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TALLER TEORIA DEL DELITO

 
 

TUTOR:

JHON ROBERT ESPINOSA

FECHA:
25/04/2020

 INTEGRANTES:
 
MANUELA QUINTERO PINEDA  
ESTEFANÍA VALDERRAMA HERNÁNDEZ  
NATALIA ROMERO SANCHEZ
 
 

 
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS FORENSES

INSTITUCION UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO DE


ANTIOQUIA.

2020
Con base en el documento LAS MISERIAS DEL PROCESO PENAL, Cuarta reimpresión
por FRANCESCO CARNELUTTI, TRADUCCIÓN DE SANTIAGO SENTIS MELENDO
diga:

1. Diga Por que la Justicia y en el caso en concreto el Derecho Penal ejercida por los
jueces está representada en una toga, y porque aportan solemnidad al mismo?

Según la teoría del documento las Miserias del proceso penal, está ejercida por los jueces
y representada en una toga de uso obligatorio, con el único fin de que su utilidad sea
exclusivamente para la asistencia de audiencias de este mismo campo penal , cabe
resaltar que como regla general y buscando la mejor manera de entendimiento para el
público, se determina que el uso de la toga no pueda verse como una exigencia  aislada
y menos sin justificación o relación con los requerimientos de ese nuevo sistema, que
además permita adaptar ese procedimiento junto con las demás jurisdicciones. Ahora
bien, aporta solemnidad a la ceremonia o celebración de dicha audiencia el uso de la
toga, porque no viola el derecho a la igualdad y del mismo modo el derecho al libre
desarrollo de la personalidad, libertad de conciencia y dignidad humana, ya que el juez
puede administrar justicia con absoluta autodeterminación.

El autor Francisco Carnelutti, en su primer capítulo llamado “La toga” determina que la
toga es una divisa, puesto que argumenta que la vestimenta se convierte en un lema, ya
sea para los jueces, al igual que para un sacerdote, incluso propia de un militar, la divisa
para él es sinónimo de uniforme, quienes ejercitan autoridad, de aquellos sobre los que se
ejercita; en un segundo plano, hace referencia un término a la unión, significativo de
magistrados, como vínculo entre uno y otro para constituir cuerpos colegiados, de igual
manera, habla también de lo que se entiende por acusador y defensor, divididos por fines
específicos, propios de su calidad como sujetos de derecho en el proceso, claro está
siempre y cuando existan las uniones con el fin de alcanzar la justicia. Cabe resaltar que
para Carnelutti hace notar, que el símbolo de solemnidad que ofrece la toga y que
consagra el espíritu de la profesión, no es más que hoy en día para los jueces y juristas
del estado, pero que a la actualidad se ha visto desvirtuado por la falta de civilidad de los
concurrentes a las audiencias y del morbo e irrespeto por parte de los medios de
comunicación, que solo puede ser, por decirlo así, remediado por el rigor de los jueces
para reprimir tal desorden y en tema de la capacidad de los mismos, para corregir dicho
sabotaje al debido proceso.

Ahora bien, en el capítulo IV, llamado el juez y las partes, Carnelutti refiere el estatus del
juez y las partes en el proceso penal de manera progresiva, ubica al juez en el escalón
más alto y a las partes por debajo de él, pues precisa, que este último término hace
referencia a la división, pues de esta misma proviene la parte, puesto que existen
intereses opuestos entre una y otra. Además, el autor hace especial dependencia a que
en una parte se debe coincidir, tener claridad el ser y el no ser, es decir, mientras se es
alguien o algo no se puede ser otro, de lo que resulta que todas las cosas y los hombres
son partes y por lo tanto el juez también lo es. Es precisamente en esta última hipótesis
planteada por el francisco Carnelutti, donde confunde el concepto de juez porque mientras
es hombre también debe estar por encima de ellos, pero la verdadera esencia de esta
concurrencia de calidades en una misma persona es que ser juez no implica la dignidad
exclusiva para juzgar, pues la naturaleza del hombre lo hace imperfecto, implica ser
menos indigno de aquel al que se pretende juzgar. El mismo sistema ha adoptado medios
para garantizar la dignidad del juez, como lo es el juicio colegiado que no importa la suma
de sujetos para alcanzar ducho derecho a la dignidad, sino la mayor capacidad para
juzgar o condenar, por lo tanto, la imparcialidad para realizar su función. Carnelutti explica
y argumenta como conclusión al tema y de manera objetiva, una reflexión en este capítulo
en la que manifiesta que un juez más que conocer el derecho y otras ciencias, debe
conocer al hombre, al más bueno y al peor, solo así aprenderá a distinguirlos.

2. El artículo 94 de la ley 1098 del año 2006, trae consigo la prohibición de poner
esposas o grilletes a los menores de edad que han cometido delitos (leer el artículo), con
base en el documento, las esposas; “también las esposas son un emblema del derecho;
quizá, pensándolo bien, el más auténtico de sus emblemas, todavía más expresivo que la
balanza y la espada. Es necesario que el derecho nos sujete las manos”. Que
razonamiento le merece ello a la luz de los artículos 4, 5,6,7, y 8 dela ley 599 de 2000.

El artículo 94 de la ley 1098 del año 2006, trae consigo la prohibición de poner esposas o
grilletes a los menores de edad que han cometido delitos (leer el artículo), con base en el
documento, las esposas; “también las esposas son un emblema del derecho; quizá,
pensándolo bien, el más auténtico de sus emblemas, todavía más expresivo que la
balanza y la espada. Es necesario que el derecho nos sujete las manos”. Que
razonamiento le merece ello a la luz de los artículos 4, 5, 6,7, y 8 de la ley 599 de 2000.
Según el artículo 94 de la ley 1098 del año 2006 del código de infancia y adolescencia
menciona lo siguiente “Se prohíbe la conducción de niños, niñas y adolescentes mediante
la utilización de esposas o cualquier otro medio que atente contra su dignidad.
Igualmente se prohíbe el uso de armas para impedir o conjurar la evasión del niño, niña o
adolescente que es conducido ante autoridad competente, salvo que sea necesario para
proteger la integridad física del encargado de su conducción ante la amenaza de un
peligro grave e inminente.
La infracción a esta disposición será causal de mala conducta.”
Mencionado lo anterior y este párrafo, “también las esposas son un emblema del derecho;
quizá, pensándolo bien, el más auténtico de sus emblemas, todavía más expresivo que la
balanza y la espada. Es necesario que el derecho nos sujete las manos”.
Precedente a lo ya aludido, es necesario exponer que las esposas o grilletes para
nosotras no son el emblema del derecho, más bien son un símbolo del derecho penal,
que sería de la fuerza, de la coerción, de cuando el imputado pasa a ser condenado, por
ende más que el emblema del derecho, es el vigor con el que se pueden utilizar las
esposas para dominar e imponer. Empezando con esto, primero a diferenciar que el
derecho tiene que ser imparcial, por esto a la luz de los artículos 4 Funciones de la pena,
5 Funciones de la medida de seguridad, 6 Legalidad, 7 Igualdad, y 8 Prohibición de doble
incriminación, de la ley 599 de 2000; primero que todo tendríamos que partir conforme a
estos artículos de que la premisa y el principio de que todas las personas son inocentes
hasta que no se demuestre lo contrario, entonces unas esposas no representarían el
derecho, pero si la balanza, como insignia de la Justicia que lleva en su mano izquierda la
balanza, símbolo de la equidad, de representar la igualdad con que la Justicia trata a
todos y en la derecha la espalda, el símbolo de la fuerza para imponer sus decisiones y el
poder de hacer cumplirlas, sin trasgredir la dignidad del ser humano. Por el contrario las
esposas serian ya cuando a la persona se le demuestra la responsabilidad y se le
desvirtúa la presunción de inocencia, resaltando que los anteriores artículos como normas
rectoras de la ley penal colombiana son garantes de un debido proceso, enunciando
primordialmente dos artículos, los cuales aglomeran todo lo ya antes expuesto; el artículo
6 de la legalidad, el cual nos indica que la conducta que está siendo investigada si emerja
dentro de la tipificación del código, teniendo en cuenta que quienes tienen la potestad de
tomar una decisión son los jueces, los cuales son neutros, son los representantes del
pueblo tanto para el ente acusatorio, como para la defensoría; y el articulo 7,
proporcionando las Condiciones o circunstancia entre las partes uniformemente y así
tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma, para el cumplimiento tanto
de deberes como derechos.

3. Cual es la función de ustedes como futuros abogados a la luz del artículo 29 de la


Constitución Política de Colombia y los artículos 118 al 125 la ley 906 de 2004.

En primera instancia, creemos que, como estudiantes del derecho y futuros abogados,
debemos comprender y conocer los conceptos de razonamiento o intelecto, también
afianzarnos con cualidades precisas , bien sea la creatividad, innovación, y así mantener
en funcionamiento y constante cambio nuestro pensamiento a convenir, puesto que el de
nosotros como futuros servidores públicos al estado, debe ser un pensamiento distinto al
de una persona individual del común, no está de más resaltar que se debe poseer un
control en sí mismos de manera emocional, para de esta forma poder actuar siempre de
modo correcto, y así poder enfrentar a este amplio sistema de normas y pautas de
comportamientos; Sin embargo, tenemos en claro que respecto al acercamiento con
nuestros futuros clientes, siempre debe ser en forma de ayudar, de aportar de una u otra
manera tranquilidad a esta persona que está creyendo en nosotros, además en tema
puntual, frente a lo que se expresa en amistad del abogado y el cliente ,personalmente
creemos que si pueda existir dicha amistad, pero con determinaciones y ciertas
rigurosidades, para evitar malos entendidos y problemas legales.
Debidamente acerca de los artículos 29, 118 al 125 la ley 906 de 2004, como principio
fundamental, llegamos a la conclusión de que, como se juega tanto ese papel principal de
supremacía, y en ciertos artículos nos hacen referencia a las rigurosidades establecidas,
por el código procesal penal, frente al tema de lecciones personales culposas en el
artículo 118 y como un seguimiento hasta el artículo 125, más sin embargo en el artículo
29 de la constitución política de Colombia ,se hace referencia a que, el debido proceso se
aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado
sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal
competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En el
capítulo III, llamado “Los abogados”, el autor hace alusión a que nosotros en posición
como futuros abogados, tenemos especialmente, La función de socorrer al cliente, a aquel
que solicita nuestra protección, pero socorrer implica satisfacer la necesidad espiritual del
preso, ósea aquella que nace del desprecio de los demás en razón de su conducta, de
aquella que lo expropio de la amistad de otros y por la que requiere la de su protección.
Dice el autor que la forma elemental de esta ayuda o apoyo, es con el objetivo principal de
que exista la alianza entre querer y poder de hacer la voluntad, sin alterar el debido
proceso acusatorio y que, a su vez, se convierta en la raíz de primera instancia de la
abogacía. La esencia del abogado es saberse compañero del preso, colocarse a su lado y
soportar con él el desprecio de la gente, e incluso luchar contra la desconfianza y la
sospecha del delincuente, y pedir al juez por él, porque solo a través de su auxilio, el
abogado puede encontrar la satisfacción de su profesión o en términos mejores, el
beneficio de luchar al lado de aquellos que se encuentran en el último lugar de la escala
de los necesitados.
Cabe distinguir que en capitulo VII, llamado “El juez y el imputado”, se aborda que el juez
es uno de los sujetos de derecho, en donde el proceso penal, debe reconstruir los hechos.
Para ello, el juzgador se impone y debe investigar no solo los aspectos externos de la
conducta del imputado, si no, también que el abogado y juez, tiene el deber de acudir a la
mente del mismo, para de esta manera poder evaluar su intención, si bien es cierto, que
solo a través de su conducta se puede juzgar su intención, también lo es, esa dicha mala
conducta, no solo se refiere a la acción que le otorgo la calidad de imputado, sino a la
conducta de su historia individual, y así lo confirma la legislación penal que impone la
obligación al juez de evaluar la conducta previa al delito y la vida del culpado, la conducta
posterior, ósea sus condiciones de vida individual, social y familiar , no es más que un
reflejo para el juzgador,; Sin embargo, se deja en claro que debe entrevistarse con el
imputado, verse cara a cara , para lograr un efecto, bien sea de que él mismo le cuente al
juez su historia para que posteriormente éste verifique tal relato y evalué, sin duda alguna
esto no sucede porque el juzgador no tiene ni la paciencia ni el tiempo para escuchar al
imputado, ni el imputado la confianza y sinceridad para relatar. Por esta razón,
últimamente se ha utilizado el auxilio y además de fundamental apoyo por parte de un
psicólogo para realizar la tarea, no obstante, mientras no haya la confianza que puede
ofrecer la amistad, este medio seguirá siendo ineficaz en el proceso. El autor, deduce que
queda respetar el trabajo de los jueces, aunque tales historias sean incompletas y aunque
no puedan evaluarse las circunstancias posteriores al delito, que podrían poner de
manifiesto la conversión del delincuente.

4. Cual según michel foucaul ha sido la evolución de las penas con base en el
fundamento Ius-filosófico del Derecho Penal con los artículos 4 de la ley 599 del 2000, y el
cuerpo de los condenados en su libro vigilar y castigar pp 11-37?

A lo largo de la historia el concepto de pena ha sufrido una transformación con respecto a


la sanción física, pero en su esencia continúa teniendo el mismo objetivo en cuanto a que
es el recurso que utiliza el estado para limitar o restringir algunos derechos personales de
un sujeto a consecuencia de ser responsable de la comisión de una conducta punible.
El funcionamiento de la pena debe ser analizado según algunos autores desde la
estructura política y económica acogida por un estado en determinada época. Cuando el
poder estaba centralizado en las manos del rey, el mismo poseía el poder sobre la vida y
la muerte por lo tanto estaba en su mandato determinar el tipo pena por la conducta que
alguna persona hubiese cometido. Las penas estaban principalmente determinadas por
algún tipo de castigo sobre el cuerpo en frente de toda población, como por ejemplo la
lapidación, la rueda, garrote, la hoguera, humillación pública etc, lo anterior con el fin de
aplicar mayor sufrimiento al condenado
A mediados del siglo XVIII el procedimiento por medio del cual se llegaba a la pena
correspondiente o adecuada, carecía de un proceso informativo y de juicio, en el cual se
admitía la tortura como mejor instrumento para obtener la verdad y la confesión como
prueba de culpabilidad. Según lo anterior el cumplimiento de la sentencia se focalizaba en
el grado de tortura y desmanes que podría sufrir una persona. Como por ejemplo en
Francia alrededor del año 1791 en su código se estableció que “a todo condenado a
muerte se le cortará la cabeza”, y que de acuerdo a este articulo los delitos del mismo
género se castigarían con el mismo género de pena, cualesquiera que sean la categoría y
el estado del culpable. Durante este siglo permanecían multiplicidad de penas como
castigo a una conducta no permitida; la horca y la guillotina, mecanismos que moral y
filosóficamente exponen un suplicio más aterrador que quitarle la vida a un ser humano.
La pena de muerte ha sido parte de los sistemas penales desde el principio de la
existencia de los mismos y se define como un medio de castigo que conllevaba menos
sufrimiento, evitaba una marca como delincuente, menos ataques sucesivos, una muerte
que duraba solo unos instantes y finalmente una ejecución que en si afecta la vida más
que al cuerpo.
Durante el siglo XIX se comenzaron a implementar nuevas reformas políticas y judiciales
para abolir los procedimientos de castigos implementados en el antiguo régimen. En
algunos países comienza a desaparecer la ceremonia en público de la aplicación de la
pena, las torturas con animales, los condenados realizando recorridos en frente de la
multitud con las manos atadas, vestidos con ropa distintiva, expuestos a burlas, golpes y
críticas, que convertían el cumplimiento de la pena en algo más teatral que un castigo
verdadero. A consecuencia de lo anterior se inicia a identificar un estilo penal
determinado y una sobriedad punitiva, basada en la economía del castigo, la redacción de
nuevos códigos para unificar el sistema penal de la época, la adopción de un jurado
explícito y la imposición de nuevas reglas unificadas de procedimiento con respecto a la
pena con un carácter correctivo permitiendo modular los diferentes tipos de castigos.
El ideal de justicia comienza a cambiar, la pena trataba de ser un poco más oculta con
respecto a los castigos disminuyendo el dolor al cuerpo y convirtiendo al culpable en un
objeto con menor trascendencia en la represión penal. Además, debido a que la pena
representaba con sus múltiples castigos actos de violencia, a la luz del fundamento Ius-
Filosofico del derecho no tenía razón de ser, debido a que la violencia entonces se
convertiría en una crítica que envolvía al verdugo y al condenado, y en una contravención
del uso racional del castigo.
A finales de este siglo surge el verdadero auge de las prisiones con las cuales se
pretendía que el castigo tuviese una mejor intención final enfocada en tanto corregir e
forma positiva las conductas realizadas, causar vergüenza en el condenado al
imponérsele un castigo, reformar el responsable y curar su alma. Los médicos, los
educadores, los psiquiatras y demás personas intervinientes cumplían un papel
importante en relación al hecho de garantizar el buen trato a los prisioneros y establecían
las garantías para vigilar su salud física y mental.
A consecuencia de lo anterior surgen una “nueva moral propia del acto de castigar” que
también posibilita nuevas formas de imponer las penas previstas para el acusado
En el siglo XX la modernización de los sistemas penales en base a las penas previstas
para los delincuentes, ha sido un proceso de multiplicidad de nuevas características en
relación a los anteriores tiempos, como por ejemplo el condenado ya no tiene que ser
visto en público para recibir la pena ejemplificada en un castigo dirigidos por la lectura de
su sentencia. La pena es de carácter diferenciador en cada uno de los delitos cometidos,
no se castiga en igualdad por un delito de homicidio y un delito de hurto. También la
economía interna del suplicio, que plantean algunas situaciones según las cuales la pena
puede modificarse abreviarse, prolongarse y en cuanto a las medidas de seguridad que
acompañan la pena, también varían como interdicción de residencia, libertad vigilada,
tutela penal, tratamiento médico obligatorio, las mismas destinadas a controlar el
individuo, neutralizar su peligrosidad y cambiar su disposición delictuosa.
Sin embargo la imposición de una pena se ha convertido en algo paradójico ya que en
parte la ejecución dejo de ser un espectáculo teatral, para convertirse en un secreto entre
la justica y el sentenciado, del mismo modo, la acción de castigo sobre el cuerpo, continua
vigente en cierto sentido debido a que las personas en prisión son sometidas en algunas
ocasiones a trabajos forzosos, están totalmente privadas de la libertad, poseen un
racionamiento alimenticio, sexual, sufren lesiones (golpes, puñaladas) que en cierta
medida igualmente comprenden cierta utilización negativa del cuerpo humano.
Actualmente con respecto a los jueces su persona explícitamente no solamente cumple la
función de juzgar y sentenciar la ejecución de la pena, también existen jueces paralelos,
profesionales expertos en psiquiatría, psicología, medicina, educación, magistrados de la
aplicación de penas que se dividen el poder legal de castigar, pueden influenciar para que
el juez tome la decisión final de cuál es la pena adecuada de acuerdo al delito que se
cometió.
Según el artículo 4 de la ley 599 de 200 que se refiere a las Funciones de la pena
relacionada con el libro de Vigilar y Castigar, evidencian que en la antigüedad no existían
este tipo de consideraciones y derechos hacia la persona condenada, solo se enfocaban
en castigar y torturar desmesuradamente. Actualmente se afirman que la pena cumple
multiplicidad de funciones, no consiste solamente en el hecho de castigar negativamente
(reprimir, impedir, excluir, suprimir) de alguna u otra forma al culpable, sino que también
se deben generar efectos positivos, principalmente brindar protección y salvaguardar el
bienestar del condenado, prever que no se vuelva a cometer los mismo u otros delitos,
que la pena impuesta sea una retribución justa para la contraparte y  que el sentenciado
tenga de alguna u otra forma la posibilidad de reinserción social durante y después de su
condena.

5. Porque se debe obedecer el derecho y como se puede hacer resistencia civil desde
las carceles?

La obediencia del derecho radica principalmente en obtener y determinar un equilibrio en


la sociedad para lograr el bien común, a partir de la igualdad de derechos y obligaciones
que poseen todas las personas. Los seres humanos requieren la autoridad para regular y
guiar sus propias conductas, es en tanto cumplir con la normatividad y los lineamientos
justos para que exista un equilibrio adecuado entre lo que se puede hacer, se debe
ejecutar y la limitación que existe para realizar cada una de estas actividades. Según lo
anterior la normalidad consiste en obedecer el derecho, pero en algunas situaciones este
derecho no presupone que deba ser obedecido ya que, debido a multiplicidad de
pensamientos, corrientes, críticas y demás, el derecho no actua como un ente justo y la
normatividad que lo regula no garantiza, el bienestar de ciertas poblaciones. Por lo tanto,
se direcciona en cierta manera a no ser obedecido, tomando diferentes posiciones para
refutar, combatir, reclamar y demás conceptos que vayan en contra del derecho.

Según lo anterior una de tantas formas para contrarrestar la situación mencionada por
medio de un mecanismo llamado la resistencia civil definida como un tipo de acción
política basada en estrategias y métodos que no conllevan a la violencia y se direccionan
a no continuar obedeciendo respecto a un poder o un orden institucional. Siendo un
ejemplo actual la situación de las prisiones, en las cuales claramente se evidencian
diferentes situaciones que están en contra de la normatividad, como lo es el
hacinamiento, la reducción y falta de alimentación, seguridad, espacios de trabajo,
educación, ausencia de una correcta atención médica y servicios sociales, procesos
judiciales indebidos y todo tipo de violación a los derechos humano. La resistencia civil
desde las cárceles puede realizarse de diferentes formas:

 Huelgas de hambre masivas para requerir mejoras en el sistema carcelario.


 Promover actividades de enseñanza- aprendizaje para conocer la norma, los
procesos democráticos, sus derechos y deberes.
 Manifestaciones y protestas pacíficas con el fin de regular y vigilar los procesos
penitenciarios.
 Enviar a las personas pertinentes que divulguen información sobre documentación
como videos, cartas de oposición o apoyo, declaraciones de acusación en los cuales
informen sus quejas, reclamos y estado desmejorado de su situación carcelaria.

CONCLUSIONES

 El derecho penal, cumple con funciones específicas, la principal de ellas, es castigar a


las personas individuales por algún delito cometido y tratar de solventar situaciones que
se van dando en el diario vivir, pues nadie esta excepto de cometer y pagar una
respectiva condena o multa, que equivale y se asemeja en la gran mayoría de los casos
a la acción cometida, (Se determina que las penas, son aquellas que se imponen a un
tribunal sobre el delito que un sujeto activo allá cometido).

 El delito como figura principal en el Derecho Penal, se determina, que es la que le da


contenido a éste mismo, pues su único objetivo principal a materia de estudio y con
todas las características que en el mismo abarca, un claro ejemplo de ello, la seguridad
ciudadana y la privacidad, Se refiere al sostenimiento del orden público, la protección de
los ciudadanos y sus hogares, de esta forma apoyado en la organización de las
comunidades, asegurando el pacífico disfrute de las garantías y derechos que se tienen
como sociedad.

 Concluyendo con la importancia de reconocer y proteger las leyes colombianas como


parte del ordenamiento jurídico, ya que son garantes de unas normas reguladoras del
poder punitivo del estado, con el fin de velar por la protección de los bienes jurídicos
fundamentales tanto de los individuos como de la sociedad, por medio de sanciones que
establecen penas y medidas de seguridad, actuando como instrumento de control para
un orden social.

 Las personas que se encuentran privadas de su libertad en los respectivos centros


carcelarios poseen un conjunto de derechos que deben ser preservados y respetados,
como lo son el derecho a la vida, trato digno, educación, a la posibilidad de trabajar,
comunicarse con otras personas y demás legalidades que proporcionen una
permanencia digna en los centros carcelarios. Sin embargo, cuando este tipo de
normatividades no se cumplen por diversas cuestiones, existe la posibilidad de acudir
la resistencia civil, el cual es uno de los métodos más eficaces y trascendentes como
forma de protesta pacífica ante las diversas irregularidades y violación a los derechos
humanos, el mismo puede alcanzar grandes logros en cuanto a las pretensiones y
distintas reclamaciones que poseen estas personas.

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