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República Bolivariana de Venezuela

Internacionalista Marianny Rosado*

Constituyente para la transformación del Estado


una solución que crezca con el problema y dentro de su complejidad

RESUMEN
El principal producto de la Asamblea Nacional Constituyente, más allá de un
nuevo texto constitucional, deberá estar centrado en la transformación del
Estado y las bases de su sistema económico. El adverso momento político y
económico en que le corresponde actuar, tras una centuria de intervencionismo
extranjero y colaboracionismo interno, se inscribe en las crisis metabólicas del
capitalismo y en contraparte, la creciente necesidad de una transformación que
supere, por la vía del reordenamiento interno, cuatro apremiantes contradicciones:

1) La configuración y vicios del Comercio Exterior Venezolano que garantizan


el sometimiento económico por parte de potencias extranjeras;

2) La falta de correspondencia entre la Constitución de 1999 y las normativas


inferiores, que impide la organización interna, necesaria a la consecución
de los fines nacionales;

3) La vigencia de tratados internacionales sobre doble tributación,


responsables de perpetuar el déficit fiscal estructural, condenándonos a
pagar verdaderos tributos imperiales;

4) La vigencia de tratados internacionales sobre inversión extranjera que


dieron origen al ordenamiento jurídico interno, también vigente, por el cual
se asegura la extracción de la riqueza nacional y se bloquea la acumulación
de capitales nacionales.

El reto de la Revolución Bolivariana, como proceso político popular de avanzada,


es superar tanto la coyuntura histórica, como los factores estructurales que
mediatizan su respuesta ante la imposición de la Pax Americana. De la resolución
a estas contradicciones, depende la irrupción de la República Bolivariana de
Venezuela como potencia antihegemónica, capaz de crear un sistema económico
alternativo al capitalismo, con sus consecuentes alcances internacionales para los
pueblos del mundo.
LA COYUNTURA NACIONAL
El favor que los líderes opositores de derecha, le hicieron a Venezuela durante
este 2017, fue desatar una fuerza hamponil para crear condiciones, para una
intervención extranjera. Las llamadas güarimbas personificaron una épica y una
estética pretendidamente “rebelde” orientada a la manipulación de la opinión
pública global e internacional, con extraordinarias producciones mediáticas. Un
coctel de drogas, armas, dinero y profecías religiosas, se sirvió como funesta
contribución al terror, la incitación a una guerra civil y la desmovilización de las
grandes mayorías que aspiran al desarrollo con justicia social y en paz.

Al lograr captar el descontento generalizado y responsabilizar enteramente al


gobierno por la situación económica, llevó la situación hasta los límites que hoy
conocemos, sin descartar otros escenarios en construcción como:

1) El paramilitar más allá del sistema de contrabando de extracción y control


territorial que actualmente poseen grupos armados colombianos con
presencia en zonas productivas y estratégicas;

2) El mercenario más allá de los focos ya controlados que hemos podido ver a
través de los medios;

3) El de las corporaciones privadas militares y de seguridad que sirven a las


transnacionales y personas de poder, más allá del sicariato selectivo que ha
venido barriendo con líderes bolivarianos de distintos ámbitos; y

4) El militar anunciado con ligereza por Trump recientemente, más allá de los
movimientos de flotas estadounidenses en aguas territoriales y eventuales
sobrevuelos del espacio aéreo venezolano.

Sin embargo, la convocatoria y elección de la Asamblea Nacional Constituyente


dio paso a otra situación de creciente y relativa paz, con una votación masiva para
este tipo de elección, en la que se ha volcado a una masa importante de militantes
y grupos organizados, a articular la reflexión sobre lo que la Asamblea Nacional
Constituyente debe hacer y resolver. Hay grandes esperanzas depositadas en la
capacidad de la ANC para atender la coyuntura aplicando justicia.

En el interior de la nueva ANC, el “chavismo histórico” y la llamada “derecha


endógena”, debatirán sin una oposición de derecha significativa. Al margen están
los candidatos y candidatas no electas, quienes sumaron cerca del 47% de los
votos y que no pertenecen a la maquinaria electoral del partido de gobierno. Este
grupo se identifica con posturas críticas, disruptivas y problematizadoras, se
movilizó convocado a participar en la Constituyente y se abrirá paso impulsado por
sectores disconformes del chavismo como una nueva vanguardia.

Cada sector impulsa propuestas de constitucionalizar programas de gobierno que


requieren ser reconocidos, institucionalizados y protegidos. Los “gazapos” en la
Constitución de 1999 señalados por Chávez, deberán ser parte de la agenda,
puesto que de su reparo, dependen asuntos del mayor interés colectivo. Con todo,
se ha ganado tiempo a la paz y se espera que ese tiempo sea bien aprovechado,
en función del bienestar del pueblo venezolano.

LA COYUNTURA INTERNACIONAL
El conflicto en Venezuela, tiene su origen en los múltiples intereses de una docena
de países sobre la extracción de sus recursos, ocupación y control de su posición
geoestratégica y anulación de la tesis bolivariana como referente de emancipación
para los pueblos del mundo. El principal -pero no el único- actor en el ámbito
internacional, son los EEUU como potencia imperial, cuyo esquema
intervencionista crea:

1) Crisis Alimentaria siendo hoy el principal importador y exportador de


alimentos en el continente, estableciendo el control sobre las variables de la
comercialización (precios, origen de importaciones, destino de
exportaciones, volumen transado, condiciones comerciales, contrabando y
legalización de productos de contrabando, entre otros).
2) Crisis Financiera marcando el precio de la divisa en forma especulativa e
ilegal, presionando el endeudamiento público con el FMI y el BM cuyas
tasas del 35% y condiciones de recortes en programas sociales de
alimentación, salud y educación, son ampliamente conocidas,
3) Crisis Energética certificando reservas de petróleo de esquistos para
afectar el precio del crudo a la baja disminuyendo sustancialmente lo que
representa el 95% del ingreso nacional como lo es ingreso petrolero,
4) Crisis Hídrica controlando por vía de explotación comercial el acceso a un
gran número de fuentes de agua potable del país,
5) Crisis Humanitaria introduciendo financiamiento al terrorismo palpable en el
cambio del patrón de la violencia.
Todas estas operaciones están orientadas a justificar su intervención. Hacia el
interior de los países esto se refleja en violencia, inestabilidad económica,
política, social, militar, conflicto fronterizo, paramilitarismo, separatismo. Hacia
Venezuela, los objetivos centrales son los de mantener y expandir el control de
la economía como parte del plan de restitución de los derechos borbónicos y
del “consorcio” a través de la extracción de renta petrolera y excedentes
económicos, haciendo incapaz a la economía nacional de garantizar la
satisfacción de las necesidades sociales para los venezolanos y venezolanas
de forma estable y permanente.

LO ESTRUCTURAL
Creo que es de suma importancia poner sobre la mesa la contradicción
fundamental del chavismo en el poder: no haber tocado en 18 años y mantener
vigentes, las estructuras jurídicas y las relaciones de capital, que someten la
nación venezolana a la supremacía estadounidense y de sus aliados.

En las bases comiciales que el presidente Maduro leyó públicamente el 23 de


mayo de 2017, hay un numeral copiado de la convocatoria a Constituyente de
1999, que afortunadamente no está en el Decreto 2.830 publicado en la Gaceta
Oficial Extraordinaria 6.295 del 1° de mayo del mismo año. El numeral 11 indica
que:
Una vez instalada la Asamblea Nacional Constituyente, como poder
originario que recoge la soberanía popular, deberá dictar sus estatutos de
funcionamiento teniendo como límite los valores y principios de nuestra
historia republicana, así como el cumplimiento de los tratados
internacionales, acuerdos y compromisos válidamente suscritos por la
República, el carácter progresivo de los derechos fundamentales de los
ciudadanos y ciudadanas y las garantías democráticas dentro del más
absoluto respeto de los compromisos asumidos

De acuerdo con esto, los tratados internacionales son inamovibles, y no solo los
que se han suscrito en materia de Derechos Humanos, todos quedan sujetos a la
misma condición. Quedarían así protegidos de cambios, los de Inversión
Extranjera suscritos con EEUU en 1990 y que dieron origen a un ordenamiento
jurídico interno1 que bloqueó y bloquea las posibilidades del desarrollo nacional
sostenible, sustentable, endógeno y justo. Del mismo modo, no se discutirían los
de Doble Tributación que hemos identificado antes como los principales
responsables de perpetuar el déficit fiscal estructural.

Esta es una barrera paradigmática a superar, puesto que es en los tratados


internacionales, donde se encuentra el piso jurídico de los instrumentos -aún
vigentes- que permiten el desenlace económico que hoy padecemos. El país
funciona con estas leyes, normas, procedimientos, cultura corporativa y modelos
de gestión. Enumeremos brevemente algunos vicios del Comercio Exterior que
impactan el proceso de formación de precios y que son posibles gracias al diseño
de los procesos comerciales y a la corrupción que el mismo genera:

1) Importación hecha por empresas que pertenecen a los mismos


importadores; ficticia a paraísos fiscales; sobrefacturada por proveedores
internacionales que es realidad pertenecen a los mismos importadores
(triangulación); de manufacturas nacionales, llamado Puerta Giratoria
porque sale por un puerto y entra por otro; con carga que es destruida para
cobrar el seguro y justificar una nueva importación, fraudulenta donde se
importa algo distinto a lo declarado o no se importa nada de lo declarado.

2) Exportación fraudulenta por contrabando de extracción a gran escala en


buques (comprada por navieras y sustraída en barcos de bandera
estadounidense), contenedores, por tuberías o por aire, de productos
manufacturados, agrícolas, intermedios, materias primas y ciertos
productos que los venezolanos producimos pero no conocemos; cargas
destinadas al consumo nacional desviadas y compradas en efectivo o
robada por paramilitares; la no repatriación del producto de la exportación
que debería ser del 40% según Convenio Cambiario Nº 27; extracción de
carga importada despachada en aduanas fronterizas preferidas como
puerto de destino (caso Polar: recibe la carga importada de maíz en Ureña).

1
Convenio Cambiario (1990), Régimen de Tratamiento a los Capitales Extranjeros y Sobre Marcas,
Patentes, Licencias y Regalías (1990), Zonas Francas y Puertos Libres (1991), Libre Competencia
(1992), Ley del Banco Central de Venezuela (1992), Evaluación Ambiental de Actividades
Susceptibles de Degradar el Ambiente (1996), Ley de Privatización (1997), Ley Orgánica de
Aduanas sobre los Regímenes de Liberación, Suspensión y Otros Regímenes Aduaneros Especiales
(1999), Ley de Promoción y Protección de Inversiones (1999).
3) Inversión Extranjera y relaciones de capital Funcionarios públicos como
operadores políticos de los grupos de poder, para asegurar el
mantenimiento del sistema; Registro y calificación fraudulenta de Inversión
Extranjera Directa; Capitales golondrina; Fuga de capitales por apropiación
ilegal; Compra de divisas sobrevaluadas; Captar, extraer y legitimar renta
petrolera y excedentes económicos; Escandalosas operaciones de venta de
bolívares en el mercado ilegal exterior; BCV cooptado para los intereses de
la Reserva Federal de EEUU; Se contrae la economía nacional y baja la
producción; Se excluye al país receptor destruyendo la competencia; Crea
un monopolio que le permite manipular precios y aumentar beneficios,
desestimulando el crecimiento local o nacional; Transferencia tecnológica
es obsoleta, atrasada, improductiva o desplaza a masas trabajadoras con
su implementación; Inversión en investigación y desarrollo de la tecnología
transferida se limita exclusivamente al país de origen; Regalías por uso de
patentes extranjeras infladas que abultan las estructuras de costos
elevando los precios.

4) Tributos Privilegios fiscales al capital trasnacional que merma las


posibilidades de recaudación y presiona al endeudamiento externo;
Exenciones fiscales a transnacionales por los 31 Tratados para Evitar la
Doble Tributación y la Evasión Fiscal; Sacrificio fiscal imposible de calcular
por exenciones fiscales otorgadas a transnacionales; Evasión Fiscal tanto
de empresas nacionales y particulares, como de transnacionales; Déficit
estructurado y sacrificio mil millonario en 100 años de historia fiscal desde
inicio de concesiones petroleras2, Identidad e información de
transnacionales y sus operaciones reales protegida por leyes nacionales;
Impuestos a los salarios que desmejoran a los trabajadores y trabajadoras.

5) Bloqueo Productivo Inutilizar u ocupar medios de producción como tierras


que no producen y donde no se permite cultivar, con contratos de alquiler
por 50 años y cánones en dólares; Presupuesto Público comprometido que
no se ejecuta; Miles de Marcas Comerciales ocupadas y sin emplear
productivamente; Obstaculizar o impedir la producción a través de No
2
El no pago de impuestos que, de acuerdo a los contratos petroleros estaba garantizado por 99
años, fue la condición que erosionó la posibilidad de levantar la salud fiscal de la nueva Venezuela
petrolera. Sin una base fiscal a la cual recurrir para el desarrollo de la infraestructura y los servicios
necesarios a la modernización del país y de la misma industria petrolera, se presionó la economía
hacia el empréstito internacional. En la década de 1990, el capital estadounidense, habiendo
controlado la plaza de la inversión -y sus prebendas frente a otros capitales-, dio otra estocada al
futuro del fisco venezolano, presionando la suscripción de 31 Tratados para Evitar la Doble
Tributación y la Evasión Fiscal, que lo único que hacen realmente es garantizar que, además de las
petroleras, las casi 200 transnacionales que operan en nuestro país, no paguen impuestos,
imponiendo así una de las tres escuelas de tributos estadounidenses, en un esfuerzo diplomático,
político y de sometimiento económico que se corresponde con el avance del neoliberalismo,
momento en el cual el capital se blandió como instrumento para fustigar a nuestra economía
precisamente cuando tenía las mejores posibilidades de disponer de recursos para su propio
desarrollo y emancipación.
asignación y/o no liquidación de créditos productivos; captación de talentos
e invenciones; Asignación fraudulenta de fondos para investigación y
becas; Exceso de trámites para acceder a permisos para producir, exportar
e importar insumos; Contradicción entre permisos de importación y
exportación, Certificados de No Producción nacional justifican
importaciones reservadas a grupos de poder, Certificados de No
Producción nacional bloquean producción exportable; Acaparamiento,
encarecimiento y desviación de la producción nacional; Inutilizar u ocupar
servicios turísticos, cupos aéreos, hoteles, cine y espectáculos (todo
aparece copado y a la vez está vacío)

El 1% de la población mundial ya posee el 99% de la riqueza del planeta, pero los


pueblos seguirán en sus luchas por la autodeterminación, así como las
organizaciones para la protección de los derechos humanos, la pachamama y la
biodiversidad; las nuevas tecnologías asociadas al cambio del patrón de consumo
energético seguirán avanzando; otras monedas de referencia internacional para
las transacciones mundiales del comercio están apareciendo en escena; la
economía productiva de las nuevas potencias industriales se disputará mayores
cuotas de mercado y las corrientes de innovación que pujan por abrirse un paso
en el mundo productivo, conquistarán nuevos espacios.

Las condiciones para nuestra actual improductividad no se deben exclusivamente


a factores culturales, organizacionales o a los estilos de liderazgo, consideremos
el reto de transformar las actuales formas administrativas del Estado Venezolano,
para el logro de los objetivos nacionales planteados en la Constitución y en los
Planes Nacionales. Es de vital importancia incorporar al debate constituyente, por
un principio de congruencia y como una capacidad defensiva vital para la Nación,
la adaptación o armonización de todo el estamento jurídico interno y la revisión,
desconocimiento o denuncia y negociación de nuevos acuerdos internacionales en
el marco de la Diplomacia Bolivariana.

*Internacionalista Marianny Rosado Prieto (UCV)


Magíster en Relaciones Internacionales (IAEDEN)
Ex Viceministra de Comercio Exterior

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