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El siguiente documento tiene por finalidad ser un apoyo a la valiosa labor de cada docente, entregando descripciones,
recomendaciones y herramientas concretas que faciliten reconocer y mejorar las propias prácticas de retroalimentación y
sus implicaciones, identificando los beneficios de fomentar la evaluación formativa basada en una adecuada
retroalimentación que provea información precisa y oportuna sobre lo que se ha alcanzado y lo que se requiere mejorar
para conseguir cada uno de los aprendizajes esperados, considerando el impacto no solo en el desarrollo cognitivo sino
también socioafectivo que la forma en que realiza pueda tener durante el proceso formativo.
La evaluación formativa o para el aprendizaje es aquella que contribuye que los estudiantes aprendan, dado que
privilegia la reflexión sobre lo que se va aprendiendo en confrontación con lo que se intenta aprender y lo que
en realidad se logra, lo que hace posible anticipar el siguiente paso en el proceso de enseñanza a través de una
retroalimentación apropiada que favorezca la mejora del desempeño del estudiante con foco en generar en ellos
la autorregulación en su proceso de aprendizaje.
Desde esta mirada para realizar una buena evaluación formativa en aula, se debe intencionar que la
retroalimentación sea significativa, es decir, que promueva constructiva y efectivamente el aprendizaje de los
estudiantes. En ese sentido es necesario considerar los siguientes aspectos y responder a las siguientes preguntas
durante el proceso:
Este concepto alude en términos generales a la información acerca de la diferencia entre un nivel actual y un nivel
deseado que se considera se debe alcanzar como referencia, la cual debiera ser utilizada para minimizar o cerrar
esa brecha.
Habitualmente es utilizado en educación, predominante desde un propósito sumativo el cual ha resultado ser poco
efectivo, dado que, una calificación por si solo como información cuantitativa contribuye escasamente a saber cómo
mejorar para aprender más y mejor.
Es por ello, que se debiera complementar con el propósito formativo, incluyendo información cualitativa pertinente y
oportuna que oriente explicita y claramente sobre cómo mejorar durante la trayectoria académica. En ambos casos
evaluar implica informar continua y progresivamente a los estudiantes sobre los resultados intermedios durante el
proceso de enseñanza- aprendizaje, ayudándoles a transitar del punto en que se encuentran al logro de cada
aprendizaje dentro de un módulo.
A continuación, se resume en base a características que ideas se pueden asociar correctamente y cuales no se
corresponden en términos generales con la noción actual de retroalimentación:
Actualmente se distinguen tres modalidades de retroalimentación relacionadas con el desafío de comunicar los
resultados de las evaluaciones a los estudiantes: valoración, descripción y devolución. En la siguiente tabla, se
muestra de manera comparativa las semejanzas y diferencias entre cada una de las formas de entender y realizar las
retroalimentaciones:
A partir del cuadro anterior, se debe tomar en consideración, que si bien las diferentes formas pueden coexistir o darse
de forma alternada en un proceso formativo, una buena retroalimentación debiera ser idealmente predominantemente
del tipo devolutiva, ya que, esa es la realizada con la cantidad y calidad adecuada a cada contexto y perfil de estudiante,
logra que estos aprendan qué puntos de su desempeño cumplen las expectativas de calidad (En el enfoque evaluativo
institucional estos estándares de referencia son los criterios de evaluación) y dónde deben aprender más y mejorar
su desempeño o los productos que se desprenden del mismo.
Esta debe ser además específica, informando con indicadores descriptivos y claros (por ejemplos descriptores de logro
en rubricas) a los estudiantes sobre lo que han hecho bien y lo que necesitan hacer de manera distinta para mejorar.
En definitiva, una buena retroalimentación es aquella que favorece continuamente el aprendizaje a través de diversas
técnicas utilizadas simultanea o sucesivamente como, por ejemplo:
Es oportuna: Necesita ser dada lo más pronto posible después de la instancia evaluativo (por ejemplo, la entrega de
una tarea), para que sea recibida cuando todavía les útil y les importa a los estudiantes dado que, si no la reciben con
la suficiente rapidez, ya habrán empezado a trabajar nuevos aprendizajes/contenidos y esta resultará irrelevante
para su estudio actual y será extremadamente improbable que genere una actividad apropiada de aprendizaje adicional
que dé resultados.
Es frecuente: Para que sea útil ha de ofrecerse con bastante regularidad. Una única entrega, aunque sea detallada,
sobre un trabajo extenso tipo ensayo o una tarea de diseño de un proyecto después de varias semanas de
preparación y estudio difícilmente contribuirá a un mejor aprendizaje a lo largo de todo un módulo.
Es coherente: Con los aprendizajes esperados, con los criterios de evaluación preestablecidos y precisos y con las
especificaciones de las actividades/tareas evaluadas.
Es clara: Debe tener mensajes entendibles y legibles. Es importante considerar la forma en que los estudiantes
comprenden e interpretan los mensajes de la retroalimentación y no solo la forma en que usualmente se informa de
los resultados.
Los estudiantes a menudo se quejan de que los comentarios devueltos en su trabajo son crípticos y no ayudan a
mejorar su rendimiento. Los que lo han hecho bien, están igualmente frustrados si no saben por qué, y no saben cómo
mantener el logro de una alta calificación.
Por ejemplo, los comentarios como "excelente ensayo" no son útiles a menos que el estudiante comprenda por qué era
"excelente". En este caso si acostumbró a usar ciertos términos y el problema está en suponer que todos los estudiantes
conocen sus significados. El desafío lo enfrenta el estudiante que no tiene el conocimiento necesario para identificar
el aspecto de su trabajo que se menciona en la retroalimentación.
Así un docente podría poner el siguiente comentario en una de las secciones del trabajo “Esto no tiene una relación
lógica con el punto anterior”. El estudiante que no se da cuenta de los problemas de lógica, no puede tomar medidas
correctivas. Por otro lado, puede que para explicar por qué la relación lógica no es la adecuada se necesite una
explicación del largo de un párrafo o más (o una conversación), y el profesor no está consciente de que podría ser
necesaria. De cualquier modo, la oportunidad de aprender del incidente desaparece.
Se evidencia: Es recomendable que la retroalimentación quede registrada en un comentario escrito, visual y/o de
audio, para que el estudiante o docente puedan volver sobre ella de ser necesario.
Es constructiva: Los estudiantes tienden a ser más receptivos a las sugerencias de mejora si se expresan en
términos positivos, aunque deben evitarse las frases muy condescendientes o excesivamente negativas y se sugiere
conectar toda crítica a sugerencias beneficiosas para ayudar a motivar a los estudiantes.
Es intencionada: Esto significa que, a pesar de que la retroalimentación es tradicionalmente entendida y utilizada
con un carácter retrospectivo, también se debiera utilizar para mejorar el aprendizaje o el desempeño en futuras
ocasiones lo que suele denominarse prealimentación o feedforward. Este componente específico que tiene relación
con futuras actividades es pertinente de considerar para promover una evaluación progresiva o continuada.
5. ¿Qué debemos considerar para que la retroalimentación tenga efectivamente un efecto sobre el
aprendizaje?
Muchas veces encontramos comentarios escritos en las pruebas, trabajos o tareas con las siguientes características:
• son difíciles de comprender, porque no se dirigen específicamente al error cometido, (“No” “¿qué?” “¿Cómo?”),
por el uso de abreviaciones o solo de signos o marcas ( ), o simplemente porque la letra no es legible;
• son muy vagos (“no se entiende” o “tu trabajo podría ser mejor”) o
• son agresivos (“¿De dónde sacaste eso?”).
• Centrar la retroalimentación en el trabajo realizado y los logros alcanzados de acuerdo con criterios claros,
preestablecidos: Por ejemplo, “Juan, un criterio de evaluación del trabajo era el orden y tu trabajo está
desordenado, pues mira...”
• Reconocer fortalezas y debilidades (no solo las últimas) y abordar los obstáculos o dificultades del aprendizaje.
Cabe hacer notar la diferencia entre debilidades y obstáculos. Estos no son lo que no está logrado, sino
dificultades que impiden al estudiante avanzar o alcanzar los aprendizajes y por eso los entorpecen.
Por ejemplo, el apego a una explicación intuitiva o concepto previo a la enseñanza.
• Orientarla para la acción, es decir, comunicar al estudiante qué debe hacer para mejorar.
• Tiene que ser específica (haciendo referencia, como debe hacerlo, al trabajo recién evaluado) y también general
(identificando un principio más amplio que podría aplicarse a trabajos posteriores).
• La evaluación con que se propone obtener esta información no debería tener altas consecuencias para los
alumnos: Por ejemplo, “notas a l s i s t e m a ” , s i e n r e a l i d a d n o debieran llevar calificación si el foco está
puesto en una evaluación continuada o progresiva, se deben evitar o remplazar las calificaciones como la única
o mejor forma de retroalimentar las tareas que progresan o de los aprendizajes que se logran.
• Usar la evaluación como una herramienta de control de la conducta de los estudiantes y como un instrumento
punitivo (control de la dinámica de grupo/disciplina), como por ejemplo cuando se dice:
“Ya, me cansaron, saquen una hoja porque voy a hacer un control con nota”,
“Te portaste muy mal así que te voy a dar un trabajo para la casa con nota”
• Exaltar falsamente logros que no son tales, para motivar y favorecer la autoestima de los estudiantes.
• Comunicar los resultados negativos de una evaluación sin consideración por los estudiantes y sus sentimientos, ya
que, esto puede minar la voluntad de ellos para esforzarse en aprender.
• Centrar la retroalimentación en características personales como, por ejemplo: “Juan, ¡eres tan desordenado!” o
“Alberto, tienes mucho talento”.
En un enfoque tradicional de evaluación de los aprendizajes, la retroalimentación tiene escaso interés para los estudiantes,
porque se refiere a una tarea o prueba que ya fue entregada y que ya obtuvo una calificación que no se puede cambiar y
porque, probablemente, ya no es útil porque se recibe cuando ya se cambió de tema, de unidad, o de actividad de
aprendizaje.
Lo anterior implica que cada docente debe definir para cada uno de los aprendizajes esperados de cada unidad temática
que actividades de aprendizaje/evaluación utilizará en secuencia para ir evidencia la progresión o avance de sus
estudiantes para desarrollar la competencia definida en un módulo.
En sentido en al menos algunas las actividades diseñadas los estudiantes debieran tener la posibilidad de entregar al
menos dos veces una versión de la tarea o desempeño, para que sea evaluada por el docente y recibir retroalimentación
respecto a ella, pero con un acento en la entrega siguiente más que en el desempeño pasado. En cada entrega el docente
puede poner una calificación, pero cada vez es reemplazada por la anterior, o bien, cada calificación tiene una ponderación
mayor que la anterior en la evaluación del módulo.
Lo anterior es un ejercicio que tradicionalmente se realiza en actividades de escritura y re-escritura, pero también puede
llevarse a cabo en actividades de laboratorio, proyectos de investigación, proyectos de intervención fuera de la escuela,
resolución de problemas, análisis de casos, desempeños en idiomas extranjeros, presentaciones orales, debates, etc.
Así la retroalimentación, idealmente, se trabaja en situaciones dialogantes, conversaciones no solo entre el estudiante y
el docente sino que también se recomienda dar en al menos una o algunas actividades colaborativas clave dentro del
módulo, el tiempo y el espacio para recibir y entregar retroalimentación entre pares (coevaluaciones) que favorezcan
la apropiación de los estándares de desempeño (esperados esperados), los criterios de evaluación, (o logro) así como el
concepto y nivel de calidad que se espera reconozcan los estudiantes en sus propios desempeños y/o productos y en los
de sus compañeros de grupo o entre ellos, contribuyendo al desarrollo de un juicio evaluativo del propio desempeño y el
de otros, de importancia para la vida y el mundo del trabajo.
Negación Mantener la capacidad de escucha, centrándose en información concreta (hechos, cifras, etc.
Usualmente el afectado reconoce los hechos, pero tiene tendencia a no estar de acuerdo sobre la
importancia de estos, por lo que se recomienda reformular los argumentos (decirlo de otro modo)
Desacuerdo
Aceptarlos al mismo tiempo que se muestra otro aspecto diferente (implicaciones etc.) y apoyar a
asimilar la importancia del problema.
Permitir que la persona exprese lo que siente: “Usted está nerviosa porque teme que la considere
mal”
Apoyar con creencias positivas, con la intención de que viva la retroalimentación de diferente forma.
“si se lo digo es porque creo que tiene el potencial para progresar”.
Contrariedad Señalar lo que observa “Tengo la impresión de que lo que digo le molesta”, dejando que se
Justificación exprese lo que siente
Mostrar comprensión genuina y reconocer la parte de responsabilidad que le toca e invitar
a entender que esta es compartida.
Señalar lo que se percibe, explicando su manera de ver las cosas entendiendo el sentimiento
de sorpresa.
Sorpresa
Ofrecer tiempo si lo necesita, para que el estudiante pueda integrar que le sucede con la situación.
Estas declaraciones no
Consejos: son retroalimentación, Como docentes generalmente saltamos directo a los consejos sin
son consejos. asegurarnos primero de que el estudiante ha buscado, comprendido
“Necesitas más y aceptado provisionalmente la retroalimentación de la cual se
ejemplos en tu Tales consejos Parecen derivan esos consejos.
informe”. lo mejor de lo tangencial y
lo peor de lo inútil y de lo De este modo, a menudo sin darnos cuenta, terminamos
molesto. desconcertando a los estudiantes.
“Deberías haber
incluido algunas A menos que estén Los estudiantes se hacen cada vez más inseguros sobre su propio
preguntas precedidos de una juicio y dependen solo de la opinión de los especialistas, y por lo
esenciales en tu retroalimentación tanto entran en estado de pánico sobre qué hacer cuando obtienen
plan para el descriptiva, la respuesta diferentes consejos de diferentes personas o los consejos no están
proyecto”. natural de la persona disponibles del todo.
podría ser preguntarse: "
Si la relación entre los consejos y la retroalimentación es muy alta,
¿Por qué me sugieres pregúntele al estudiante, "Teniendo en cuenta la retroalimentación,
esto?" ¿tienes algunas ideas sobre cómo mejorar?"
Adicionalmente permite hacerse preguntas que orienten el proceso como, por ejemplo:
formal vs. Informal Este tipo de retroalimentación, con frecuencia, puede ser más impactante y útil que una
retroalimentación formal, ya que, tiende a apoyar la comprensión, invitando al estudiante
a reflexionar sobre su trabajo para así poderlo mejorar.
Si hay demasiada retroalimentación informal, a los estudiantes se les dificultará emitir juicios
sobre su propio progreso; si hay demasiada retroalimentación formal, el estudiante se verá
motivado sólo por agentes externos, tales como la calificación.
Formas de El crear una variedad de formas que comuniquen información útil sobre el trabajo de un
Retroalimentación: estudiante es el segundo elemento clave de la retroalimentación.
escrita, verbal, etc. Las valoraciones-devoluciones es deseable que se realicen entonces utilizando una
variedad de medios de ejecución:
- Combinando formas orales y escritas para fortalecer el proceso con diferentes vías
sensoriales de información.
Hacer
sugerencias
Expresar
inquietudes
Valorar
Clarificar
Es una herramienta muy sencilla y útil que se puede utilizar para ayudar a cultivar una cultura
de evaluación para la comprensión.
Con ella docentes, estudiantes y otras personas que colaboren con un proceso formativo
¿Qué es, pueden ofrecer y recibir retroalimentación, a partir de secuencia de conversación que se
para recomienda considere los siguientes pasos: clarificar, valorar, expresar inquietudes y
qué y hacer sugerencias
quienes
Un docente la puede utilizan para guiar las conversaciones con los estudiantes, modelándola
pueden
enfrente de la clase, así como con colegas como estructura de retroalimentación.
utilizarla?
Adicionalmente, los docentes u otros agentes sociales (socios comunitarios, tutores de práctica,
entre otros) pueden promoverla con los estudiantes para que ellos la utilicen cuando tengan
que darse retroalimentación entre ellos.
Cuando los estudiantes comparten su trabajo no siempre las ideas se entienden claramente y
en algunos casos parece faltar información.
1° Clarificar: El clarificar a través de preguntas, busca permitir entender mejor algunos puntos o que dan a
conocer ideas que no se han expresado, es algo importante antes de poder ofrecer
retroalimentación.
El valorar contribuye en la construcción de una cultura que apoya la comprensión. Hacer énfasis
en los puntos positivos, en las fortalezas y aspectos interesantes, y en los comentarios
honestos del trabajo de otro, ofrece un clima de confianza necesario para que se desarrolle una
buena sesión o momento de retroalimentación.
2° Valorar: Simbólicamente poner atención, manifestar acuerdo con un movimiento de cabeza y tomar
notas son otros ejemplos de comportamientos que crean una atmósfera positiva. Estas acciones
de valoración muestran respeto hacia los estudiantes y sus ideas.
Pueden existir, sin embargo, inquietudes legítimas, tales como preocupaciones o dificultades o
desacuerdos con algunas de las ideas en cuestión.
En definitiva, siempre debemos presentar nuestras inquietudes de manera que no sean una
amenaza.
Finalmente, ya que, expresar las preocupaciones es siempre algo delicado, ofrecer sugerencias
se convierte en el último toque para apoyar a los estudiantes en el desarrollo de su
comprensión.
4. Hacer
sugerencias:
Hacer sugerencias nos pide conectar en forma constructiva nuestras inquietudes,
preocupaciones y preguntas de tal forma que el estudiante (colega o compañero) puede
utilizarlas como retroalimentación positiva.
Ej. Me siento satisfecho porque veo que se valora mi esfuerzo; motivado porque identifico cómo
puedo aprender más; me siento irritado por el tono, ...; indiferente porque no tiene que ver con lo
que yo he entendido de la actividad, ni con lo que he hecho...
Ej. 1 Pienso que es constructiva, que me hace dar cuenta de mis carencias y de lo que tengo que
desarrollar.
Ej. 2 Pienso que es poco concreta, y no entiendo qué aspectos puedo mejorar, aunque me anime a
reflexionar sobre la práctica.
Ej. 3 Este tipo de retroalimentación a mí no me sirve, no me ayuda a identificar qué puedo mejorar
porque es confuso y no sé bien qué es lo que no he hecho bien, o lo que está incompleto.
He identificado algunas acciones concretas que me harán mejorar mi desempeño Algunos ejemplos: