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1) La teoría de nicho y la teoría neutral intentan explicar la composición y estructura de las comunidades. 2) La teoría neutral supone que todas las especies son iguales ecológicamente, mientras que la teoría de nicho enfatiza las diferencias en el uso de recursos. 3) A pequeña escala, la teoría neutral puede explicar la composición de la comunidad, pero a gran escala la competencia hace que la teoría de nicho sea más relevante.
1) La teoría de nicho y la teoría neutral intentan explicar la composición y estructura de las comunidades. 2) La teoría neutral supone que todas las especies son iguales ecológicamente, mientras que la teoría de nicho enfatiza las diferencias en el uso de recursos. 3) A pequeña escala, la teoría neutral puede explicar la composición de la comunidad, pero a gran escala la competencia hace que la teoría de nicho sea más relevante.
1) La teoría de nicho y la teoría neutral intentan explicar la composición y estructura de las comunidades. 2) La teoría neutral supone que todas las especies son iguales ecológicamente, mientras que la teoría de nicho enfatiza las diferencias en el uso de recursos. 3) A pequeña escala, la teoría neutral puede explicar la composición de la comunidad, pero a gran escala la competencia hace que la teoría de nicho sea más relevante.
Teoría neutral de la diversidad: rompiendo paradigmas ecológicos
Diego Alejandro Escobar Restrepo
Universidad CES 2018
Comprender la composición y la estructura de las comunidades en el tiempo y el
espacio, así como los patrones que permiten la coexistencia de especies, es uno de los mayores retos actuales de la ecología, y para intentar explicar estos fenómenos se han planteado dos teorías: la teoría de nicho y la teoría neutral de la diversidad (Chave 2004; Palma 2010; Stevenson et al. 2011). La teoría de nicho plantea que son las diferentes formas que tienen las especies de utilizar los recursos lo que explica la diversidad de las comunidades y lo que permite la coexistencia (Palma 2010), y que la estructuración de las comunidades está determinada por procesos de exclusión competitiva y por las adaptaciones ecofisiológicas que tienen las especies a las distintas variables del gradiente ambiental (Stevenson et al. 2011). La teoría neutral de la diversidad supone que todas las especies dentro de una comunidad son iguales en términos ecológicos, es decir, que tienen la misma eficiencia biológica (fitness), por lo que no habría efectos de unas sobre otras (Chave 2004; Moreno 2012; Palma 2010), y de este modo, la estructuración de las comunidades no está influenciada por interacciones interespecíficas sino por factores estocásticos, y la diversidad está modulada por un balance en los procesos de inmigración, especiación y extinción (Chisholm & Pacala 2010). Chave (2004) afirma que ambas teorías explican la estructuración de las comunidades y que son complementarias, y que difieren en la escala temporal a la que operan. A una escala pequeña; es decir, en un lapso de tiempo corto, la teoría neutral explica la composición de la comunidad, ya que a causa de efectos estocásticos y de dispersión una especie llega a la comunidad y se establece, y las relaciones interespecíficas no son observables en este corto tiempo; sin embargo, a escalas amplias, los efectos de la competencia se hacen notorios, por lo que la teoría neutral se inválida y es la teoría de nicho la que permite explicar los patrones de coexistencia (Chase 2014). De esta forma, la comunidad observada es resultado de una secuencia de filtros: primero, el filtro histórico que determina que una especie está en una comunidad porque fue capaz de dispersarse por efectos meramente estocásticos; segundo, el filtro fisiológico que establece que una especie está presente en la comunidad porque posee adaptaciones evolutivas que le permiten desempeñarse biológicamente bajo las condiciones de ese ambiente particular; y tercero, el filtro ecológico que se basa en las relaciones interespecíficas y que indica que una especie hace parte de una comunidad si es capaz de competir de manera exitosa por recursos con otras especies (Moreno 2012; Munoz et al. 2014). En cada filtro opera un modelo diferente, en el histórico la teoría neutral explica la composición de la comunidad, debido a que son eventos azarosos y de dispersión los causantes de que una especie esté presente en la comunidad; pero en los filtros fisiológico y ecológico es la teoría de nicho la que explica la estructuración de la comunidad, ya que hay inmersas características propias del nicho ecológico, incluyendo factores abióticos y bióticos, que modulan los patrones de coexistencia de especies en la comunidad. Para Clark (2012) la teoría de nicho y la teoría neutral solo difieren en la forma en cómo una especie se establece en una comunidad. Afirma que en la teoría neutral una especie ocupa un sitio vacante dentro de la comunidad, mientras en la teoría de nicho la especie ocupa un nicho ecológico que no está siendo aprovechado por otra especie. De esta forma, las dos teorías usan términos diferentes para fenómenos de ocupación iguales: mientras en la teoría neutral se usa el concepto de sitio, en la teoría de nicho se utiliza nicho ecológico. Sin embargo, aunque ambos conceptos se refieren a ocupar una posición dentro de la comunidad, tienen significados ecológicos distintos, pues el término sitio solo hace referencia a un lugar espacio temporal dentro de la comunidad y excluye las interacciones interespecíficas, y en contraste, el concepto nicho incluye todos los factores bióticos y abióticos que afectan la especie y determinan su permanencia dentro de la comunidad. La teoría neutral no ha logrado explicar de forma verosímil la diversidad de las comunidades ni los patrones de coexistencia, debido a que no tiene un soporte empírico robusto y convincente (Palma 2010); además, presenta fallas detectadas por diferentes autores y que contradicen el conocimiento ecológico (Moreno 2012). Principalmente, el supuesto de que todas las especies son equivalentes ecológicamente es inverosímil, pues como argumenta Moreno (2012), este supuesto pasa por alto la ecología funcional de la comunidad y la fisiología propia de cada especie, ya que cada especie requiere condiciones diferentes, e incluso, dentro de una misma especie hay variaciones genéticas que hacen que todos los individuos no tengan exactamente los mismos requerimientos ni la misma eficiencia biológica. Otro fallo en la teoría neutral, es que ésta no explica el recambio de especies en una sucesión ecológica, y este recambio es fundamental en la estructuración de la comunidad (Palma 2010); además, las especies se distribuyen a lo largo del gradiente ambiental en función de la capacidad que tienen de mantener su eficiencia biológica bajo ciertas propiedades ambientales, y esta capacidad es resultado del filtrado fisiológico y no está determinado por eventos azarosos de dispersión (Moreno 2012). Así, la teoría neutral se olvida de los mecanismos que diferencian el nicho de las especies y de las interacciones especie-ambiente e interespecíficas, que han sido demostradas de forma empírica, por lo que esta teoría no es una fiel representación de la compleja realidad de la naturaleza (Chave 2004). En el estudio realizado por Stevensson et al. (2011), se encontró que, en una escala regional, en zonas con condiciones ambientales similares se presentan comunidades con las mismas especies, aun cuando están distanciadas geográficamente, demostrando así que los patrones de diversidad están determinados por procesos ecológicos de nicho, y que los procesos estocásticos no influyen de manera representativa en la composición de las comunidades, puesto que una especie está en un lugar porque tiene rasgos funcionales que le permiten desempeñarse allí, y no exclusivamente porque se dispersó. De esta forma, comunidades cercanas no necesariamente tienen una composición similar, sino que están compuestas por especies con adaptaciones fisiológicas que responden de manera favorable a las distintas condiciones allí presentes. Para concluir, y como opinión personal, la teoría neutral es insuficiente para explicar la estructuración de las comunidades y para describir los patrones de coexistencia, debido a que pasa por alto elementos ecológicos ya descritos de manera empírica, como lo son la competencia y los rasgos funcionales de las especies, los cuales les permiten desempeñarse biológicamente en un hábitat y responder a las condiciones ambientales. De esta forma, la teoría neutral se olvida de la historia evolutiva de las especies, pues prescinde de las características funcionales que las especies han desarrollado en el tiempo y que les permite establecerse y mantenerse en una comunidad. Además, que en una comunidad haya un sitio vacante no significa que pueda ser ocupado por cualquier especie que se disperse por causas azarosas, sino que el sitio es ocupado por aquella especie que tiene características funcionales evolutivas que le permiten competir con otras especies y mantenerse en esa comunidad. De esta forma, y concordando con Moreno (2012) no se puede defender una teoría que desecha conocimientos y paradigmas ecológicos ya establecidos y demostrados, como lo hace la teoría neutral. Ahora bien, aunque la teoría de nicho no explica de manera holística la complejidad de las comunidades, si mantiene un acercamiento más verosímil que permite entender, en parte, la diversidad de las comunidades y la coexistencia de especies, pues la diferenciación de nicho explica de manera razonable que las especies coexisten porque explotan los recursos de forma diferente, lo cual es más diáfano desde los procesos evolutivos de las especies que comparten espacio y tiempo, debido a que pretenden, de este modo, disminuir la competencia entre ellas a lo largo del tiempo. Referencias Chase, J.M. (2014). Spatial scales resolves the niche versus neutral theory debate. Journal of vegetation science, 25, 319-322. Chave, J. (2004). Neutral theory and community ecology. Ecology letters, 7, 241-253. Chisholm, R.A & Pacala, S.W. (2010). Niche and neutral models predict asymptotically equivalent species abundance distributions in high-diversity ecological communities. PNAS, 107(36), 15821-15825. Clark, J. (2012). The coherence problem with the unified neutral theory of biodiversity. Trend in ecology and evolution, 27(4), 198-202. Moreno, J. (2012). La estructuración de las comunidades ecológicas por selección natural: una lección para la ecología de Wallace y Darwin. Evolución, 7(2), 33-38. Munoz, F; Anthelme, F & Raevel, V. (2014). Procesos ecológicos a múltiples escalas que afectan a las dinámicas de comunidades de plantas en los humedales altoandinos de Bolivia. Ecología en Bolivia, 49(3), 104- 119 Palma, A. (2010). ¿Nicho, teoría neutral, o una alternativa emergente? Ecología austral, 20(1), 63-69. Stevenson, P.R.; Suescún, M.; Aldana, A.M.; Cano, A.; Umaña, M.N.; Correa, D.; Casas, L.F. & Villanueva, B. (2011). Diversidad arbórea en bosques de tierras bajas en Colombia: Efectos del ambiente, las perturbaciones y la geografía. Hipótesis, 12, 29-35.