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LA DANZA Y SU VALOR EDUCATIVO

Prof. Marlon Sisniegues Larrea

La definición de danza sea cual sea la fuente de información utilizada, está formada por los
elementos de movimiento corporal, ritmo, música y expresión o comunicación. De hecho la danza
puede definirse de diversas formas, según el punto de vista que se adopte. Según Martin (2005) de
una manera amplia, se puede decir que la danza es un arte visual que se desarrolla en el tiempo y
en el espacio y se asocia a la música e incluso a la palabra.

Cabe destacar la estrecha relación existente entre la danza y la formación integral de la persona,
tal y como afirma Ferreira (2008) y complementa Añorga (1997) con “la formación integral está
definida como la formación física, intelectual, técnica, político-ideológica, estético-artística”, ya que
la danza está enmarcada en la formación estético-artística.

Tal es así, que García Ruso (1997) analiza la danza desde la perspectiva integral, contemplando los
siguientes aspectos: actividad humana universal, actividad que se extiende a lo largo de la Historia
de la humanidad, a lo largo de todas las edades, en ambos sexos y en todo el planeta; actividad
motora, ya que utiliza al cuerpo como instrumento a través de técnicas corporales específicas,
expresa ideas, emociones y sentimientos y está condicionada por una estructura rítmica; actividad
polimórfica, ya que pude presentar múltiples formas (arcaicas, clásicas, modernas, populares, ...);
actividad polivalente, ya que puede abarcar diferentes dimensiones como el arte, la educación, el
ocio y la terapia; actividad compleja porque conjuga e interrelaciona factores biológicos,
psicológicos, sociológicos, históricos, estéticos, morales, políticos, técnicos, geográficos, y porque
aúna la expresión y la técnica y puede ser individual o colectiva.

Tiene un determinado estilo y forma de movimientos, la mayoría de las danzas tienen un estilo
característico de movimiento con una determinada estructura o forma, pudiendo encontrarse desde
patrones de gestos o pasos como los que se dan en danzas de tipo étnico o social hasta los cuidados
y precisos movimientos individuales o colectivos que podemos encontrar en una secuencia
coreografiada de algún espectáculo de danza.

En Fuentes (2006), aparecen descritas en forma de conclusión diferentes connotaciones


pedagógicas de la danza desde su perspectiva de actividad-experiencia educativa:

1. La danza es una actividad tradicionalmente vinculada a la educación y a la educación física


y artística en particular, así ha quedado de manifiesto una vez explorada su presencia dentro
del pensamiento pedagógico a través de la historia.
2. Entendemos que la danza tiene validez pedagógica porque a través de su práctica puede
incidirse en los siguientes aspectos propios de la educación física integrada:
o adquisición y desarrollo de las habilidades y destrezas básicas
o adquisición y desarrollo de tareas motrices específicas
o desarrollo de las cualidades físicas básicas
o desarrollo de capacidades coordinativas
o adquisición y desarrollo de habilidades perceptivo-motoras
o conocimiento y control corporal en general
o el pensamiento, la atención y la memoria
o la creatividad
o aumento de las posibilidades expresivas y comunicativas
o favorecer la interacción entre los individuos
3. La danza tiene validez pedagógica porque puede fomentar el sentido artístico a través de la
propia creación (realización de danzas coreografías propias) y de la apreciación de otras
creaciones externas (apreciación y crítica de coreografías y danzas ajenas).
4. La danza tiene validez pedagógica ya que mediante su práctica se puede incidir en la
socialización del individuo.
5. La danza tiene validez pedagógica ya que puede ser un factor de conocimiento cultural
además, puede ser un factor de educación intercultural favoreciendo el conocimiento

DANZA Y RELACIONES SOCIALES

La danza y el movimiento rítmico mejoran la capacidad de socialización del niño así como su
autoestima (Arguedas, 2006; Rodríguez, 2007), ya que la expresión corporal busca facilitarle al ser
humano, el proceso creativo y de libre expresión y comunicación a partir del conocimiento de su
cuerpo, el manejo del espacio, de los materiales y del fortalecimiento de su auto-confianza
(Arguedas, 2004).

Es importante tener presente, que a la vez, la danza y los movimientos guiados o libres, fomentan
valores como el respeto, la libertad, la tolerancia y la crítica constructiva. Mediante ellas, se aviva la
comunicación de sentimientos, de ideas, de estados de ánimo y el respeto entre los participantes en
forma individual y grupal. Al realizar estas actividades corporales, se benefician de igual manera,
aspectos biológicos, cognitivos y psicomotores; no puede faltar el placer del movimiento y el sentido
lúdico ya que además, permiten liberar energías en busca de la expresividad (Arguedas, 2006;
Fuentes, 2006). Considerando que todos estos aspectos forman parte del acto social de la
comunicación en los niños y niñas en edad escolar. Ya que utilizan el juego, el baile, la danza y sus
mil maneras creativas de expresión para llegar a sus compañeros.

LA DANZA Y EL JUEGO

La danza es una forma de comunicación artística y de expresión de emociones, sentimientos,


pensamientos, imágenes y estados de ánimo del ser humano. También es un medio para
entretenerse, divertirse y disfrutar con movimientos rítmicos del cuerpo.
Por estas razones es una actividad sumamente beneficiosa en la formación del niño al satisfacer su
necesidad de expresión y creación, a través del conocimiento de su propio cuerpo, ayudándolo a
descubrir las múltiples capacidades de movimiento que éste posee, de acuerdo a su estado
evolutivo y a su nivel de rendimiento, canalizando de esta manera su potencial creativo y energético.

Sin embargo, es necesario hacer una distinción entre bailar de manera natural y tomar una clase de
danza. Los maestros especializados en danza infantil aconsejan que la edad ideal para comenzar a
estudiar danzas más complejas como clásico o contemporáneo es a partir de los 7 u 8 años, ya que
el niño que lee y escribe está mejor preparado para la comprensión. Antes de esta edad, desde los
4 o 5 años, conviene recurrir a cursos de expresión corporal o de iniciación a la danza en los cuáles
el niño irá conociendo de a poco el espacio, trabajará sobre la rítmica, con elementos y pudiendo
también incluirse creatividad a través de la improvisación. En esta etapa los chicos aprenden a través
del juego algunas técnicas experimentando ellos mismos como trabaja cada músculo. En líneas
generales, en una primera etapa la danza infantil se compone de movimientos sencillos, organizados
en un marco espacio-temporal concreto. Los elementos-pasos, enlazamientos, evoluciones- pueden
ser ejercitados como formas aisladas-unidades de movimiento- o como formas elaboradas en una
composición coreográfica.

En la educación preescolar, el objetivo no es formar a bailarines profesionales sino apoyar en la


formación de seres humanos integrales. Por medio de la danza se puede lograr que el alumno
adquiera autonomía e identidad personal, que desarrolle formas de expresión creativas de su cuerpo
y de su pensamiento, que adquiera conciencia de que vive en sociedad por medio del trabajo en
equipo y que se acerque sensiblemente al arte y la cultura.

Los juegos y actividades de clase se basan en la construcción de situaciones en las que el niño pueda
desenvolverse y aprender sobre si mismo y de los demás bajo ciertas circunstancias creadas, habrá
juegos en los que le toque ser el líder o el perseguidor o el perseguido, juegos en los que sólo tenga
que cerrar los ojos y estar consigo mismo, juegos en los que tenga que colaborar en equipo por
conseguir un fin común, etc.

Además, la clase de danza ayuda a desarrollar otras habilidades básicas que los niños emplearán a
lo largo de toda su vida como lo son la coordinación, la conciencia espacial, la memoria,
concentración, expresión por diferentes formas, habilidades auditivas, entre otras.

A continuación os dejo un par de actividades que nos pueden servir para una primera toma de
contacto de los alumnos con el mundo de la danza, presentado desde un punto de vista lúdico
donde se sientan libres y cómodos, de esa manera podrán expresar mejor aquello que les haga sentir
la música.
Estas actividades son las siguientes:

Jugar a partir del recuerdo: consiste en jugar moviéndose primero con la música y con un objeto en
la mano, por ejemplo, un pañuelo. Luego se dan consignas: “hacer movimientos pequeños, hacer
movimientos grandes, jugar de dos en dos, cambios de mano…”, después se deja el objeto o
pañuelo en un rincón y jugar imaginado que aún lo tienen. (Es revivir la situación ya vivida).

También se les puede dar un pincel, diciéndoles que jugarán a ser pintores para que dibujen
diferentes formas por el espacio y luego las repinten sin el pincel.

Con este juego los niños realizan movimientos que se utilizan en las danza, pero que quizás no harían
si solo se les pidiera bailar.

Puede existir gran variedad de elementos motivadores como cintas, bastones, lazos, etc. y distintas
representaciones como directores de orquesta, limpiador de ventanas, agente de tránsito, etc.

El grupo puede dividirse en dos, para que unos sean el público y los otros actúan. Así también
aprenden observando a sus compañeros.

Las Estatuas: es una forma lúdica de adquirir posturas y equilibrio, a través de la movilidad o
inmovilidad. El docente puede recurrir a contar una historia de visita al parque central, al museo, a
la tienda de peluches…, y hacer que mientras los niños(as) caminan en forma libre adopten posturas
corporales (de acuerdo a la historia narrada) cuando escuchen:

¡…y vi muchas estatuas! para que se dirija a estas y las observe haciendo comentarios sobre cómo
están situadas (con una pierna arriba, o los brazos cruzados, con las manos en la cabeza, etc.). En
esta forma los niños(as) interiorizan su imagen corporal y analizan la de sus compañeros.
También se le puede llamar “la fotografía”, todos deben posar en distintas formas como estar con
una pierna levantada, en punta de pies con los brazos hacia arriba o a los lados, arrodillados sobre
una o las dos piernas, apoyados en una sola mano y un solo pie, etc. Se quedarán quietos un tiempo
hasta que el fotógrafo diga “listo”, luego regresarán a lo que estaban haciendo y se repetirá la orden.

Juego de las sillas: Se colocan unos aros en el suelo en forma de círculo. Cuando suene la música los
niños tendrán que dar vueltas al círculo de distintas formas (de puntillas, corriendo, saltando, a cuatro
patas...) y cuando la música pare tendrán que entrar en un aro. Cada vez que se inicie el juego se
va quitando un aro y un niño se quedará sin silla y será eliminado. Con este juego se gana resistencia.
Tendríamos otros juegos sencillos para que los niños trabajen la improvisación como:

Poner una música y que con ella los niños bailen de la forma que quieran y que cuando deje de
sonar se queden quietos como estatuas.

Colocar unos aros al suelo que representarán flores. En cada flor se situará un niño o niña que se
convertirá en un hada o gnomo que se quedará dormido dentro de la flor. Uno de los niños o niñas
será la reina de las mariposas y llevará una varita mágica y si se tienen, unas alas de mariposa. Esta
última irá despertando con su varita poquito a poquito a las hadas y gnomos que empezaran a bailar
como quieran.

Robot: nos convertimos todos en robots que pueden realizar una serie de movimientos como levantar
los brazos, piernas, bajar con el torso hacia abajo y tocar con las manos en el suelo... Este robot
empieza lleno de batería y puede hacer los ejercicios bien hechos pero se le acaban las pilas y todo
su cuerpo empieza a fallar. También se puede jugar a mandar a los niños que realicen cambios de
movimientos cada vez más rápidos hasta que el robot se bloquea, se estropea y acaba cayendo al
suelo.

El cuento de las estrellas: hay un niño que antes de acostarse cada noche abre la ventana y les da
las buenas noches a sus amigas las estrellas. Un día cuando se va a dormir se encuentra en que las
estrellas no están porque se han escondido. Entonces con las niñas empezamos a buscar las estrellas
en sitios claves del cuerpo donde tengan que alargar sus brazos para encontrarlas y provocar un
estiramiento. Cada vez que encontramos una estrella la mandamos hacia el cielo.

Bibliografía

 Arguedas. C. (2004). La expresión corporal y la transversalidad como un eje metodológico


construido a partir de la expresión artística. Revista Educación. 28 (1): 123-131.
 Arguedas. C. (2006). Cuentos musicales para los más pequeños. Revista electrónica
Actualidades investigativas en Educación, 6, (1).
 Añorga Morales, Julia. (1997) “Pedagogía y estrategia didáctica y curricular de la Educación
Avanzada. Soporte digital. Caracas.
 Ferreira, M. (2008). La educación artística y su incidencia en la transversalidad y calidad de
ejecución. Educación Física – Chile, 267.
 Fuentes, A.L. (2006). El valor pedagógico de la danza. Tesis doctoral, Universitat de Valencia.
 Jaramillo, L.G., y Murcia, N. (2002). Danza, comunicación y educación. Revista Educación
Física y Deportes, año 8, 54.
 García, H. Mª. - La danza en la escuela. Barcelona. Inde. 1997.
 Jacques-Dalcroze, E. (1965). El ritmo, la música y la educación. Lausanne: Foetish Frères.
 Kraus, R. - History of the dance in Art and Education. New Jersey. Prentice-Hall. 1969.
 López, C. Martínez, N. (2006). Arteterapia. Conocimiento interior a través de la expresión
artística. Ediciones Tutor S.A. Madrid.
 Probst, A. (2008). Taller de movimiento-danza: dar forma y figura al movimiento. Agora para
la EF y el Deporte, 6: 43-50.
 Martin, M.J. (2005). Del movimiento a la danza en la Educación Musical. Educatio, 23: 125-139.
 Martínez, N. y López, M. (2005) Arteterapia y Educación. Consejería de Educación.
Comunidad de Madrid

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