HOMILETICA I

SERMÓN TESTIMONIAL Y BIOGRÁFICO

 ÍNDICE
SERMÓN TESTIMONIAL...............................................................................................................3

I. Antes de conocer a Jesús (Lucas 15:4)..........................................................................................3

II. Encuentro con Jesús (Hechos 2:21)................................................................................................3

III. Vida en Cristo (Colosenses 3:10; Josué 24:15).................................................................................3

SERMÓN BIOGRÁFICO.................................................................................................................4

I. Su llamado (Mt. 4:18-20; Jn. 1:40-41).............................................................................................4

II. Su caminar (Mt. 16:16-17; Mr. 8:8:29; Lc. 22:31-34; Mr. 14:29; Mt. 26:69-75; Mr. 9:1).........................4

III. Su convicción (Jn. 21:15-19; Hch. 1:15-22; 2:4-36; 3:6; 3:12-26; Jn. 21:19)........................................5
 SERMÓN TESTIMONIAL

Base bíblica: Lucas 19:10

Título: Llegaste justo a tiempo

Tema: Jesús busca al perdido

I. Antes de conocer a Jesús (Lucas 15:4)

Antes de conocer a Cristo mi vida era desordenada, vacía y sin sentido. Tenia una familia totalmente
destruida, en la cual solo eran problemas, gritos y mucho daño emocional. Mis padres separados y
sin una guía solida durante la transición de la niñez a la adolescencia, la cual afecto mi personalidad
en gran manera.

II. Encuentro con Jesús (Hechos 2:21)

Jesús llega en el momento preciso de mi vida, cuando no había ninguna solución humana, cuando
realmente todo estaba destruido. Mi primer encuentro con Jesús fue a la edad de los 7 u 8 años y
nació el interés en mi de conocer esa persona a la cual mi tío oraba. Pero no fue hasta los 13 años
que tuve un encuentro con Jesús y lo declare como mi salvador. A partir de ahí, decidí confiar en él y
poner en sus manos a mi familia y verlo obrar en una restauración total. Aunque no fue de un día para
otro, Dios restauro el matrimonio de mis padres y volvimos a ser una familia en toda la extensión de la
palabra.

III. Vida en Cristo (Colosenses 3:10; Josué 24:15)

Gracias a que Jesús llegó a mi vida, entendí que todo es parte de un plan y propósito. Dios me ha
utilizado para compartir que hay segundas oportunidad y lo que el hombre determina que no puede
ser más, Dios lo restaura y transforma. Gracias a Dios, tengo un concepto verdadero de la familia, del
amor, gozo y la bendición de tener a mis padres. Entendí que el amor verdadero proviene de Dios, y
cuando no tenía a mis padres presentes, comprendí que Dios es mi Padre por excelencia. Dios
restituyo lo que se había perdido, he mirado su poder sobrenatural en la salud, en lo económico y en
lo espiritual, sin duda alguna, mi vida fue transformada, siguen existiendo diferencias, pero ahora
sabemos a quién recurrir y fortalecernos.
 SERMÓN BIOGRÁFICO

Título: La transformación de un hombre

Tema: Profundidades de la vida cristiana

Introducción

Dentro de nuestra vida cristiana tenemos muchos altibajos, no siempre todo esta a nuestro favor.
Siempre existirán buenos tiempos y malos tiempo. Lo importante de ello, no es el tiempo presente
que se vive, sino lo que es transformado en nuestra persona y carácter. Hay un personaje muy
peculiar de la Biblia en el N.T.
Este personaje tiene una vida tan común como la nuestra, pero cuando conoce a Jesús su vida es
transformada, pero no de manera inmediata sino progresiva, en la cual podemos encontrar un gran
ejemplo de las profundidades de la vida cristiana.

I. Su llamado (Mt. 4:18-20; Jn. 1:40-41)

En los siguientes versículos observamos el llamado de Pedro, quien se dice que llegó a
Jesús a través de su hermano Andrés. Simón un simple hombre pescador, del vulgo,
probablemente rezagado dentro de una sociedad exigente, tiene un encuentro con Jesús.
Es aquí donde inicia la transformación de un hombre arrebatado, con un temperamento
probablemente colérico y el cual escucha la voz de Jesús diciendo: no serás más Simón
sino ¨Petros¨ que en el griego significaba piedra. Aquí notamos algo en Jesús, él conoce
todo, lo sabe todo, podemos deducir por tal razón, que Jesús sabia quien era Simón, y
que muy pronto tendría un cambio en cada área de su vida porque sería punta de lanza
para la extensión de reino de Dios. Aunque Jesús nos ama tal y como nosotros llegamos
a él, nos cambia para ser imagen de él y por tanto amor desea transformar nuestras vidas
por completo.

II. Su caminar (Mt. 16:16-17; Mr. 8:8:29; Lc. 22:31-34; Mr. 14:29; Mt. 26:69-75; Mr. 9:1)

La transición de la vida cristiana no es fácil, no es como la regla de 1, 2, y 3 de manera

sistemática. Un claro ejemplo lo tenemos en Pedro, aunque él conoció a Jesús eso no
significaba que ya había aceptado a Jesús o había en él una convicción genuina.
Hoy en día hay muchas personas que tienen un encuentro con Jesús, e incluso pueden
experimentar su poder, pero eso no significa que haya una conversión real. Pedro tuvo
una revelación del cielo, se le fue revelado quien era Jesús, y realmente es
extraordinario, pero en muchas ocasiones Dios nos da revelación con el fin de creer y
afirmarnos en él. La vida de Pedro tuvo altibajos, era uno de los mas mencionado y
quien se atrevió a hacer cosas un tanto fuera de lugar para los demás, pero era una
característica que en su tiempo tendría fruto. El caminar de Pedro ayudo a la formación
de su carácter, tenia que ser pulido, tenia que ser ese barro moldeado por las manos del
mejor alfarero, Jesús. Pedro, estuvo con Jesús, comió con él, miró milagros, los sostuvo
en los tiempos de tempestad, pero aún no era firme, no era esa roca que Jesús quería que
 fuera. Llegan momentos en nuestra vida, que podemos parecer esas rocas fuertes, pero
adentro somos como arena movediza. Una de las cosas que traen consigo una revelación
del corazón de Pedro y donde estaba su mirada, es cuando promete que él no se
escandalizaría cuando Jesús fuera entregado, y vemos a un Pedro que lo negó tres veces,
tres veces negó a su maestro, a quien le dijo que sería esa roca firme.

III. Su convicción (Jn. 21:15-19; Hch. 1:15-22; 2:4-36; 3:6; 3:12-26; Jn. 21:19)

Pese a la negación de Pedro, y a sus muchas faltas, Jesús lo seguía amando. Jesús sabia
que era necesario que Pedro fuera pulido para guiar a su iglesia. Jesús es tan amoroso,
que, sin reclamos, ni nada se vuelve a presentar delante de Pedro. Podemos imaginar a
un Pedro probablemente avergonzado y sin ánimos, sintiendo que todo se había perdido,
que falló a su amado maestro. Pero Jesús con tanto amor le pregunta en 3 ocasiones,
¿Pedro, me amas? Y las primeras dos respuestas fueron, sí, Señor, te amo. Pero cuando
lanza la tercera, Pedro se entristeció, y aquí va lo realmente extraordinario, Jesús le dice:
apacienta mis ovejas, wow, eso es extraordinario, le da esa orden a quien lo negó 3
veces. Esta fue la punta de lanza de Pedro y el inicio de esa roca firme, en Hechos, se
cumple que él seria esa roca, ahora un hombre nuevo, transformado, lleno del Espíritu
Santo. Un hombre que con todo honor hablaba el evangelio, alguien sin letras hablaba
elocuentemente, diciendo aviva voz que Jesús era el hijo de Dios, él salvador y que
solamente a través de él, podían ser salvos. Un Pedro que no tenía dinero, pero tenia lo
más importante, que era el poder de Dios, que con su sombra eran sanados. Un pedro
que entendió, que Jesús murió por todos, y nunca hizo acepción de personas, ese Pedro
no solo fue fundamental en la iglesia primitiva, sino hasta el día de hoy a través de sus
cartas en el Nuevo Testamento, inspirado por el Espíritu Santo, sigue predicando del
Dios vivo.