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TABLA N. 1
VALLE DEL CAUCA
POBLACION DESPLAZADA ( 1998-2004)
1
Cardozo Fabio y Reyes Wilson: “Informe de la Oficina de Gestión de Paz y Convivencia”, Año
2004.
Una confrontación regional de baja intensidad en los noventa
Antes del año 1999 hacían presencia prácticamente los diferentes actores armados, y
se recibía el impacto de diversos hechos de violencia asociados en parte al conflicto
armado ( actos de sabotaje, secuestros, retenes, combates etc.), pero la disputa por el
control territorial, parecía de más baja intensidad. Las FARC actuaban
principalmente a través del 30 Frente, en el sur y occidente del Departamento, por el
oriente, principalmente con el Frente 21, que operaba desde el Tolima y el Sexto
Frente que apareció en esta área a finales de los noventa; el ELN tenía como
principal expresión el Luis Carlos Cárdenas, en la cordillera Occidental y a comienzos
del año 98 creó la columna José María Becerra2. En esos años por otra parte ya se
expresaban las bandas armadas al servicio del narcotráfico, generadoras en muchos
casos de niveles de violencia y criminalidad mayores al propio conflicto armado, lo que
se evidenciaba en las altas tasas de violencia homicida del Valle3, especialmente en
varios de los municipios del centro, el norte y en Cali, donde el narcotráfico había
cobrado fuerza, penetrando diversas esferas de la vida social, incluyendo las
instituciones, la política4 y el control territorial.
La dinámica del conflicto y su impacto regional, cambió desde el año 1999, tanto por
una agudización de la confrontación, en medio del inicio de las negociaciones de paz
entre el gobierno Pastrana y las FARC y de los acercamientos con el ELN, con miras a
realizar la convención Nacional, como por hechos de coyuntura, especialmente
emblemáticos. Debe recordarse que en parte el triunfo de Pastrana tuvo como telón
de foto una fotografía con Manuel Marulanda Velez, máximo dirigente de las FARC,
que indicaba la posibilidad de un proceso de paz. El voto ciudadano, aprobó de facto
una negociación política del conflicto, pero se trataba de un mensaje tanto para el
gobierno como para la guerrilla. El fracaso de esta negociación y los diversos hechos
de degradación y permanencia de la confrontación conducirían a un cambio en la
opinión y la percepción ciudadana frente a las alternativas de solución.
2
Oficina del Alto Comisionado, Informe de Paz N.12 Febro de 1998, pag. 30
3
Entre 1992 y 1996 , la tasa de muertes violentas del Departamento osciló entre 100 y 120 por
cien mil, cuando la media nacional era de 80; en muchos municipios del norte y centro llegaba
a 200 y en Cali a 120 en 1994.
4
El proceso 8000, que copó la atención pública, a partir de 1995, por la financiación de la
campaña a la presidencia de Ernesto Samper, realmente sólo mostró la punta del iceberg, en el
Valle en estos años la pregunta pertinente era que sectores o candidatos no había recibido
financiación del narcotráfico. Ya entonces se evidenciaba incluso el control de administraciones
locales en el norte del departamento e incluso en el sur.
Respecto de la evolución del conflicto regional también tuvieron un impacto
importante algunos hechos de coyuntura regional, en primer lugar el secuestro
masivo por el Frente José María Becerra del ELN, de cerca de 120 feligreses de la
Iglesia la María, en Pance, en Mayo de 1999. Entre los secuestrados cayó Mario
Valencia, más conocido como “el caballista”, acusado de ser un importante capo del
narcotráfico regional, liberado, según se afirma previo pago de una cuantiosa suma de
dinero5. Este secuestro masivo golpeó a personas de estratos altos y acontece
precisamente cuando diferentes sectores de la sociedad civil, y del movimiento por la
paz, acompañaban la propuesta de una Convención Nacional, como espacio de
acercamiento y dinamización de un posible proceso de paz entre el Gobierno Nacional
y el ELN.
Al año siguiente el ELN realizó otro secuestro masivo, esta vez en el Km, 18 de la vía
al mar, muy cerca de la ciudad de Cali y esta vez golpeando a personas de estratos
medios de la ciudad; se cierra este ciclo con el secuestro masivo de los Diputados del
Departamento en el mes de Marzo del año 2002, por las FARC, precisamente a finales
del Gobierno de Pastrana y como hecho que sellaba el fracaso de la negociación entre
esta guerrilla y ese gobierno. El comando de las FARC huyó a través de los
Farallones de Cali, epicentro previo de la persecución al ELN por parte de las Fuerzas
Armadas, que ya habían desarrollado una acción envolvente tendiente a la liberación
de los secuestrados de la María y del Km. 18 a la vía al mar. De esta forma la
tendencia de la confrontación se reafirmó desde el inicio del gobierno Uribe, que había
logrado su triunfo en parte por el fracaso del proceso anterior y la prepotencia de la
guerrilla, particularmente de las FARC6; esta vez el desespero ciudadano, y la
expectativa de una superación efectiva del conflicto condujo al triunfo de Alvaro Uribe,
que prometió desde una solución de fuerza y en menos de dos años terminar con la
insurgencia, lo que como era previsible desde una análisis frío.
Los hechos anteriores tienen una doble connotación: precipitan una agudización de la
confrontación, estimulan de facto la presencia de las AUC, cuya acción era hasta
entonces de “más baja intensidad” y reafirman o evidencian el fracaso de las
negociaciones o del “proceso de paz” iniciado entre el Gobierno de Pastrana y las
FARC. En resumen, como hechos emblemáticos y característicos de esta nueva
fase del conflicto y su expresión regional se pueden señalar: el crecimiento del
fenómeno paramilitar, la extensión del conflicto a distintas áreas estratégicas del
5
El caballista acaba de ser extraditado a los Estados Unidos por el gobierno de Uribe, con
cargos de narcotráfico.
6
El fracaso de la negociación tuvo diversos determinantes, desde el propio planteamiento de
la negociación por parte del gobierno, la pretensión de cada lado por debilitar al contrario –
“planes b” - y diversos hechos que debilitaron la confianza mutua. Pero en particular tuvieron
un efecto demoledor sobre la expectativa y el apoyo ciudadano, diversas acciones agresivas y
retadoras de las FARC y la degradación de la propia zona de distensión, distante de la
promesa de una laboratorio de paz. De poco sirvieron una interesante agenda y múltiples
audiencias que no producían resultados concretos y poco incidían sobre la política efectiva del
gobierno Pastrana. El tema paramilitar también fue un obstáculo, en el que se expresaba las
propias limitaciones del Gobierno, pero el asunto decisivo, es que para la opinión pública, que
se volcó a elegir a Alvaro Uribe, las FARC no tenían interés en una negociación, sino sacar
provecho del proceso.
departamento con impacto directos en el desplazamiento, los cambios de opinión de la
ciudadanía en relación con las alternativas de solución del conflicto y
consecuentemente algunos cambios políticos7.
7
Para mostrar la movilidad de esa opinión debe señalarse que en Octubre se 2003, Angelino Garzón con
un propuesta de reconciliación que incluía el tema de Acuerdo Humanitario obtuvo una amplia victoria
sobre el candidato oficialista, que representaba la línea del Gobierno Uribe, precisamente cuando se
comenzaba a hacer evidente las implicaciones y limitados éxitos de la política de seguridad democrática
y la renuencia hasta entonces, del Gobierno central en abordar el tema del Acuerdo Humanitario
8
Reyes Franco, W. PRIMER ACERCAMIENTO A UN DIAGNÓSTICO DEL CONFLICTO Y EL DESPLAZAMIENTO EN EL
VALLE DEL CAUCA. OBSERVATORIO PARA LA PAZ , Seguimiento al Conflicto y al Desplazamiento en el Valle del Cauca, Año
2004.
9
Alvaro Uribe recibió un amplio apoyo a su propuesta de confrontación directa a la insurgencia, en una
región en la cual diversos sectores sociales y económicos consideraban que esa no había
correspondido al apoyo expresado tanto a la negociación en el Cagúan entre el gobierno Pastrana y las
FARC, como al impulso de la Convención Nacional propuesta por el ELN y al contrario habían sido blanco
directo de la estrategia de guerra de la insurgencia.
tanto las FARC diversificaron su presencia con el Bloque Arturo Ruiz (300 hombres en
la cordillera central), la columna Victor Saavedra (60 hombres en áreas rurales del
centro Cerrito, Buga y Ginebra) y la columna Gabriel Galvis en el suroriente (120
hombres, en Florida). (El País, Dbre/04-pag. A7).
La dinámica de la confrontación, tanto del lado de los actores armados ilegales, como
de las Fuerzas Armadas del Estado, han tenido como centro el control de la carretera
al mar, Cali – B/ventura, el corredor del pacífico y en particular el Municipio y el Puerto
de Buenaventura, por la ubicación estratégica y su impacto sobre el comercio, el
contrabando, el tráfico de drogas y armas. En efecto, este municipio y su población
tanto rural como urbana, han recibido el mayor impacto del conflicto, colocándolo en
condición de emergencia humanitaria, por el nivel del desplazamiento y por otros
impactos; entre el año 2000 y el 2005 fueron asesinadas más de 500 personas y se
han dado 29 masacres10. En esta área se expresa en toda su complejidad y
dramatismo la situación, el municipio con mayor nivel de desempleo – 40% - y de
pobreza del departamento, donde simultáneamente se mueven inmensos volúmenes
de riqueza y se plantean cuantiosos macro proyectos como el de Bahía Málaga, donde
hay un complejo cruces de intereses de poderosos capitales legales e ilegales.
También se han dado, si bien en menor proporción, acciones de las Fuerzas Armadas
contra las AUC, una de las más importantes la acción de la Armada que sometió a
parte de la columna del Bloque Pacífico que había cometido la masacre del Naya y
que venía siendo perseguida por la guerrilla; otras en la parte central del
departamento, como reacción a los ataques que contra la población civil cometieron
las AUC. Debe señalarse que entre 1999 y el 2002, según la Oficina de Gestión de
Paz del Departamento, las AUC cometieron al menos 18 masacres, en Tulúa,
Buenaventura, Buga y Florida entre otras.
10
Informe Boletín Virtual Derechos Humanos, Julio 05.
CONFLICTO, CONTROL TERRITORIAL Y EXTENSION DEL DESPLAZAMIENTO
La confrontación se amplió por tanto en cuanto a los actores, las área territoriales y
especialmente respecto de los impacto sobre la población civil involucrada como
objeto, o como medio de la estrategia de guerra, o de hechos de violencia, vinculados
particularmente a las operaciones del narcotráfico. De todo esto ha sido un reflejo
concreto la problemática del desplazamiento que, de afectar sólo 10 municipios en el
año 1998, pasó a cubrir casi toda la geografía regional, como se muestra en la Tabla
N. 2, atravesando a un número creciente de municipios, con población desplazada
expulsada por la violencia o como “receptores”. En síntesis, paralelo a la extensión del
mapa de la confrontación, con las diversas lógicas y propósitos de sus actores, se
fueron ampliando los impactos sobre los municipios y sus habitantes. Ver mapas
anexos.
Llama la atención el impacto sobre las áreas rurales y sus poblaciones, en efecto, de
acuerdo con el trabajo realizado por la Oficina de Gestión de Paz del Departamento y
su mapeo del fenómeno, las cifras consolidadas muestran una incidencia alta en una
docena de municipios, siendo el caso más dramático el de Buenaventura donde cerca
del 76%11 de la población campesina habría sido afectada por desplazamiento
forzado; en segundo lugar Tulúa, Jamundí y Buga (entre el 20% y el 28%); en tercer
lugar, entre el 11% y el 19%; Florida, Calima Darién, Pradera y Dagua; y entre el 3%
y el 8%: Trujillo, Sevilla, Cali, Bugalagrande y San Pedro; precisamente las áreas y
corredores de mayor disputa armada: el Pacífico, el sur occidente y oriente del
departamento y el centro y el norte.
Tabla N. 2
Valle del Cauca
Número de Municipios Expulsores (Exp) o Receptores (Rec)
según cantidad de personas expulsadas o recibidas
Elaborado con base en Mapas del Atlas sobre Conflicto y Desplazamiento en el Valle del Cauca, Edición
C.D. Oficina de Gestión de Paz, OIM. USAID y Gobernación del Valle, Mayo de 2005.
El resto de municipios tienen tasas mucho menores, pero prácticamente no hay uno
sólo en el que algunos habitantes del área rural no hayan sido golpeados por la
expulsión violenta, bien sea en forma temporal o permanente12. En relación con el
impacto directo en el área rural hay pocos estudios, pero existen diversos testimonios
respecto de la forma como ha afectado o afectó proyectos y procesos productivos
11
Se trata de un indicador bruto que relaciona el total de desplazados entre los años 99 y 2004 con la
población estimada rural y debe tomarse más que como una medición exacta, como indicador de una
tendencia.
12
Las cifras se derivan del Atlas sobre Conflicto y Desplazamiento, igualmente este aspecto se muestra
en el documento de Análisis del Conflicto, de Fabio Cardozo Gestor de paz y Wilson Reyes, asesor de la
Oficina de Gestión de Paz del Departamento.
individuales o de grupo, por ejemplo en la zona rural de Buga y Tulúa e igualmente en
otros municipios, afectando la producción pecuaria y los productos de pan coger,
además de los efectos sobre la movilidad y la circulación de personas y bienes en
esas áreas13 y la propiedad agraria. Igualmente ha afectado el tejido social y
comunitario, pero paradójicamente este ha mostrado una relativa fortaleza, que explica
en buena parte los retornos, a los que se hará referencia al final.
13
Testimonios en reuniones y encuentros de trabajo con desplazados, en la ciudad de Cali y en el centro
del Valle.
14
Diagnóstico Situacional de la Población en Situación de Desplazamiento- PSD- asentada en el
Municipio de Cali, Oficina de Gestión de Paz y Convivencia en convenio con la OIM y la financiación de
USAID, Cali, Mayo de 2005.
15
Informe Nacional de Desarrollo Humano, 2003, El Conflicto Callejón con salida. pag. 122.
16
Opus. Cit. El estudio, se hizo con una muestra representativa de la población desplazada, a 274
familias que incluían 1434 personas.
Departamento y otras áreas del país, en las cifras del estudio de Solivida y la OIM, del
2001, llama la atención la elevada proporción de niños, niñas y adolescentes que,
incluyendo hasta los de 19 años, representan el 62.68% de la población total
desplazada, una población en extremo joven, comparada con la de la misma ciudad de
Cali, en la cual esa misma franja de población es menos del 50%. Por otra parte la
población joven y adulta ( mayores de 20 años) es predominantemente femenina, en
efecto, de acuerdo con las cifras de la pirámide anterior, las mujeres representan el
71.2 % y los hombres tan sólo el 28.8%, de esta forma la responsabilidad por las
familias recae en buena parte en las mujeres. Pero señala también el impacto de la
guerra sobre los varones.
CALI
PIRAMIDE DE POBLACION DESPLAZADA – AÑO 2001
(% por tramo de edad)
Elaborada con base en cifras de encuesta del Proyecto SOLIVIDA y OIM-2001 – Documentos
del Diplomado Desplazamiento Forzoso un Reto para la Gestión Local, Cisalva, OIM, 2003.
Según cifras de un estudio exploratorio en la comuna 1817., uno de los sitios de mayor
recepción de desplazados de Cali, la jefatura femenina prevalece en el 70% de los
casos. Sobre los niveles e escolaridad de la población desplazada no existen
estudios sistemáticos, pero en este sentido vale la pena mencionar la comparación
realizada en el trabaja del Proyecto Solivida y la OIM, que comparan los niveles
educativos de los jefes de hogar desplazados con los de jefes de hogar de un
asentamiento subnormal de Cali, las cifras porcentuales, respectivamente son las
siguientes; analfabetas ( 28% vs. 7%); primaria incompleta (45% vs. 39%), primaria
completa (13% vs. 25%) secundaria incompleta (10% vs. 25%) y secundaria completa
(4% vs.5%); en síntesis en esa muestra los desplazados adultos tienen menores
niveles educativos que la gente pobre de un asentamiento de la ciudad. En relación
con la población infantil, el trabajo de la Comuna 18, muestra una tasa de escolaridad
bruta primaria y secundaria (entre 7 y 17 años) del 50%, muy por debajo de la tasa
promedia de la ciudad cercana al 70%; cerca de la mitad de estos niños y niñas
combinan estudio y trabajo, estableciéndose una relación muy frágil con el estudio,
con inasistencia y en muchos casos deserción definitiva.
Los grupos étnicos más afectados por el desplazamiento, según la encuesta de la OIM
y la Oficina de Gestión de Paz, son: Negros 36%, mestizos 27%, blancos 20%,
indígenas 15%, revelando precisamente el impacto del fenómeno, de una parte en la
costa pacífica, en otras áreas rurales y en el sur (indígenas). Respecto de las
ocupaciones de los desplazados, en la Comuna 18 de Cali, se muestran tendencias
17
Trabajo de campo de las estudiantes L. A. Bernal, LM Rodriguez, LF Mestizo y Nl Guevara, para el
curso de Problemas Colombianos, semestre Agosto Diciembre 2004, a cargo del profesor Adolfo Alvarez.
casi repetitivas en el sentido de un drástico cambio de una situación en la que
predominaba el empleo en el sector rural (60%) antes del desplazamiento, a una
situación en la que domina “ningún empleo” (66.7%) y el resto son empleos informales
(ventas ambulantes, oficios varios, lavar y planchar ). La situación de precariedad en el
empleo o de desempleo en los adultos tiene como reverso una elevada proporción de
niños trabajando. En el caso de la comuna 18, el 70% de los niños entre 7 y 17 años
trabajan en oficios vendedores.
Uno de los hechos más peculiares del Valle del Cauca, son los retornos de población
desplazada, en efecto entre el año 1999 y el año 2004, se han producido unos 20
retornos, involucrando a cerca de 10,000 personas. Estos retornos han sido posibles
en primer lugar por la política impulsada desde la Oficina de Gestión de paz, que ha
liderado una acción institucional con administraciones locales, el ministerio público, la
RSS y organizaciones de cooperación internacional y ha estimulado la participación de
las Comunidades afectadas. Pero por otra parte ha sido fundamental la existencia de
procesos comunitarios y el tejido económico y social propio de las comunidades
afectadas. Esto además guarda relación con el hecho ya señalado de la proporción
importante de desplazamientos masivos o colectivos que se han dado en el
departamento. Los principales retornos se han dado en los municipios de
Buenaventura (Bajo Calima), Dagua, Jamundí, Buga, Tulúa y Florida.
Para concluir esta visión panorámica y resumida debe señalarse que desde el año
2003, pero particularmente en el año 2004 y lo que va corrido del 2005, el
desplazamiento originado en el propio departamento disminuyó en forma importante, a
lo cual ha contribuido en parte el proceso de desmovilización de las AUC en la región.
No obstante ha venido cobrando fuerza el desplazamiento de los departamentos
vecinos y particularmente del sur, como consecuencia del Plan Patriota que
desarrollan las Fuerzas Armadas en su estrategia de persecución y copamiento de la
insurgencia. La ciudad de Cali, fue la segunda mayor receptora de desplazados en el
segundo trimestre del 2005, con el 7.1% de los desplazados de todo el país,
igualmente Buenaventura con el 1.2%18.
Los hechos del año 2005 de Jambaló, Toribío, Caldoso y Tacueyó19, mostraron un
cambio en la estrategia de las FARC, que implican una nueva escalada de la
confrontación, con sus previsibles efectos, particularmente sobre la sociedad civil y las
comunidades campesinas e indígenas, que como se ha señalado en este trabajo
reciben el mayor impacto del conflicto armado; esto se expresa en las violaciones al
DIH, la destrucción de poblaciones y la ruptura de procesos colectivos de los grupos
indígenas, en el impacto sobre el desplazamiento en esas áreas, en tanto tres de esos
municipios están entre los primeros 18 de todo el país, por el nivel de incidencia (tasa
de recepción de desplazados)20. En este sentido se requiere no sólo mirar y considerar
la dinámica departamental, sino regional del conflicto, particularmente en el sur-
occidente, por la característica de continuidad geográfica, económica y social de esta
región, y la naturaleza del propio conflicto y las estrategias de los actores.
18
Codhes: entonces.. ¿Por qué se van? Informe segundo trimestre sobre desplazamiento forzado,
derechos humanos y conflcito armado en Colombia, 19 de Julio, pag. 6.
19
Me refiero a la acción de finales del mes de Mayo, de la guerrilla de las FARC, que intentó ocupar por
algunos dias esta área estratégica y cuyo desalojo por el Ejército duró varias semanas. De todas formas
la confrontación en esta parte del territorio, especialmente en los municipios indígenas ha continuado
desde mediados del año 2005 y hasta el presente.
20
Toribió, Jambaló y Tacueyó, Informe Codhes Julio 2005, pag. 12.
Santiago de Cali, Septiembre de 2005.