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Proyecto Salón de Clases

Erick Fernando Siqueiros Zúñiga

En la búsqueda de una mejor educación en la que la mayoría de los países está


apostando, es imposible no cuestionarnos la influencia del aula sobre la educación de
los alumnos. Cada nivel en la educación cuenta con necesidades distintas, ya sea por
la edad de los alumnos o por los objetivos de los profesores, por lo que abarcar este
tema en toda la educación sería muy extenso. Son muy distintas las necesidades
tecnológicas e informáticas de los estudiantes en el nivel superior que la necesidad de
material didáctico de los niños en preescolar. En este trabajo me enfocaré en el nivel
preescolar.

L. Casalrrey (2000) propone tres características a la hora de organizar el espacio: a)


pensado para los niños b) estimulante, accesible, fl exible y funcional c) estético,
agradable para los sentidos. Por su parte, Lledó y Cano (1994) señalan cinco principios
para un nuevo ambiente escolar en el aula que enumeramos a continuación: 1. El aula
debe ser un lugar de encuentro entre unos y otros. 2. Deben sugerir gran cantidad de
acciones. 3. Debe estar abierta al mundo que le rodea. 4. Debe ser un espacio
acogedor. 5. Nuestra clase tiene que ser un lugar vivo, un lugar distinto, con
personalidad propia.

Existen dos corrientes que pueden ser fusionadas para un resultado óptimo en la
organización del aula: que el salón sea reflejo de las intenciones del docente, o que el
aula sea adaptado según las necesidades específicas de los docentes. En un nivel
preescolar, donde los estudiantes están desarrollando capacidades motrices finas y
gruesas es necesario más que en cualquier otro nivel educativo, un enfoque específico
para el aula. Además, debido a la corta edad de los estudiantes, es necesario un salón
adaptado al alcance de los niños, con materiales a su altura, que no presenten una
traba en la práctica educativa.

Primeramente, el aula debe ser espacioso y amplio, con suficiente espacio entre
mesas para que los estudiantes puedan moverse sin riesgo de tropezar, y que no se
sientan privados de la libertad de movimiento, además de que sean capaces de hacer
actividades de entretenimiento con el espacio disponible. El aula debe contar con las
mesas suficientes para los alumnos, de una altura menor a la promedio, para que estén
al alcance de los niños, además de unas sillas pequeñas. Estas dos cosas deben ser
de material plástico, además de esquinas redondeadas para que en caso de un
accidente, los niños no tengan repercusiones. Además de contar con un escritorio para
el maestro, con los cajones necesarios.

El salón contaría con un pizarrón, con una posición adecuada para que todos los niños
sean capaces de verlo, además de contar con láminas alrededor, con material didáctico
llamativo, para apoyar el aprendizaje estudiantil. El salón tendría casilleros, con
distintas divisiones para apoyar el aprendizaje de los alumnos. El primero sería de
recursos grafico-plásticos, o sea: colores, acuarelas, crayones, pegamentos, tijeras sin
filo, hojas de papel, pinturas lavables, etc. Esto para que los alumnos desarrollen sus
habilidades de motricidad fina. El siguiente compartimento del casillero contaría con
materiales de construcción, es decir, juguetes de ensamble, bloques, blocks de juguete,
juegos de encajar figuras en un molde, etc. Para fomentar el desarrollo de la motricidad.
Un compartimento con materiales de la naturaleza también sería ideal para que los
alumnos experimenten con las texturas, y aprendan sobre la naturaleza y sobre los
animales. Este contaría con juguetes de animales, piedras, tierra, plantas, conchas,
arena, semillas, etc.

En otro rincón del salón, se encontraría una biblioteca para que los alumnos tengan un
primer encuentro con la lectura, esta contendría libros cortos, compuestos en su
mayoría de ilustraciones llamativas, especiales para niños. Además de contar con otras
actividades como memoramas y rompecabezas de piezas grandes, especiales para que
los niños aprendan a relacionar y a mejorar su motricidad. También contaría con un
tapete para que los niños puedan sentarse a leer todos juntos.

El salón contaría con una zona de dramatización, donde los niños puedan disfrazarse y
jugar, que puedan representar pequeñas obras de teatro o representar con disfraces a
los animales, a los tipos de empleo, etc. y que de esta manera puedan conocer sobre
esos temas.
Finalmente incluiría un closet para el maestro, donde se puedan almacenar todo el
material didáctico, así como los recursos de limpieza del salón como escobas,
detergente, papel de baño, etc. además de un botiquín medico de emergencia.

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