Está en la página 1de 38

REGULACION FARMACOLOGICA DE LA PROTEINEMIA (*)

FEDERICO TORTOSA

(de Ba rcelona )

FISIOPATOLOGIA DE LAS tal' lipídico que algunas proteínas


PROTEINAS presentan. Esto, unido a lo engo-
rroso de la práctica, constituye
otro factor y explica las dis~or­
Proteinograma normal
dancias que presentan los resulta-
dos obtenidos por una u otra téc-
uso de técnicas distintas (gra-
E vimétrica,
L
refractométrica,
nica, incluyendo la del Kjeldahl o
calorimétrica.
Kjeldahl) unido al escaso número Tomado de Gras (1) damos un
de trabajos que se ocupan del pro- resumen de los resultados obteni-
teinograma normal, hace que no dos por diversos autores, cuyos
exista unanimidad en cuanto a la trabajos merecen mayor garantía
cifra normal de proteínas totales, y que da un promedio global de los
discrepancias que se hacen mayo- valores refractométricos y del Kjel-
res cuando se trata de las distintas dahl. '
fracciones proteicas.
Para hallar un valor objetivo
Los trabajos existentes se re- más aceptable como promedio nor-
fieren a un corto número de indi- mal, SoIs ha utilizado una mezcla
viduos normales, lo cual represen- de sueros normales que constitu-
ta también un inconveniente para ye una media aritmética, y se sos-
obtener consecuencias. Al mismo layan así los errores inherentes a
tiempo algunas técnicas, como la distintas técnicas y autores.
gravimétrica y la refractométrica El sexo parece que no constitu-
precisan la correcta deslipidización ye una causa de diferencia en cuan-
de las proteínas, para evitar el fac- to a la proteinemia. La mayoría de
* Memoria presentada para optar al Premio «Anales de Medicina y Cirugía» de la Real Academia
de Medicina de Barcelona. Concurso de 1966. Declarada «meritoria». Lema: «La ateromatosis es el
mayor asesino del hombre civilizado».
352 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGtA Vol. XLVII. - N.O 203

autores se inclina en favor de esta dos, la globulina beta era superior


tesis. Gras, basándose en los re- t. los límites más altos descritos
sultados obtenidos por algunos au- para los adultos normales. Este
tores, afirma que es posible que el trabajo, realizado sobre 21 indivi-
contenido de albúmina de los sue- duos de ambos sexos, de edad com-
ros masculinos sea superior al del prendida entre los 70 y los 95 años,
de las mujeres. dió como resultado que en el 57 por
Según Caspani (2), la albúmina ciento de los casos, la relación A-G
desciende bruscamente en los dos era inferior al 1,5. En el 43 %, la
primeros meses de la vida para albúmina era inferior al 55'% y, en
aumentar paulatinamente después. un 76 %, las globulinas eran supe-
La globulina alfa, que es baja al riores al 33 %.
nacer, aumenta en los primeros Manzoni, Ravizza y Scarzella (5)
meses de vida, mientras que la glo- demostraron que a partir de los 40
bulina gamma disminuye rápida- años hay una disminución de la al-
mente, alcanzando los valores más búmina y un aumento progresivo
bajos en el segundo semestre de la de la globulina gamma, aumento
vida. El proteinograma adquiere que se hace intenso a partir de los
las características del adulto de los 60 años.
Según Gras (6), los valores pro-
dos a los trece años.
Bing, Naeser, Rasch y Rojel exa- medio para las distintas fracciones
minaron, en 1946, el valor de las expresados en gramos /1.000, ha-
llados en un estudio realizado en
proteínas en el suero de 87 indi-
viduos sanos, de ambos sexos, y en- cuatro ancianos de edades oscilan-
contraron diferencias pequeñas, tes entre 80 y 95 años, son:
pero significativas, en la albúmi-
na y la globulina, entre hombres PT. Ab. Globulinas
jóvenes y viejos.
Olbrich, O (3) concluye, en un
Alfa Beta I Gamma

trabajo realizado entre individuos


cuya edad oscilaba entre 61 y 68 64,18 30,09 7,23 5, 97 12°,88
años, que los valores son inferio-
res a los considerados como nor-
males en los adultos y que la pro- El citado autor concluye que en
teinemia tiende a disminuir con los ancianos, sobre todo en edades
la edad. Este autor halló un pro- superiores a los 80 años, se pre-
medio de 57,01 grs. %, con unos senta generalmente discreto, si no
lImites entre 40,2 y 71,4 grs. %. se presenta algún proceso patoló-
Rafski, Newman y Krieger con- gico, el signo típico de toda di s-
cluyen en un trabajo (4) que en proteinemia: descenso de la albú-
el 67 e/o de los individuos estudia- mina y aumento de las globulinas.
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y Cll?UG1A 353

Variaciones de la proteinemia total ces que la proteinemia presenta va-


en el curso de las 24 horas riaciones según se determine en in-
dividuos echados o levantados.
Doring, Schaeffers y Weber (7) Lange es quien ha comprobado,
han realizado un estudio sobre 7 en 1946 (8), más detenidamente es-
personas sanas, a las que han prac- tas variaciones. El resultado de sus
ticado determinaciones de la pro- estudios es el de afirmar la exis-
teinemia cada 3 horas, durante el tencia de un promedio claramente
transcurso del día. La técnica em- más bajo para los individuos echa-
pleada ha sido el método densimé- dos en posición horizontal desde
trico. La edad de los individuos os- un tiempo antes de la extracción
cilaba entre los 25 y 45 años. Las de sangre.
determinaciones fueron hechas va-
rias veces a las mismas personas, Influencia de la posición sobre la
con intervalos de 20 días. proteinemia total
Dichos autores comprueban un
".OobS. Sexo Edad Prol. tot. Posición
claro descenso del valor de la pro-
teinemia desde 68 grs. 0/00, a las 6(' M 20-37 75,2 levantados
22 horas, hasta 58,5 grs. 0/00, a 55 F 18~59 73,8 levantados
las 4 de la madrugada. A partir 23 M 22-49 68,9 en cama
de esta hora vuelve a subir la pro- 23 F 17-53 8,7 en cama
teinemia hasta alcanzar la cifra
inicial de 68 grs., a las 10 de la Hynes, Ishag y Morris estudian
mañana. La proteinemia tiene su la in1luencia del ejercicio en un
valor máximo a las 22 horas. grupo de soldados y reclutas in-
El ritmo observado por las osci- dios. Los someten a un ejercicio
laciones de la proteinemia indujo ligero, después del cual comprue-.
r. estos autores a pensar que podía ban un aumento promedio de la
ser debido al ritmo fisiológico de proteinemia de 3 grs. %0, restable-
sueño vigilia. Con este objeto, rea- ciéndose los valores iniciales a los
lizaron un estudio, deduciéndose de 30 minutos de reposo. Consideran
él, con toda seguridad, la existen- que estas variaciones pueden ser
cia de una disminución de la protei- provocadas por las del líquido cir-
nemia total durante las horas de culante.
sueño. Estos autores achacaron el Estos mismos autores (9) com-
fenómeno a la posibilidad de una prueban que, en el ejercicio violen-
regulación central a través del sis- to, la proteinemia aumenta un pro-
tema neurovegetativo en relación medios de 7,5 grs. %0, restablecién-
con el tono simpático diurno y el dose los valores iniciales al cabo
parasimpático nocturno. de 60 minutos de reposo. La ex-
Se ha comprobado numerosas ve- plicación que dan a este fenómeno
ANALES DE MEDICINA Y CIRUG1A Vol. XLVII. ~ N.O 203
354

es el de las oscilaciones del volu- consunción o desnutrición, invaria-


men plasmático, cambios en el vo- blemente, consiste en el descenso
lumen de los hematíes y el paso de del valor de la albúmina en mayor
proteínas y hematíes de uno a e menor grado, siendo especial-
otro lado del territorio vascular. mente pronunciada la hipoalbumi-
nemia cuando hay una acentuada
Ley fundamental de la pérdida de albúmina por la orina
fisiopatología de las proteínas (síndrome nefrótico), o extravasa-
plasmáticas ción de proteínas (quemaduras) o
cuando existe una perturbación en
l~ formación de albúmina (cirrosis
Es un hecho comprobado expe-
rimentalmente por numerosos au- del hígado). Excepciones aparen-
tores, especialmente en las hipo- tes se presentan en los casos raros
proteinemias, de que el organismo de plasmocitoma, en los que la pro-
tiende a mantener constante el teína de Bence Jones u otras pro-
equilibrio normal entre las distin- teínas anormales pueden encon-
tas fracciones de las proteínas del trarse en el filtrado de albúmina
plasma, siempre que los· mecanis- dt:; Howe, dando valores falsamen-
mos de compensación no fallen o te elevados.
no se agoten las capacidades pro- »El efecto de las diversas enfer-
teicas de reserva. Sólo se produce medades en la globulinemia total,
una disprotenemia cuando fraca- por otra parte, consiste en produ-
san estos mecanismos de compen- cir hiperglobulinemia, la cual pue-
sación. Lo normal es que se man- d,~ ser muy acentuada en algunas
tenga en circulación una mayor pro infecciones, en las cirrosis hepáti-
porción de albúmina. cas y en muchos casos de plasmo-
Son muy interesantes las con- citoma. El fraccionamiento siste-
clusiones a que llega Cutman (10) mático, según Howe, ha puesto de
en sus experiencias. Dice dicho au- manifiesto que la hiperglobuline-
tor: «En condiciones patológicas, mia está asociada a menudo con
pueden presentarse cambios en la hipoalbuminemia, de manera que el
distribución de los componentes nivel de proteínas totales del suero
proteicos y ,cuando las anormalida- puede encontrarse dentro de los
des ocurren, siguen un diagrama límites normales, notablemente en
general. Los valores más altos de las cirrosis, indicando lo inadecua-
albúmina se presentan en los su- do de las determinaciones únicas de
jetos sanos (excluyendo la hemo- proteinemia total y la necesidad de
concentración que se presenta en algún método para determinar las
lp deshidratación) Y el efecto de la fracciones de albúmina y globulina
enfermedad, particularmente los total».
trastornos asociados con marcada Poli (II) señala que las observa-
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIR.UGiA 355

ciones sobre la proteinemia, lleva- parece tener que adaptarse y ase-


das a cabo en estos últimos años, gurar una cierta compensación de
lo han puesto claramente en evi- las variaciones de las globulinas».
dencia, pero no ha sido aún sufi- Más tarde dicen: «Toda dismi-
cientemente considerado: esto está nución de la tasa de las proteínas
representado por la estrecha inter- del suero se debe, en principio, a
dependencia que se observa entre una disminución de la fracción al-
las variaciones de las dos fraccio- bumínica. Este hecho puede ser
nes en condiciones morbosas. considerado igualmente como una
LOfer( W. Wuhrmann, F. y Wun- ley general».
derly, Ch. (12) han insistido sobre «En el curso de los millares de
estos fenómenos: «Un hecho de exámenes practicados en los casos
gran importancia sobresale siem- más diversos, no hemos encontra-
pre de nuestras investigaciones: to- do nunca un aumento patológico de
da modificación del «espectro» de la fracción albúmina, incluso, y es-
las proteínas séricas, incluso cuan- to merece ser subrayado, en los es-
de no interesa al principio más que tados acompañados de una hiper-
una sola fracción, repercute nece- proteinemia pronunciada, tales co-
sariamente, con una intensidad va- mo ciertos casos de plasmocitoma».
riable de verdad, sobre el conjun- «La tasa de las proteínas puede
tú de los constituyentes proteicos ser doblada, llegando a valores de
del plasma. Si se hace la abstrac- 15 a 16 %, pero nunca se encuen-
ción del fibrinógeno, cuyas modifi- tra el más pequeño aumento, rela-
caciones patológicas son, por otra tivo o absoluto, de la tasa de al-
parte, extraordinariamente raras, búmina. Las globulinas solas son
se pueden llevar, en primer análi- responsables de la hiperproteine-
sis, todas las transformaciones pa- mia, afectando el aumento a una o
tológicas de las proteínas del suero varias de las subfracciones globu-
a una fórmula simple e, incluso, línicas» .
fastidiosa: la tasa de la albúmina A la luz de sus experiencias y
desciende, mientras que se eleva la de las consideraciones expuestas,
de las globulinas, esto por comple- Gras (13) formula la ley funda-
to independientemente de la tasa mental de la fisiopatología de las
de las proteínas totales que puede proteínas plasmáticas: «Siempre
permanecer inmodificada, elevarse que se produce una perturbación
ü descender. En otros términos, no compensada del metabolismo de
nos encontramos en presencia de las proteínas plasmáticas, se esta~
un mecanismo inverso y unilateral bLece un desequilibrio entre sus
de regulación del equilibrio Ab/G, fracciones en el sentido de un dé-
el1 el sentido de que la albúmina ficit de la fracción albúmina».
356 ANALES DE MEDICINA Y CIRUCiA Vol. XLVII. - N.O 203

Características de las fracciones Albúmina


proteicas
Es la más homogénea, soluble,
Para el establecimiento del gra- estable y de mayor velocidad elec-
do de pureza de una determinada troforética de todas las fracciones
proteína pueden seguirse criterios de proteínas plasmáticas (18). Es
difierentes: fisicoquímicos, quími- también la que se aproxima más
cos o biológicos. Entre los prime- a la forma esférica de las proteínas
ros, los más importantes son la so- sanguíneas (19).
lubilidad, electroforesis y peso mo- Sus dimensiones son, aproxima-
lecular (ultracentrífuga) (14). damente, de 150 Á de longitud y
El carácter principal de las pro- 38 Á de amplitud, lo cual justifica
teínas esféricas en estado nativo su hidrosolubilidad. Está constitui-
es su capacidad de unirse a las da por una proteína insoluble en
más diversas sustancias (15). solución de hiposulfito de sodio
Atendiendo al criterio de solubi- (44,1 grs. '10) o de sulfato sódico
lidad, estudiado en forma de frac- (27,2 grs. %), tiene un punto isoe-
cionamiento salino, y la electrofo- léctrico de 4,90, una movilidad elec-
resis se llega a la separación de 5 troforética de 5,7.6,2 (pH 8,6, 12°
fracciones proteicas en el suero y C, veronal, veronal sódico) y un
6 en el plasma, las cuales presentan peso molecular de 69.000 (20).
también una cierta homogeneidad La albúmina está relacionada fi-
a la ultracentrífuga (16). siopatológicamente con los proble"
La nomenclatura de estas dis- mas concernientes al equilibrio hí-
tintas fracciones puede unificarse drico, porque es la que presenta
en la forma habitual en la electro- mayor presión oncótica, y con la
foresis como albúmina, globulinas función de transporte, ya que po-
alfa H alfa2 , beta y gamma y fibri- see una gran capacidad para fijar
nógeno. sustancias de tipo fisiológico (bili-
La composición en aminoácidos rrubina, ácido úrico) o no (sulfa-
de las proteínas puede servir tam- midas, rojo Congo, azul de Evans,
bién para caracterizar a una deter- penicilina, etc.). (21).
minada. También se puede recu- Diferentes hallazgos hablan en
rrir al ~úmero de grupos amínicos favor de que una gran parte de la
libres, número de grupos fenólicos, albúmina se genera en el hígado
curvas de electrotitulación, grupos (22).
prostéticos o contenido en otras La albúmina constituye el 55-62
sustancias químicas (lípidos, hidra- por ciento de las proteínas del plas-
tos de carbono) y constancia de la ma y, debido a su gran apetencia
relación entre el contenido de es- por el agua, hace que sea un fac-
tas sustancias y nitrógeno (17). tor decisivo en la presión colo idos-
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA 357

mótica total del plasma, teniendo tración superior a 15,75 grs. % y


una función importante en la re- que presentan una cierta heteroge-
gulación hídrica del organismo. neidad electroforética. La movili-
Estas fracciones son las más he- dad electroforética de la globulina
terogéneas de las proteínas plasmá- gamma puede ser tan baja como
ticas y están constituidas por pro- -0,8.10- 5 : (25).
teínas y proteidos, o sea, proteínas En la electroforesis analítica ha-
unidas a glícidos (glucoproteínas) bitual, la ,globulina gamma puede
y lípidos (lipoproteínas). Están in- disgregarse fácilmente en gamma 1
tegradas por proteínas que precipi- y gamma2 • Esta heterogeneidad
tan entre las concentraciones de hi- electroforética tiene un interés fi-
posulfito sódico de 30,5 a 44,2 grs siopatológico y clínico, pues, en
por ciento o superiores, o de sul- ciertos procesos patológicos se pro-
fato sódico de 15,75 a 27,2 grs. % duce el aumento de una globulina
y superiores. Sus puntos isoeléctri- gamma homogénea y, por el con-
cos corresponden a un pH de 4,9 trario, en otros casos el aumento
y 6,3 Y la movilidad electroforética, e~: de una gamma heterogénea.
b. valores de 2,8 a 5,1 (23). La mayor parte de la globulina
El peso molecular es de 200.000 gamma tiene un peso molecular de
para la globulina alfa 1 y de 300.000 156.000 y cada molécula presenta
para la alfa2' Para las globulinas be- lp. forma de un elipsoide alargado
ta, oscila entre 90.000 a 1.300.000, de unos 350 A. de longitud y unos
corespondiente éste a la beta, que 40 A. de diámetro. La composición
es una lipoproteína. en aminoácidos de la globulina
Tiselius, Blix y Svenson (24) gamma se caracteriza por su rique-
comprobaron por electroforesis za en serina.
que los lípidos están unidos a las Las globulinas gamma se rela-
globulinas alfa y beta, principal- cionan con los fenómenos inmuno-
mente. Otros autores han demos- lógicos. La mayoría de anticuerpos
trado que las globulinas alfa y be- son globulinas gamma modificadas
ta contienen 6 % de hexosas; la por el antígeno.
albúmina y la globulina gamma es-
tán exentas de lípidos. Bases teóricas de la electroforesis

Globulina gamma La electroforesis tiene una gran


importancia para el clínico, pues
La globulina gamma está cons- s',; aplica para enjuiciar los resul-
tituida por proteínas químicamen- tados de ciertas medidas terapéuti-
te homogéneas, insolubles en solu- cas (26). También es importante
ción de Na 2 S2 0 3 superior a 30,5 en el· diagnóstico de una serie de
grs. % de S04 Na2 a una concen- procesos morbosos que poseen un
358 ANALES DE MEDICINA Y CIR.UGiA Vol. XLVII. ~ N.o 203

diagrama electroforético caracte- Partiendo de los estudios de


rístico. La electroforesis de las pro- Helmholtz, Lamb dedujo una ecua-
teínas plasmáticas no solo repre- ción para expresar la velocidad de
senta un vasto y rico complemen- desplazamiento de una partícula
to sino que, además, en la actuali- esférica cargada a través de un lí-
dad, es la prueba de control más quido y bajo la influencia de un
importante para resolver casosdu- campo eléctrico. La electroforesis
dosos. presenta una analogía con la ion-
Es también muy importante pa- toforesis, o sea, el transporte de
ra el clínico la circunstancia de que electrólitos en un campo eléctrico
la, electroforesis de las proteínas (29) en el cual la velocidad de las
plasmáticas nos informa, junto con partículas es proporcional a su car-
1", exacta determinación de su mo- ga, así como a la intensidad del
vilidad, sobre su cantidad absoluta campo H, e inversamente propor-
\' relativa, las cuales pueden variar donal a las viscosidad 1t del me-
ampliamente. dio y al factor 6 1t r (para las par-
Gras (27) define a la electrofore- tículas esféricas) (30) .
sis (primeramente llamada catafo- Esta es la fórmula de Lamb li-
resis) como la migración de una geramente modificada
micela coloidal a través de un me-
H
dio de dispersión, producida por
r=----
una fuerza electromotriz.
Según Wiedemann (28) la elec-
troforesis es el proceso de trans- en la que H es la intensidad del
porte de coloides y, por tanto, de campo, o sea, la diferencia de po-
partículas proteicas, o sea, iones, tencial entre el ánodo y el cátodo
en un campo eléctrico. partida por la longitud de la capa
El estudio de la migración de en centímetros.
c!iversos coloides minerales produ- La diferencia principal entre ion-
cida por la acción de un campo eléc- toforesis y electroforesis consiste
trico fue iniciado por las observa- en que en la electroforesis la fuer-
ciones de Reuss, en 1807, estudian- za electrostática determinada por
do el comportamiento de las par- la formación de una doble capa en-
tículas de arcilla suspendidas en el tre las partículas en movimiento y
agua. Otros investigadores prosi- los iones electrolíticos presentes en
guen los ensayos, llegando a sepa- el medio, disminuye el valor de la
rar los coloides en dos grandes gru- velocidad calculada según la fór-
pos, coloides catiónicos y aniónicos, mula anterior.
según el sentido de su desplaza- Si la partícula se encuentra en
miento por la acción de la corrien- un medio que contenga sales, la
te a uno u otro polo. interacción entre los iones de éstas
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIR.UGíA 359

y las partículas modifican la ve- en nuestro caso) o con objeto de


locidad de desplazamiento de las destacar especialmente alguno de
mismas, por lo que uno de los fac- ellos.
tores fundamentales en la electro- Las proteínas tienen la capaci-
foresis es trabajar a una fuerza ió- dad de disociarse en grupos ácidos
nica óptima y mantener la cons- y básicos. Las proteínas son mo-
tante, lo cual se consigue mediante léculas resultantes de la unión de
una adecuada solución tampón que numerosos aminoácidos y contie-
mantiene, además, constante el pH. nen grupos ácidos y básicos libres.
Esto es particularmente interesan- Una explicación del punto isoeléc-
te para el caso de las proteínas, cu- trico de una proteína puede ser la
ya carga eléctrica varía según el de que es aquel pH en que la pro-
pH de la solución (30). A este res- teína no está disociada en absoluto
pecto, Wiedemann (31) afirma que y carece, por tanto, de toda carga
una característica de los coloides eléctrica (32). Al alejarnos del pH
y. en particular, de las proteínas y isoeléctrico hacia la zona alcalina
de los pro te idos es que el número se disocian los grupos ácidos, ac-
de cargas dentro de los límites bas- tuando la proteína como un anión,
tante amplios depende de la con- y. si nos desplazamos hacia la zo-
centración de hidrogeniones del na ácida, son los grupos amínicos
medio. los que se disociarán y adquirirán
Gras cita las experiencias de cargas positivas, actuando la pro-
Hardy, quien observó que había un teína como un catión.
pH en que la proteína no se des- Sin embargo, debemos aceptar
plaza ni al ánodo ni al cátodo, es otra explicación para este compor-
decir, se comporta como una par- tamiento. Adams en 1916 señaló
tícula eléctricamente neutra; a es- que las sustancias con grupos áci-
tf' pH le dio el nombre de punto dos y básicos (anfolitos) deben en-
isoeléctrico. En un medio básico contrarse en un estado especial. Un
casi toda la proteína está cargada ejemplo lo constituye la glicola:
positivamente y se dirige al cátodo.
NH 3 NH 3 NH 2
El punto isoeléctrico es caracte- CH 2 CH 2 CH2
rístico de cada proteína y posee COOH COO- COO~
gran importancia en los estudios pH-2 pH-6 pH-12
electroforéticos de la misma. El pH
se mantiene constante en todo el En los valores bajos de pH se ha-
curso de la electroforesis, pero tie- lla cargado el grupo amínico, resul-
ne gran importancia escoger el pH tando que la carga es e. En me-
óptimo para obtener la máxima re- dio neutro tiene lugar, además, la
solución de los componentes protei- disociación del grupo carboxilo y
cos de una mezcla (suero o plasma resulta una carga de valor O. Para
360 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA Vol. XLVII. - N.o 203

valores elevados de pH, la disocia- por la caída de tensión experimen-


ción del grupo amínico se halla to- cros.
talmente inhibida, mientras que tal (E = ).
persiste completa la del grupo car- volts.
boxilo, lo que determina una carga Por tanto, la movilidad electro-
igual a e. forética (u), se obtiene mediante
Bjerrum (33) afirma que todos la. siguiente fórmula:
los aminoácidos se encuentran en d d
forma de dobles iones salinos u = -; E = - (37) t
(NH 3-R..-C0 2-), siendo más que ver- t tE
daderos aminoácidos, sales inter-
nas de amonio. A este tipo de sus- La movilidad electroforética es
tancias les llamó zwitteriones o io- característica para una determina-
nes hermafroditas. da proteína siempre que trabaje-
La teoría del zwitterión define el mos a un pH y fuerza iónica cons-
punto iso eléctrico de una proteína tantes. La expresión de su valor
como el pH en que la proteína se debe ir siempre acompañado de las
comporta en grado máximo como condiciones experimentales en que
un zwitterión, en el que existe un St~ ha obtenido; manteniendo estas
grupo mínimo de iones ácidos y bá- constantes, la movilidad electrofo-
sicos potencialmente no disociados rética es diferente, como veremos
yen el que sus cargas positivas se después, para las diversas fraccio-
equilibran exactamente con las ne- nes proteicas que se encuentran en
gativas (34). el plasma o suero.
Otros factores que intervienen Loeb (38) estudió detenidamente
en la velocidad de desplazamiento las reacciones de las proteínas iso-
son la temperatura y la viscosidad eléctricas ante la adición de un áci-
del medio solvente (35). En la elec- do (formación de una sal de proteí-
troforesis de las proteínas del sue- na, p. ej., cloruro de proteína) y la
ro o plasma, la temperatura se adición de un álcali (formación de
mantiene constante a 4° en que la un proteinato, p. ej., proteinato de
viscosidad del agua es máxima y sodio). Este autor concluye que las
las corrientes de convección míni- proteínas reaccionan, no como sus-
mas (36). tancias coloides, sino según las le-
Se puede obtener un valor carac- yes químicas, lo que debe tenerse
terístico para cada proteína, deter- en cuenta desde nuestro punto de
minando su movilidad electroforé- vista, principalmente, en el estudio
tica, definida como el cociente de de las llamadas reacciones de labi-
dividir su velocidad de desplaza- lidad coloidal. Las proteínas deben
miento (desplazamiento en cms. (d) ser consideradas siempre como co-
por unidad de tiempo en segundos) loides electrolíticos, es decir, como
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUG1A 361

iones de gran tamaño, que les con- Debido a que el pH del medio
fiere su condición de coloides (39). modifica el sentido de la carga pro-
Cuando el pH del medio se des- teica así como la intensidad de la
plaza del punto isoeléctrico hacia el misma y, por tanto, la velocidad de
l~do ácido, el equilibrio de carga.s desplazamiento, los diversos com-
de las proteínas se inclinará más a ponentes de una mezcla proteica,
un predominio de cargas positivas de acuerdo con su punto isoeléctri-
y la proteína actuará como un ca- co, se desplazarán unas al ánodo
tión. Por el contrario, cuando el y otras al cátodo. La mejor sepa-
desplazamiento del pH se hace al ración de las distintas fracciones
lado alcalino, predominan las car- del plasma o suero se obtiene cuan-
gas negativas y la proteína se ma- do el pH del medio se encuentra en
nifestará como un anión. el lado alcalino del punto isoeléc-
La intensidad de estas cargas y trico de todas las proteínas com-
el sentido de las mismas determi- ponentes de la mezcla.
narán el sentido y la velocidad de Longsworth (41) comprobó que
desplazamiento de la proteína so- es también importante la fuerza
metida a la acción del campo eléc- iónica y la naturaleza de los diver-
trico. De aquí la importancia del sos iones que constituyen la solu-
punto isoeléctrico (velocidad nula) ción tampón que se emplee para
y también la del pH en que trans- mantener constante el pH del me-
curra la electroforesis. dio. Usando el tampón de veronal
En el punto isoeléctrico, la solu- a pH 8,6 aparecía un componente
bilidad de una proteína se encuen- de movilidad menor que la albúmi-
tra en su punto mínimo porque el na, al que se llamó alfal l compuesto
equilibrio interno que existe entre por una mucoproteína, que se po-
cargas positivas y negativas le con- día separar menos con un pH 4
fieren el comportamiento de una Ó 4,5.
partícula coloidal neutra y, por ello, Wiedemann (42) concluyó poste-
muy inestable. Contribuye además riormente que para la mejor dife-
a esta inestl:!-bilidad el que la pro- renciación de las distintas fraccio-
teína esté también menos solvata_ nes del suero o del plasma median-
da, es decir, menos hidratada. O t" la electroforesis libre es conve-
sea, que los factores de estabiliza- niente usar el tampón de Michaelis
zión (carga e hidratación) se en- de veronal-veronal sódico a un pH
cuentran en grado mínimo. La me- de 8,6 y fuerza iónica de 0,12. En
nor hidratación en el punto iso- otro lugar (43), afirma el mismo
eléctrico confiere también una vis- autor que las intensidades por de-
cosidad mínima y una mínima im- bajo de 0,1, teóricamente, no son
bibición de la proteína en este pun- convenientes y, además, ocasionan
te (40). anomalías, según Perlemann y
362 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA Vol. XLVII. ~ N.o 203

Haufman. En estas condiciones, se tas fracciones proteicas, cuando se


obtiene una separación óptima de produce, se haga en el mismo sen-
la albúmina y de las globulinas tido, induce a pensar que esta uni-
alfa, beta y gamma en el suero y formidad debe obedecer a un meca-
también del fibrinógeno en el plas- nismo de regulación que mantenga
ma, aunque no se evita con este pH df forma exacta la proporción en-
la llamada «beta globulin distur- tre los distintos elementos o frac-
bance» (44). ciones proteicas, cuyo equilibrio se
Diversos autores estudiaron el rompe, al alterarse alguno de los
comportamiento de la electrofore- factores de dicha regulación (45).
sis del suero o del plasma en diver- Es un hecho reconocido que el
sos pH y llegaron a la conclusión valor de la proteinemia y la propor-
dE que los tampones de veronal- ción entre las distintas fracciones
sódico de pH 8,9 Y 7,9 es en los que son unas constantes que se mantie-
se obtiene la mejor resolución del nen celosamente por el organismo
mayor número de componentes. y que sólo el agotamiento de la ca-
Los mejores resultados se obtie- pacidad de compensación es capaz
nen con los iones monovalentes y de determinar una alteración en el
por ello son los utilizados en las equilibrio.
soluciones-tampón empleados para Hasta ahora ha sido atribuida la
la electroforesis del suero o plas- fl<nción reguladora a diversos me-
ma, como se deduce de las expe- canismos, cuyos factores son hor-
riencias realizadas por Przyleckys monales, vitamínicos y nerviosos.
y Wunderly. Factores vitamínicos. - Boger,
Para poder llevar a cabo la elec- A. y Schroeder, H. (46) han estu-
troforesis de las proteínas plasmá- diado la acción de la vitamina e, a
ticas en condiciones de constancia la que administraron por vía en-
de pH y fuerza iónica es necesario dovenosa, comprobando un aumen-
dializar previamente el suero o to de la fracción albúmina, después
plasma frente a uno de los tampo- de un tratamiento durante 3 a 5
nes apropiados cuando se practique días.
Ir. electroforesis libre, aunque no es Otros autores han atribuido una
necesaria esta operación cuando se influencia considerable a la vita-
practique la electroforesis en pa- mina B2 en la regulación de las
pel. proteínas.
Bock, J. (47) ha demostrado un
Mecanismos de regulación aumento del fibrinógeno tras la in-
de la pooteinemia yección intramuscular de 200 a
1.000 gammas de lactoflavina.
El hecho de que el desequilibrio Un aumento de la proteinemia
entre la proporción de las distin- total de 4,4 grs. %0 de promedio fue
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA 363

observado por Labo, G. (48) tras la En el hombre aumentaría la globu-


ínyección de vitamina B 2 a 17 indi- lina beta.
viduos con proteinograma previo Dougherty, Chase y White (50)
normal. Estudios posteriores con la han estudiado la acción del aCTH
vitamina B2 demostraron un au- sobre los órganos linfoides, la pro-
mento de la proteinemia total a teinemia y los anticuerpos. Estos
expensas de la albúmina, con varia- autores han comprobado que la in-
ciones menos significativas de las yección de sustancias adrenales de-
globulinas. termina un aumento de las proteí-
El problema de la regulación de nas del suero, especialmente, de la
las proteínas no está resuelto toda- fracción globulínica. El mecanismo
vía, no es posibe sacar conclusiones por el que se produce este fenóme-
firmes acerca de la importancia de no es el siguiente: ~a disolución de
las vitaminas en los mecanismos Lnfocitos a que dan lugar aquellas
de regulación de la proteinemia. sustancias, provoca la liberación de
Factores hormonales. - Des- nitrógeno por el citoplasma. Este
pués de citar la existencia de co- nitrógeno entra en el depósito me-
municaciones sobre la acción de la t~ bólico y participa de los proce-

insulina, de las hormonas ováricas sos fisiológicos en que interviene


:y de la paratiroides, a las que res- ei mismo ,entre los cuales, se en-
ta valor definitivo, Gras (49) cita cuentra el de la síntesis de proteí-
18. mayor importancia de los estu- nas del suero.
dios realizados en torno a la acción Gras (51) prosigue: «Las varia-
de la tiroides y del sistema hipofi- ciones de la proteinemia total y de
sosuprarrenal como reguladores de las distintas fracciones han sido
ll-l. proteinemia. estudiadas en clínica, señalándose
Opina dicho autor, sin embargo, un descenso de la globulina gamma
que no pueden extraerse todavía y, menos regularmente, de la alfa.
conclusiones firmes sobre la acción En otros casos, aumenta la albúmi-
de la tiroides en la regulación de la na. Al no presentarse estas varia-
proteinemia, pues algunos de sus ciones simultáneamente a una me-
efectos se deben exclusivamente a joría clínica, es lógico pensar que
la participación que la secreción ti- se presentan indirectamente, a con-
roidea tiene sobre el metabolismo secuencia de una mejoría de las al-
de las proteínas en general y no en teraciones del tejido conjuntivo.»
particular sobre la regulación del La administración de cortisona
proteinograma. Leathem, según a poliartríticos ha dado lugar a
Gras, uemostró experimentalmente trabajos en que se denuncia la in-
que el hipotiroidismo aumenta la fluencia de la misma sobre la frac-
proteinemia total con un incremen- ciones proteicas.
to de las globulinas en un 20-30 %. Después de exponer los resulta-
364 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA Vol. XLVII. - N .. 203

dos de sus experiencias, Gras (52) mulador de 2 voltios. El carrete en


concluye que la influencia del siste- cuestión debe tener 7 cm. de largo.
ma hipófisis-suprarrenales en la re- Después del estímulo se obtiene
gulación de la proteinemia y del sangre arterial por punción car-
equilibrio entre sus distintas frac- díaca. Primero, se extrae 1 cm. cú-
ciones no puede considerarse aún bico de sangre cada 30 minutos,
como definitivamente establecido. cuatro veces; después, se extrae
Factores nerviosos. - Gras (53) 1 c. c. al cabo de 60 minutos. El
cita los trabajos de Thalhammer, suero separado se midió por el mé-
O. y Janicek, L., quienes compro- todo refractoviscosimétrico de Ro-
baron un aumento de la V. S. G. her. Para poder determinar el efec-
cespués de la estimulación central to del estímulo provocado, fueron
por el aire en el curso de la encefa- hechas secciones seriadas y teñidas
lografía. Este fenómeno demuestra con carboltionina.
que existe una regulación por par- Estimulando la zona simpática
tb del sistema nervioso central y un total de diez veces, durante diez
tiene un incuestionable valor por- segundos ininterrumpidos con in-
que pone en claro la relación entre tervalos de 30 segundos, se observó
el sistema nervioso y la proteine- la aparición de una excitación ex-
mia, relación, por lo demás, de ca- traordinaria, exoftalmos y midria-
rácter directo. sis.
Un trabajo que resulta intere- Según los resultados obtenidos,
santísimo a este efecto es el de At- el estímulo de las células de la zo-
sumi Marimoto (54), por cuya im- na B da lugar a hiperproteinemia
portancia lo transcribimos: «Mé- a expensas de la albúmina. La hi-
todo: En el experimento se utiliza- perproteinemia disminuye gradual-
ron conejos normales en ayunas y mente a expensas, principalmente,
el llamado aparato de Kurotsu-Si- de la albúmina. El cociente protei-
mizu. Para lograr que la punta del ce, por tanto, aumenta al ser es-
electrodo hiciese contacto con el timulada esta zona.
núcleo hipotalámico se abrió un Cuando se estimula la zona para-
orificio de 1 mm., aproximadamen- simpática se observa enoftalmos y
te, sobre la superficie del cráneo, miosis, pero no aparece la excita- lO.

en el sitio determinado de antema- ción.


no. Si se quiere estimular la zona Discusión. - Miwa informó que
simpática debemos hacer el orificio el movimiento muscular de los ra-
sobre la sutura coronaria y a tones da lugar a una notable hiper-
0,5 mm. lateralmente a la sutura proteinemia, a expensas de la albú-·
sagital. El estímulo eléctrico se mina. Las globulinas disminuyen.
mantiene por medio de un carrete Este fenómeno se cree debido a una
de inducción conmutado a un acu- aceleración del metabolismo protei-
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA 365

CG. En el informe previo de Sugiya- Hosoda probó que el ayuno pro-


ma se dice que, al inyectar pilocar- longado de los conejos daba lugar
pina a los conejos, la albúmina au- a hipoproteinemia con aumento de
menta inmediatamente, mientras las globulinas, mientras que la san-
que la inyección de adrenalina pro- gría de los conejos provocaba hi-
voca hipoproteinemia, con disminu- perproteinemia y aumento de albú-
ción de la albúmina y aumento de mina. Esto es debido a que la albú-
las globulinas. Las variaciones ob- mina tiene una capacidad de recu-
servadas con la pilocarpina fueron peración muy rápida. En mi expe-
debidas a un aumento de la densi- rimento, al estimular la zona C, las
dad de la sangre. proteínas totales y las globulinas
Saito y Nakase observaron que disminuyen también gradualmente
la irradiación de conejos con RX con el tiempo. Estos fenómenos son
daba lugar, asimismo, a hipo pro- muy interesantes si se comparan
teinemia, con disminución de la al- con los experimentos previos de
búmina y aumento de las globuli- Iwakura, quien demostró que el es-
nas. :J:!jste fenómeno, como se ve, tímulo de la zona C daba lugar a
fue provocado sin estimular direc- una aceleración de la velocidad de
tamente el cerebro. sedimentación.
Leutscher observó que en la ne-
frosis hay una disminución de la Conclusiones. - 1) Sometiendo
albúmina y aumento de las globuli- conejos a ayuno normal, la extrac-
nas y que en las enfermedades he- ción de 1 c. c. de sangre cada 30
páticas sucede exactamente lo segundos, cuatro veces, seguida de
mismo. otra extracción de 1 c. c. al cabo
Resumiendo, en mi experimento, de una hora se observa una dismi-
el estímulo de las células de la zo- nución de las proteínas totales a
na B da lugar a una hiperproteine- expensas de la albúmina, principal-
mia. La albúmina aumenta, pero, mente. Las globulinas aumentan
con el tiempo, esta variación vuelve gradualmente. 2) 1m estímulo de la
a la normalidad al tiempo que se zona B produce una marcada hiper-
produce un gradual aumento de las proteinemia, con notable aumento
globulinas. Iwakura, Ban y otros de la albúmina. Las cifras vuelven
demostraron que el estímulo de la a la normalidad gradualmente, con
zona B da lugar a una aceleración disminución de la albúmina y au-
de la velocidad de sedimentación, mento gradual de las globulinas.
un aumento de la presión sanguí- 3) Cuando se estimula la zona C se
nea y a albuminuria. Estos datos produce una disminución de la pro-
resultan muy interesantes compa- teinemia total, con disminución de
rados con los obtenidos en mi ex- las globulinas, gradualmente.
perimento. A juzgar por los variados estu-
366 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGlA Vol. XLVII. - N.o 203

dios experimentales e histológicos 1:>. pared del tercer vmtrículo de la


de los centros autónomos, el Prof. región hipotalámica en tres zonas
Kurotsu y sus cols. han dividido que del centro a la periferia, son:

-7":...--=---- ifl¡(, le/J~


'rost. 4.1J"'$#.J~5
t
- - - - - - rr.w:kvr
1"<'1,1;: ~(.,rr.

·ttu,I,,,~
\te" ty.¡Jj~ "h. ,t.".a.j¡s

."d,,,,, (.Al> s .. /q. iltt.


~1'a.vP:/lty.."',-~~.,....~~-.~
L.::::T--l------ ~o'YI1¡'''

~~--~~~--~.
lv1" ~t"1"'me4'
~r-#------- __~~~I/Jke_T¡¡t..l'lt;

Los datos siguientes son los ob- na parasimpática, hay una notable
tenidos por análisis electroforético disminución de la fracción globulí-
d6 las proteínas séricas, después nica, a expensas, sobre todo, de la
del estímulo eléctrico de los centros gamma. El aumento de la albúmi-
autónomos: na da lugar a un aumento del co-
1) Al estimular la zona simpá- ciente proteico. Las cifras norma-
tica puede observarse un aumento les se recuperan a los 120 minutos
notable de la concentración de pro- después del estímulo.
teínas totales en el suero, simultá- Ohjetivos. - El debatido proble-
neamente a un aumento de la frac- ma de la proteinemia y de su fisio-
ción albumínica. En algún caso, la
patología da motivo a numerosas
globulina gamma está aumentada
controversias, todavía más encona-
notablemente. Estos cambios vuel-
ven a la normalidad al cabo de 60 das cuando se trata de dirimir la
minutos después del estímulo. importancia o posible significación
2) Cuando es estimulada la zo- patognomónica de las variaciones
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIR.UGtA 367

de la protidemia total. En los últi- en los hipertensos y posible signi-


mos casos, con el importantísimo ficado de las mismas.
aporte que han significado los ade- Con este objeto, hemos pensado
lantos conseguidos en cuanto a la en la posibilidad de poder influir en
determinación de las distintas frac- la proteinemia total y en sus frac-
ciones proteicas del suero por me- ciones por la acción de un fármaco
dio de la electroforesis, ha vuelto que, actuando terapéuticamente,
a ponerse el problema en un primer pudiera lograr presumiblemente
rango, no sólo por lo que respecta una acción sobre los mecanismos
f: las elucubraciones puras en el reguladores de la proteinemia.
campo analítico, sino también, y Se conoce la existencia de un me-
muy primordialmente« por lo que canismo de regulación de la protei-
atañe a la significación clínica. nemia a través del sistema nervio-
Una de las cuestiones en que to- so, gracias a una serie de experien-
davía los investigadores no han lo- cias, como las variaciones de la
grado un pleno acuerdo es la del V.S.G. obtenidas por estímulo cen-
comportamiento de la proteinemia tral por aire en el curso de la ence-
total y de sus fracciones en la hi- falografía, pero, sobre todo, por los
pertensión, pues, si bien es cierto recientes estudios de Doring, Web-
que una mayoría se inclina, a la wer y Schaeffer \7), quienes han
luz de sus experiencias, hacia la demostrado la existencia de varia-
com¡ideración de una falta de sig- ciones significativas durante el cur-
nificado (Poli, May y Oliver, Cioni- so del día, comprobando una dismi-
ni, Valdoni, Cortesi, Botti, Wuhr- nución de la proteinemia durante la
mann y WunderIy, Gras, Rowe, noche y concluyendo existe la posi-
Gettler, Openheim, Simeon, etc.), bilidad de un mecanismo de regula-
otros, menos numerosos (Codonius, ción central a través del sistema
Vidal, Govaerts, Fronzini y Moc- nervioso vegetativo en el sentido
na) han encontrado una hiperpro- de un aumento de la proteinemia
tidemia global, manifestando un durante el día (predominio del tono
criterio abiertamente opuesto al de simpático) y de un descenso duran-
los anteriores y dando lugar a la te la noche, es decir, durante el pre-
posibilidad de una polémica, a la dominio del tono parasimpático.
que nosotros hemos querido contri- Los trabajos de experimentación
buir modestamente con el aporte de Atsumi Marimoto (54) efectua-
de nuestros ensayos. dos sobre conejos, a los que estimu-
Uno de los fines que nos hemos la los centros hipotalámicos medios
propuesto es el de contribuir con correspondientes a la zona simpáti-
nuestros ensayos al esclarecimien- ca o zona B de Kurotsu y los nú-
to de la cuestión debatida, a saber, cleos laterales hipotalámicos, co-
características de la proteinemia rrespondientes a la zona C de Ku-
368 ANALES DE MEDICINA Y CIR,UGiA Vol. XLVII. ~ N.o 203

rotsu. El estímulo eléctrico de es- rere-Comes (61), A. Bertelli y V.


tos núcleos determina variaciones Rovati (62).
dE; la proteinemia en el sentido de Nuestro objetivo es el de com-
una clara elevación total de la pro- probar el comportamiento de la
teinemia bajO' el estímulo de la zo- proteinemia bajo la acción de la re-
na simpática y de una disminución serpina 1-4 D. F. en los hipertensos.
de la fracción globulínica, sobre to-
Material empleado
do, por estímulo de la zona para-
simpática. Hemos realizado un estudio de la
Sabido esto, hemos elegido una proteinemia total en suero por el
medicación que reuniera las cuali- método del biuret y del fracciona-
dades previstas y que hemos halla- miento proteico por medio de la
do en la asociación reserpina-sulfa- electroforesis en papel en 20 enfer-
to de 1-4 dihidracinoftalacina. Efec- mos con diagnósticos etiológicos
tivamente, un documentado estudio diversos, pero con el denominador
de H. J. Bein (55) nos informa del común de estar afectos de hiper-
mecanismo de acción central de la tensión, de cuya etiología hemos
reserpina, cuyos efectos· son en to- prescindido intencionadamente, al
do semejantes a los que se obtienen objeto de poder realizar nuestros
por estímulo de los centros dience- ensayos con el fin exclusivo de ob-
fálicos en el mono (sedante, depre- servar el comportamiento de la pro-
sor central, acción hipotensora, tidemia de estos enfermos some-
acompañada de bradicardia, inhibi- tidos a la acción de la asocia-
ción respiratoria, estímulo del pe- ción medicamentosa antihiperten-
ristalismo intestinal, miosis, rela- siva reserpina-sulfato de 1-4 dihi-
jación muscular y acción sobre el dracinoftalaciana y establecer el
centro regulador de la temperatu- grado de responsabilidad de la mis-
ra). Otro trabajo de Bein, Gross, ma en las posibles variaciones que
Tripod y Meier (56) pone de mani- se pueden observar, independiente-
fiesto otra vez la acción central tí- mente del carácter etiológico de la
pica de la reserpina. Y F. Gross enfermedad de cada uno.
(57) llega a conclusiones análogas. Por esto, hemos realizado al mis-
El sulfato de 1-4 dihidracinofta- mo tiempo las observaciones perti-
lacina, pese a estar catalogado co- nentes en siete individuos no afec-
mo un fármaco de acción prepon- tados de enfermedad alguna del
derantemente periférica, tiene otro sistema circulatorio, digestivo y
mecanismo central reconocido en sanguíneo, con el fin de que nos
numerosos trabajos, cuyo testimo- sirvan de control en el momento de
nio pone fuera de duda esta carac- formular la discusión de los resul-
terística (Tripod y Meier (58), Bein tados y las conclusiones que se pue-
y coIs. (59), Llihr, K, (60), O. Ca- dan desprender de los mismos.
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUCiA 369
Asociación de reserpina y sulfato Estudios posteriores de Bein
de 1-4 dihidracinoftalacina (55), Gros, Tipod y Meier (56), po-
nen de manifiesto que la reserpina
Historia. - Desde hace siglos en es el primer alcaloide en que se ha
la India se emplean en Medicina los podido demostrar los peculiares
extractos de raíces y hojas de Rau- efectos central e hipotensor. Dicen
wolfia serpentina. Recientemente, dichos autores que la reserpina
los médicos hindúes, usando ex- muestra una variada actividad. Sus
tractos con fines sedantes, obser- varios efectos componen un con-
varon las propiedades hipotenso- junto, la mayor parte de cuyos ele-
ras, sobre las cuales adquirieron mentos se deben a una acción cen-
pronto una gran experiencia. Pos- tral, seguramente. Son típicos de la
teriormente, ha sido aislado el al- reserpina un efecto sedante par-
caloide que parece poseer las cua- ticular, hipnótico, que se distingue
lidades observadas por aquellos en de las demás sustancias conocidas
los extractos totales. Müller, Bein por tener una actividad depresiva
) Schlittler (63) lograron el aisla- central, acción hipotensora, acom-
miento y síntesis del alcaloide que pañada de bradicardia, inhibición
se conoce con el nombre de reser-
respiratoria, estimulación del peris-
pina.
taltismo intestinal, miosis, relaja-
Los recientes estudios de Schlitt-
ción muscular y un efecto sobre el
ler y cols. (L. Dorfmann, A. Fur-
lenmeier, etc.) (64), han puesto en centro regulador de la tempera-
tura.
claro su fórmula empírica que es
Esta variedad de acciones fue
puesta de manifiesto por Hess, me-
diante el estímulo eléctrico de cier-
y han demostrado que se trata de
tas estructuras diencefálicas del ga-
un éster del alcaloide que, por hi-
to y corresponde al cuadro obteni-
drólisis alcalina, se puede descom-
do por Weiskrantz y Wilson en los
poner en ácido resérpico, ácido 3,
4, 5 trimetoxibenzoico y alcohol rr:onos, mediante el estímulo de la
metílico. Fundándose en estos de- porción medio exterior del lóbulo
talles, la fórmula desarrollada es: temporal (incluyendo el complejo
hipofisario y el córtex prepirifor-
me) o bien estimulando el córtex
prepiriforme y la isla anterior (ex-
cluyendo la hipófisis).
OCH,3 Análogamente, en ensayos clíni-
OOC~GC.H
"-=( 3
cos, combinados los diversos efec-
tos individuales en un solo cuadro
on\ OCH
3 3 clínico, se ha comprobado en pa-
370 ANALES DE MEDICINA Y CIRUClA Vol. XLVII. - N.o 203

cientes con tumores. del hipotálamo nificativa sobre el consumo de glu-


anterior. cosa y oxígeno por parte del cere-
Bein concluye: el hecho de que bro.
la reserpina dé lugar a un comple- Los diferentes efectos produci-
jo de signos y síntomas tan defi- dos por la acción de la reserpina
nido indica con toda probabilidl'td pueden variar en intensidad de
que su acción se desarrolla sobre el unas especies de animales a otras.
conjunto del mecanismo central. Hay, sin embargo, dos característi-
Es típico de la reserpina que so- cas comunes a todos sus efectos;
lamente ciertas estructuras funcio- en primer lugar, que el inicio de su
nales, tanto del sistema autónomo, acción se produce después de un pe-
como del somático, son sensibles a ríodo de latencia que puede hacerse
8U acción. La localización de su un poco más corto incrementando
punto de acción central depende, lu dosis, pero que no puede ser eli-
por otra parte, de la función que minada totalmente y que existe, in-
se estudie; así, pequeñas dosis pue- cluso, cuando la reserpina se admi-
den ejercer acciones débiles e inten- nistra por vía intraarterial, y, en
sas según el sistema interesado y, segundo lugar, que dosis solitarias
por otro lado, de la dosis adminis- tienen efectos excepcionalmente
trada, esto es, que, cuando los en- largos de duración. Esto está en re-
sayos son hechos sobre el mismo lación con las propiedades físicas
sistema funcional, la tendencia es y químicas de este alcaloide que,
de que pequeñas cantidades de re- como regla general, es muy poco
serpina actúan sobre puntos ante- soluble. Pero también puede indi-
riores, mientras que dosis mayores car, como se sugirió en los prime-
tienen efectos sobre puntos poste- ros estudios farmacológicos, que la
riores. Algunos trabajos sugieren reserpina no actúa «per se». Es po-
que el mecanismo de acción de la sible que libere sustancias activas,
reserpina se caracteriza por un la 5-hidroxitriptamina es, probable-
efecto inhibidor de los mecanis- mente, una de ellas, o bien que él
mos, total o parcialmente. mismo se transforme en sustancia
Bajo la influencia de la reserpi- activa. Finalmente, es también po-
na se ha observado en las ratas que sible que la reserpina misma o un
la metionina S35 se localiza en la metabolito de ella ejerzan sólo su
región del hipocampo. «In vitro», acción farmacológica en presencia
la reserpina inhibe el consumo de dl. una sustancia endógena libe-
oxígeno en determinadas regiones rada.
del córtex cerebral de la rata, so- La reserpina «in situ» no tiene
bre todo, cuando se administra a acción bloqueadora de los ganglios
alta concentración. En los hiper- periféricos ni tampoco efectos sim-
tensos no tiene una influencia sig- paticolíticos, parasimpaticolíticos o
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGÍA 371

histamínicos. Por el contrario, an- sobre los centros di encefálicos re-


tagoniza fuertemente al el Ba2 y guladores.
a la pitresina en los órganos de Sulfato de 1-1¡-dihidracinoltalaci-
músculo liso aislados, al mismo na. - Las hidracinoftalacinas tie-
tiempo que, determinados efectos nen el peculiar efecto de aumentar
de origen periférico, pueden ser el flujo sanguíneo renal, rebajando
manifestados también «in vivo». gradualmente la tensión arterial.
Estudios experimentales de F. Estudiados por Druey, J. y Rin-
, Gross con la reserpina han llevado
al autor a conclusiones análogas
gier, B. H. (66) (1951), ha quedado
establecida su fórmula desarro·-
(57). Este autor dice: lIada:
«El alcaloide reserpina, recien-
temente aislado en estado puro,
puede ser considerado como el pro-
totipo de una sustancia de punto de
ataque preferentemente central.» J. Tripod y R. Meier (58) dicen
»Paralelamente a la acción hipo- u propósito de los derivados de la
tensora se observa un efecto cal- hidracina: son sustancias química-
mante o depresor típico. Por otra mente muy reactivas que hasta ha-
parte, se constata miosis, prolapso ce poco no parecían poseer más que
de la membrana nictitante, estimu- un interés toxicológico. Desde hace
lación del peristaltismo intestinal, poco, dos grupos de sus represen-
salivación, hipersecreción gástrica tantes han despertado un interés
t' hipotermia. La reserpina deter- farmacodinámico considerable por
mina un predominio de los sínto- sus aplicaciones terapéuticas. Des-
mas vagales o trofotropos debido, pués de referirse a la hidrazida del
probablemente, a la inhibición de ácido isonicotínico y sus derivados,
los centros simpáticos del tronco como tuberculostáticos, se refieren
cerebral. a los derivados de la hidracinofta-
»La reserpina atenúa el reflejo lacina, cuyo grupo muestra efec-
del seno carotídeo y disminuye el tos farmacodinámicos bastante di-
aumento de la presión por estímu- ferentes específicamente.
) lo eléctrico del núcleo proximal del Bein y cols. (59) afirman, a tra-
vago o del isquiático. vés de los ensayos. efectuados, que
»La reserpina no actúa sólo so- las hidracinoftalacinas elevan la
bre los centros simpáticos que re- potencia cardíaca, rebajan la resis-
gulan la circulación, sino también tencia periférica y modifican el su-
sobre otros substratos centrales.» ministro de sangre a ciertos órga-
A. Martorell, por su parte, en un nos. Siguen diciendo que el análisis
estudio clínico (65) subraya el me- farmacodinámico tiene que consi-
canismo de acción de la reserpina derar dos problemas: el tipo gene-
372 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA Vol. XLVII. - N .. 203

ral de acción farmacológica y el efectos hipertensores de la adre-


análisis del punto de ataque en el nalina y la noradrenalina, pero,
sistema circulatorio. Estos autores además, existe otro mecanismo
señalan una serie de acciones anta- más importante de orlgen central,
gónicas sobre sustancias de efecto cuya consecuencia es una inhibi-
farmacológico típico, como la adre- ción de los impulsos vasoconstric-
nalina, noradrenalina, pitresina, tores de origen diencefálico. Ade-
cloruro de bario, en determinadas más, la dihidracinoftalacina posee
acciones sobre los órganos circula- actividad contra las sustancias hi-
torios. pertensoras; posee cierta acción
J. Tripod y R. Meier (58) han antagónica de la angiotensina (hi-
estudiado las reacciones de una se- pertensina), la serotonina y la fe-
rie de dihidracinoftalacinas frente rentesina (67).
a la histaminasa y citan las obser- Es evidente, pues, que las di-
vaciones de otros autores sobre el hidracinoftalacinas poseen una ac-
antagonismo entre la hidracida del ción de tipo central, a pesar de que
ácido isonicotínico y el ácido para- el carácter periférico de su punto
aminosalicílico, determinados glí- de ataque resulte más llamativo
cidos y sus metabolitos, o el piri- clínicamente considerado. Abun-
doxal, etc. dan las observaciones a este res-
De tales observaciones puede pecto, empezando por la de Reu-
inferirse en qué direcciones pue- bi, confirmada más tarde por nu-
den ser encontrados los reactivos merosos autores, entre los que es
farmacodinámicos o bioquímicos de frecuente hallar menciones al au-
las hidracidas, así como el tipo de mento de la diuresis comprobado
estas reacciones y, en el caso de la (68). Entre nosotros, A. Martorell,
hidracinoftalacina, el carácter par- (65) también señala la acción prin-
ticular y la prolongada duración cipalmente periférica de la hidraci- .
del efecto hipotensivo así como el noftalacina, actuando sobre las
espectro de sus antagonismos vas- propias paredes vasculares perifé-
culares, quienes indican modos de ricas, sobre todo, aumentando la
acción y puntos de ataque muy circulación renal.
particulares que no pueden ser asi- Una síntesis de este doble meca-
milados fácilmente a las reacciones nismo de acción la da Lühr, K.
vasculares clásicas sometidas a la (60), quien cita las observaciones
influencia del sistema nervioso au- clínicas realizadas por numerosos
tónomo. autores (Frank y Thiele, Harris y
El mecanismo de acción de las Turner, etc.) en individuos norma-
ftalacinas es complejo y de un les, hipertensos y en animales de
tipo especial. Estos preparados tie- experimentación, las cuales permi-
nen una acción que se opone a los ten admitir la existencia de un
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y C/RUGiA 373

doble punto de ataque central y ción antioxidativa, y, por tanto, in-


periférico (depresor del tono vaso- hibidora».
constrictor) a la vez, confirmando, Prosiguiendo su análisis, este
por tanto, el mecanismo central mismo autor se refiere a los efec-
depresivo de la droga puesto de tos sobre la diuresis, sobre la azo-
manifiesto por numerosos autores temia y sobre la función renal y
(Bein, Gross, Tripod y Meier, dice que la existencia de trastor-
Heintz y Lose, etc.). nos del funcionalismo renal no con-
El prof. O. Carere-Comes (61), tradice el uso del medicamento y
en un estudio clínico y farmacoló- se puede obtener casi siempre 'ln
gico de la ftalacina, hace la des- descenso de la azotemia y un nu-
cripción de la misma de la siguien- mento de la diuresis, achacables
te manera: «el preparado 7441 o evidentemente al aumento del flu-
1-4 dihidracinoftalacina cristaliza je sanguíneo en el territorio renal,
en cristales pequeños e incoloros JO que representa la característica
con punto de fusión a 192-194" fundamental de los hipotensores
(descomposición), a la acción del ftalacínicos frente a todos los res-
aire se colorea lentamente de ama- tantes hipotensores.
rillo de cobre, es poco soluble como Según la casuística del prof. Ca-
base libre (0,1 %) o como sulfato rere-Comes, resulta que el trata-
(0,3 %) y soluble como clorhidra- miento con el sulfato de 1-4 D. F.
to (3 %) ». reporta un descenso de la azote-
El mismo autor estudia el meca- mia (15,3 %) con el correspondien-
nismo de acción de las hidracinof- te aumento de la diuresis (+ 18,6
talacinas y dice: «Esta posibilidad por ciento).
interpretativa del mecanismo de ac- A. Bertelli y V. Rovati (62) es-
ción de la hidracina concuerda con tudian la influencia de la 1-4 D. F.
las varias teorías que consideran el sobre el reflejo del seno y observa-
punto de ataque de las ftalacinas ron que el aumento de tensión que
como fundamentalmente periférico, se obtiene por la ligadura de las ca
dando lugar a una disminución del rótidas por debajo del seno carotí-
tono y a un aumento del calibre de deo está fuertemente inhibida en
las arteriolas preca pilares y parti- los animales sometidos a la acción
cularmente de las arteriolas del del derivado ftalacínico.
glomérulo renal». Analizando este efecto, dicen
«Esto no excluye el que los hi- que puede ser interpretado por una
potensores hidracínicos pueden ac- acción bloqueadora ganglionar o a
tuar por un mecanIsmo neuróge- través de la acción adrenalítica
no, admitiendo que puedan ejerci- puesta de manifiesto por ellos mis-
tar sobre los ganglios reguladores mos. Sin embargo, el bloqueo gan-
del tono basal la fundamental ac- glionar no existe, según demues-
374 ANALES DE MEDICINA Y ClRUGtA Vol. XLVII. ~ N.o 203

tran más tarde, y el efecto adrena- mulo del núcleo periférico del va-
lítico no es lo suficiente intenso go disminuye de intensidad cuando
para explicar la fuerte inhibición se ha inyectado la D. F.
del reflejo del seno. La disminución de la sensibili-
Bertelli y Rovati han infiltrado dad al estímulo vagal se muestra
el seno carotídeo según la técnica cuando los valores tensionales se
de Heymans directamente con el encuentran todavía a niveles rela-
ftalacínico en pequeña concentra- tivamente elevados. Se puede ex-
ción, no habiendo obtenido una in- cluir el hecho de que puede de-
tensa caída de la tensión, como si berse a un estímulo parasimpático.
el fármaco tuviese una capacidad Pero el hallazgo que constituyó la
selectiva de estímulo de aquella mayor sorpresa fue la ulterior caí-
inervación que parte de las zonas da constante de la presión que se
vasosensibles del seno carotídeo y comprueba en los animales trata-
que da lugar inmediatamente a una dos con D.F., lo mismo que si se
caída tensional, al ser estimulada, seccionan los vagos.
y a una elevación, cuando es abo- Según los mismos autores, el fe-
lida. nómeno no se repite o se presenta
La constatación de la marcada con una intensidac;i mucho menor,
acción hipotensora que consiguen si, en lugar de seccionar los vagos,
los citados autores con la infiltra- se trata al animal con atropina. Por
ción de la zona del seno carotídeo lo demás, era del todo previsible
con la 1-4 D.F. les induce a señalar que el aumento de la hipotensión
el interés de dicha acción. La hipo- que se obtiene después de la sección
tensión obtenida es poco persisten- de los vagos no puede ser atribuido
te si se hace una infiltración de la 3 la supresión de la actividad pe-
misma zona con adrenalina. Si se riférica de éstos (como se observa
admite que la D. F. puede deter- con la atropina) por cuanto en este
minar una caída tensional por es- caso debería haber un aumento y
tímulo selectivo de la inervación no una posterior disminución de
del seno carotídeo, lo cual hace los valores tensionales.
comprender cómo puede faltar el Bertelli y Rovati concluyen que
reflejo hipertensivo de la ligadura dicho fenómeno no puede a tribuir-
de las carótidas en el animal trata- se más que a una actividad del
do con nuestro fármaco por vía vago central. Las recientes investi-
general, porque parten del seno es- gaciones permiten afirmar que un
tímulos hipotensores independien- estímulo del vago central determi-
tes de las variaciones tensionales. na el ingreso en la circulación de
Los mismos autores estudian la sustancias hipertensivas que no son
acción de la D. F. sobre el vago y de naturaleza adrenalítica, sino se-
señalan que la respuesta al estí- mejante a la serotonina. Tales sus-
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CI/?UGiA 375

tancias hipertensoras quedarán en- minar una caída tensional notable


mascaradas por los hipotensores y más rápida que la que se obtie-
ftalacínicos. ne usando la vía venosa.
Bertelli y Rovati han realizado En un trabajo crítico sobre el
las siguientes experiencias: En ani- mecanismo de acción de las ftala-
males con el vago seccionado han cinas, H. Schmit y J. Gicquel (69)
estimulado el núcleo central de uno sc- refieren a la tesis, afirmando un
de los vagos, obteniendo una res- mecanismo de acción central para
puesta hipertensora bastante dura- estas sustancias sostenida por H.
dera. En los animales tratados pre- J. Bein, F. Gross, J. Tripod y R.
viamente con la D. F. esta respues- Meier citados ya por nosotros
ta hipertensiva disminuía clara- (Schweiz, Med. Woch., 83, 1953),
mente. Se comprueba que el estí- por B. N. Craver, W. Barret, A.
mulo del vago central, después de Camerón y F. Yonkmann, y R.
someter al animal a la acción de la Meier, H. J. Bein, F. Gross, J. Tri-
D. F., produce un escaso aumento pod y H. Tuchmann-Duplessis y R.
presor y, por esto, se sigue una ul- K. S. Lim. R. L. Meffit y H. C.
terior caída tensional. Glass.
La interpretación que los cit8idos
autores dan al fenómeno descrito, Métodos
basándose en la posterior caída ten-
sional que se observa en los ani- El procedimiento seguido ha si-
males tratados con la D. F. segui- do el siguiente: estando el enfermo
damente a la sección de los vagos, encamado y en ayunas desde do-
es la de que el estímulo del vago ce horas antes, se ha extraído por
central pone en circulación sustan- punción en la vena del pliegue del
cias hipertensoras, por lo que, el codo, 10 c. c. de sangre. La sangre
bloqueo del tono vagal en su cen- extraída con una jeringa seca se
tro da lugar al ingreso en la cir- depositaba en tubos de centrífuga.
culación de sustancias hipotenso- secos y limpios, en número de dos,
ras, cuyo efecto se halla exaltado entre los que se repartía la sangre
por la acción del compuesto ftala- extraída.
cínico. La sangre de uno de los tub0~
Que la acción de los hipotenso- se destinaba a la obtención de ;3ue-
res ftalacínicos pueda ser de ori- ro para determinar el contenido en
gen central se infiere de experien- proteínas por el método del biuret,
cias muy simples que han llevado cuyas características y procedi-
t'. cabo Bertelli y Rovati, inyectan- mientos, por conocidos, excuso el
do el fármaco por vía endocaro- exponerlos. La sangre del otro tubo
tídea. Advierten los autores que, se destinaba a la prueba de la elec-
en estos casos, bastan cantidades troforesis en papel.
pequeñas de sustancia para deter- La sangre del primer tubo se so-
376 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA Vol. XLVII. - N.o 203

metía a centrifugación durante 15 180 voltios y 6 miliamperímetros,


minutos, después de coagulada a durante 9 horas.
temperatura ambiente, verificando La segunda fase o revelado del
la determinación de la proteinemia papel la realizábamos tiñiendo las
total. tiras con un colorante selectivo de
La sangre del segundo tubo se las proteínas. Hemos elegido el
sometía también a centrifugación, amidoschwartz o negro de anilina
previa coagulación a temperatura 10B Bayer. Efectuábamos seguida-
ambiente, separación de los coágu- mente la decoloración con metanol-
los de las paredes mediante una acético, con lo cual lográbamos vi-
varilla de vidrio fina y sometimien- sualizar las distintas fracciones pro
to de la sangre durante media ho- teicas, perfectamente individualiza-
ra a 37° en una estufa, con el fin das del resto del papel.
de lograr la retracción del coágu- Hemos empleado el colorante en
lo. La centrifugación se realizaba solución saturada de alcohol me-
a 2.000 revoluciones por minuto tílico conteniendo un 10:% de áci-
durante media hora y, seguidamen- do acético, la decoloración la ob-
te, se procedía a la primera fase tenemos con una mezcla de meta-
de la electroforesis. bol (90) y ácido acético (10). He-
La electroforesis en papel consta mos decolorado el papel hasta lo-
de tres fases: electroforesis pro- grar que éste presente una colo-
piamente dicha, revelado del papel ración azul pálido.
y determinación de cada una de las Seguidamente, procedíamos a
fracciones separadas. desarrollar la tercera fase, o sea,
La primera fase consiste en 12. la lectura de las distintas fraccio-
colocación del suero en el papel nes. Hemos empleado un fotóme-
de filtro, del que hemos usado la tro Elphor de célula fotoeléctrica.
marca Schleicher Schull 597. La Previa la lectura, procedíamos
cantidad de suero empleada ha sido a hacer transparentes las tiras de
de 0,025 c. c. aproximadamente (no papel mediante la inmersión de las
es necesario medirla con precisión). mismas en parafina. La lectura se
Inmediatamente después de colc- ha efectuado de milímetro en milí-
car el suero, se procedía a hu- metro, obteniendo con ello una cur-
mectar el papel con una solución va que se desintegra en las diver-
tampón que, en nuestro caso, ha sas campanas de Gauss, las cuales
sido la de veronal-acetato, de pH se planimetran y dan, mediante un
8,6 y fuerza iónica de 0,1. sencillo cálculo, la relación por-
Preparado ya el papel, lo colo- centual de las diversas fracciones.
cábamos en la cámara húmeda de Extraída la sangre, se prescri-
Grassman y Hannig e introducía- bía el tratamiento del hipertenso
mos en la cubeta los electrodos, ha- con una dosis «standard» de 3 com-
ciendo circular una corriente de primidos al día de la asociación
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGÍA 377

reserpina-sulfato de 1-4 dihidraei- de la proteinemia, según nuestros


noftalacina, sustancias que están estudios, es de 66,65 grs. %, cifra
contenidas en la cantidad de 0,1 que concuerda plenamente con [as
mg. y 10 mg., respectivamente, en dadas como normales por diversos
cada comprimido. Se ha aconsejado autores. Linder, Lundsgaard y Van
tomar los comprimidos, uno des- Slyke dan, en efecto, como normal,
pués de cada comida. La dosis de la cifra de 67,3 grs. %0; Jones, la
3 comprimidos al día fue adoptada de 67,3; Bruckmann, D'Esopo y
a la luz de diversas experiencias Peters, la de 69,3; Dyson, apoyán-
dose en una numerosa casuística,
clínicas (71), en las que se obtuvie-
ron bajas tensionales medias impor- la de 65,6 y 67,8 grs. %0' Estudios
tantes y fueron mantenidas con más recientes de Barbagallo y Rei-
la citada dosis. ner, Fenickel y Stern, apuntan co-
El tratamiento ha sido manteni- mo normales la cifra de 68 y 73
do durante un período promedio de grs. %0 respectivamente.
12 días, durante los cuales se ha De los 20 casos estudiados, so-
comprobado, con intermitencias de lamente tres se apartaban de la
2-3 días, la marcha de los valores normalidad, dando cifras de pro-
tensionales y, diariamente, la diu- teínas totales de 93 grs., 90, 30 grs.
resis del enfermo, al que se ha y 80 grs. %0. Estos casos, apar-
mantenido encamado durante los tándose de la normalidad, son tan
ensayos. escasos que no pueden ser valora-
Después de este período, se ha dos. Son muy numerosos los facto-
procedido a la extracción de san- res que pueden haber determinado
gre de los enfermos en estudio, ve- erróneamente estas cifras que ro-
rificando la repeticlón de las prue-
zan casi las típicas de los plasmo-
bas iniciales con objeto de obtenercitomas, descartados clínicamente.
los resultados finales, meta de nues- En cuatro casos, la desviación
tro trabajo. era en sentido contrario, presentan-
do cifras de proteínas francamen-
te descendidas, 45,5, 43,4, 50,4 y
RESULTADOS Y DISOUSION 49,7 grs. %0. Estas cifras corres-
ponden a enfermos afectos de pro-
Proteinemia total en los cesos renales, dos nefroesclerosis
hipertensos y una nefritis crónica y a una mu-
Jer hiponutrida, afecta además de
En los 20 individuos estudiados, un proceso cardíaco evolutivo. N o
las cifras totales de proteínas en es de extrañar, pues, hallar estas
suero permiten afirmar que las va- cifras descendidas.
riaciones por fuera de la normali- Arthur C. Allen (72) dice a pro-
dad son escasas. El valor promedio pósito de las proteínas en las glo-
378 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGÍA Vol. XLVII. - N.o 203

merulonefritis crónicas: «La pro- En todos estos casos, la albumi-


teinuria es un signo casi constan- nuria descendió como consecuen-
t( y bien conocido de la glomerulo- .Qia del tratamiento, desaparecien-
nefritis crónica, al igual que de la do los edemas simultáneamente. Es
infección aguda. Cuando la albu- característico este hecho terapéu-
minuria es abundante y persisten- tico de la asociación reserpina-hi-
te aparecen los elementos clínicos dracinoftalacina, según atestiguan
d.el síndrome nefrótico: hipoprotei- numerosos trabajos clínicos sobre
nemia, ,inversIón del cociente Ab/G, la misma, los cuales, asimismo,
hipercolesterinemia y edemas. En coinciden en afirmar que se pro-
muchos casos, disminuye la can- duce un aumento de la diuresis
tidad de albúmina en la orina y (61) (68).
con esto se reducen los edemas y A propósito de las nefropatías,
la hipoproteinemia». Poli afirma, «El síndrome nefrótico
En los casos de nefritis citados no debe ser considerado como una
Sf' daban, efectivamente, todos los nefropatía primitiva, sino como
síntomas de hipoproteinemia" con una protidoplasmopatía con nefro-
edemas considerables y albuminu- patía».
ria intensa que, en un caso, llegó a Se puede decir que no existe un
ser de 15,5 grs. %0' También en cuadro protidémico característico
estos casos se daba la inversión del de las diversas nefropatías primi-
cociente Ab/G. tivas. En la glomerulonefritis agu-
M. Díaz Rubio y Francisco Se- da puede haber alteraciones impu-
govia (73), en un estudio electro- tables al proceso infectivo del cual
forético de las proteínas del plas- depende la nefropatía».
ma en las nefropatías, dicen: «En «En la glomerulonefritis cróni-
lo que se refiere a la proteinemia, ca y en las esclerosis renales coe-
era conducta general la existencia xiste, a menudo, el sufrimiento de
de un descenso, que alcanzó sus otras vísceras y complicaciones
cifras más bajas en la nefritis sub- que pueden por sí mismas determi-
crónica, coincidiendo siempre con nar alteraciones protidémicas».
edema. Tal hipoproteinemia se hi- Más tarde afirma: «Un particu-
zo siempre a expensas de la albú- lar tipo de alteración protidémica
mina, ya que la cifra total de glo- de naturaleza carencial se puede
bulinas, salvo en el caso de hiper- observar en estos enfermos som~­
tonía maligna, en que estaba des- tidos a dietas demasiado rígidas y
cendida, se mantenía dentro de 100S pobres en proteínas. En tales casos,
límites normales e incluso los so- la protidemia puede disminuir has-
brepasaba, llegando a veces a ci- ta. grados notables y facilitar la
fras que permitían hablar de hi- presentación de edemas».
perglobulinemia». También Wuhrmann, F. y Wun-
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA 379

derIy, Ch. (75) dicen a propósito tensión no complicada (sobre todo,


de la proteinemia en las nefroes- no complicada por alteraciones re-
clerosis: «Las modificaciones del nales) no se observa ninguna mo-
cuadro proteico no presentan un dificación significativa de la pro-
comportamiento uniforme». tidemia».
«Puede aceptarse como regla ge- «Bastará al objeto poner de ma-
neral el hecho de que en las nefro- nifiesto las discordancias de las
esclerosis benignas (según el con- respuestas obtenidas por los diver-
cepto de Volhard (Nierenkrankun- sos autores, alguno (Codonius, Vi-
gen und Hochdruck, Leipzig, 1942) dal, etc.), habiendo encontrado una
corresponde a la hipertensiÓn roja)
hiperprotidemia global, otros ne-
las alteraciones son poco salientes.»
gándola completamente (May y Oli
En los tres casos encontrados
por nosotros, efectivamente, no se ver, Cionini, Valdoni, Cortessi, Bot-
produce una alteración que permi- ti) ».
ta atribuir un significado concreto, «Desde el punto de vista electro-
abundando en la tesis de Wuhr- forético, merece, sobre todo, se-
mann. ñalar el hecho de que en las hiper-
tensiones malignas se observa a me-
A tenor de los resultados obteni-
nudo un aumento de las beta-gJ.ü-
dos antes de proceder al tratamien-
bulinas. Este aumento no puede
t(: con la asociación medicamento-
ser atribuido a la alteración he-
sa, debemos concluir que no se ob-
modinámica por sí sola, sino a las
serva ninguna modificación signi-
diversas meiopragias funcionales
ficativa de la protidemia.
de las diversas vísceras que están
~sta afirmación viene corrobo-
presentes en -los casos acompaña-
radft por la opinión de numerosos dos de graves alteraciones vascula-
autQres, como Poli (74), quien dice res,. en particular, al sufrimiento
a propósito de la proteinemia en la renal.»
hipertensión: «En la hipertensión F. Wuhrmann y Ch. WunderIy
arterial ha habido más de un autor (75) dicen a propósito de la pro-
que ha creído poder atribuir gran
teinemia en la hipertensión arte-
importancia al aumento del fibri-
rial: «El cuadro clínico conocido
nógeno, la mayor concentración
plasmática de esta fracción de ca- por el nombre de hipertonía esen-
raqterística molecular simétrica, cial, en el cual incluimos aquellos
significaría un aumento de la vis- casos en que, con presión variable
cosidad, y por tanto, de la resis- o no, se hallan exentos de altera-
tencia al fluir la sangre en el árbol ciones ostensibles del funciona-
circulatorio. Haciendo esta conce- miento renal, no origina, en gene-
sión, sin embargo ha debido reco- ral, alteración alguna del cuadro
nocerse que en los casos de hiper- proteico».
380 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA Vol. XLVII. - N.o 203

Las modificaciones del cuadro gamma, con inversión del cociente


proteico son decisivas, principal- proteico.
mente en las enfermedades hemató-. Concluyen dichos autores que,
gen as del riñón y poseen una gran desde el punto de vista práctico,
importancia en el diagnóstico y pro- St.. puede decir que la proteinemia
nóstico. Es preciso tener en cuen- proporciona valiosos datos sobre la
tt¡, la influencia eventual de un foco evolución de la hipertensión arte-
inflamatorio primario, amígdalas, rial.
granuloma dentario, etc., así como La proporción en que se hallan
el hecho de que, independientemen- la albúmina y las globulinas es
te del proceso fundamental, las di- normal en un 50 1'0 de los casos,
versas alteraciones de la fución re- pero en el 50 % restante, el co-
nal sobre los otros órganos, como ciente S/G se manifiesta invertido,
d hígado, serosas, etc., motivan sin que la anormalidad pueda ser
evidentes modificaciones secunda- atribuida a una fracción determi-
rias sobre el cuadro proteico». nada.
Labbé, M. Labbé, H. Y Nepreux, Las globulinas beta no muestran
1<. (76) citan los resultados obte- caracteres uniformes y el prome-
nidos por diversos autores en rela- dio hallado es de 9,43 grs. %0' por
ción con la hipertensión arterial: 10 que en nuestros casos no se ob-
~;El equilibrio proteico de la san- serva la hiperbetaglobulinemia St-
ges es normal según Rowe, Gettler, ñalada por Poli en algunos ca¡3Os.
Oppenheim y Simeon; es variable El valor promedio de la gamma
para Puech; para Govaerts, hay globulinemia hallado (14,31 grs.
biperproteinemia». por mil) se halla dentro de la
Los resultados obtenidos en cuan normalidad, a pesar de que se ob-
h. a las distintas fracciones protei- serva una cierta tendencia a la hi-
cas no permiten señalar carácter pergammaglobulinemia. Las des-
alguno al que atribuir un significa- viaciones observadas de la misma
de determinado. no permiten, sin embargo, ser con-
sideradas como características de
Franzini, D. y Mosna, S. (78)
la hipertensión.
han realizado un estudio en 33 ca-
sos de hipertensión de diversa etio-
logía (22 esenciales, 6 arterioscle- Comportamiento de la proteinemia
rosis y 5 glomerulonefritis cróni- bajo la acción de la reserpina-
cas) y han constatado una dispro- sulfato de 1-4 dihidracinoftalacina
t
teinemia de mediana gravedad, au-
mento de las proteínas totales, dis- La disminución deja tasa'en pro-·
minución relativa de las albúminas teínas tiene su explicación en el
• aumento de las globulinas, en particular mecanismo de acción de
particular, de las fracciones alfa y los fármacos administrados, los
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIR.UGiA 381

cuales tienen un punto de ataque Uno de los mecanismos de regu-


central, según se desprende de los lación de la proteinemia se ejerce
estudios experimentales llevados a desde los centros nerviosos. Este
cabo por diversos autores. hecho ha sido estudiado en varias
Efectivamente, Bein (55), Bein, ocasiones, empezando por el docu-
Gross, Tripod y Meier (56) y F. mentado trabajo de Atsumi Mari-
Gross (57) afirman de la reserpina moto (54) quien realizó sus expe-
que manifiesta una variada activi- riencias sobre conejos normales, a
dad, cuyos efectos constituyen un los que, estando en ayunas, esti-
conjunto, la mayor parte de cuyos mulaba eléctricamente el núcleo
elementos se deben a una acción hipotalámico.
central. Afirman dichos autores El Prof. Kurotsu y sus colabora-
que son típicos de la reserpina un dores en sus trabajos experimenta-
efecto sedante particular hipnóti- les e histológicos de los centros au-
co que se distingue del de las de- tónomos dividieron la pared dt~l
más sustancias conocidas por tener tercer ventrículo de la región hi-
una actividad depresiva central, ac- potalámica en tres zonas: A de
ción hipotensora, acompañada de Grunthal, parasimpática; B de
bradicardia, inhibición respirato- Grunthal, simpática y e de Grun-
ria, estimulación del peristaItismo thal, parasimpática. Siguiendo es-
intestinal, miosis, relajación mus- tos experimentos, Atsumi Marimo-
cular y un efecto sobre el centro to demuestra que el estímulo de
regulador de la temperatura. ip zona e, parasimpática, da luga!"
Estos efectos son típicos del estí- a la aparición de enoftalmos y mio-
mulo de la zona parasimpática o sis, con relajación muscular, al
zona e de Kurotsu, de la pared del mismo tiempo que se produce un
tercer ventrículo de la región hipo- descenso de las proteínas totales,
talámica, según han demostrado con descenso de las globulinas. La'3
experimentalmente Atsumi Mari- cifras normales, se recuperaban a
moto y el prof. Kurotsu y sus co- los 120 minutos de la estimulación.
la boradores. Doring, Schaeffers y Weber (7)
Asimismo, el sulfato de 1-4 di- practicaron determinaciones de la
bidracinoftalacina tiene también proteinemia cada tres horas, en el
un efecto central según ponen en transcurso del día, por el método
ciaro los experimentos de diversos densimétrico. Las extracciones las
autores (Tripod y Meier (58), realizaban siempre después de las
-. Lühr, Franke y Thiele, Harris y dos horas de la ingestión de Cl'-
Turner, Bein, Gross, Tripod y Me- mida. Estas determinaciones fuc-
ier (59), Heintz y Lose, earere-eo- ron hechas a 7 personas varias ve-
mes (61), BerteIli y Rovati (62), ces, cada 20 días.
etcétera). Los resultados que estos auto-
ANALES DE MEDICINA Y CIRUGtA Vol. XLVII. ~ N.o 203
382

res han conseguido demuestran una se comprobó un descenso promedio


caída del valor de la proteinemia de 10 grs. por mil.
desde 68 grs. %0 a las 22 horas, a Por lo que respecta a la albúmi-
58,5 grs. %0 a las 10 horas de la na, se produce un descenso prome-
mañana. El valor máximo lo alcan· dio de 7,60 grs. %0 en el grupo de
zaba la proteinemia a las 22 horas los hipertensos. En la fracción al-
del día. búmina se observa un comporta-
Estos mismos autores se propu- miento consecuente, que permite sa-
sieron comprobar si las variacio- car una conclusión evidente al se-
nes observadas guardaban relación guir fiel al descenso de la protei-
con el ritmo sueño-vigilia, llegando nemia total observada. En los in-
a demostrar claramente la existen·· dividuos controles se comprueba.
cia de una disminución de la pro- paralelamente, un descen~o prome-
teinemia total durante las horas dio de 11,81 grs. %0'
de sueño. El corto número de casos en que
Los citados autores explican es· el descenso de la proteinemia to-
te fenómeno acudiendo a la posi- tal no se hace a sus expensas, pre-
bilidad de una regulación central senta una disminución muy peque-
de la proteinemia a través del sis- ña y que puede ser imputable a
tema neurovegetativo en relación errores inevitables inherentes a las
con el tono simpático diurno (ele· técnicas empleadas. Se puede decir,
vación de la proteinemia) y el pa- por tanto, que el descenso de las
rasimpático nocturno (disminución proteínas se hace siguiendo la ley
de la tasa). fundamental de la fisiopatología de
La variación diaria fisiológica de las proteínas enunciada por. Gras
la proteinemia es, por tanto, muy " Wuhrmann y que dice: «Siemp't'e
importante y de un interés induda- que se produce una perturbación
ble. Nos hace comprender al mis- ne compensada del metabolismo fJe
las proteínas plasmáticas, se esta-
mo tiempo el hasta cierto punto
blece un deseauilibrio entre sus
sorprendente resultado obtenido pn
fracciones en el sentido de un dé-
nuestras experiencias, registrando ficit ñe la fracción albúmina». (77).
un descenso promedio de 10,51 grs. Estos resultados pueden haber
por mil. En nuestro caso se trata- estado inflnidos por el hecho de aue
ba, efectivamente, de un estímulo las extracciones ha sido hechas por
claro de los centros nerviosos par~ la mañana en avunas desde 10-12
simpáticos. Este fenómeno cobra horas antes. estando el enfermo ell-
un mayor significado al venir co- camado durante el ensayo, dando
rroborado por un comportamiento . lugar a la intervención posible d<'!
análogo de la proteinemia en un ~ ñ¡versos factores (descanso, acción
grupo de siete controles en los que.~ de la hormona antidiurética de la
Septiembre-Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGÍA 383

hipófisis, acción hemoconcentrado- ta una disminución promedia de


ra de la adrenalina, cuya tasa es 0,98 grs. por mil.
mínima durante el reposo noctur- La globulina alfa 2 disminuye
no, etc.). un promedio de 0,96 grs. por mil.
En las restantes fracciones pare- La betaglobulinemia disminuye
ce existir una cierta tendencia ~J un promedio de 1,98 por mi.l.
descenso, pero sin demostrar tanta La gammablobulinemia descien-
uniformidad. de un promedio de 2,12 grs. lJ0r
La globulina alfa 1 experimen- mil.
Cuadro n2 1

~étOdO Año N2 o'ba Frem. Límites Medio


Refractómetro
Rowe 1916 ' 7 70,50 60,0-82,0 Suero
Epstein 1922 - 70,0 60,0-80,0 "
,Lloyd y Paul 192b-29 - 7ti,3 72,3-ti4,3 "
~versen yNakzawa 19cb b 76,ti 72,0-ti2,b ,
Kylin 193c 33 22 7ti,4 65,9-97,ti "
·Permanyer 1946 5ü 75;0 09 ;1j-oO, 6 "
Gras 1951 60 71,1 6Z,0-80,6 "
IKJELDAHL
Linder, Lunds-
gaard y Van Sly- 1924 9 67,3 56,2-74,5 Plasma
ke
:5alversen 1926-27 42 70,1 63,4-79,6 "
Jones 19c~ 20 67,3 56,ti-ti1,b ,
BrucKman, Jí·yso- 193U 13 1 69 ,3 64,6-7b,~ i:iUero
po y Peters
revorrow, Ka-
ser, Faterson y 1941-42 284 69,4 54,0-80,0 Plasma
Hall
¡Ci-utman, Moore
Gutman, Mac 01e- 1941 46 70,0 65,0-79,0 Suero
llan 'l Kabat

• Dyson

Reinar', Fenicke
1945
1945
353
100
1 65 ;6
67,8
55;0-76,5
59,5-78,6
"
"

y Starn 1950 80 73,54 - 11

IBarbagallo 1950 6 ¡6e,0 63,7-73,7 ,

PROMEDIO GLOBAL 68,98


(Kjeldahl)
384 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGtA Vol. XLVII. - N.o 203

HlPERTENSOS
Expresión de los resultados en gramos por mil
!'rto. '~ot. Album~na AHa 1 AJ,!'a 2 J:leta "amma
l F l F l F 1 F l F l F

T.O.F. 45,4 52 1/),72 19,3 0,97 3,82 4,54 8,7E 5,17, 10,29 15,89 9,56
NQ
P.S. 73,5 52, , )5,93 25,4E 5,07 2,41 11 , 1 6,8 ~ 33 ; 5,61 12,05 11,8
NQ
B.B.P. 69,7 57,4 3e, 50 25,6E 2,47 2,43 5,5E 8,17 7,38 7,98 15,57 12,74
NQ
F.P.O.
NQ 80 62, 40,2 25,04 5,72 4,29 10,1E '0,3 9,80 9,80 14,08 13,83
A.B. 93 63 34,59 26,39 7,44 5,22 11,53 7,81 16,14 10,33 22,87 12,19
N2
M~H.S. 49,7 37, t 3492 13,89 0,37 1,66 1,54 4,68 3,65 4,3E 10,93 13,13
NQ
D.S.V. 43,4 48, 2Q14 26,08 1,34 1,30 3,36 4,20 4,3c 7,19 7,89 9,41
NQ
H.G.e. 50,4 ' 47,6 17,64 18,20 4,03 2,18 5,19 12,49 P,1é 2,1 t 15,22 12 ;73
NQ
P.R. 72 51,1 28,94 16,35 8,42 3,78 9,36 12,51 12,16 9,8E 1~03 8,73
N2
M.O.R. 70 63 2;¡ 22 31,81 3,43 2,99 10,22 6,42 9,80 8 17,15 13,51
NQ
l.A.R. 63,7 73,5 31,59 34,72 3,74 1,19 8,45 5,19 9,18 7,1 17,(4 ~;8,47
N2
L.E. 62,5 47,5 2~62 20,42 4,17 2,51 11,23 6,97 9,43 5,71 1;¡15 12,01
N2
P.B.G. 67,2 56,7 40,99 36,79 1,94 2,49 6,82 6,86 8,16 5,49 8,6 10,31
NQ
A.M. 70,7 53,9 31,6 18,58 4,59 2,47 1315 4,63 10,6 13,69 10,25 14,49
N2
J.G.F. 90,3 52,5 40,Ql 18,90 7,08 2,88 10,92 3,83 ~ 37 10,76 18,15 10,08
NQ
J.O. 72,8 53,2 34,03 32,18 4,36 2,34 9,9 4,36 8,72 6,54 15,65 7,82
N2
r.e. 55,3 58,8 24,88 20,34 4,70 6,58 5,64 10,93 7,18 8,05 8,57 ~93
NQ
B.V. 67 54,5 26,86 21,97 7,44 5,48 10,53 6,81 5,64 9,33 PO,87 10,91 J
N2
L.G.A. 78,5 75,7 40,65 39,55 3,55 2,53 6,63 7,22 9,42 7,94 7,15 18,16
NQ i
63,7 58,8 33,52 31,25 1,85 3,60 6,48 4,50 9,34 7,18 2,51 12,25
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA 385

CON T ROL E S
Expresión de los resultados en gramos por mil

Frot. Tot. Albúmina Alfa 1 ~lfa ,2 Beta Ga=a


I F I F I 'F I F I F I F
J.G. 64,77 53,35 45,3 27,73 3,62 2,32 3,4 9,06 3,88 4,9 10,36 9,33
~~
J.A. 62,23 60,9 44,8 28,65 1 ,71 2,19 1,99 11-,69 3,94 6,7 7,4 8,71

M.L.B .58,1 47,6 25, 'Z1 21,18 5,0" 1,14 9,4~ 6,1) "I,7E 6,19 10,8 12,38

" A.A.A .63 51,3 31 ,1t 26,82 2,5, 2,82 3,9E 4,0 7,11 5,28 17,95 12,77

A.L.C .flO,07 51,8 34,61 28,59 3,3 c 2,07 7,2~ 4,6l 7,7 4,97 17,53 11,18

M.M.B .pO,9 50,4 31,74 23,33 2,19 3,07 6,02 ~, 29 7,67 7,76 12,78 10,88

V.C.A .p5,3 49 26, fQ 21,8 2,4t 1,19 3,26 4,2í 16,5 16,41 6,02 4,45

HIPERTENSOS
Cuadro resumen de los promedios, límites y desviaciones
A N T E S DE S P UE S
Promed. .Llmltes ~Sigmas Promed • Limites Sigmas

Proteínas tot. 66,65 43-93 12,9 56,14 37,8-75,7 8,4


Albúminas 32,72 18,2-40,99 6,8 25,12 13,89 . . :39,55 7
Alfa 4,08 0,37-8,42 2,2 3,10 1,19-6,58 1,3
Alfa 2 8,13 1,54-13,5 3,1 7,17 4,2-12,51 2,6
(~. ,
Beta 9,43 3,65-16,64 3,1 7,45 I 1,8-13,69 2,3
I
Gamma 14,31 7,89-22,87 3,8 12, 19 1 7,82-18,47 2,68

CONTROLES
C.Uadro resumen de los promedios , límites y desv. standard
ANTES DESPUES
Promed. Límites Sigmas Promed Límites Sigmas·

Proteínas tot. 62,05 55,3-70,07 4,2 52,05 47,6-60,96 4,1


Albúminas 34,25 25,27":'45,3 7,5 25,44 21,18-28,65 3
Alfa 2,99 1,71-5,05 1 2,25 1,91-3,07 ..0,6
-
Alfa 2 . 5,05 1,99-9,47 2,4 6,88 4,03-14,69 3,5
Beta 7,8 3,88-16,53 3,9 7,42 .4,9-16,41 3,7
-
Gamma 11,83 6,02-17,95 3,7 9,95 4,45-12-,77 2,6
386 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGíA Vol. XLVII. - N .. 203

Conclusiones pertensos después de sometidos a


11'. medicación han sido:
1. Ha sido efectuado un estu- Proteínas totales: 56,14 grs. por
dio en 20 hipertensos, de cuyo pro- mil (O' 8,4).
teinograma han sido obtenidos los Albúminas: 25,12 grs. por mil
siguientes valores promedio: (cr 7).
Proteínas totales: 66,65 grs. por Alfa 1: 3,10 grs. por mil (O' 1,3).
mil (O' 12,9). Alfa 2: 7,17 grs. por mil (O' 2,6).
Albúminas: 32,72 grs. por mü Beta: 7,45 grs. por mil (O' 2,3).
(a 6,8). Gamma 12,19 grs. por mil (O'
Alfa 1: 4,08 grs. por mil (O' 2,2). 2,68).
Alfa 2: 8,13 grs. por mil (O' 3,1). Y en los individuos controles so-
Beta: 9,43 grs. por mil (0'3,1). metidos al mismo tratamiento han
Gamma: 14,31 grs. por mil (O' sido
3,8). Proteínas totales: 52,05 grs. por
2. Se observa la existencia de mií (O' 4,1).
una discreta hipoalbuminemia Y Albúminas: 22,44 grs. por mil
una tendencia a la hipergammaglo- (O' 3).
bulinemia, pero sin desviaciones Alfa 1: 2,25 grs. por mil (O' 0,6).
que puedan ser consideradas carac- Alfa 2: 6,88 grs. por mil (O' 3,5).
terísticas de la hipertensión. Beta: 7,42 grs. por mil (O' 3,7).
3. Pese a la existencia posible Gamma: 9,45 grs. por mil (O'
de relaciones de la globulina beta 2,6).
con los procesos de tipo arterios- 6. Por tanto, se ha comprobado
clerótico, es interesante destacar que la proteinemia total presenta
la no existencia de un aumento sig- un descenso promedio de 10,51
nificativo en la misma. gramos por mil en los individuos
4. En los casos de hipertensión hipertensos. En el grupo control se
nefrógena se ha comprobado la observa un descenso promedio de
existencia de valores bajos de la 10 grs. por mil (proteinemia ini-
proteinemia. cial: 62,05 grs. por mil).
5. En este mismo grupo de 20 7. En la fracción albúmina se
hipertensos y en un grupo de 7 ha comprobado un descenso pro-
controles normales se ha estudia- medio de 7,60 grs. por mil en los
do la acción de la asociación medi- hipertensos tratados y, en el gru-
camentosa reserpina-sulfato de 1,4 po control, un descenso de 11,81
dihidracinoftalacina, comprobándo- gramos por mil.
se una neta acción de la misma so- 8. En las fracciones globulíni-
bre el proteinograma. cas parece existir una discreta ten-
6. Los valores promedios del dencia al descenso, aunque no cree-
proteinograma en los individuos hi- mos pueda ser valorable.
Septiembre~Octubre 1967 ANALES DE MEDICINA Y CIR.UGíA 387

9. Este descenso tan evidente las razones expuestas en la discu-


de la proteinemia total, y de la al- sión.
buminemia en particular, debe atri- 10. La interpretación de este
buirse a la acción intrínseca de la hecho no creemos que pueda hacer-
asociación reserpina-sulfato de 1,4 se con seguridad de momento, pero
dihidracinoftalacina, porque se podría buscarse a través de la ac-
ción del tono vagal intensificado
presenta tanto en el grupo de los
por medio de los fármacos admi-
controles y tiene un valor real por nistrados.
BIBLIOGRAFIA

1. GRAS, J.: Proteínas Plasmáticas, pág.


153. Ed. Jims. Barcelona 1956. 21. GRAS. J.: Prot. Plasm .• pág .. 66. Ed.
Jims. Barcelona. 1956.
2. GRAS. J.: Proteínas plasmáticas. pág.
157~159. Ed. Jims. Barcelona 1956. 22. WUHRMANN. F. y WUNDERLY, Ch.: Las
3. OLBRICHT. O.: Edimb. Med. J. 55. 100. prot. sango en el hombre. pág. 40. Ed.
1948. Ciento Med. Barcelona. 1949.
4. RAFSKY. NEWMAN y KRIEGER: Amer. J. 23. GRAS. J.: Prot. Plasm.• pág. 67. Ed.
Med. Sci .• 7.42. 1942. Jims. Barcelona. 1956.
5. MANZONI. RAVIZZA y SCARZELLA: Riv. 24. GRAS. J.: Prot. Plasm .• pág. 67. Ed.
Geront.• Geriatr. 2. 201. 1952. Jims. Barcelona. 1956.
6. GRAS. J.: Con gr. Nac. Geriat. Barcelo~ 25. GRAS. J.: Prot. Plasm •• pág. 69. Ed.
na. 1950. Jims. Barcelona. 1956.
7. DORING. SCHAEFFERS y WEBER: Pflü~ 26. WIEDEMANN: Las prot. sango en el hom-
gers, Arch. 253, 165. 1951. bre (WUHRMANN y WUNDERLY). pág.
8. LANGE: Acta. Med. Sean .• 176. 1946. 73. Ed. Ciento Méd. Barcelona. 1949.
9. HYNES, ISHAG y MORRlss Lancet. 251. 27. GRAS. J.: Prot. Plasm.• pág. 30. Ed.
590, 1946. Jims. Barcelona. 1956.
10. GUTMAN: Avances in protein chemis~ 28. WIEDEMANN: Las prot. sango en el hom-
try .• T. Y. Acad. Press. Inc. New bre (WUHRMANN y WUNDERLY). pág.
York, 1958. 74. Ed. Ciento Méd. Barcelona. 1949.
11. POLI: Emoplasmopatie. Capelli ed. Bo- 29. WUHRMANN. F. y WUNDERLY. Ch.: Las
logna. 1947. prot. sango en el hombre. pág. 74, Ed.
12. LoFFLER, W .. WUHRMANN. F. y WUN~ Ciento Méd. Barcelona. 1949.
DERLY. Ch.: Les hiperproteinemies. Me~ 30. GRAS. J.: Prot. Plasm.. pág. 30. Ed.
tode d'investigation et signification cli~ Jims. Barcelona. 1956.
nique. Con gr. Frac. Med. Genéve. 1949. 31. WIEDEMANN: Las prot. sango en el hom-
13. GRAS. J.: Rev. Esp. FisioI.. 6. 275. 1950. bre (WUHRMANN y WUNDERLY). pág.
75. Ed. Ciento Méd. Barcelona. 1959.
14. GRAS. J.: Proteo Plasm.• pág. 62. Ed. 32. GRAS. J.: Prot. Plasm .• pág. 31. Ed.
Jims. Barcelona. 1956. Jims. Barcelona. 1956.
15. WUHRMANN. F. y WUNDERLY. Ch.: Las 34. GRAS. J.: Prot. Plasm.• pág. 32. Ed.
proteínas sanguíneas en el hombre. pág. Jims. Barcelona. 1956.
, 28. Ed. Científico-Médica. Barcelona.
1949.
35. WUHRMANN. F. y WUNDERLY. Ch.: Las
prot. sango en el hombre. Ed. Ciento
16. GRAS. J.: Prot. Plasmo pág. 61. Ed. Méd. Barcelona. 1949.
Jims. Barcelona. 1956. 36. GRAS. J.: Prot. Plasm.• pág. 31. Ed.
17. GRAS. J.: Prog. Plasm.. pág. 62. Ed. Jims. Barcelona. 1956.
Jims. Barcelona. 1956. 37. GRAS. J.: Prot. PasmI.. pág. 31. Ed.
18. GRAS. J.: Prot. Plasm.. pág. 63. Ed. Jims. Barcelona. 1956.
Jims. Barcelona, 1956. 38. LoEa: Proteins and the theory oE col~
19. WUHRMANN. F. y WUNDERLY. Ch.: Las loids behaviour Me. Grave Ed. London.
prot. sango en el ho.• pág. 29. Ed. Ciento 1922.
Méd. Barcelona. 1949. 39. GRAS. J.: Prot. Plasm.• pág. 32. Ed.
20. GRAS. J.: Prot. Plasm .• pág. 63. Ed. Jims. Barcelona. 1956.
Jims. Ba~celona. 1956. 40. GRAS. J.: Prot. Plasm., pág. 33. Ed.
Jims. Barcelona. 1956.
ANALES DE MEDICINA Y CIRUGtA Vol. XLVII. - N.o 203
388

41. LONGSWORTH: Chem.. Rev. 30. 323. Lomb. Se. Med. Biol.. vol. 8. fase. 1
1942. 1953.
42. EIEDEMANN. SCWWEIZ: Med. Woch .. 63. MÜLLER. SCHLITTLER y BEIN: Expe-
26. 241. 1946. rientia (Suiza). 8. 338. 1952.
43. WIEDEMANN: Las prot. sang .• pág. 105. 64. SCHLITTLER. DORMAN. L. Y FURLEN-
Ed. Ciento Méd. Barcelona 1959. MEIER. A.. etc.: Helv. Chim. Acta. 37.
44. WIEDEMANN: Las prot. sang .• pág. 103. 59. 1954.
Ed. Ciento Méd. Barcelona. 1949. 65. MARToRELL. A.: Angiologia. vo!. 9.
45. GRAS. J.: Prot. Plasm.. pág. 177. Ed. n.O 3. pág. 144. Mayo-Junio 1957.
Jims. Barcelona. 1956. 66. DRUEY. J. y RINGIER. B. H.: Helv. Chim.
Acta. 34. 195. 1951.
46. B6GER. A. Y SCHROEDER, H.: Klin
W ocho 23. 842. 1934.
47. BocK. J•• : Nord. Med. 33. 715. 1947.
67. La Hipertensión Arterial Cibal. Barce-
lona.
68. BARKHOFF, T.: Deuch. Med. J. 23-24.
.r
Y 38. 792. 1948.
48. LABo. G.: Boll. Soco Ital. Biol. Sper.. pág. 722-726. Dic. 1955.
24. 1030. 1948. 69. SCHMITT. H. y GICQUEL. J.: Comp.
49. GRAS. J.: Prot. Plasm .• pág. 178. Ed. rend. Acad. Se. (Fr.). 240. 20. 2028-
Jims. Barcelona. 1956. 2029. Mai 1955.
50. DOUGHERTY. CHASE y WHITE. J.: In- 70. BOHNER. E. y THEOBALD. H.: Deutch .•
munol. 52 .. pág. 101. 1946. Med. Woch .• 24. 929-930. 1955.
51. GRAS. J.: Prot. Plasm .• pág. 178. Ed. 71. STETTBACHER. A.: Praixs. 7. 138. 139.
Jims. Barcelona. 1956. 1955.
52. GRAS. J.: Prot. Plasm.• pág. 183. Ed. 72. ALLEN, A. c.: Enfermedades del riñón.
Jims. Barcelona. 1956. pág. 143. Ed. Inter-americana. 1952.
53. GRAS. J.: Prot. Plasm .• pág. 184. Ed. 73. DíAZ RUBIO'. M. Y SEGOVIA. F.: Rev.
Jims. Barcelona. 1956. Clin. Esp. 2. 78-79. enero 1956.
54. ATSUMI MARIMoTo: Experimental stu-
dies on the relation of autonomic cen- 75. POLI. E.: Fisiopatología y clínica del
protidoplasma. parte tercera. paragrafo
ters to serumproteins. Med. J. of Osaka
10. pág. 942. Soco ed. Delfino. Milano.
University. Vol. 2. nO 1. Sep. 1. 1950.
55. BEIN. H. J.: Pharmacological Reviews. 1951.
vol. 8. n.O 3. Sep. 1956. 75. WUHRMANN. F. y WUNDERLY. Ch.: Las
56. BEIN GROSS. TRIPOD y MEIER. J.: Suisse prot. sango en el hombre. pág. 246. Ed.
Ciento Méd .• Barcelona 1949.
Med. 83. 1007. 1953.
57. GROSS. F.: Boll. Soco Med. Chir .• Pisa 76. LABBÉ. M .. LABBÉ. H. Y NEPREux. F.:
(It.). 23. 1. 5-19. Jan.-Feb. 1955. Tech. lab. app. aux malad. de J'appareil
58. TRlPOD Y MEIER: Helv. Phisio!. Acta. digo et de la nutr .• pág. 815. Masson
12. C33-C34. 1954. Cie. Paris. 1932.
59. BEIN Y cols.: Schweiz. Med. Woch. 83. 77. GRAS, J.: Prot. Plasm •• pág. 240. Ed.
14. 1953. Jims. Barcelona. 1956.
60. LÜHR. K.: Zeitsch. für Kreislauff.• 45. 78. FRANZINI. D. y MosNA. S.: Prot. medo
pago 321-334. 1956. (It.). 13. 193. 1957.
61. CARERE-GOMES. O.: Min. Med. (It.). «11 quiadro sieroproteico nell'ipertensio-
45. 98. 1533-1540. 8 Dez. 1956. ne». 1st. di pato!. Spec, Med. e metodol.
Clin. dell'Univ., Milano. Italie.
62. BERTELLI. A. Y ROVATI. V.: Atti Soco

También podría gustarte