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EL PLAN DE LA ARGUMENTACIÓN FINAL

Los debates siempre terminan con lo que se denomina el alegato final de las
partes. Alegato final del fiscal y del abogado o abogados defensores. En nuestro
país, a esta etapa se le denomina Alegatos Finales.
Esto, que a muchos le parece un trámite sin importancia, es en realidad un
arte. Un arte que muy pocos dominan y que puede ser tan decisivo como un
delantero centro con hambre de gol. Un arte al que, desde la antigüedad, se le ha
dado una gran importancia, estudiándolo hasta en sus más mínimos detalles.
De acuerdo con el esquema clásico, el informe oral, el alegato final que se expone
ante el tribunal, está dividido en cuatro partes.
1. Exordio
La primera es el exordio, que es cuando se presenta el caso y en el que se hace
un esbozo del problema que hay que resolver, de una forma muy escueta. Los
cánones clásicos aconsejan controlar la vehemencia y la pasión. Aquí hay que ser
fríos.
2. Narración
La segunda parte es la narración, cuyo objetivo consiste en exponer los hechos de
una forma ordenada y cronológica. Los expertos dicen que no sólo no hay que
eludir los hechos negativos que puedan resultar perjudiciales para el acusado,
sino que hay que hacerles frente de forma eficaz para no dar la impresión de que
se han querido obviar debido a su gravedad. Por ello hay que enfocarlos bien
estratégicamente.
En esta fase es donde deben brillar los recursos del orador, para no aburrir a los
oyentes. Es el lugar para las metáforas, las citas literarias o históricas y las
anécdotas que tengan relación con el caso.
3. Argumentación
La tercera parte es la llamada argumentación que, a su vez, se subdivide en dos:
por una parte, hay que demostrar los hechos apoyándose en las pruebas y
aplicando las normas jurídicas al caso, y por otra refutar los hechos, pruebas y
argumentos del contrario. Hay que convencer al tribunal.
Muchos casos se pierden por exceso de argumentación. Convencer es demostrar
lo que no es evidente, porque si es evidente no hay necesidad de demostrarlo.
4. Peroración
La cuarta y última parte es la llamada peroración. Si la peroración está bien
construida debe enlazar con el exordio, con la primera parte. En ella hay que
indicar al tribunal que se ha sido fiel a la palabra dada en la exposición  porque se
ha demostrado todo lo prometido.
En el exordio se recapitula y se hace hincapié en los puntos principales del
informe. Es el momento en el que los grandes oradores, principalmente en los
juicios penales, tratan de convencer y de conmover al tribunal o al jurado popular.
Un alegato final bien planteado puede ganar un juicio
Algo que se refleja perfectamente, por ejemplo, en la película “Algunos hombres
buenos“ (1992), protagonizada por Tom Cruise, Demi Moore y Jack Nicholson.
En el alegato final, escrito por el guionista Aaron Sorkin, el abogado que encarna
Tom Cruise, consigue desmontar toda la estrategia del ejército para encubrir
el asesinato de un marine al sacar de quicio a un soberbio Jack Nicholson,
encarnado al personaje del Coronel Nathan R. Jessup, al preguntarle: ¿Ordenó
usted el Código Rojo?
Cuando el alegato final se hace bien, se asemeja a una sinfonía en directo o una
puesta de sol irrepetible. Es una pieza de arte, algo único y especial que se
desvanece cuando llega a su fin, pero cuyos ecos quedan en el interior de los que
deben decidir.
CARACTERISTICAS DE LA ARGUMENTACION
La argumentación tiene las siguientes características:
Coherencia, toda argumentación es coherente, esto es, se funda en la existencia
de premisas antecedentes, las cuales son capaces de provocar una respuesta o
resolución no absurda, entendiéndose por esta, aquella que no vulnera regla o
principio alguno de la argumentación, ni produce una conclusión contradictoria.
Razonabilidad, toda argumentación no solo debe ser capaz de producir una
conclusión, sino que es conclusión debe ser proporcional al fin que buscan del
mismo modo que es proporcional a los medios empleados para demostrar las
premisas que provocan la consecuencia.
Suficiencia, con la nota de suficiencia lo que se exige de una argumentación es la
pertinencia en las premisas que fundamentan una tesis. Así, pues, una
argumentación debe poseer las premisas (ni más ni menos) capaces de producir
la consecuencia, ya no otras. En el caso que la argumentación considere premisas
no necesarias, estas serían impropias y podrían hacer confusa la argumentación.
Claridad, toda tesis argumentativa debe ser clara. En esto no hace falta decir
demasiado, si un argumento necesita ser interpretado para que sea entendido,
significa que no es claro. La claridad radica, precisamente, en que un argumento
no necesita ser interpretado.
Comunicabilidad, la argumentación es un proceso de comunicación que se da
entre dos o más partes mediante el intercambio de ideas y puntos de vista, por lo
tanto, es una técnica para la comunicación.
Alteridad, la argumentación pretende convencer o persuadir, no es posible
realizar toda la actividad sin no es pensando en función del otro a quien se
pretende convencer; es orientar una determinada conducta en el otro, es decir
intentar generar un cambio en el comportamiento de la persona o personas a
quien se dirige la argumentación para que se adhieran a las propuestas.
Procedimental, porque es un proceso que está constituido por una serie unitaria
de secuencias racionales y con ella se propone a otros a que ingresen a un
proceso racional interactivo o puramente de dialogo. Es una práctica sometida a
reglas, en la que los sujetos se comprometen a respetar ciertas pautas de
comunicación, como se da en el debate.
Gramatical, porque un sujeto cuando argumenta es a través del lenguaje, y sus
reglas gramaticales como son sus elementos, su estructura y significado,
comunica su punto de vista para trata de conocer a otros.

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