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A lo largo de la historia de este planeta han existido una innumerable cantidad de especies animales, pero debido a
los cambios que se han producido en su hábitat, solamente las especies capaces de adaptarse a estos cambios, han
conseguido sobrevivir, a día de hoy, la cantidad existente de especies animales que no se han extinguido, es mínima en
comparación con la cantidad total que ha existido a lo largo de la historia de la Tierra.
Es por este motivo que la adaptación al medio es algo imprescindible para la supervivencia de una especie animal.
En cada ecosistema hay un conjunto particular de seres vivos. Esto se debe a que los factores abióticos que caracterizan
cada uno de los ecosistemas de la tierra determinan en gran medida los seres vivos que se pueden encontrar en ellos.
Los principales factores abióticos con los que los seres vivos se relacionan y que determinan su supervivencia son la luz
solar, el agua, el suelo y la temperatura.
ADAPTACIÓN AL MEDIO
La palabra “adaptación” se define como la capacidad de un ser vivo para acomodarse en el medio en el que habitan, de
tal manera que este es capaz de sobrevivir y reproducirse para que su especie perdure y no se extinga. Mientras que con
la palabra “medio” nos referimos, al clima, relieve, vegetación, alimento, desastres naturales y a otros animales con los
que tienen que convivir estos seres vivos.
Las plantas han desarrollado estructuras como los sistemas vasculares que le dan rigidez a sus cuerpos y le permiten
alcanzar enormes tamaños. También han desarrollado estructuras reproductivas pequeñas y protegidas como el polen
en el que se encuentran las células sexuales masculinas y las semillas donde están los embriones que luego se
desarrollaran en las plantas adultas.
Así mismo, la mayoría de animales que viven en el medio terrestre tienen un esqueleto ya sea interno o externo que
sostienen su cuerpo. En el caso de las lombrices y otros invertebrados esta función la cumple el líquido interior del
cuerpo. Así mismo han desarrollado estructuras o transformados sus extremidades para desarrollar diferentes tipos de
movimientos como correr, saltar, reptar o volar.
En los animales que tienen patas, estas están adaptadas a la dureza y a la composición del sustrato en el que se
desplazan. Por ejemplo, los animales que viven en los suelos blandos tienen patas con mayor superficie de contacto con
el suelo, de modo que el peso se distribuye mejor y eso evita que se hunda.
2. ACTIVIDADES A DESARROLLAR
2.1 Dibuja los animales terrestres que puedan habitar en los siguientes ecosistemas según sus adaptaciones físicas.
Ñúes
Gato esfinge
Aye-Aye
Uakarí
Viuda negra
Okapi
2.3 Una vez consultado los animales, realiza un animalario que se conformara con 6 láminas de cartulina y
cada una, va a contener la siguiente ficha de los 6 animales anteriores.
FICHA INFORMATIVA
Nombre:
Hábitat:
Tipo de alimentación:
Desplazamiento:
Imagen
2.4 De los seis animales terrestres consultados en las dos actividades anteriores elige uno y elabóralo de forma
creativa utilizando material reciclable.