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SEGUNDO CICLO
SECUNDARIA
Cuaderno
de actividades
PROYECTO
SABER
HACER
El Cuaderno de actividades Lengua Española 6, del Proyecto SABER HACER,
del Segundo Ciclo de la Educación Secundaria, es una obra colectiva creada, concebida
y diseñada por el equipo de investigaciones pedagógicas de Editorial Santillana, S. A.,
en la República Dominicana, bajo la dirección editorial de CLAUDIA LLIBRE.
Ilustración: Ruddy Núñez, José Amado Polanco, Tulio Matos y Guillermo Pérez.
Ilustración de portada: José Amado Polanco.
Equipo técnico:
• Corrección de estilo: Mirtha González Gutiérrez
• Diseño gráfico: Nayrobis Espinal Tolentino
• Separación de color: José Morales Peralta y César Matías Peguero
Registro Industrial:58-347
Impreso en República Dominicana
Printed in Dominican Republic
Cuaderno
de actividades
PROYECTO
SABER
HACER
2 La elaboración de un informe
Ficha 5. Competencia lectora: Laura me espera
3 Informando la realidad
Ficha 9. Competencia lectora: El barco se hunde 16
Ficha 10. Comprensión lectora 18
Ficha 11. Gramática: Pronombres personales 20
Ficha 12. Ortografía: Uso de la y 21
4 La reseña
Ficha 13. Competencia lectora: La inspiración 22
6 Mundos paralelos
Ficha 21. Competencia lectora: El que siempre
da la razón 34
Ficha 22. Comprensión lectora 36
Ficha 23. Gramática: El sintagma nominal 38
Ficha 24. Ortografía: Uso de la b 39
7 La voz interior
Ficha 25. Competencia lectora: El viaje de Bertha Benz 40
Ficha 26. Comprensión lectora 42
Ficha 27. Gramática: El sintagma verbal 44
Ficha 28. Ortografía: Uso de la v y la b 45
—¿Qué me importan a mí esas historias de al- vando hacia la muerte. Conócela y quizá pue-
fombras, hilos y conocimiento? Yo tengo mis das curarla.
propias necesidades. Si tú puedes satisfacer-
Era tal la angustia del mercader y tan grande
las, entonces, hablaremos de cabras.
su esperanza, que Saíd lo siguió hasta el lecho
—¿Cuáles son tus necesidades? —le preguntó de la joven y se quedó a solas con ella. Enton-
Saíd. ces, ella dijo:
—Necesito un corral donde guardar mis ca- —No sé quién eres, pero siento que quizá
bras de noche, pues se están extraviando por puedas ayudarme. Estoy enamorada de un
los alrededores. Consígueme un corral y lue- carpintero que es así y así, pero temo que mi
go pídeme una o dos cabras. padre no lo apruebe porque es muy pobre.
Así, pues, Saíd partió en busca de un corral. Inmediatamente, Saíd comprendió que ese
Sus averiguaciones lo condujeron hasta un era el carpintero a quien le había pedido que
carpintero, quien le dijo: hiciese el corral para las cabras. Por lo tanto,
fue a buscar al mercader y le dijo:
—Sí, puedo fabricar un corral para la persona
que lo necesita. Pero te podrías haber ahorra- —Tu hija quiere casarse con cierto respetable
do todas esas historias. No tengo ningún inte- carpintero que yo conozco.
rés ni en alfombras ni en conocimiento. Sin
El mercader sintió una gran alegría y alivio,
embargo, tengo un gran deseo. Si me ayudas
pues pensaba que su hija iba a morir, y no le im-
a conseguirlo, fabricaré tu corral.
portó que el carpintero fuera pobre. Inmediata-
—¿Y cuál es tu deseo? —preguntó Saíd. mente estuvo de acuerdo con el casamiento.
—Quiero casarme, pero parece que nadie Entonces, Saíd fue a ver al carpintero para co-
quiere casarse conmigo. Consígueme una es- municarle la noticia. El carpintero, que estaba
posa y te ayudaré. secretamente enamorado de la hija del mer-
cader, construyó como premio el corral para
Desalentado, Saíd se sentó en la plaza del
las cabras.
pueblo sin la menor idea acerca de cómo con-
seguirle una esposa al carpintero. Estaba su- Luego, el vendedor de cabras le dio a Saíd algu-
mergido en sus reflexiones cuando reparó en nos excelentes animales que aquel llevó al pas-
un hombre sentado cerca de él. Tenía el as- tor. El pastor le dio pelo de cabra para la hilan-
pecto de un próspero mercader, pero sus ojos dera, quien le entregó el hilo a Saíd. Entonces,
mostraban sufrimiento. Saíd se sintió conmo- este llevó el hilo al vendedor de alfombras,
vido y, sin saber muy bien por qué, le habló: quien le dio a cambio una alfombra pequeña.
—Por tu mirada, veo que estás en apuros. Yo Por fin, Saíd llevó la pequeña alfombra al sa-
nada tengo. Ni siquiera puedo conseguir un bio sufí, quien le explicó que ahora podía dar-
poco de hilo cuando me hace falta. Pero píde- le conocimiento, pues no hubiera podido lle-
me lo que necesites y haré todo lo que pueda varle la alfombra, a menos que hubiese
para ayudarte. trabajado para los demás y no para sí mismo.
—Sabrás, buen hombre —dijo el mercader—, Cuento tradicional árabe
que tengo una hija muy hermosa. Ella sufre que forma parte de Las mil y una noches
una enfermedad desconocida que la está lle- (fragmento) (anónimo)
1 Completa el esquema.
El pastor
La hilandera
El angustiado mercader:
El sabio mayor:
3 Marca con una la palabra o expresión que puede remplazar aquella que está destacada
en cada uno de los enunciados.
«Un hombre llamado Saíd había sentido en su corazón, desde niño, la necesidad
de adquirir conocimiento».
4 Lee e interpreta.
«…Saíd llevó la pequeña alfombra al sabio sufí, quien le explicó que ahora podía
darle conocimiento, pues no hubiera podido llevarle la alfombra, a menos
que hubiera trabajado para los demás y no para sí mismo».
¿Qué se puede concluir a partir de este párrafo?
5 Consulta y responde.
¿Qué es Las mil y una noches?
vértigo:
óleo:
cartílago:
2 Completa con g o j.
hidró eno electró eno lacrimó eno
pató eno a eno aliení ena
indí ena le ía aler ia
oxí eno ma ia lumbal ia