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EN LA REPÚBLICA PLATÓNICA
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DOCTRINA 2018 – HÉCTOR AGUER
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Revista del domingo pasado, - las “canciones que llaman las cosas
por su pronombre”. Se refiere a la inclusión de la perspectiva de
género, en virtud de la cual releen y re-cantan los clásicos de los
Beatles o de Elvis Presley quienes “han salido del clóset”; en lugar
de she se puede cantar he, y viceversa.
La realidad musical del ámbito eclesial o eclesiástico puede
ser juzgada no sólo desde una lectura de la Politéia, sino también
de la Constitución sobre la liturgia Sacrosanctum Concilium del
Concilio Ecuménico Vaticano II. El capítulo VI de ese documento
está dedicado a la música sagrada; retomo algunas de sus
afirmaciones. La Iglesia Católica posee un tesoro que se debe
conservar y cultivar con sumo cuidado, fomentando la formación
de scholae cantorum y la enseñanza y la práctica musical en los
seminarios, análogamente a lo que prescribía Platón acerca de los
guardianes de la pólis. Aspiraba el concilio a que se brinde a
compositores y cantores, en especial a los niños, una genuina
educación litúrgica. Mi experiencia pastoral, tanto en Buenos Aires
como en La Plata, me asegura que es factible, y que muchos artistas
están esperando nuestra cercanía, para orientarlos y a la vez para
que aprendamos nosotros de ellos. Se reconoce nuevamente, en el
documento citado, al gregoriano como el canto propio del rito
romano, y al órgano de tubos como el instrumento tradicional,
aunque a este se pueden unir otros instrumentos.
Lo más importante, en la teoría y en la práctica, es el
reconocimiento de que existe un ámbito sagrado, el propio de la
relación con Dios; la música litúrgica ejerce una función
ministerial, cuya finalidad –dice el Concilio- es la gloria de Dios y
la santificación de los fieles. Platón en su propuesta crítica
intentaba salvaguardar lo sacro, la dignidad de los dioses, y el
consiguiente beneficio de los ciudadanos. La solemnidad es una
riqueza, no un obstáculo, sobre todo si se percibe el valor educativo
de la música en la plasmación de una personalidad religiosa.
Paralela a la tradición católica, aunque mucho más breve, existe
una protestante, luterana especialmente, que ha producido obras
bellísimas; lo mismo que se verifica en otras confesiones religiosas.
La cuestión fundamental es, en mi opinión, la distinción entre
sagrado y profano, tanto respecto de la música como de otros
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