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ANALIS DEL LIBRO CÓMO SE HACE UN PROCESO DE FRANCESCO

CARNELUTTI

Rojas Latorre, Natalia Alexandra

Inicialmente en este libro según el criterio del autor, encontramos que el proceso, es

un suceso desencadenado de eventos y hechos, ocurridos en el tiempo que conllevan a un

resultado. Vemos que desde siempre el proceso ha sido de interés de la sociedad, pero

como en la actualidad ha llegado a su máximo grado de exaltación, esto por la búsqueda

permanente de la diversión y la presencia del drama en sus vidas, para de esa manera evadir

su vida misma e identificarse con el actor.

Pero en realidad si no conocen las reglas del proceso, no se va a entender, como si

las reglas eran justas o no, la diferencia es que, si no son justas en un escenario de ficción,

como una pelea de boxeo, no ocurriría nada trágico, en cambio en la corte lo que se ponía

verdaderamente en juego era la vida. Por lo que Carnelutti (2007) enmarca que estas reglas

no tienen otro fin más que “garantizar la victoria a quien la merezca” (pág. 5), en ultimas el

cumplimiento de las normas en materia procesal, corresponden a una consecuencia y a una

decisión que es de diferentes maneras articulada a ese ideal de justicia, para resolver el

litigio.

Con todo lo anterior, podemos decir que las actuaciones son el corazón y el drama

del proceso, ese también llamado conflicto entre guerra y paz, nos deja pensar que la

subrogación de la guerra, es una manera de domesticarla. Es decir, que, al haber guerra, se

hace necesaria la idealización de la paz.

Estudiante de derecho, tercer semestre; extensión Aguazul, UPTC. Asignatura: Teoría General del
Proceso, orientada por: Luis Fernando Pinzón Bayona.
El justificar el ideal de justicia y tomar un proceso para dirimir un conflicto, es un

pensamiento mucho más civilizado y evolucionado, a lo que se pretende hacer valer por

parte del autor, es aquí donde se establece el llamado juego del proceso, que simplemente

es el poder indicar como se va a desarrollar en si el conflicto o postura, por parte de uno

hacia otro, es aquí donde que hay un tercero que logre buscar ese ideal o aquello que vamos

a conocer por integración o imparcialidad del juez. Se afirma entonces, por parte del autor,

que este no es un concepto de vencer o ganar, ni de parte ganadora y parte vencedora, sino

que es una relacion equitativa, entre poder vencer y tener esa razón determinada, para

invertir lo que se pretende aducir por parte de un accionante, en ultimas se da que, el que

tiene razón es el que vence.

Desde el punto de vista del pensamiento del autor, este pretendía explicar de manera

concreta el estudio y las partes que generalmente se constituyen como elementos esenciales

y elementos mínimos para esa recta administración de justicia; desde ese punto de vista

pues ese estudio de leyes que comprenden en si el proceso y las fases que lo constituyen,

deben tener en cuenta principalmente, la clasificación concreta de un proceso. Para el autor,

en ese momento se enfoca la existencia del litigio y se aborda en las áreas sobresalientes de

épocas antiguas respecto a lo que hoy en día vivimos, como es, por ejemplo, tomar de

referente el proceso penal y el proceso civil por excelencia, se da esa llamada función de

guerra, por lo que se recalca ese ideal de acudir al juez para no acudir a las armas.

Se hace necesario verificar las diferencias de cada una de las áreas del derecho, en el

caso concreto, el referente del proceso penal y el proceso civil, desde ese punto de vista se

puede llegar a interpretar de muchas maneras, la existencia de las actuaciones judiciales y

como constituyen de una u otra manera el concepto de no poner en riesgo la propiedad o la


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Proceso, orientada por: Luis Fernando Pinzón Bayona.
libertad; si nos vamos a verificar otros aspectos subjetivos respecto al proceso, se encuentra

ciertas formalidades, cuando se habla de que el público tiende a ver el proceso sin cierta

interiorización que pueda beneficiar el goce de la misma, lo cual es lógico porque al

integrar todas las personas en común sobre lo que implica el proceso, no es fácil y más aún

porque no se les va a vender esa pasión de constituir habilidades y técnicas en un proceso,

lo que da pie para pensar muchas cosas respecto a esa esencia, de lo que sí implicaría

posteriormente llegar a juicio, entonces es ahí donde el autor, de acuerdo al estudio del

libro que habla principalmente del tema penal, propone en su esencia la idea de poder

penar, sancionar o castigar los delitos que son objeto de perturbación en la sociedad, por

eso ese llamado gozo, que se le atribuye al proceso. Dado esto entramos a pensar desde el

punto de vista subjetivo ese ideal de poder constituir procesos y corresponder en la justicia

para quien se vea vulnerado, también para que se pueda establecer ese llamado proceso de

interiorización respecto a lo que implica en sí este derecho de goce.

El autor en lo respecta a la clasificación del derecho penal, menciona que la esencia

en juicio va a sugerir de diferentes formas la idea de lo que se puede llegar a castigar o

sancionar como pena, por lo que como antes mencionamos, se castigaba o sancionaban

aquellos delitos que perturbaran el orden social, e incluso igualmente las controversias que

se generaran respecto a la idea de poder penar o sancionar a las personas para no volver a

hablar de reincidencia, en ese caso se da en si poder establecer ese llamado gozo del

proceso. Entra aquí el autor a explicar es clasificación que implica diferencias en la

posibilidad de abordar en sí el estudio que él hace respecto del proceso penal, cual tiene dos

fases que en términos mas utilizados se conocen generalmente como instrucción y debate,

estas sirven no solamente para castigar sino también para saber si realmente se debe

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castigar y no correr el riesgo de penalizar a inocentes. También es importante pensar que no

solamente el proceso penal, es el ultimo recurso, si nos vamos a analizar la otra

clasificación del proceso, encontramos el proceso civil, este es llamado civil porque se

realiza entre hombres, dotados de civilidad, en ultimas frente a lo que se conoce como

litigio, generalmente es un desacuerdo lo que lleva casi siempre a conflictos de intereses e

intervienen siempre con el fin de evitar una guerra entre las partes. En comparación de lo

que es el proceso penal y el proceso civil, surgen diferencias, entre lo que es un delito y

posteriormente un proceso, en este caso seria enfocado directamente a otras áreas del

derecho, pero pues en lo particular siempre como lo trata de distinguir el autor es al proceso

civil por naturaleza, a la expresión e identificación de la litis y a describir al funcionario

judicial competente que sería el juez, quien es él que siempre tiene juicio para saber juzgar

a los demás , ahí es donde se integra la justicia en cabeza de los jueces y la soberanía en

cabeza del estado y se concluye que si se expone una acción esta debe estar dirigida al más

idóneo de todos que es el juez que cuenta y goza de capacidad de imparcialidad.

Ahora refiriéndonos a las partes, el autor enmarca que el juez es soberano, por lo

que está sobre las partes, ahora mismo esto no se ve de esta manera, sigue siendo el juez

quien tiene la facultad de juzgar, pero no está sobre las partes. Estas se nombran de esa

manera porque son una división, de la cual nace el delito, ya que no habría litigio ni delitos,

si los hombres no se dividieran. Cuando del proceso civil se trata, encontramos que las

partes siempre serán dos y el juez no puede darle la razón a uno y negársela al otro; en

cambio, en el proceso penal el juicio solo corresponde al imputado; en el fondo del delito

encontramos a quien actúa y a quien sufre por la acción, o sea un ofensor y un ofensivo,

pero cuando de litigio se trata encontramos a quien pretende y a quien se resiste a dicha

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pretensión; en el caso del proceso penal la parte ofendida o agredida no comparece como

parte, ya que quien ha cometido el delito no solo debe ser juzgado, sino que debe restituir

los daños al agredido, este procedimiento se da una vez que el juez haya hecho una

imputación, lo que quiere decir que se demuestre que el sujeto es culpable del delito.

Retomando las partes del proceso civil, estas dos tendrán por nombre actor y demandado,

siendo el actor quien convoque el juicio y el demandado sobre quien recae, estos pueden ser

hombres, aunque no sean personas, o personas, aunque no sean hombres; en el caso penal el

imputado, se da por decisión del juez como antes mencionamos, por medio de la

impugnación, el imputado puede ser un hombre siempre que sea una persona,

“se dan hombres a los cuales no se les reconoce la personalidad; puesto que el

reconocimiento de la personalidad ocurre mediante la atribución de la capacidad

jurídica, se los llama incapaces, como los infantes y los enfermos mentales. Pero

cuando puede darse también la situación inversa, o sea el reconocimiento de la

personalidad no ya a hombres, sino a grupos de hombres que son considerados por

el derecho como un solo hombre, y en tal caso, en el lenguaje jurídico corriente se

habla de personas jurídicas en lugar de personas físicas” (Carnelutti, 2007, pág. 47)

Este concepto esta doblemente limitado, encontramos que no pueden ser imputados,

los menores de nueve años, los enfermos mentales y las personas jurídicas; en cambio estos

actores si se pueden ver involucrados en un proceso civil, ya que puede que no cometan un

delito, pero si se pueden ver envueltos en procesos como herencias, deudas o contratos en

caso de una persona jurídica.

Ahora bien, se expresa la eficacia del juicio pronunciado, con la formula de cosa

juzgada, lo que quiere decir que una vez la cosa es juzgada no hay retroceso, ya que la ley
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establece que el juez no se puede equivocar. Aparece entonces el sentido de la palabra

parte, el juez frente a estas representa un todo, entre estas se pueden contradecir, pero no

pueden contradecir al juez.

Pero para que el juez pueda efectuar un juicio y establecer una decisión, se hacen

necesarias las pruebas, para que este pase de tener una hipótesis de los hechos a tener una

certeza, pero para que esto pase este debe hacer una búsqueda paciente de que y quienes se

relacionan con los hechos, hombres y cosas, los hombres se constituyen como pruebas

personales y las cosas como pruebas reales; el estado de la persona o cosa hace que se den

dos clases de pruebas, representativas e indicativas; la primera de estas quiere decir hacer

presente algo, sea en pasado con algo que ya paso o futuro en representación de algo que se

va a dar. Se pueden dar representaciones directas e indirectas, esta última, siendo la más

antigua se constituye de la memoria del hombre, como puede ser el testimonio o

declaración de un testigo, en cambio la representación directa se obtiene mediante cosas

que registren los hechos, como fotos, grabaciones; encontramos aquí una diferencia muy

común entre el proceso penal y el civil y es que en el proceso civil se hace presentan mas

las pruebas directas, como documentos, contratos, testamentos, entre otros, en cambio en el

proceso penal se encuentran mas pruebas indirectas, como testigos que presenciaron los

hechos. Ahora bien, las pruebas indicativas, a comparación de las representativas, no dan

instantáneamente una imagen del hecho, sino que dan razón de una existencia o

inexistencia de este, para lo que se dan dos clasificaciones, naturales y artificiales, las

primeras son indicios y las segundas son señales; para el proceso penal se utilizan los

indicios, aquellos que ayuden en la reconstrucción de los hechos, como pueden ser marcas

o heridas en un cadáver, de las cuales se pueda suponer una hora de muerte o la naturaleza

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del arma, así mismo huellas o manchas de sangre, a diferencia del proceso civil, en el que

se hace uso de las señales, como contraseñas, sellos, entre otros. Encontramos entonces, la

critica de las pruebas, que no es más que la percepción y revisión detenida del juez a ambas

clases de prueba, para así determinar su veracidad.

En la parte de las razones, se evidencia que aquello que motiva al sujeto es

simplemente realizar la acción, en ese caso el juez a su juicio aborda una fase crítica, en la

que determina juicios que serian en este caso, la segunda fase o la forma en la cual se puede

llegar a constituir una consecuencia, siempre y cuando se logre demostrar la existencia de

la razón y no actuando con vías de hecho, también determina si una de las partes ha tenido

razón o no, por lo tanto es importante en este caso confrontarlos, pero siempre y cuando

hayan pruebas; así pues las razones como las pruebas pertenecen a la realidad, son objeto.

Vemos que la diferencia entre el juicio de equidad y juicio de derecho, es quien busca la

razón, en uno es el juez mismo y en el otro es el legislador. Una de las maneras en que se

dan las razones, son las normas jurídicas, las cuales atraviesan una transformación una vez

se consideran razones, por la manera en que la ley atañe en cada caso específico.

“Tan difícil es el cometido del juez, lo mismo en materia de pruebas que de razones,

que no consigue llenarlo por sí solo; por lo cual, la experiencia ha elaborado un

dispositivo que le ayude. Este dispositivo tiende a procurarle la colaboración de las

partes.” (Carnelutti, 2007, pág. 77)

El autor en este apartado nos hace referencia de la colaboración de las partes con el

juez y es que es esa la esencia del contradictorio, una de las partes va a estar interesada en

descubrir la otra parte de la verdad, es en esta parte del proceso en donde vemos combatir a

las partes. Ya no es el juez quien busca las pruebas o razones, sino que lo hacen las partes,
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estas sienten la necesidad de esmerarse, para que las pruebas que imponga frente al juez

sean contundentes para que este pueda tenerlas en cuenta; se da aquí la llamada, carga de la

prueba, en donde las partes deben presentar al juez las pruebas de los hechos, para que este

le de la razón a quien según las pruebas la tenga, esto lo hacer mediante unos defensores,

que pueden ser abogados o procuradores.

“El proceso penal, si se me permite hablar burdamente, se sostiene en sobre una

pierna solamente. Se debe ponerle otra para que pueda mantenerse en equilibrio: a

este oficio sirve el ministerio público. Con él se restablece el contradictorio. El

proceso civil, diríamos, opera con un contradictorio natural, el proceso penal. Con

un contradictorio artificial.” (Carnelutti, 2007, pág. 80)

Entonces vemos que la función del ministerio publico en el proceso penal, es la de

oponerse al imputado, para que así se de un contradictorio. Pero este también se da en el

proceso civil, como, por ejemplo, en un divorcio o en el caso de una persona pobre que se

vea envuelta en una herencia, sin recursos para acudir a un abogado, entra el ministerio

publico a cobijar por medio de una intervención por adhesión o si por otro lado esta misma

persona pobre, no sabe como proceder ante esta herencia, se le brinda un sustituto procesal.

Como ya antes mencionamos el juez pasa por una fase crítica, pero antes de esta,

está la fase de introducción, que no es otra cosa que la apertura del

juicio, pero el juez nos enmarca que el juez por si solo no puede convocar al juicio, este

debe ser a petición de otro, en materia del proceso civil la iniciativa puede tomarla una

parte en contra de la otra, en cambio, en el proceso penal es al ministerio publico quien le

corresponde tomar la iniciativa; una excepción de esto es cuando el pretor puede juzgar

delitos menos graves, sin antes ser convocado por el ministerio público. El ministerio
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público tiene una obligación especial, ya que se ve obligado a convocar a juicio cuando

tenga conocimiento del delito, no como la parte en el proceso civil, que aunque tiene

conocimiento pleno, puedo o no llevar esto al juez; dada la obligación del ministerio se

presentan modos de que a este llegue la noticia de un delito, si es de un particular hablamos

de denuncia, si es por parte de un oficial publico es una parte y si es por parte de una

profesión sanitaria es una relación; también encontramos lo que se considera como

querella, que no es ni una denuncia, ni una noticia, sino un requerimiento de juicio.

“Una profunda diferencia entre proceso penal y proceso civil se nota, no solo en

cuanto a la iniciativa, sino también en cuanto al modo de introducir el proceso: esta

diferencia atañe en el contradictorio.” (Carnelutti, 2007, pág. 90)

Esto porque en el proceso civil como primera medida encontramos el contradictorio,

en cambio en el proceso penal se debe dar primero la introducción y como segunda fase el

contradictorio. En el caso civil se inicia con una citación, constituida de la demanda al juez

y la citación a la otra parte, aunque se puede presentar una contumacia, que es cuando una

de las partes no comparece ante el juez.

En el proceso penal una introducción formal ocurre cuando el ministerio publico

requiere que el juez proceda, o cuando por el contrario el ministerio solicita el archivo y el

juez esta en desacuerdo, este puede proceder sin un acto formal, por el hecho de que el

ministerio en vez de archivar la denuncia lleve a cabo actos de instrucción.

Vemos a la instrucción como segunda fase del proceso, de ella se puede eximir el

error judicial o absorber a un culpable o de condenar a un inocente, por lo que se debe

buscar el delito y encontrar al culpable; vemos ya que el proceso se hace para obtener un

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juicio, pero para que este se lleve a cabo se necesita de dos elementos fundamentales, estas

son las pruebas y las razones, las cuales son fruto de una larga búsqueda, con mucho

sacrificio y paciencia, porque los errores judiciales cuestan caro, se pierde tiempo y muchas

veces infiere un daño irreparable al individuo y a la sociedad, por lo que se debe distinguir

la instrucción de la discusión, esto para ayudar a buscar las pruebas y a elaborar las razones.

En el proceso civil se presenta la fase preliminar, la cual sirve en primera instancia para

hacer un examen superficial de la sospecha sobre la que nace el proceso, si esta cierta el

proceso seguirá a la fase del debate, de lo contrario se abortará el proceso con la absolución

del preso en sede instructoria. En lo que respecta a las pruebas en el proceso civil se reciben

en el despacho y con exclusión al público, en cambio en el proceso penal las pruebas se

entregan en audiencia con el juez y las partes, junto al público, la publicidad de los debates

penales, se fundamenta en el interés de la administración de justicia, sin embargo, no se

excluye que el interés periodístico estimula la curiosidad de los delitos.

El autor aborda la discusión, haciendo referencia en el concepto en sí, por lo que

asemeja la palabra discusión con sacudir de aquí y de allá. Nos presenta que un juez

colegiado es aquel que soluciona el conflicto con pluralidad, esto quiere decir que la

decisión la toman varios jueces; el juez singular, como su nombre lo dice, la decisión es

tomada por una sola persona. Vemos entonces que la discusión es obra de los abogados en

el proceso civil y del ministerio publico en el proceso penal. Según Carnelutti (2007) “En

ninguna materia la verdad se consigue de un golpe, siempre aparece ella mezclada en el

error, y el camino que ella conduce, va en zigzag: el sí y el no disputan en mi cabeza” (pág.

109).

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Podemos ver que en la discusión las partes y el juez juegan un mismo papel, las

partes en sus debates proporcionan argumentos para decir porque tienen la verdad, o la

supuesta verdad y el juez hace lo mismo, pero con la norma que regula el hecho del caso; lo

que se debatió entre las partes y la critica que se le haya dado a la prueba es todo lo que

lleva un proceso para poder llegar a una decisión final.

En el proceso civil, la discusión es mas escrita que verbal; en el proceso penal

predomina la discusión oral. El principio de la contradicción es fundamental para el proceso

porque sin este no habría litigio, implica una dualidad de las partes que sostiene posiciones

jurídicas entre sí, lo que quiere decir que se le da la oportunidad a una de las partes de

poder defenderse en contra de alguna acción tomada por la contraparte, todo esto para

verificar que no existan irregularidades; este principios cuneta con dos aspectos para su

identificación, el primero es el derecho que tiene la parte de ejercer algún acto y el segundo

es la posibilidad que tiene de control para que verifique que se cumplan los preceptos

legales.

Encontramos entonces que la decisión del juez es la parte final del proceso, el juez

declara la voluntad en la cual dicta o expresa su decisión en base al material probatorio

presentado al transcurrir en el proceso. El juez emite una providencia, que en este caso se

conoce como sentencia. Tengamos en cuenta que las decisiones judiciales contribuyen a la

eficacia del ordenamiento jurídico, solo si las sentencias son obedecidas y el derecho

cumple una función social, pero la sentencias no solo vinculan a las partes y a las

autoridades públicas, también al juez que las profiere, esta obligado a acatar su propia

decisión sin que pueda desconocerla argumentando su cambio de parecer.

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En los procesos civiles se llama demanda y en los penales denuncia; en materia civil

el criterio adoptado es el del interés, la insuficiencia de las pruebas se resuelve en un daño

de aquella parte que tiene interés en probar un hecho y no lo consigue; ya en materia penal

desafortunadamente las dificultades de la prueba son a menudo mas graves y se podría

decir que la hipótesis de su insuficiencia es mas frecuente, donde “el criterio que le permite

al juez juzgar también en este caso, es el de favor rei: vieja formula que significa que la

incertidumbre de los hechos se resuelve en favor el imputado” (Carnelutti, 2007, pág. 122),

cuando este no puede comprobar la culpabilidad, debe declarar la inocencia. Se presenta

pues un estado intermedio entre culpabilidad e inocencia, que es contrario tanto a la

civilidad como a la justicia, pero como ya se ha enunciado, lo proferido en la decisión

judicial es ley, este valor se expresa con la fórmula de la declaración de certeza. Pero así

como la ley legitima al juez de tomar decisiones, también existen situaciones en las que el

juez no pueda hacerlo, ya que hay unas excepciones en las cuales la ley se lo impide, el

autor nos describe en dos situaciones porque las que el juez no toma la decisión de

reconocer la demanda civil o la denuncia penal, estas son porque en la demanda no hubo

medios probatorios para hacer valer su testimonio y en la denuncia penal no hubo

suficientes pruebas para imputar al sujeto activo, por lo que el juez lo declara inocente.

“Diríase que con la decisión ha terminado el proceso” (Carnelutti, 2007, pág. 129),

pero no siempre es así, se dan casos en materia civil por ejemplo que el acreedor de una

deuda aun después del juicio persiste en la deuda, o en materia penal, cuando un imputado

no es absuelto, sino que debe ser recluido; nos encontramos aquí con la ejecución. Que no

es mas que administrar justicia después de la decisión, para esto encontramos el proceso de

cognición y el proceso ejecutivo, los cuales pensaríamos que van uno después del otro, pero

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no siempre puede ser así, existen excepciones o casos en los que estos procesos deben ir de

la mano, por ejemplo, cuando el acreedor de la deuda vende sus bienes clandestinamente

para no hacer efectivo el pago, o cuando en medio de el juicio el impugnado se fuga. En

estos casos el procedimiento de ejecución se antepone al de cognición, aquí el juez podrá

expedir cautelares las cuales tiene carácter provisional, en el caso civil un secuestro al

demandado y en el caso penal una captura preventiva del imputado.

“La ejecución forzada se resuelve, como lo dice la palabra misma, en el uso de la

fuerza para hacer que las cosas marchen como quiere la ley, es decir, en poner las

manos sobre alguien: manis iniicere, decían los romanos.” (Carnelutti, 2007, pág.

131)

Ya no es la otra parte quien pone las manos sobre la otra, sino que lo hace el juez o

un miembro del oficio judicial; en materia civil, no se ponen las manos sobre la persona

demandada, sino sobre su patrimonio, todos los bienes que le pertenezcan, para esto

encontramos dos clases de ejecución civil, entrega o libramiento y expropiación: la entrega

o libramiento se da más comúnmente por la devolución del inmueble arrendado, este es el

modo de ejecución mas simple, ya que solo requiere quitarle algo a una de las partes para

dársela a la otra; la expropiación se da en casos de deuda de dinero, pero nunca es tan fácil

como solo tomarlo y entregárselo al acreedor, se lleva un proceso en el que primero se

embargan los bienes muebles o inmuebles, para luego proceder a una venta forzada, para

rescatar aquí el dinero de la deuda, aun así se puede presentar que el sujeto tenga mas

deudas que bienes, por lo que se procede a hacer un concurso de acreedores y se reparte el

patrimonio entre estos de manera justa.

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Después de efectuado la decisión y su ejecución, se da la oportunidad de volver a

juzgar, lo que llamamos la impugnación, se le da este nombre porque es el mismo imputado

quien puede protestar por su injusticia, y de esta manera hacer uso del derecho a convocar

un nuevo juicio. Pero este derecho esta limitado principalmente para que el proceso pueda

tener fin, como primera limitación esta el tiempo, el imputado debe ser rápido, ya que se

presentar términos rigurosos tanto en materia penal como en materia civil. Los juicios de

impugnación son dos, de apelación y de revisión: el ordinario o más común es de apelación,

se llama así por que la parte vencida apela, para que se renueve el juicio, para mayor

garantía en este nuevo juicio lo evalúa un juez diferente y de mayor rango, para que se

ofrezca mayor garantía de justicia. Esta impugnación puede darse hasta dos veces, después

de esto pasa a una corte de casación, la cual se encarga de la perfección de justicia. El juicio

de revisión se da de manera extraordinaria en el proceso penal, este se consciente a favor

del condenado, donde se de muestre que fue absolutamente injusto; en el proceso civil toma

dos nombres, revocación y oposición de terceros, la revocación hace referencia a una

revisión penal en casos determinados y la oposición de terceros es cuando se considera que

se omitió a un tercero que pudo ver sido de utilidad en la decisión.

Por último, encontramos que el autor nos da una representación de lo que seria un

balance en el ámbito judicial, principalmente enmarca que todos necesitan vivir en paz,

pero que la paz se consigue a través de la justicia. Para alcanzar esta justicia se ha hablado

de cambios a las normas y los códigos, sin ver que el defecto esta en los hombres y las

cosas; vemos pues que la delincuencia y la litigiosidad están estrechamente ligadas por la

ausencia de la moralidad, por ello se presenta la necesidad del proceso y el autor asegura

que en el futuro esta necesidad aumentara. Ya que pesan más los valores económicos que

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Proceso, orientada por: Luis Fernando Pinzón Bayona.
los morales y este grave problema que radica en los hombres, no admite soluciones. Así

mismo cuando hablamos de el oficio del juez, el cual es mas que humano, pero que

tristemente se le escatima su prestigio y hasta el respeto, aun cuando en medio de su oficio

esta condenado a errar, ya que como dijimos es humano, pero se da contradicción en este

error judicial, ya que cuando una decisión judicial pasa a ser irrevocable, se convierte en

verdad. Como tampoco podemos pedir perfección al cien porciento en un proceso, lo que se

puede dar es una hipótesis de lo mas cercano a la verdad.

“Una triste conclusión de nuestras conversaciones, después de todo. Pero una

conclusión saludable. Es necesario que los hombres pierdan la ilusión de que se pueda

obtener por fuerza la justicia en este mundo.” (Carnelutti, 2007, pág. 158)

Finalmente, el autor bajo su criterio nos deja ver, que la manera mas cercana de

llegar a la justicia es el amor, el amor del juez a su oficio y hacia quien juzga, para así hacer

la un poco menos egoísta y de esa manera hacer menos necesario su oficio.

BIBLIOGRAFÍA
Carnelutti, F. (2007). Cómo se hace un proceso (3 ed.). Bogotá: Temis. Recuperado el 2021

Carnelutti, F. (2007). Cómo se hace un proceso (3 ed.). Bogotá: Temis. Recuperado el 2021

Carnelutti, F. (2007). Cómo se hace un proceso (3 ed.). Bogotá: Temis. Recuperado el 2021

Carnelutti, F. (2007). Cómo se hace un proceso (3 ed.). Bogotá: Temis. Recuperado el 2021

Carnelutti, F. (2007). Cómo se hace un proceso (3 ed.). Bogotá: Temis. Recuperado el 2021

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Estudiante de derecho, tercer semestre; extensión Aguazul, UPTC. Asignatura: Teoría General del
Proceso, orientada por: Luis Fernando Pinzón Bayona.
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Proceso, orientada por: Luis Fernando Pinzón Bayona.

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