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Este documento describe dos experiencias del autor con la iglesia cuando era adolescente y joven adulto, en las que sentía pasión y entusiasmo por escuchar la Palabra de Dios. Luego, analiza un pasaje bíblico sobre un milagro de Jesús en Betesda, donde sanó a un hombre paralítico que había estado esperando 38 años. Explica que Jesús curó al hombre por compasión, no por lástima, y que el mayor milagro es la salvación a través de Cristo. Finalmente, señala que aunque los religiosos se
Este documento describe dos experiencias del autor con la iglesia cuando era adolescente y joven adulto, en las que sentía pasión y entusiasmo por escuchar la Palabra de Dios. Luego, analiza un pasaje bíblico sobre un milagro de Jesús en Betesda, donde sanó a un hombre paralítico que había estado esperando 38 años. Explica que Jesús curó al hombre por compasión, no por lástima, y que el mayor milagro es la salvación a través de Cristo. Finalmente, señala que aunque los religiosos se
Este documento describe dos experiencias del autor con la iglesia cuando era adolescente y joven adulto, en las que sentía pasión y entusiasmo por escuchar la Palabra de Dios. Luego, analiza un pasaje bíblico sobre un milagro de Jesús en Betesda, donde sanó a un hombre paralítico que había estado esperando 38 años. Explica que Jesús curó al hombre por compasión, no por lástima, y que el mayor milagro es la salvación a través de Cristo. Finalmente, señala que aunque los religiosos se
INTRODUCCIÓN: Quiero compartirlos dos experiencias en mi vida cristiana de manera
general, tiene que ver cuando venía a escuchar la Palabra del Señor, la primera era en tiempos de mi adolescencia, aquellos días quede totalmente impresionado, apasionado por Jesús, donde se predicaba la Palabra allí estaba aquel adolescente, aquel entonces en falte a clases, soñaba con el llegar de los domingos, deje los amigos para poder estar a los pies de Cristo; la segunda experiencia fue a inicios de mi juventud preparándome como misionero, y no me refiero al mismo seminario sino aquellos sábados y domingos que iba camino a la iglesia, muy entusiasmado, sin embargo había días grises, pero en el fondo sabía que llegaría recibir consuelo y Palabra de Dios; saben a todas estas experiencias le llamo FE, hambre, sed de Dios y su Palabra. Los milagros ocurrirán en tu vida cuando empieces a ser un hombre o mujer de fe. BASE BIBLIA: Juan. 5:1-18 I. PREPARANDO EL TERRENO PARA RECIBIR EL MILAGRO DE DIOS. Nuestro Señor Jesús estaba camino a Jerusalén, y por allí había una fiesta, y también había un ESTANQUE que se llamaba” Betesda” en este lugar se encontraba una multitud de enfermos, me imagino aquel lugar lleno de personas enfermas, algunos estarían esperando días, dormirían en el lugar esperando aquel gran día donde se movía las aguas y descendía aquel Ángel para que ocurriese el milagro. Ahora nos vamos a enfocar en aquel hombre que no se nos da el nombre pero que se tenía las siguientes características; era un de 38 años, enfermedad “parálisis corporal”, hombre solo no tenía familiares y si lo hubiera lo abandonaron, no tenía amigos y si lo tuviese serian de seguro al igual que él enfermos y en ese entonces sus competidores para recibir el milagro, ahora no solamente era un hombre de edad de 38 años sino que los mismo 38 años estaba postrado en el suelo es decir había nacido en esa condición; no había nadie que lo pudiera ayudar estaba completamente solo. Vamos a contextualizar el pasaje, cada uno de nosotros tenemos una condición distinta a la otra, aquel hombre tenía aquella condición…, y muchos de esos enfermos que esperan aquel milagro de sanidad, tenían condiciones específicas diferentes, algunos de repente tendrían 5, 10, 12… años esperando no lo sé, pero este hombre estaba esperando mucho tiempo (v, 6). Saben a nuestro Señor nunca será movido por la pena o la lastima, Él es movido por la compasión, por su misericordia, por su amor, por la fe, mas solo sabemos que este hombre había esperado mucho tiempo, y que el Señor había puesto su mirada en él, este día estaba marcado para este hombre. Quizá al igual que este hombre estabas esperando tu respuesta por una puerta, para este hombre la respuesta de su sanidad, estaba concentrado en ingresar en aquel estanque, muchas veces de repente lo habría intentado no lo sabemos, no sabemos si este hombre verdaderamente estaría esperando en Dios, o que fue la misericordia de Dios que se movió para él, de algo que, si podemos estar seguros, es que su amor por su creación y por sus hijos son inmensas, incalculables (v, 7).
II. RECIBIENDO EL MILAGRO DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS.
El milagro más grande que podamos recibir en esta vida es la salvación, saben porque se llaman milagros, es aquello que esta fuera del alcance humano, donde usted y yo no lo podríamos alcanzar por nuestra propia cuenta, pero Dios en su eterno amor envió a Jesucristo hace más de 2000 años, para que podamos conocerlo. Aquel hombre estaba conociéndolo por primera vez, a aquel que le daría su sanidad y no solo su sanidad sino su salvación, 38 años habría acontecido para que llegase el día del milagro con la pregunta ¿Quieres ser sano?, el hoy nos pregunta ¿Quieres ser sano? ¿Quieres ser libre?, porque la voluntad de Dios es que seamos sanos, salvos y libres de toda maldición que pueda haber en nuestras vidas. Cuando nosotros salimos de las tinieblas a su luz admirable (1P. 2:9), el enemigo no te aplaudirá ni mucho menos se pondrá contento cuando verdaderamente entregues tu vida a Jesucristo, los obstáculos se levantarán, las dificultades aparentemente acrecentarán, (Mt. 5:11-12). Uno de los obstáculos que empezaron a levantarse eran los religiosos del tiempo de Jesús, importándole más el poder, el dinero, y todo lo material más que a las propias personas y su bienestar. Las razones y motivos que tenían los religiosos para matarle a Jesús, supuestamente era porque se había quebrantado el día de reposo, y la deidad de Cristo. Jesús no solamente sanaba a las personas, sino que los perdonaba sus pecados, y para que pueda haber perdón de pecados tiene que haber salvación.