.utilidad social: pagar a los desempleados, o. más¡en
Prólogo de J. Delors, Introducción L’Affaire
bien subvencionar 5. Jack Russcl, citado por Phílippe Messinc, Les Saluruiens, op. cit.
biitiatiiies locales et solidaricé, Syros, París, 1987.
agencias autogestionadas de desempleados,realizar la rehabilitación del
parque de vivienda social deteriorado, :1a animación y el enriquecimiento
del entorno, la asistencia a domicilio. Estos trabajos de utilidad social, arma
absoluta contra la crisis del Estado de bienestar, garantizan que la retirada del
Estado no recaerá, como siempre, sobre el trabajo gratuito de las mujeres.
Pero ¿quién va a definir, la utilidad social? ¿Quién le va a fijar su campo,
para eviiar que las empresas del tercer sector «cabalguen» sobre las
actividades no subvencionarlas? ¿Quién, sino los usuarios, las organizaciones
locales? La reforma radical del Estado de bienestar será una reforma
radicalmente descentralizada por lo que se refiere a su gestión, aunque su
financiación tenga que seguir siendo con mucho global, nacional.
Pues los peligros permanecen: chapucería de actividades de su-
pervivencia; incapacidad tic hacer disponibles fondos para aprovechar las
iniciativas; competencia de las otras regiones; tentación de volver a la
1
0
POR UN ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL
NO AGRESIVO

Supongamos, amigos Sectores, que hayáis estimado que las proposiciones


que anteceden son a la vez seductoras y no completamente irreales. No
dejaréis de objetar: «Todo eso está muy bien, pero una nación que eligiese
este modelo corre peligro de tener muy graves problemas en la guerra
económica mundial. ¿Cómo un país donde se trabaja 30 o 35 horas puede
ser competitivo frente a Corea? Y además, la Corea que se ha vuelto
democrática puede muy bien elegir seguir trabajando de un tirón para
mejorar su nivel de vida».
Es completamente exacto. Ya lo hemos señalado: los «grandes
compromisos» no tienen por qué ser los mismos de un país a otro; el
compromiso que propongo ni siquiera es el único compromiso progresista
posible, y muchos países van a limitarse al modelo liberalpro- ductivista.
Lo que debemos pues encontrar es un acuerdo diplomático internacional,
un «nuevo orden económico internacional», capaz de garantizar a los
países que lo desean el mejor compromiso interno habida cuenta de la
situación y de las preferencias de su pueblo. En resumen, un «orden
económico no coactivo»... ¡excepto en que, en ciertos casos, podrá forzar a
ciertos países a no ser agresivos!
El gran problema es que actualmente, en el marco del liberalismo, la
carga del «ajuste» (es decir, del reequilibrio de la balanza comercial y de
los flujos de capitales) incumbe a los países deficitarios, que son en general
los que más necesidad tienen de un crecimiento económico para mejorar el
destino de su población. No sólo es muy grave para ellos, sino también este
juego de «estancamientos competitivos» (la competencia a fuerza de
disminuciones del poder adquisitivo) acaba volviéndose contra los países
superavitarios, que ven que

12
1
... uwauu uc JUS Lremra, la. máxima desvalorización de ivá créditos, es sacan partido de sus aliados potenciales en el Norte y de la existencia de una
decirla más amplia anulación de la deuda mundial. Pero esta anulación, por lo «mayoría oculta» favorable a un arreglo, y si proponen una alternativa
demás ya comenzada, plantea una serie de problemas. concreta.
En primer lugar, anular «oficialmente» deudas plantea un problema de El problema, con la anulación oficial y masiva de la deuda, es,
credibilidad para los futuros créditos, ¡sin contar con que puede ser chocante naturalmente, el de la supervivencia de los acreedores. ¿Qué sucederá si la
anular de manera igual deudas desigualmente bien utilizadas! La solidaridad desvalorización se generaliza (hundimiento de los precios de los bonos del
humana sugiere la anulación preferente de las deudas de los más pobres. Pero Tesoro estadounidense, anulación de los créditos al Tercer Mundo)? En la
¿hay que anular la deuda de las dictaduras, o dar una prima a las jóvenes medida en que esos haberes, ahora ficticios, servían para garantizar todo el
democracias (de Brasil, de Argentina ...)? Vayamos a lo más espinoso: ¿hay sistema bancario mundial, se corre peligro de una bancarrota de los bancos
que anular la deuda de Estados Unidos? acreedores y de un apagón general del sistema monetario mundial. Una
Señalemos en seguida que al devaluar su moneda dos veces en dos años desvalorización controlada de los créditos dudosos tranquiliza a la clientela
frente al marco y al yen, Estados Unidos preservó su expansión y recobró de los bancos, pero se vuelve peligrosa si es masiva y general. Por eso,
parcialmente su competitividad, pero sobre todo... ¡anuló la mitad del valor México no pudo conseguir el canje oficial de sus deudas, desvalorizadas en
de sus deudas extendidas en dólares! Por lo que se refiere a los países del un 50%, por obligaciones garantizadas por la Reserva Federal de Estados
Tercer Mundo, ya han aplicado tales restricciones a sus importaciones (con Unidos.
consecuencias sociales muchas veces dramáticas) que su balanza'comercial La desvalorización rápida de los créditos al Tercer Mundo sólo es pues
casi no depende más que de la demanda proveniente del mundo desarrollado. posible si un organismo monetario internacional, que funcione como
Para estos países, la única solución es la desvalorización de los créditos. Esta «prestamista en último recurso», resarce a los bancos por los créditos que
ya ha comenzado en el «mercado gris» entre bancos. Es decir, los bancos se entregan a sus deudores. Es decir que paga las deudas a los bancos (con
revenden entre ellos los créditos «con rebaja». cierto descuento) en lugar délos deudores. Lo cual despierta la actualidad de
Expertos cada vez más numerosos y personalidades cada vez menos los «derechos especiales de giro (DEG)». Estos DEG no son más que moneda
aisladas, al frente de ciertos gobiernos del «Norte» (Francia, Japón) o de de crédito emitida por un organismo internacional, el Fondo Monetario
ciertos organismos internacionales (la UNCTAD), se declaran partidarios de Internacional. Por ahora están subordinados al monto de los depósitos (en
la anulación más amplia posible (es decir*, hasta donde esperan poder hacer monedas de crédito nacionales) que las grandes potencias consienten confiar
aceptarla por sus iguales). Incluso estoy convencido de que hoy existe una al FMI. Pero nada impide teóricamente que el FMI adquiera el poder de un
mayoría Oculta, entre las «elites» del Norte, incluso en la dirección del FMI, banco central mundial, que emita papel moneda «bueno corno el oro», es
en pro de admitir que la desvalorización masiva de los créditos al Tercer decir, aceptado universalmente como medio de pago. Es, por lo demás, lo que
Mundo es inevitable. Sólo que esta «mayoría oculta» no podrá, revelarse más propuso Keynes durante la conferencia de Bretton Woods que, al acabar la
que con el empuje de los países endeudados, con el apoyo de las guerra, fundó el nuevo sistema internacional. La delegación de Estados
organizaciones no gubernamentales del Norte favorables al Tercer Mundo y Unidos se negó, e impuso el dólar como moneda de crédito internacional.
de los sindicatos del Norte poco preocupados de que el «reembolso» cobre la La situación internacional es hoy tan crítica que se impone un nuevo Bretton
forma de una invasión de importaciones. Woods. Dar a un organismo mundial como el FMI la
Pero este empuje no existe todavía, a causa de la incapacidad de los
«grandes endeudados» (Argentina, Brasil, México, Venezuela) para
coordinarse, y lo que es peor, a causa de una falta de convicción de las elites
del Sur. La estupefaciente disponibilidad de estas elites (hasta las de
centrpizquierda) para imponer a las clases populares de sus países el
reembolso de una deuda que ellas no han contraído no puede explicarse sólo
por la amenaza de represalias. Ésta podría ser repelida por un decidido «Club
de endeudados». En realidad, hay que comprender claramente que en el Sur
existen poderosos grupos de presión que tienen interés en el pago de la
deuda: los intermediarios financieros, el sector exportador, etc. Además, los
intelectuales (incluso de izquierda) interiorizan cada vez más las dificultades
de una ofensiva coordinada para el no reembolso. Estas dificultades son
reales, pero pueden superarse si los países deudores del Sur saben unirse,
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POR UN ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL NO AGRESIVO
ELEGIR LA AUDACIA

sus clientes se empobrecen. Sólo Estados Unióos, por el privilegio del dólar, En 1984, C. Jcdlicki1 calculaba que el Tercer Mundo, para enjugar en
puede librarse del «ajuste» durante cierto tiempo. diez años su deuda, entonces evaluada en 600.000 millones de dólares,
Esta situación se agrava todavía más. por la carga de las deudas debería hacer disponible un saldo exportador neto de 124.000 millones de
acumuladas. Un país endeudado no sólo no debe importar más de lo que dólares al año. O sea, la totalidad del déficit comercial estadounidense anual,
exporta, sino que debe hacer disponible un excedente comercial para que habría habido que reservar completamente para las exportaciones del
reembolsar una deuda que ya ha pagado varias veces, pero que los intereses Tercer Mundo. Evidentemente, esto no ocurrió (¡afortunadamente para
acumulados sobrecargan a medida que se la paga. Brasil fue muy pocas Europa y Japón!). Hoy, la deuda del Tercer Mundo sobrepasa los 1,3
veces deficitario en la década de Jos setenta, y casi siempre superavitario en billones, y la deuda externa de Estados Unidos está a punto de rebasarla en
la década de los ochenta (en 1988: 14.000 millones de dólares de excedentes, cinco años. Esta doble deuda se ha vuelto insoportable para el sistema
¡el tercero del mundo tras Japón y Alemania Federal!). Y, sin embargo, no financiero mundial, pero, si se exige su reembolso (a costa de políticas de
logra reembolsar. La búsqueda frenética de exportaciones lo condena al peor austeridad draconianas en Estados Unidos-y en el Tercer Mundo), ÍEuropa y
de los productivismos, sin ningún crecimiento de su nivel de vida, ni del Japón tendrían que aceptar un déficit del orden de varios cientos de miles de
bienestar de sus campesinos sedientos y de las muchedumbres de sus millones de dólares al año con respecto al resto del mundo (al estar fuera de
chabolas, sin ningún respeto por su medio ambiente. juego el bloque del CAEM [Consejo de Asistencia Económica Mutua])! Ello
originaría un desastre para el empleo (pues las exportaciones japonesas y
europeas tendrían que ser reemplazadas por importaciones) y probablemente
La bomba del reembolso un caos inextricable...
En cuanto a la desdicha de los pagadores... liaría falta otra pluma que
Ahí tenemos el ejemplo perfecto de un orden mundial que coacciona a elegir no fuese la mía palia-dar una idea de un poquito de su realidad a quien nunca
un modelo de desarrollo productívista, desigualitario, predador. Sin ha tenido la oportunidad de recorrer las calles y caminos de Brasil, Perú,
embargo, la continuación del crecimiento a crédito de la década de los México... Sólo América Latina ha tenido que efectuar una transferencia neta
setenta (extendida en Estados Unidos a la década de los ochenta) desemboca hacia el Norte de 180.000 millones de dólares en cinco años. ¡100 millones
en una acumulación de amenazas. Para captar los préstamos, cada país de dólares diarios! Es decir, como promedio, el 4% de su producción interior
endeudado debe aumentar los tipos de interés que acepta pagar. Entonces, bruta. Un tributo que nunca se habría osado imponer al Japón o la Alemania
para un capitalista se torna mucho más ventajoso especular que meterse en vencidos. ¿Qué Auschwitz han cometido los latinoamericanos para merecer
actividades productivas. Es algo que se ha vuelto insostenible para el Tercer este Hiroshima? ¿Y qué Nurembcrg.de! futuro juzgará nuestra época por
Mundo y que está en trance de volverse insostenible para Estados Unidos. La haber tolerado eso?
bomba de relojería de la deuda puede estallar de un mes a otro (al negarse En resumen, ¡la bomba del reembolso es todavía más peligrosa que la bomba
los acreedores a seguir prestando), provocando tal caos internacional que de la deuda! Así pues, no sólo la moral, sino también la lógica de la
será muy difícil volver a poner en pie, nacionalmente, un modelo de macroeconomía desde el momento en que se examina el problema
desarrollo satisfactorio. globalmente, en interés del nivel de vida de todos, del empleo de todos, y
La solución miope consiste en exigir el rápido retorno al equilibrio de probablemente de la paz mundial implican, como
las cuentas. «Que el Tercer Mundo, que Estados Unidos dejen de vivir por
encima de sus posibilidades, que reembolsen: los tipos de interés se
1. C. Jcdlicki, «De rímpossibilitc du remboursement de la dette a l'indíspcnsable
relajarán, y la recuperación general estará a la vuelta de la esquina.» Es rciubourscmctit des banques»: ¡levue Tiers Monde, 99 (1984).
engañarse totalmente en lo tocante al estado actual de la crisis. Las empresas
han recobrad'o una rentabilidad potencial satisfactoria. El bloqueo está ahora
completamente del lado de la demanda: los gigantescos derechos
acumulados por los acreedores sobre la producción futura van a obligar a la
mayor parte del mundo (el Tercer Mundo y Estados Unidos) a políticas de
'austeridad, que, al arrastrar a la economía mundial a una despiadada
recesión, no podrán sino hacer imposible el reembolso,de las deudas.
Expliquémonos.
POR UN ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL NO AGRESIVO

capacidad de emitir moneda, con un tipo de interés independiente de los coste sería sufragado prioritariamente por las mujeres, las minorías negras e
cambios de moda en Washington, permitiría hacer desaparecer muchos hispanas, los jóvenes de condición social precaria, y todo ese inmenso
bloqueos. En primer lugar, estos DEG serían abonados a los bancos como «tercer mundo» dentro de Estados Unidos. Y también porque la caída de las
compensación por las deudas del Tercer Mundo no pagadas ni bonificadas, importaciones estadounidenses sería muy grave para Europa y Japón,
luego serían distribuidos anualmente en función de las necesidades de dramática para los nuevos países industrializados del Tercer Mundo que
desarrollo de las poblaciones mundiales. También podrían servir para encuentran en Estados Unidos su principal cliente.
financiar reservas de estabilización de los precios de las materias primas, que Pero ¿cómo conseguir ese restablecimiento no recesivo del equilibrio
son la principal fuente de ingresos de numerosos países del Tercer Mundo. comercial entre Estados Unidos y el resto del mundo? Estados Unidos lo ha
De este modo, un «nuevo Bretton Woods» permitiría solucionar cuatro intentado primero negociando con sus socios la devaluación del dólar, a
grandes problemas: el asunto de la deuda del Tercer Mundo, la estabilización fines de 1985. Pero esta solución no mejora su déficit con relación a los
de los precios de las materias primas, la financiación de la ayuda al Tercer países de la zona del dólar: de ahí sus reacciones proteccionistas para con sus
Mundo, y la estabilización y moderación de loá tipos de interés mundiales. proveedores del Tercer Mundo. Sobre todo, sus acreedores alemanes y
Tal solución estaría por supuesto camuflada bajo un ropaje más ortodoxo: las japoneses, preocupados por comprobar la desvalorización de sus créditos en
propuestas prosperan en este momento, pero, si se cala bien hondo, vienen a dólares, son cada vez más exigentes con respecto a los tipos de interés que
ser más o menos lo mismo. Tendría sin duda el apoyo de Japón (que necesita les devengan estos valores. Los japoneses, en particular, son cada vez más
clientes, pero no puede financiar solo un «plan Marshall para el Tercer reacios a comprar los bonos del Tesoro que «queman los dedos»: el dólar ha
Mundo»), de Francia (pero a ésta se opondrían dentro de Europa los perdido su función de moneda de reserva.
gobiernos conservadores alemán y británico). Llegaría a reforzar los poderes En resumen, la pérdida de la hegemonía económica de Estados Unidos
del FMI o de un nuevo organismo internacional encargado de administrar los y el atolladero en que lo han metido las dos fases reaganianas conllevan un
títulos emitidos en sustitución de la deuda. abandono explícito de su hegemonía monetaria. En su disputa con Bonn, que
El FMI tiene por supuesto muy mala prensa ante los países del Tercer desencadenó la quiebra financiera de octubre de 1987, se oye el eco de las
Mundo. Es un poco injusto: el principio mismo del FMI es correcto y útil, es imprecaciones de los ministros británicos contra los «enanos de Zúrich» en
la política que llevan a cabo sus directivos (que actúan como mandatarios de la década de los sesenta, en los últimos coletazos de la libra esterlina. ¡Una
la comunidad financiera internacional) lo que es condenable. Por lo demás, moneda que.se deshace no puede seguir siendo moneda universal!
el Tribunal de los pueblos reunido en Berlín en septiembre de 1988 condenó Pero Estados Unidos tampoco lia podido restablecer sus cuentas con
al FMI y al Banco Mundial... ¡por no haber respetado los objetivos sociales una austeridad rigurosa... impracticable en período electoral. Incapaz de
de su propia constitución! La reforma del FMI, su democratización con la imponer la «reactivación» entre sus socios, Estados Unidos juega, desde la
toma en consideración de los puntos de vista del Tercer Mundo, plantearán quiebra de 1987, con el peligro de un resurgimiento de la inflación, de una
sin duda enormes problemas técnicos y diplomáticos. Pero es un gran envite subida de los tipos de interés, luego de una nueva quiebra financiera mucho
en el comienzo del siglo xxi. más profunda, con caída del mercado obligacionista (ya poco creíble), caída
En cuanto a Estados Unidos, sería el gran perdedor. No del todo: de la Bolsa de Toldo, etc. La solución social y económicamente preferible
recuperaría, en forma de DEG, los préstamos al Tercer Mundo a los que iba sería por supuesto la reactivación de las importaciones de parte de los otros
a resignarse a decir adiós. Pero la transferencia al FMI del papel de banquero dos
del mundo sería un golpe definitivo para la hegemonía del dólar, que
perdería así su condición de moneda mundial de hecho... Pero ¿podrá
Estados Unidos evitarlo por mucho tiempo? Es el problema que plantea el
ajuste de su déficit.
El fin de la hegemonía estadounidense

Cualquiera que sea la irritación que pueda suscitar la perspectiva de ver que
Estados Unidos se libra de la austeridad que el FMI ha impuesto tan
cruelmente al Tercer Mundo, resulta, en efecto, que este ajuste tiene que
evitar al máximo una recesión estadounidense. Aunque sólo fuese porque el

126 127
unk.1 A POR UN ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL NO AGRESIVO

polos. Japón aeaba de hacer importantes esfuerzos en el sentido de una que obliga a cada país a sacrificar todo a su capacidad exportadora. El caso
reactivación interna. Es de temer que sea muy insuficiente: nación de de la CEE es particularmente espectacular, volveremos a hablar de ello. ¿Qué
dimensiones medianas y que envejece, sobreequípada para satisfacer su hacer entre la CEE y sus socios, en particular qué hacer en las relaciones
demanda interna, probablemente n.unca será ungran polo importador. Todas Norte-Sur?
las miradas.se dirigen entonces hacia Europa. Pero ésta está hoy paralizada Recordemos el problema. Un país que tiene que equilibrar sus cuentas es
por las contradicciones del Mercado Común. Le dedicaremos todo un inducido a reducir en casa el coste del trabajo, para que sus productos sean
capítulo. más competitivos y su población, al consumir menos, importe menos. Esta
política de «recesiones competitivas» tiene por resultado global el
estancamiento general, salvo si ciertos países se endeudan. ¿Cómo impedir
Cláusulas sociales sobre el librecambio este «proteccionismo a fuerza de bajos salarios»? Necesariamente modulando
con cláusulas sociales las reglas del librecambio, del mismo modo que los
Con la anulación de las deudas se líquida el pasado. Con la generalización de convenios colectivos y la legislación social moderan, dentro de un país, la
la moneda DEG se abre la posibilidad de otros modelos de desarrollo que no competencia entre las empresas por la sobreexploración de los trabajadores.
sean el productivismo exportador. Pero sólo la posibilidad. Nada impide que ¿Utopía? Pero veamos el discurso del gobierno Reagan, ese campeón
tal o cual país, del Norte o del Sur, siga subvencionando el poder adquisitivo del librecambio, desde 1986. Ansioso de restablecer la balanza comercial sin
de sus clases superiores en mercancías importadas, exprimiendo a los poner en tela de juicio el nivel de vida y el empleo en Estados Unidos, ¿qué
campesinosy obreros del sector exportador para financiar esas importaciones. dice a sus acreedores japoneses o alemanes? «¡Reactivad el crecimiento entre
Y esos productos difundidos a bajo precio en el mercado mundial vosotros, o no podremos impedir que nuestros parlamentarios aprueben leyes
establecerán de nuevo la norma para los demás países, impidiéndoles proteccionistas!» No es muy elegante, ni muy diplomático, es incluso
compaginar el librecambio y la elección de un modelo interno alternativo. La bastante arrogante, pero en cuanto al fondo, esta posición introduce un princi-
parte financiera de la reforma del modo de regulación mundial tiene que ser pio perfectamente justo: corresponde a los países que venden demasiado
apoyada por una parte comercial. arreglárselas para importar más o exportar menos. Que lo hagan con el
A primera vista, ^proteccionismo es él mejor modo de garantizar la crecimiento de su consumo o con el crecimiento del tiempo libre, es cosa de
libertad de elección dé un modelo de desarrollo nacional. Si un país, por opción democrática interna. Pero no corresponde a los países deficitarios
procedimientos democráticos, llega a un«buen» compromiso interno, si este hacer todo el esfuerzo. ¡Y si se pretende obligarlos a ello, éstos están
compromiso compagina lo mejor posible las necesidades de la comunidad y autorizados a recurrir el proteccionismo!
Jos deseos de sus miembros, ¿por qué habría de ser perturbado por la El proceso diplomático que hará que poco a poco se reconozca este
arbitraria regla del librecambio? Todas las naciones que se han propuesto principio será muy largo. Entre las grandes potencias, será cosa de razón y
asumir su destino, en un contexto de dominación del mundo por una u otras de relación de fuerzas. Con relación al Tercer Mundo, ya reina la más
naciones más avanzadas, han tenido que comenzar con una fase absoluta arbitrariedad.
proteccionista, cualquiera que hubiese sido la naturaleza del modelo de En efecto, los países del Norte colocan al Sur en un dilema inex-
desarrollo adoptado. Este fue el contenido económico de la guerra de tricable. Se les dice que paguen su deuda. Ahora bien, pagar la deuda no
independencia estadounidense, este fue el punto de partida de la Alemania de quiere decir nada más que hacer disponible un saldo exportador neto
Bismarck o de la revolución japonesa de la era Mciji, esta fue la oportunidad (exportar más de lo que importan). Pero ante la oleada de
tanto de Brasil como de Corea del Sur.
• Actualmente, el proteccionismo tienen sus inconvenientes, más o menos
graves. La difusión de nuevos procedimientos, de nuevos productos se halla
frenada con él (y no todas las novedades son ecológicamente nocivas). Las
«economías de escala» debidas a la producción en grao serie están perdidas
(y no necesariamente es bueno para el crecimiento del tiempo libre). Fuertes
inversiones especialmente contaminantes tienen que duplicarse de país en
país. Estos argumentos influyeron en la fundación déla Comunidad
Económica Europea (pero para generalizar el modelo productivista fordiano),
Pero hoy, todas estas ventajas se anulan en la guerra comercial mundial,

128 129
ELEGIR LA AUDACIA POR UN ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL NO AGRESIVO

exportaciones del Sur, los países del Norte, al ver arruinados a sus dice a menudo en América Latina). Así, un proteccionismo ilegítimo del
campesinos y a su industria, ¡recurren al proteccionismo contra sus propios Norte sería sancionado automáticamente con un no reembolso.
deudores! Luego, y recíprocamente, se impondrían cláusulas sociales sobre el
Tal es la paradoja de lo que podemos llamar «neomercantilismo del librecambio. De ello serían excluidos los países que basasen su
Norte». A fines de la década de los sesenta, los países capitalistas avanzados competitividad en la sobreexplotación de sus trabajadores, el atropello de
estaban muy contentos de encontrar en el Sur productos baratos. A eso se los derechos sindicales, la represión del sindicalismo independiente. Estas
llamaba, desde la izquierda, el «saqueo del Tercer Mundo». ¡Y he aquí que cláusulas no protegerían sólo «al Norte» contra «el Sur», sino sobre todo a
el Norte, con su proteccionismo, se negaría ahora a «saquear el Sur»... para los países del Sur más democráticos contra la competencia de los menos
salvar sus empleos! Semejante situación nos enseña por lo menos una cosa: democráticos. .,
«elNorte», incluso «el capitalismo del Norte», no es un bloque unificado ni ¿Impensable? Entonces leamos el parágrafo siguiente: «Los ministros
una conspiración capaz de acción racional y maquiavélica. La ambigüedad y [del Comité preparatorio de las negociaciones para el comercio
la incoherencia afectan a todas las clases sociales. multilateral2] reconocen que la negación de los derechos de los trabajadores
— Como capitalismo financiero, él Norte está en pro del reembolso puede impedir que se alcancen los objetivos del GATT y puede conducir a
por el Sur. Como capitalismo industrial o agrario, está en contra de la distorsiones comerciales, induciendo así a presiones proteccionistas. En
competencia del Sur. consecuencia, las negociaciones deberían examinar los efectos de la
— Como asalariados, los trabajadores del Norte temen la com negación de los derechos de los trabajadores para'las partes contratantes, la
pequeños ganaderos europeos. relación entre los derechos de los trabajadores y los artículos y objetivos del
petencia de los del Sur. Como consumidores, se alegran de la ropa, los GATT, y considerar los modos posibles para tratar el problema de los dere-
magnetoscopios o los hornos de microondas baratos de que les abastecen chos de los trabajadores en el marco del GATT, con objeto de asegurarse de
los exportadores del Sur. que el crecimiento de los intercambios comerciales beneficie a todos los
— Finalmente, los militantes alternativos o sindicalistas están en trabajadores de todos los países.» Esta enmienda fue rechazada. Pero ¿de
contra del «saqueo del Tercer Mundo», pero ¡temen osar parecer que quién era esa jerga diplomático-izquierdista? De la delegación de Estados
ponen en peligro el empleo en el Sur! Unidos.
¡Por supuesto! dirán los «antiimperialistas vigilantes». ¡Estados
Este dilema es real. He tenido que hablar mucho tiempo con
Unidos tiene el descaro de justificar su arbitrario proteccionismo con
sindicalistas, obreros y campesinos del Sur antes de convencerme de que
consideraciones sociales! Sin duda. Pero este homenaje del vicio a la virtud,
el proteccionismo del Norte es mejor para los trabajadores del Sur que los
que es la hipocresía, no es por eso menos significativo: ¡existen poderosos
horrores del modelo exportador que se les impone. Que más valdría que el
intereses en el Norte que militan en pro de abstenerse de saquear el Tercer
textil del Sur no tuviese más mercados que los pueblos del Sur. Que la
Mundo en condiciones de demasiada sobreexploración! Todo el problema,
soja brasileña exportada hacia Europa deje de expulsar a los pequeños
en esta materia, es saber quién será el árbitro del respeto del «derecho de los
productores de frijoles de Brasil... y a los
trabajadores» y del «beneficio de todos». En mi opinión, sólo puede ser un
Liberados de la coacción del reembolso, los países del Sur podrían organismo internacional, como la Oficina Internacional del Trabajo de
óptar por una reorientación hacia el consumo interno. Liberado dé la Ginebra. ,
presión del Sur, el empresariado del Norte sería menos inducido a Pero a estas «reglas del juego» abstractas deben superponerse
«racionalizar», automatizar, disminuir los salarios, generalizar la acuerdos negociados entre países del Norte y del Sur, basados en sus
precariedad. ¿Que las mercancías serían más caras para los consumidores? complemcntariedades dinámicas, encaminados a lograr intercambios
Pero ¿qué tienen que ver desempleados sin ingreso con la libertad de equilibrados, con asociación en las transferencias de tecnologías: lo que se
consumir los frutos de la sobreexplotación de los llama codesarrollo, que no detallaremos aquí.

obreros de Tailandia? 2. Se trata de las negociaciones llamadas «Ronda de Uruguay» para la reforma de! GATT
(Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio) que, desde e! fin de la segunda Guerra
Me parece que dos reglas pueden regular la contradicción.
Mundial, regula el comercio internacional.
En primer lugar, un país endeudado debería tener derecho a limitar sus
reembolsos a una fracción de sus exportaciones (el 10%, se

130
POR UN ORDEN ECONÓMICO INTERNACIONAL NO AGRESIVO

Una 'agencia para la protección del patrimonio común de indemnización). Estos recursos podrían ser tasas cobradas sobre el consumo
la humanidad o el uso de ciertos productos contaminantes. Por ejemplo, el alza de los
precios del petróleo arrastró al mundo entero a una sana política de
Todas las reformas arriba propuestas tenían por objeto proteger la libertad de economía de energía, que corre peligro de relajarse si la baja actual se
los pueblos y de las naciones de elegir un modelo de desarrollo lo más prolonga. Una tasa parafiscal sobre los combustibles podría a la vez
progresista posible en función de sus propias opciones, democráticamente alimentar el organismo y disuadir a los usuarios de un despilfarro peligroso.
determinadas. Pero el principio que nos ha guiado que la libertad de elegir Tal organismo, en asociación con la Organización Mundial de la Salud
su modelo de desarrollo termina allí donde comienza la libertad de los y la FAO, podría entonces emprender acciones de prevención de plagas a
demás pueblos de hacer lo mismo, ese principio tiene consecuencias mucho escala mundial. Su papel sería tanto más decisivo cuanto . que la prevención
más apremiantes en por lo menos un caso. Quiero hablar, por supuesto, de de plagas plantea problemas típicamente ecológicos: así, la lucha contra las
los problemas ecológicos que atañen a todo el planeta. langostas en Africa exige no sólo una estricta cooperación internacional,
El problema es sencillo y se difracta en una multitud de preguntas sino una elección atinadá de pesticidas.
concretas. De una cosa a otra, este organismo supranacional podría edificar su
¿Tiene derecho Francia de dejar que circulen coches sin catalizadores, propia fiscalídad si se le reconoce el monopolio legítimo de las
Alemania Federal de dejar que circulen sus coches descontaminados á sobregananciás que corresponden a inventos de interés mundial. Es
medias a 180 kilómetros por hora en sus autopistas, cuando ninguno de estos escandaloso que la carrera del descubrimiento de la vacuna antisida esté
países tiene posibilidades de sustraer «su» contaminación al empuje de los obstaculizada por sórdidas rivalidades comerciales entre laboratorios.
vientos? Pero la acción de este organismo no sería necesariamente directa.
¿Tiene derecho Francia de poner en marcha un supergenerador Podría fomentar medidas de incitaciones ecologistas nacionales: gravar a los
nuclear, que a pesar de su gigantismo se declara prudentemente que es contaminadores, subvencionar los coches propios, las economías de energía,
experimental, a unas pocas decenas de kilómetros de la frontera suiza? las energías renovables (el kilovatio-hora de Super-Phénix cuesta diez veces
¿Tienen derecho los países del Norte de esperar todavía algunos años más caro que la fotovoltaica 3. ¿Qué ocurrirá si un programa mundial
la' destrucción dé la capa de ozoqo antes de suprimir el uso de los aerosoles desarrolla la tecnología solar?). Para eso tendrá que cruzar la espada con las
con clorofluorocarbonádos? ' plazas fuertes del librecambio (como la Comunidad Europea cuando prohíbe
¿Tiene derecho Brasil de quemar su selva amazónica, pulmón del a Holanda reforzar su política anticontamínación).
planeta, para evitarse proceder a una reforma agraria en Jas tierras ya ¿Utopía, otra vez? Ni más ni menos que la prohibición de la tortura y
roturadas? de las armas químicas. Con la diferencia de que cada uno de nosotros, cada
• Se pueden hacer compartimientos para fumadores en los trenes. Pero minuto, está implicado. Y de que es más tarde de lo que pensamos.
no se pueden tolerar compartimientos contaminantes en el planeta. Meno.s
aún cuando los efectos de la contaminación se vuelven tan complejos que 3.Denis Clerc, «L’électricité la plus chere du monde»: Altemative économique, febrero de
resulta imposible imputar sus costes a los contaminadores. Cuando la subida 1988.
del nivel de los mares haya inundado Bangladesh, ¿se reinstalará a los
refugiados a prorrata de la contribución de cada país al «efecto de
invernadero» que hace que se derritan los hielos?
La seguridad ecológica del planeta es, de entrada, colectiva. Es pues
de la incumbencia de un organismo internacional con autoridad para impedir
la profanación del patrimonio común. Un organismo dotado de poderosos
instrumentos de estudio y evaluación, independiente de los gobiernos, y
capaz de hacerlos comparecer ante la Corte de La Haya o el Consejo de
Seguridad en caso de violación de sus directivas.
Tal organismo deberá disponer de recursos financieros, aunque sólo
fuese para indemnizar a ciertos países que podrían sentirse perjudicados en
su libertad de hacer uso de sus propias riquezas (del mismo modo que la
congelación o expropiación de un terreno por utilidad pública da derecho a

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ELEGIR LA AUDACIA

Comentarios de 1996

Por desgracia, las cosas no han evolucionado tan bien como habrían
podido evolucionar. La deuda sólo ha sido borrada para los países más
empobrecidos. América latina ha seguido llevando su reembolso como una
cruz a cuestas, convirtiéndose sus élites cada vez más a la extraversión de 1
la economía (la evolución de Fernando Enrique Cardoso en Brasil es 1
LA ALTERNATIVA: UN PROYECTO PARA EUROPA
típica). En cambio, Corea, al haber reembolsado su deuda, ha llegado a ser
un país capitalista avanzado... y auto-
centrado.
El gran cambio, lo dijimos en el capítulo 2, es la conversión de
Estados Unidos a un «laxismo keynesiano no fordista», que ha permitido
la reanudación del crédito privado internacional en beneficio de los nuevos
países industrializados, como en la década de los setenta. No ha habido
pues necesidad de un «nuevo Bretton Woods». Y si el «dólar débil» ha
podido ser todavía la moneda internacional es porque, a partir de la caída
del muro de Berlín y sobre todo de la segunda Guerra del Golfo (1991), el
Desde que el fordismo perdió sus ardores y sus promesas, desde que
mundo entero ha delegado a Estados Unidos el papel de gendarme (o de
liberalproductivismo se hunde en sus atolladeros, la Europa unida ha
condoliere) internacional (ver la versión inglesa de este libro).
recuperado el papel de lajerusalén celestial: un lugar mítico donde se
disiparán todas las dificultades. Allí donde el socialismo estatal y el
liberalismo dogmático han fracasado (crecimiento, empleo), el gran
mercado de 1993 dará la respuesta. Este fue el discurso de los «tres grandes
candidatos» en las elecciones presidenciales francesas en 1988. No es muy
sorprendente que uno de cada tres franceses haya preferido a los
«pequeños»... o la abstención. Pero si las cosas siguen, el gran mercado
interior se juntará muy pronto con los inmigrantes en el papel de chivo
expiatorio...
Pasemos por alto el discurso (por lo demás no falso): «El gran
mercado va a hacer daño a Francia». Pierre Mendés-Francej apóstol de la
modernización de la década de los cincuenta, se opuso a la Comunidad
Económica Europea en nombre del mismo argumento. Charles de Gaulle,
primeramente escéptico, supo darse los modos de aceptar el reto. Con un
«desarrollismo» hipervoluntarista, el reto parecía ganado en 1970. Por la
inconsciencia de sus sucesores, parecía perdido en 1980. La «doble
alternancia» de la década de los ochenta no arregló las cosas. Sin eihbargo,
hoy se conocen las recetas de las naciones o regiones que «ganan»: Japón,
Alemania Federal, Suecia, el norte de Italia, Massachusetts, Michigan.
Movilización de la destreza de los productores, compromisos conflictivos
entre sindicatos y dirección de las empresas, asociación Estado-in-
vestigación-industria, etc. Incluso supongamos que el tándem Mitterrand-
Rocard fuese el equipo apto para aplicar estas recetas.

134
LA ALTERNATIVA: UN PROYECTO PARA EUROPA

Pero el problema es más profundo. «Si .-.upiese de algo, decía estaban todavía a disposición de los países miembros:
Montesquieu, que fuese útil para mi patria y perjudicial para Europa, o que 1) desacelerar voluntariamente su propio crecimiento;
fuese útil para Europa y perjudicial para la humanidad, lo consideraría como 2) aumentar la competitividad mediante devaluaciones;
un crimen». ¡El problema no es saber sí el Mercado Común y el Acta Única 3) mantener barreras aduaneras no arancelarias con el funcionamiento-
que lo perfecciona son útiles para Francia, sino útiles para Europa, y si, al ser de las normas, homologaciones y cláusulas de salvaguardia previstas por el
útiles para Europa, son útiles para la humanidad! tratado de Roma.
En la década de los setenta, en Europa como en todas partes, la
necesidad de pagar la renta petrolera aceleró todavía más la interna-
La CEE-esclerosis ¿Es pues el perfeccionamiento del Mercado Común en el cionalización del comercio tanto intracomunitario como extracomunitario.
sentido del Acta Única algo bueno? Porque, finalmente, el Mercado Común Ahora bien, fue en ese mismo momento cuando los reguladores 2 y 3
tiene veintidós años. Se ven sus ventajas, también sus imperfecciones. Desde quedaron bloqueados.
hace diez años, en el interior de la CEE, el producto interior bruto y la — El sistema monetario europeo prohibe'que un país devalúe sin la
inversión de las naciones evolucionan como en una fina serpiente. Pero por aprobación de sus socios y sobre todo del primus ínter pares, Alemania, la
lo que se refiere al crecimiento y al paro, la CEE va lamentablemente cual, afanosa de eliminar a sus competidores, sólo les autorizaba
rezagada respecto a la OCDE, y sobre todo respecto a Japón y a Estados devaluaciones insuficientes para restablecer su competid vidad. — El empleo
Unidos. Con relación a 1980, el crecimiento de la producción hasta de las cláusulas de salvaguardia cayó en desuso, excepto para los países del
comienzos de 1988 ha sido del 8% en la CEE frente al 30% en Japón y al Sur, entre ellos Italia. Es el tercer regulador que el Acta Única que instituye
20% en Estados Unidos. La tasa de paro en la CEE sigue estando en los el «gran mercado interior» va a bloquear definitivamente el 1 de enero de
alrededores del 10% (y sólo ha vuelto a bajar al 8% en Alemania Federal a 1993. Primero, al suprimir la preferencia naeional en los pedidos públicos,
causa de su caída demográfica), es decir el doble que en Estados Unidos y privando así a los gobiernos de uno de sus instrumentos de política industrial
cuatro veces mayor que en Japón. ¿Evroesclerosjs? De ninguna manera, propia. Al suprimir las últimas medidas administrativas que limitan las
basta con considerar los seis países avanzados europeos no miembros de-la importaciones (homologación, etc.), abriendo por ejemplo los mercados
CEE, Suecia, Noruega, Suiza, Austria, Islandia, Finlandia: están en las francés o italiano a los vehículos japoneses. Al suprimir la posibilidad, con el
normas japonesas. Con relación a 1980, el crecimiento ha sido IVA deducible en la frontera, de modular la • fiscalidad interna de cada país.
respectivamente del 40% en Noruega y del 20% para los otros «europeos ¿Qué queda, qué quedará, después de 1992, como único regulador? El
fuera de la CEE». El paro sigue siendo inferior a la tasa japonesa, excepto en primero. Para equilibrar su propia balanza comercial, cada país debe
Austria (7,3%): 0,8% en Suiza, 1,6% en Suecia. esforzarse por crecer menos rápidamente que su vecino, por reducir más
No hay euroesclerosis. Sólo hay una CEE-esclerosis. El Mercado sus costes. Menos salarios. Menos reducción de la duración del trabajo.
Común adolece de un déficit de regulación interna. Sin embargo, la CEE, Menos seguridad social. Menos gastos públicos. Resultado: una
antaño, iba bien. De 1957 a 1973, había, en cada país, un mismo acuerdo desaceleración adicional del crecimiento del
implícito, más o menos conflictivo, entre Estado, empresanado y sindicatos.
Este acuerdo, mencionado por lo demás en el tratado de Roma, implicaba
una rápida elevación del nivel de vida de los trabajadores, que generaba una
salida para las ganancias de productividad.
Pero ningún mecanismo explícito se ocupaba del equilibrio comercial
intracomunitario. Un aumento del poder adquisitivo más rápido en un país
que en los otros abría pues ese doble peligro de déficit comercial que ya
hemos mencionado diez veces: al aumentar más rápidamente los costes de
producción, la competitividad disminuiría, al crecer más rápidamente el
poder adquisitivo y la inversión, y con coeficiente de importación constante,
las importaciones aumentarían. Ahora bien, el principio mismo de la apertura
de las fronteras, al intensificar regularmente la integración económica, hacía
progresivamente más frágil el equilibrio de los pagos de cada país por
separado, en particular de los que eran menos competitivos o de los que
crecían más rápidamente (a menudo eran los mismos). Pero tres reguladores
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ELEGIR LA AUD A C ¡ A LA ALTERNATIVA: UN PROYECTO PARA EUROPA

mercado interior, una aceleración del paro, que asolará particularmente a los para 1990. Ahora bien, Francia ya ocupa una posición media y, en ausencia
países menos ricos, o con mayor expansión demográfica: los del Sur, de. una legislación europea, habrá que seguir al Estado menos goloso:
Irlanda, y también Francia e Italia. Luxemburgo. A la cláusula de la clase obrera menos favorecida que ya
Es sumamente significativo que, desde hace cinco anos, el presines de implica el librecambio, se añade la cláusula del capital menos gravado.
dente de la Comisión de Bruselas sea Jacques Delors; que era ministro de Finalmente, ¡vamos hacia una Europa donde sólo las rentas del trabajo serán
Finanzas cuando en marzo de 1983 el gobierno Mauroy interrumpió la gravadas!
experiencia «socialista» francesa, desdiciéndose de años de compromiso y En el verano de 1988, Michel Rocard amplía brutalmente el debate: la
desconociendo la esperanza de decenas de millo unificación del IVA, que se hace obligatoria con la supresión de las
fronteras, no puede sino reducir considerablemente las rentas de los Estados
entre quienes en Europa habían seguido con esperanza y simpatía esta donde, como en Francia, el impuesto indirecto financia la mitad del
experiencia. «De hoy en adelante, declaró a los franceses, tenemos que presupuesto. En resumen, hay que elegir: o Europa, o el mantenimiento de
esforzarnos por crecer un 1% menos rápidamente que nuestros socios». No cierto papel para los Estados soberanos y para el Estado de bienestar.
hace falta ser un especialista, en la teoría de los juegos para imaginar el En su crónica anual del diario Le Monde, en el mes de agosto, Edmond
efecto global resultante de doce estrategias que obedecen al mismo Maire, el muy europeo dirigente de la CFDT, ataca en otro frente: sin
principio: ¡el estancamiento! Sólo una acción coordinada a nivel europeo espacio social previo, el Mercado único va a dar una prima al «dumping
habría podido detener esta dialéctica perversa. Y Jacques Delors pensaba social» de los países donde la relación salarial es la más desfavorable. Con
sin duda alguna que podía impulsar esta coordinación, pasando; al piso esto, Edmond Maire no hace más que seguir la concienciación (tardía) de
superior. Ahora bien, Europa está controlada por dos bloques dos exploradores: Michel Albert y jean Boissonnat, quienes, en Boom,
conservadores-liberales: en Gran Bretaña y en Alemania Federal. Crise, Krach, habían dado un toque de alarma unos meses antes2.
Resultado: el Acta Única, cuyo gran promotor fue y sigue siendo Así, casi toda la academia saint-simoniana había cambiado de rumbo.
Ya no quedaba más que uno: por último, Alain Mine, antaño arrogante
adulón3 del liberalismo desenfrenado y de la unificación europea por medio
personas, no sólo entre los electores franceses, sino también del mercado, pero sin duda chasqueado por el fracaso de la OPA que
Jacques Delors, que suprime las últimas «esclusas» y generaliza la acababa de lanzar contra la Céndrale de Bélgica desde París y por cuenta de
competencia de mercancías sin prever mecanismos sociopolíticos comunes un industrial italiano, presenta en La Grande Illusion'' una verdadera
compensatorios, no puede sino agravar el problema. El Mercado Común se acusación contra la mitología europea. Larga y talentosa paráfrasis de las
convierte en lo que Michel Rocard había temido hacía mucho tiempo: una advertencias que Philippe Messine, yo mismo y algunos otros clamábamos
zona de librecambio sin política social común, El Mercado Común contra en el desierto desde hacía cinco años, este libro es el calderón de una evolu-
Europa'. ción saludable. ¡Por fin se abre el debate!
De lo cual se dan cuenta bruscamente la clase intelectual y el Esta vez, Jacques Delors tiene que reaccionar. Él, que se había
empresariado franceses, incluidos los más antiguos paladines de la mística volcado para inducir a los socialistas franceses a subordinar cualquier
europea, a quienes en L’Audace ou l’enlisement yo había llamado los «saint- ambición social a los ritmos de la avanzada europea, se siente atacado por
simonianos». Este grupo intelectual, en el punto de unión del centrismo y de gente de su propia sensibilidad. Replica a Edmond Maire en Libéraiion: sí,
la «segunda izquierda», acaba de llegar al poder con Michel Rocard, en se necesita una Europa social. Además, no-
mayo de 1988. Es de él de donde salen las primeras voces de alarma. El
detonador es sin duda el debate sobre el impuesto sobre el patrimonio, que se 2. Scuil, París, 1988 [trad. esp. La gran ilusión, Planeta, Madrid, 1990].
supone que financia la renta garantizada (única medida «de izquierda» 3. Sobre el papel de la Fundación Saínt-Siinon en torno al viraje de marzo de 1983 y sobre
programada para ' el septenio). Desde el mes de junio, los expertos hacen los argumentos «psicoanalíticos» de Alain Mine contra los escépticos, ver L’Audace ou
notar que cualquier impuesto sobre el capital está estrictamente limitado por rénlisement, op. cit.
el contexto europeo, dada la libre circulación de Capitales prevista 4. Grasset, París, 1989.

1. M. Rocard, Lenégre y Jaumonr, Le Marché commun contra l’Europe, Scuii,


París, 1973.
1A LA ALTERNATIVA: UN PROYECTO PARA EUROPA

sotros (es decir, Bruselas) la hacemos: véase ei Informe Marín. Y cita un por la búsqueda democrática de un acuerdo entre ciudadanos de Europa,
primer ejemplo: los transportes de carretera. Y se reconforta con el verdadero implica un paso adelante en la unificación sociopolítica, y eso antes del
triunfo personal que obtuvo en el congreso de la Trade Unión Congress. En mercado interior.
efecto, los sindicalistas británicos, anonadados por diez años de thatcherismo,
acaban de darse cuenta de que su tabla de salvación reside de ahora en
adelante en una Europa unificada conforme a las normas de Alemania Primero la Europa social
Federal, que se ha convertido paradójicamente en la fortaleza de los derechos
sociales y sindicales, en la «cola de pelotón» en el proceso de Ahora, el problema está planteado lógicamente. Una vía alternativa al
«flexibilización» y precarización de las relaciones de trabajo, según la liberalproductivismo sólo es posible en Europa con dos guiones:
expresión de Ulrich Zachert7. — o bien retroceder en la unificación de los mercados, volver
Ese caso de los transportes de carretera (¡actividad internacionalizada al tipo de control de su comercio exterior que han sabido mantener los no
por naturaleza!) es muy interesante. El empresariado alemán vio que se le miembros (Suecia, etc.);
arrancaba, a lo largo de los años, una legislación social muy avanzada, que lo — o bien acelerar, antes de 1992, la unificación social y
forzó a buscar ganancias «virtuosas» de productividad antes que las política de Europa en un sentido progresista: SMIC y horarios europeos,
facilidades de la regresión social. Pero ese compromiso avanzado que financiación común de la seguridad social con alineación hacia la parte alta,
constituye la fuerza de Alemania puede desrruirse con una competencia reglamentos ecológicos, etc.
demasiado directa con los asalariados poco protegidos de Europa del Sur. No La primera solución de ningún modo es incompatible con una
es sorprendente que Alemania haya sido la primera en imponer cláusulas intensificación de la cooperación técnica y científica (tipo ESPR1T, COMET,
sociales sobre el librecambio. Pero desde ahora, como observa U. Zachert, el AR1ANE, AIRBUS, etc.). Devuelve a cada país el uso de los mecanismos
empresariado alemán procura utilizar la directiva europea sobre los compensadores del Mercado Común de la edad de oro: la posibilidad de
transportes (forzosamente menos ventajosa para los asalariados que los determinar nacionalmente sus compromisos internos, fiscales y sociales, el
convenios alemanes) para alinearse «hacia la parte inferior». dominio de su moneda. Así, Suecia, sin embargo sobreexportadora y
Es con la unificación monetaria cuando el debate llega a la efer- supercompetitiva en los ramos más sofisticados, devalúa regularmente su
vescencia. La posibilidad para un Estado de abrir más o menos liberalmente moneda. La última vez, en un 18%. Esto no le proporciona nuevas cuotas de
la llave del crédito es el regulador más directo de la armonía social: lo hemos mercado (¿qué haría con ello, en situación de pleno empleo?). Pero al
visto con los «choques monetaristas» de la década de los ochenta. Ahora bien, proporcionar cada mercancía exportada más coronas suecas, le es más fácil
la libre circulación de capitales hace obligatoria a corto plazo una forma de p’oner aceite a sus engranajes sociales y financiar sus opciones ecológicas.
unificación monetaria, y por consiguiente un decisivo abandono de soberanía Este guión es sin duda menos ventajoso que el segundo. Es mejor una
a una especie de banco central europeo. La comisión Miguel Boyer comienza Europa progresista (en el sentido alternativo del término) que una Francia,
a hablar sobre el tema cuando Margaret Thatcher lanza en el parlamento de una Suecia, etc., separadamente progresistas. La alternativa en. un solo
Londres una advertencia provocadora: «No habrá banco central europeo país es una segunda opción con relación a la alternativa en toda Europa: la
mientras esta casa exista». Es exagerado, pero hay algo de verdad: elegir un unión hace la fuerza..., ya se sabe. Pero el dilema actualmente existente no
tipo de interés, una tasa de crecimiento monetario, es elegir un grado de esta ahí. Se nos pide elegir
tensión o de compromiso social, es de hecho un acto de soberanía política,
que ha de someterse al control democrático.
La época de la Europa únicamente tecnoeconómica se acaba. Continuar en
este camino es de hecho, ya, una opción política: la opción de restablecer la
jungla competitiva del siglo xix. Una parte de la Comisión de Bruselas
encarnada por Jacques Delors se resiste a ello. De ahí la cólera de Margaret
Tlvatcher, que trata a esta sin embargo muy tímida Comisión Europea de
«nido de marxistas retrasados». Optar, al contrario, por la preservación de los
objetivos sociales y de las obligaciones ecológicas de la actividad económica,

7 U. Zachert, «Les formes d’emploi: problémes et tendances acruelies en Aílcmagne


fédérale», Colloque international sur les formes d’etnploi, París, noviembre de 1988.
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ELEGIR LA AUDACIA LA ALTERNATIVA: UN PROYECTO PARA EUROPA

entre una Europa de Estados quizá alternativos y una Europa unida... Una elección de sociedad, de cultura, de salud, de paisaje, de belleza:
liberalproductivista. Entonces, lo digo tranquilamente: si esta es la opción, ¿quién habla de ello? Prefieren reírse de las negociaciones de alto nivel
es mejor la primera solución. Pero si es posible elegir el segundo guión (la sobre el precio del altramuz. Pero éstas son exactamente tan importantes
Europa social y ecológica antes de la Europa de las mercancías), entonces como los acuerdos de Grenelle o de Matignon [las grandes negociaciones
hay que reflexionar sobre ello. sociales de 1936 y 1968]: es un compromiso institucional entre los grupos
Una variante del segundo guión nos ha sido sugerida por el candidato sociales de varios países para saber con qué salsa comerán unos y serán
Erangois Mitterrand en su Carta a los franceses. Resumo: «Creemos la comidos los otros. Si la Europa social ha de acompañar el mercado único,
Europa de los comerciantes. Será tan insoportable que nos veremos habrá negociaciones del mismo tipo todos los años para saber si el jubilado
obligados a superponerle una Europa social». Respetuosamente, tengo portugués, que nunca ha cotizado, ha de disfrutar de la misma pensión que
algunas dudas. Una Europa liberalproductivista es tan posible como Estados el jubilado danés, y si será el ingeniero inglés, el dentista belga o el
Unidos o Brasil. Una Europa de dos velocidades sociales, con sus regiones empresario italiano quien tendrá que pagar por él 6. Habrá, como en Francia
de ricos y sus regiones de pobres, y, en las regiones de ricos, con pobres en la década de los cincuenta, «exoneraciones de zona» (diferenciaciones
(turcos, magrebíes, o... femeninos) para servir a los ricos. Que consumirán, regionales) en los convenios colectivos y el salario mínimo europeo. ¿Que
todos, bienes producidos en las regiones pobres. En el Douro portugués, por no es fácil? Pero eso es «construir Europa», social y políticamente.
ejemplo. Incluso diría que el gran mercado interior sin Europa social es la ¿Qué sería, por ejemplo, una política agrícola común alternativa, tal
gran puerta de entrada a este guión de lo inaceptable. Pero veamos los como la propone la izquierda campesina europea (en Francia, la
problemas del segundo guión no corregido. Confederación Campesina)? En primer lugar, haría el inventario de las
Unificación social y política: eso quiere decir, en primer lugar, que los posibilidades de la tierra en Europa, de las necesidades de sus habitantes. Se
países miembros ya no se hacen una guerra comercial a fuer apartaría'progresivamente de los hábitos importadores que han asolado el
eternas palabrerías sobre la política agrícola, no sin cierto «racismo anti- Tercer Mundo sembrando inmensos campos de soja y de
proteicooleaginosas, sustituyendo el cultivo de plantas comestibles.
za de «austeridad competitiva», ya no siguen el lento crecimiento alemán,
Establecería fuertes impuestos a la importación de soja, con lo cual
eso quiere decir también que existen transferencias netas de
alimentaría un fondo de ayuda para la reconstrucción de la independencia
los países más ricos hacia los países más pobres. Ahora bien, eso existe:
alimentaria del Tercer Mundo. Readaptaría progresivamente su ganado
los programas regionales (que afortunadamente acaban de ser
vacuno a los pastos naturales, dispersaría las crías intensivas de pollos y de
intensificados en la cumbre de Bonn) y la política agrícola común... que
cerdos antes de que el lindero inunde sus aldeas. Utilizaría lo mejor posible
está enferma-
sus espacios y daría a su población rural la posibilidad de vivir del doble
Es de buen tono, entre los periodistas urbanos, burlarse de las
uso social de su actividad: producción de alimento, mantenimiento de una
paleto». No tienen ninguna razón. La PAC [política agrícola común] es el naturaleza donde airear a su población urbana. Les abonaría una renta
ejemplo mismo de primer acuerdo de solidaridad social internacional, con garantizada (con el subsidio universal o con un mecanismo de cuantía) y de
transferencias netas de país a país. Pero este sistema está a su vez viciado, ninguna manera subvencionaría ya las producciones excesivas...
pues se basa en un apoyo a la renta por la vía indirecta del precio de los ¿Qué sería la política macroeconómica de una Europa alternati-
productos. De ahí la tendencia a producir «siempre más», a. la
concentración de las subvenciones en ¡as «fábricas agrarias» sin tener en 6. No, esta frase no está copiada de La gran ilusión, como tampoco son su paráfrasis
cuenta cualquier prudencia, a saturar las tierras con abonos.importados y numerosos párrafos de este capítulo. El lector minucioso se convencerá de ello leyendo mis escritos
pesticidas, creando «desiertos bacterianos» ultrasensibles a cualquier sobre este tema desde hace seis años. Digamos que Alain Mine, que es un hombre muy ocupado,
agresión inesperada, ro limitado de campesinos, yermar a las personas y su debería a pesar de todo vigilar de más cerca el trabajo de sus colaboradores encargados de expresar su
pensamiento...
tierra. ¿Es de verdad inteligente?
contaminando estratos subterráneos, eliminando a los campesinos pobres.
¿Cuál es la respuesta comunitaria, instigada por los señores Delots y
Rocard?: mantener el mismo sistema, pero bloqueando el nivel de
producción, con cuotas y barbechando las tierras. En resumen,
concentración del productivismo subvencionado en un núme-
LA AUUALIA IA ALTERNATIVA: UN PROYECTO PARA EUROPA

va? Organizaría la reducción paralela de la duración del trabajo, liberalproductivísta, habrá que volver al primer guión?
mu.tualizaría las retenciones sociales a escala continental para financiar una Existe tal vez un tercer guión que podríamos llamar, a escoger,
protección social que converja progresivamente hacia los acuerdos acoplamiento solidario o desacoplamiento armonizado. Partamos de la
anteriormente más. avanzados. Emitiría una moneda de crédito que realidad de las luchas y compromisos sociales que tienen todavía hoy por
financiaría las transferencias hacia las regiones más pobres, las inversiones marco las viejas naciones de Europa, pero tomemos en cuenta la creciente
de infraestructura y de educación. Protegería su crecimiento no productivista disponibilidad de los europeos de elegir su futuro en el marco supranacional
con acuerdos de codesarrollo con los países del Sur... del subcontinente. Se trataría de progresar lo más rápidamente posible en la
Pero --¿es realista? En ausencia de una autoridad europea elegida, la cooperación y la unificación sociopo- lítica europea, cuidando de fijar
clave de la decisión está en manos de la República Federal de Alemania. En parapetos para el librecambio interno, que preserven la posibilidad de
efecto, el crecimiento en Europa, el del poder adquisitivo o el del tiempo compromisos «locales» (es decir, aquí, nacionales o regionales), contando
libre, está estrictamente limitado por el crecimiento de la economía más con la homogeneización del debate público europeo para generalizar
competitiva (y por consiguiente superavitaria): la de Alemania Occidental. ulteriormente estos compromisos. No hagamos los planos de una Europa de
Ahora bien, a partir de la segunda fase de la crisis, sin duda bajo la presión ensueño que no dispone de medios democráticos para autoinstituirse.
del partido liberal, los gobiernos alemanes de izquierda y de derecha han Establezcamos mecanismos reguladores, «esclusas» que permitan una libre
privilegiado «la ortodoxia» monetaria, presupuestaria y social, a pesar de una experimentación descentralizada de las opciones de modelo de desarrollo.
tasa de desempleo cercana al 10 por ciento. Se podrá objetar que esa opción A veces basta con establecer estos mecanismos reguladores. Así, el
por un crecimiento «lento, pero seguro» sólo concierne a la nación alemana, IVA deducible en la frontera, generalizado gracias al tratado de Roma, sigue
y se justifica por la implosión demográfica en que ha entrado. En realidad, la siendo todavía el medio más eficaz para garantizar una autonomía de opción
riqueza alemana por cabeza crece espontáneamente en un 3 o 4% al año, aun con respecto al grado de socialización de las rentas, sin perturbar la
sin crecimiento colectivo, ¡por pérdida de población! Desde luego. Pero con competencia entre los productos. Dejemos que se agrupen progresivamente
los mecanismos del SME [Sistema Monetario Europeo] y del Mercado los sistemas de fiscalidad indirecta, quizá por subconjuntos de las actuales
Común, el peso hegemóníco de Alemania Federal le-permite comportarse naciones. ¿Es la fiscalidad nacional sobre el capital inconciliable con la libre
como ministro de Economía de toda Europa. Al rechazar a la vez la reactiva- circulación de capitales? ¡Entonces hagamos de esta fiscalidad el primer gran
ción en casa y la devaluación entre süs-socios, condena a éstos a oscilar entre recurso directo de la Comunidad Europea! La moneda única es una ventaja,
el estancamiento... y un déficit con relación a Alemania. Dicho de otro pero ¿desearían ciertos países una política crediticia más amplia que otros?
modo, se reserva el mercado de sus socios como una vasta salida para sus Hagamos una moneda común y «ortodoxa» para el comercio con terceros, y
propios productos, pero al mismo tiempo los condena a no ampliar estos monedas nacionales vernaculares con tipo de cambio fijo pero rcajustahle
mismos mercados, encerrándose así en una trampa a medio plazo. con respecto al ECU. ¿Que somos incapaces, actualmente, de determinar una
La unificación monetaria y los mecanismos redistributivos, al quitar la política macroeconómica común conforme al interés de todos los europeos?
«presión exterior» que pesa sobre las regiones deficitarias, permitirían Entonces no hablemos de «convergencia» (hacia la política más restrictiva,
evitar ese obstáculo. Hoy, la lucha por captar capitales flotantes con tipos en el estado actual de la CEE), sino organicemos las divergencias. Dejemos
de interés demenciales es la exacta contrapartida del «estancamiento que los países que adoptan políticas más radicales contra el paro, y que, al
competitivo» mencionado más arriba, y alimenta también la CEE-
esclcrosis. ¿Solucionaría el problema un banco central único? Sí, pero...
¿qué cantidad de dinero emitiría al año? ¿En función de qué necesidades de
crecimiento? ¿Las de Portugal? ¿O las del bávaro medio, ahíto y sin hijo?
¿Cómo no imaginar que la única regla que podría imponerse, en la
ausencia de un control de
este banco por un Parlamento común elegido, será la de la ortodoxia
monetarista: una cantidad fija de nuevo crédito anual, y que cada cual se las
arregle? ÍLos motines regionales ya están programados! Y la ola de los
«Frentes nacionales»...
A medio plazo, uno puede creer en una Europa unida que elige la
alternativa al liberalproductivismo. A corto plazo, es más bien irreal. ¿Y si
uno no se resigna a la lucha por la supervivencia en una Europa
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ELEGIR LA AUDACIA LA ALTERNATIVA: UN PROYECTO PARA EUROPA

hacerlo, comprometen su balanza comercial, apliquen las cláusulas de con Alsaciay Lorena en la canastilla de boda. Pero lo queSadova y Sedán
salvaguardia previstas por el tratado de Roma. Fijemos como regla que estas hicieron, otras guerras, espantosas, lo han deshecho. '
cláusulas deberán quitarse tan pronto como la com- esta política de Frente al Imperio alemán y a la Italia reunificada, Austria-Hun- gría,
petitividad se restablezca, porque, por ejemplo, los demás países hayan constelación^ de naciones vagamente unidas por ia autoridad
adoptado políticas equivalentes contra el paro. ¡Y contemos con la presión administrativa.«imperial y rea!» (k.k.: kaiserlich-k()iii}>lich) de Francisco
social en estos países para que su gobierno adopte José, se esforzó por dotarse de una conciencia común. Robcrt Musil, en El
«convergencia»! hombre sin atributos, cuenta con humor el fracaso de un artilugio
publicitario que se suponía que brindaría a esa «Cacania» (a esa K.k.nia) el
Pues Europa no se hará sin los europeos. Quiero decir, los habitantes de
«principio espiritual» que le faltaba. En el salón de una plebeya mundana,
Europa. De dónde vengan, y cualquiera que sea el color de su pasaporte.
unos cuantos burócratas e intelectuales poco convencidos se dedican a
Europa será obra de quienes hayan elegido vivir ahí, trabajar ahí, luchar y
imaginar una gran iniciativa, «la acción paralela». Bajo el encanto de un
concertar compromisos ahí.
brillante hombre de negocios e intelectual alemán, no encontrarán nada
mejor que proponer que el rearme del ejército austríaco con artillería
alemana... La marcha de Radetzky de Joseph Roth cuenta la descomposición
La nueva frontera
de esa Cacania en las primeras horas de la Gran Guerra. En La cripta de los
capuchinos, Roth llora ese imperio que tenía tantas ventajas como para dar
Armonizar las reglamentaciones ecológicas. Unificar la fiscalidad del
hospitalidad a un concierto pacífico de naciones: una cultura común, un apa-
capital, las normas del trabajo. Mutualizar a escala europea la protección
rato administrativo unificador... Pero eso no fue suficiente.
social. Ampliar las transferencias netas interregionales a la escala europea
¿Sabrá Europa evitar el destino de una nueva Cacania? ¿O los
transnacional. Prever esclusas entre las regiones o naciones constituyentes
programas tecnológicos de nombres encantadores (ESPRIT y otros) que hoy
que deseen conservar tal o cual aspecto de un compromiso social
le sirven como suplemento de alma no son más que una «acción paralela»
satisfactorio... ¿Qué quiere decir esto sino construir un «gran compromiso»
que acaba dando a luz una red de subcontrato coherente para las tecnologías
europeo? ¿Un gran compromiso por negociar entre los ciudadanos residentes
japonesas y estadounidenses? ¿Qué «nueva frontera» se puede ofrecer a
en Europa? ¿Y qué es esto sino construir una nación?
Europa?
«Una nación, dice Renán, es un alma, un principio espiritual...
Nadie piensa unir Europa con conquistas militares. En cambio, la
Presupone un pasado, pero se resume en el presente en un hecho tangible: el
ampliación geográfica, pero no militar, de nuestra «pequeña Europa», la
consentimiento, el deseo claramente expresado de continuar la vida común.
«liberación de nuestros hermanos» como dicen los conquistadores
La existencia de una nación es un plebiscito diario». Una nación se
nacionalistas, no es un absurdo. Es incluso una exigencia moral. Al este de
construye pues sobre un gran compromiso, muchas veces doloroso, en
la «cortina de hierro», naciones donde se enraiza el alma de Europa, sacuden
nombre de un porvenir que se lo supone más radiante. Europa es la patria de
el yugo del totalitarismo.'La liberación de las secuelas de Yalta, conforme al
las naciones, y la formación de estas naciones ha ensangrentado la tierra
buen proyecto de Emmanuel Terray7, es una primera frontera para Europa:
entera. Estas naciones se han formado las más de las veces en caliente, con
la ampliación al este (a la M.itteleuropa') de los valores destinados-a unir
guerras y revoluciones. En Europa occidental, dos naciones se forjaron
Europa.
tardíamente, a fines del siglo pasado: Alemania e Italia. Se ha dicho: con
La idea hace temblar a los partidarios de la Europa atlantista, de la
revoluciones frías. Italia adolece todavía de falta de ardor en la unificación
Europa liberalproductivista, representados por. el libro de .Alain Mine. La
de su Norte y de su Sur. En cuanto a la Alemania del segundo y del tercer
ampliación al sur, ya consumada, pasa todavía: son zonas
Reich, está hoy, desde Estrasburgo hasta Kónigsberg, dispersa en siete
trozos. .
No es fácil construir una nación. El camino más sencillo es la 7. «Pour une politique étrangére non munichoise», Les Temps modemes, febrero de 1989.
guerra común, contra un enemigo común: la conquista de una «nueva
frontera». Fueron los Estados pontificios y las marcas del Imperio
Austrohúngaro lo que sirvió para cimentar Italia a falta de unir a los
italianos. El Imperio de Bismarck se proclamó en la galería de Versa- lles,

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de subcontrato, playas para tomar el sol, >,.<a Europa del norte. Pero ¡al Ahora hemos recorrido el ciclo de problemas que nos plantea la crisis del
este! ¡Devolver todo su peso a Alemania, país bisagra hacia el mundo modelo de desarrollo dominante en la postguerra: el for- dismo. Tecnologías
eslavo! Y sin embargo, ¿qué sería una Europa atlántica, sin Praga? ¿Sin demasiado gravosas, insuficiente productividad, «implicación paradójica»
Varsovia? ¿Sin Budapest? Una Europa de gente acomodada, amputada de la de los trabajadores, crecientes rebeliones contra las jerarquías y la
mitad de su cultura, frioleramente protegida bajo un paraguas nuclear omnipotencia del Estado, contradicciones entre la internacionalización de
estadounidense. las producciones y mercados y el marco todavía nacional de las formas de
El precio que hay que pagar es una gran operación para la paz, como regulación... Todos estos problemas figuran en la agenda de todos los
muestra Emmanuel Terray en un razonamiento implacable, pero que proyectos que compiten para salir de la última gran crisis del siglo xx. Por
implica plantear el tema.de una defensa autónoma. ¿Qué ofrecer a cambio eso, frente al viejo paradigma fordiano, existen inevitables parentescos entre
de la disolución del pacto de Varsovia si no es la disolución del pacto del el liberalproductivismo, cuyos éxitos y atolladeros se disputan el balance de
Atlántico Norte? ¿Y cómo aceptarla sin asumir los problemas de una la década de los ochenta, y la alternativa que se perfila para el próximo
defensa europea? Defensa clásica, defensa alternativa, tccnoguerrilla, decenio. Y que, espero, caracterizará la entrada en el siglo XXÍ. Del mismo
resistencia civil no violenta, o todo lo que se quiera: no trataremos de ello modo, el corporativismo, el estalinismo y la socialdemocracia, que
en este libro., Pero Europa Occidental no debe dejar que se cierre la (tal vez. pretendían dar respuestas a la crisis del viejo liberalismo, presentaban
muy pequeña) ventana que nos abre la era Gorbachóv. No habrá nación necesariamente un aire de familia en los debates de la década de los treinta.
europea si Europa se resigna a su condición de doble protectorado militar. El modelo de desarrollo alternativo propone:
Pero Europa no puede dárselas de liberadora si ella misma se aísla en — un nuevo pacto salarial, basado en la implicación negociada de los
la dictadura del liberalproductivismo y del mercado. No será faro ni trabajadores, a cambio de un control del establecimiento de nuevas
esperanza de paz para las naciones si no es aliada de los pueblos del Tercer técnicas,; de una garantía dinámica del empleo, de un crecimiento del
Mundo. La nueva frontera geográfica sólo será un mito belicista si no se tiempo libre;
apoya en la convergencia de los movimientos de paz del Este y del Oeste. — un perfeccionamiento del Estado de bienestar como comunidad de
La Europa unida sólo será un hipermercado sin alma si no propone a los bienestar, con la creación de un tercer sector de trabajos de utilidad social,
europeos y a la humanidad un concepto del mundo deseable:por todos. Un aütogestionado, en relación contractual con los usuarios, dentro de una
nuevo modo de vivir y de trabajar. Una nueva frontera interior. lógica de desarrollo local basada en el asociacio- nismo;
Madre de las libertades individuales y del Estado de bienestar, Europa
puede construirse como patria de un nuevo compromiso entre la autonomía
y la solidaridad. La nueva frontera interior está ahí: el proyecto alternativo,
democrático, ecologista.

Comentarios de 1996

Este último apartado es, evidentemente, la parte más anticuada del libro.
¡La Europa del Este se liberó finalmente sola, por la lucha no violenta de
sus propios pueblos! En cambio, no tengo nada que cambiar a la crítica
del Acta Única, a mis advertencias (de comienzos de 1989) respecto de la
moneda única. Estas advertencias equivalen a una crítica del tratado de
Maastricht. Y, corno previ, la Europa de Maastricht se convirtió en el
«chivo expiatorio» de todas las desgracias de los europeos...
CONCLUSIÓN

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