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“A PALABRAS NECIAS… OÍDOS SORDOS”

Esta es la frase que la comunidad sorda utiliza para definir a los cientos de candidatos
postulados para representarlos en el Senado de la República o en la Cámara de
Representantes.
En Colombia existen 455.718 personas en condición de sordera según reportes del
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y del Instituto Nacional de
Sordos (INSOR) en el último censo realizado del año 2005.
Según las encuestas aplicadas a la comunidad sorda, por parte de Sin Palabras Café Sordo,
el primer lugar incluyente del país, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y la
impulsadora de proyectos de emprendimiento Masschallenge, el 85% de la comunidad
sorda no sabe votar, a eso sumémosle que quienes los van a representar no los hacen
partícipes de sus propuestas debido a la brecha comunicativa evidente.
La lengua de señas colombiana, es un idioma que pocos colombianos conocen y que otro
tanto lo usa a diario, ¿Qué tan difícil puede ser elegir a alguien para que me represente si
no entiendo lo que me quiere decir?
Es que no podemos tapar el sol con un dedo, en pleno siglo XXI, aquellos a quienes
llamamos el futuro del país dan por hecho que votar es un desperdicio de tiempo. Los
“influencers” o aquellas personas que marcan tendencia en medios digitales (aplicativos
digitales), viralizan videos donde invitan a sus suscriptores a NO VOTAR.
Y luego está el caso de los sordos, quienes en su mayoría no sufragan por carencia de
información; es que las pedagogías en colegios y entidades estatales no están diseñadas
para todo el público. ¿Por qué? Porque el hecho de usted sepa cómo votar, no implica que
personas con otras condiciones sepan hacerlo. Entonces caemos en un círculo donde
damos por hecho que si yo sé, usted debe saber.
Si los futuros representantes le apuestan a la innovación, educación, salud, empleo,
emprendimiento, yo les apuesto a que ninguno, que no esté en condición de sordera se ha
tomado la tarea de generar inclusión.
La idea no es juzgar ni culpar a nadie por no tomar medidas al respecto. Votar es un derecho
que la gente no lo aprovecha por un sinfín de razones y pierde su peso al momento de no
actuar.
Es como cuando le dicen a uno “primero pruebe y si no le gusta, lo puede dejar a un ladito”
si están cansados de seguir bajo los mismos paradigmas los invito a incluir, a pensar en el
prójimo, porque ese voto también cuenta, independiente de su condición, todos somos
Colombia.
Sordos, oyentes, ciegos y colombianos con cualquier condición que los haga
particularmente ejemplares, los invito a votar, por el rojo, el verde, el amarillo o el blanco,
pero voten y no dejen nunca de lado a sus compatriotas. Porque el voto de todos SI
CUENTA.
Por Maria Fernanda Vanegas Vargas

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