Nuestras actividades diarias conllevan un intercambio continuo de mensajes desde un
simple a unos aún más complejos como una reunión importante. El ser humano dispone de dos medios de comunicación fundamentales que son: la palabra y el cuerpo, que bien utilizados hacen posible la expresión de sus ideas de una manera clara y precisa. Con mucha frecuencia le atribuimos a la comunicación el éxito o el fracaso de nuestra actuación en los diferentes papeles que asumimos en la vida diaria. El trabajo, los negocios, la sociedad, la política, los amigos, la familia y el estudio son algunos de los aspectos que nos obligan a emitir mensajes orales y escritos. El lenguaje es el instrumento que nos permite comunicarnos con los demás al enviar y recibir mensajes. Podemos decir que existen dos tipos de comunicación: la verbal y la no verbal. Para ello, la existencia de técnicas acuerda las normas generales que se deben de seguir para la buena comunicación oral, es la forma de expresar sin barreras lo que pensamos, además de esto nos sirve como instrumento para comunicar sujetos externos a él. Se debe tener presente que la expresión oral en diferentes circunstancias es más extensa que la hablada pues necesita más elementos paralingüísticos para terminar su significado final. La comunicación oral tiene la capacidad de utilizar la voz, los gestos y todos los recursos de expresividad de movimientos del hablante. La entonación de la voz, la gesticulación y los movimientos ayudan a interpretar con más exactitud el significado de los mensajes; lo apoyan y complementan. La comunicación escrita sólo utiliza signos lingüísticos para denotar “expresiones” o “estados de ánimo”; tiene una estructura gramatical; por lo tanto, tiende a ser más formal que la hablada. Cuanto más conocimiento haya del lenguaje y su gramática, mayor será la probabilidad de redactar o escribir correctamente Asimismo, una respiración adecuada es fundamental expresar, para el bienestar del orador, para disipar el miedo, para ganar tranquilidad y para el dominio del escenario, Las palabras que emitimos, nuestra voz, es el elemento fundamental para la comunicación verbal, para hablar y transmitir nuestras ideas. La voz es el sonido que produce el aire expelido de los pulmones, al pasar por las cuerdas vocales, además de ellos, el cuerpo constituye a través de las gesticulación, el hablar con el cuerpo es lo que comúnmente, se llama lenguaje corporal, acompañamos la palabra, le damos fuerza, dramatismo y enfatizamos en el mensaje Mientras que mantener, el contacto visual cuando hablamos, es otro elementos que da claridad a la expresión y da seguridad del tema, nos sentimos cómodos en la situación y permanecemos tranquilos; generalmente fijamos el contacto visual con los escuchas de cinco a 10 segundos. Cuando mantenemos el contacto menos de este tiempo, esto indicará al receptor que hay vaguedad de ideas, falta de preparación en el tema o cierto rechazo hacia la situación En la comunicación oral cometemos muchos errores; usamos vocabulario con significados y pronunciación incorrectos; decimos frases incompletas; usamos repeticiones, redundancias, etcétera; sin embargo, para el escucha muchos de ellos pasan inadvertidos, por la rapidez o naturalidad del habla. En la comunicación escrita tratamos de evitar errores de cualquier tipo, ya sea de construcción sintáctica o de ortografía. Las repeticiones y redundancias se hacen notables, así como la escasez o pobreza de vocabulario