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EVOLUCION Y CARACTERISTICAS RECIENTES DEL DESPLAZAMIENTO

FORZADO EN EL VALLE DEL CAUCA

AUTOR: Adolfo A. Álvarez Profesor Titular de la Escuela de Trabajo Social


y Desarrollo Humano de la Universidad del Valle.

En relación con el fenómeno del desplazamiento forzado en el Valle, en los últimos


seis años, se dieron algunos cambios en su dinámica e impacto sobre la región: en
primer lugar pasó de ser una región principalmente receptora de desplazados
provenientes de otros departamentos del país, a una región golpeada en forma
directa por la expulsión violenta de personas de sus sitios de vivienda y trabajo, por la
acción directa o por los efectos de la confrontación armada. En segundo lugar sea
respecto de la expulsión como de la recepción de personas desplazadas, el fenómeno
creció en cuanto al número de personas afectadas y en el sentido territorial abarcando
un número creciente de municipios. En efecto, el desplazamiento originado en el
departamento creció en forma vertiginosa del año 99 al 2001, entre 2001 y el 2002,
fueron mayores las cifras de expulsión que de recepción y en el año 2003 disminuyó
su intensidad, y adquirió nueva fuerza el originado en las regiones circundantes, como
resultado de las políticas de seguridad democrática y la estrategia del Plan patriota.

TABLA N. 1
VALLE DEL CAUCA
POBLACION DESPLAZADA ( 1998-2004)

AÑO Población (1) Población (2)


Expulsada Recepción
1999 1912 21066
2000 14137 26797
2001 23194 16829
2002 18075 8285
2003 4184 11413
2004 3326 (3) 15180

Fuente: (1) Cifras de Oficina de Gestión de Paz y Convivencia – Valle


(2) Cifras CODHES- Desplazados por Depto- Recepción.
(3) Informe Consejería de Derechos Humanos – Vicepresidencia. Junio 05

Se trata de un cambio en la magnitud y en el impacto de este drama, en la vida del


Departamento, sus ciudadanos y ciudadanas, resultante de la propia dinámica del
conflicto armado y de la violencia en la región y sus cambios en el contexto nacional.
En este período, en resumen “la Población en situación de desplazamiento en el
Departamento, proviene fundamentalmente del mismo Valle del Cauca en un 49%,
seguida de desplazados provenientes en su orden del : Cauca (11.912) 19.3%, Nariño
(5.787) 9.4%, Antioquia (3.899) 6.3%,Putumayo (2.422) 3.9%, Choco (8.415)
3.9%,Caquetá (1.613) 2.6%,”.1 Cifras que resaltan el impacto del conflicto en el
suroccidente del país, sobre el Departamento del Valle, que aún en estos años
continua recibiendo una proporción importante de desplazados de otras regiones.

1
Cardozo Fabio y Reyes Wilson: “Informe de la Oficina de Gestión de Paz y Convivencia”, Año
2004.
Una confrontación regional de baja intensidad en los noventa

Antes del año 1999 hacían presencia prácticamente los diferentes actores armados, y
se recibía el impacto de diversos hechos de violencia asociados en parte al conflicto
armado ( actos de sabotaje, secuestros, retenes, combates etc.), pero la disputa por el
control territorial, parecía de más baja intensidad. Las FARC actuaban
principalmente a través del 30 Frente, en el sur y occidente del Departamento, por el
oriente, principalmente con el Frente 21, que operaba desde el Tolima y el Sexto
Frente que apareció en esta área a finales de los noventa; el ELN tenía como
principal expresión el Luis Carlos Cárdenas, en la cordillera Occidental y a comienzos
del año 98 creó la columna José María Becerra2. En esos años por otra parte ya se
expresaban las bandas armadas al servicio del narcotráfico, generadoras en muchos
casos de niveles de violencia y criminalidad mayores al propio conflicto armado, lo que
se evidenciaba en las altas tasas de violencia homicida del Valle3, especialmente en
varios de los municipios del centro, el norte y en Cali, donde el narcotráfico había
cobrado fuerza, penetrando diversas esferas de la vida social, incluyendo las
instituciones, la política4 y el control territorial.

La menor intensidad del conflicto armado y su relativa contención entre mediados y


finales de los años noventa, se explicaba en buena parte por la existencia de una
amplia movilización ciudadana e institucional, orientada a promover la negociación
política y acuerdos humanitarios con los actores armados, autorizados incluso por una
Directiva Presidencial del gobierno Samper (N 06 de Febrero 18 /1998) que daba vía
libre a los diálogos regionales de los Gobernadores con la insurgencia y otros actores
armados, previa autorización del presidente y para fines muy concretos. El
departamento recibía en proporción mayor los efectos de la confrontación del resto del
país, particularmente de los departamentos del sur (Cauca y Nariño, Putumayo, Huila
y Tolima), de donde provenían cerca del 50% de los desplazados llegados al Valle. De
acuerdo con la comisión Vida Justicia y Paz, entre 1990 y 1996 pudieron llegar a la
región unos 45000 desplazados provenientes de las otras regiones del país.

El cambio en la dinámica entre 1999 y el 2003: intensificación del


conflicto y desplazamiento

La dinámica del conflicto y su impacto regional, cambió desde el año 1999, tanto por
una agudización de la confrontación, en medio del inicio de las negociaciones de paz
entre el gobierno Pastrana y las FARC y de los acercamientos con el ELN, con miras a
realizar la convención Nacional, como por hechos de coyuntura, especialmente
emblemáticos. Debe recordarse que en parte el triunfo de Pastrana tuvo como telón
de foto una fotografía con Manuel Marulanda Velez, máximo dirigente de las FARC,
que indicaba la posibilidad de un proceso de paz. El voto ciudadano, aprobó de facto
una negociación política del conflicto, pero se trataba de un mensaje tanto para el
gobierno como para la guerrilla. El fracaso de esta negociación y los diversos hechos
de degradación y permanencia de la confrontación conducirían a un cambio en la
opinión y la percepción ciudadana frente a las alternativas de solución.

2
Oficina del Alto Comisionado, Informe de Paz N.12 Febro de 1998, pag. 30
3
Entre 1992 y 1996 , la tasa de muertes violentas del Departamento osciló entre 100 y 120 por
cien mil, cuando la media nacional era de 80; en muchos municipios del norte y centro llegaba
a 200 y en Cali a 120 en 1994.
4
El proceso 8000, que copó la atención pública, a partir de 1995, por la financiación de la
campaña a la presidencia de Ernesto Samper, realmente sólo mostró la punta del iceberg, en el
Valle en estos años la pregunta pertinente era que sectores o candidatos no había recibido
financiación del narcotráfico. Ya entonces se evidenciaba incluso el control de administraciones
locales en el norte del departamento e incluso en el sur.
Respecto de la evolución del conflicto regional también tuvieron un impacto
importante algunos hechos de coyuntura regional, en primer lugar el secuestro
masivo por el Frente José María Becerra del ELN, de cerca de 120 feligreses de la
Iglesia la María, en Pance, en Mayo de 1999. Entre los secuestrados cayó Mario
Valencia, más conocido como “el caballista”, acusado de ser un importante capo del
narcotráfico regional, liberado, según se afirma previo pago de una cuantiosa suma de
dinero5. Este secuestro masivo golpeó a personas de estratos altos y acontece
precisamente cuando diferentes sectores de la sociedad civil, y del movimiento por la
paz, acompañaban la propuesta de una Convención Nacional, como espacio de
acercamiento y dinamización de un posible proceso de paz entre el Gobierno Nacional
y el ELN.

En respuesta a este hecho, en Noviembre de 1999, en Cali y el Valle se produjo una


de las mayores movilizaciones por la paz, por la libertad de los secuestrados y por la
negociación política del conflicto, representando en esos años la última fase de
movilización de masas a favor de la paz y de la negociación política.

Al año siguiente el ELN realizó otro secuestro masivo, esta vez en el Km, 18 de la vía
al mar, muy cerca de la ciudad de Cali y esta vez golpeando a personas de estratos
medios de la ciudad; se cierra este ciclo con el secuestro masivo de los Diputados del
Departamento en el mes de Marzo del año 2002, por las FARC, precisamente a finales
del Gobierno de Pastrana y como hecho que sellaba el fracaso de la negociación entre
esta guerrilla y ese gobierno. El comando de las FARC huyó a través de los
Farallones de Cali, epicentro previo de la persecución al ELN por parte de las Fuerzas
Armadas, que ya habían desarrollado una acción envolvente tendiente a la liberación
de los secuestrados de la María y del Km. 18 a la vía al mar. De esta forma la
tendencia de la confrontación se reafirmó desde el inicio del gobierno Uribe, que había
logrado su triunfo en parte por el fracaso del proceso anterior y la prepotencia de la
guerrilla, particularmente de las FARC6; esta vez el desespero ciudadano, y la
expectativa de una superación efectiva del conflicto condujo al triunfo de Alvaro Uribe,
que prometió desde una solución de fuerza y en menos de dos años terminar con la
insurgencia, lo que como era previsible desde una análisis frío.

Los hechos anteriores tienen una doble connotación: precipitan una agudización de la
confrontación, estimulan de facto la presencia de las AUC, cuya acción era hasta
entonces de “más baja intensidad” y reafirman o evidencian el fracaso de las
negociaciones o del “proceso de paz” iniciado entre el Gobierno de Pastrana y las
FARC. En resumen, como hechos emblemáticos y característicos de esta nueva
fase del conflicto y su expresión regional se pueden señalar: el crecimiento del
fenómeno paramilitar, la extensión del conflicto a distintas áreas estratégicas del

5
El caballista acaba de ser extraditado a los Estados Unidos por el gobierno de Uribe, con
cargos de narcotráfico.
6
El fracaso de la negociación tuvo diversos determinantes, desde el propio planteamiento de
la negociación por parte del gobierno, la pretensión de cada lado por debilitar al contrario –
“planes b” - y diversos hechos que debilitaron la confianza mutua. Pero en particular tuvieron
un efecto demoledor sobre la expectativa y el apoyo ciudadano, diversas acciones agresivas y
retadoras de las FARC y la degradación de la propia zona de distensión, distante de la
promesa de una laboratorio de paz. De poco sirvieron una interesante agenda y múltiples
audiencias que no producían resultados concretos y poco incidían sobre la política efectiva del
gobierno Pastrana. El tema paramilitar también fue un obstáculo, en el que se expresaba las
propias limitaciones del Gobierno, pero el asunto decisivo, es que para la opinión pública, que
se volcó a elegir a Alvaro Uribe, las FARC no tenían interés en una negociación, sino sacar
provecho del proceso.
departamento con impacto directos en el desplazamiento, los cambios de opinión de la
ciudadanía en relación con las alternativas de solución del conflicto y
consecuentemente algunos cambios políticos7.

Precisamente en correspondencia con lo indicado antes, a partir de 1999 apareció el


Bloque Calima de las AUC en el Norte, centro y sur del Departamento, responsable de
varias masacres y múltiples desplazamientos, en Tulúa, en el Alto Naya, con 40
víctimas, en Abril del 2001 y la de Alaska en Buga en la que masacraron 24 labriegos
( El País. 7 Nvbre/04 pag. A9). Igualmente comenzó a operar el Bloque Pacífico, en
Buenaventura, el andén del Pacífico y los Farallones. Como se ha hecho evidente las
AUC, en ese contexto, nacieron y crecieron de la mano o reforzadas por el
narcotráfico, que precisamente en la región, después del éxito relativo de la lucha del
Estado contra el “cartel de Cali” entre 1995 y 1997, creció y se diversificó jalonado por
el llamado “cartel del norte” y por otras expresiones, con presencia y penetración
significativa no sólo en el norte, sino en casi todas las regiones del Departamento.

En lo últimos años, se consolidaron dos bandas ligadas directamente a sectores de


los carteles Los Rastrojos (Varela) y los Nachos ( Henao) actores de masacres y
enfrentamientos en una confrontación intra carteles. Sus accione e influencias abarcan
buena parte de municipios: centro, Bugalagrande, Tulúa, San Pedro y Buga; Sur,
Palmira, Pradera, Florida y, hacia el norte Municipios de Cartago, El Dovio, Sevilla y
Caicedonia, Jamundí, Dagua, Cali, Buenaventura, Calima Darién, la Cumbre,
Restrepo, Trujillo y Riofrío. Hoy las AUC además tienen presencia en los cascos
urbanos de todos los Municipios antes nombrados y de alguna manera controlan el
piedemonte de las cordilleras8. Debe señalarse que la desmovilización de las AUC, no
desmonta la influencia y el poder de estos aparatos, sino que probablemente, les dará
nueva fuerza a través de la legitimación política y el consecuente control de diferentes
municipios y áreas del departamento.

SEGURIDAD DEMOCRATICA E INTENSIFICACION DEL CONFLICTO REGIONAL

La estrategia de combate y persecución activa particularmente a la insurgencia por


parte del Estado, desde mediados del año 2002, con el triunfo de Uribe9 y el inicio de
la política de “seguridad democrática”, reforzó la dinámica y la espiral de guerra y de
disputa por el control territorial, tanto dentro del Departamento como en el sur del país.
De parte de las Fuerzas Armadas desde 1999 se había iniciado una fuerte presión
primero sobre el ELN en los Farallones y luego sobre las FARC, logrando el virtual
desmantelamiento de la columna José María Becerra. En el año 2003, como parte de
la promesa del presidente, se puso en operación el Batallón de Alta Montaña, ubicado
en el corregimiento de Felidia, con lo cual se afianzó el relativo control de los
Farallones, un punto estratégico, cercano a Cali y también a la vía al mar. Pero entre

7
Para mostrar la movilidad de esa opinión debe señalarse que en Octubre se 2003, Angelino Garzón con
un propuesta de reconciliación que incluía el tema de Acuerdo Humanitario obtuvo una amplia victoria
sobre el candidato oficialista, que representaba la línea del Gobierno Uribe, precisamente cuando se
comenzaba a hacer evidente las implicaciones y limitados éxitos de la política de seguridad democrática
y la renuencia hasta entonces, del Gobierno central en abordar el tema del Acuerdo Humanitario
8
Reyes Franco, W. PRIMER ACERCAMIENTO A UN DIAGNÓSTICO DEL CONFLICTO Y EL DESPLAZAMIENTO EN EL
VALLE DEL CAUCA. OBSERVATORIO PARA LA PAZ , Seguimiento al Conflicto y al Desplazamiento en el Valle del Cauca, Año
2004.
9
Alvaro Uribe recibió un amplio apoyo a su propuesta de confrontación directa a la insurgencia, en una
región en la cual diversos sectores sociales y económicos consideraban que esa no había
correspondido al apoyo expresado tanto a la negociación en el Cagúan entre el gobierno Pastrana y las
FARC, como al impulso de la Convención Nacional propuesta por el ELN y al contrario habían sido blanco
directo de la estrategia de guerra de la insurgencia.
tanto las FARC diversificaron su presencia con el Bloque Arturo Ruiz (300 hombres en
la cordillera central), la columna Victor Saavedra (60 hombres en áreas rurales del
centro Cerrito, Buga y Ginebra) y la columna Gabriel Galvis en el suroriente (120
hombres, en Florida). (El País, Dbre/04-pag. A7).

La dinámica de la confrontación, tanto del lado de los actores armados ilegales, como
de las Fuerzas Armadas del Estado, han tenido como centro el control de la carretera
al mar, Cali – B/ventura, el corredor del pacífico y en particular el Municipio y el Puerto
de Buenaventura, por la ubicación estratégica y su impacto sobre el comercio, el
contrabando, el tráfico de drogas y armas. En efecto, este municipio y su población
tanto rural como urbana, han recibido el mayor impacto del conflicto, colocándolo en
condición de emergencia humanitaria, por el nivel del desplazamiento y por otros
impactos; entre el año 2000 y el 2005 fueron asesinadas más de 500 personas y se
han dado 29 masacres10. En esta área se expresa en toda su complejidad y
dramatismo la situación, el municipio con mayor nivel de desempleo – 40% - y de
pobreza del departamento, donde simultáneamente se mueven inmensos volúmenes
de riqueza y se plantean cuantiosos macro proyectos como el de Bahía Málaga, donde
hay un complejo cruces de intereses de poderosos capitales legales e ilegales.

En el centro y norte del Departamento (cordillera occidental, el valle central y las


estribaciones de la cordillera central), se ha expresado con fuerza la presión y el
poder del narcotráfico y las AUC, que han apuntado al control total de esta área
“puente” con el centro y el norte del país. También ha repercutido en la cordillera
Central y sus estribaciones (municipios de Tulúa, Buga, Cerrito) en los límites con el
Tolima y hacia el sur en los límites con el Cauca, por ser corredores estratégicos para
la movilidad de la guerrilla hacia Tolima, Huila y el sur del país e igualmente por la
cercanía de la cordillera Occidental y el Departamento del Chocó. En definitiva en
estos años aumentaron en forma importante los combates y las operaciones de las
Fuerzas Armadas, como expresión de la política de seguridad democrática y la
búsqueda de golpes contundentes y estratégicos sobre la insurgencia, con éxitos
respecto del ELN y en menor medida en relación con las FARC. Por otra parte se
amplió la confrontación entre las FARC y las AUC, particularmente por el control del
pacífico y de Buenaventura, cuya disputa ha sido cruda y cruel, sometiendo a la
población de sus ríos y de la propia área urbana a una verdadera catástrofe
humanitaria. Pero de igual forma se extendió a otras áreas, como el centro, la parte
plana que conecta las dos cordilleras, y la cordillera Central, done aparecen como
estratégicos municipios como Tulúa y Buga, precisamente allí las AUC propiciaron
varias masacres pretendiendo, golpear bases de apoyo de la guerrilla. Esta
confrontación esta asociada en buena parte a la economía de la droga: control de
áreas de cultivo de coca o amapola, al procesamiento y mantenimiento de laboratorios
y a la comercialización y al control de corredores de movilización.

También se han dado, si bien en menor proporción, acciones de las Fuerzas Armadas
contra las AUC, una de las más importantes la acción de la Armada que sometió a
parte de la columna del Bloque Pacífico que había cometido la masacre del Naya y
que venía siendo perseguida por la guerrilla; otras en la parte central del
departamento, como reacción a los ataques que contra la población civil cometieron
las AUC. Debe señalarse que entre 1999 y el 2002, según la Oficina de Gestión de
Paz del Departamento, las AUC cometieron al menos 18 masacres, en Tulúa,
Buenaventura, Buga y Florida entre otras.

10
Informe Boletín Virtual Derechos Humanos, Julio 05.
CONFLICTO, CONTROL TERRITORIAL Y EXTENSION DEL DESPLAZAMIENTO

La confrontación se amplió por tanto en cuanto a los actores, las área territoriales y
especialmente respecto de los impacto sobre la población civil involucrada como
objeto, o como medio de la estrategia de guerra, o de hechos de violencia, vinculados
particularmente a las operaciones del narcotráfico. De todo esto ha sido un reflejo
concreto la problemática del desplazamiento que, de afectar sólo 10 municipios en el
año 1998, pasó a cubrir casi toda la geografía regional, como se muestra en la Tabla
N. 2, atravesando a un número creciente de municipios, con población desplazada
expulsada por la violencia o como “receptores”. En síntesis, paralelo a la extensión del
mapa de la confrontación, con las diversas lógicas y propósitos de sus actores, se
fueron ampliando los impactos sobre los municipios y sus habitantes. Ver mapas
anexos.

Llama la atención el impacto sobre las áreas rurales y sus poblaciones, en efecto, de
acuerdo con el trabajo realizado por la Oficina de Gestión de Paz del Departamento y
su mapeo del fenómeno, las cifras consolidadas muestran una incidencia alta en una
docena de municipios, siendo el caso más dramático el de Buenaventura donde cerca
del 76%11 de la población campesina habría sido afectada por desplazamiento
forzado; en segundo lugar Tulúa, Jamundí y Buga (entre el 20% y el 28%); en tercer
lugar, entre el 11% y el 19%; Florida, Calima Darién, Pradera y Dagua; y entre el 3%
y el 8%: Trujillo, Sevilla, Cali, Bugalagrande y San Pedro; precisamente las áreas y
corredores de mayor disputa armada: el Pacífico, el sur occidente y oriente del
departamento y el centro y el norte.

Tabla N. 2
Valle del Cauca
Número de Municipios Expulsores (Exp) o Receptores (Rec)
según cantidad de personas expulsadas o recibidas

≤200 201 a 500 501 a 2000 2001 a 5000 ≥ 5001 TOTAL


AÑO personas personas personas personas personas Mpios
Exp Rec Exp Rec Exp Rec Exp Rec Exp Rec Exp Rec
1998 10 7 10 7
1999 13 6 1 2 14 8
2000 23 14 3 1 2 5 1 1 1 1 30 22
2001 25 24 2 2 7 6 0 1 1 2 37 34
2002 31 26 5 6 3 3 1 0 0 2 41 37
2003 31 29 2 3 3 1 0 0 1 2 37 35

Elaborado con base en Mapas del Atlas sobre Conflicto y Desplazamiento en el Valle del Cauca, Edición
C.D. Oficina de Gestión de Paz, OIM. USAID y Gobernación del Valle, Mayo de 2005.

El resto de municipios tienen tasas mucho menores, pero prácticamente no hay uno
sólo en el que algunos habitantes del área rural no hayan sido golpeados por la
expulsión violenta, bien sea en forma temporal o permanente12. En relación con el
impacto directo en el área rural hay pocos estudios, pero existen diversos testimonios
respecto de la forma como ha afectado o afectó proyectos y procesos productivos
11
Se trata de un indicador bruto que relaciona el total de desplazados entre los años 99 y 2004 con la
población estimada rural y debe tomarse más que como una medición exacta, como indicador de una
tendencia.
12
Las cifras se derivan del Atlas sobre Conflicto y Desplazamiento, igualmente este aspecto se muestra
en el documento de Análisis del Conflicto, de Fabio Cardozo Gestor de paz y Wilson Reyes, asesor de la
Oficina de Gestión de Paz del Departamento.
individuales o de grupo, por ejemplo en la zona rural de Buga y Tulúa e igualmente en
otros municipios, afectando la producción pecuaria y los productos de pan coger,
además de los efectos sobre la movilidad y la circulación de personas y bienes en
esas áreas13 y la propiedad agraria. Igualmente ha afectado el tejido social y
comunitario, pero paradójicamente este ha mostrado una relativa fortaleza, que explica
en buena parte los retornos, a los que se hará referencia al final.

La recepción de los desplazados, también en forma temporal o permanente, es la otra


cara de la moneda, medida ella como proporción de población desplazada sobre la
población urbana se evidencia un impacto importante en unos diez cascos urbanos del
Departamento. Los casos más agudos son los de Jamundí, Buenaventura, San
Pedro y Dagua con porcentajes entre 13% y 17%.; el siguiente grupo entre el 6.5% y
el 9%, Florida y Bugalagrande; entre el 2.5% y el 4%, Buga, Sevilla y Tulúa, y entre el
1% y el 2%, Caicedonia, Cali, Restrepo, Calima- Darién, Yumbo, Obando , la Cumbre
y Pradera. En muchos casos en realidad lo que ha operado en el Departamento es el
desplazamiento desde las áreas rurales hacia el área urbana, con distinto nivel de
temporalidad. La malla urbana y la característica de un departamento de ciudades
intermedias y medianas ha amortiguado sólo en forma relativa el fenómeno, pues de
acuerdo con las cifras de la Oficina de Gestión de Paz, cerca del 66.6% de la
población desplazada registrada (97,430 a Enero de 2005) llegó a Buenaventura y
Cali. La recepción de población desplazada se ha convertido en un problema de
política pública local en varios municipios que incluso han incorporado el asunto en
sus planes de desarrollo (B/ventura, Cartago, Florida, Pradera, Buga, Tulúa entre
otros). Pero también se han operado reacciones sociales de rechazo e insolidaridad, si
bien temporales y en algunos momentos, se llegó a sugerir la idea de “cierre de
fronteras” para el acceso de desplazados14.

Según la Oficina de Gestión de Paz del Departamento el 40% de la población


desplazada en este período, lo fue bajo la modalidad de desplazamientos masivos y
en forma individual y/o familiar el 60% restante. Esto también aparece como otro rasgo
peculiar del Departamento del Valle, donde tuvieron más impacto los desplazamientos
masivos frente a los individuales, por cuanto en el promedio nacional, esas
proporciones son respectivamente, para los años 2000 a 2002, de 20.2% y 79.8%.15
De acuerdo con lo señalado hasta aquí respecto de la naturaleza de la confrontación y
de la violencia en la región, los autores del desplazamiento, corresponden en forma
determinante en primer lugar a las AUC, en segundo lugar a la insurgencia. Un estudio
reciente con población desplazada residente en Cali, muestra como causantes, en
primer lugar a las AUC, en el 44% de los casos, las FARC el 32%, el ELN el 4% el
Ejército el 2% y otros el 6%.16

EL DESPLAZAMIENTO: NIÑOS, NIÑAS Y MUJERES SUS PRINCIPALES


VICTIMAS

Al igual que a escala nacional el desplazamiento afecta en mayor medida a niños,


niñas y jóvenes y a las mujeres que deben asumir la carga de responsabilidad en el
mantenimiento de las familias. En relación a la edad y el sexo, hay algunos estudios
indicativos, realizados particularmente en Cali, con población proveniente del resto del

13
Testimonios en reuniones y encuentros de trabajo con desplazados, en la ciudad de Cali y en el centro
del Valle.
14
Diagnóstico Situacional de la Población en Situación de Desplazamiento- PSD- asentada en el
Municipio de Cali, Oficina de Gestión de Paz y Convivencia en convenio con la OIM y la financiación de
USAID, Cali, Mayo de 2005.
15
Informe Nacional de Desarrollo Humano, 2003, El Conflicto Callejón con salida. pag. 122.
16
Opus. Cit. El estudio, se hizo con una muestra representativa de la población desplazada, a 274
familias que incluían 1434 personas.
Departamento y otras áreas del país, en las cifras del estudio de Solivida y la OIM, del
2001, llama la atención la elevada proporción de niños, niñas y adolescentes que,
incluyendo hasta los de 19 años, representan el 62.68% de la población total
desplazada, una población en extremo joven, comparada con la de la misma ciudad de
Cali, en la cual esa misma franja de población es menos del 50%. Por otra parte la
población joven y adulta ( mayores de 20 años) es predominantemente femenina, en
efecto, de acuerdo con las cifras de la pirámide anterior, las mujeres representan el
71.2 % y los hombres tan sólo el 28.8%, de esta forma la responsabilidad por las
familias recae en buena parte en las mujeres. Pero señala también el impacto de la
guerra sobre los varones.

CALI
PIRAMIDE DE POBLACION DESPLAZADA – AÑO 2001
(% por tramo de edad)

EDAD HOMBRES MUJERES TOTAL


(años) % % %
0a4 9.07 6.98 16.05
5a9 8.72 9.53 18.26
10 a 14 8.26 7.56 15.81
15 a 19 6.98 5.58 12.56
20 a 24 3.49 4.65 8.14
25 a 44 8.14 12.56 20.70
45 a 64 2.33 2.91 5.23
65 y más 1.16 2.09 3.26
TOTAL 48.1 51.9 100

Elaborada con base en cifras de encuesta del Proyecto SOLIVIDA y OIM-2001 – Documentos
del Diplomado Desplazamiento Forzoso un Reto para la Gestión Local, Cisalva, OIM, 2003.

Según cifras de un estudio exploratorio en la comuna 1817., uno de los sitios de mayor
recepción de desplazados de Cali, la jefatura femenina prevalece en el 70% de los
casos. Sobre los niveles e escolaridad de la población desplazada no existen
estudios sistemáticos, pero en este sentido vale la pena mencionar la comparación
realizada en el trabaja del Proyecto Solivida y la OIM, que comparan los niveles
educativos de los jefes de hogar desplazados con los de jefes de hogar de un
asentamiento subnormal de Cali, las cifras porcentuales, respectivamente son las
siguientes; analfabetas ( 28% vs. 7%); primaria incompleta (45% vs. 39%), primaria
completa (13% vs. 25%) secundaria incompleta (10% vs. 25%) y secundaria completa
(4% vs.5%); en síntesis en esa muestra los desplazados adultos tienen menores
niveles educativos que la gente pobre de un asentamiento de la ciudad. En relación
con la población infantil, el trabajo de la Comuna 18, muestra una tasa de escolaridad
bruta primaria y secundaria (entre 7 y 17 años) del 50%, muy por debajo de la tasa
promedia de la ciudad cercana al 70%; cerca de la mitad de estos niños y niñas
combinan estudio y trabajo, estableciéndose una relación muy frágil con el estudio,
con inasistencia y en muchos casos deserción definitiva.

Los grupos étnicos más afectados por el desplazamiento, según la encuesta de la OIM
y la Oficina de Gestión de Paz, son: Negros 36%, mestizos 27%, blancos 20%,
indígenas 15%, revelando precisamente el impacto del fenómeno, de una parte en la
costa pacífica, en otras áreas rurales y en el sur (indígenas). Respecto de las
ocupaciones de los desplazados, en la Comuna 18 de Cali, se muestran tendencias

17
Trabajo de campo de las estudiantes L. A. Bernal, LM Rodriguez, LF Mestizo y Nl Guevara, para el
curso de Problemas Colombianos, semestre Agosto Diciembre 2004, a cargo del profesor Adolfo Alvarez.
casi repetitivas en el sentido de un drástico cambio de una situación en la que
predominaba el empleo en el sector rural (60%) antes del desplazamiento, a una
situación en la que domina “ningún empleo” (66.7%) y el resto son empleos informales
(ventas ambulantes, oficios varios, lavar y planchar ). La situación de precariedad en el
empleo o de desempleo en los adultos tiene como reverso una elevada proporción de
niños trabajando. En el caso de la comuna 18, el 70% de los niños entre 7 y 17 años
trabajan en oficios vendedores.

LOS RETORNOS: ALTERNATIVA DE REESTABLECIMIENTO

Uno de los hechos más peculiares del Valle del Cauca, son los retornos de población
desplazada, en efecto entre el año 1999 y el año 2004, se han producido unos 20
retornos, involucrando a cerca de 10,000 personas. Estos retornos han sido posibles
en primer lugar por la política impulsada desde la Oficina de Gestión de paz, que ha
liderado una acción institucional con administraciones locales, el ministerio público, la
RSS y organizaciones de cooperación internacional y ha estimulado la participación de
las Comunidades afectadas. Pero por otra parte ha sido fundamental la existencia de
procesos comunitarios y el tejido económico y social propio de las comunidades
afectadas. Esto además guarda relación con el hecho ya señalado de la proporción
importante de desplazamientos masivos o colectivos que se han dado en el
departamento. Los principales retornos se han dado en los municipios de
Buenaventura (Bajo Calima), Dagua, Jamundí, Buga, Tulúa y Florida.

CONFLICTO REGIONAL Y NUEVA DINAMICA DEL DESPLAZAMIENTO

Para concluir esta visión panorámica y resumida debe señalarse que desde el año
2003, pero particularmente en el año 2004 y lo que va corrido del 2005, el
desplazamiento originado en el propio departamento disminuyó en forma importante, a
lo cual ha contribuido en parte el proceso de desmovilización de las AUC en la región.
No obstante ha venido cobrando fuerza el desplazamiento de los departamentos
vecinos y particularmente del sur, como consecuencia del Plan Patriota que
desarrollan las Fuerzas Armadas en su estrategia de persecución y copamiento de la
insurgencia. La ciudad de Cali, fue la segunda mayor receptora de desplazados en el
segundo trimestre del 2005, con el 7.1% de los desplazados de todo el país,
igualmente Buenaventura con el 1.2%18.

Los hechos del año 2005 de Jambaló, Toribío, Caldoso y Tacueyó19, mostraron un
cambio en la estrategia de las FARC, que implican una nueva escalada de la
confrontación, con sus previsibles efectos, particularmente sobre la sociedad civil y las
comunidades campesinas e indígenas, que como se ha señalado en este trabajo
reciben el mayor impacto del conflicto armado; esto se expresa en las violaciones al
DIH, la destrucción de poblaciones y la ruptura de procesos colectivos de los grupos
indígenas, en el impacto sobre el desplazamiento en esas áreas, en tanto tres de esos
municipios están entre los primeros 18 de todo el país, por el nivel de incidencia (tasa
de recepción de desplazados)20. En este sentido se requiere no sólo mirar y considerar
la dinámica departamental, sino regional del conflicto, particularmente en el sur-
occidente, por la característica de continuidad geográfica, económica y social de esta
región, y la naturaleza del propio conflicto y las estrategias de los actores.

18
Codhes: entonces.. ¿Por qué se van? Informe segundo trimestre sobre desplazamiento forzado,
derechos humanos y conflcito armado en Colombia, 19 de Julio, pag. 6.
19
Me refiero a la acción de finales del mes de Mayo, de la guerrilla de las FARC, que intentó ocupar por
algunos dias esta área estratégica y cuyo desalojo por el Ejército duró varias semanas. De todas formas
la confrontación en esta parte del territorio, especialmente en los municipios indígenas ha continuado
desde mediados del año 2005 y hasta el presente.
20
Toribió, Jambaló y Tacueyó, Informe Codhes Julio 2005, pag. 12.
Santiago de Cali, Septiembre de 2005.

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