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GENESIS 22

Texto a memorizar: “Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él
respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para
el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E
iban juntos.” Génesis 22:7-8
TRASFONDO

DIOS ORDENA A ABRAHAM QUE SACRIFIQUE A SU HIJO ISAAC. (1-2)

“Aconteció después de estas cosas” ¿Qué cosas? El último incidente que aparece en el capítulo
21 fue el encuentro entre Abraham y Abimelec, pero el verdadero propósito de “después de estas
cosas” es hacer una transición, pasar a una nueva historia. El tiempo transcurrido entre la última
historia y la nueva es indefinido. Puede ser un día o varios años.

“probo (nissa) Dios (elohim) a Abraham, y le dijo: …”. Pocos versículos utilizan el nombre
“Dios,” en este capítulo. Éste es uno de varios relatos del Antiguo Testamento donde Dios prueba a alguien
(Éxodo 15:25; 16:4). La diferencia entre probar y tentar es que el que prueba espera que la persona bajo
prueba tenga éxito. En cambio, el tentador espera lo contrario. Podemos estar seguros de que Dios quiere
que Abraham pase la prueba. Cuando Dios llamó a Abraham en el capítulo 12, simplemente dijo, “Vete de
tu tierra… a la tierra que te mostraré”. Pero aquí, en el capítulo 22, llama a Abraham por su nombre,
señalando quizá la gravedad de lo que está a punto de pedirle. Abraham responde con un “heme aquí”, que
es un modismo hebreo que muestra disposición inmediata.

“Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas y vete a …” Esto describe a Isaac
como el único hijo de Abraham. La verdad es que Abraham tiene otro hijo, Ismael, pero es Isaac el que
nació bajo la promesa de redención y no Ismael que fue producto del desespero de Sara al no tener
hijos.
Existe una bella progresión en esta declaración de tres partes.
 “Tu hijo” es la más general de las tres frases.
 “Tu único, Isaac” es mucho más personal, y atestigua de la relación especial entre Abraham y
su hijo Isaac.
 “A quien amas” es la primera frase relacionada con los sentimientos de Abraham. Se refiere al
hecho de que Isaac significa más para Abraham que un simple medio para transmitir el
nombre familiar.

Abraham ama a Isaac, lo ama más que a la vida misma.


La pregunta que Abraham ahora tiene que contestar es si ama a Isaac más que a Dios.
Una cosa es cuando Dios le pidió a Abraham que dejara su tierra, parentela y la casa de su padre, a
pedirle ahora que sacrifique a su hijo Isaac.

Dios le dice a Abraham que vaya a tierra de Moriah y ofrezca allí a Isaac sobre uno de los montes que
Él le dirá. No estamos seguros donde se encuentra “la tierra de Moriah.” Moriah significa “escogido de
Dios”, “Mi maestro es Jehová” La única otra vez que aparece en la Biblia, es el lugar en Jerusalén
donde Salomón construyo el templo (2 Crónicas 3:1). Entonces puede ser que la tierra de Moriah sea
el monte del templo de Jerusalén. “Algunos judíos creen que el altar de sacrificio del holocausto en el
Templo en Jerusalén se situaba en exactamente en el mismo lugar del altar donde Abraham se disponía
a sacrificar a Isaac”. Aunque esto no se sabe con seguridad, sí concuerda con la cantidad de tiempo
que Abraham viaja para llegar a Moriah desde Beer-seba.

Solo hay otra mención de un holocausto en el libro de Génesis. Noé ofreció un holocausto al
salir del arca después del diluvio (8:20). No veremos otra mención de un holocausto hasta el Éxodo
(Éxodo 10:25; 18:12; 20:24). "holocausto" Este es el término hebreo que significa "un sacrificio
totalmente quemado". La ley Mosaica provee instrucciones específicas para los holocaustos. Su
propósito es alzar un olor agradable hacia el Señor y hacer justicia para el que hace el sacrificio. El
animal ha de quemar hasta consumirse. El sacerdote ha de poner las cenizas en un lugar limpio alejado
del campamento (Levítico 6:1-11).
En aquel entonces, la gente pensaba de las montañas como un lugar apropiado para encontrar a Dios.
En este caso, Dios promete mostrarle la montaña correcta para el sacrificio.
No se describe la reacción de Abraham al oír lo que Dios le exige, pero debió quedarse sin respiración.
La prueba es ver si Abraham, que ama a Isaac, ama a Dios aún más.
ABRAHAM RESPONDIO RAPIDAMENTE EN OBEDIENCIA. (3-4)
“Y Abraham se levantó muy de mañana”. El hecho que Abraham se levantara temprano muestra su
determinación para cumplir lo que Dios le manda. No titubea ni se queja ni ruega. Dios ha dado la
orden y se pone en marcha. Dios está a cargo, y Abraham es un siervo obediente. Ya había tenido la
misma actitud cuando despidió a Agar e Ismael al desierto (21:14).
“y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo …” Dada la
presencia de los dos siervos de Abraham, parece extraño que Abraham mismo enalbarde su asno y
corte la leña personalmente en vez de dejar esta tarea a ellos. Puede ser que Abraham lo considere una
obligación sagrada que él mismo debe hacer o puede que esté sintiendo la necesidad de mantenerse
ocupado para no pensar en lo que se acerca. Sin embargo, esto marca la determinación que tiene para
llevar a cabo su misión.
Abraham se levanta temprano, hace los preparativos necesarios, toma sus dos siervos, a su hijo Isaac y
de manera muy deliberada emprende camino hacia donde Dios le ha mandado ir. Su obediencia es
impecable.
“Al tercer día alzo Abraham sus ojos y vio el lugar de lejos.” Si ésta es la mañana del tercer
día, representa dos o tres días de viaje, pero, si es más tarde en el día, representa tres días completos de
camino. La última vez Abraham, estaba en Beer-seba (21:33), a unas 45 millas (70 kilómetros)
suroeste de Jerusalén. La ruta directa entre Beer-seba y Jerusalén es montañosa. Si Moriah es
Jerusalén, Abraham seguramente elegiría viajar hacia al norte por terreno más fácil antes de entrar en
las montañas al oeste de Jerusalén. El viaje se dificulta por la carga de leña para el sacrificio. El último
tramo del viaje requeriría subir una montaña de 2500 pies (800 metros) de elevación (tres días de
viaje).
En cualquier caso, Abraham ha tenido bastante tiempo para contemplar la terrible tarea que le espera.
Ha tenido más que el tiempo suficiente para recordar la historia con su hijo. Cómo había deseado un
hijo, las promesas de Dios. Más que nada, ha tenido tiempo para recordar la unión que él e Isaac han
creado a través de los años.
Ahora Abraham desde la distancia alza sus ojos y ve el lugar de la prueba, pero más tarde cuando alce
sus ojos (wayyissa) vera la provisión de Dios (v.13).
ABRAHAM E ISAAC CAMINAN HACIA EL LUGAR DEL SACRIFICIO. (5-10)
“Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí” Abraham dirige estas
palabras a los siervos que les han acompañado en el viaje. El texto no indica por qué Abraham les
lleva en el viaje. Cualquiera que sea su razón, está claro que no los quiere con él cuando sacrifique a
Isaac. Estarían horrorizados. Podrían interferir. Manifiesta que ira hasta allí para adorar y luego
regresaran. La expresión adorar (histahawa) aquí no sugiere necesariamente un sacrificio, significa
“inclinarse, postrarse, o alabar.” Sin embargo, la leña y el cuchillo dejan claro para todos que la
alabanza a la que Abraham se refiere incluye un sacrificio. Al decir que volverán no sabemos lo que
quiere decir. Al ofrecer a Isaac como holocausto, será consumido por el fuego; podría traer las cenizas
de Isaac en el viaje de vuelta, pero no habría cuerpo que enterrar. O, quizá Abraham está recordando la
promesa de Dios que le daría descendientes a través de Isaac y anticipa que Dios va a solucionar todo.
No obstante, nunca se queja ni titubea.
“Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo” No se nos da una
razón por la que Abraham deja el asno con los siervos (v. 5) y pone la leña sobre Isaac. El sacrificio ha
de tomar lugar en una montaña (v. 2), entonces es probable que Abraham e Isaac tengan un camino
dificultoso para llegar al sitio preciso. El hecho que Abraham pone la leña sobre Isaac indica que Isaac
ya no es un niño pequeño, sino que ha convertido en un joven fuerte. Teniendo en cuenta la edad
avanzada de Abraham, seguramente Isaac es el más fuerte y hábil de los dos. Por otro lado, no se sabe
si el fuego se refiere al carbón de la fogata del campamento de la noche anterior o a la pequeña bolsa
de pedernal y astillas. El cuchillo es un maakelet grande que se usa para matar animales grandes. Lo
cierto es que van los dos y van juntos. Son los protagonistas de esta prueba crucial. La obediencia
absoluta de Abraham a Dios, que le impide dar un paso atrás y la confianza de Isaac en su padre,
contrastan.
No podemos dejar de pensar en la figura de Jesús cargando su cruz hasta el lugar de su sacrificio y el
padre listo para hacer justicia por todos los hombres.
“Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi
hijo…” En ambos lados de este dialogo entre hijo y padre hay respeto y confianza por parte de Isaac. Era
extraño que Abraham trajera leña desde el campamento para este viaje de tres días y no trajera un cordero.
Hubiera sido más lógico traer un cordero del rebaño de Abraham y buscar leña por el camino. Un cordero
designado para Dios debe ser de alta calidad. ¿Cómo pueden encontrar un cordero así en esta montaña? ¿Se
da cuenta Isaac que él puede ser el cordero del sacrificio? No hay manera de saberlo. Solo sabemos que
continúa el viaje sin quejarse. La respuesta de Abraham es que ya Dios proveyó el cordero para el
holocausto, es Isaac. Si Abraham espera que Dios salve a Isaac de alguna manera, esa esperanza no cambia
sus acciones. Nunca titubea, nunca pregunta, nunca se queja al cumplir la orden de Dios. Siguen juntos. La
obediencia absoluta de Abraham a Dios, que le impide dar un paso atrás y la confianza de Isaac en su
padre, contrastan.
“Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y
compuso la leña…” Hacía mucho tiempo Abraham había construido un altar cuando entró en
Canaán, en el encino de More en Siquem, respondiendo a la promesa de Dios que le daría
descendientes de aquella tierra (12:7). Ahora construye un altar para sacrificar al descendiente por
quien Dios había prometido cumplir su promesa. Los detalles de la construcción del altar y de la
colocación de la leña muestran la determinación de Abraham. Abraham continúa, paso por paso
prepara el cimiento del sacrificio de su hijo, nunca titubea ni se queja ni ruega. Surge la pregunta:
¿Cómo es que un anciano podría atar a su hijo fuerte? Si Abraham hubiera dejado a su hijo sin
conocimiento, la Biblia lo diría. Es más probable que Isaac, quien ha mostrado confianza y obediencia
a lo largo de esta historia, permite que Abraham le ate. Si Isaac antes no entendía lo que estaba
pasando cuando Abraham le ató, ahora sí debe entender.
Una cosa es muy clara. Abraham no podía ofrecer a Isaac sin el consentimiento, y la cooperación de
Isaac. Isaac, como portador de la leña, era el más fuerte de los dos. Como hombre joven, era también
el más ágil de los dos.
Sin duda alguna, Isaac había decidido obedecer a su papá a como diera lugar, al igual que su padre
Abraham había decidido obedecer a Dios a como diera lugar.
Ve ahora como su padre toma el cuchillo y está listo a dar el último paso sin detenerse. Es difícil
imaginarse que sintió Isaac en ese momento, pero parece que hasta el último instante la confianza en
su Padre es inconmovible. Pero por otro lado saber lo que en ese instante siente Abraham también es
difícil, es mejor oír lo que dice la Escritura (Hebreos 11:17-19).
DIOS PROVEE PARA EL SACRIFICIO. (11-14)
“Entonces el ángel de Jehová (teofanía) le dio voces del cielo” Dios había hablado
directamente con Abraham. Esta vez, Dios le habla desde el cielo, para detener la mano de Abraham.
Le habla repitiendo su nombre “¡Abraham, Abraham!” Existe un sentido de urgencia. Debe capturar la
atención de Abraham antes de que sacrifique a Isaac.
La respuesta de Abraham es “heme aquí”, la respuesta expresa la concentración en la tarea asignada
por Dios y la disposición a la siguiente acción que Dios ordene. El ángel de Jehová le pide que no
extienda su mano sobre Isaac, que se detenga, cancelando así la orden de sacrificar a Isaac; pues ya
conoce el temor de Dios que hay en él.
A veces, la gente teme a Dios porque teme a la retribución por sus pecados, pero “temer a Dios” en
este contexto significa algo completamente diferente, se trata de la reverencia y la fe que lleva a la
obediencia. El que le teme le sirve solo a Él y obedece sus mandamientos.
“Entonces alzó Abraham sus ojos (wayyissa), y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero
trabado en un zarzal por sus cuernos” Vimos esta palabra wayyissa en versículo 4, cuando
Abraham alzó los ojos para ver el lugar donde Isaac debía morir. Ahora alza los ojos para ver la provisión
que ha hecho Dios para salvar la vida de Isaac. Antes, Isaac preguntó, “¿dónde está el cordero para el
holocausto?” y Abraham contestó, “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío”. Ahora Dios
hace eso mismo, excepto que la oveja no es un cordero, sino un carnero. Las ovejas se suelen considerar
como animales dóciles, pero los carneros no. Este carnero tiene los cuernos
trabados en un zarzal y Abraham lo puede capturar fácilmente y lo ofrece en holocausto en lugar de su
hijo Isaac.
En la mayor parte de los sacrificios, el que hace el sacrificio provee el animal. Aquí Dios es el que
provee el animal. En la mayor parte de los sacrificios, la muerte del animal sustituye la muerte de la
persona que hace el sacrificio. Aquí, la muerte del carnero toma el lugar de la muerte de Isaac.
Antes Abraham dijo “Dios se proveerá de cordero” (v.8) y ahora nombra este lugar “Jehová proveerá.”
“Jehová proveerá” Este es otro de los maravillosos nombres de Dios. “Jehová proveerá” significa en
hebreo Jehová Jireh. Este nombre es una combinación de dos grandes atributos de Dios: “El Señor
verá… y el Señor Proveerá.”
Debido a la omnisciencia de Dios (que lo sabe todo) y la perfección de Su carácter, DIOS VE LO
QUE NECESITAS, Y TIENE EL PODER DE PROVEERLO…
DIOS BENDICE A ABRAHAM AL PASAR LA PRUEBA. (15-19)
“Y llamó el ángel de Jehová a Abraham segunda vez desde el cielo”. Esta segunda llamada
del cielo enfatiza la importancia de lo ocurrido y el mensaje que el ángel ahora le trae a Abraham. El
Señor jura “por sí mismo”, un juramento inusual (Isaías 45:23; Jeremías 22:5; 49:13) y
particularmente comprometedor. Esta es la única vez en el libro de Génesis en la que Dios jura por sí
mismo con relación al pacto.
El Señor está a punto de conceder promesas de bendición sobre Abraham, y la razón por qué está a
punto de hacerlo es porque “no me has rehusado tu hijo, tu único.” Abraham ha obedecido al Señor de
la manera más fiel que una persona puede hacerlo. No le ha negado nada, ni siquiera el hijo precioso
de su ancianidad, el hijo por quien Dios ha prometido darle descendientes, el hijo que levantará
naciones (12:2; 17:16).
Dios ha hecho muchas promesas de bendiciones a Abraham (12:2-3; 14:19; 17:16, 20; 24:1, 35), pero
ésta sobrepasa a las demás. Actualmente, los que hoy habitan en ciudades apenas pueden apreciar la
plenitud de las estrellas en el cielo por la cantidad de luz y de humo que lo cubre, y solo pueden
divisar las estrellas más brillantes. Pero un hombre como Abraham, que vivía de nómada bajo cielos
primitivos, muchas veces vería el cielo lleno de estrellas durante las noches claras y cristalinas.
¿Cuántas estrellas hay? Aún hoy, con toda la tecnología que tenemos a nuestro alcance, nadie puede
contar las estrellas con certidumbre. A medida que avanza la tecnología, vemos estrellas que nadie ha
visto antes. No parece haber límite al número de estrellas, y lo mismo es verdad de los granos de arena
a la orilla del mar. Este es el significado de la metáfora de Dios, que los descendientes de Abraham
serán tan numerosos que nadie los podrá contar. La palabra infinita ampliaría la metáfora, pero
teniendo en cuenta que solo Dios es infinito, los descendientes de Abraham serían poco menos que
infinitos.
La siguiente promesa se refiere a que los descendientes de Abraham no solo serán numerosos, sino
poderosos también. La puerta simbolizaba la seguridad de las antiguas ciudades amuralladas. Asegurar
la puerta de alguien significaba capturar su ciudad. Por lo tanto, esta es una metáfora de la victoria
militar de los descendientes de Abraham en contra de todos los que estuvieran en contra de ellos.
“En tu simiente serán benditas todas las naciones (“goy”, naciones o gentiles) de la
tierra, por cuanto obedeciste a mi voz” Antes, Dios prometió bendecir “todas las familias de la
tierra” a través de Abraham (12:3). Ahora utiliza la palabra goy, que puede significar naciones
gentiles. En un sentido, Israel tenía que ser testimonio al mundo por su estilo de vida. Las naciones del
mundo frente a este testimonio debían responder a Dios por el testimonio recibido. Al fracasar Israel
en esto, las naciones verían el lado del juicio y no el de la bendición ¡Israel fracasó en su mandato
misionero, entonces le fue trasladado a la iglesia ("la Gran Comisión", Mateo28:19-20; Lucas 24:47;
Hechos 1:8)! El pueblo judío había llegado a pensar de sí mismo como único y privilegiado por ser el
pueblo de Dios, y lo era. No obstante, Jesús vino a abrir más la puerta para que toda la gente tuviera
acceso a la gracia de Dios.
Dios concederá estas bendiciones sobre Abraham por su obediencia.
LOS HIJOS DE NACOR. (20-24)
Esta genealogía familiar parece ser un poco inusual aquí, pero está conectada con la promesa de
descendencia a Abraham e Isaac. En realidad, es muy significativa al colocar el fundamento para la
futura prometida de Isaac, que será mencionada en el verso 23.
"Betuel" Este nombre significa "hombre de Dios".
"Rebeca" Es posible que la etimología hebrea de este nombre signifique "atar a un animal" y por lo
tanto llegó a significar "el lugar de atar", o cuando se usaba con una mujer, "la atrapada". Los rabinos ven
que esto significa que la belleza de Rebeca era atractiva y que ella "ató" el afecto de Isaac. "Reúma" Esta
palabra tiene dos significados posibles: (1) "ser elevado" que parece ser apropiado ya
que ella fue elevada de esclava a concubina, o (2)"perla" o "coral", que parece ser una correlación más
cercana con el término hebreo.
BOSQUEJO PROPUESTO
UN VIAJE DE FE Y OBEDIENCIA
1. La fe es probada
En lo que sentimos que nos pertenece
En lo que más amamos
En lo que más deseamos
Realmente nuestra fe no es probada hasta que Dios no nos pida que hagamos algo que parece
sumamente difícil, o que no tiene sentido, o que parece imposible.
En un viaje de fe, no hay punto de retorno.
2. La obediencia es inmediata. No
cuestiona y no argumenta.
Obediencia, que no es inmediata, es desobediencia.
Obediencia, a regañadientes, es desobediencia.
3. La obediencia camina con la fe.
La fe de Abraham y la obediencia de Isaac.
Están juntas en el camino difícil
Están juntas a la hora del sacrificio
4. Dios recompensa la fe y la obediencia mostrada. Nos
bendice proveyendo
Bendice nuestra descendencia
Prepara todo para que nuestra descendencia permanezca.

PR. OMAR URIBE TUIRAN

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