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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Bicentenaria de Aragua


Vicerrectorado Académico
Facultad de Salud y Desarrollo Humano
Escuela de Psicología
San Joaquín de Turmero – Edo. Aragua

Facilitador: Integrantes:
Lic. Jesús Reyes Carlig Leon
27.326.511

San Joaquín de Turmero, abril de 2020


El código de ética del psicólogo referente a las distintas áreas del
ejercicio profesional terapia psicológica, docencia y actividades
Forenses.

El Código de Ética Profesional es el instrumento diseñado para facilitar


el cumplimiento y la puesta en práctica del mandato de los Estatutos del
Colegio de Psicólogo/as, en el que se enfatiza la ética como valor central
de la profesión y su ejercicio. Su objetivo general es regular el quehacer
profesional con acento en la propuesta de criterios de acción y conducta.

El alto nivel de desarrollo, consolidación y prestigio alcanzado por


nuestra profesión con el aporte de muchas generaciones de psicólogos/as
en más de 50 años, así como el desarrollo de diversas especialidades en
respuesta a las demandas de la sociedad, nos abre puertas y posibilidades,
y genera por lo mismo mayores exigencias y responsabilidades.

Por ser la psicología una disciplina cuya práctica nos pone


directamente en relación con las personas, es condición ineludible que todo
acto profesional deba realizarse de forma tal que no lesione la dignidad, la
libertad ni la vida de los demás ni la propia, en tanto derechos inalienables
e inviolables del ser humano. Esto supone que su práctica habrá de
sustentarse en conocimientos válidos para el nivel de desarrollo actual de
la psicología y en principios éticos que resguarden tales derechos.

Estos dos aspectos constituyen una totalidad claramente integrada al


momento de asumir que el ejercicio de la práctica profesional es un
quehacer destinado a favorecer el desarrollo humano individual y colectivo.
En ninguna circunstancia se puede descuidar u omitir actuar en tal sentido.
Aunque es de propia responsabilidad del psicólogo/a la actualización de
conocimientos y el acrecentar su capacidad para evaluar moralmente sus
acciones y las condiciones en que se desempeña, constituye un valioso
aporte para sí mismo y la comunidad profesional el vincularse y asociarse
con sus pares a fin de optimizar su desempeño en dichos aspectos;
también lo es procurar trascender con tales intereses en todos los ámbitos
en que se desempeña.
El código de ética profesional del psicólogo venezolano, de acuerdo
a la Federación de Psicólogos Venezolana, está conformado por doce
capítulos y 180 artículos. Su importante objetivo es el cómo establecer y
mantener un comportamiento uniforme y responsable y asegurar un trato
digno y humano, así como también tener una conducta limpia, y como se
trata de un servicio social, debe estar basada en querer hacer el bien para
la comunidad en la cual actúa.

Un código de ética está vinculado a la moral y establece lo permitido


o no, es el respeto a una acción o profesión. Los códigos aunque no
imponen castigos legales es decir, no son coactiva, supone una normativa
interna de cumplimiento. En cuanto al código de ética del profesional
psicólogo su principal objetivo es mantener un comportamiento uniforme y
obligatorio un trato digo y humano así como también tener una conducta
impoluta, y como se trata de un servicio social, debe estar basada en querer
el bien para la comunidad en la cual actúa. Según lo establecido en el
Código de ética profesional, Art 1. “el presente código es obligatorio para
todo profesional psicólogo que ejerza la profesión en el territorio
Venezolano”, en relación al Art 2. “También es obligatorio la ley del ejercicio
de la psicología”.

No obstante, es de vital importancia que los profesionales activos en


el ejercicio de la psicología, se fundamenten bajo valores esenciales, como
lo son; la integridad, la independencia, la libertad, los derechos, la justicia,
la igualdad, generosidad, imparcialidad, objetividad, así como lambien la
cortesía y el respeto mutuo, según lo establecido en los artículos 8 y 22.
Además de esto, el Psicólogo debe prestar atención con igual grado de celo
profesional a todos los consultantes, sea cual sea su nacionalidad, raza,
sexo, edad, credo religioso, ideas políticas o posición social (Art 26).

De esta manera, como se pudo ver anteriormente, el código


constituye diferentes artículos pertinentes a numerosas normas morales y
éticas, en varios ámbitos, destacando otros como es la docencia, la terapia
psicológica y la actividad forense, con la finalidad de expresarse objetivos
tales como el bienestar, la salud, la calidad de vida, la plenitud del desarrollo
de las personas y de los grupos en los distintos ámbitos de la vida individual
y social. Puesto que el psicólogo no es el único que persigue estos
objetivos, es conveniente, y a veces ineludible, la colaboración
interdisciplinar con otros profesionales, sin perjuicio de las competencias y
el saber de cada uno de ellos.

En lo que concierne a los artículos relacionados con las actividades


docentes, llevadas a cabo por los psicólogos estos, están contenidos en el
Capítulo II, “De los Deberes Éticos en el Área de la Docencia”, dicho
capitulo abarca desde el artículo 76 hasta el 84, expresando los deberes
conformados en el ámbito de la docencia psicológica en colegios primarios,
segundarios y universitarios, los deberes y responsabilidades éticas del
psicólogo en los institutos y las estrictas supervisiones que debe hacer con
los estudiantes. Los psicólogos docentes velaran por el estímulo académico
de cada estudiante. A su vez, este capítulo expresa las graves violaciones
de la ética del psicólogo en el área educativa.

Es por esta razón, que los que estén destinados a ejercer en este
campo, están en la obligación de transmitir y difundir al alumno sus
conocimientos y las herramientas necesarias para que puedan
desarrollarse en cada una de las áreas de la carrera de psicología.
Haciendo énfasis en el art. 78 donde indica que el docente en toda
circunstancia debe tener en cuenta que la finalidad de la formación es el
pleno desarrollo de la personalidad de cada alumno para hacerlos aptos
para la vida y para el desarrollo de la democracia.

No olvidando tener una buena conducta para dar ejemplo a cada


alumno que están formando. Resalta la importancia del Psicólogo en la
institución, el cual debe tener igual de condiciones que el resto de los
profesionales, según el artículo 84.

Por otro lado, en relación con el Capítulo IV “De los Deberes Éticos
Frente a las Autoridades Públicas” constituido en cinco (05) artículos que
van desde el artículo 96 al artículo 100, los cuales forman los deberes en
cuanto a su colaboración profesional con las autoridades, en especial con
la Administración de Justicia, sobre todo cuando se le solicite dictámenes,
siendo emitidos de manera objetiva, mostrando puntualidad en los
suministros de información en cualquier Tribunal que tenga que acudir en
el tiempo acordado o estipulado. Es importante mencionar que el Psicólogo
puede contribuir a la colaboración para plantear y buscar soluciones a
cualquier problema que confronte el país. Según el artículo 100.

Participando por ejemplo, ante situaciones como: violencia doméstica,


responsabilidades civiles de daño psíquico, delitos leves o graves entre
otros, por lo que nuestra imparcialidad, efectividad y contundencia del
dictamen psicológico ayuda o apoya a que alguien sea resarcido por daños
psíquicos que le han causado, que se haga justa y equitativa una resolución
de divorcio, que se aclare la calidad de víctima de una persona en un delito,
que los niños vayan a la custodia del padre o madre que le garantizara
salud mental y física, entre otros.

Siendo de vital importancia ejercer la imparcialidad, enmarcado en un


contexto de conflicto social y judicial, las acciones profesionales requieren
una mayor conciencia ética, y reflexión para identificar y entender
situaciones que puedan resultar potencialmente conflictivas, dependientes
o que conlleven estrategias de manipulación por parte del cliente u otras
personas. Consecuentemente, la actuación profesional del psicólogo debe
ser realizada con las debidas garantías éticas y científicas, adaptadas a las
limitaciones recogidas en el código ético, como modo de prevenir y evitar
conductas que sobrepasen los límites de las normas de su ejercicio
profesional.

En última instancia, en el Capítulo V “De los deberes del Psicólogo


para con el Consultante”, que va desde el Articulo 101 al Artículo 131 del
Código de Ética Psicológica, estable los deberes del psicólogos con el
consultante (o la terapia psicológica); estableciendo que se debe mantener
una relación ético–profesional con pacientes, respetando siempre su
posición política, religiosa, condición económica, entre otros, siendo
imprescindible que el psicoterapeuta guarde absoluta confidencialidad y
secreto profesional con sus pacientes. No obstante, este debe reserva el
derecho de consultar con otros colegas o supervisores el material concreto,
omitiendo la identidad de los pacientes, recurriendo al uso y aplicación de
óptimos procedimientos para el goce de una atención idónea, utilizando
operaciones técnicas y científicas adecuadas, respetando y prohibiendo la
exhibición pública de pacientes con condiciones mentales o deficiencias
conductuales.

Así como también, el profesional de la psicología deberá evitar prestar


servicios profesionales cuando lo considere necesario, considerando el
aporte de otras disciplinas cuando el caso lo amerite, evadiendo
involucrarse con trastornos fuera de la practica psicológica, estando en la
obligación de denunciar ante la FPV o Colegio de Psicólogos de Venezuela
cualquier trato indebido (tanto físico como mental) a pacientes.

Para finalizar, es importante mencionar que un Código de Ética ofrece


al profesional de la Psicología un marco y un estímulo para la reflexión,
cuando su trabajo será una evaluación psicológica, porque de la ética pura
parte toda actuación honesta del ser humano. El código de ética por lo tanto
es una guía incuestionable en la cual apoyarse cuando de su trabajo se
trata. Al hacer una evaluación psicológica entran en juego todos los
conocimientos teóricos de la psicología, pero también los humanos, los que
le hacen reconocer al otro como persona y no se trata de seguir ciegamente
una serie de orientaciones como si estuvieran grabadas en piedra, sino de
tener una orientación en la que se delimite el trabajo que se realiza.

Por lo que, se requiere prestar atención a las dimensiones que le


conciernen y se debe estar seguro de que se ha incluido cabalmente su
consentimiento para recabar información confidencial y que se utilizará
estrictamente para llegar a una evaluación de su estado mental y
psicológico, con el fin de servir a sus consultantes con eficacia, con esmero
y diligencia, sin temor a provocar animadversiones o represalias por parte
de autoridades o particulares, alcanzando así el bienestar biopsicosocial
del paciente.

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