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RESEÑA LIBRO: EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

AUTOR: VICTOR FRANKL


TITULO: ET LUX IN TENEBRIS; LA LOGOTERAPIA UNA LUZ EN MEDIO DEL
ADVERSO VIVIR HUMANO
ALUMNO: DIEGO ARMANDO RODRIGUEZ MONTAÑEZ
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS-TUNJA
ÉTICA

PRESENTACIÓN
La presenta reseña tiene como fin reflexionar en torno a la obra “EL HOMBRE EN
BUSCA DE SENTIDO” del autor austriaco Víctor Frankl, quien siendo protagonista del
flagelo del holocausto nazi desde la experiencia de prisionero del campo de exterminio en
Auschwitz, sustenta con base en sus conocimientos psiquiátricos la Logoterapia como
medio para subsanar aquellas patologías que surgen de las experiencias de la vida humana.
RESUMEN
La obra de Víctor Frankl se desarrolla en tres fases, donde la primera consiste en el
internamiento en el campo, la segunda fase corresponde a la vida en el campo y la tercera
fase amplia la visión acerca de la vida después de la liberación en la cual se dan los rasgos
generales de la logoterapia.
La descripción de primera mano de un testigo de la vida dentro de un campo de
concentración cernido por la mirada psicológica denota los matices profundamente
existenciales que definen la obra póstuma del autor. Al adentrarse en las líneas del libro se
experimenta la crudeza, horror, miedo, pánico, nostalgia, aversión, apatía, conmoción y
toda especie de emociones que emanan de la experiencia de los prisioneros de los campos
de concentración.
Teníamos que llevar la misma camisa durante medio año, hasta que perdía la apariencia de
tal. Pasaban muchos días seguidos sin lavarnos ni siquiera parcialmente, porque se helaban
las cañerías de agua y, sin embargo, las llagas y heridas de las manos sucias por el trabajo
de la tierra no supuraban (es decir, a menos que se congelaran). O, por ejemplo, aquel que
tenía el sueño ligero y al que molestaba el más mínimo ruido en la habitación contigua, se
acostaba ahora apretujado junto a un camarada que roncaba ruidosamente a pocas pulgadas
de su oído y, sin embargo, dormía profundamente a pesar del ruido. Si alguien nos
preguntara sobre la verdad de la afirmación de Dostoyevski que asegura terminantemente
que el hombre es un ser que puede ser utilizado para cualquier cosa, contestaríamos:
"Cierto, para cualquier cosa, pero no nos preguntéis cómo". [ CITATION Vic91 \l 9226 ]

La vida en el campo escapa a toda posible imaginación, en un primer momento los


prisioneros eran despojados de sus bienes, luego eran pasados por una selección en la que
discernían entre los más saludables y jóvenes quienes conservaban la vida para ser
consagrados a duros y forzados trabajos, los que no; es decir ancianos, enfermos, niños o
algunas mujeres eran destinados a la fila izquierda los cuales eran pasados por ¨baños¨ en
los cuales inesperadamente de las duchas no salía agua sino gas, de allí aquellos ya no
volvían más.
Luego de experimentar no ser llevados a una cámara de gas, la vida sin libertad en un
campo era bastante limitada, la ración de comida se limitaba a una sopa aguada y un trozo
de pan, además de una ración extra que consistía en una salchicha y mermelada, lo cual
implicaba una alta desnutrición a punto que los prisioneros quedaban reducidos a
esqueletos disfrazados con pellejos; pues hasta la grasa subcutánea se consumía el
organismo a falta de una dieta rica en calorías y la exigencia a duros trabajos y pocas horas
de sueño.
En suma la directriz que ciñe la vida en el campo está atravesada por el sufrimiento el cual
como afirma el autor alcazaba a todos con su látigo al referirse a los tratos sádicos a los
cuales eran sometidos los prisioneros, muchos eran los males que afligían a aquellos reos,
sus pensamientos giraban en torno al hambre, el sueño, el considerar la idea de cómo evadir
el mayor número de castigos.
Tal era el punto de atentar contra la dignidad de los prisioneros que aquellos vivían
continuamente acomplejados al darse cuenta que su existencia se reducía a una desnuda, en
la cual estaban completamente desprovistos de toda posesión material, incluso de la ilusión
de una vida más allá del campo. Toda clase de maltrato, discriminación racial, desprecio
por la vida, ver morir sin más a un camarada y luego ver como los otros camaradas
despojan de los zapatos de madera, el abrigo y un pan podrido al cuerpo sin vida de un ex
camarada.
A tal punto de infortunio cada persona debe llegar a responder a la pregunta del sentido de
vivir, de responder a la pregunta sobre suicidarse, de no luchar más, o bien asumir el dolor
de frente y acomodarse a la rutina más adversa que le pongan. A través de encontrar el
profundo sentido de responsabilidad que implica una vida que esta proyecta en su
unicidad, de ser irrepetible; entonces la directriz de la existencia da un giro, ya no está
orientada a la huida frente al dolor, sino a la asimilación del mismo y el enfoque hacia
aquel ser amado o fin del cual depende.
En aquel momento y en una franja lejana encendieron una luz, que se quedó allí fija en el
horizonte como si alguien la hubiera pintado, en medio del gris miserable de aquel
amanecer en Baviera. "Et lux in tenebris lucet, y la luz brilló en medio de la oscuridad."
Estuve muchas horas tajando el terreno helado. El guardián pasó junto a mí, insultándome y
una vez más volví a conversar con mi amada. La sentía presente a mi lado, cada vez con
más fuerza y tuve la sensación de que sería capaz de tocarla, de que si extendía mi mano
cogería la suya. La sensación era terriblemente fuerte; ella estaba allí realmente. Y,
entonces, en aquel mismo momento, un pájaro bajó volando y se posó justo frente a mí,
sobre la tierra que había extraído de la zanja, y se me quedó mirando fijamente. [ CITATION
Vic91 \l 9226 ]

La experiencia del autor de profundo dolor denota el encuentro con una respuesta
existencial, en la cual se da cuenta que el sentido de la vida no implica una ausencia de
sufrimientos, ya que aquellos experimentaban aquellas dolencias por doquier, por el
contrario aquello implicaba una madurez dado que el sufrimiento ocupaba toda el alma,
pero aquella lo traducía en cambio, modificación, superación una especie de catarsis. Todo
esto llevó consigo salvar su vida del campo de exterminio y además salvar a sus camaradas
tanto física como mentalmente a muchos, del suicidio y de concienciarlos a que cada uno es
un ser único orientado a fines específicos.
VALORACIÓN
El matiz que es transversal a la obra encuentra su base en la ética aristotélica, la cual hunde
sus raíces en la concepción de que el hombre está orientado a un fin específico un thelos o
propósito el cual da sentido a la vida misma. El autor austriaco da a entender que no son los
fuertes flagelos del maltrato de los guardias de la SS, tampoco el sentido de respeto frente
la vida que se determina por una decisión de ir hacia la fila derecha o izquierda de una
selección indiscriminada de ir o no a la cámara de gas; la vida según Frankl empieza a
desmoronarse en el momento en que el reo a muerte concluye que ya no hay sentido para
seguir viviendo y entonces se entrega a la desidia de dormir sobre la inacción, en este
preciso instante al enterarse que no hay un futuro asegurado el hombre entrega al azar su
vida y su destino.
Luego de leer minuciosamente el relato del neurólogo austriaco más allá de experimentar
como lector una especie de empatía con el prisionero se encuentra un profundo paralelo con
la vida humana común y cotidiana que como aquella de mediados del siglo pasado no
escapa a las dolencias y sufrimientos. Sin duda aquella generación que sobrevivió a tal
vejamen, fue muestra de gran resiliencia que sin duda deja claro que el ser humano se
adapta a las condiciones más adversas. Tal ejemplo es referente para esta generación débil,
generación liquida que mira por redes sociales el mundo y juzga por medio de él la ética y
moral de la época.
En estos tiempos de coronavirus donde numerosas cantidades de personas mueren
inevitablemente, leer esta obra es un buen referente para encontrar respuestas, contemplar
el mundo desde la mirada de Victor Frankl es una óptica que aún hoy tiene gran actualidad
y pertinencia, cada vez que de repente suscite dentro de sí cualquier hombre algún tipo de
reclamo debería leer el testimonio cruento de aquellos prisioneros de Auschwitz.
CONCLUSIÓN
El sufrimiento en la vida humana ocupa toda el alma, si bien el cuerpo es aquel que
mediado por el contexto sufre, se queja, adolece; es el alma, la psiké, la mente humana la
encargada de dignificar el sufrimiento por medio del logos o razón que puede llevar al
hombre a la compaginación con la ley natural que no escapa a ninguno y entonces
encontrar la tan anhelada armonía griega; la ataraxia, o fin último del hombre que está
encaminado a la felicidad completa, aquella que es única y se adecua a la unicidad que
representa cada ser humano en específico.

BIBLIOGRAFÍA

Frankl, V. (1991). EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO. Barcelona: Herder.

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