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El perfil psicosocial de un buen maestro

Erick Fernando Siqueiros zuñiga

En la actualidad la educación es un tema cada vez más latente en México, debido a la


ya bien conocida “recompensa” que surge de una buena educación en cualquier país.
Como prueba de esto están los países mejor desarrollados, que además cuentan con
los primeros lugares en educación. No es sorpresa que muchas veces las personas que
más sobresalen en estas pruebas tiendan a tener mejores capacidades de resolución
de problemas y para trabajar en equipo. Estas personas son valiosas para el desarrollo
de un país y estas personas suelen ser fruto de buenos maestros.

Es difícil definir quién es un buen maestro, especialmente porque suele estar sujeto a
muchas circunstancias, entre ellas a las necesidades de los distintos tipos de alumnos y
a las necesidades de la institución, pero existen algunas características que suelen ser
útiles a la mayoría de las personas. En estos días que tanto se habla de la educación y
se buscan buenos maestros, me considero la persona menos capacitada para decidir
quién es bueno o no, pero este es mi mejor intento. Me referiré en este ensayo a los
maestros de primaria porque las características varían dependiendo del nivel educativo
que ejercen.

Primeramente considero necesario citar el concepto de perfil psicológico: El perfil


psicológico creo que puede definirse como un conjunto de características y rasgos que
definen al ser humano, estas determinan comportamientos frente a situaciones
particulares o en diario vivir. Una vez definido esto, considero el buen nivel de
conocimiento una de las características más importantes. Un maestro debe ser capaz
de transmitir el conocimiento a los alumnos, pero para esto previamente debe ser el
maestro portador del conocimiento, saber qué lo compone con suficiente profundidad
para ser capaz de poder explicar, desarrollar y ejemplificar este conocimiento.

Un buen maestro también debe ser lo suficientemente flexible y curioso. Debe tener
ganas de seguir aprendiendo, hambre por conocimiento que debe transmitir a sus
alumnos. Esto lo ayudará a seguir aprendiendo lo que quiere transmitir de manera que
pueda complementar lo que ya sabe, además de poder cambiar los conocimientos
previos por unos más actualizados en caso de ser necesario. Además la flexibilidad es
necesaria para poder adaptarse a los constantes cambios en la reforma educativa que
hay actualmente, también para poder adaptarse al constante flujo de alumnos nuevos
que transcurren en las escuelas.

Otra característica de un buen maestro es la responsabilidad. Un buen maestro debe


ser consciente del papel que representa en la sociedad, de la repercusión que este
tiene en las decisiones de la sociedad, provocando esto la necesidad de una mejor
preparación para tomar mejores decisiones frente al grupo en el que trabaja. Todo lo
que hace o dice el maestro es absorbido por los alumnos que principalmente a esta
edad son como esponjas, que después tomaran decisiones en base a las herramientas
proporcionadas por los maestros. Los maestros suelen ser la segunda autoridad más
importante para un niño después de los padres, por lo que es necesario ser consciente
de la responsabilidad que esto representa.

Un buen maestro debe tener la suficiente autoridad y paciencia para no verse agobiado.
Los niños tienen muchísima más energía de la que un adulto suele tener, además de
ser muy kinestésicos, ya que buscan descubrir el mundo a través del cuerpo. Es difícil
mantener la atención de un niño centrada por muchísimo tiempo por lo que además es
necesario que aparte de estas dos cualidades el maestro tenga la suficiente creatividad
para captar la atención del alumno. Todo esto en conjunto hace que el maestro sea
capaz de reconocer cuándo debe mantener en control a los alumnos, cuándo es
necesario darles un respiro.

También es muy importante la pasión de un maestro, disfrutar su trabajo, ser


consciente de lo que representa y tener la motivación para esto. Un maestro con
motivación y ganas de ejercer, puede contagiar a los alumnos de esa energía,
motivarlos a esforzarse en las labores estudiantiles, ayudarles a definir los objetivos de
los alumnos, que en esta edad suele ser ir a estudiar simplemente por la voluntad de
sus padres, perdiendo muchas veces en el camino las intenciones. Este papel es
importantísimo, ya que suele ser una de las partes que mayor repercusión tiene sobre
los alumnos, demostrándoles las características con las que cuentan, sus motivaciones,
sus fortalezas y debilidades, además de ayudarlos a conocerse de manera
introspectiva.

Finalmente, considero que la última de las cualidades más importantes con las que
debe contar un buen maestro es la capacidad de organización. Este es un punto
importantísimo. La labor del maestro no transcurre solo en el aula, previamente debe
crear una planeación que cubra los objetivos de la sesión educativa, que si bien no
siempre se puede seguir al cien por ciento (por lo cual también es necesario cierta
capacidad de improvisación) si va a establecer las metas por las cuales, paso a paso se
va a llegar a los objetivos. No solo se trata de saber planificar a corto plazo, si no,
también se trata de saber establecer las metas a largo plazo, saber definir los pasos
que se van a seguir y cuándo se van a seguir para llegar a los objetivos definidos.
Además de tratar de prever las dificultades que podrían bajar la eficiencia del avance
académico.

Definitivamente no es una labor fácil ser un maestro, requiere de muchísimas


habilidades en conjunto con las que no se pueden contar desde un principio, por lo cual
requiere trabajo arduo para llegar a controlar totalmente. Es una labor que tal vez no es
para todo tipo de personas, además de que requiere estar en constante actualización,
pero tal vez esta sea la razón por la cual en países como los países nórdicos sea una
profesión alcanzada por tan pocas personas, con una preparación increíble.

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